ingeniería tisular Imelda Olivas Armendariz*1y Carlos Alberto Martínez Pérez** El presente capítulo cubre los aspectos básicos de la ingeniería tisular, los biomateriales y las principales técnicas de fabricación, la interacción biomaterialcélula, el cultivo celular y otros. E 5.1. Introducción n la actualidad la ingeniería tisular o ingeniería de tejidos es un área en la cual converge el trabajo multidisciplinario e interdisciplinario. A nivel mundial, esta área de investigación está jugando un rol muy importante en la medicina regenerativa, para tal efecto se han formado redes de investigación, como La Red de la Unión Europea de Excelencia en Ingeniería Tisular de Hueso y Cartílago, que abarca a 20 instituciones de 13 países europeos, así como la Sociedad Internacional de Ingeniería Tisular y Medicina Regenerativa. Estas redes se han creado con la intención de conjuntar esfuerzos de diferentes investigadores de distintas áreas y diferentes países para acelerar los avances que puedan llevar al completo éxito de poder regenerar un tejido u órgano. *1Doctora en Ciencias de los Materiales por el Centro de Investigación en Materiales Avanzados. Profesora del departamento de Física y Matemáticas e investigadora del Cuerpo Académico de Ingeniería Tisular y Medicina Regenerativa de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. **1Doctor en Ciencias de los Materiales por el Centro de Investigación en Materiales Avanzados. Profesor investigador en el departamento de Física y Matemática de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), líder del Cuerpo Académico de Ingeniería Tisular y Medicina Regenerativa de la UACJ. Investigador asociado del programa de Ingeniería Biomédica de la Universidad de Texas, en El Paso. 127 Capítulo 5 En los últimos años, el desarrollo de biomateriales se ha enfocado a la ingeniería tisular, o como varios investigadores prefieren llamarla, medicina regenerativa. Ésta busca cubrir la necesidad de establecer terapias alternativas para el tratamiento de la pérdida o falla de un tejido u órgano. La ingeniería tisular llevará a un gran impacto en el sector salud dentro de las próximas décadas, debido a que el trasplante frecuentemente está limitado por la insuficiencia del donador; también está asociado al alto riesgo de rechazo y transferencia de alguna infección o enfermedad. En el pasado, los biomateriales convencionales han sido muy útiles y han mejorado la calidad de vida de muchos pacientes, ejemplo de esto son las diferentes prótesis para cadera y rodilla. Sin embargo, todavía no existen materiales disponibles que puedan reemplazar de manera adecuada y funcional varios tejidos, tales como cartílago y grandes segmentos de huesos, sin mencionar órganos con mayor complejidad. A manera de ejemplo, el mercado mundial para injerto de hueso con materiales sintéticos representa tan solo el 10%, mientras que el auto-injerto representa alrededor del 50%. La ingeniería tisular ha sido definida como el uso de procesos de ingeniería, química, biología y física para controlar y dirigir el comportamiento celular. Otra definición dada por Langer y Vacanti (Langer, 1993), la describe como “un campo interdisciplinario de investigación que aplica los principios de ingeniería y ciencias biológicas hacia el desarrollo de tejido sustituto, que restaure, mantenga o mejore la función del tejido”. En contraste con los biomateriales tradicionales, ésta se basa en el entendimiento de la regeneración y formación de tejido que tiene como meta la inducción de tejido nuevo funcional, más que sólo un implante inerte de repuesto. Existen tres elementos claves en la ingeniería tisular: 128 • El biomaterial. • Las células. • Los factores de crecimiento. El primero de ellos, el biomaterial, tiene la función de soporte o portador y juega un papel clave en la mayoría de las estrategias para la ingeniería tisular. Por ejemplo, los biomateriales pueden servir como un substrato sobre el cual la población de células pueda adherirse y emigrar, ser implantado con una combinación de células específicas, así como un vehículo de liberación de células. También puede ser utilizado como un portador de drogas para activar funciones celulares específicas en una región localizada. Referente a los factores de crecimiento, tienen la función de facilitar y ayudar en la proliferación celular. En general, el reto para la elaboración de biomateriales para soporte en la ingeniería tisular es construir replicas biológicas in vitro, de tal forma que el material compuesto elaborado pueda ser integrado y trasplantado in vivo para la recuperación de tejidos u órganos perdidos o con un mal funcionamiento. Subsecuentemente, el composito debe funcionar coordinadamente con el resto del cuerpo sin riesgo de rechazo o complicaciones. Estos materiales deben tener ciertos requerimientos generales que harán que tenga éxito o no. Deben poseer gran porosidad, los poros deben tener un rango desde 20 hasta 300 µm, el cual varía de acuerdo con el tejido que se desea regenerar. Esta misma porosidad debe ser interconectada de tal forma que permita la vascularización y la infiltración celular. En cuanto a las propiedades mecánicas, deben de ser lo más similar posible al tejido circundante del órgano o tejido natural a ser reemplazado. La velocidad de degradación debe controlarse de acuerdo a la localización y función específicas, y no debe presentar toxicidad. Otros aspectos, como la morfología, topología y la funcionalidad en la superficie también se deben de evaluar. Existe una gran variedad de materiales biocompatibles entre los metales, cerámicas y polímeros, pero la restricción de biodegradabilidad y la naturaleza no quebradiza excluyen a los metales y a la mayoría de los cerámicos como biomaterial de soporte, dejando como más adecuados a los polímeros. 5.2. Matriz extracelular La matriz extracelular (MEC) es un sistema dinámico integrado por una mezcla compleja de moléculas secretadas por las células en cada órgano y tejido, las cuales se encuentran organizadas en una estructura tridimensional específica para cada tejido (Olsen, 2000). Las principales moléculas son las proteínas fibrosas, como colágenos, elastina, fibrina y laminina, y los heteropolisacáridos hidrófilos, como las cadenas de glicosaminoglicanos en ácido Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 129 Capítulo 5 130 hialurónico y proteoglicanos. Esta combinación de moléculas proporciona el soporte estructural y resistencia a la tracción, sitios de unión para receptores de la superficie celular y para el correcto funcionamiento de cada tejido. Proveen la señalización adecuada entre células adyacentes y células-MEC, contribuyendo esta interacción (bidireccional y dinámica) a la migración, proliferación, diferenciación, forma, metabolismo y la consecuente muerte celular, así como a la modulación de la angiogénesis, vasculogénesis, respuesta inmune, inflamación y la cicatrización de heridas (Badylak, 2002). Dicho de otra manera, la MEC es un componente indispensable de todos los órganos y tejidos, y un soporte natural para la morfogénesis, mantenimiento y reconstrucción de órganos y tejidos después de una lesión. Su presencia en los diferentes órganos es muy variable, así en la piel, cartílago, tendón y hueso es un componente muy abundante, mientras que en el cerebro y la médula espinal es más escaso. La MEC también forma parte de una serie de pequeñas estructuras, como ligamentos elásticos, la córnea, el revestimiento trasparente del globo ocular, membranas como las que están en la base de los epitelios y endotelios, redes reticulares en los órganos, vasos sanguíneos y paredes intestinales, láminas asociadas con los músculos y nervios. Además, la matriz puede calcificarse, formando estructuras sólidas, como el hueso o los dientes, o puede adoptar una organización parecida a cordones, como en el tendón, al cual le confiere su enorme fuerza mecánica (Jiménez, 2003). Por lo tanto, el diseño de la MEC artificial es muy importante para la ingeniería de tejidos, ya que regula comportamientos celulares, como proliferación, migración y diferenciación, además de ser un sustrato adhesivo, proveer la estructura, entrega y mantenimiento de factores de crecimiento y señalización. Por lo anterior, constituye un gran reto para la ingeniería tisular la fabricación de estructuras artificiales que conduzcan a la reconstrucción de tejidos u órganos dañados o perdidos. Es necesario el uso de una MEC en, o sobre la cual las células se desarrollen, organicen y se comporten como si estuvieran en sus tejidos nativos. 