LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL y LA PUBLICIDAD Hace algunos años, escuchar la expresión inteligencia artificial, era remitirnos directamente a la película del director Steven Spielberg, A.I. David, un niño robótico muy avanzado, anhela convertirse en humano para poder recuperar el amor de su madre adoptiva que lo abandonó. Pronto se embarca en un viaje para hacer realidad sus sueños. La noción de inteligencia artificial, está delimitada por los avances y procesos en los cuales interviene la tecnología. La humanidad y lo tecnológico se han desarrollado en conjunto. Su filosofía influye en ella. Hombre y ciencia han evolucionado para representar su interacción con el mundo. En el espíritu de lo técnico (Blumenberg), se puede encontrar el término mecánica (mekhané), en el sentido de ardid, artificio, maquinación. Los griegos comprendían los mecanismos como los elementos de fuerza para mover un gran peso, y esto era considerado un objeto que “burlaba” la naturaleza. Estos “artificios” comienzan a moldear el origen del concepto artificial, y repensar los límites del término. La correlación entre técnica y naturaleza la ejemplifica el poeta Antífono, “mediante el arte nosotros dominamos lo que nos domina”. El conocimiento llevó a la techné, y ésta a su vez a la producción, en la que el hombre se vuelve a crear a sí mismo en el espejo de sus instrumentos y utensilios (Galileo). La tecnología se presenta como una nueva realidad, y como un huracán que se denomina progreso (Benjamin). Lo mecánico fue lo técnico, y después varió a lo tecnológico. Lo tecnológico mudó en lo electrónico, y este en lo digital y en lo cibernético. En el núcleo de transformación y creación, contiene un objeto, la máquina. Un sistema administrado por estructuras e intenciones, subordinado a leyes que responden a propósitos e interacciones. Un artificio de escritura de tiempo (Deleuze). El término inteligencia procede del latín intelligentia, esta es una palabra compuesta por otros dos términos: intus (entre) y legere (escoger). Por lo tanto, el origen etimológico del concepto de inteligencia hace referencia a quien sabe elegir, es esa capacidad de que propicia la selección de la alternativa más conveniente para la resolución de un conflicto. El progreso de la inteligencia artificial es asombroso. Los esfuerzos para avanzar en los conceptos de la Inteligencia Artificial -IA-, en los últimos veinte años han resultado en algunas innovaciones realmente sorprendentes. Hablar de Big data, investigación médica y vehículos autónomos son solo algunas de las increíbles aplicaciones que surgen del desarrollo de IA. Para coexistir con algunos de los conceptos más profundos, como la minería de datos, el procesamiento del lenguaje natural y el software de conducción, es preciso interactuar con los tres conceptos básicos de la Inteligencia Artificial: aprendizaje automático, aprendizaje profundo y redes neuronales. Estas tres ideas pueden permitir que las máquinas de hardware y software "piensen" y actúen dinámicamente, fuera de los límites del código. Comprender estos conceptos básicos puede conducir a temas de IA más avanzados, sin olvidar la ética en la inteligencia artificial. La IA está más cerca de lo que sospechamos. Es probable que todos hayamos interactuado con algún tipo de IA en nuestras actividades cotidianas. Cuando usamos Gmail, por ejemplo, podemos disfrutar de la función de filtrado automático de correo electrónico. Con un teléfono inteligente, probablemente hemos añadido una reunión en el calendario con la ayuda de Siri, Cortana o Alexa. Con un vehículo reciente, tal vez nos estamos beneficiado de la función de asistencia al conductor. Es más, cuando hemos comprado en alguna plataforma en línea, el sitio aprende de nuestras búsquedas, gustos y temas de interés. La publicidad participa en las dinámicas de la IA, determinando esas formas y modos de conocer un público cada vez más específico y tecnológico. La Universidad Sergio Arboleda y OTEV, conscientes de comprender e investigar los nuevos constructos culturales, han abordado en este número el tema de la IA desde diferentes perspectivas: la aplicación de la IA en las marcas y la Big Data, la privacidad y el acceso a la información, la influencia en el sector retail, los algoritmos en la publicidad y la IA en los comportamientos humanos. La IA sigue siendo un espacio emergente, pero su impacto es profundo y se sentirá aún más intenso a medida que se convierta en una forma esencial de nuestra vida cotidiana. Al elegir una solución de IA, como al comprar un computador, necesitaremos comprender qué hay dentro de sus circuitos para asegurarnos que hemos hecho la mejor selección, es decir, que sabemos elegir.