Subido por Diomer Jose Morin

Taller de Lectio Divina

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TALLER
LECTIO
SOBRE
DIVINA
ORACION INICIAL
•
•
SECUENCIA DEL ESPÍRITU
SANTO
Ven, Espíritu Santo,
y envía desde el Cielo
un rayo de tu luz.
Ven, Padre de los pobres,
ven a darnos tus dones,
ven a darnos tu luz.
Consolador lleno de bondad,
dulce huésped del alma,
suave alivio para el hombre.
Descanso en el trabajo,
templanza en las pasiones,
alegría en nuestro llanto.
Penetra con tu santa luz
en lo más íntimo
del corazón de tus fieles.
•
Sin tu ayuda divina
no hay nada en el hombre,
nada que sea inocente.
Lava nuestras manchas,
riega nuestra aridez,
cura nuestras heridas.
Suaviza nuestra dureza,
enciende nuestra frialdad,
corrige nuestros desvíos.
Concede a tus fieles,
que en Ti confían,
tus siete sagrados dones.
Premia nuestra virtud,
salva nuestras almas,
danos la eterna alegría.
¡Amén. Aleluya
TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA
HERMANA GLENDA
SEÑOR TU TIENES PALABRAS DE VIDA
SEÑOR TU TIENES PALABRAS DE AMOR
Y DIME A QUIEN IRE, A QUIEN BUSCARE
Y DIME A DONDE IRE, SIN TI
Y DIME A DONDE IRE
A DONDE ESCAPARE
Y DIME A QUIEN BUSCARE
SI TU TIENES PALABRAS DE VIDA
Y DIME QUE HARE SIN TI
DIME A QUIEN IRE, A QUIEN BUSCARE
Y DIME A DONDE IRE,
SI TU TIENES PALABRAS DE VIDA
Y DIME A DONDE IRE, O A QUIEN IRE
SEÑOR TU TIENES PALABRAS DE VIDA
SEÑOR TU TIENES PALABRAS DE AMOR
Y DIME A QUIEN IRE, A QUIEN BUSCARE
Y DIME A DONDE IRE SIN TI
DIME A DONDE IRE SIN TI
TU TIENES PALABRAS DE VIDA
Y DIME A DONDE IRE
O A QUIEN BUSCARE
DIME A QUIEN IRE
A QUIEN BUSCARE
Y DIME A DONDE IRE
SI TU TIENES PALABRAS DE VIDA
Y DIME A DONDE IRE
A DONDE IRE SIN TI
OBJETIVO GENERAL
Suscitar en esta jornada, el deseo
de encontrar a Dios a través de la
lectura orante de la Biblia.
NUESTRAS IDEAS PROPIAS
QUE ENTIENDO POR “LECTIO DIVINA”?
PREGUNTAS PREVIAS
• 1. Que entiendo por “Lectio divina”.
• 2. Cuántas veces tomo una Biblia espontáneamente para leerla?
Cuantas a la semana, al mes al año?
• 3. Que dificultades tengo para acercarme a la Palabra de Dios?
• 4. Creo saber orar, nunca lo intento o creo que soy un caso perdido
para ello?
• 5. Qué dificultades tengo para orar?
• 6. Que me motiva a realizar este taller?
• 7. Qué me gustaría llevarme de este taller?
“LECTIO DIVINA”
“LECTurA sAgrADA”
• Es un método o manera de leer la Biblia, y no cualquier método sino
el más usado por La Iglesia Católica en estos casi dos mil años de
historia.
• Es importante tener un modo fijo de acceder a la Palabra, por varias
razones:
•
1. aunque los pasajes cambien, todos se pueden comprender
bajo un solo modo de lectura.
•
2. Conocemos la Biblia al estilo Católico.
•
3. El método nos dice algo sobre cómo entendemos a Dios,
como un Dios de orden, paciencia, misericordia, amor y en proceso
de crecimiento con nosotros. No es Señor de magias.
•
4. “Lectio Divina” es un método de oración y estudio al mismo
tiempo. Nos preserva igualmente de un espiritualismo irracional,
que de un intelectualismo descorazonado.
•
•
•
•
•
La Lectio Divina, es un modo cotidiano de orar la Sagradas Escrituras y en la
cual la Palabra de Dios puede penetrar en nuestros corazones. Con este modo
de orar la Palabra, podemos crecer en una relación íntima con el Señor que
tanto nos ama. La Lectio Divina es entre otras cosas, un modo privilegiado de
crecer en relación con Jesucristo.
