LA EXPERIENCIA TANTRICA CAPÍTULO 1 Apuntando al uno CANCIÓN REAL DE SARAHA Me inclino ante el noble Manjusri, Me inclino ante el que ha Conquistado lo finito. Igual que el agua mansa azotada por el viento Se convierte en olas y remolinos, Así piensa de Saraha el rey De muchas maneras, aunque sólo sea un hombre. Para un tonto bizco, Una lámpara es como dos, Cuando lo visto y el que ve no son dos, ¡Ah! la mente trabaja sobre el objeto de ambos. Aunque las lámparas de la casa Se hayan encendido, El ciego vive en la oscuridad. Aunque la espontaneidad Esta cerca y lo abarca todo, Para los ilusos permanece Siempre lejana. Aunque pueda haber muchos ríos, En el mar son uno. Aunque pueda haber muchas mentiras, Una verdad las conquistará todas. Cuando un sol aparece, La oscuridad, por profunda que sea, Desaparece. Gautama el Budha es el maestro más grande que haya caminado sobre la Tierra. Cristo, al igual que Krishna, Mahavira, Mahoma, y muchos otros, son grandes maestros; pero Budha todavía sigue siendo el más grande de ellos. No es que la consecución de su iluminación sea mayor que la de los otros (la iluminación no es ni mayor ni menor) él ha alcanzado la misma calidad de consciencia que Mahavira, Cristo, Zaratustra, o Lao Tzu. La cuestión no es que cualquier hombre iluminado esté más iluminado que cualquier otro. Pero en lo concerniente a ser maestro Budha es incomparable, porque a través de él miles de personas han alcanzado la iluminación. Nunca ha ocurrido con ningún otro maestro. Su línea ha sido la más fructífera, su familia ha sido la más fructífera hasta ahora. Él es como un gran árbol con muchas ramas; y cada rama está cargada con muchos frutos. Mahavira se quedó en un fenómeno local. Krishna cayó en manos de los eruditos y se perdió. Cristo fue totalmente destruido por los sacerdotes. Muchas cosas pudieron haber ocurrido, pero no ocurrieron; Budha fue tremendamente afortunado en eso. No es que los sacerdotes no lo intentaran, no es que los eruditos no lo intentaran, hicieron todo lo que pudieron; pero de alguna forma las enseñanzas de Budha estaban ingeniadas de tal manera que no pudieron ser destruidas. Todavía están vivas. Aún después de veinticinco siglos en su árbol brotan algunas flores, todavía florece. Llega la primavera, y todavía emana fragancia, todavía da frutos. Saraha también es un fruto del mismo árbol. Saraha nació al rededor de dos siglos después de Budha; él estaba en línea directa por una rama diferente. Una línea que va desde Mahakashyapa hasta Bodhidharma, de la cual nació el Zen; esa rama todavía está llena de flores. Otra rama va desde Budha a su hijo, Rahul Bhadra, y de Rahul Bhadra a Sri Kirti, y de Sri Kirti a Saraha, y de Saraha a Nagarjuna; esa es la rama del Tantra. Dando frutos todavía en el Tíbet. El Tantra convirtió al Tíbet, y Saraha es el fundador del Tantra al igual que Bodhidharma es el fundador del Zen. Bodhidharma conquistó China, Corea, Japón; Saraha conquistó el Tíbet. Estas canciones de Saraha tienen una gran belleza. Son la mismísima base del Tantra. Primero tendrás que entender la actitud del Tantra ante la vida, la visión tántrica de la vida. La visión básica del Tantra es esta (muy radical, revolucionaria y rebelde): Su visión básica es que el mundo no está dividido en lo alto y lo bajo, sino que el mundo es una unidad. Lo alto y lo bajo se dan la mano. Lo alto incluye lo bajo, y lo bajo incluye lo alto. Lo alto se esconde en lo bajo; así que no hay que negar lo bajo, no hay que condenarlo, no tiene que ser destruido o aniquilado. Lo bajo tiene que ser transformado. Hay que permitir que surja lo bajo... y lo bajo se convierte en lo alto. Entre el diablo y Dios no hay una distancia insalvable: el diablo lleva a Dios en lo más profundo de su corazón. Una vez que el corazón empieza a funcionar el diablo se convierte en Dios. Esa es la razón por la que la misma raíz de la palabra diablo significa lo mismo que divino. La palabra diablo viene de divino; es lo divino que todavía no ha evolucionado, eso es todo. No es que el diablo este en contra de lo divino, no es que el diablo esté tratando de destruir lo divino; de hecho el diablo esta tratando de encontrar lo divino. El diablo está en el camino hacia lo divino; no es el enemigo, es la semilla. Lo divino es el árbol en pleno florecimiento, y el diablo es la semilla; pero el árbol está escondido en la semilla. La semilla no está en contra del árbol. De hecho el árbol no puede existir sin la semilla. El árbol no está en contra de la semilla; son partícipes de una tremenda amistad; están juntos. El veneno y el néctar son dos fases de la misma energía, lo