“Sofitos: Pequeños Pensadores” Propuesta de filosofía para niños

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“Sofitos: Pequeños Pensadores”
Propuesta de filosofía para niños
Elaboró:
Lic. Omar Adrián Serna Monsiváis
Odette Abisaí Coronado De Koster
El proyecto de filosofía para niños, o Sofitos, nació de la iniciativa de estudiantes de
nuestra Facultad, específicamente del Colegio de Filosofía. Éste grupo de estudiantes,
comprometidos con la causa que más adelante describiré, buscamos, dada la necesidad, que
haya una incursión y presencia de la Filosofía en el ámbito social, para lo cual
determinamos que una medida eficaz para lograr esta meta es buscar aplicar, enseñar y
promover la filosofía desde la infancia, sin hacer distingos en las edades, aunque para
nuestro proyecto abarcaremos desde los cuatro a los doce años. Por tanto, uno de los
primeros retos fue pensar en cómo llevar la filosofía al niño de forma asequible.
Ciertamente hay quienes estén de acuerdo o no conciban a la Filosofía como útil o posible
en este momento del desarrollo de una persona, sin embargo, nosotros consideramos que
bajo el enfoque adecuado es, además de posible incluso necesaria. Para encauzarnos bajo
un concepto común hemos determinado entender el concepto de Filosofía como la cualidad
intelectual del pensamiento humano que indaga la razón y principios de la realidad,
haciendo uso de herramientas cognitivas como el lenguaje, el diálogo, la razón y la
reflexión.
Bajo esta perspectiva no estaríamos hablando de un proceso finalizado, puesto que a priori
en el niño no existen las bases biológicas y epistemológicas como para proponernos hacerle
filosofar; por el contrario esta definición nos hace proponer a nuestro proyecto como una
Propedéutica a la Filosofía. El concepto Propedéutica se deriva de dos palabras griegas:
πρό, antes, y παιδευτικός referente a la enseñanza. Al desglosarlo encontramos un
significado etimológico que podríamos definir finalmente como una ayuda o el método a
seguir para poder educar y formar, en éste caso, en Filosofía. Notemos que no estamos
hablando de hacer filosofía con el niño desde el principio sino llevarle a que desarrolle la
potencialidad que posee en relación a las habilidades que en un futuro mediato o inmediato
le permitirán el filosofar.
Por lo tanto nuestro objetivo es, mediante estrategias y actividades adecuadas al nivel de
cada edad, propiciar el desarrollo de habilidades cognitivas que redunden en habilidades
más complicadas o superiores que hagan al sujeto apto para filosofar. Éste objetivo es la
base del proyecto mismo y por eso más adelante he de describir en que está sustentado.
En Sofitos estamos seguros que la intervención de un proyecto como el nuestro puede ser
muy útil para salvar y guardar las habilidades cognitivas que la educación en ocasiones
promueve y busca pero no logra rescatar completamente, ya que se encuentra inmersa en la
currícula obligatoria de estudio y las formalidades a las que está sujeta como parte de un
sistema. Una iniciativa como la nuestra puede permitir que los niños conozcan un mundo
nuevo que de otra forma solo les podría estar vedado.
En el norte de nuestro país es escasa o nula la literatura que se produce al respecto, y la
investigación aún se encuentra en ciernes. Otro objetivo nuestro es, a largo plazo, mediante
las investigaciones que se llevarán a cabo, arrojar luz sobre los procesos que hoy tomamos
como hipótesis de trabajo, esperando poder ratificarlos con éxito en la práctica. De lo cual
se sobre entiende que el trabajo será en dos vertientes: uno el trabajo teórico y otro el de
campo, directamente en la implementación de actividades en escuelas o comunidades
educativas.
El sustento teórico de nuestro proyecto se enmarca en varios ejes que podríamos
generalizar en cuatro tipos de saberes: filosóficos, psicopedagógicos, biológicos referentes
al desarrollo infantil y socio-afectivos. A continuación intentaré esbozar éstos conceptos
que fungen como directrices de nuestra actividad, tomando en cuenta además que aunque
como conceptos pueden analizarse para su mejor comprensión, en la práctica se trabajarán
de forma interdisciplinaria y no pueden ser disociados.
El primer aspecto es el filosófico, el cual al nivel del niño nosotros hemos equiparado
directamente con sus habilidades del pensamiento, o cognitivas, puesto que un joven con
habilidades poco desarrolladas para pensar, poco o nada alcanzará si se le pide filosofar o
lograr comprender el pensamiento filosófico.
