ESCUELA SECUNDARIA OFICIAL NO. 0195 “ALBERT EINSTEIN” TEMA: REPORTE DEL LIBRO “NUEVA HISTORIA MÍNIMA DE MÉXICO” CAPÍTULO 1 FECHA DE ENTREGA: 27 DE SEPTIEMBRE DEL 2019 ALUMNO: HUGO MIGUEL TREJO RUIZ MATERIA: HISTORIA DE MÉXICO II PROFESOR: LUIS ENRIQUE VERGARA AYALA GRADO: 3° GRUPO: “E” NO. LISTA: 36 TURNO: MATUTINO CICLO ESCOLAR: 2019-2020 EL MÉXICO ANTUGUO México se dividían en varias regiones las cuales tenían diferentes culturas con distintos antecedentes étnicos, distintas tradiciones, y distintos contextos ecológicos. El peso demográfico y político de pueblos como los nahuas, zapotecos o mayas, contribuyó a su supervivencia e integración a el nuevo orden surgido por la conquista española, estas culturas han logrado de alguna manera insertar sus costumbres, imágenes y su memoria en el tejido de la historia nacional. Algunos pueblos como los de Jalisco y Zacatecas han sido exterminados por el dominio español, y otros pueblos han logrado sobrevivir en el borde de las barrancas, al filo de las playas desérticas, como los tarahumaras. El momento de mayor expansión de Mesoamérica fue hacia el año 900 d.C. Resultado de un largo proceso comenzado con la domesticación del maíz y otras plantas, además del desarrollo de técnicas agrícolas y la división de la sociedad en partes. El paso a América del Homo sapiens sapiens sucedió gracias al descenso del nivel del mar en la era glaciar. Los indicios más antiguos de presencia humana en México datan del año 35000 a.C., y desde ese entonces hasta el 5000 a.C. el ser humano comenzó a cazar, recolectar y pescar, formando bandas, mientras se inicia el proceso de domesticación de maíz y frijol. A esta etapa anterior a la agricultura se le denomina Etapa Lítica. Hacia el 7000 y 5000 a.C. hubo fuertes cambios climáticos que provoco la extinción de diversas especies pero que también impulso al hombre a intensificar las actividades de recolección, se mejoraron las armas de caza para animales mas grandes y se comenzó a dar una gran cantidad de frutos, los cuales se comenzaron a domesticar por el ser humano. Durante el periodo Protoneolítico (5000-2500 a.C.) apareció el maíz, y hacia finales de esta etapa el hombre se había vuelto agricultor, con lo que se formaron las aldeas permanentes, se domestico al perro, se comenzó a rendir culto a los muertos y se formaron sociedades con estratificación social. Entonces, hacia el 2500 a.C. comienza la historia de Mesoamérica, se generalizo el sedentarismo y ya existe la cerámica, con lo que comienza el periodo Preclásico temprano (2500 a 1200 a.C.). se formaron villas donde surgieron las primeras jefaturas mesoamericanas: sociedades jerarquizadas. Se desarrollaron avances tecnológicos para la agricultura y pesca como las chinampas. Todo ayudo al rendimiento agrícola y al crecimiento de la población. De 1200 a 500 a.C. transcurre el Preclásico medio caracterizado por el surgimiento de especialización laboral de tiempo completo y la estratificación social, la construcción de centros ceremoniales urbanizados y el desarrollo de un reportorio de imágenes simbólicas que habitualmente identificamos como “olmecas”. En esta etapa surgieron los primeros reinos o señoríos en varias zonas de Mesoamérica. Si la uniformidad regional domina el Preclásico medio, la diversidad regional la domina el Preclásico tardío (500 a.C. a 200 d.C.). Hacia el 500 a.C. se extinguen las manifestaciones olmecas y son remplazadas por culturas con nuevos estilos arquitectónicos tendientes a la monumentalidad, cambios en la escultura, en la cerámica ritual y en el orden simbólico. Las regiones alcanzaron una riqueza económica que no tenían antes, creció su población y se consolidó la nobleza tomando las funciones de mando. Esas funciones tomaron un carácter específicamente político, dejaron de regirse por los principios de representación y liderazgo de las sociedades gentilicias y se comenzaron a guiar en argumentos como la eficacia de la acción del gobierno para triunfar en la guerra, organizar el mercado y urbanizar el espacio. En esta etapa surgió el Monte Albán, un lugar rocoso que fue adaptado a las necesidades del crecimiento de población que, hasta antes del final del Preclásico tardío, rebasaba los 15,000 habitantes. La consolidación política de Monte Albán, su crecimiento urbano y su hegemonía regional se construyeron a base de una intensa actividad militar. Entre el año 100 a.C. y 200 d.C., Teotihuacan se irguió como centro político y religioso indiscutible de la región. Algunos datos relacionados con la estratificación social era la siguiente: 1.- La base de la sociedad estaba formada por grupos corporativos a manera de clanes, que adoptaron la forma de barrios urbanos. 2.- Estos clanes tenían una diferenciación interna: había algunas familias mas ricas que otras. Los conjuntos habitacionales donde vivían los jefes solían ser mas amplios y ricos que otros de su mismo barrio. Los restos de los individuos de mas alto rango dentro de cada barrio recibían un tratamiento funerario especial. 3.- Los barrios de artesanos, agricultores y otros trabajadores contaban con una infraestructura urbana distinta de la vivienda de los sectores dirigentes. 4.