¿En busca de una sentencia anticipada? REF sobre las medidas cautelares en causas de la utilización de reservas. “Cuando un país ha pasado por diversas y graves crisis políticas, económicas, sociales y morales, suele salir de ellas con un profundo deterioro de las instituciones. Si no totalmente destruidas, el descrédito resultante es lo suficientemente serio como para presentar una imagen de derrumbe y quiebre de difícil reparación. Y esto es particularmente aplicable al Poder Judicial”. “También se advierte una tendencia a considerar que las normas y principios son válidos sólo en épocas "normales", pero pueden ser dejados de lado sin desmedro en situaciones de alteración, sea ésta causada por un golpe de Estado o por una crisis de cualquier especie. No poco ha contribuido a esta concepción la jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación con, al comienzo, tímidas variantes de lo que era (y debió continuar siendo) su firme defensa constitucional”. “Con una rápida compulsa de los fallos de la Corte se advierte que las variaciones autorizando excepciones han terminado por transformarse en la regla. Demostración clara de que basta con ceder o postergar los principios una vez para que se allane el camino a su desaparición o debilitamiento grave”. Carmen Argibay1 I. Introducción. II. Sentencia anticipada. III. Sobre el REF y las medidas cautelares. IV. Causa Pinedo. V. Cuadro Final. I. Introducción Seguidamente se analizará la suerte corrida por la medida cautelar dictada en la causa Pinedo2. La situación planteada en torno de los fondos del Bicentenario es ardua, y está signada por la necesidad de celeridad y la urgencia por parte del PEN. Se están reescribiendo los modos rituales llevándolos a límites asombrosos. No es que estas innovaciones sean novedosas en la jurisprudencia argentina, ya que es aún reciente el “remedio” del Per Saltum del año 1.989 del doctor Dromi para el tema Aerolíneas Argentinas, el cual luego tuvo acogida legislativa en el articulo 195 bis del CPCCN3 (Eliminado luego del fallo Smith4 por la ley 25.5875). Esta necesidad de celeridad llevó, primero, en la causa Redrado6 al intento de interponer un recurso de apelación “en el domicilio de la señora Juez de feria”, sin haber siquiera, solicitado la prórroga del horario o ampliación en los estrados judiciales. De nada sirven los procedimientos de Mesa de Entrada, de cargas procesales ni las leyes de rito, si aparentemente, se puede usar la FUERZA PUBLICA (Policía Federal Argentina) para obligar a una juez de la Nación… a violentar los principios y reglas procesales, como lo son las leyes 4.0557, decreto ley 1.285/1.9588, Arts 257 ss y cc CPCCN, etc. Ese intento poco ortodoxo quedó empequeñecido por lo que siguió. Usando el mismo parámetro procesal (ir a la casa de…) logró que uno de los camaristas de Feria aceptara el Recurso de apelación, el cual, como sabemos, debe ser interpuesto ante la Juez de baja Instancia. Tómese esto como ejemplo de anormalidad (¿O innovación?) procesal. La causa Pinedo, cuyo fondo se relaciona con el tema Redrado en relación a los fondos en disputa, ha tenido un desarrollo más ordenado procesalmente, hasta que en fecha 24 de febrero de 2.010, se decide conceder el Recurso Extraordinario Federal (REF) como seguidamente desarrollaremos. La resolución de la cámara de la causa en su parte cautelar (confirmación de la prohibición de innovar, votos de las Dras. Do Pico y Herrera), es en realidad una notable pieza jurídica, donde la Alzada sortea de manera directa y eficiente los temas políticos, jurídicos e institucionales que se le plantearon. Sin embargo, parecería que la sutileza jurídica quedó toda allí, pues en la causa que hoy nos convoca –aceptación del Recurso Extraordinario Federalencontramos sinuosos y breves caminos jurídicos, no del todo oportunos (Sala Federal 4ta, con otra conformacion). Veremos. II. Sentencia anticipada La sentencia anticipada o tutela anticipatoria es una medida que se superpone total o parcialmente