UNIVERSIDAD EXTERNADO DE COLOMBIA/DOCTORADO EN DERECHO PROFESOR: HUMBERTO SIERRA PORTO ALUMNO: AUGUSTO EMILIANO MOSQUERA DE LA TORRE TEMA DEL PRESENTE TRABAJO: RELACIÓN DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN CON LAS FUENTES DEL DERECHO TEMA DEL PROYECTO DE INVESTIGACION: LA ORALIDAD COMO RESPUESTA A LA CRISIS DE LA ESCRITURA EN EL SISTEMA JURÍDICO ECUATORIANO, EN MATERIAS NO PENALES 1.- DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN. En el Ecuador se ha emprendido durante los últimos años un proceso de modernización que abarca diferentes sectores que son parte del Estado, y que se constituyen en referentes de la actividad estatal. Uno de esos sectores es la justicia, que para muchos ha sido la gran ausente dentro de este proceso de modernización emprendido. No es sino hasta finales de los años noventa y principios de este siglo que empezaron a aparecer iniciativas a fin de generar cambios dentro del sistema de justicia ecuatoriano, esto más como consecuencia de una corriente transformadora que empezó a ser manifiesta en toda la región latinoamericana. Varios países de la región emprendieron cambios a sus sistemas judiciales, algunos a pasos lentos como el propio Ecuador, y otros con posiciones mucho más decididas, lo cual genero inmediatamente reformas estructurales en sus sistemas judiciales; por ejemplo, Uruguay que implemento un código procesal que en muchos casos sirvió de referente a fin de que otros Estados emprendiesen reformas judiciales que para muchos se constituían en una imperiosa necesidad a los anquilosados sistemas de justicia en la región, y una respuesta a toda esa corriente reformista. La reforma judicial en la región fundamentalmente busco en su inicio implementar toda una serie de prácticas que respondían a sistemas jurídicos de diferente tradición. Un paradigma en ese sentido son las practicas realizadas por operadores de justicia, abogados y demás en el sistema del Common Law. Es conocido que, en países donde se practica el Derecho sobre la base de las tradiciones propias de un sistema de fuentes que concede mayor peso a la tradición oral para la resolución de conflictos, se recurra a generar destrezas en los operadores de justicia y abogados en lugar de profundizar en el estudio de la norma de Derecho, y su aplicación como medio de solución de conflictos sociales. Sin embargo, en muchos casos la reforma judicial implementada, por quienes han liderado esos procesos transformadores en los diferentes países de la región, ha desconocido prácticas intrínsecas que son propias de los sistemas jurídicos que no poseen una tradición histórica con un sistema de fuentes que se funda en la oralidad, o en su defecto en la jurisprudencia o equidad. Desconocer una tradición profunda de prácticas correspondientes a sistemas jurídicos cuyas manifestaciones se fundan en un sistema de fuentes del Derecho que da énfasis a elementos constitutivos tales como la ley, el decreto, el reglamento, es alterar un orden creado sobre una tradición romanística milenaria. La oralidad es un componente presente en la gran mayoría de manifestaciones humanas. Su practicidad como medio de comunicación la distingue de otros medios, no obstante, la posibilidad de que se registren imprecisiones al momento de su ejecución por parte de quienes están haciendo uso de la palabra, puede generar vaguedad al momento de interpretar un determinado mensaje. Por su parte, la escritura no presenta esa clase de problemas relacionados con una errónea interpretación de ciertos mensajes. Existen otros problemas que son propios de la escritura pero que no son los mismos de la oralidad. El Proyecto de investigación que planteo busca identificar toda esa serie de problemas que se presentan al momento de realizar una exposición oral, y relacionarlos con la actividad judicial, así como con una adecuada defensa técnica en procesos no penales, y las consecuencias que de esta práctica se derivan. El planteamiento inicial aspira comprender una serie de razones que se encuentran a partir del estudio de la oralidad y la escritura, y su relación con los sistemas de justicia donde una u otra manifestación prevalece en detrimento de la otra, esto es la existencia de una carga oral mayor sobre la escritura, o viceversa. El sistema de justicia ecuatoriano, al igual que el colombiano, integra una serie de instancias judiciales, así como instituciones que sirven como mecanismo para que el objetivo de Administrar Justicia por parte del Estado pueda plasmarse. En muchos casos la fragilidad de las instituciones, y la falta de institucionalidad, ha generado distorsiones en la práctica profesional del Derecho. La práctica del Derecho se ha traducido a cumplimentar con una serie de formulismos y rituales que desdicen de la actividad procesal. Una muestra de aquello se constituye el mal uso que se ha dado de ciertos elementos judiciales como los alegatos, y su consecuente deslegitimación como instrumentos de una práctica procesal vigorosa. El mal uso que se