ENFERMEDAD DE ALZHEIMER ORIGINAL Estudio neurofisiológico y potenciales evocados P300 en el diagnóstico y seguimiento de pacientes con enfermedad de Alzheimer A. Fernández-Lastra, M. Molares-Rodríguez, J. Penzol-Díaz NEUROPHYSIOLOGICAL STUDY AND USE OF P300 EVOKED POTENTIALS FOR INVESTIGATION IN THE DIAGNOSIS AND FOLLOW-UP OF PATIENTS WITH ALZHEIMER’S DISEASE Summary. Introduction and objectives. At the present time the diagnosis of Alzheimer’s disease (EA) is based on clinical evaluation of the symptoms and various complementary investigations mainly directed towards ruling out secondary dementias. However, definite diagnosis can only be made on cerebral biopsy. We wished to evaluate the efficacy of different neurophysiological investigations used in the diagnosis and follow-up of EA. Patients and methods. After drawing up a table of normal values, we selected a samples of 33 patients with suspected EA. Following assessment –clinical, neuropsychological (Mini-Mental State Examination –MMSE–) and neurophysiological (electroencephalography –EEG–, P300 potentials, reaction time and rate of error)–, the patients were classified as having probable EA, possible EA or other dementia according to the criteria of NINCDS-ADRDA. Statistical analysis was done on the series of cases studied. Results. In our experience, the most interesting findings were obtained from the EEG, MMSE and latency of the P300 evoked potentials. The most useful neurophysiological parameters for help in diagnosis of EA was the P300 latency, with a sensitivity of 77% and a specificity of 83%. The MMSE seems to show the degree of cognitive deterioration better, whilst the P300 latency seems to behave as a marker of a characteristic feature of the disorder. Conclusion. The P300 latency is very useful in diagnosis, since it is found to be altered in cases with EA at an early stage, with very little cognitive degeneration and even with a score of 30 on the MMSE. [REV NEUROL 2001; 32: 525-8] [http://www.revneurol.com/3206/k060525.pdf] Key words. Alzheimer’s disease. Cognitive evoked potentials. Dementia. Electroencephalography. P300. Rate of error. Reaction time. INTRODUCCIÓN La evaluación diagnóstica de los distintos tipos de demencia tiene un interés primordial para la correcta aplicación del tratamiento más adecuado. Ante un caso de demencia es obligado plantearse un diagnóstico diferencial, en el que se tengan en cuenta las distintas causas de un déficit global o multifocal adquirido y crónico de las funciones cognitivas, que curse sin disminución del nivel de conciencia [1]; asimismo, nos plantearemos un diagnóstico diferencial [2], tal y como se expone de forma resumida en la tabla. Así pues, el primer paso en el estudio complementario de demencias es la realización de una batería de pruebas analíticas, radiológicas y de neuroimagen, orientadas al diagnóstico de posibles causas tratables de la enfermedad. Las demencias primarias se diagnostican, en segundo lugar, por exclusión [3] y se definen actualmente sobre la base de criterios clínicos y anatomopatológicos [4]. La enfermedad de Alzheimer (EA) es la causa más frecuente de demencia [5] y se caracteriza por presentar un cuadro de deterioro progresivo de las funciones superiores, de inicio muy lento, con pérdida de memoria, incapacidad para razonar y trastornos del lenguaje, como afasia, ecolalia y dificultad en la comprensión del lenguaje hablado. También puede presentar cierto grado de apraxia y agnosia [4,6]. El diagnóstico de certeza sólo se consigue con la biopsia cerebral, observando la existencia de placas neuríticas extraneuronales, que constan de un núcleo esférico de fibrillas de Recibido: 27.09.00. Recibido en versión revisada: 17.10.00. Aceptado: 07.12.00. Servicio de Neurofisiología Clínica. Complexo Hospitalario Xeral-Calde. Lugo, España. sustancia amiloide, rodeadas de prolongaciones neuronales engrosadas, y ovillos intraneuronales de degeneración neurofibrilar, de distribución