con aquello que se persigue en la sentencia sobre el mérito de la causa, anticipando total o parcialmente el resultado de la sentencia buscada9. Es aquella porción del proceso urgente que anticipa total o parcialmente el contenido mismo de ciertas pretensiones, siempre y cuando se acredite prima facie una fuerte dosis de probabilidad de ser declarado el derecho solicitado en la sentencia de fondo, y que pueda llegarse a sufrir un perjuicio irreparable o de difícil reparación, extremo este último que constituye un plus respecto del habitual peligro en la demora que se exige para el despacho de las medidas cautelares, y en el marco del proceso troncal cuyo objeto mismo se está anticipando y sin perjuicio de que la sentencia definitiva revoque o confirme tal anticipación10. En el caso en análisis vemos que la medida cautelar dictada en autos impide la utilización de los fondos depositados en el BCRA, objetivo que se repite en el planteo de fondo del actor en su calidad de legislador nacional. La causa esta hábilmente presentada como situaciones diferentes para saciar el recaudo cautelar de la ley 16.986, pero no podemos dejar de notar que en esencia, el objetivo es idéntico. Así la resolución que sobre ella recaiga podría ser, en caso de rechazo de la cautelar, un verdadero anticipo de juicio de mérito. De este modo, una posible Resolución de la SCJN que habilite la utilización de los fondos vacía de contenido al planteo del amparista, resolviendo anticipadamente la cuestión debatida. Sabemos que esta solución procesal (Sentencia anticipada) no tiene en Argentina recepción legal formal, aunque si se nos pregunta si la SCJN estaría dispuesta a receptarla, la respuesta es positiva, ya que de hecho el primer fallo argentino en que se recepta la sentencia anticipatoria fue dictada por el Máximo Tribunal de Justicia de la Nación11 en la causa "Camacho Acosta, M. v. Grafi Graf S.R.L. y otros"12, (comentada por autores como Morillo13, Arazi14 y Peyrano15). Significativo ejemplo es el que nos trae la causa Smith16, donde la SCJN tomó para sí el conocimiento de una medida cautelar, y resolvió anticipadamente, el fondo de la cuestión, constituyendo un "anticipo de jurisdicción", en las propias palabras de la Corte. III. Sobre el REF y las medidas cautelares Sabemos que las medidas cautelares son esencialmente medidas transitorias dictadas no a favor de parte alguna sino del proceso. Si varían las condiciones existentes al momento de su dictado, el juez que las dictó las puede modificar o anular. Esta es una de las razones por la cual el artículo 14 de la ley 48 no las contempla, pues existe la posibilidad de que una resolución posterior haga innecesaria la intervención de la Corte17, y ello obsta al requisito del agravio de imposible o insuficiente reparación posterior. Debemos recordar que la ley 4818 fue modelada sobre la base de la Judiciary Act de 1.78919, que organizó inicialmente el funcionamiento de los tribunales federales de los Estados Unidos, y en particular esta influencia se advierte en la adopción del recurso final para ejercer el control de constitucionalidad. En las secciones 22 y 25 de aquella ley el llamado writ of error, de donde fue tomado básicamente nuestro "recurso extraordinario". Como nos recuerda Bianchi20 la sección 25 de aquella ley que legislaba sobre el llamado writ of error fue prácticamente volcada en los arts. 14, 15 y 16 de nuestra ley, convirtiéndose así en lo que posteriormente se denominó recurso extraordinario. En los Estados Unidos como aquí según su fisonomía original el recurso extraordinario estaba pensado como una vía de excepción y reglada. Con el tiempo ha ido perdiendo su rigidez originaria y podría decirse que algunos de ellos han alcanzado límites extraordinarios. El principio procesal argentino en relación al REF y las cautelares indica que el REF no procede en caso de medidas cautelares. El art. 14 ley 48, al determinar los requisitos de admisión del recurso extraordinario, establece que: "...sólo