5.3. Interacciones celulares La ingeniería de tejido, en analogía con el desarrollo y la cicatrización de heridas, es un proceso dinámico en el que el tipo correcto de célula debe estar en el lugar y momento indicado para constituir un tejido que funcione normalmente, al ser la comunicación entre las células y el resto del cuerpo muy importante en la coordinación del número, posición y función celular. Las células están provistas de mecanismos de señalamientos que les permiten recibir estímulos ambientales y responder adecuadamente a ellos; el éxito de estos mecanismos asegura que el organismo sobreviva a sus cambiantes circunstancias ambientales. Estos mecanismos forman redes de comunicación más complejas, que garantizan que cada célula funcione y responda a una diversidad aún mayor de estímulos y que lo haga coordinadamente con las otras células del organismo. Gracias a esta comunicación entre células el organismo mantiene una funcionalidad como entidad unitaria, a pesar de estar constituido por millones de células de muy diverso linaje. De esta red de comunicación dependen funciones tan importantes como el desarrollo embrionario, la proliferación y diferenciación celular, las respuestas al estrés, la percepción sensorial, el movimiento, la respuesta inmune y la regulación metabólica, entre otras (Jiménez, 2003). Por lo tanto, las células deben poseer un sistema de generación, transmisión, recepción y respuesta de una multitud de señales que las comunican e interrelacionan funcionalmente entre sí. La señalización celular se inicia por la generación de un ligando, es decir, una entidad molecular generada por el envío de una célula que envía mensajes a otras células del cuerpo. Las células sólo pueden responder a un mensaje extracelular si expresan receptores que reconozcan y se unan de modo específico al ligando en particular. En la mayor parte de los casos, el ligando se une con un receptor en la superficie extracelular. Esta interacción determina que una señal se revele a través de la membrana hasta el dominio citoplasmático del receptor (Karp, 2005). Un ejemplo de la señalización es la contracción de las células musculares provocado por la liberación de acetilcolina de las neuronas motoras a las células musculares. Las proteínas expresadas por la célula determinan si responde y como responde a una señal determinada. Dado que el perfil de expresión génica es diferente Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 131 para cada tipo de células, las células responden de manera diferente a ciertas señales. Un ejemplo es la hormona glucorticoide, que desencadena la muerte celular de linfocitos, pero estimula la diferenciación osteogénica de las células madre mesenquimales. Por otra parte, las células responden de manera diferente a ligandos con diferentes concentraciones y las células en el cuerpo por lo general no están expuestas a una sola señal de una sola concentración, sino a una mezcla de hormonas, citocinas y factores de crecimiento. La señalización celular puede considerarse en tres etapas. 1. Inicio de la señal: un ligando extracelular se une al receptor en la superficie de la célula. El ligando produce cambios en la actividad del receptor, lo que genera la señal. 2. Traducción de la señal: el receptor activado desencadena una cascada de transducción de señales en las que se activan las proteínas intracelulares, conduciendo a la activación de un factor de transcripción en el núcleo celular. 3. La activación de genes: el factor de transcripción se une a secuencias reguladoras de genes, resultando en la activación de genes, la síntesis de proteínas y el cambio en la fisiología celular. Capítulo 5 Los cambios en la expresión genética usualmente incluyen la producción de otras señales, que a su vez modificarán la actividad de otras células, por lo que la traducción de señales se ha convertido en una de las áreas de investigación más activas en ingeniería de tejido, ya que el conocimiento detallado de la señalización puede ayudar en el diseño racional del enfoque de ingeniería de tejido. 132 5.4. Interacción célula-MEC Muchas de las actividades en las cuales la MEC ejerce una función moduladora están reguladas por un conjunto de señales que se registran directamente a través de receptores a las moléculas de la MEC, como las integrinas. Además, la MEC sirve como sitio de almacenamiento para factores de crecimiento que se asocian con el heparán-sulfato extracelular, tales como la familia de los factores de crecimiento de fibroblastos y factores que se unen a proteínas de la MEC, entre los que destacan el factor de necrosis tumoral alfa y el factor de crecimiento transformante beta (TNFα y TGFβ1). Como ya ha sido mencionado, la MEC se conforma de una gran variedad de moléculas, las cuales interaccionan entre sí, generando la estructura tridimensional a la cual las células se adhieren, ya sea por receptores específicos o ligandos (Petreaca, 2007). Entre las moléculas que constituyen la MEC se encuentra el colágeno (la proteína más abundante en la MEC, más del 90%), que es el responsable de la resistencia mecánica de los tejidos conjuntivos. Han sido identificados más de 20 diferentes tipos de colágeno, cada uno con una función biológica única. El colágeno tipo I es la principal proteína estructural presente en tendones y ligamentos, es una fuente de colágeno para muchas aplicaciones de dispositivos médicos debido a su abundancia, a sus propiedades físicas y biológicas (Pachence, 2000). El colágeno tipo I de bovino obtenido del tendón de Aquiles es el componente más utilizado en MEC xenogénicas para aplicaciones terapéuticas. Otros tipos de colágenos de la MEC proporcionan diferentes propiedades mecánicas y físicas a la MEC, y al mismo tiempo contribuyen a la población de ligandos que interactúan con las poblaciones celulares residentes. Por ejemplo el colágeno tipo IV, presente en la membrana basal de la mayoría de las estructuras vasculares y dentro de los tejidos que contienen un componente de las células epiteliales, es utilizado como recubrimiento biocompatible para dispositivos biomédicos. Por otro lado, el colágeno tipo III se encuentra dentro del tejido submucoso de ciertos órganos, como la vejiga urinaria, ubicación en la que se requiere flexibilidad para una apropiada función. El colágeno tipo VI es una molécula que actúa como una unidad de conexión entre glicosaminoglicanos y proteínas estructurales de gran tamaño, como el colágeno tipo I, proporcionando así una consistencia gelatinosa a la MEC. El colágeno tipo IV es encontrado dentro de la membrana basal de la epidermis y funciona como fibrilla de anclaje para proteger a los queratocinocitos de los esfuerzos residuales. Cada tipo de colágeno es el resultado de determinados patrones de expresión génica y en la naturaleza están íntimamente asociados con proteínas glicosiladas, factores de crecimiento y otras proteínas estructurales, como la elastina y laminina, proporcionando características únicas al tejido. Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 133 Capítulo 5 134 Por otro lado, la elastina le confiere a la MEC cualidades de flexibilidad y elasticidad, y la fibronectina, molécula dimérica, proporciona ligandos para la adhesión de muchos tipos de células. Se sintetiza principalmente en los fibroblastos y marca las vías migratorias de las células embrionarias, de modo que las células del organismo en desarrollo que están migrando puedan llegar a su destino. Las características de las células-fibronectina lo han hecho un sustrato atractivo para el cultivo celular in vitro y para su uso como recubrimiento de soportes de materiales sintéticos para promover la biocompatibilidad del huésped. La laminina es una proteína compleja encontrada en la MEC, que desempeña un papel importante en el desarrollo embrionario y en la estimulación de la proliferación de una gran variedad de linajes celulares. Se localiza en la lámina basal, tiene sitios de fijación para heparan sulfato, colágeno tipo IV, ectactina y membrana celular. La MEC contiene una mezcla de glicosaminoglicanos dependiendo de la ubicación del tejido de la MEC del huésped, la edad y el microambiente. Los glicosaminoglicanos unen a factores de crecimiento y citocinas, promueven la captura de agua y contribuyen a las propiedades de gel de la MEC. Junto con la viscosidad que brindan los glicosaminoglicanos, también se observa una compresibilidad baja, la cual hace que estas moléculas sean ideales como líquido lubricante en articulaciones. Al mismo tiempo, su rigidez brinda integridad estructural a las células y provee vías entre las células, permitiendo la migración celular, por lo que se ha propuesto a este mecanismo como una de las formas de control de retención y flujo de agua, difusión de solutos y migración celular (Martins-Green, 2000). Los factores de crecimiento, a pesar de estar presentes en pequeñas cantidades en la MEC, actúan como moduladores potentes del comportamiento celular. Éstos pueden estimular o inhibir la división celular, la diferenciación y la migración. Regulan procesos celulares, como la expresión de genes, la síntesis de proteínas y ADN, y liberan el factor autocrino y paracrino (Gook, 1998). Se han dado varios enfoques al uso de factores de crecimiento (purificados) en ingeniería de tejido, como métodos terapéuticos en la formación de vasos sanguíneos (Zeng, 2010), estimulando el depósito de tejido de granulación (Zeamari, 2004) y hueso (Patel, 2008), y fomentando la formación del epitelio en las heridas (Bao, 2009). Sin embargo, este enfoque terapéutico ha tenido problemas debido a la dificultad en determinar la dosis óptima y los métodos de liberación, la habilidad de mantener y colocar la liberación del factor de crecimiento en el sitio deseado y la inhabilidad para activar o desactivar, cuando sea necesario, el factor durante el tiempo de regeneración del tejido. La ventaja de utilizar la MEC como sustrato o soporte para el crecimiento celular y la diferenciación es la presencia de todos los factores de crecimiento que conlleva (y sus inhibidores) en la misma cantidad relativa que existe en la naturaleza, y tal vez lo más importante, en su estructura tridimensional. La MEC presenta estos factores eficientemente a residentes o receptores de la migración celular, protege a los factores de la degradación y modula su síntesis. Por ello, es importante la compresión molecular adecuada de la MEC para entender el comportamiento celular en el contexto del desarrollo y función de órganos y tejidos. La alteración de la MEC implicaría la pérdida de nutrición, eliminación y denervación celular, regeneración, cicatrización, transmisión mecánica y la pérdida de una correcta respuesta inmune ante agentes infecciosos, tumorales y tóxicos. 5.5. Abastecimiento de la célula Las células son los elementos funcionales de la reconstrucción y regeneración. El éxito de la ingeniería de tejido se encuentra en la capacidad de predecir con precisión la respuesta celular, adquirir las células adecuadas y en cultivar las células para una proliferación y diferenciación para la función o fenotipo apropiados. Las opciones disponibles, dependiendo de la aplicación, para el abastecimiento celular, son: las células autólogas (tomar células del mismo huésped), las células alogénicas (tomar células de un donante) y las células xenogénicas (McIntire, 2003). Cada una de estas categorías se puede subdividir dependiendo del estado de diferenciación celular. Hay tres grupos de células no alteradas genéticamente y utilizadas en ingeniería tisular. En primer lugar están las células indiferenciadas de origen embrionario o umbilical, frente a las células diferenciadas, las que caracterizan a cada tejido del organismo, como pueden ser los osteoblastos, condrocitos, hepatocitos, neuronas, etcétera. Entre ambos tipos disponemos de un tercer grupo de células intermedio, sin diferenciar, conocidas como células madre (stem Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 135 cells), que pueden dirigirse hacia líneas celulares muy distintas. Según la capacidad de diferenciación, hay tres grupos de células: células sin restricción (capaces de diferenciarse en cualquier línea), células multipotenciales y células determinadas. El uso de células autólogas en ingeniería de tejido tiene la ventaja de evitar una respuesta inmunológica y rechazo del tejido artificial, ya que es su propio tejido y no se tendrá que tomar fármacos inmunosupresores. La mejor fuente de células autólogas es el órgano a ser reparado o reemplazado por contar con el código genético compatible con el órgano. Sin embargo, las células autólogas saludables en cantidades suficientes no siempre pueden ser cultivadas en un órgano dañado o enfermo. Las células utilizadas en ingeniería tisular no deben contar con defectos genéticos, ya que no podrían proliferar o se producirían tejidos genéticamente defectuosos. Por otro lado, el uso de células autólogas es a menudo el camino más obvio y conveniente a la aplicación clínica de un producto fabricado mediante ingeniería de tejido, debido a la reducción de las necesidades de reglamentación y seguridad en comparación con la utilización de células alogénicas o xenogénicas. Por otro lado, se han obtenido buenos resultados en investigaciones en las cuales han sido utilizadas células somáticas alógenas, dando lugar a la aprobación del uso de productos alogénicos de ingeniería tisular. Sin embargo, el uso de células alógenas para la reconstrucción fisiológica a corto plazo, o la estimulación de la regeneración tisular es más complicado, debido a la posibilidad de rechazo inmunológico a las células donadas. Por lo tanto, para una terapia celular exitosa se debe tomar en cuenta el componente inmunológico, la función biológica y la estructura física. Capítulo 5 5.6. Células