Subido por jose luis prieto mendez

AIKIDO Y LA VIDA

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AIKIDO Y LA VIDA
Por Juan Sancho
Meditaciones y frases, para la práctica diaria de Aikido…
Tanto en el Dojo, como en la vida misma.
AIKIDO Y LA VIDA
Por Juan Sancho
A principios de 1962, el gimnasio Petrus, en la calle Arxiduc Lluís Salvador de Palma estaba
dedicado a la práctica de la lucha grecorromana, junto con pesas y gimnasia. Lluís Petrus,
director del centro, había sido campeón de España de lucha grecorromana. Ese mismo año,
Petrus contactó con un profesor que había sido miembro de la selección francesa de Judo,
Robert Muratore, que estaba en Zaragoza enseñando Judo. Como tenía algunos
compromisos, habló con su amigo y también judoka, George Laborie y los dos llegaron a
Mallorca poco después para impartir la primera clase. Además de judoka, Laborie era
aikidoka alumno del maestro Nobuyoshi Tamura
Muratore se marchó a cumplir con sus compromisos y Laboirie quedó como profesor titular.
George Laboirie, inicia también clases de Aikido, con lo que se convierte en el introductor
de este arte marcial en Mallorca.
En 1968, George Laborie se traslada al recién inaugurado Judo Club Palma (c/ Joan
Maragall), de Jordi Boixó (judoka, que obtuvo la primera medalla para el judo balear en un
campeonato de España, en 1965) y, junto con Robert Clement, aikidoka canadiense,
imparten clases a un grupo de entusiastas. Aquí se formaron muchos aikidokas mallorquines
de la primera generación.
En una ocasión, en 1971, también aparece por este dojo, el maestro Nobuyoshi Tamura,
que se encuentra de vacaciones en Mallorca junto con su alumno francés, Stephane
Benedetti (quién a partir de los años 90, será un asiduo visitante de Mallorca) y aprovecha
la ocasión para supervisar las clases de su alumno, George Laboirie.
En la década de los 70 empezaban a proliferar nuevos clubes de Judo en Palma, ya que los
alumnos se convertían en profesores y se independizaban. En esta época, el judoka
Mitsunori Sato salió desde Japón a entrenar con equipos europeos y llegó a Mallorca.
Comenzó a impartir clases en el Judo Club Palma y tras un corto periodo, se independiza
inaugurando (1973-74) junto a George Laboirie, el Dojo Shubukan, en la calle Zaragoza de
Son Rapinya. Laboirie se hace cargo de las clases de Aikido y, allí empieza su alumno
Manolo Martínez.
En ese momento y, por diferencias notables con el estilo de Aikido que empezaba a
instalarse en la isla, George Laborie deja de enseñar aikido, sobre el año (1980) relegando
esta tarea en su alumno Manolo Martínez.
Desde aquí, su alumno Manolo Martínez, se hizo cargo de las clases del estilo que Laborie
Sensei defendía, separándose de las corrientes de esos días, encauzando su enseñanza,
fusionando las enseñanzas de su mentor, Laborie, con su realidad del día, por su motivo
laboral.
Siguió unos años al cargo del Shubukan, al abandonar este, se trasladó a vivir a una ermita
en Petra (Mallorca) haciéndose cargo de la misma junto a su familia, y, allí empezó a dar
clases, de lo que aun llamaba Aikido, a un grupo de jóvenes en el Gimnasio local del pueblo
de Petra.
Más tarde, pasa a dar clases, en el Gimnasio Dojo Muratore, en Manacor (Mallorca), que,
por aquel entonces, las clases estaban a cargo de Joan Miguel, y tras la marcha de este,
pasa a hacerse cargo Manolo de las clases…
Nuevamente, al cabo de un tiempo, vuelve a haber diferencias respecto al estilo dominante
en aquel entonces, y decide dejar de dar clases, empezando su camino en solitario,
centrándose en la práctica del Aikido espiritual, como él lo llama.
En aquel entonces, Juan Sancho, conoce a Manolo, empezando clases con él, sino de
Yoga... empezando una relación muy estrecha y va formándose en el Aikido… a medida que
pasan los años, empiezan a entrenarse en las técnicas físicas, pero desde la visión de
Manolo, siempre intentando rescatar la eficacia de estas. Empezaron a trabajar, buscando
una vuelta a los orígenes del Aikido.
Más adelante, Manolo Sensei, insta a su alumno Juan Sancho, a empezar a dar clases, para
provocar en él un conocimiento mediante el contacto con otra gente.