podrá apelarse ante la Corte Suprema de las sentencias definitivas pronunciadas por los tribunales superiores de provincia". Al mismo tiempo el art. 6 ley 4.055 establece que: "La Corte Suprema conocerá por último en grado de apelación de las sentencias definitivas pronunciadas por las cámaras federales de apelación; por las cámaras de apelación de la capital; por los superiores tribunales de provincia y por los tribunales superiores militares". En resumen, la cuestión procesal es clara. A riesgo de ser temerarios, podríamos sostener que la jurisprudencia de la SCJN también es clara y aplicable en autos. Por ejemplo pacíficamente se ha sostenido que las cuestiones federales resueltas por autos no definitivos durante la tramitación del proceso no habilitan el recurso extraordinario, pues son susceptibles de ser conocidas por la Corte en ocasión del remedio federal que quepa deducir contra la sentencia definitiva21. Tal es el caso en la causa Pinedo. Para mayor abundamiento, debemos recordar que es inadmisible el recurso extraordinario que no se dirige contra una sentencia definitiva o equiparable a tal22, pero la sola circunstancia de que el agravio sea irreparable no resulta suficiente para habilitar la instancia extraordinaria, pues se requiere que se halle involucrada en el caso alguna cuestión de naturaleza federal o que el agravio se funde en la arbitrariedad de la sentencia23. Analizando los antecedentes legales vemos que la regla es clara: las resoluciones que decretan, levantan, modifican o deniegan medidas cautelares no son apelables por vía extraordinaria. ¿Dónde es que el tema se torna oscuro? Con las excepciones a la regla. Ellas son: a) invocación de daño irreparable, b) arbitrariedad o c) agravios constitucionales. Y es aquí la razón de la invocación inicial al trabajo de la Juez del Máximo Tribunal Nacional cuando sostiene que “Con una rápida compulsa de los fallos de la Corte se advierte que las variaciones autorizando excepciones han terminado por transformarse en la regla. Demostración clara de que basta con ceder o postergar los principios una vez para que se allane el camino a su desaparición o debilitamiento grave”24. Ello es hoy una realidad palpable en la Cámara Federal que, ante un recurso que por regla no procede, como es el REF contra una medida cautelar, da curso al remedio federal. Y no es que la Excma. Cámara desconozca la regla de derecho. Por ejemplo, en el año 2.008, en la causa Kocmur25 sostenía que “Tiene dicho la Corte Suprema de Justicia de la Nación que las resoluciones atinentes a medidas cautelares (ya sea que las acuerden, modifiquen, sustituyan o denieguen) no son -como principio- susceptibles del recurso previsto en el art. 14 de la ley 48, pues, aparte de tener sustancia procesal, no constituyen sentencia definitiva, salvo en el supuesto equiparable de que ocasionen un gravamen de imposible reparación ulterior (cfr. Fallos: 303:1617; 305:678, 305:1929, entre otros)”. En el año 2.009, en la causa Jiménez Aubert26 explicaba que “Las resoluciones atinentes a medidas cautelares, no son -como principio- susceptibles del recurso previsto en el art. 14 la ley 48, pues, aparte de tener sustancia procesal, no constituyen sentencia definitiva, salvo en el supuesto de que ocasionen un gravamen irreparable (conf. Fallos 302:347 y 516, entre otros; esta Sala, causa n° 22.358/96 del 20.5.97; Sala 1, causa n° 10.904/00 del 17.4.01; Sala 3, causa n° 8.265/00 del 20.7.01). El accionado no ha demostrado acabadamente que la decisión cuestionada le provoque una lesión de esa especie, máxime teniendo en cuenta que el fallo indica de qué forma podría llevar a cabo la manda judicial –rastreo mediante expresiones genéricas, ver punto 6°)-, aspecto que puntualmente no mereció una crítica concreta y razonada de su parte”. Ese mismo año en la causa MSP Singapore Company LLC27 reiteraba que “Las resoluciones atinentes a medidas cautelares, no son como principio- susceptibles del recurso previsto en el art. 14 la ley 