Subido por Viviana Melissa Hinojosa Peña

hidro - reflujo

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Descripción general

Sistema urinario femenino

Sistema urinario masculino
El reflujo vesicoureteral es el flujo anormal de orina que retrocede
desde la vejiga por los conductos (uréteres) que conectan los riñones
con la vejiga. Normalmente, la orina solo fluye desde los riñones hacia
la vejiga.
El reflujo vesicoureteral se diagnostica generalmente en lactantes y
niños. El trastorno aumenta el riesgo de sufrir infecciones urinarias,
que, si no se tratan, pueden causar daño renal.
El reflujo vesicoureteral puede ser primario o secundario. Los niños
con reflujo vesicoureteral primario nacen con una anomalía en la
válvula que normalmente evita que la orina retroceda desde la vejiga
por los uréteres. El reflujo vesicoureteral secundario se debe a un mal
funcionamiento de las vías urinarias, a menudo debido a una presión
anormalmente alta dentro de la vejiga.
Los niños pueden superar el reflujo vesicoureteral primario. El
tratamiento, que incluye medicamentos o cirugía, apunta a prevenir el
daño renal.
Tipos
1. Hidronefrosis
Síntomas

Hidronefrosis
Con frecuencia, las personas que padecen reflujo vesicoureteral
presentan infecciones urinarias. Una infección urinaria no siempre
provoca signos y síntomas notables, aunque la mayoría de las
personas tienen algunos.
Estos signos y síntomas pueden comprender los siguientes:

Necesidad imperiosa y constante de orinar

Sensación de ardor al orinar

Orinar frecuentemente en pequeñas cantidades

Sangre en la orina (hematuria) u orina turbia con un olor fuerte

Fiebre

Dolor en un costado o en el abdomen

Vacilación al orinar o aguantar la orina para evitar la sensación de
ardor
Una infección urinaria puede ser difícil de diagnosticar en los niños, ya
que estos pueden tener solo signos y síntomas no específicos. Los
signos y síntomas de un bebé con infección urinaria también pueden
comprender los siguientes:

Fiebre inexplicable

Diarrea

Falta de apetito

Irritabilidad
A medida que tu hijo crece, el reflujo vesicoureteral no tratado puede
provocar lo siguiente:

Incontinencia urinaria durante la noche

Estreñimiento o pérdida de control de la evacuación intestinal

Presión arterial alta

Proteína en la orina

Insuficiencia renal
Otro indicio de reflujo vesicoureteral, que puede detectarse antes del
nacimiento mediante una ecografía, es la inflamación de los riñones o
de las estructuras que recogen la orina de uno o de ambos riñones
(hidronefrosis) en el feto, causada por el retroceso de la orina a los
riñones.
Cuándo consultar al médico
Consulta con tu médico de inmediato si tu hijo presenta alguno de los
signos o síntomas de una infección urinaria, entre ellos:

Necesidad imperiosa y constante de orinar

Sensación de ardor al orinar

Dolor abdominal o lateral

Vacilación antes de orinar
Si tu hijo tiene fiebre, llama al médico en los siguientes casos:

Tiene menos de 3 meses de edad y la temperatura rectal es de
100,4 °F (38 °C) o superior

Tiene 3 meses de edad o más y la temperatura es de 102 °F
(38,9 °C) o superior, sin ningún otro motivo aparente, como una
vacunación reciente
Además, consulta con tu médico sin demora si tu bebé presenta los
siguientes signos y síntomas:

Cambios en el apetito. Si el bebé rechaza la alimentación varias
veces seguidas o se alimenta poco, contacta al médico.

Cambios en el estado de ánimo. Si lo notas letárgico o resulta
inusualmente difícil despertarlo, cuéntale al médico de inmediato.
También infórmale si el bebé está continuamente irritable o si
tiene períodos de llanto inconsolable.

Diarrea. Comunícate con el médico si varias deposiciones del
bebé son especialmente líquidas o acuosas.

Vómitos. La regurgitación esporádica es normal. Comunícate con
el médico si el bebé devuelve porciones grandes cuando lo
alimentas en varias oportunidades o si vomita intensamente
después de cada alimentación.
Solicite una Consulta en Mayo Clinic
Causas
El sistema urinario comprende los riñones, los uréteres, la vejiga y la
uretra. Todos participan en la eliminación de desechos del cuerpo.
Los riñones, un par de órganos con forma de frijoles que se
encuentran detrás de la parte superior del abdomen, filtran los
desechos, el agua y los electrolitos (minerales como el sodio, el calcio
y el potasio que ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en el
cuerpo) del organismo.
Los tubos denominados «uréteres» transportan la orina desde los
riñones hacia la vejiga, donde se almacena hasta que se elimina del
cuerpo a través de otro tubo (la uretra) durante la micción.
El reflujo vesicoureteral puede ocurrir de dos formas, primaria y
secundaria:

Reflujo vesicoureteral primario. La causa de esta forma más
frecuente es un defecto que está presente antes del nacimiento
(congénito). El defecto está en la válvula funcional entre la vejiga y
un uréter que normalmente se cierra para prevenir que la orina
fluya hacia atrás.
A medida que tu hijo crece, los uréteres se hacen más largos y se
enderezan, y esto puede mejorar el funcionamiento de la válvula
y, con el tiempo, resolver el reflujo. Este tipo de reflujo
vesicoureteral tiende a presentarse dentro de la familia, lo que
indica que puede ser genético, aunque se desconoce la causa
exacta del defecto.

