RAMÓN J.SENDER En general, se puede decir que sus novelas son de un firme realismo, tienen gran agilidad narrativa y presentan una consistente unión argumental. Vamos a hacer un pequeño recorrido por su extensa producción para tratar de ver su variedad desde el punto de vista del género novelístico. Imán (1930), El lugar de un hombre (1939) y quizá su obra más conocida Mosén Millán, más famosa por su título posterior de Réquiem por un campesino español (1953) son representativas de la tendencia social . Esta última ,narra la historia de Paco, un joven campesino que es fusilado por un grupo de nacionales durante la Guerra Civil El relato lo constituyen, en gran parte, los recuerdos del sacerdote Mosén Millán, quien educó al joven. Mosén Millán, mientras se prepara para oficiar el funeral por Paco el del Molino y que ser pagado por las fuerzas vivas que propiciaron su muerte, en un admirable contrapunto entre el pasado y el presente, rememora con remordimiento la vida y la muerte de este jovern campesino aragonés que había participado en el reparto de tierras en tiempos de la República .Ya en la Guerra Civil, perseguido por unos matones falangistas, fue convencido por el cura para que se entregara, bajo la promesa de que respetarían su vida, aunque posteriormente fue fusilado y rematado a los pies del mosén. Mr. Witt en el Cantón, Bizancio y La aventura equinoccial de Lope de Aguirre (1964), novela sobre aquel singular conquistador que se rebeló contra el rey y fue vencido por la implacable naturaleza del continente americano, podrían ser calificadas de novelas históricas. Los nueve relatos que se engloban en la serie titulada Crónica del alba (1942-1966) son una autobiografia novelada y ficticia. Es esta su obra más ambiciosa. Narra el fin de la infancia corn recuerdos cargados de ternura. Refleja muy a lo vivo la tragedia de la guerra civil, con la escisión de la sociedad española en dos bandos. Los cinco libros de Ariadna (1957), El verdugo afable y El Rey y la Reina (1949) son obras en se mezcla el realismo y la alegoría. La Guerra Civil es tratada con técnicas simbólicas las que en El R ey y la Reina. Sin embargo, la guerra es solo el marco; no es esta una novela de tema bélico. No se trata, tampoco, de un relato testimonial. Aquí, Sender enfrenta un hombre a mujer. Es bien sabido que en momentos conflictivos lo instintivo del ser humano-que para Sender es lo genuinamente constitutivo del hombre- se manifiesta en toda su primitiva pureza .Los protagonistas de esta novela son la duquesa y Rómulo, jardinero del palacio en la que esta vive.Esta novela ocurre en un momento de dolor colectivo, en un ambiente de guerra. Tal vez lo que el autor nos quiere decir es que la guerra-de una manera u otra- significaba para los más desfavorecidos la posibilidad de realizar algunas de sus ilusiones. Por ejemplo, la de ser con dignidad nada más- y nada menos- que un ser humano. El propio Sender ha dicho de esta En El Rey y la Reina la lógica externa no tiene nada que ver. Es un teorema metafísico donde la duquesa es España. Se le destruye cuando se la quiere poseer, “ el pueblo español quiso poseerla y no pudo”. En esta obra , el realismo y la alegoría se integran y ensamblan perfectamente , de tal modo que es muy difícil separarlos .El realismo reside en la anécdota, el ambiente y los personajes. La alegoría poética reside en el significado profundo de la novela: la duquesa es una mujer, cualquier mujer, la esencia misma de la mujer. Rómulo es el hombre, elemental, primario, que, atraído por el misterio del sexo contrario, le rinde homenaje, pero también desea la posesión de ideal inalcanzable. El conflicto bélico simboliza cualquier circunstancia, decisiva en la vida los hombres, que posibilita la intensidad de la relación entre dos seres que por encima o por debajo de sus diferencias sociales y culturales son un hombre y una mujer. Además la duquesa, en un nivel todavía más profundo, simboliza a España, compleja, lejana, inasible y Rómulo, al pueblo español, elemental, que lucha por sus ilusiones. El fin de la Guerra supuso para los vencidos la pérdida de sus ilusiones del mismo modo que Rómulo no pudo alcanzar se dan perfectamente dosificados y ensamblados, de tal modo que es muy la duquesa, su sueño, su ilusión. Otra novela de éxito de Sender fue La tesis de Nancy (1962), que, con sentido del humor relata los equívocos de una joven norteamericana en España, que se producen por su escaso conocimiento del castellano . La cualidad más evidente del estilo de Sender es su sobriedad. Siempre sorprende por la sensación de desnudez de su prosa. Esta economía lingüistica no procede de una pobreza sino de una elección de los recursos expresivos. Su enérgico temperamento rechaza todo artificio ornamental. Sender permaneció al margen del ambiente esteticista del llamado "arte deshumanizado” Su problemática fue siempre humana y, en consecuencia, su estilo ha tendido siempre lenguaje llano, desnudo, donde cada palabra está allí por lo que significa, sin buscar efectos sonoros o coloristas, ni evocaciones de ningún tipo. El mismo ha escrito: "Odio cualquier forma de afectación y me encanta en arte la simplicidad elaborada en dirección de la naturaleza y no contra ella". Se ha dicho que su estilo es expresionista, es decir, selecciona los elementos más significativos de la realidad para darnos su significado más profundo, el que menos se percibe sentidos. Por eso, a veces, distorsiona la realidad, no para alejarse sino para captar su esencialidad. De ahí su tendencia a la alegoría. Por medio de ella desrealiza la realidad para darnos otros aspectos inéditos de ella, pero tan reales como los que se ven a primera vista