mismo pasa con la vida y la muerte, y con todas las cosas: día y noche, amor y odio, sexo y superconsciencia. El Tantra dice: nunca condenes nada; la actitud de condenar es una actitud estúpida. Al condenar algo te niegas a ti mismo la posibilidad que se te hubiera abierto si hubieras transformado lo bajo. No condenes el lodo, porque en el lodo está escondido la flor del loto; utiliza el lodo para producir flores de loto. Por supuesto el lodo no es todavía la flor, pero puede ser. Y la persona creativa, la persona religiosa, ayudará al lodo a liberar su flor de loto para que el loto pueda ser libre del lodo. Saraha es el fundador de la visión tántrica. Esto tiene una tremenda importancia; y particularmente en el momento presente de la historia humana, porque un hombre nuevo está afanándose por nacer, una nueva consciencia está llamando a la puerta. El futuro será del Tantra, porque ahora, las actitudes duales ya no pueden dominar la mente del hombre. Lo han intentado durante siglos (y han mutilado al hombre y han hecho al hombre culpable). No han hecho al hombre libre, le han aprisionado. Tampoco han hecho al hombre más feliz, le han hecho muy desgraciado. Han condenado todo: desde la comida hasta el sexo, han condenado todas las cosas, desde las relaciones hasta la amistad, lo han condenado todo. Se condena el amor, se condena el cuerpo, se condena la mente. No te han dejado ni siquiera unos centímetros donde afianzarte; se han llevado todo y el hombre está colgando, sencillamente colgando. Este estado del hombre no se puede tolerar más. El Tantra puede darte una nueva perspectiva (por eso he escogido a Saraha). Saraha es una de mis más queridas personas, es mi viejo romance. Puede que tú ni siquiera hayas oído el nombre de Saraha, pero Saraha es uno de los mayores benefactores de la humanidad. Si tuviera que elegir diez benefactores de la humanidad con los dedos de mis manos Saraha sería uno de los diez. Si tuviera que elegir cinco, tampoco me sería posible no contar con Saraha. Antes de que entremos en estas canciones de Saraha, unas cuantas cosas acerca de la vida de Saraha. Saraha nació en Vidarbha (Vidarbha es parte de Maharastra, muy cerca de Puna). Nació durante el reinado del rey Mahapala. Era hijo de un sabio brahmin que estaba en la corte del rey Mahapala; el padre era cortesano, así que el joven también fue cortesano. Tenía cuatro hermanos; todos eran grandes eruditos, y él era el más joven y el más inteligente de todos ellos. Poco a poco su fama se extendió por todo el país, y el rey estaba casi embrujado por su soberbia inteligencia. Los cuatro hermanos también eran grandes eruditos, pero nada comparados con Saraha. Al madurar, los cuatro se casaron. El rey estaba dispuesto a darle su propia hija a Saraha; pero Saraha quiso renunciar a todo, Saraha quiso convertirse en sannyasin. El rey se sintió herido; trató de persuadir a Saraha; él era un joven tan maravilloso, tan inteligente, tan guapo. Su fama se extendía por todo el país y gracias a él la corte de Mahapala se estaba haciendo famosa. El rey estaba preocupado, no quería que este joven se convirtiera en sannyasin. Quería protegerle, quería darle todas las comodidades posibles; estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por él. Pero Saraha insistió y le tuvo que conceder el permiso: se convirtió en sannyasin, se hizo discípulo de Sri Kirti. Sri Kirti es la línea directa de Budha; Gautama Budha, luego su hijo Rahul Bhadra, y después Sri Kirti. Tan sólo hay dos maestros entre Saraha y Budha; él no está muy lejos de Budha. El árbol debería estar todavía muy, muy verde; todavía las vibraciones debían estar muy, muy vivas. Budha acababa de irse; el ambiente debía de estar lleno de su fragancia. El rey se sorprendió, porque Saraha era un brahmin. Si quería hacerse sannyasin debería haberse hecho sannyasin hindú, pero escogió un maestro budista. La familia de Saraha también estaba muy preocupado; de hecho todos se convirtieron en enemigos: eso no estaba bien. Y las cosas empeoraron aún más; pero ya llegaremos a eso. El nombre original de Saraha era Rahul, el nombre que le puso el padre. Veamos como se convirtió en Saraha; es una preciosa historia. Cuando fue a ver a Sri Kirti, lo primero que Sri Kirti le dijo fue: «Olvida todos tus Vedas, todo lo que has aprendido y todas esas tonterías». Era muy difícil para Saraha, pero él estaba dispuesto a cualquier cosa. Había algo en la presencia de Sri Kirti que le atrajo; Sri Kirti era un gran imán. Abandonó todo lo que había aprendido y se volvió un analfabeto de nuevo. Esta es una de las mayores renuncias. Es fácil