Reflujo vesicoureteral secundario. La causa de esta forma de
reflujo suele ser la incapacidad de la vejiga para vaciarse de
manera adecuada, ya sea debido a una obstrucción o a una falla
del músculo de la vejiga o a un daño en los nervios que controlan
el vaciamiento normal de la vejiga.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo de padecer el reflujo vesicoureteral son los
siguientes:

Disfunción de la vejiga y de los intestinos. Los niños que
padecen disfunción de la vejiga y de los intestinos retienen la orina
y las heces, y experimentan infecciones urinarias recurrentes, lo
que puede contribuir al reflujo vesicoureteral.

Raza. Los niños blancos parecen tener un mayor riesgo de
padecer reflujo vesicoureteral.

Sexo. En general, las niñas tienen aproximadamente el doble de
riesgo de tener esta afección en comparación con los varones. La
excepción es el reflujo vesicoureteral que se presenta al nacer,
que es más frecuente en los varones.

Edad. Los bebés y niños de hasta 2 años son más propensos a
tener reflujo vesicoureteral que los niños de más edad.

Antecedentes familiares. El reflujo vesicoureteral primario tiende
a ser un rasgo de familia. Los niños cuyos padres tuvieron la
afección están en mayor riesgo de padecerla.
Los hermanos de niños que tienen esta afección también
presentan mayor riesgo, por lo que el médico puede recomendarte
un examen para la detección en los hermanos de un niño con
reflujo vesicoureteral primario.
Complicaciones
El daño renal es la preocupación principal del reflujo vesicoureteral.
Cuanto más intenso es el reflujo, más graves pueden ser las
complicaciones.
Las complicaciones pueden ser las siguientes:

Formación de cicatrices renales (en el riñón). Las infecciones
urinarias sin tratar pueden causar la formación de cicatrices,
también conocida como «nefropatía por reflujo», que es el daño
permanente del tejido renal. La presencia extendida de cicatrices
puede causar presión arterial alta e insuficiencia renal.

Presión arterial alta (hipertensión). Debido a que los riñones
eliminan los desechos del torrente sanguíneo, el daño en los
riñones y la acumulación de desechos resultante pueden elevar la
presión arterial.

Insuficiencia renal. Las cicatrices pueden causar la pérdida de la
función de la parte de filtrado del riñón. Esto puede provocar
insuficiencia renal, que puede ocurrir de manera rápida
(insuficiencia renal aguda) o puede formarse con el paso del
tiempo (enfermedad renal crónica).
Diagnóstico
El uroanálisis —un análisis de una muestra de orina— puede revelar si
tu hijo tiene una infección urinaria. Para determinar la presencia del
reflujo vesicoureteral se necesitan otras pruebas, tales como:

Ecografía de riñón y vejiga. Este método por imágenes, también
conocido como «sonografía», usa ondas sonoras de alta
frecuencia para producir imágenes del riñón y la vejiga. La
ecografía puede detectar anomalías estructurales.
Esta misma tecnología, que se usa frecuentemente durante el
embarazo para comprobar el desarrollo fetal, también puede
revelar si el bebé tiene los riñones hinchados, una indicación de
reflujo vesicoureteral primario.

Cistouretrografía miccional. Esta prueba usa radiografías de la
vejiga cuando está llena y cuando se vacía para detectar
anomalías. Mientras el niño yace de espaldas en una mesa de
rayos X, se le inserta por la uretra un tubo delgado y flexible
(catéter) hasta la vejiga.
Por el catéter se inyecta un medio de contraste en la vejiga del
niño y luego se toman radiografías de la vejiga en diversas
posiciones. Después se retira el catéter para que el niño pueda
orinar y durante la micción se toman más radiografías de la vejiga
y la uretra para comprobar si las vías urinarias funcionan
correctamente.
Los riesgos asociados con esta prueba son la incomodidad del
catéter o de tener la vejiga llena, y la posibilidad de una nueva
infección de las vías urinarias.