48, pues, aparte de tener sustancia procesal, no constituyen sentencia definitiva, salvo en el supuesto de que ocasionen un gravamen irreparable (conf. Fallos 302:347 y 516, entre otros; esta Sala, causa n° 22.358/96 del 20.5.97; Sala 1, causa n° 10.904/00 del 17.4.01; Sala 3, causa n° 8.265/00 del 20.7.01). El recurrente no ha demostrado acabadamente que la decisión cuestionada le provoque una lesión de esa especie, toda vez que sólo ha conjeturado que la demandada podría comercializar el producto en disputa, sin aportar dato alguno acerca de la inminencia de tal extremo, como así tampoco en cuanto a la entidad del daño que podría sufrir”. Etc. Resumen: la ley procesal es clara. No es viable el REF contra medidas cautelares. Este principio tiene su correlato jurisprudencial, pero es aquí donde nacen las excepciones. Hacemos nuestras las palabras del maestro Binachi cuando sostiene que “en el recurso extraordinario todas las reglas tienen excepciones y todas las excepciones amenazan con desnaturalizar la regla”28. Ello constituye hoy la “regla” de la que nos habla Argibay aplicable al REF, con una salvedad que considerar y ella radica en que en la actualidad, tanto para admitir como para rechazar el recurso extraordinario, la CSJN está dotada de amplios poderes discrecionales. En ellos creemos esta la solución a la situación planteada. IV. Causa Pinedo Aviso preliminar: La Excma. Cámara ha cometido un pecado jurídico con las citas de doctrina. Ha citado mal a la Corte nacional en algunos casos, y ha usado extractos de casos fallados en contra del sentido usado por la Alzada, en causas de distinta naturaleza, y hasta de distintos desarrollos procesales, según desarrollaremos en cada considerando seguidamente. a) En el primer considerando declara conocer la regla de derecho sobre la NO PROCEDENCIA del REF en caso de cautelares, aunque inmediatamente y sin un mayor esfuerzo explicativo, se vale de la mención de una excepción para derribar la regla de derecho (imposible o tardía reparación ulterior). Pues bien, claramente es insuficiente fundamento al no explicarse –fundar- sus dichos, cosa que la Cámara permanentemente endilga a las partes como vimos en las sentencias arriba mencionadas. Aquí no sabemos cuales son las cosas de imposible reparación ulterior, porque: a) Si se habla de la cuestión de fondo, al que la cautelar accede, se resolverá en breve al entrar en funcionamiento el congreso. B) si mira aisladamente la cautelar, tampoco se da el caso, ya que ella IMPIDE la salida de los fondos. Ellos siguen en poder del Estado. El caso contrario sería digno de urgencia, ya que si se permitiera gastarlo y luego la cuestión de fondo resultara negativa al PEN, ya no habría forma de volver a incorporar el dinero pagado a terceros. Problemas de cita: para decir lo anterior cita fallo de la SCJN 324:3213 “Federaron de Entidades Mutualistas Brigadier Estanislao López y otra c. BCRA”. En esta causa la Cámara de Rosario revocó una medida cautelar de no innovar que disponía suspender la aplicación de medidas del BCRA. De por sí la situación fáctica es la exactamente opuesta a la de autos, ya que la Corte expresó que la medida del Central era la que generaba la incertidumbre a las entidades y lo que se estableció es la plena vigencia de la medida de no innovar “hasta tanto se dilucide la constitucionalidad que se ha puesto en duda”. Aquí la medida que asegura el estado de las cosas hasta tanto se dilucide la cuestión de fondo, es la atacada. b) En el segundo considerando habla de prescindir de los requisitos de la apelación federal en virtud de la gravedad institucional, en salvaguarda de los derechos de la comunidad. Cita para ello 313:511. Esta cita jurisprudencial no se aplica al caso, ya que se trata de una causa penal, y el tema en debate era la prisión preventiva. No cabe duda que ante una injusta encarcelación, el REF es procedente, ya que el valor “libertad”, luego del valor “vida” es el segundo en rango constitucional, que amerita esa