El siglo XIX para América latina fue una etapa muy polémica, pues surgen los partidos políticos y con ellos la discrepancia entre quienes aceptaban los cambios (liberales) y los que aún se encontraban arraigados a sus costumbres (conservadores). Este cambio la historia lo concibe como modernidad política, pues no solo se crean los primeros partidos políticos sino que también, surge la opinión pública y se crea un orden “republicano”. Lo más sorprendente es que todas estas organizaciones republicanas seguían aferradas a la religión como método de orden social. Esta secuencia de cambios no se pueden tomar a la ligera, pues como decía Hill en su texto (“orígenes intelectuales de la revolución francesa” los hombres, pues, no rompen a la ligera con el pasado: para romper con las pautas convencionalmente aceptadas “pág. 18-19”). Aunque muchos creían haber dejado aquellas costumbres conservadoras y logrado convertirse en seres totalmente liberales, muy en sus adentros tenían pensamientos y acciones las cuales los posicionaban aún en la cultura conservadora (distinciones de clases sociales, exclusión femenina en labores políticas y demás). Dejando a un lado las diferencias de acciones sociales y pasando al grueso del tema que se vivía en aquella época, es posible decir con gran veracidad que gracias a los partidos políticos en especial a los liberales y conservadores, surge lo que hasta el día de hoy nos mantiene en orden social “ la constitución política”. Se logra crear a raíz del acuerdo pactado entre ambos bandos, pues había temor de que pudiera volver la anarquía y la tiranía en dichos territorios. Dichas constituciones desplegadas por todo el siglo XIX dejan ver que por más liberalismo y cambios que se hayan dado dentro de la sociedad, aún seguían atrapados en culturas e ideas europeas de tipo conservadoras,[ “Constitución Política de la República Peruana 1828 (18 de marzo de 1828)” Art. 3º.- Su Religión es la Católica, Apostólica, Romana. La Nación la protege por todos los medios conforme al espíritu del Evangelio; y no permitirá el ejercicio de otra alguna].