A través de la práctica individual o en comunidad de la Lectio Divina nos
preparamos a la Palabra de Dios de modo que podamos mirar al mundo con
los ojos de Dios y amar lo que vemos con el corazón de Dios.
A través de la "Lectura Divina" de las Sagradas Escrituras, podemos alejarnos
paulatinamente de nuestros propios esquemas y abrirnos a lo que Dios nos
quiere decir.
Sobre todo, en las Sagradas Escrituras se encuentran los grandes tipos del
orante contemplativo. La Samaritana, que conversa con Jesús y de pronto se
siente acosada por la sed de agua viva que él promete. San Pablo, acosado por
el deseo de ver a Dios, pero que no sabe qué escoger, si morir para estar con
Cristo, o seguir viviendo para anunciar el Evangelio.
La búsqueda de Dios es apasionada, gozosa; florece en los que están
enamorados de un Dios que nos ha tocado el corazón con su hermosura. Está
llena de imágenes, de colorido, de frescura, de luz; está llena de vida. Muchos
orantes la han convertido en un gemido vivo. San Agustín y San Juan de la
Cruz nos prestan sus palabras: -Exhalaste tu perfume, y respiré, y suspiro por
Ti. Gusté de Ti, y siento hambre y sed. Me tocaste, y me abraso en tu paz -.
El método en sí..
preámbulo
• Tiene su origen en la sinagoga judía. Israel urge de la “escucha”.
• La Iglesia heredó esta práctica, así, lo que llamamos ahora “lectio
divina” ya se asumió sin ese nombre en las formas primitivas
cristianas de leer y entender la Biblia para alimentar su fe,
esperanza y amor. Es por lo tanto tan antigua como la propia
Iglesia.
• En los siglos siguientes, la “Lectio” se convirtió en práctica
fundamental de la vida monástica, siendo sistematiza por Guigo “el
cartujo” en la llamada “escalera de los monjes”.
• En el siglo XIII, los franciscanos hicieron de la “lectio” la fuente
inspiradora de su movimiento innovador.
• Después de un largo periodo de mucho abandono, el Concilio
Vaticano II, con la constitución Dei Verbum, 25, la retomó. Dicho
documento insiste en una “lectura asidua” de las escrituras.
• El método consta de cuatro momentos…….
1. LECTIO. Apropiar, respetar, situar.
¿qué dice?
Consiste en leer y releer
el texto lentamente, y si
es posible es alta voz.
Leer con atención
buscando imprimir en los
ojos, en la memoria y en
el corazón el texto bíblico
en su literalidad, sin
correr inmediatamente al
s i g n i f i c a d o .
…Evitemos que el
recuerdo de cuanto ya
sabemos sobre el texto
apresure nuestra lectura.
…..Es la repetida lectura
de un texto, tratando de
responder a la pregunta
¿qué dice el texto?.
No es una lectura
cualquiera apresurada,
sino lenta y atenta,
tratando de evidenciar
todos los elementos
importantes del texto.
To d o e s i m p o r t a n t e .
…los elementos
importantes a tener en
cuenta son: El contexto,
los personajes, las
acciones, los temas, las
figuras o símbolos, los
c o n t r a s t e s .
Se trata de interrogar
continuamente al texto, de
ponerle preguntas
continuamente y no pasar
de largo hasta que no
h a ya n q u e d a d o
s o l u c i o n a d a s .
2. MEDITACIO. Rumiar, dialogar, actualizar.
¿qué me dice?
Se trata de “rumiar” el texto
bíblico percibido por mí como
Palabra de Dios. Es el
momento de diálogo con la
Palabra ¿qué misterio de Dios
me es revelado?¿qué realidad
divina bosquejada?¿qué
profundidad del corazón
humano queda puesta a la luz?
Se trata de referir el método a
nuestra persona y a nuestra
vida, pero teniendo la mirada
fija del corazón en la Palabra,
en Dios que se nos revela y
q u e
n o s
h a b l a .
El texto nos hará sentir
implicados y nos llevará a una
verdadera actualización.
La meditación trata de descubrir
el fin último por el cual fue
escrito el texto. ¿qué quiso decir
el autor inspirado? ¿Qué me dice
a
m í
h o y ?