excepción, tanto como el específico tratamiento en leyes, tratados, etc. Cuando en el fallo hablaba de los “intereses de la comunidad”, hablaba de la libertad personal, donde es claro el interés general. No es este el caso, ya que ese interés de la comunidad está, prima facie, tanto en la posición del actor como del demandado. También se cita 316:716 “… cuando lo decidido excede el interés individual…”. Creemos que esta cita también es inaplicable al caso, ya que se trata de un caso laboral que TIENE SENTENCIA DE CAMARA DEL FONDO DE LA CUESTION29. Esta causa era particularmente relevante, EXCEDIENDO los intereses individuales porque se trataba de la interpretación del artículo 30 de la LCT, que hasta ese momento había generado jurisprudencia contradictoria de los tribunales inferiores. La causa comienza en realidad en la página 713 del tomo Nº 316 (es decir, 316:713) y en la página citada por la Cámara (pagina 716 -“316:716”-) encontramos que la solución al tema planteado allí distinto al presente: “puede contribuir al desarrollo del derecho sobre la materia en la que están involucradas modalidades de contratación…”. Y agrega que la Corte actúa por designio del artículo 16 de la ley 48… Es decir, no es un precedente oportuno. A continuación cita 316:3025 “…Comprometiendo las instituciones básicas de la nación…”. Esta es una cita singular, ya que en la página 3025 del tomo 316, no existe fallo alguno, sólo tres extractos de jurisprudencia bajo el nombre Eduardo Grimaldi. Sólo se entiende que se trata de una causa de ejecución fiscal, y que el tema en debate es la gravedad institucional en torno a la percepción de renta pública. Sabido es lo importante de la renta pública y la sólida jurisprudencia en torno a las cautelares y la percepción de los tributos, a los que no nos referiremos aquí por no ser objeto del estudio. Sólo recordaremos que jamás se dictan cautelares contra la percepción de los tributos, y que el tema de permitir al Estado recaudar fondos siempre ha sido amparado judicialmente. c) En el considerando tercero, da por sentado, sin explicarse, que se dan los supuestos de excepción. ¿Cuáles? Uno los puede suponer, pero sin duda la Cámara debió, como excepciones a la regla que son, explicarlos, clara y detenidamente. No es el caso. d) El cuarto considerando es otra excepción a la regla (¿Excepción de excepción?), en este caso, del efecto del REF. La Cámara resiste la idea de otorgar efectos suspensivos al REF porque significaría modificar lo ya resuelto y sustraer del conocimiento de la CSJN de la causa. Analizaremos las reglas procesales aplicables. Conforme al juego de los artículos 243 del CPCCN y al argumento resultante de los artículos 258 y 285 del mismo ordenamiento, la concesión del REF tiene efecto suspensivo30 y por consiguiente, la resolución impugnada no puede cumplirse o ejecutarse hasta tanto medie un pronunciamiento de la CSJN sobre aquél. En la causa Pinedo la aplicación de este principio da por resultado el efecto exactamente contrario al querido por la norma, esto es, mantener el estado de las cosas a efectos que la resolución del Máximo Tribunal no sea una abstracción jurídica. Así, la primera excepción es otorgar un REF sobre una medida cautelar, y la segunda, es privarla de su efecto procesal típico. e) En el quinto considerando habla de la necesidad de adoptar medidas para preservar los remedios federales deducidos. Cita 323: 3667, en la causa Iván José María Cullen y otro, de la manera mas desafortunada posible, ya que en esta causa especialmente se establece que “en orden a lo dispuesto en el articulo 499, segundo párrafo del CPCCN, la interposición del REF SUSPENDE LA EJECUCION DE LA SENTENCIA hasta tanto el tribunal se pronuncie con respecto de su concesión o denegación”. Así es doblemente desafortunada la cita, porque por un lado, se trata de una causa con sentencia definitiva, y por el otro claramente la CSJN establece el EFECTO SUSPENSIVO contrario a lo decidido por la Cámara en el considerando cuarto. Es