le ha dado a ciertas piezas procesales tales como el escrito inicial de demanda, los alegatos finales, que resumen toda la práctica probatoria, y que brindan al juzgador una síntesis de todo lo que fue practicado durante el proceso, han ido deslegitimando la práctica procesal fundada sobre la base de la escritura. Expresiones como “el papel lo aguanta todo” han contribuido a que el uso de la escritura como medio efectivo de comunicación se deslegitime, y que la oralidad como una canal comunicacional efectivo se valide. En tal razón, he considerado necesario realizar un estudio de la oralidad como respuesta a la crisis actual que vive la escritura como medio efectivo de comunicación en el sistema jurídico ecuatoriano, en materias no penales, esto último debido a que considero que la materia penal y contravencional forman parte del Derecho Público que históricamente ha recurrido a la oralidad como canal de comunicación, no obstante lo anterior otras ramas del Derecho, como el Derecho Civil han recurrido a la escritura como medio idóneo para plasmar sus contenidos. Es necesario encontrar razones tras la corriente generalizada de cambio, que en su afán transformador ha desconocido muchos elementos intrínsecos de nuestros sistemas jurídicos como la escritura, las reglas generales del Derecho que se desprenden de las propias sentencias judiciales, la contundencia de esa relación motivada que deberá hallarse en la propia sentencia, y todo una serie de elementos que hacen de la escritura un medio efectivo de comunicación. Finalmente, es lamentable el ejercicio de supuesta oralidad en que incurren ciertos jueces u operadores de justicia para dar a conocer sus resoluciones sobre la base de que están obligados a hacerlo inmediatamente por cumplir con la disposición procesal, dentro de un supuesto sistema oral de justicia, y que desdice del propio sistema porque evidencia la debilidad del mismo, y genera un ambiente de precipitación, de agitación, de supuesta celeridad, que no es otra cosa que ineficiencia disfrazada de operatividad. 2.- DE LAS FUENTES DEL DERECHO. Recogiendo las palabras de Ricardo Gil Barrera1, quien a su vez cita a Humberto Sierra Porto, para indicar que este último define las fuentes del derecho como las normas “…que determinan cuáles son los sujetos o actos a los que el ordenamiento jurídico atribuye la facultad de crear normas (fuentes de producción), los procedimientos o modos por los que se crea el derecho (fuentes sobre la producción) y las fuentes a través de las cuales se expresa el Derecho”. Así, para Humberto Sierra Porto las fuentes de derecho se expresan “…en su triple dimensión a través de diversas clases de normas denominadas según su contenido como fuentes de la producción, fuentes sobre la producción y formas de la norma jurídica2”. En el Ordenamiento Jurídico colombiano, «(…) en el caso de las fuentes de producción, el artículo 114 constitucional que otorga la posibilidad de reformar la Constitución y la potestad legislativa al Congreso de la República cuando dispone: “Corresponde al Congreso de la República reformar la Constitución, hacer las leyes…”, o el artículo 189.11 del mismo texto que otorga la potestad reglamentaria al Gobierno, cuando señala como competencia propia de este poder público “Ejercer la potestad reglamentaria, mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para cumplida la ejecución de las leyes”, fuentes sobre la producción son los artículos 154 a 168 de la Constitución que contienen las normas sobre el procedimiento legislativo que se debe seguir para que un proyecto se convierta en ley; y fuentes que establecen la forma que deben adoptar las normas creadas por las fuentes de producción serían los arriba mencionados artículos 114 y 189 o el 150.10 inciso 2° del texto constitucional cuando señala que los actos del Presidente en ejercicio de la delegación de potestad legislativa se denominan “decretos leyes”, otro ejemplo de estas normas que determinan las formas del derechos es el artículo 221 de la LORC (Ley Orgánica 5.° reglamento del Congreso) que dispone: “Acto legislativo. Las normas expedidas por el Congreso que tengan por objeto modificar, reformar, adicionar o derogar los textos constitucionales, se denominan actos legislativos y deberán cumplir el trámite señalado en la Constitución y en este reglamento3». 