difusa en el sistema nervioso central, que predominan en lóbulo temporal e hipocampo [7,8]. Existen diversos métodos de exploración neurofisiológica de las demencias. El electroencefalograma (EEG) muestra, en la mayoría de pacientes con EA, un trazado normal o un enlentecimiento difuso inespecífico de la actividad de fondo, que suele hacerse más marcado a medida que avanza la enfermedad. Su utilidad se basa en que puede servir para descartar otras causas de demencia con patrones EEG específicos (p. ej., encefalopatías metabólicas, tóxicas, hipóxicas o infecciosas) o signos subclínicos de disfunción focal de la actividad cerebral [9]. Los potenciales evocados de larga latencia y, en especial, los potenciales evocados P300 han mostrado su utilidad en la exploración del deterioro de funciones superiores [10], con posibilidad de ofrecer datos cuantitativos; también se han utilizado en el seguimiento evolutivo de la enfermedad [11] y en la evaluación de la eficacia de los diversos tratamientos ensayados [12]. La medición del tiempo de reacción (TR) cuantifica el tiempo que el paciente tarda en reconocer un estímulo como señal y responder al mismo; es un parámetro que se alarga en las demencias [6,13]. La tasa de errores (TE) ante la presentación de estímulos ‘señal’, aleatoriamente entremezclados con estímulos ‘indiferentes’, cuantifica también el grado de deterioro de las funciones superiores [14]. OBJETIVOS 2001, REVISTA DE NEUROLOGÍA En el presente trabajo intentamos determinar en qué medida son útiles cada una de las exploraciones neurofisiológicas en el diagnóstico y seguimiento de la EA, y valoramos también la posibilidad de poder determinar en un futuro, de forma objetiva y cuan- REV NEUROL 2001; 32 (6): 525-528 525 Correspondencia: Dr. Alberto Fernández Lastra. Servicio de Neurofisiología Clínica. Complexo Hospitalario Xeral-Calde. Severo Ochoa, s/n. E-27004 Lugo. A. FERNÁNDEZ-LASTRA, ET AL Fz Fz Frecuentes Frecuentes Cz Cz Frecuentes Frecuentes Pz Pz Frecuentes Frecuentes Fz Fz Raros Raros Cz Raros Raros Pz Pz Raros Raros Figura 1. P300 normal, con latencia de 360 ms, en una mujer de 67 años sin signos de deterioro de las funciones superiores. Figura 2. P300 patológica, con latencia de 410 ms, en una mujer de 64 años con deterioro cognitivo muy leve y puntuación en el miniexamen cognitivo de 30. titativa, la eficacia de los diversos fármacos que se aplican en el tratamiento de estos pacientes. con intensidad de 90 dB nHL, y un intervalo entre estímulos de dos segundos. Se sigue un modelo oddball [17], según el cual se presenta una serie de estímulos frecuentes (2.000 Hz) y, de forma intercalada y aleatoria, un estímulo raro (1.000 Hz), que representa el 20% del total de estímulos. Los electrodos de registro se colocan en las posiciones Fz, Cz y Pz del sistema internacional 10/20. Se utiliza como referencia común A1. Aplicamos una ventana de filtro de entre 0,5 y 30 Hz. Tiempo de análisis de 1.000 ms. El potencial P300 puede obtenerse como respuesta pasiva o podemos pedir al paciente que realice alguna tarea asociada al estímulo raro, por ejemplo, levantar los dedos de una mano; este segundo método provoca potenciales de mayor amplitud y menor latencia, por lo que lo hemos preferido a la P300 pasiva. Cuantificamos la latencia P300, amplitud P300 y latencia P200 (Fig. 1). Utilizamos un equipo de exploración Medelec Sapphire Premiere de cuatro canales. PACIENTES Y MÉTODOS Obtención de la muestra Se confeccionan tablas de normalidad a partir de 22 sujetos voluntarios sanos y pacientes que acuden al Servicio de Neurofisiología por presentar enfermedades que no provocan deterioro de las funciones superiores, con edades comprendidas entre 20 y 90 años, con distribución normal por edades. Se selecciona una muestra de 33 pacientes, enviados a nuestro servicio por sospecha de EA. Serán evaluados en función de la historia clínica –teniendo en cuenta datos de laboratorio y radiológicos–, la exploración