una causa del año 2000 donde la CSJN RETA al tribunal a quo (“hágase saber al tribunal” dice), ya que este había concedido el REF con el MISMO EFECTO que aquí lo hace la Cámara. De manera breve y contundente (dos párrafos) se le dice al a quo que el efecto es el del 499 del CPCCN “… hágase saber al tribunal a quo que deberá adoptar las medidas conducentes para preservar la eficaz jurisdicción de esta corte en los remedios federales deducidos en los términos de la doctrina precedentemente expuesta”. Sin dudas el objetivo de la Excma. Cámara es claro y justo: mantener la medida de no innovar, pero la cita es un “tiro por la culata jurídica”. Sin dudas es una cita desafortunada. V. Cuadro Final La causa Pinedo ha obtenido una gran trascendencia social, legando a “oídos” de la SCJN. No es difícil escuchar a los ministros de la Corte, incluso en boca de su actual presidente en el discurso de apertura del año judicial, decir que no se debe judicializar la política. Es un claro mensaje, repetido por cada uno de sus miembros. Pues bien, tal mensaje llegó tarde para la causa Pinedo, que ya estaba planteada para el momento de tales declaraciones. Básicamente representa la puja del poder político, Congreso y PEN. La Corte es clara al tratar de limitar su rol al del control de legalidad. Ahora bien, el problema entonces es que no quiere resolver cuestiones políticas no judiciables, buscando ser fiel a su propuesta de autoexclusión de tales causas… Y Pinedo tiene mucho de causa política, y mucho de control de legalidad de la actuación de la administración. Los fondos del BCRA sin dudas son fruto del esfuerzo del Estado (Nación jurídicamente organizada) y no sólo del PEN. La CN ha puesto en cabeza del Congreso de la Nación el resguardo del manejo de los mismos; por el otro lado, el PEN recurre a un DNU para hacerse de los mismos, exponiendo una serie de razones, las cuales hay que analizar detenidamente. El actor, Diputado Nacional Pinedo, ha expuesto razones de claro interés constitucional, no solamente un Punch Line donde reclama para si el respeto a la Carta Magna y al derecho de su función como legislador. Todo ello amerita una atenta mirada por parte de los jueces, tanto de baja instancia, como de Cámara sobre el fondo de la situación. Se trata, ni más ni menos de definir el rol del Congreso a la luz de la “normalización” institucional argentina, luego de años de continuas “emergencias” y “Excepciones constitucionales” como hemos expresado en otras oportunidades31. Ello, creemos, aleja la conveniencia del dictado de una sentencia anticipada por parte de la máxima autoridad judicial de la Nación. Sin embargo la Excma. Cámara, al aceptar el REF en contra de la regla de derecho que impone la ley 48, deja al Máximo Tribunal al borde de una sentencia anticipada, como sostuvimos en la primera parte del presente trabajo. Esa sentencia, sin duda dejara vacío de contenido a la situación principal, porque si confirma lo actuado, al mismo tiempo del inicio de las sesiones del Congreso, no tiene ya efecto lo que se decida sobre el fondo (El Congreso resolverá); si rechaza lo actuado, se liberaran los fondos, y de nada servirá una sentencia que acoja lo pedido por el actor. No nos cabe dudas que lo actuado por la Cámara responde al eterno trastocar reglas por excepciones propuesto por la CSJN, como nos recuerda Argibay “Con una rápida compulsa de los fallos de la Corte se advierte que las variaciones autorizando excepciones han terminado por transformarse en la regla. Demostración clara de que basta con ceder o postergar los principios una vez para que se allane el camino a su desaparición o debilitamiento grave”. Por ello no se puede culpar a la Excma. Cámara por hacer lo que el Superior hace regularmente: valerse de excepciones por sobre las reglas de derecho. A ello se suma la “sensación de inseguridad jurídica” que brinda la justicia cuando camina los senderos de las excepciones permanentes. Estas excepciones a los ojos populares suponen el descrédito