Deficiencias en la Práctica Evaluadora Solo se evalúan contenidos conceptuales: Al seleccionar los contenidos no se toma en cuenta aquellos de orden procedimental o actitudinal. No se puede rechazar el aprendizaje de contenidos porque son necesarios para articular en realidad. Un individuo que tiene un almacén de conocimientos en la cabeza pero que es incapaz de transmitirlos no está auténticamente formado. El Culpable del fracaso escolar es el alumno: Esto es solo una parte de la verdad El alumno tiene una responsabilidad, pero determinadas actitudes y contextos están causadas por una incorrecta actuación del profesor, la familia o la sociedad según el caso. El único que debe ser objeto de evaluación es el alumno: Se evalúa solo al que aprende, cuando la lógica seria evaluar todos y cada uno de los factores. Hay muchos otros responsables en el proceso educativo los cuales deben también ser evaluados sin consideración y sin importar las consecuencias, en las que se trabaja. La Evaluación se hace sobre los resultados: No se evalúa el esfuerzo, el ritmo de aprendizaje, estrategias, metodología empleada, ni el progreso del alumno. No solo importa lo que se ha conseguido, sino como, a qué precio, con que ritmo, con qué medios, con cuanto esfuerzo, a qué costa, para que fines. La recuperación es la repetición de Exámenes: Los profesores repiten una y otra vez sus esquemas de evaluación. Cada año los alumnos se preocupan de saber cuál es la costumbre evaluadora del profesor. Un alumno que cursa cinco asignaturas deberá someterse a cinco proyectos distintos de evaluación en vez de cinco procesos de evaluación idénticos. Se evalúa principalmente la vertiente negativa: Se centra en detectar lo que el alumno no sabe. Se centra en ´´corregir´´ ´´enmendar´´ lo errado. La lógica seria centrarse en lo positivo, en lo que el alumno sabe y conoce para que le sirva de estimulo y motivación. Se evalúa cuantitativamente: Es decir que todo se reduce en una calificación La boleta de notas dice muy poco de la situación actual del alumno, de su progreso, dificultades recomendaciones, etc. Atribuir números a realidades complejas no tiene objetividad. Se evalúa de forma incoherente: Teniendo como instrumento fundamental el examen. El examen tradicional es una prueba insuficiente, deficiente, inadecuada y muchas veces errónea. El examen se convierte en un instrumento de recogida de información al servicio de la evaluación. La incoherencia se establece cuando queremos realizar un aprendizaje por comprensión y luego se realiza una prueba memorística, rígida y repetitiva. La evaluación es selectiva: Los que superan las pruebas se promocionan a nivel superior y los otros repiten o tienen que abandonar el sistema. No se toma en cuenta que las características personales de los alumnos no coinciden en capacidad ni en preparación. La mirada se sitúa en lo exterior del alumno, haciendo señalamientos arbitrarios sin partir desde las condiciones, los medios, personas, etc. Se debe contemplar los medios y las condiciones. La Evaluación es el acto de conclusión del proceso: No es más que una consecuencia inmediata del carácter selectivo y no formativo que tiene la evaluación. El Examen No reorienta apenas nada, ni se integra en el programa educativo. No orienta apenas nada ni se integra en el programa educativo sino que es simplemente el ultimo acto a realizarse en el proceso de aprendizaje. No Se Practica la Autoevaluación: Normalmente no se instruye al alumno sobre la forma de realiza autoevaluación de su aprendizaje, ni se le invita a practicarla. Las razones de esta comisión son muy variadas. La autoevaluación es un proceso de autocritica que genera unos hábitos enriquecedores de reflexión sobre la propia realidad. Dice Poper que realizamos mas progresos al reflexionar sobre nuestros errores que al descansar en nuestras virtudes. El Agente de la Evaluación es el Profesor: La valoración de los conocimientos de los alumnos la realiza siempre y de forma exclusiva , el profesor. No participa ninguno de los otros sujetos que intervienen en las diferentes actividades de formación. Una experiencia educativa necesita la evaluación externa para poder realizar una mejora sustantiva. No hacerlo así significa cerrar el horizonte valorativo y arriesgarse a la miopía y ala deformación óptica del que mira algo que esta sobre sus mismos ojos El evaluador externo goza de un punto de vista privilegiado, en cuanto tiene. • Una distancia efectiva de la dinámica y del resultado. Unos criterios de independencia respecto al resultado. Unos puntos de referencia más amplios y complejos Una mayor disponibilidad en el tiempo y dedicación Fomenta el Conservadurismo: No es difícil comprobar que algunos profesores repiten cada año el mismo sistema de evaluación y no solo el sistema, sino incluso el mismo examen. Esto lo saben muy bien los alumnos veterano o repetidores, cuando hacen sus recomendaciones a los nuevos. Por otro lado, la evaluación no cambia nada en los centros. Hemos apuntado ya que la evaluación suele cerrarse sobre si misma, limitándose a desarrollar una función sancionadora. En ese sentido, no impulsa el cambio. La Evaluación es a veces un instrumento de represión: Con frecuencia se utiliza la evaluación como elemento de represión y mantenedor de la disciplina, lo que rompe por la espina dorsal el espíritu que define la evaluación educativa, en la que su norte es la mejora del objetivo evaluado y su finalidad la regulación de los procesos. La evaluación ha sido un instrumento de control, de amenaza e incluso, de venganza, respecto a algunos alumnos que se han permitido ejercitar el derecho a la critica, a la discrepancia o la disciplina. No se Practica la Evaluacion Continua: La evaluación continua no significa en ningún caso el examen continuo. Los instrumentos son tan variados y versátiles que permiten estar recogiendo continuamente datos sobre el aprendizaje de los escolares, sin tener necesidad de ninguna prueba. La Practica errónea de la evaluación no beneficia a nadie: Al Profesor porque le obliga a asumir el papel de juez implacable, que no le corresponde. Al Centro porque concita todas las aversiones y rechazo. A la Familia porque se ve afectada de un proceso del que no forma parte. A la sociedad, por que no recibe la adecuada formación y capacitación de los alumnos-ciudadanos para integrarse en ella. Al sistema Educativo, al no contribuir a la calidad de su funcionamiento. Al alumno, cuyos efectos se traducen: desgana y desinterés por acudir al Centro.