1 Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 38 2 Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 39 3 HUMBERTO SIERRA PORTO, en Ricardo Gil Barrera, Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 38-39 Todo lo anterior nos indica que las Fuentes del Derecho se constituyen en esas normas que sirven para identificar sujetos o actos a los que el ordenamiento jurídico reconoce la facultad de crear normas. Una pregunta aparece en relación a lo anterior, y es: ¿cuáles son esas normas que sirven para identificar sujetos o actos a los cuales se les reconoce la facultad de crear normas? Sierra Porto identifica en el caso del Ordenamiento Jurídico colombiano como normas que sirven para identificar sujetos o actos a los que se les reconoce la facultad de crear normas las contenidas en el artículo 114 de la Constitución Colombiana, esto es: “Corresponde al Congreso de la República reformar la Constitución, hacer leyes y ejercer control político sobre el gobierno y la administración…”. De la misma forma, le reconoce al Gobierno la facultad reglamentaria mediante la expedición de los decretos, resoluciones y órdenes necesarios para cumplida la ejecución de las leyes (Artículo 189.11 de la Constitución Política). Lo anterior corresponde a casos de sujetos a quienes se les reconoce la facultad de crear normas. De la misma manera, Sierra Porto categoriza las Fuentes del Derecho en dos grandes grupos, por un lado la Fuentes Principales: Bloque de Constitucionalidad, La Ley, Actos Administrativos. Fuentes Secundarias: La Jurisprudencia, La doctrina, Los principios generales del Derecho y la equidad. Estos últimos son considerados criterios auxiliares de interpretación, lo cual se encuentra descrito en el propio texto constitucional4. La Constitución – como Kelsen la interpreta – se constituye en el vértice a partir del cual se integra todo el andamiaje jurídico que comprende a la Ley, a los Actos Administrativos, a la Jurisprudencia, a los principios generales del Derecho y demás normas. No obstante, existen normas que propiamente no forman parte de la Constitución, pero que están en concordancia con los preceptos contenidos en ésta, y que son – las normas – elementos generadores de cambio y evolución, una especia de cuerpo viviente que permanentemente se nutre de esos cambios, y permite que una superestructura subyacente, donde está la Ley y demás normas, guarden relación con los preceptos y mandatos fundamentales. Estas normas que propiamente no forman parte de la Constitución en su mayoría son el resultado de tratados y convenios internacionales, convenios de los cuales los Estados son suscriptores, incluso sentencias internacionales sobre Derechos Humanos, que forman un todo, y que se conoce como “Bloque de constitucionalidad”. Por tanto, no solo la Constitución es el punto en el cual convergen todos los elementos 4 Artículo 230 de la Constitución Política de Colombia normativos, sino existen una serie de elementos que propiamente sin ser parte de ésta conforman una integralidad. Y es aquí precisamente que como sujeto encargado de crear normas, y de reformar la propia Constitución, y adecuarla a los contenidos de los tratados y convenios internacionales y demás, aparece el Congreso de la República (Art. 114 CP). Al Congreso de la República le corresponde hacer leyes. Esta tarea en extremo comprende todo el proceso de formación de la Ley. En sentido formal la Ley refiere a aquella que ha cumplido con todo un proceso necesario de formación descrito en la Constitución Política y en la Ley Orgánica del Congreso de la República. Por otro lado, existe un concepto material de la Ley, y nos refiere “a todas aquellas normas generales, impersonales y abstractas, creadas por órganos competentes para el efecto, como el Congreso de la República y el Presidente a través de decretos en uso de sus facultades extraordinarias conferidas por el legislador o, de manera excepcional, por la Constitución, pero también cumpliendo con las formas propias para su formación de manera armónica con la Constitución Política5”. La Ley, por tanto, no solo advierte a ese conjunto de normas creadas por el Congreso de la República sino también los decretos con fuerza de ley expedidos por el Presidente de la República en uso de sus atribuciones legales o constitucionales, y los decretos legislativos expedidos en estado de excepción autorizados por la propia Constitución. De todo este conjunto de normas denominadas Ley se advierte que existe una relación de jerarquía, de igualdad y superioridad e inferioridad; verbigracia, las leyes que conceden facultades extraordinarias al Presidente de la República a fin de que expida decretos con fuerza de ley son jerárquicamente superiores a los decretos con fuerza de ley. De la misma manera, las leyes orgánicas, las leyes estatutarias, y sobre todo las leyes referentes a derechos humanos, prevalecerán sobre otros tipos de ley como las ordinarias. Los Actos Administrativos constituyen una decisión jurídico-administrativa realizada por una persona adscrita o vinculada a una entidad, organismo, dependencia o sección administrativa y perteneciente a cualquiera de las tres ramas del poder público, a los organismos de control (Contraloría y Procuraduría), a los órganos electorales, o a persona jurídica de derecho privado, cuando ejerza una función administrativa estatal por disposición del ordenamiento jurídico. Estas entidades generaran actos administrativos que crean, extinguen o modifican situaciones jurídicas individuales y generales. En definitiva son manifestaciones de la actividad 5GIL BARRERA, Ricardo, Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 151 administrativa