neuropsicológica (miniexamen cognitivo o Mini-Mental State Examination –MMSE–) [15] y las exploraciones neurofisiológicas –EEG, P300, TE, TR–, tras lo cual se clasifica al paciente en: ‘posible EA’, ‘probable EA’ y ‘otras demencias’, según los criterios establecidos por el grupo de trabajo del National Institute of Neurological and Communicative Disorders and Stroke/Alzheimer’s Disease and Related Disorders Association (NINCDS-ADRDA) [16]. Se excluye un paciente en el que no pudo objetivarse un deterioro de las funciones superiores. Se tiene en cuenta los datos de edad, sexo, tiempo de evolución y el tratamiento que se realiza. Mini-Mental State Examination Se aplica a cada paciente el MMSE y se cuantifica la puntuación total, determinándose en qué áreas de las exploradas se observa déficit de las funciones superiores. Electroencefalografía Se realiza exploración EEG de vigilia en condiciones basales de reposo, con activaciones de tipo hiperventilación y fotoestimulación. Se tiene en cuenta la aparición de anomalías específicas de procesos distintos a los de la EA que cursan con deterioro de las funciones superiores y anomalías focales lentas. Utilizamos un aparato electroencefalógrafo Nihon-Koden. Tiempo de reacción Con el mismo modelo oddball se pide al paciente que levante los dedos de una mano cada vez que escuche el estímulo raro. Se registra la señal electromiográfica, situando un electrodo de superficie sobre el músculo extensor común de los dedos. Esta prueba se realiza con cada mano. Se anota el menor TR obtenido. Tasa de errores Determinamos el porcentaje de errores que comete el paciente, cuando levanta los dedos ante un estímulo frecuente y cuando no los levanta ante un estímulo raro. Análisis estadístico Realizamos un análisis estadístico de los datos obtenidos: latencias y amplitudes del potencial P300, TR, TE y puntuaciones del MMSE en función de la edad, en sujetos normales y en los grupos de pacientes con demencias. Se determinará la posible correlación que pueda existir entre las distintas exploraciones y su eficacia y especificidad diagnóstica. Se han excluido del análisis los casos de valores extremos de latencia P300 que correspondían a pacientes con intenso deterioro de funciones y escasa o nula colaboración durante la prueba. RESULTADOS Y DISCUSIÓN Potenciales evocados P300 Empleamos 150 estímulos auditivos de 50 ms de duración, de modo binaural, 526 – En el análisis visual del trazado EEG se observó un patrón compatible con la normalidad en un 77% de los casos de EA probable. En el resto de REV NEUROL 2001; 32 (6): 525-528 ENFERMEDAD DE ALZHEIMER Tabla. Diagnóstico diferencial de la demencia. Demencias degenerativas primarias Enfermedad de Alzheimer Enfermedad de Pick Síndromes degenerativos corticales asimétricos (p. ej., demencia cortical posterior, afasia progresiva, atrofia corticobasal) Demencia en el curso de otras enfermedades degenerativas (p. ej., enfermedad de Parkinson, corea de Huntington) Demencias vasculares (p. ej., demencia multinfarto, enfermedad de Binswanger) Demencias infecciosas del sistema nervioso central (p. ej., sida, enfermedad de Creutzfeldt-Jakob) Demencias metabólicas, endocrinológicas o carenciales Demencias secundarias a lesión ocupante de espacio Demencias secundarias a tóxicos y fármacos Demencias secundarias a enfermedades inflamatorias del sistema nervioso central Demencias secundarias a hidrocefalias Pseudodemencia Deterioro secundario a trastornos psiquiátricos pacientes de este grupo se constató un enlentecimiento difuso de la actividad de fondo o la existencia de anomalías focales lentas de tipo brotes de ritmos theta, en áreas temporales de uno u otro hemisferio; correspondían a los pacientes con mayor edad y probablemente con más tiempo de evolución. En uno de los pacientes que recibimos con la sospecha de demencia tipo Alzheimer, el EEG mostraba un patrón sugestivo de encefalopatía metabólica que permitió reorientar el diagnóstico. – El TR