madre 136 Las células madre se han definido como células clonogénicas, con un amplio potencial de auto renovación (definida como la capacidad de generar al menos una célula hija con características similares a la célula de origen, manteniéndose al mismo tiempo en un estado indiferenciado), así como la elevada capacidad de proliferación (posibilidad de la célula para dividirse sin cambiar su fenotipo celular indiferenciado) y su potencial de diferenciación (potencial para modificar el fenotipo de la célula de origen en distintos tipos celulares, diferentes al tejido embrionario original en varias líneas celulares como médula ósea, sangre periférica, cerebro, piel, pulpa dental y ligamento periodontal, entre otros (Estrada, 2006). Las células madre se pueden dividir en dos grandes grupos: las células madre embrionarias y adultas o somáticas. Las células madre embrionarias son responsables del desarrollo y crecimiento embrionario y fetal, mientras que las células madre adultas son responsables del crecimiento, mantenimiento, regeneración y reparación de tejidos u órganos dañados o enfermos (tabla 5.1). Lo anterior ha generado un gran interés por las células madre, pero a pesar de las ventajas que presentan, su utilización se ve muy limitada por los problemas de tipo ético y metodológico que las rodean. Las células madre de individuos adultos han mostrado la capacidad de formar algunos tipos de tejidos y actualmente es la fuente celular más utilizada en la ingeniería de tejido óseo (Wu, 2007; Esparza, 2008; Siepe, 2008), ya que su obtención es relativamente fácil y pueden ser encontradas en la médula ósea y el tejido adiposo. Estos experimentos han comprobado que células madre de individuos adultos, cultivadas y sometidas a ambientes distintos a los habituales, pueden transdiferenciarse y dar lugar a otros tipos celulares que hasta ahora se pensaba que eran incapaces de generar. Tabla 5.1. Tipos de células madres adultas (modificada de Virchow, 2008). Tejido de origen Tipo de célula Especie Tejido in vitro formado in vivo Músculo Piel Sistema nervioso Hígado Riñón Células satelitales Células madre epiteliales Células madre neurales Hepatocitos, células ovales Células madre renales, Células madre mesenquimales Células madre pancreáticas − − Ratón Rata Humano − − − Páncreas Hígado − − Músculo Páncreas − Rata Hígado − Páncreas Continúa... Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 137 Tejido de origen Corazón Tipo de célula -Células madre cardiacas -Células progenitoras adultas multipotentes -Células madre mesenquimales Médula ósea No fraccionadas Especie Ratón Ratón, rata, humano Ratón, rata, humano Ratón Rata Humano Canina Tejido in vitro − Múltiples tejidos de las 3 capas germinales Cardiomiocitos Músculo esquelético Osteoblastos Condroblastos Adipocitos Células neuronales − formado in vivo Endotelio Múltiples tejidos de las 3 capas germinales Cardiomiocitos Músculo esquelético Osteoblastos Condroblastos Adipocitos Células neuronales Páncreas Hígado Piel Intestino Epitelio Músculo esquelético Músculo cardiaco Capítulo 5 5.7. Diseño y fabricación de soportes 138 Los soportes y conceptos en los cuales se basa la ingeniería tisular implican la combinación de células viables, indiferenciadas o no, biomoléculas (factores que aceleren su proliferación y diferenciación) y un soporte estructural que combinados sean capaces de promover la reparación y regeneración de tejidos (figura 5.1). Esta combinación tiene como objetivo apoyar la migración, crecimiento y diferenciación celular y guiar el desarrollo y la organización del tejido a un estado maduro y saludable. Los requerimientos de los materiales de soporte para ingeniería tisular son numerosos y extremadamente desafiantes. Primero, el material no debe ser mutagénico, cancerígeno, tóxico, y debe tener una degradación controlada, debe ser biocompatible, no debe provocar una respuesta inflamatoria ni mostrar respuesta inmune o de citotoxicidad. Entendiendo por degradación controlada, aquélla en la cual el soporte tenga una velocidad de degradación que permita Figura 5.1. Diagrama mostrando el enfoque de la ingeniería de tejido en la reparación y regeneración de tejidos. La formación de tejido es un cultivo dinámico en un biorreactor, que permite la estimulación mecánica, el mejoramiento génico y mejorar las condiciones de cultivo como: mayor intercambio de nutrientes, oxígeno y productos de desecho celular (adaptado de Puppi, 2010). Estímulo mecánico Soporte Formación de tejido Biorreactor Cultivo Biomoléculas Terapia génica Células Cultivo celular Biorreactor la formación del nuevo tejido, y al mismo tiempo mantenga suficiente integridad física para continuar ejerciendo su función de soporte. Además, debe estar acompañada por un pH bajo en el medio in vitro o en el sitio del cuerpo deseado del paciente y no liberar productos tóxicos. El tiempo en el cual el soporte deberá mantener su integridad física dependerá del grado de remodelación de cada tejido (piel 4 a 6 semanas, hueso 4 a 6 meses) y de la anatomía y fisiología del huésped. La arquitectura del soporte debe permitir la adhesión inicial de la célula y su posterior proliferación en y a través de la matriz, la transferencia de masa de metabolitos y nutrientes, y el espacio suficiente para el desarrollo y posterior remodelación del tejido organizado, por lo cual la degradación y la cinética de reabsorción del soporte necesitan ser diseñados en base a las relaciones de las propiedades mecánicas, el peso molecular, pérdida de masa y desarrollo del tejido (figura. 5.2). Por otro lado, las propiedades mecánicas del soporte deben ser las adecuadas a la aplicación deseada (alta resistencia y rigidez inicial para sustituir la función mecánica del tejido dañado) y no colapsarse durante el tratamiento ni Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 139 Figura 5.2. Ilustración gráfica de la interdependencia compleja de la pérdida de peso molecular y la pérdida de masa de un soporte tridimensional contra tiempo de un trasplante de hueso en la ingeniería de tejidos. Erosión Erosión pérdida de masa metabolización Hidratación degradación Hidratación Metabolización 100% Remodelación de constucción in vivo 50% Pérdida de peso molecular Pérdida tridimensional de masa en el soporte Ingeniería de construcción in vivo 0% 0 3 6 12 24 Número de semanas A B C E Capítulo 5 D 140 durante las actividades normales del paciente (Wang, 2005; Wong, 2006). Los soportes no necesariamente deben proveer una equivalencia mecánica completa del tejido sano, pero la resistencia y rigidez deben ser suficientes para al menos soportar y transmitir fuerzas al sitio deseado del tejido del huésped. Por ejemplo, en ingeniería de tejido de piel, el soporte debe ser capaz de resistir las fuerzas de contracción de la herida. En el caso de la ingeniería de tejido óseo y cartílago, deberá tener esfuerzo suficiente para resistir el ambiente mecánico fisiológico en la regeneración de tejidos sujetos a carga en el sitio deseado de la implantación (Hutmacher, 2008). Tanto el tamaño y forma de poro, como la porosidad, son parámetros muy importantes de los soportes. Los macroporos (arriba de 50 µm) influyen en la función tisular, mientras que los microporos (debajo de 50 µm) están en la Figura 5.3. Imágenes del microscopio electrónico de barrido mostrando ejemplos de soportes producidos por diferentes técnicas de procesamiento: a) malla de microfibras de ácido poliláctico producida