Daniela en Picassent. Patente de corso. Arturo Pérez Reverte. Tema: El estiptís de Daniela en Picassent Resumen: Daniela realizó un estriptís en la cárcel de Picassent. Hubo diversas protestas y opiniones en contra (sindicato de funcionarios, autoridades, partidos políticos, etc) y el director del penal acabó pidiendo disculpas. La misma situación, pero invirtiendo los papeles (Dinio y Marujita Díaz) pasó completamente desapercibida. Estra contradicción lleva al autor a defender el estriptís, empatizando con los presos y expresando con humor su opinión: está totalmente de acuerdo con lo que hizo Daniela. Funciones del lenguaje: Se trata de un texto subjetivo, ya que el emisor de principio a fin nos expresa sus ideas y pensamientos con respecto a la noticia que está compartiendo con nosotros. Al comienzo del texto vemos la función referencial o representativa y la modalidad enunciativa cuando nos da a conocer la notica acontecida unos días antes en Picassent. El modo verbal es indicativo (el director se disculpó, y las autoridades...). Desde que expone el caso podemos ver la función emotiva o expresiva y que va a continuar hasta el final del texto (hasta ahí todo normal, a mi juicio. Puede llegar a serles eficazmente útil, supongo...). También a lo largo del texto vemos la función poética o estética con el uso recurrente de jerga carcelaria y abuso de expresiones malsonantes (talego, que te rilas, jambo, haberle currado la bisectriz, etc). Pero sobretodo, si hay una función que predomina en el texto es la conativa o apelativa pues el autor en todos los párrafos trata de hacer que el lector reaccione ante la situación de la doble moral en la sociedad española y reaccione en consecuencia con un texto totalmente argumentativo (si yo mismo...). Clasificación del texto: En el primer párrafo el autor nos explica lo sucedido unos días antes en la cárcel de Picassent. Un estriptís llevado a cabo por Daniela. En el segundo párrafo nos da a conocer las consecuencias que dicho estriptís produjo y su opinión en contra de dichas críticas. En el tercer párrafo argumenta con un ejemplo muy descriptivo (Dinio y Marujita) la doble moral que hay en España en caso de que el estriptís esté protagonizado por un hombre o una mujer. En el último párrafo vuelve a darnos su opinión: si el tuviera que elegir, eligiría un estriptís a un concierto de la Filarmónica de Viena. Y al igual que él, lo mismo opina un amigo suyo. Se trata de un texto argumentativo, su finalidad es persuadir al lector de posicionarse a favor de su tesis: está de acuerdo con este tipo de espectáculos en las cárceles. Según su ámbito de uso es un texto periodístico de opinión firmado por Arturo Pérez Reverte. Opinión: España y la doble vara de medir España es un país de hipócritas. ¿Qué es ser hipócrita? Es la diferencia entre lo que decimos y lo que hacemos. Nos encanta decir cómo se debe y qué hay que hacer, para acabar criticando todo. El tema de los refugiados y como Europa se hace “la sueca”, los políticos pidiendo austeridad y luego vemos los innumerables casos de corrupción, la cantidad de dinero que mueve la prostitución, con prostíbulos fácilmente identificables, cuando no esta legalizada en nuestro país, nos manifestamos contra la guerra pero fabricamos armas que después vendemos a países con conflictos armados o como somos el segundo consumidor europeo de smartphones y, a la vez, somos de los países con mayor abandono escolar. Todo esto es un claro ejemplo del mundo hipócrita en el que vivimos. No nos gusta ser hipócritas, lo consideramos un insulto que a todo el mundo ofende, pero, seamos sinceros, es mucho más fácil ver la paja en el ojo ajeno que en el propio. Pretendemos ser modernos, abiertos de mente y progresistas, pero a la vez nos escandalizamos con un estriptís en una cárcel. Todos los fines de semana se pueden ver por el centro de la ciudad despedidas de solteras donde todo se sale de control y el alcohol, los juguetes sexuales o incluso espectáculos de stripers campan por doquier. ¿Y esto no escandaliza a nadie? Mas de una participante en las manifestaciones del 8 de mayo he visto por la calle Alfonso con tutú blanco y diadema de penes en la cabeza mientras les persigue una charanga tocando “Paquito el Chocolatero”. Hay que acabar con esta doble moral, con esta hipocresía que nos está devorando lentamente, haciéndonos insensibles al sufrimiento y dolor ajeno. Para ello, tenemos que empezar por ser honestos con nosotros mismos. Ser conscientes de cómo somos, aceptarnos y, a partir de ahí, intentar mejorar cada día siendo mejores personas. Derrotar al Judas (el mayor hipócrita de la historia) que llevamos en el interior, es el gran reto de nuestra vida. Áquel que lo consiga posiblemente alcance “el Nirvana”, el resto, lo seguiremos intentando. Como diría un antitaurino: ¡Ánimo y al toro, maestro!