aumenta discretamente con la edad. Respecto al grupo normal (132 a 182 ms; mediana 156 ms), los valores medios de este parámetro son superiores en EA probable (133 a 337 ms; mediana 188 ms) y en otras demencias (117 a 376 ms; mediana 181 ms), siendo las diferencias significativas únicamente entre el grupo normal y el de EA probable (p= 0,012 en la prueba de Kolmogorov-Smirnov para dos muestras). – La TE no evidencia diferencias significativas en nuestra muestra por grupos. – No se observan diferencias significativas en cuanto a amplitud de la onda P300, si bien conviene reseñar la dificultad del manejo de este parámetro debido a su escasa magnitud (6-24 µV), incluso en voluntarios sanos. – Las puntuaciones del MMSE muestran diferencias significativas entre sujetos normales (30 puntos) y los grupos de probable EA (12 a 30 puntos; mediana 22 puntos) con p< 0,001 en la prueba de Kolmogorov-Smirnov para dos muestras; posible EA (17 a 27 puntos; mediana 24) con p< 0,001, y otras demencias (9 a 27 puntos; mediana 24 puntos) con p< 0,001, aunque no entre los tres grupos de deterioro cognitivo. – El MMSE, admitiendo como límite inferior de normalidad 24 puntos, muestra para el diagnóstico de probable EA una sensibilidad del 77% y una especificidad del 82%. – Confirmamos lo ya descrito por otros investigadores [18] en cuanto a la relación directa entre la latencia de la P300 y la edad. Obtenemos tablas de normalidad ajustadas por edades para nuestro laboratorio. Este incremento parece deberse fundamentalmente al aumento del intervalo P200-P300, aunque la latencia de la onda P200 aumenta también, pero en menor medida. Sin embargo, observamos que el incremento es mucho más marcado para edades más jóvenes, de modo que los modelos de regresión logarítmica (F= 29,7 con significación <0,0001) y de potencia (F= 30,6 con significación <0,0001) se ajustan mejor al incremento de la latencia P300 en función de la edad, que el modelo lineal (F= 23,8 con significación del 0,0001). Según nuestros datos, en el grupo de voluntarios normales de edad ≥50 años, la latencia P300 no aumenta con la edad. REV NEUROL 2001; 32 (6): 525-528 Las pruebas de contrastación se realizan descartando los datos obtenidos para voluntarios sanos menores de 50 años. – Los valores de latencia de la onda P300 muestran diferencias significativas (p= 0,001 en la prueba de Kolmogorov-Smirnov para dos muestras) entre el grupo normal (351,4 ms ± 13,97) y el grupo de EA probable (390,6 ms ± 16,44), aunque con solapamiento en torno a valores próximos a 370 ms; así, en nuestra muestra, dos de los voluntarios sanos mostraban esta latencia, máxima para el grupo normal, mientras que dos de los pacientes incluidos en el grupo de EA probable presentaban esta misma latencia, mínima en este grupo. Los pacientes catalogados como posible EA no mostraron diferencias significativas respecto al grupo normal. Tampoco se hallaron diferencias significativas entre la latencia P300 de otras demencias y del grupo normal (p= 0,075). Establecemos el límite de normalidad de la latencia P300 en 375 ms, punto de corte que permite considerar como patológicos al 77% de los pacientes del grupo perteneciente a probable EA y como normales al 100% de los voluntarios sanos. – El grupo posible EA se ha definido sobre la base de la presencia de deterioro cognitivo y en ausencia de otros trastornos neurológicos, psiquiátricos o sistémicos que puedan ser causa de demencia, con variaciones en el inicio, presentación o curso clínico. Todos los casos de nuestra muestra presentaban latencias P300 normales, incluso los pacientes con puntuaciones bajas en el MMSE (17 a 27 puntos). Planteamos la posibilidad de que no correspondan realmente a demencia de tipo Alzheimer o que pertenezcan a subtipos de esta enfermedad, en cuyo caso la exploración de la latencia P300 se convertiría en una herramienta fundamental en el diagnóstico diferencial de las demencias. Cabe la posibilidad, sin embargo, de que en estos