- Hay edificios cuya decoración mural y amplias habitaciones los delatan como viviendas de una clase noble. La etapa que va del año 650 al 900 d.C. se conoce normalmente con dos nombres, Epiclásico si se ve desde el centro de México, y si se ve desde la región maya se conoce como Clásico tardío. El área maya tubo un aceleramiento en su desarrollo regional posiblemente debido a la extinción de la influencia teotihuacana. Las ciudades mayas se volvieron más prósperas: la arquitectura, la escultura y la manufactura de objetos rituales y santuarios alcanzó una gran variedad de riquezas sin precedentes. Durante el siglo VIII la actividad militar se intensificó en el área maya, donde alcanzó niveles nunca antes vistos. Las disputas por definir las respectivas áreas de influencia dieron lugar a una espiral bélica que solo concluyó con la extinción de la cultura maya tal y como había florecido en las tierras bajas durante siglos. Fuera del área maya las ciudades florecientes del Epiclásico detienen su desarrollo y quedan totalmente despobladas hacia el año 900 d.C.: Tajín, Xochicalco, Cacaxtla. La propia Teotihuacan, que sobrevivió mas de dos siglos convertida en un centro regional, quedó desierta. Comienza entonces el periodo conocido como Posclásico, y que durará hasta la conquista española. La ciudad mas importante del Posclásico temprano (900 a 1200 d.C.) fue Tula, en el actual estado de Hidalgo. Allí se mezclaron la audacia guerrera de los chichimecas con la tradición de algunos nahuas meridionales herederos de Teotihuacan. En tula los guerreros son los protagonistas de la escena. El éxito de Tula fue mas modesto que el de Teotihuacan, pero su peso político y militar fue suficiente para impulsar rutas de intercambio de larga distancia, que llegaron hasta Centroamérica por el sur, y al menos hasta Sinaloa por el norte. Más allá de los vestigios materiales, Tula dejo una estela de gloria entre los pueblos mesoamericanos; su fama excedió el ámbito nahua y siempre estuvo ligada al poder político y a la idea de civilización. Lo que es común en todas las Tulas es su prosperidad, su dimensión urbana, su alto grado de civilización y la sabiduría y religiosidad de sus gobernantes. Tula era la ciudad por excelencia, la ciudad maravillosa, y también era cada uno de sus reflejos terrenales. La caída de Tula, al parecer en medio de graves conflictos, hacia el año 1200 a.C., marca el inicio del Posclásico tardío, etapa que concluye con la caída de Tenochtitlan. En vísperas de la conquista española, el valle de México vivía una etapa de florecimiento urbano formidable. Había muchas ciudades, la mayoría de estas ciudades estaba bajo dominio de linajes de la nobleza nahua, pero en muchas de ellas había población de otras etnias, particularmente otomí y matlatzinca. Aunque cada ciudad tenía bastante independencia en su administración interna, había tres grandes reinos con mayor jerarquía que los demás: Estos eran Tlacopan, Tetzcoco y México-Tenochtitlan. La Triple Alianza era una necesidad; ningún reino del valle de México hubiera podido administrar solo el complejo sistema de rutas y plazas de mercado, provincias tributarias y redes de compromisos entre linajes nobles. La densidad demográfica y la complejidad urbana del valle de México a principios del siglo XVI se sustentaban en una agricultura muy próspera. En los dos siglos de historia precortesiana a los cuales se refieren las fuentes coloniales con detalle solo se mencionan dos grandes hambrunas, resultado de sequías prolongadas. El alto rendimiento agrícola del valle se explica por el uso generalizado de regadío, en tierra firme, y por el sistema de chinampas, practicado en las islas y en las orillas del lago. Para la época de la conquista española, la Triple Alianza, con Tenochtitlan a la cabeza, había logrado extender sus dominios hasta territorios de ambas costas, y, en dirección de norte a sur desde Querétaro hasta Oaxaca, además de controlar la zona del Soconusco, en Chiapas. La llanura costera del Golfo de México había sido sometida. Mientras los mexicas planeaban expandirse, los huastecos los desafiaron la estrategia de los mexicas y se negaron a pagar tributo. En el sur, los mexicas lograron imponer sus condiciones de tributo y comercio a los reinos mixtecos y zapotecos. Pero había otros reinos independientes que se negaron a dar paso a las caravanas comerciales protegidas por los mexicas, lo cual causó una guerra que terminó con la masacre de toda esa población. En el occidente la Triple Alianza se topó con una frontera impenetrable, el reino Tarasco, también regido por una triple alianza, la de Ihuatzio, Tzintzuntzan y Pátzcuaro. Los purépechas defendieron bien su territorio; usaron murallas, fortines, puntos de vigilancia y organizaron campañas militares, y lograron resistir a los ejércitos enviados desde los valles centrales de México. En cuanto a los mayas, los mexicas no tuvieron la fuerza para enfrentarse a los territorios teotihuacanos tras la negociación de los mayas con otras regiones. Cuando llegaron los españoles, los totonacos vieron en Cortés un buen aliado para enfrentar a el dominio mexica pues aun no sabían lo que los españoles harían con todos los pueblos. Los tlaxcaltecas también se unieron ya que no debían lealtad a los mexicas y los consideraban sus enemigos. Y fue asi que mas grupos se fueron uniendo a los españoles para enfrentar al gran reino mexica. Esa fue la gran ultima guerra del México Prehispánico. Con la caída de la capital mexica, los españoles tomaron los antiguos territorios de la Triple Alianza, y en los próximos tres años terminaron con todo el reino mexica. Con el final de los mexicas, ya solo quedaban los pueblos de Yucatán, los cuales fueron mucho mas lentos de conquistar y quedó inconclusa por doscientos años, todo terminó hasta el año 1697. Ya solamente quedaban las zonas situadas al norte de Mesoamérica, pobladas por cazadores-recolectores y algunos agricultores aldeanos. Tarea que concluyó en los tres siglos de la historia colonial.