que actualmente tiene el sistema judicial. Como dice Argibay, “… el descrédito resultante es lo suficientemente serio como para presentar una imagen de derrumbe y quiebre de difícil reparación. Y esto es particularmente aplicable al Poder Judicial”. En resumen: Se está ante la puja de los poderes políticos y si bien se puede pensar que existe una cuestión institucional en juego, ella es la que exige la prudencia del trato del fondo del tema. Porque la cuestión institucional está en el fondo del plateo, y sí, requiere un tratamiento acorde a su importancia, y no un “apuro judicial”. Por ello creemos que es la hora del fin de las excepciones, sobre todo para esta causa, y más que nada, por como ha realizado la Excma. Cámara el trabajo sobre las mismas. Porque el trabajo de la Cámara merece una crítica. Para otorgar el REF, se limitó a enumerar, sin mayor esfuerzo explicativo, las causales de excepción que consideró para apartarse de la regla, mas no las fundamentó. Sabemos que decir que hay urgencia es una cosa, pero explicar en qué consiste es lo que nos permite determinarla analizando su legalidad. Y en el caso Pinedo, cada una de las “excepciones” a la regla del artículo 14 de la ley 48 son excepciones “espejo”, ya que cada una de las causales invocada amerita tanto dar el REF, como denegarlo. Por ejemplo: La cuestión institucional. Hay cuestión institucional para dar el REF por la puja entre poderes, pero la misma situación compleja amerita rechazar el REF que cuestiona una prohibición de innovar que posibilita tratar detenidamente el tema institucional. Es más, la Excma. Cámara se vio obligada a realizar una innovación procesal para permitir la permanencia del efecto cautelar, como más arriba tratamos. Ello se repite en todos los argumentos que da la Cámara, como el interés de la comunidad, o de la imposible reparación ulterior, o del compromiso de los intereses de la nación. Todos ellos ameritan una discusión sobre el fondo de la situación, y el imperio de la cautelar otorgada, tanto como su solución opuesta. Y a la pobre Fundamentación se le agrega las deficiencias en las citas de jurisprudencia, como más arriba explicamos, donde no se aplica a la causa la jurisprudencia citada. Por ello, ante el escenario consistente en: 1) Una cuestión política compleja. 2) La existencia de una medida cautelar de no innovar. 3) La concesión de un REF contra una medida cautelar con pobre Fundamentación. Entendemos que la solución es que debe imponerse la regla de derecho y de jurisprudencia sobre el REF establecida por el artículo 14 de la ley 48, como por ejemplo “Que según conocida jurisprudencia de esta Corte, las resoluciones sobre medidas cautelares, sea que las ordenen, modifiquen o levanten no revisten, en principio, el carácter de sentencias definitivas en los términos que exige el art. 14 ley 48 (1) para la procedencia del recurso extraordinario”32; “Corresponde desestimar el recurso extraordinario que no se dirige contra una sentencia definitiva o equiparable a tal (art. 14 ley 48)”33, etc. Finalmente recordamos los recientes comentarios de la juez de la Corte Suprema de Justicia, Dra. Argibay cuando en relación a las excepciones del articulo 14 de la ley 48 dice que “Las reglas de procedimiento exigidas para dar curso a un recurso extraordinario ante la Corte son estrictas y requieren un examen previo de las condiciones de admisibilidad. Éstas deben estar cumplidas cabalmente por la parte recurrente en el debido tiempo y forma (consideraciones aparte merecería la actual tendencia a relajar la estrictez de las formas, bajo el lema del "excesivo rigor formal", pero sería una digresión tan extensa que afectaría el contenido del tema que he propuesto para estas líneas)”… “Ceñirse a estas pautas significará reforzar la importancia de la Ley Fundamental como base del Estado de Derecho; propiciará la seguridad jurídica y volverá a cauces racionales la desmedida litigiosidad que hoy reina. No es poca la tare jonathan.golab@thomsonreuters.com