Cuando hablamos del pensamiento hablamos de la casa de la filosofía. Pensar sobre el
pensamiento, por ejemplo, es una de estas habilidades primordiales para lograr el
pensamiento filosófico. El término con el que un docente estará más familiarizado en este
respecto es la metacognición. Pero pensar sobre lo pensado no es algo que aparezca
“mágicamente” al alcanzar la edad que según algunos autores es necesaria para ello, es un
proceso que difícilmente podrá llegar a su culminación exitosa si no es impulsado desde la
niñez. Así mismo no comienza como un proceso interno y abstracto sino como una
interacción con el pensamiento ajeno, a esto en la Filosofía le tenemos un especial cariño y
le llamamos diálogo.
Poseer la capacidad de contrastar ideas con los semejantes, defenderlas y debatirlas llevará
a una persona, eventualmente, a mejorar en su forma de pensar sobre su propio
pensamiento y a estructurar mejor sus esquemas mentales. Solo así podrá dialogar y debatir
con éxito permitiendo que su forma de pensar sea a su vez modificada por la otredad.
Así como éstas habilidades cognitivas, entrelazadas entre el puro pensar y la Filosofía, hay
muchas otras que no abordaremos pues no pretendemos ser exhaustivos en ésta ponencia al
respecto, sino solo mencionar algunas como ejemplos para esclarecer a que nos estamos
refiriendo cuando hablamos de éstos procesos.
La psicopedagogía se ve naturalmente involucrada en todo esto debido a que las acciones
de éste proyecto se enmarcan dentro de un proceso de enseñanza-aprendizaje. No me
extenderé mucho en ésta parte puesto que considero es comprensible la implicación que
posee.
El aspecto biológico es un factor definitivamente a tomar en cuenta e irá muy de la mano
con el socio-afectivo. En el lado del sustento desarrollista hemos tomado a un autor clásico
de la teoría psicogenética Piaget, para basarnos en su famosa clasificación por edades del
desarrollo cognitivo de los niños. Esto nos daría el aspecto puramente biológico.
Sin embargo estamos conscientes de que el niño no es pura biología y, de serlo, nuestra
actuación como proyecto sería nula pues las habilidades que mencionamos no serían ni
mejoradas, aceleradas o empeoradas por nuestra actividad docente, sino que serían algo
determinado biológicamente. No lo consideramos de esa forma, por el contrario, creemos
que el contexto ejerce una gran influencia sobre la persona y es un factor que no debe
dejarse de lado. Por último en éste aspecto, investigaciones como las de Goleman sobre la
inteligencia emocional han demostrado la importancia de considerar éste aspecto en un
proyecto educativo pues aún el más sofisticado y potencial de los intelectos puede verse
afectado por una emoción o un afecto inadecuadamente tratado o ausente.
¿Qué ofrece Filosofía para Niños?
Nuestro proyecto plantea que, así como la escolaridad formal ofrece una formación básica
en ciencias y en arte, también se incluya en la formación educativa de los niños y jóvenes la
enseñanza filosófica adecuada a su nivel educativo y edad cronológica.
Creemos que la inclusión de dinámicas y estrategias pedagógicas con contenido orientado a
desarrollar las habilidades cognitivas e intelectuales de los niños y jóvenes necesarias para
desarrollar el pensamiento filosófico y el filosofar, servirán para que se perciba a la
filosofía como una opción formativa y de desarrollo humano y profesional, además de
despertar y proteger en los niños la curiosidad y el interés por la filosofía, el conocimiento
y el desarrollo intelectual.
Decidimos basarnos en las teorías pedagógicas de Piaget y de Vigotsky para tener una
visión más completa, puesto que Piaget asegura que el desarrollo cognitivo del hombre
depende de que las estructuras biológicas necesarias estén presentes en el cuerpo del niño
en cuestión, haciendo una clasificación según edades en las que se ve dicho desarrollo, sin
embargo, creemos que si bien es necesario cubrir el aspecto biológico, en la educación
interviene también el aspecto social que Vigotsky plantea, ya que si al sujeto no se le guía o
no tiene los medios necesarios para adquirir los conocimientos no alcanzará el desarrollo
planteado en los estadíos que Piaget propone.