Juan Sancho, empieza dando clases en un pueblo Lloret de vistalegre (Mallorca) a los
alumnos del colegio público y, más tarde a algunos padres de estos…
Luego se traslada, y empieza un grupo, en el Gimnasio Sineu (Mallorca).
Más tarde, manteniendo las clases en Sineu, pasa a formar alumnos en un gimnasio
Samurai, en Palma (Mallorca) allí, es donde se consolida más el estilo y, aquí es donde se
empieza a incluir, los principios del Shihan Morihiro Saito de Iwama Ryu…
Al cabo de unos años, se ve obligado a trasladarse a vivir a la provincia de Asturias… allí,
cesa por un tiempo, pero al poco, empieza de nuevo a dar clases en una aldea del concejo
de Laviana, donde monta su primer Dojo…
Y a finales del 2014, se constituye la Asociación Shuseikai Aikido España - ASAE, para dar
una cobertura legal a los practicantes... hasta ahora…
En estos momentos, es el único que le da continuidad al Sensei Laborie.
El Sensei George Laborie, dejo este mundo el día 6 de marzo del año 2013
MEDITACIONES Y FRASES
Hay dos formas de vencer ante un ataque... la primera es no dejar entrar en tu espacio vital
a este y, si esto llegase a ocurrir, la segunda forma es absorber el ataque en la espiral de tu
centro disipando toda la energía dirigida hacia ti...
Extiende los brazos en cruz y gira sobre tu mismo y sabrás el espacio en el cual está
la barrera entre proteger o absorber...
Mantente firme y Baja tu centro, expande tu kokyu ryoku... la técnica fluirá sin problema...
Cuando es uno, como si fueran muchos; cuando son muchos, como si fuera uno...
Fluido, suave; pero contundente... debemos mantener nuestro centro...
La diferencia entre el verdadero Budoka y el que no lo es, es que este, es consciente
de lo que no sabe, en cambio el otro, se cree que sabe lo que no sabe...
En el Aikido, no hay formas ni modelos, los movimientos naturales son los movimientos del
Aikido. Moviéndote de forma natural y fluida, en compás con tu respiración (kokyu ryoku)
estas practicando Aikido.
En la sencillez está la gran lección.
No es necesario que te adaptes a la práctica, más bien, deja que la práctica se adapte a ti.
Cuando, dejes y permitas que el Aiki se adapte a ti, entonces empezara la transmutación
necesaria que te hará comprender el Do.
Caer en la ilusión de creer que sabes, es el mayor impedimento para el progreso en el Budo...
afrontar cada día como si fuera el primero y último, proporciona la veracidad de lo que haces.
Estudiar, aprender, practicar... para dejar ir todas estas ilusiones y empezar a SER
Estudia la forma, aprende la forma; olvídate de ella y serás la forma...
El 90% del Aikido es atemi. Factor que hoy en día muchos omiten. Un poderoso atemi,
desestabiliza y distrae al oponente, proporcionando una apertura en su ataque, la cual
aprovechamos para ejecutar correctamente la técnica...
No existe el camino correcto, ni metas correctas... lo correcto es caminar sin mirar al
horizonte...
Nunca olvidar las raíces, aunque después vayas formando tu propia rama, las raíces son las
que te alimentan.
La teoría, es importante... comprender lo que hacemos, nos proporciona herramientas
para una mejor práctica...
No esperes tenerlo todo para disfrutar de la vida. Ya tienes la vida para disfrutar de todo...
Que mis alumnos me superen en habilidad, destreza y sabiduría, me hace muy feliz...
no quiero copias de copias, cada uno debe apropiarse del estilo y darle su visión. se
puede enseñar una base, pero hay mucho más dentro de cada uno... por ello, lo que
deseo, es que mis alumnos superen todo ello y sean mejores... técnicamente,
moralmente y espiritualmente, que yo mismo.
Práctica, practica y estudio, no hay otra manera para comprender y asimilar en nuestro
cuerpo/mente el Espíritu del Aiki... Lo importante, no es la forma, es la intención que se pone
en ella...
Practicando lentamente, con suavidad; percibes el alma de los movimientos y, estos
se integran en tu cuerpo...
Así fluye el Aiki, así fluye la vida a través de cada movimiento.
Mi Sensei siempre me decía:
En la lentitud, está la rapidez.
Si quitas la fuerza al Sumo japonés, ya no es Sumo.
Si quitas el Kokyu al Aikido, ya no es Aikido.
El Aikido es fuerte porque incluye el poder del kokyu y, este, debería estar presente en todo
momento.
El Aikido sin Kokyu es un simple baile.
De donde vengo, lo tengo claro... hacia donde voy, hago camino al caminar y veremos donde
llegamos... cada día es una nueva oportunidad de aprender... pero nunca olvidar nuestros
anteriores pasos...