por electrohilado, b) quitosana preparada por la técnica de separación de fases inducida térmicamente y de liofilización, y c) deposición de fibras tridimensional. escala que influye con la función celular (adhesión celular), dado que el tamaño de células de los mamíferos se encuentra entre 10 y 20 µm. Una porosidad típica de 90%, así como un diámetro de poro de 100 a 200 µm, son los indicados para la osteoconducción celular y apropiada vascularización del tejido óseo en crecimiento (Boccaccini, 2003; Marsavina, 2008). Por otro lado, algunas investigaciones han encontrado una relación entre la porosidad y las propiedades mecánicas (Olivas, 2009). Una alta porosidad (90%) facilita la infiltración celular y formación de la MEC, pero al mismo tiempo reduce el esfuerzo mecánico. Como se puede observar en la figura 5.3, los poros pueden ser introducidos en el soporte de una forma aislada o interconectada. La ventaja de los poros interconectados, como ya ha sido mencionado, es que se mejora el suministro nutricional en áreas profundas del soporte, permitiendo con ello que las células sobrevivan en esas regiones. Como todo material en contacto con el cuerpo humano, el soporte del tejido debe ser esterilizado con facilidad para prevenir una infección (Zhu, 2006). Finalmente, otras características deseables son aquéllas concernientes al procesamiento del biomaterial para su producción en forma masiva, y que se pueda escalar a un nivel de producción industrial rentable. Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 141 Capítulo 5 5.8. Material utilizado en la fabricación de soportes 142 En la actualidad, los componentes de los soportes utilizados por la ingeniería tisular son producidos a base de polímeros naturales o sintéticos, como los polisacáridos, poliésteres, hidrogeles y elastómeros termoplásticos, o de cerámicos activos, como los fosfatos de calcio, vidrios bioactivos y cerámicos vítreos (Rosa, 2005; Cho, 2006; Ziegler, 2009). Recientemente se han desarrollado copolímeros, compositos de polímeros-cerámicos y compositos de polímeros-nanotubos de carbono con el objetivo de incrementar la estabilidad mecánica del soporte y mejorar la interacción con el tejido (Balani, 2007; Bernardo, 2009). Ya que los soportes producidos de polímeros sintéticos y naturales pueden tener una amplia gama de propiedades fisicoquímicas y técnicas de procesamiento similarea a las de los polímeros sintéticos, así como biocompatibilidad e interacciones biológicas de los polímeros naturales. Además, también se han estado invirtiendo esfuerzos en el desarrollo de soportes que conjuntamente tengan la capacidad de liberación controlada de fármacos. Estos soportes pueden liberar localmente factores de crecimiento o antibióticos e incrementar el tejido en crecimiento para tratar defectos, e incluso como apoyo a la cicatrización y combate de heridas (Fan, 2009). Como ya se ha mencionado, los requisitos para el desarrollo de materiales de soportes en ingeniería de tejido son múltiples, y además muy estrictos para poder cubrir con el mayor número de requisitos posibles. Los sistemas compuestos y copolímeros que combinan las ventajas de polímeros parecen ser una elección viable, como lo demuestra el incremento de investigaciones sobre el tema a nivel mundial (Liu, 1995, Xue, 2009). Entre los materiales que han sido utilizados en la fabricación de soportes se encuentran los vidrios bioactivos, los cuales cumplen con los criterios de los soportes utilizados en ingeniería tisular, como son: excelente osteoconductividad y bioactividad (Zhang, 2009), apoyan la actividad enzimática (Chen, 2006), la vazcularización (Lu, 2009), fomentan la adhesión, crecimiento y la diferenciación celular (Rezwan, 2006) y la biodegradabilidad controlables (Xin, 2009). Sin embargo, un inconveniente de los vidrios bioactivos es su baja resistencia a la fractura y resistencia mecánica, especialmente en forma porosa, que aun no han sido satisfechas (Chen, 2006). Por lo tanto, los vidrios bioactivos sólo tienen una aplicación limitada en situaciones de carga. Cerca del 60% en peso del hueso está compuesto por hidroxiapatita [Ca10(PO4)6(OH)2] por lo tanto, es evidente por qué la hidroxiapatita y los fosfatos de calcio relacionados (α-trifosfato de calcio, β-trifosfato de calcio, tetrafosfato de calcio) han sido investigados como el principal componente de los materiales de soporte para ingeniería de tejido óseo (Hassna, 2004; Kessler, 2004; Quan, 2008). Como era de esperar, los fosfatos de calcio tienen una excelente biocompatibilidad debido a su composición química y la estrecha semejanza de cristal con el mineral óseo (Rezwan, 2006). Mientras que el excelente comportamiento biológico de la hidroxiapatita y los fosfatos de calcio ha sido bien documentado, su biodegradación relativamente lenta, y en particular su baja resistencia mecánica limitan su aplicación en la ingeniería de tejido óseo (Hassna, 2004; Öztürk, 2006). Entre los polímeros utilizados en aplicaciones biomédicas, como ya se ha mencionado, se encuentran los de origen natural, como los polisacáridos o proteínas, ya que presentan diversas propiedades adecuadas para ingeniería tisular (Brandt, 2008; Martino, 2005). El colágeno como biomaterial de origen natural (sección 5.4) es el principal componente del tejido conectivo de mamíferos y proteínas de origen animal, representando cerca del 30% de todas las proteínas del cuerpo humano. También han sido utilizadas laminina, fibronectina, mezcla de colágeno-glicosaminoglicanos, entre otros componentes (Gómez-Guillén, 2011; Jurga, 2011; Kievit, 2010). Las ventajas de utilizar un material de origen natural se derivan de su biocompatibilidad y el reconocimiento biológico intrínseco. Se han fabricado soportes con colágeno tipo I y glicosaminoglicanos (Byrne, 2008), encontrándose efectos significativos del tamaño de poro en la migración de las células sembradas en el soporte. El soporte apoyó la expresión de colágeno tipo I, un marcador inicial de la osteogénesis, la deposición de fosfato de calcio y la producción de osteocalcina, marcador tardío asociado con la mineralización. También encontraron que la expresión de genes relacionada con el tejido se ve afectada por el tamaño de poro, la restricción mecánica y la tensión cíclica uniaxial del soporte, sugiriendo los resultados que los soportes con mayor tamaño de poro pueden proporcionar un entorno más propicio para la osteogénesis que los soportes Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 143 Capítulo 5 144 con menor tamaño de poro. Por otra parte, se han estudiado las propiedades de la quitosana en la formación de piel artificial, compuesta por diferentes materiales, obteniendo que la adición de la quitosana aumenta la adhesión celular, favoreciendo la proliferación de fibroblastos y queratinocitos, sin causar respuesta inmune y permitiendo una vascularización adecuada, obteniéndose así una matriz organizada con poca formación de granulación y tejido cicatrizado (Mao, 2003). También se ha utilizado la quitosana como recubrimiento de otras matrices poliméricas biodegradables (regeneración de cartílago), que no promueven la adhesión y proliferación celular por la superficie hidrofóbica (Bumgardner, 2003). Los investigadores han encontrado que los soportes base de quitosana son osteoconductores y pueden aumentar la formación de hueso, tanto in vitro como in vivo (Muzzarelli, 1994). Sin embargo, a pesar de su aceptación en general como un