Los elementos de la meditación
serán: buscar detrás de los
personajes, de las acciones o de
las palabras ¿qué provocaciones
o va l o r e s p e r c i b o y p u e d o
h a c e r l o s
m í o s ? .
Esta palabra viva me confronta
en mi situación concreta, me
permite ver mi situación actual a
l a
l u z
d e
D i o s .
A veces se me pedirá perdonar,
amar, ayudar, socorrer, a veces
será consuelo, acusación, causa
de transformación, esperanza,
alegría, solicitud…
3. ORATIO. Suplicar, alabar, recitar.
¿QUÉ LE DIGO?
Ahora nos toca reponder a
las invitaciones,
inspiraciones, estímulos, a
los mensajes que Dios nos
dirige en su Palabra
entendida en el Espíritu
Santo.
Oremos con confianza,
dejémonos llevar por lo
que el texto ha suscitado
en nosotros: alabanza,
admiración, gratitud,
súplica, intercesión.
Tomemos cualquier
invocación que tal vez se
encuentre en el mismo
texto y convirtámosla en
nuestra oración personal.
ORACIÓN:
De acción de gracias:
descubro a Dios
actuando ahora en mi
vida.
De humildad: perdón
por mi historia de
pecado.
De petición: pedimos a
Dios que termine
nosotros esta historia.
De intercesión.
De alabanza.
Etc.
La bendición y la adoración
•
La bendición expresa el movimiento de fondo de la oración
cristiana: es encuentro de Dios con el hombre; en ella, el don
de Dios y la acogida del hombre se convocan y se unen. La
oración de bendición es la respuesta del hombre a los dones
de Dios: porque Dios bendice, el corazón del hombre puede
bendecir a su vez a aquél que es la fuente de toda bendición.
•
La adoración es la primera actitud del hombre que se
reconoce criatura ante su Creador. Exalta la grandeza del
Señor que nos ha hecho (Cf. Sal 95,1-6) y la omnipotencia del
Salvador que nos libera del mal. Es la acción de humillar el
espíritu ante el “Rey de la gloria” (Sal 14,9-10) y el silencio
respetuoso en presencia de Dios “siempre mayor” (S. Agustín,
sal 62,16). La adoración de Dios tres veces santo y
soberanamente amable nos llena de humildad y da seguridad
a nuestras súplicas.
LA ORACIÓN DE PETICIÓN
•
En la Sagrada Escritura existe un vocabulario
sobre la oración de súplica que está lleno de
matices: pedir, reclamar, llamar con insistencia,
invocar, clamar, gritar e incluso “luchar en la
oración” (Cf. Roma15,30;Col4,12). Pero su forma
más habitual por ser la más espontánea, es la
petición: mediante la oración de petición
mostramos la conciencia de nuestra relación con
Dios: por ser criaturas, no somos ni nuestro
propio origen ni dueños de nuestras adversidades,
ni nuestro fin último; pero también, por ser
pecadores, sabemos, como cristianos, que nos
apartamos de nuestro Padre. La petición ya es un
retorno hacia Él.
LA ORACIÓN DE INTERCESIÓN
•
La intercesión es una oración de petición que nos
conforma muy cerca de la oración de Jesús. Él es el
único intercesor ante el Padre a favor de todos los
hombres, de los pecadores en particular. (Cf.
Rom8,34; 1Jn2,1; 1Tim2,5-8). Es capaz de “salvar
perfectamente a los que por Él se llegan a Dios, ya
que está siempre vivo para interceder a su favor”
(Hb7,25). El propio Espíritu Santo “intercede por
nosotros…y su intercesión a favor de los santos es
según Dios” (Rom8,26-27).
LA ORACIÓN DE ACCIÓN DE GRACIAS
•
La acción de gracias caracteriza la oración de la
Iglesia que, al celebrar la Eucaristía, manifiesta y
se convierte más en lo que ella es. En efecto, en
la obra de salvación, Cristo libera a la creación
del pecado y de la muerte para consagrarla de
nuevo y devolverla al Padre, para su gloria.