Exploración nuclear. Esta prueba, conocida como «cistografía
con radionúclidos», emplea un procedimiento similar al usado para
la cistouretrografía miccional, excepto que, en lugar del medio de
contraste que se inyecta en la vejiga del niño a través del catéter,
esta prueba usa un marcador radioactivo (radioisótopo). El
escáner detecta el marcador radioactivo y muestra si las vías
urinarias funcionan correctamente.
Los riesgos son la incomodidad del catéter y el malestar al orinar.
Cómo se califica el trastorno
Los médicos califican el reflujo vesicoureteral según el grado de
reflujo. En los casos más leves, la orina regresa solo al uréter
(grado I). Los casos más graves comprenden hinchazón grave del
riñón (hidronefrosis) y retorcimiento del uréter (grado V).

Reflujo vesicoureteral - atención en Mayo Clinic

Análisis de orina
Tratamiento
Las opciones de tratamiento del reflujo vesicoureteral dependen de la
gravedad de la afección. Los niños con casos leves de reflujo
vesicoureteral primario pueden, con el tiempo, superar el trastorno. En
este caso, el médico puede recomendar un abordaje que consiste en
esperar y ver los resultados.
En el caso de un reflujo vesicoureteral más grave, las opciones de
tratamiento comprenden:
Medicamentos
Las infecciones urinarias requieren un tratamiento inmediato con
antibióticos para evitar su propagación a los riñones. Para prevenir las
infecciones urinarias, los médicos también pueden recetar antibióticos
en una dosis menor que para tratarlas.
Es necesario controlar a los niños tratados con medicamentos
mientras estén tomando antibióticos. Esto comprende exploraciones
físicas periódicas y análisis de orina para detectar infecciones
intercurrentes —infecciones urinarias que se producen a pesar del
tratamiento antibiótico— y exploraciones radiográficas ocasionales de
la vejiga y los riñones para determinar si tu hijo ha superado el reflujo
vesicoureteral.
Cirugía

Cistoscopia femenina

Cistoscopia masculina
La cirugía del reflujo vesicoureteral repara el defecto en la válvula
ubicada entre la vejiga y cada uréter afectado. Un defecto en la válvula
evita que se cierre e impida el flujo de orina en sentido retrógrado.
Los métodos de reparación quirúrgica son los siguientes:

Cirugía abierta. Realizada con anestesia general, esta cirugía
requiere una incisión en la parte inferior del abdomen, a través de
la cual el cirujano repara la malformación que provoca el
problema.
Usualmente, este tipo de cirugía requiere unos días de estancia
en el hospital, durante los cuales se deja colocada una sonda para
drenar la vejiga del niño. El reflujo vesicoureteral puede persistir
en un grupo pequeño de niños, pero generalmente se resuelve por
sí solo sin necesidad de otra intervención.

Cirugía laparoscópica asistida por robot. Similar a la cirugía
abierta, este procedimiento comprende la reparación de la válvula
entre el uréter y la vejiga, pero se realiza con incisiones pequeñas.
Las ventajas comprenden incisiones más pequeñas y,
posiblemente, menos espasmos vesicales que en la cirugía
abierta. Sin embargo, los resultados preliminares sugieren que la
cirugía laparoscópica asistida por robot podría no tener una tasa
de éxito tan alta como la de la cirugía abierta. El procedimiento
también se ha asociado con un mayor tiempo de operación, pero
una menor estancia hospitalaria.

Cirugía endoscópica. En este procedimiento, el médico inserta
por la uretra un tubo iluminado (cistoscopio) para visualizar el
interior de la vejiga del niño, luego inyecta una sustancia
abultadora alrededor de la abertura del uréter afectado para tratar
de fortalecer la capacidad de la válvula para cerrarse
correctamente.
En comparación con la cirugía abierta, este método es
mínimamente invasivo y presenta menos riesgos, aunque puede
no ser tan eficaz. Este procedimiento también requiere anestesia
general, pero, usualmente, puede realizarse como cirugía
ambulatoria.
El tratamiento del reflujo vesicoureteral en Mayo Clinic es único en
cuanto a su enfoque individualizado de atención médica. No todos los
casos de reflujo son iguales. Los urólogos pediátricos de Mayo Clinic
hacen hincapié en la realización de una historia clínica y una
exploración exhaustivas para brindar la atención adecuada a cada
paciente y familia.
Debido a que la disfunción de la vejiga o de los intestinos puede tener
un impacto significativo en algunos pacientes que padecen infecciones
urinarias recurrentes, con o sin reflujo, Mayo Clinic cuenta con un
programa de vanguardia para la rehabilitación y la
biorretroalimentación del suelo pélvico a fin de ayudar a curar estas
afecciones.
Cuando se requiere una cirugía, tu equipo de atención de Mayo Clinic
implementa un plan quirúrgico diseñado para brindar los mejores
resultados con el método menos invasivo. Los médicos de Mayo Clinic
son innovadores en el procedimiento de cirugía endoscópica con
incisiones ocultas, que permite realizar una cirugía con incisiones que
no son visibles si el niño usa un traje de baño.
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Estilo de vida y remedios caseros
Las infecciones urinarias, que son muy frecuentes en personas con
reflujo vesicoureteral, pueden ser dolorosas. Sin embargo, puedes
tomar medidas para aliviar el malestar de tu hijo hasta que los
antibióticos curen la infección. Estas son algunas de ellas:

Alienta a tu hijo a beber líquidos, particularmente agua. Beber
agua diluye la orina y puede ayudar a eliminar las bacterias.
Evita los jugos y refrescos que contengan cítricos y cafeína hasta
que la infección de tu hijo haya desaparecido. Estos pueden irritar
la vejiga y tienden a empeorar la necesidad frecuente o urgente de
orinar.

Proporciona una manta o toalla tibia. Coloca una toalla o manta
en la secadora durante unos minutos para calentarla. Asegúrate
de que la toalla o la manta esté tibia, no caliente, y luego colócala
sobre el abdomen del niño. El calor puede ayudar a minimizar las
sensaciones de presión o dolor de la vejiga.
Si la disfunción de la vejiga y de los intestinos contribuye al reflujo
vesicoureteral de tu hijo, fomenta hábitos de evacuación saludables.
Evitar el estreñimiento y vaciar la vejiga cada dos horas cuando está
despierto puede ser útil.
Preparación para la consulta
Los médicos generalmente descubren el reflujo vesicoureteral al
realizar pruebas de seguimiento cuando se le diagnostica infección
urinaria a un lactante o a un niño pequeño. Si tu hijo tiene signos y
síntomas como dolor o ardor al orinar o fiebre persistente e
inexplicable, llama a su médico.
Después de la evaluación, es posible que tu hijo sea derivado a un
médico que se especializa en afecciones en las vías urinarias
(urólogo).
La siguiente información te ayudará a prepararte y a saber qué
esperar del médico de tu hijo.
Qué puedes hacer
Antes de la consulta, tómate un tiempo para anotar información clave,
por ejemplo:

Signos y síntomas que ha presentado tu hijo, y su duración

Información sobre la historia clínica de tu hijo, incluso otros
problemas de salud recientes

Detalles sobre la historia clínica de tu familia, incluso si algún
familiar de primer grado de tu hijo, como padre, madre o
hermanos, ha recibido un diagnóstico de reflujo vesicoureteral

Nombres y dosis de todos los medicamentos recetados y de
venta libre que tu hijo está tomando

Preguntas para hacerle al médico
Para el reflujo vesicoureteral, algunas preguntas básicas para hacerle
al médico de tu hijo son las siguientes:

¿Cuál es la causa probable de los signos y síntomas de mi hijo?

¿Es una infección en la vejiga o en el riñón?

¿Existen otras causas posibles de estos síntomas?

¿Qué tipos de pruebas necesita hacerse mi hijo?

¿Qué probabilidades existen de que la enfermedad de mi hijo se
resuelva sin tratamiento?

¿Cuáles son los beneficios y riesgos del tratamiento recomendado
en el caso de mi hijo?

¿Mi hijo corre riesgo de sufrir complicaciones de esta
enfermedad?

¿Cómo supervisarás la salud de mi hijo con el paso del tiempo?

¿Qué medidas puedo tomar para reducir el riesgo que corre mi
hijo de sufrir infecciones urinarias en el futuro?

¿Mis otros hijos corren más riesgo de sufrir esta enfermedad?

¿Recomiendas que mi hijo consulte a un especialista?
No dudes en hacer preguntas que te surjan durante la consulta de tu
hijo. A veces, la mejor opción de tratamiento para el reflujo
vesicoureteral no está tan clara y puede variar entre la conducta
expectante y la cirugía. Para arribar a una decisión sobre un
tratamiento que se considere adecuado para ti y para tu hijo, es
importante que comprendas la enfermedad de tu hijo y los beneficios y
los riesgos de cada terapia disponible.
Qué esperar del médico
El médico de tu hijo le realizará una exploración física. Es probable
que el médico también te haga una serie de preguntas. Estar
preparado para responderlas puede dejar tiempo para repasar los
puntos a los que quieres dedicar más tiempo. El médico puede
preguntarte lo siguiente:

¿Cuándo notaste por primera vez que tu hijo tenía síntomas?

¿Han sido continuos u ocasionales?

¿Qué tan graves son los síntomas de tu hijo?

¿Hay algo que parezca mejorar estos síntomas?

¿Existe algo que, al parecer, los empeore?

¿Hay alguien en tu familia con antecedentes de reflujo
vesicoureteral?

¿Tu hijo ha tenido algún problema de crecimiento?

¿Qué tipos de antibióticos ha recibido tu hijo para otras
infecciones, como las infecciones en los oídos?
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