casos de deterioro cognitivo, casualmente, no se haya afectado el sistema neurofisiológico generador de la onda P300, por lo que consideramos necesario realizar un seguimiento clínico y neurofisiológico de este grupo de pacientes para llegar a una conclusión definitiva. – La latencia P300 muestra para el diagnóstico de ‘probable EA’ una sensibilidad del 77% y una especificidad del 83%. Es patológica en aproximadamente la mitad de los pacientes con ‘otras demencias’. – Un dato de enorme interés es la obtención en nuestra casuística de una latencia P300 significativamente patológica (410 y 420 ms) en dos mujeres de 64 y 76 años, respectivamente (Fig. 2), remitidas por su psiquiatra ante la sospecha de EA incipiente. Mostraban un deterioro cognitivo muy leve, que se expresaba como discreto déficit de memoria (p. ej., tenían que ayudarse de anotaciones para realizar las compras, cuando nunca lo habían necesitado). El MMSE daba una puntuación de 30 sobre 30 en ambos casos. Tras descartar otras causas, fueron diagnosticadas de EA. Esto nos hace considerar el aumento de latencia P300 como marcador de rasgo más que como marcador de estado. Además, no se observa correlación estadística entre latencia P300 y puntuaciones en el MMSE, lo que hace sospechar que la exploración neuropsicológica refleja de forma más sensible el grado de deterioro, mientras que la latencia P300 sería más específica y, en casos leves de EA, más sensible en cuanto a diagnóstico. Todo ello nos plantea la posibilidad de que pueda servir especialmente como exploración complementaria de ayuda al diagnóstico precoz, incluso para casos subclínicos. – Una de las pacientes con intenso deterioro de las funciones superiores, que fue enviada para exploración neurofisiológica por frecuentes caídas, presentaba una abolición completa de todos los potenciales evocados auditivos de larga latencia, hallazgo infrecuente incluso en casos avanzados de EA. Se atribuyó a afección subcortical. Posteriormente, en la exploración EEG con poligrafía de tipo electromiografía y con polisomnografía diurna en privación de sueño, se confirmó la sospecha de encefalopatía subcortical con patrón EEG inespecífico; enlentecimiento difuso de la actividad de fondo, fundamentalmente en rango theta; ondas lentas angulares de proyección en vértex, que apenas se modificaban durante el sueño, y mioclonías subcorticales (sin correlación con anomalías EEG paroxísticas) generalizadas, reflejas y, en algunos casos, aparentemente espontáneas, que disminuían discretamente durante el sueño, mostraban un predominio en la musculatura flexora y probablemente eran la causa de las caídas. Los datos electroclínicos correspondían probablemente a desaferentización de estructuras subcorticales en paciente con EA en estado avanzado. – Para el resto de los parámetros analizados se encontró nula o leve correlación estadística y mostraron menor eficacia en la discriminación entre los grupos explorados. – Nos planteamos la necesidad de realizar un control evolutivo de los pacientes incluidos en este estudio, especialmente de los que presentaban 527 A. FERNÁNDEZ-LASTRA, ET AL deterioro muy leve, con MMSE normal, así como los del grupo de posible EA, como se comentó anteriormente. En conclusión, los hallazgos de mayor interés se han obtenido, según nuestra experiencia, del EEG, del MMSE y de la latencia de los potenciales evocados P300. El parámetro neurofisiológico que se ha mostrado más eficaz en la ayuda al diagnóstico de la EA es la latencia P300, con una sensibilidad del 77% y una especificidad del 83%. El MMSE parece representar mejor el grado de deterioro cognitivo, mientras que la latencia P300 parece comportarse como un marcador de rasgo. La latencia P300 es de enorme valor diagnóstico, ya que se observa alterada en casos correspondientes a fases incipientes de la EA, con muy leve deterioro cognitivo. Según estas conclusiones nos parece de gran utilidad como exploración complementaria para ayudar al diagnóstico precoz en la demencia de tipo Alzheimer. BIBLIOGRAFÍA 1. DSM-IV. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. nal P300 latency changes in Alzheimer’s disease. J Gerontol 1989; 44: Barcelona: Masson; 1995. 195-200. 2. Rossor M. The dementias. In Bradley WG, Daroff RB, Fenichel GM, 12. Saletu B, Paulus E, Linzmayer L, Anderer P, Semlitsch HV, Grunberger Marsden CD, eds. Neurology in clinical practice. Boston: ButterJ, et al. 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Pretendemos evaluar la eficacia de diversas exploraciones neurofisiológicas en el diagnóstico y seguimiento de la EA. Pacientes y métodos. Después de confeccionar tablas de valores normales, seleccionamos una muestra de 33 pacientes con sospecha de EA. Tras la evaluación clínica, neuropsicológica (miniexamen cognitivo o Mini-Mental State Examination –MMSE–) y neurofisiológica (electroencefalografía –EEG–, potenciales P300, tiempo de reacción y tasa de errores), se clasifica al paciente según EA probable, EA posible y otras demencias, según criterios del NINCDS-ADRDA. Se realiza un análisis estadístico y de la casuística obtenida. Resultados. Los hallazgos de mayor interés se han obtenido, según nuestra experiencia, del EEG, del MMSE y de la latencia de los potenciales evocados P300. El parámetro neurofisiológico que se ha mostrado más eficaz en la ayuda al diagnóstico de la EA ha sido la latencia P300, con una sensibilidad del 77% y una especificidad del 83%. El MMSE parece representar mejor el grado de deterioro cognitivo, mientras que la latencia P300 parece comportarse como un marcador de rasgo. Conclusión. La latencia P300 es de enorme valor diagnóstico, ya que se observa alterada en casos correspondientes a fases incipientes de la EA, con muy leve deterioro cognitivo, incluso con puntuación de 30 en el MMSE. [REV NEUROL 2001; 32: 525-8] [http://www.revneurol.com/3206/k060525.pdf] Palabras clave. Demencia. Electroencefalografía. Enfermedad de Alzheimer. P300. Potenciales evocados cognitivos. Tasa de errores. Tiempo de reacción. 528 ESTUDO NEUROFISIOLÓGICO E POTENCIAIS EVOCADOS P300 NO DIAGNÓSTICO E SEGUIMENTO DE DOENTES COM DOENÇA DE ALZHEIMER Resumo. Introdução e objectivos. Actualmente baseamos o diagnóstico da doença de Alzheimer (DA) na avaliação clínica dos sintomas e em diversos estudos complementares, orientadas na sua maioria, para a exclusão de demências secundárias, embora o diagnóstico de certeza seja apenas possível por biopsia cerebral. Pretendemos avaliar a eficácia de diversos exames neurofisiológicos no diagnóstico e seguimento da DA. Doentes e métodos. Após o preenchimento de tabelas com valores normais, seleccionámos uma amostra de 33 doentes com suspeita de DA. Após avaliação clínica, neuropsicológica (Mini-Mental State Examination –MMST–), e neurofisiológica (electroencefalografia –EEG–, potenciais P300, tempo de reacção e índice de erro) classificaram-se os doentes em: DA provável, DA possível e outras doenças, segundo os critérios do NINCDS-ADRDA. Efectuou-se uma análise estatística e da casuística obtida. Resultados. Os achados de maior interesse foram obtidos, segundo a nossa experiência, a partir do EEG, do MMST e da latência dos potenciais evocados, P300. O parâmetro neurofisiológico mais eficaz para o diagnóstico da DA foi a latência P300, com uma sensibilidade de 77% e uma especificidade de 83%. O MMST parece melhor representar o grau de deterioração cognitiva, enquanto que a latência P300 comporta-se como um marcador de perfil. Conclusão. A latência P300 é de enorme valor diagnóstico, já que se encontra alterada em casos correspondentes a fases iniciais da DA, com ligeira deterioração cognitiva, inclusive com pontuação de 30 no MMST. [REV NEUROL 2001; 32: 525-8] [http://www.revneurol.com/3206/k060525.pdf] Palavras chave. Demência. Doença de Alzheimer. Electroencefalografia. Índice de erro. P300. Potenciais evocados cognitivos. Tempo de reacção. REV NEUROL 2001; 32 (6): 525-528