material biocompatible, los soportes de quitosana son mecánicamente débiles e inestables, e incapaces de mantener una forma predefinida para el trasplante óseo como resultado del hinchamiento (Li, 2005). Un soporte más fue preparado a partir de espuma-cerámicos de óxido no reabsorbente de un sistema de óxido de circonio-óxido de aluminio. Los compositos de estos compuestos se caracterizaron por una alta biocompatibilidad (Quan, 2008), ausencia de actividad antigénica y resistencia mecánica (Walsh, 2000). Los soportes no tuvieron actividad citotóxica y se caracterizaron por una alta capilaridad y adhesividad. Estas características proporcionaron efectividad a la inoculación celular y a la proliferación de células estromales multipotenciales en la superficie del soporte, permitiendo la obtención de una construcción de ingeniería de tejidos en un período de tiempo corto (7 días). Los polímeros sintéticos frecuentemente utilizados para la construcción de soportes tridimensionales en ingeniería de tejido son: α-polihidroxiesteres saturados, incluidos la policaprolactona (PCL), el ácido poliláctico (PLA) y el ácido poliglicólico (PGA), así como sus copolímeros (Coh, 2005; Källrot, 2006; Zhao, 2006; Zhu, 2006; Huimin, 2006; Yu, 2006; Wong, 2007; Guarino, 2008). Se encontró que el PLA y el PGA se pueden procesar con facilidad y sus velocidades de degradación, propiedades físicas y mecánicas son ajustables en un amplio rango mediante el uso de copolímeros y diferentes pesos moleculares. Sin embargo, la lisis de estos polímeros es seguida por una disminución del pH del medio y daños a los tejidos circundantes (Martin, 1996), experimentando un proceso de erosión masiva, que puede causar una falla prematura del soporte. Además, la liberación abrupta de productos de degradación ácida puede causar una fuerte respuesta inflamatoria (Wong, 2007, Jiang, 2006). Para contrarrestar la degradación ácida de los polímeros biodegradables, varios grupos han fabricado compositos, incorporado compuestos básicos para estabilizar el pH del medio ambiente que rodea el polímero y para el control de su degradación. Por ello han sido utilizados los vidrios bioactivos y fosfatos de calcio (Adrew, 2001). Además de su alta estabilidad mecánica (Huimin, 2006), el PDLLA también muestra una excelente biocompatibilidad in vivo y un alto potencial osteoconductivo (Schmidmaier, 2001). Recientemente el cultivo de células en ácido poliláctico, ácido poliglicólico, o soportes de ácido poli-DL-láctico-coglicólico ha resultado en el desarrollo de sustitutos in vivo para huesos y cartílago (Tiedeman, 1995; Wu, 2006). Aunque estos soportes parecen ser adecuados para ingeniería tisular (para regeneración de hueso y cartílago), su resistencia mecánica, su tamaño de poro pequeño y las propiedades hidrofóbicas de la superficie han limitado su uso (Wu, 2006). Sin embargo, se han encontrado que los soportes de PDLLA-sulfato de condroitina-quitosana son útiles para reparar nervios dañados, ya que aunado a sus buenas propiedades mecánicas y la no toxicidad de sus productos de degradación, este material promueve la regeneración de defectos de nervios periféricos. Por otro lado, la PCL ha sido utilizada en la regeneración de tejidos como piel, hueso, nervio y retina, encontrándose que este material es biocompatible, de bajo costo y fácil de procesar (Ghasemi-Mobarakeh, 2010). En los resultados reportados por Guarino et al. (2008), encontraron que el composito de ácido poliláctico y policaprolactona presentaba una porosidad interconectada, degradabilidad controlada e interacciones dirigidas entre el material y la célula. Un soporte más, involucrando a copolímeros de alto peso molecular de la ε-caprolactona y L-lactida ha sido investigado por Groot et al. (1997). Estos copolímeros de alto peso molecular presentaban buenas propiedades mecánicas, y se observó una curación rápida y completa de las lesiones óseas, probablemente causado por la buena adhesión entre el tejido óseo y el soporte. Sin embargo, los inconvenientes fueron los módulos de compresión y la rápida velocidad de degradación de los soportes. Se ha sugerido el fumarato de polipropileno, un poliéster insaturado lineal, para ser utilizado como soporte que Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 145 guie la regeneración tisular, a menudo como parte de un composito inyectable en reemplazo tisular (Rezwan, 2006). Se han desarrollado compositos, combinando fumarato de polipropileno y partículas inorgánicas, como la hidroxiapatita y vidrios bioactivos, ya que los productos de degradación del fumarato de polipropileno son biocompatibles y son fácilmente removidos del cuerpo; el doble enlace a lo largo de la estructura polimérica permite el entrecruzamiento in situ, lo que causa un composito moldeable y capaz de endurecerse entre 10 y 15 minutos. Las propiedades mecánicas y el tiempo de degradación del composito pueden ser controladas al variar el peso molecular de fumarato de polipropileno, siendo fundamentales la preservación de los dobles enlaces y el control de su peso molecular durante la síntesis. 5.9. Métodos de fabricación de soportes Se han desarrollado y aplicado varios métodos de fabricación de soportes porosos de polímeros biodegradables. Entre ellos, la combinación de técnicas y de materiales para adaptarse mejor a las demandas mecánicas y fisiológicas del tejido del huésped. Algunas de las técnicas para la síntesis de polímeros se resumen en la tabla 5.2, donde se hace una comparación de las principales ventajas y desventajas de las diferentes técnicas. Tabla 5.2. Técnicas de fabricación para soportes 3D (fuente modificada: Rezwan, 2006). Procesamiento Propiedad de los materiales Diseño de soporte y reproducibilidad Tamaño de poro (µm) Porosidad Aquitectura (%) Disolución Soluble Manual, material y técnica inestable 30-300 20-50 Poros esféricos, permanecen partículas salinas en la matriz Laminación de Enlace de membranas solvente Soluble Manual, material y técnica inestable 30-300 <85 Estructura de poros irregular Fabricación no entrelazados Fibras Controlado por maquinaria 20-100 <95 Propiedades mecánicas insuficientes Técnica Capítulo 5 Disolución de partículas/ lixiviación 146 Continúa... Procesamiento Propiedad de los materiales Diseño de soporte y reproducibilidad Tamaño de poro (µm) Porosidad Aquitectura (%) Moldeo a alta temperatura Moldeo Termoplástico Controlado por maquinaria 50-500 <80 Extrusiónlixiviación Extrusión Termoplástico Controlado por maquinaria <100 <84 Poros esféricos, permanecen partículas salinas en la matriz Liofilización por emulsión Disolución Soluble Manual, material y técnica inestable <200 <97 Alto volumen de estructura microporosa interconectada Separación de Disolución fases inducida térmicamente Soluble Manual, material y técnica inestable <200 <97 Alto volumen de estructura microporosa interconectada Tecnología de fluido supercrítica Disolución Amorfo Material técnica inestable <100 10-30 Alto volumen estructura microporosa no interconectada Tecnología de fluido supercríticalixiviación Disolución Amorfo Material y técnica inestable Microporos <50 Macroporos <400 <97 Bajo volumen de estructura microporosa no interconectada Soluble Controlado por maquinaria y computadora 45-150 <60 Macroporo interconectado 100% (triángulos, pentágonos, estructura de panal ), diseño y fabricación capa por capa, por el uso de ligantes en baseagua, posible incorporación de agentes biológicos en la matriz