MÓDULO DOS: LECTOESCRITURA ¿Por qué los ingenieros deben aprender a comunicarse? Tipologías textuales y el contexto comunicativo Texto escrito Lectura crítica CONCEPTO DE TEXTO: todo producto de un discurso es susceptible de ser texto siempre que se cumplan ciertas condiciones, sobre todo la ser una unidad de comunicación completa y coherente. La concepción del texto depende de la intención comunicativa. Así pues, un examen, un poema, un anuncio publicitario son ejemplos de la variedad de textos que pueden formar parte de nuestro análisis. No existe una definición inequívoca del texto, pero es evidente que el texto posee: El texto es el resultado de la actividad verbal concreta de un emisor que actúa con una intención comunicativa: explicar algo que le preocupa, convencer, informar, ... Antes que nada debemos distinguir entre Texto oral / Texto escrito. A pesar de todas las diferencias que hay entre ellos, a veces la frontera no es tan clara. Por ejemplo en una conferencia predominan los rasgos lingüísticos de un texto escrito, pese a formularse oralmente. CLASIFICACIÓN TEMÁTICA. Textos técnico-científicos Textos humanísticos Textos jurídico-administrativos Textos periodísticos Textos publicitarios Textos literarios CLASIFICACIÓN DEPENDIENDO DE LA INTENCIÓN COMUNICATIVA EL PROCESO DE COMPRENSIÓN LECTORA Partimos del supuesto de la psicolingüística de que los significados son construidos mediante los mecanismos interpretativos que el lector moviliza. Durante la actividad lectora se activan estrategias cognitivas que interactúan simultáneamente para reconstruir los niveles de estructuración del texto. Se trata de operaciones mentales que el lector pone en marcha frente a lo desconocido y que permiten inferir, relacionar, generalizar, contextualizar, construir estructuras y modelos que dan la posibilidad de interpretar el texto “representado” mentalmente Mayor (2000). Como apunta Gaonac’ (2000) la lectura consiste en emitir hipótesis acerca del significado del texto, unas hipótesis que el lector somete constantemente a examen confrontándolas con los datos del texto. Se hace patente, por lo tanto, el papel primordial que adquiere el lector en tanto intérprete del texto. Desde este punto de vista, el lector no solamente interpreta el texto de su autor sino que además reconstruye otro texto, modificando el original y enriqueciendo su propio mundo. Algunos estudiosos llegan a afirmar que lo que el lector aporta al texto puede ser más importante todavía que lo que encuentra en él Grellet, (1981). Los textos no solo ofrecen contenidos, también son portadores de ideologías. Van Dijk (1992) sugiere que en todos los niveles del discurso podemos encontrar “huellas del contexto”. “Comprender requiere construir el contenido pero también descubrir el punto de vista o los valores subyacentes (la ideología)”, afirma Cassany (2009). Vigotsky (1988) ya había concebido la idea de la lectura como una práctica social y como un proceso interactivo y dinámico en el que el lector dialoga con un autor a través del texto. Sin embargo, surge la pregunta ¿qué es leer críticamente? Desde un enfoque sociocultural, Cassany (2008) señala que leer críticamente es: • identifica al autor (¿quién es?, ¿qué pretende?, ¿por qué?); • identificar la práctica letrada (¿qué género es?, ¿cómo se utiliza?); • construir tu interpretación (¿cómo lo entiendes tú?, ¿dónde estás?, ¿y tus colegas?, ¿y tus políticos?, ¿qué haces?) La lectura crítica nos permite acceder al pensamiento crítico, el cual cumple un papel fundamental en la formación de ciudadanos conscientes y responsables. Desde esta perspectiva, la lectura crítica debe ser un objetivo prioritario del currículo en el contexto universitario. La habilidad de ser un lector crítico es inherente a las personas y a las sociedades. Formar profesionales con una actitud crítica frente a la vida y al mundo es el reto en la sociedad de la información y del conocimiento. La lectura crítica y el pensamiento crítico son construcciones culturales que necesitan educación, esfuerzo y cultivo.