Nuestra acción de gracias manifiesta la alegría de
recibir las bondades de Dios en nuestra vida, por
lo tanto, todo acontecimiento y toda necesidad
pueden convertirse en ofrenda de acción de
gracias. (C.I.C. 2637)
LA ORACIÓN DE ALABANZA
•
La alabanza es la forma de orar que reconoce de la
manera más directa que Dios es Dios. Nosotros
expresamos por el Espíritu la gloria de Dios; no por lo
que hace sino por lo que Él es. Participa en la
bienaventuranza de los corazones puros que le aman en
la fe antes de verle en la Gloria. Mediante la alabanza, el
Espíritu Santo se une a nuestro espíritu para dar
testimonio de que somos hijos de Dios (Cf. Rom8,16), da
testimonio del Hijo único en quien somos adoptados y
por quien glorificamos al Padre. La alabanza integra las
otras formas de oración y las lleva hacia Aquel que es
su fuente y su término: “un solo Dios, el Padre, del cual
proceden todas las cosas y por el cual somos nosotros”.
(C.I.C. 2637).
•
La oración es fruto de nuestro corazón, el cual gracias al
influjo del Espíritu Santo, expresa sus sentimientos al
creador.
Salmo 139
1Señor, tú me sondeas y me conoces,
2 tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
3 te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
4 Antes que la palabra esté en mi lengua,
tú, Señor, la conoces plenamente;
5 me rodeas por detrás y por delante
y tienes puesta tu mano sobre mí;
6 una ciencia tan admirable me sobrepasa:
es tan alta que no puedo alcanzarla.
7 ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia?
8 Si subo al cielo, allí estás tú;
si me tiendo en el Abismo, estás presente.
9 Si tomara las alas de la aurora
y fuera a habitar en los confines del mar,
10 también allí me llevaría tu mano
y me sostendría tu derecha.
11 Si dijera: "¡Que me cubran las tinieblas
y la luz sea como la noche a mi alrededor!",
12 las tinieblas no serían oscuras para ti
y la noche sería clara como el día.
13 Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
14 te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras!
Tú conocías hasta el fondo de mi alma
15 y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,
cuando era tejido en lo profundo de la tierra.
16 Tus ojos ya veían mis acciones,
todas ellas estaban en tu Libro;
mis días estaban escritos y señalados,
antes que uno solo de ellos existiera.
17 ¡Qué difíciles son para mí tus designios!
¡Y qué inmenso, Dios mío, es el conjunto de ellos!
18 Si me pongo a contarlos, son más que la arena;
y si terminara de hacerlo,
aún entonces seguiría a tu lado.
19 ¡Ojalá, Dios mío, hicieras morir a los malvados
y se apartaran de mí los hombres sanguinarios,
20 esos que hablan de ti con perfidia
y en vano se rebelan contra ti!
21 ¿Acaso yo no odio a los que te odian
y aborrezco a los que te desprecian?
22 Yo los detesto implacablemente,
y son para mí verdaderos enemigos.
23 Sondéame, Dios mío, y penetra mi interior;
examíname y conoce lo que pienso;
24 observa si estoy en un camino falso
y llévame por el camino eterno.
4.CONTEMPLACIO. Saborear, actuar.
¿QUÉ ME QUEDA?
Meditación a partir de
“Nuevas Semillas de
Contemplación”.
Se da el encuentro con
Dios, la experiencia de
Dios. La acción del
Espíritu Santo
transforma en una
dirección.
Dios nos transforma en
Él. “Vivo yo pero no soy
yo….” San Pablo.
Es el momento de la
adoración silenciosa, de la
alabanza y del silencio
delante de Dios que está
comunicándose conmigo.
Es el momento del
encuentro vivo con
Jesucristo. Para quien no
está acostumbrado la
contemplación será algo
difícil al comienza y sólo
con la práctica persistente
logrará ver los frutos de la
lectura atenta meditada y
orada de la Palabra de
Dios.
RESUMIENDO
•1. LECTIO:
QUÉ DICE?
•2. MEDITACIO:
QUÉ ME DICE?
•3. ORATIO:
QUÉ LE DIGO?
•4. CONTEMPLACIO:
QUÉ ME QUEDA?
La Lectio en los santos
San Agustín
San
Francisco
San Benito
santa teresa
San Jerónimo
San Jerónimo
Guigo el
cartujo
San Juan de
la cruz
Thomas
Merton
SAN AGUSTÍN DE HIPONA
• «Porque la leía con orgullo y
por aparecer sabio, por eso
no me agradaba. Porque yo
en esas páginas no buscaba
santidad, sino vanidad, por
eso me desagradaba su
lectura. ¡Oh Sabiduría
siempre antigua y siempre
nueva, cuán tarde te he
conocido!».