Para fines prácticos, nos guiamos con la tabla de desarrollo cognitivo que aportó Piaget. En
ésta, se desarrollan 4 estadíos: sensoriomotor, preoperacional, operacional concreto y
operacional formal. Me dispongo a explicarlos.
En el estadío Sensoriomotor se desarrollan los reflejos, como el de succión y morder.
También se desarrolla el movimiento en el gateo y se emite la primer palabra. Por ser una
etapa en la que el sujeto está primordialmente tomando conciencia sobre sus funciones
físicas, no lo introduciremos en el programa de Filosofía para niños. Comprende las edades
de entre 0 y 2 años.
De los 2 a los 7 años el niño se encuentra en la etapa Preoperacional. Para entender el
término, aclaro que la operación es una representación e imagen mental de algo o de
relaciones entre hechos y objetos. Es la esencia del pensamiento. En esta etapa, el niño
desarrolla gradualmente el uso del lenguaje y el pensamiento simbólico, el realismo
intelectual, es egocéntrico. Es aquí donde el niño adquiere la capacidad de reflexionar sobre
su comportamiento, aunque se guía más por su intuición que por la lógica. Se le complica
considerar el punto de vista de otra persona. Mediante el diálogo, el niño podrá aprender a
expresarse mejor y desarrollará un mejor lenguaje. Al estar argumentado para justificar su
pensamiento, también podrá construir el sentido, es decir, hilar bien sus ideas para poder
demostrar su punto de vista y eventualmente se volverá tolerante a las ideas de los demás
para cuando llegue al siguiente estadío.
La etapa que sigue es la Operacional Concreta, que va de entre los 7 y 12 años. Aquí el
niño ya puede resolver problemas concretos de manera lógica. Puede clasificar y establecer
series. Inicia la relatividad de las cosas y entiende la reversibilidad. Con reversibilidad me
refiero a que los pensamientos ya se pueden relacionar e integrar entre sí para crear
conceptualizaciones más complejas. El niño podrá beneficiarse de nuestro programa
fortaleciendo su juicio, pues en los diálogos de reflexión se fomentará que el niño exprese
su punto de vista, y se retroalimente con los comentarios de los demás y con esto aprenderá
a adoptar o descartar lo que escuche, formando el pensamiento crítico.
El último estadío que menciona Piaget es el Operatorio Formal. El joven logra la
abstracción, de modo que es capaz de razonar inductiva y deductivamente. Ésta etapa se
caracteriza por la lógica combinaria, que es el razonamiento que resuelve dos problemas
relacionados o combinados; situaciones hipotéticas, que es la subjetividad imaginativa que
ayuda a resolver y dar respuesta a problemas posibles; la capacidad de suponer y la
experimentación científica. Nuestro programa para esta etapa, habrá aportado lo suficiente
para enriquecer estas áreas y lograr que el sujeto sea capaz, eventualmente o en el proceso
de filosofar.
Consideramos que la educación básica se centraliza en la formación de individuos capaces
de realizar actividades, sin embargo no se le forma para pensar por sí mismo e investigar.
Cuando el individuo llega a la Universidad tiene el problema de no saber interpretar
muchas cosas, ni se ha preocupado por indagar y para lograr un verdadero progreso, la
investigación es fundamental.
Creemos que Filosofía para Niños, además de presentar un beneficio personal para los
miembros, puede dar un beneficio a la sociedad por dar educación a aspectos del raciocinio
humano que han sido dejados atrás, tales como el pensamiento crítico y el deseo por la
búsqueda de la verdad con un método diferente al científico.
El niño también tendrá oportunidad de aclarar inquietudes que tenga respecto a diversos
temas tales como la amistad, cuestiones de vida o muerte, problemas ambientales, familia y
finalmente podrá conocerse a sí mismo y a otros.
Bibliografía
Goleman, D. (1996). Emotional Intelligence. Barcelona: Kairós.
Splitter, L. J. (1996). La otra educación: Filosofía para niños y la comunidad de
indagación. Buenos Aires: Manantial.
Valera-Villegas, G. (s.f.). Enseñar filosofía o a filosofar. Disyunción o desafío. VII
Jornadas Nacionales De Investigación Humanística y Educativa “Visiones para un
pensamiento en libertad”. . Obtenido de http://servidoropsu.tach.ula.ve/7jornadas_i_h/paginas/doc/JIHE-2011-PN99.pdf
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