Controlado por maquinaria y computadora >150 <80 Macroporo interconectado 100% (triángulos, pentágonos, estructura de panal), diseño y fabricación capa por capa Técnica Impresión 3-D con o sin combinación de lixiviación de partículas Modelado de fusión por deposición Fabricación Termoplástico de forma libre de sólido Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 147 Capítulo 5 148 Las técnicas involucradas son: lixiviación de partículas (Wu, 2006), liofilización (Hokugo, 2006), tecnología de fluido supercrítica, laminación de membranas, sol-gel (Lee, 2005), electrospinning (Caracciolo, 2009), forma libre sólida (Sachlos y Czemuszka, 2003), disolución de partículas-lixiviación de la sal (Thomson, 1998), inversión de fase (Kowligi, 1988), cristalización eutéctica (Zwiers, 1983), láser excimer (Doi, 1996), separación de fases inducida térmicamente (Martínez-Pérez, 2003), entre otras. Los soportes fabricados utilizando la técnica electrospinning han dado lugar a fibras de diámetro pequeño, mejorando sus propiedades mecánicas, las cuales continúan siendo inadecuadas para una serie de aplicaciones en ingeniería tisular. Sin embargo, es difícil hacer un soporte que posea tamaños de poros lo suficientemente grandes. El método de lixiviación de partículas tiene la ventaja de controlar el tamaño de poro mediante la manipulación del tamaño de las partículas salinas. Sin embargo, el soporte resultante puede tener la interconexión limitada, lo que impacta negativamente a los cultivos celulares y el crecimiento celular. Los soportes fabricados utilizando el método de inversión de fase pueden mostrar una baja interconectividad y es difícil controlar el tamaño del poro. El uso de láser puede producir soportes con poros ordenados, pero aun el logro de la conectividad sigue siendo un reto. Las técnicas de sol-gel y liofilización proporcionan estructuras porosas con un tamaño razonable de poro controlado, geometría del poro y los poros en relación al volumen. Las técnicas de fabricación de forma libre para la preparación de soportes para ingeniería tisular, aunque se dice están libres de las limitaciones de otros procesos, tampoco son óptimas, ya que permiten la producción de soportes con tamaños de poro o porosidad por debajo de cierto límite. El método de separación de fases inducida térmicamente ofrece la capacidad de controlar el tamaño de poro del soporte, variando las condiciones de preparación y también proporciona los medios para controlar la estructura de poro. 5.10. Modificación de la superficie del soporte La mayor parte de las propiedades del soporte son determinantes críticos del comportamiento biológico del material. Sin embargo, la respuesta biológica a un biomaterial se rige por las propiedades de la superficie de los materiales, sobre todo, la estructura y química de la superficie. La adsorción-activación de proteínas y la adhesión celular son eventos que regulan la respuesta del huésped a los materiales, se producen en la interfaz material-tejido y las propiedades físico-químicas de la superficie del material modulan estos eventos biológicos (García, 2007). Para modular la respuesta biológica y mejorar el rendimiento del soporte, se han llevado a cabo diversas modificaciones a la superficie para toda clase de materiales. Las aplicaciones incluyen la reducción de la adsorción de proteínas y trombogenicidad, el control de adhesión, el crecimiento y la diferenciación celular, la modulación de la encapsulación fibrosa y la osteointegración. Las modificaciones a la superficie pueden ser: • Modificaciones físico-químicas, las cuales implican alteraciones de los átomos, compuestos o moléculas de la superficie. Incluyen reacciones químicas (oxidación, reducción, silanización, acetilación, etcétera), grabado y rugosidad-pulido y patrones mecánicos. • Recubrimiento de la superficie, el cual consiste en un material diferente. Incluyen la inmovilización de biomoléculas, recubrimientos covalentes y no covalentes y la deposición de una película delgada. Un ejemplo de lo anterior son los resultados obtenidos en diversas investigaciones (Bonzani, 2007; Anselme, 2000; Jiang, 2006), en las cuales, la biocompatibilidad se atribuyó en parte a características como la superficie hidrófila de los polímeros y la presencia de topografías heterogéneas, así como a la energía de la superficie; concluyendo que estas características determinan como las moléculas biológicas se adsorben a la superficie, y en particular determinan la orientación de las moléculas adsorbidas, demostrándose con ello que las células en contacto con una superficie primeramente se fijan, se adhieren y se propagan, dependiendo esta primera fase de las proteínas de adhesión. A partir de entonces, la calidad de esta adhesión influye en su morfología, y en su capacidad de proliferación y diferenciación. Por lo tanto, la modificación de la superficie del material representa una vía prometedora para la biofuncionalidad de la interfaz material-tejido con el fin de modular la respuesta biológica sin alterar las propiedades del soporte (figura 5.4). Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 149 Figura 5.4. Representación esquemática del proceso de una modificación físicoquímica de una superficie de un material (adaptado de Sabino, 2008). Superficie hidrófoba Superficie modificada (grafting) Superficie cubierta por una matriz extracelular Capítulo 5 5.11. Cultivo celular: aislamiento, selección, expansión y diferenciación 150 Como ya se ha mencionado, la ingeniería tisular ofrece una técnica novedosa y poco invasiva para la regeneración de tejido. La ingeniería tisular se fundamenta en la manipulación de la MEC de células vivas con el fin de crear sustitutos biológicos que se puedan implantar en el paciente. La utilización de las células es para que funcionen como productoras continuas de los componentes que faltan, restaurando así el mal funcionamiento del tejido. Las células implantadas también podrían tomar parte activa en la restauración de la función de las células propias del tejido u órgano dañado. Las células pueden ser aisladas por diferentes metodologías, ya sea del paciente (autólogo) o de órganos o tejidos donados (alogénico). En algunas metodologías, las células se implantan en el paciente después de ser aisladas, pero comúnmente son transportadas a un laboratorio especializado para su posterior procesamiento. Una vez en el laboratorio, las células pueden ser purificadas o expandidas (o ambas cosas), antes de su implantación. En algunos casos, las células (de interés) son aisladas del tejido tomado del paciente por medio de una biopsia. Tras el aislamiento, el número de células puede multiplicarse in vitro, aunque es de suma importancia que las células sean tratadas de manera adecuada a fin de mantener su potencial terapéutico. Una fuente común de células para aplicaciones de ingeniería tisular es la médula ósea. Esto se debe a que la médula es de fácil acceso, puede aplicársele el aislamiento autólogo y contiene varios tipos celulares de interés para la ingeniería de tejido, incluidas las células madre mesenquimales. Estas células tienen la capacidad de diferenciarse en la mayoría de los tejidos (Tallheden, 2008). Una fuente más es el aislamiento de células uroepiteliales de la vejiga. Este método es útil para el aislamiento de células de niños, ya que no requiere anestesia. Por otro lado, la obtención de células viables para regeneración de piel, cartílago, pulmón, corazón y riñón se hace a través de biopsias de los mismos tejidos. Una vez aisladas las células se recuperan en suspensión, lo cual facilitará su procesamiento. En ingeniería de tejido es necesaria una gran cantidad de células, por lo que comúnmente se ve en la necesidad de expandir las células in vitro antes de su uso clínico. La expansión se realiza en frascos de cultivo en presencia de un medio de cultivo suplementado con factores de crecimiento, suero y otros aditivos específicos. 