Un buen estudiante de Budo, no es aquel que más aprende, aquel que tiene más
calidad técnica; un buen estudiante de Budo, es aquel que pone empeño, aquel que
respeta y se alegra por el progreso de los demás y que a pesar de no progresar como
él quisiera, ahí sigue, siempre dando lo mejor de sí mismo…
Siempre mantener la mirada al oponente... estableciendo un Kamae natural...
Cuando te quitas el cinturón, sea del tamaño o color que sea, se te caen los
pantalones...
En el momento que vale más un papel, que tu persona, es la prueba definitiva que hemos
alcanzado el no retorno... el barranco está ahí mismo... y la sociedad va de cabeza hacia
el....
Hay un antiguo dicho en las artes marciales en el cual un alumno le preguntaba a su
maestro: "Maestro, me estás enseñando a combatir, pero tú siempre hablas sobre la
paz, ¿cómo puedo conjugar ambos pensamientos?" A lo que el maestro replicó: "Es
mejor ser un guerrero en un jardín, que un jardinero en una guerra".
Solo el empeño y la constancia, ya son motivo para avanzar, al fin y al cabo, lo menos
importante es la calidad técnica... conozco muchos con una gran calidad, pero no integran
los valores y, por el contrario, gente con unos grandes valores y pobre técnica.... y esos,
para mí, avanzan mucho más....
No todo lo que reluce es oro...
Al dojo, ni se va a enseñar, ni aprender; se va a estudiar y practicar... al fin y al cabo, todos
somos eternos estudiantes...
Hacer complicado lo relativamente fácil, para hacerlo más vistoso y, así vender más,
es bajo mi punto de vista, una manera de perder la funcionalidad...
En la sencillez esta una gran enseñanza que muchos pasan por alto y al hacerlo, omiten la
verdadera esencia del Budo.
Sin modelos, sin formas...
Dejarse llevar por el momento...
Movimientos inspirados por la naturaleza...
Ser uno mismo, con uno mismo...
El Aiki, es encontrar el menor punto de tensión y, entrar en armonía con él... si te empujan
cede y pivota; si tiran de ti, entra girando...
Cualquier lugar, momento y situación...
Para practicar, solo necesitas, la tierra, el cielo y a ti mismo...
No se trata de mirar; si no de ver.... si miras una técnica, la comprensión de esta te llegara
cuando la «VEAS» ... donde tu miras el cielo, yo veo estrellas...
El Budo, no se entrena, no se practica; el Budo es un continuo estudio, una búsqueda
de los principios de la vida...
No somos practicantes de Aikido; SOMOS ESTUDIANTES de Aikido. Cuando se tiene esto
claro, entonces, empezamos a transitar el camino del Budo.
Baja las caderas, el centro y tu mente... absorbe y redirige sin cortar el aliento...
A medida que vamos practicando, más que ensalzar el ego, debemos ir matándolo para dar
paso al conocimiento del Yo... no se trata de ser más, sino de ser menos hasta llegar a
desaparecer completamente... al no haber nada ya no hay conflicto y llegamos a la
verdadera culminación de Do...
No importa cuánto crees saber, lo importante es no dejar de aprender
jamás...empezamos con lo físico, para seguir con lo mental... pero el verdadero trabajo
es el espiritual... y llegado a ese punto, descubrimos que lo físico, lo mental y lo
espiritual son la misma cosa...
Los escollos, piedras, dificultades que se te presentan en tu camino, son oportunidades para
aprender y crecer con ellos; dar las gracias cada día por ello... cuando te caigas, levántate,
sacude el polvo y con una gran sonrisa vuelve a caminar... Ukemi.
Si después de muchos años practicando Aikido, no has tenido la necesidad de
emplear lo estudiado y practicado, entonces estas comprendiendo el verdadero
significado del Budo...
Cuando empiezas a compartir tus conocimientos y a enseñar, empiezas realmente a
aprender...
Y te das cuenta de lo mucho que aún tienes por aprender...
Sigue tu dedo con la mirada, dibujando un circulo con él, enfoca tu ki, manteniéndolo
relajado, absorbe el ataque llevándolo hacia tu centro, anulándolo y culmina con
decisión...
Lo que fácil aprendes, fácil lo olvidas...
El Aikido en la vida diaria... la enseñanza del Tenkan, ante la agresión, sea física,
verbal, emocional; pivotar, girar y dejar que la energía dirigida hacia nosotros, sea
controlada por su propia inercia...
El ser humano, tiene la idiota capacidad de complicar lo sencillo... y olvida, que en la
sencillez está la verdadera enseñanza...AIKIDO
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