SAN JERÓNIMO
• «Lee con frecuencia y
aprende lo mejor que puedas.
Que te sorprenda el sueño
mientras sostienes el códice
entre las manos y que la
página sagrada reciba tu
rostro vencido por el sueño»
(Ep 22,17).
• “Quien no conoce las
escrituras no puede conocer
a Cristo”.
SAN BENITO DE NURSIA
•
Levantémonos, pues, de una vez, ya
que la Escritura nos exhorta y nos
dice: “Ya es hora de levantarnos del
sueño”. Abramos los ojos a la luz
divina, y oigamos con oído atento lo
que diariamente nos amonesta la voz
de Dios que clama diciendo: “Si
oyeren hoy su voz, no endurezcan
sus corazones”. Y otra vez: “El que
tenga oídos para oír, escuche lo que
el Espíritu dice a las iglesias”. ¿Y
qué dice? “Vengan, hijos,
escúchenme, yo les enseñaré el
temor del Señor”. “Corran mientras
tienen la luz de la vida, para que no
los sorprendan las tinieblas de la
muerte”.
GUIGO EL CARTUJO
•
Debes leer el texto y leerlo otra vez ..
hasta entender lo que está escrito.
Luego, desbes asimilar lo que has leído
e introducirlo dentro de tu vida. Es la
meditación.
Después debes tomar postura ante el
mensaje que captaste, y responde a
Dios si aceptaste o no. Es la oración.
Finalmente el resultado de lectura que
queda en tus ojos te ayudará a apreciar
y a degustar mejor las cosas de Dios.
Es la contemplación.
Estos cuatro peldaños no son técnicas
de lectura, sino etapas de un proceso
normal de asimilación de la Palabra de
Dios, a través de la lectura meditada y
orante. Son actitudes básicas que
debemos tener ante la Palabra de Dios.
SAN FRANCISCO DE ASÍS
•
A todos aquellos a quienes
lleguen estas letras, les
rogamos, en la caridad que es
Dios, que reciban
benignamente, con amor divino,
las susodichas odoríferas
palabras de nuestro Señor
Jesucristo. Y los que no saben
leer, hagan que se las lean
muchas veces; y reténganlas
consigo junto con obras santas
hasta el fin, porque son espíritu
y vida.
SANTA TERESA DE JESÚS
•
Para muchos la lectura de las
Sagradas Escrituras, se les
hace difícil por el meditar o discurrir.
A ellos, Santa Teresa de Jesús va a
decirles: “para ustedes es
precisamente la contemplación”.
Santa Teresa de Jesús está
convencida de lo importante que es
para una vida espiritual animosa
conocer y tener experiencia de lo que
Dios da en el camino de la oración.
En ella lee Teresa las promesas del
agua viva que Jesús ofrece a todos
sin excepción (C 19,15). En ella
encuentra la fidelidad de Dios: - fiel
es el Señor; a quien busca la verdad,
no lo dejará en la mentira, y a quien
lo desea de corazón, no lo dejará
morir de sed- (C 19,13
THOMAS MERTON
•
La contemplación es una profunda
resonancia en el centro más íntimo de
nuestro espíritu, donde nuestra vida
pierde su voz autónoma y resuena con la
majestad y misericordia del Dios vivo y
escondido. Él se responde a sí mismo en
nosotros, y esta respuesta es la vida
divina, la creatividad divina que recrea
todas las cosas. Nosotros nos
convertimos en el eco y la respuesta de
Dios. Es como si Dios, al crearnos, nos
hu bi era hecho un a p regu nta y, al
d e s p e rt a r n o s a l a co n t e mp l a ci ó n ,
respondiera a esa pregunta, de modo
que el contemplativo es al mismo tiempo
p r e g u n t a y r e s p u e s t a .
LA LECTIO inscrita EN LA
PALABRA DE DIOS
•
•
•
La lectura orante de la Biblia trata de enseñar a generar esta
misma dinámica. Se narran hermosas historias. Se invita a entrar
en esa historia, pero hay muchas personas que se preguntan ¿qué
tiene que ver eso con nosotros hoy día?