5.12. Cultivo celular Para poder realizar el concepto de ingeniería tisular es necesario realizar pruebas de biocompatibilidad al soporte diseñado que se planea utilizar como implante; esto y la necesidad de expandir las células in vitro antes de su uso clínico amerita la necesidad de una técnica in vitro que permita la obtención cuantiosa de células del tejido que se desea regenerar, y que facilite el estudio de fenómenos in vitro, como la proliferación, diferenciación y supervivencia de las mismas. Las células representan la unidad morfológica y funcional de todo ser vivo. Para su desarrollo el organismo tiene que mantener condiciones específicas óptimas que le permitan su crecimiento y supervivencia; con lo anterior, decimos que un cultivo celular es un sistema biológico que logra la supervivencia fuera del organismo manteniendo su capacidad de división y diferenciación, así como también sus funciones in vitro (Black, 2006). Conforme fue avanzando el conocimiento de cultivos celulares se comprendió la importancia de reproducir y mantener la célula, sin importar de que tipo es, bajo un entorno físico-químico y nutritivo con valores similares a los que le proporciona el organismo. Por ello es esencial mantener el cultivo celular bajo ciertas condiciones de temperatura (37 °C), oxígeno, CO2 (5%), pH (7.0Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 151 Capítulo 5 152 7.7), entre otras, puesto que favorecen el crecimiento de las células. Además, mantener constante la temperatura y la entrada de oxígeno ayuda a evitar posibles contaminaciones con una amplia gama de microorganismos presentes en el ambiente. Asimismo, es necesario mantener condiciones estrictas de esterilidad y añadir antibióticos al medio de cultivo, con lo que se garantiza, si se cumplen las condiciones, la supervivencia del cultivo (Scheper, 2006). Cada célula presenta requerimientos diferentes, es por ello que hay diversos medios de cultivo según las necesidades de cada tipo celular. Además de agregar medio al cultivo, también se adicionan diversos aditivos, como: extractos embrionarios, hormonas (corticoides, insulina) y factores de crecimiento que modifican las características de reproducción y facilitan su diferenciación. Con el fin de satisfacer las necesidades de las células, se comenzó a cultivarlas en presencia de sueros, que representan una compleja mezcla de macromoléculas, que tienen como función, de forma general, la nutrición y protección de la célula, además de su adhesión. El suero posee cuatro proteínas que específicamente facilitan este tipo de interacción, que son la fibronectina, vitronectina, laminina y thrompospondin (Yildrim, 1998). El suero fetal bovino (SFB) es el más utilizado en proporciones de 5-10%, le suple a la célula hormonas y factores de crecimiento ligados con el transporte de nutrientes, de modo que al usar SFB se mantiene el balance de energía en la célula y además se estimula la rápida formación de las mismas. Cuando el cultivo proviene de células que han sido disgregadas de un tejido original tomado de un órgano de un animal recién sacrificado, reciben el nombre de cultivo primario, figura 5.5 (Cooper y Hausman, 2004); cuando este cultivo primario es sometido a procesos de transformación mediante transfección de oncogenes o con tratamiento con carcinogenéticos que le confieren capacidad ilimitada de multliplicación, reciben el nombre de líneas celulares. Resulta de gran beneficio tener en cuenta las diferencias entre el cultivo primario y la línea celular al escoger un modelo de cultivo, puesto que se debe ajustar a las necesidades de cada investigación (tabla 5.3). Como se puede ver, los cultivos primarios tienen características que los difieren de las líneas celulares: conservan la morfología de las células del órgano del que fueron aisladas, sus cromosomas tienen un número diploide, su crecimiento in vitro es limitado y hay inhibición por contacto. El estar más cercanas a las Figura 5.5. Diagrama del cultivo celular primario (adaptado de Segretin, 2003). Tejido Animal Disgregación Células en mecánica suspensión Cultivo primario células que las originaron se ve reflejado en una mejor actividad y funcionalidad similar a su ambiente natural. Sin embargo, existe una mayor probabilidad de presentar virus adventicios o latentes. Por otro lado, las líneas celulares están formadas por células que difieren genética y morfológicamente de las células de las cuales se originaron, tienen la característica de no tener inhibición por contacto y de crecer indefinidamente. Los cultivos celulares se dividen principalmente en: • Medios semisólidos. • Monocapa. • En suspensión. La técnica de cultivo en monocapa es usada para la mayoría de las células, ya que facilita el anclaje de la célula al sustrato, la cual es una condición importante para que comience la proliferación celular. Una vez que se multiplican, comienzan a establecer conexiones entre sí, lo que permite la formación de una monocapa que protege la superficie de crecimiento. Las células que proliferan en este tipo de cultivo son fibroblastos, miocitos esqueléticos, condrocitos, etcétera (células dependientes de anclaje). La técnica de cultivo estacionario o en suspensión es adecuada para aquellas células que tienen la capacidad de proliferar sin necesidad de adherirse al sustrato, y por lo tanto, son independientes al anclaje, propiedades encontradas en células no diferenciadas. Los soportes usados para la técnica en suspensión Ingeniería Tisular Imelda Olivas Armendariz y Carlos Alberto Martínez Pérez 153 requieren de matrices de macromoléculas que protegen a la superficie celular, los cuales deben de ser adicionados en el suero y en el medio de cultivo. El cultivo estacionario es indicado para células con problemas de anclaje y cuando los factores económicos son muy importantes. Entre sus ventajas está la facilidad con la que se puede retirar el medio de cultivo gastado sin infectar o perder células, lo que resulta en una alta concentración de producto. Tabla 5.3: Diferencias más significativas entre un cultivo primario y una línea celular. Contenido celular de ADN (ploidía) Transformación Tumorogeneidad Dependencia de anclaje Inhibición por contacto Limitación de crecimiento por densidad Mantenimiento Requerimientos de sueros Eficiencia de clonaje Marcadores Funciones especializadas Tasa de crecimiento Capítulo 5 Rendimiento en cultivo 154 Diploide-euploide Heroteploide-aneuploide Normal No-tumorogénica Sí Sí Sí Transformada Tumorogénica No No No Cíclico Elevados Baja Pueden expresar marcadores específicos Se mantienen Baja (tiempo de replicación de 24 a 96 h) Bajo (<106 células/mL; <105 células/cm2) Posible mantenerlas quiescentes Bajos Elevada Cromosomales, enzimáticos…, se pierden Se suelen perder Rápida (12 a 24 h) Alto (>106 células/mL; > 105 células/ cm2) 5.13. Fuentes de información Tabla 5.4. Fuentes de información para ingeniería tisular. 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