renunciar a la riqueza, es fácil renunciar a un gran reino, pero renunciar al conocimiento es lo más difícil del mundo. En primer lugar, ¿cómo renunciar a él?: está dentro de ti. Puedes escapar de tu reino, puedes distribuir tu riqueza pero, ¿cómo puedes renunciar a tu conocimiento? Y además es demasiado doloroso convertirse en un ignorante de nuevo. Es la mayor austeridad que existe, volverse ignorante de nuevo, volverse otra vez inocente como un niño. Pero Saraha estaba dispuesto. Pasaron los años, y poco a poco borro todo lo que sabía. Se convirtió en un gran meditador. Igual que se había hecho muy famoso como sabio, ahora empezaba a extenderse su fama como meditador. Empezó a venir gente desde lugares muy lejanos tan sólo para estar un rato con este joven que se había vuelto tan inocente, como una hoja fresca, o como las gotas de rocío sobre la hierba en la mañana. Un día, mientras que Saraha estaba meditando, de repente tuvo una visión: la visión de una mujer en el mercado que iba a ser su verdadera maestra. Sri Kirti tan sólo le puso en el camino, pero la verdadera enseñanza vendría de una mujer. También hay que comprender esto: el Tantra es lo único que nunca ha sido machista. De hecho para entrar en el Tantra necesitarás la cooperación de una mujer sabia; sin una mujer sabia no te será posible entrar en el complejo mundo del Tantra. Él tuvo una visión: una mujer en el mercado. Así que dos cosas, primero, una mujer; segundo, en el mercado. El Tantra se desarrolla en el mercado, en lo burdo de la vida. No es una actitud de negación, es una total positividad. Saraha se levantó. Sri Kirti le preguntó: «¿Dónde vas?» Y el dijo: «Tú me has enseñado el camino. Tú me has quitado mis conocimientos. Tú has hecho la mitad del trabajo; has borrado mi pizarra. Ahora estoy preparado para hacer la otra mitad.» Con la bendición de Sri Kirti, que reía, se marchó. Fue al mercado; se sorprendió, realmente encontró la mujer que había visto en su visión. La mujer estaba haciendo un arco; era una mujer arquera. La tercera cosa que hay que recordar acerca de lo que el Tantra dice es: cuanta más cultura tenga una persona, cuanto más civilizada sea, menor es su posibilidad de transformación tántrica. Cuanto menos civilizada sea, cuanto más primitiva, más viva está una persona. Cuanto más civilizado te vuelves, más de plástico te vuelves; te vuelves artificial, te vuelves demasiado culto, pierdes tus raíces en la tierra. Tienes miedo del mundo embarrado. Empiezas a vivir lejos del mundo, empiezas a tomar una pose como si no fueras del mundo. El Tantra dice: Para encontrar a la verdadera persona tendrás que ir a las raíces. También dice el Tantra: Aquellos que todavía están sin civilizar, sin educar, sin cultura, están más vivos, tienen más vitalidad. Y esta también es una observación de los psicólogos modernos. Un negro es más vital que un americano: ese es el miedo de los americanos. El americano tiene mucho miedo del negro. El miedo se debe a que el americano se ha vuelto muy de plástico, y el negro todavía es vital, todavía tiene los pies en el suelo. El conflicto entre los blancos y los negros en América no es realmente el conflicto entre el blanco y el negro, es el conflicto entre el plástico y lo real. Y el americano, el hombre blanco, tiene mucho miedo: básicamente tiene miedo de que, si al negro se le permite, él perderá su mujer, el americano blanco perderá su mujer. El negro es más vital, sexualmente más vital, está más vivo; su energía todavía es salvaje. Y ese es uno de los mayores miedos de la gente civilizada: perder su mujer. Saben que si hay personas más vitales, ellos no podrán retener a sus mujeres. El Tantra dice: En el mundo de aquellos que todavía son primitivos, hay una posibilidad de empezar a crecer. Tú has crecido en una dirección equivocada; ellos todavía no han crecido, ellos aún pueden escoger la dirección correcta, tienen un mayor potencial. Y no tienen que deshacer nada, pueden proceder directamente. Una arquera es una mujer de casta baja, y para Saraha (un brahmin culto, famoso, que puede pertenecer a la corte del rey) ir con una arquera es simbólico. El hombre culto tiene que ir a lo vital, el plástico tiene que ir a lo real. Él vio a esta mujer (una mujer joven, muy viva, radiante de vitalidad) tallando una flecha, sin mirar ni a la derecha ni a la izquierda sino completamente absorta en hacer la flecha. Él inmediatamente sintió algo extraordinario en su presencia, algo que nunca antes había sentido. Hasta Sri Kirti, su maestro, palidecería ante la presencia de esta mujer. Algo fresco, algo que procedía de la mismísima fuente...