Lo que hace falta es enseñar a leer todo relato como un algo que
está sucediendo hoy en mí. Lo cual puedo afirmar si traigo una
experiencia mía que me es recordada en ese momento, o me
identifico con un personaje al cual soy incoerciblemente llevado.
En esa lectura le siento a Dios actuando. Actuando de la misma
manera que actúa ahí, y le permito que actúe en mí de esa manera.
El resultado será una transformación poderosa como las que
suceden en todos los relatos bíblicos.
Cualquier relato bíblico me habla sobre el presente. El presente es
lo que hace la diferencia en tu lectura bíblica, si no es un relato
totalmente alienante. Debemos descubrir esa Palabra de Dios en el
presente. No meramente como algo en el futuro sino como algo
que está sucediendo hoy.
•
•
•
Cuando leemos la Biblia debemos estar atentos al presente de nuestra propia
historia. La Biblia está ahí para abrir nuestros ojos para que podamos
comprender el presente. Y esto es lo que hay que conseguir en una enseñanza
bíblica. Y lo conseguimos solamente, si la leemos como un relato liberador, y
somos nosotros los que tenemos que escoger porque los relatos son
bellísimos y es por esto que es más fácil cerrar nuestros ojos y soñar en ese
cuento. Pero no fue esa la razón por la cual Dios escribió la Biblia.
Y esto es lo que está sucediendo hoy, que podemos utilizar la Biblia para
escapar de nuestra propia realidad, escapar de comprender lo que nos está
sucediendo a nosotros. Y por esta razón es por la que hay que tener un buen
método de enseñanza bíblica.
La escucha de Dios se reduce en concreto a la escucha de su Palabra. ¿Dónde
más hemos de conocer la voluntad de Dios? ¿Quién mejor que las palabras y
los hechos de Dios, escritos en la Biblia, nos hablarán mejor de Él mismo? De
tal forma que podemos decir que quien no lee la Escritura no conoce a Dios.
EJERCICIO
•
Leer y aplicar método.
•
Mt. 25:1-13.
“Entonces el reino de los cielos será
semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas,
salieron a recibir al esposo. 2 Cinco de ellas eran prudentes
y cinco insensatas. 3 Las insensatas, tomando sus
lámparas, no tomaron consigo aceite; 4 mas las prudentes
tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus
lámparas. 5 Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se
durmieron. 6 Y a la medianoche se oyóun clamor:
¡Aquíviene el esposo; salid a recibirle! 7 Entonces todas
aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.
8 Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de
vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. 9 Mas
las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte
a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y
comprad para vosotras mismas. 10 Pero mientras ellas iban
a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas
entraron con él a las bodas; y se cerróla puerta. 11 Después
vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor,
señor, ábrenos! 12 Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os
digo, que no os conozco. 13 Velad, pues, porque no sabéis
el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.”
COMPARTIR
•
•
•
•
1. LECTIO
2. MEDITACIO
3. ORATIO
4. CONTEMPLACIO
COMPROMISO
Señor, yo creo que tú te revelas a través de tu Palabra
y que la misma ha sido inspirada pensando en mí
desde toda la eternidad, por eso poniendo mi mano
sobre esta Biblia, en medio de la comunidad, me
comprometo a buscarte a ti Dios vivo y verdadero a
través de la lectura, meditación, oración y
contemplación de tu Palabra, “cada día a la puerta de
tu casa”, “porque quien te encuentra, encuentra la
vida” Proverbios. 8,34-35.
Tres sentencias
• Quieres que te diga por qué y cómo debemos amar a
Dios?: el motivo de amar a Dios es Dios. San Bernardo.
• La medida del amor a Dios es amarlo sin medida (San
Bernardo, Sermón 6, sobre el amor a Dios).
• El premio del amor a Dios es amarle todavía más. San
Bernardo.
EJERCICIO diario
• ESCOGER UNA LECTURA Y APLICAR LOS CUATRO
PASOS DESCRITOS.
• REQUISITO: BÚSQUEDA SINCERA Y
DESINTERESADA DE DIOS Y EN SEGUNDO
TÉRMINO, DE SU VOLUNTAD.
• RECURSOS: ORACIÓN INICIAL, BIBLIA,
DICCIONARIO, AMBIENTE APROPIADO, HORA
ESTABLECIDA.
ORACIÓN FINAL
• ¡DEMOS GRACIAS A DIOS!
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