Cámara de Aprendices R.·.L.·. Atanor nº160 Lunes 24 de Octubre de 2016 e.·.v.·. A.·.L.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·. ¿Qué objeto te trae a la masonería? Desde el instante de nuestra iniciación se nos cuestiona cual es el objeto que nos trae a la masonería. El venerable maestro nos dice directamente, si es la curiosidad ya podemos irnos una vez satisfecha la misma. Obviamente lo que primero nos trae es la curiosidad, motivada a su vez por una búsqueda personal, como muy bien los ilustró nuestro Q.·.H.·. Julián Muñoz el día lunes recién pasado. Una búsqueda para encontrar respuestas o simplemente un lugar donde poder sentirse parte del resto. Claro, somos animales sociales, por lo que tendemos a buscar donde identificarnos. Creo, que detrás de la pregunta hay una doble lectura. Como casi todo dentro de la simbología esta institución. He escuchado muchas veces el mismo cuestionamiento, de una u otra manera: Por que estamos aquí; hay más razones para no estar que para estar, etc. Por un lado nos hace cuestionar nuestras intenciones, aparentemente parece una suerte de prueba de fidelidad, lo que podría hacer alejar efectivamente a algunos curiosos indecisos. Pero, por otro lado, a quienes ya estamos más convencidos, nos hace realizar una autoevaluación permanente. Cada vez que me he hecho la pregunta a través de estos dos años de vida masónica, la respuesta ha ido variando. He allí la trampa o el truco. Que objeto me trae? Primero fue una búsqueda, vagas ideas armadas por información de amigos y familiares. Un grupo de intelectuales?. Un grupo de amigos?. Un club de tobi? … Luego se nos dice que debemos devastar nuestra piedra bruta. Ir en búsqueda de nuestro propio ser. A la vez que se nos muestra un grupo fraterno. Que en ocasiones no parece serlo completamente. Esto parece ser contradictorio. La búsqueda empieza a tener problemas producto del diario vivir. Esto es más barato que un psiquiatra me han dicho en varias oportunidades. He pasado por períodos de duda. No por lo que adentro sucede sino más bien con lo que pasa afuera. Aun así. Cuando el bicho empieza a picar cuesta sacarlo. Empieza a ser parte de tu vida. Ya no sólo es devastar la piedra bruta. Pasa a ser más bien como tu familia. El término querido hermano comienza a ser más que un apelativo impuesto o imitado como lo fue al comienzo. Donde fueres has lo que vieres, pensaba por aquel entonces. Ahora, el decir querido hermano, efectivamente pasa a ser algo de corazón. Y no porque considere al resto como tal necesariamente. No es amistad en sí, creo más bien que es complicidad. Estamos en la misma y vamos hacia el mismo lado. El nosotros pasa a ser algo cada vez más habitual en el pensamiento a través de los años. Y creo que allí reside la esencia del truco. Como un mago que hace poner atención a su audiencia en un punto para realmente hacer su trabajo en otro. Finalmente, que objecto me trae a la masonería? Es una introspección que debemos realizar constántemente, como un forma de medir nuestro rastro al interior de esta institución, que poco a poco pasa a ser parte de nuestras vidas. Así como también, todos los demás queridos hermanos. El simple hecho de hacer la pregunta me hace ver el camino recorrido, por lo que la respuesta se hace cada vez más irrelevante, y efectivamente, como nos dijo el V.·.M.·. al momento de iniciarnos, si alguna vez se satisface la curiosidad habrá que buscar un nuevo rumbo. Por lo que en conclusión, el cuestionamiento sólo me motiva a seguir avanzando, así que espero jamás resolver el acertijo y seguir haciendome la misma pregunta una y otra vez para ver hasta donde puedo llegar. Porque creo actualmente que la masonería no es un lugar para encontrar respuestas, sino que para hacerse preguntas. S.·.F.·.U.·. Fernando Miranda T. Aprendiz