que generan efectos jurídicos y responsabilidad tanto estatal como particular. En relación con las Fuentes Secundarias la Jurisprudencia posee un sitial especial dentro de esta categoría, debido a que se constituye en Derecho aplicado para el caso en particular, y se transforma en guía para la aplicación del Derecho en cualquier caso en general. “La Jurisprudencia consiste en un cúmulo de reglas generales de derecho formuladas por los tribunales o altas cortes judiciales contenidas en las partes considerativas de la sentencia, que esclarecen o determinan los márgenes de aplicación de las normas constitucionales, legales o administrativas de carácter general, o del derecho consuetudinario, que en ciertos estados es vinculante y en otros es un criterio auxiliar de la actividad judicial6”. Esas reglas generales de derecho se encuentran en la razón de la decisión, lo que se conoce como ratio decidendi, que en lo posible debe contener la parte considerativa de la sentencia judicial, constituyéndose en la base de la decisión, y en vinculante para los jueces de primer nivel o tribunales de instancia. No obstante, para muchos la jurisprudencia representa una fuente formal del Derecho puesto que se da en el hecho de que un juez que busca comprender la conducta humana categoriza cierta manifestación conductual y la refiere a una norma jurídica. Consecuentemente, el juez accede al campo de las Fuentes Formales del Derecho. La Jurisprudencia implica que las decisiones judiciales puedan crear normas generales. Es una fuente formal de creación del derecho, que se deriva no de la Ley, aprobada por los órganos legislativos, sino por las resoluciones que adoptan los juzgadores, sobre todo los tribunales, ante determinados casos en concreto. La Jurisprudencia constituye una surte de doctrina o paradigma resolutivo, correspondiendo adaptar todo lo venidero, ya que la misma trata de asumir, como norma jurídica, la solución que se puede brindar ante ciertos casos, de tal suerte que otros semejantes, aunque no existen casos idénticos en la vida, deban resolverse según la doctrina con la solución anterior, emitida por un tribunal como caso semejante. La doctrina como fuente auxiliar del Derecho, y de conformidad con lo dispuesto en el Artículo 230 de la Constitución Política, nos refiere a trabajos de sistematización, interpretación y crítica llevados a cabo por estudiosos del Derecho sobre normas que 6ibidem, pp. 191 integran el ordenamiento jurídico, y sobre los pronunciamientos de las altas cortes de un Estado. Esta clase de trabajos realizados por estudiosos del Derecho se conocen en la mayoría de los casos como dogmática jurídica, que sirve como fundamento de una escuela o posición jurídica relativa a un tema en particular. “Su análisis también puede comprometer los mecanismos para la aplicación del derecho y la realización de la justicia. El análisis reposado desde el punto de vista interno, de todos los elementos que integran el fenómeno jurídico conveniente no solo para el Estado mismo, comprendiendo – claro está – la rama judicial del poder público, sino para la profesión de abogacía y las personas sujetas al derecho7”. Los principios generales del Derecho constituyen un criterio auxiliar que suple la ausencia de una norma u otra fuente del Derecho a fin de resolver un caso en particular. Existen casos que no cuentan con una solución aparente. En inicio, la existencia de una norma contenida en una ley brindaría una solución, sin embargo esa norma no se ajusta a los hechos, generando incertidumbre por parte del juzgador. Precisamente los principios generales del Derecho cubren esos vacíos normativos, intersticios que no cuentan con norma alguna, y que deberán ser resueltos. “La Corte Constitucional en Sentencia C-284 de 2015 categoriza los principios generales del derecho: a) principios implícitos en el ordenamiento; b) principios presentes en el ordenamiento jurídico, que se corresponden con el derecho natural, y por eso mismo no derivan su validez de aquel orden jurídico, y c) principios del derecho romano y del derecho español8”. Gil Barrera Ricardo compara recurrir a los principios generales del Derecho con la Equidad, puesto que los considera criterios auxiliares de la actividad judicial. Evidentemente, se podrá recurrir a aquellos siempre y cuando su utilización esté plenamente justificada sobre la base de principios éticos y políticos, cuya exhortación se encuentra expresamente autorizada por el Derecho Positivo. De acuerdo con la Sentencia C-284 DE 20159, los principios generales del Derecho tienen diversas funciones: a) una función crítica de los ordenamientos jurídicos de los Estados, lo cual se interpretaría como un acercamiento a conceptos de justicia, propios de la Filosofía Política; b) una función integradora, que es manifiesta a falta de ley cuando se aplican los principios generales del Derecho. 7 GIL BARRERA, Ricardo, Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 220 8 GIL BARRERA, Ricardo, Las Fuentes del derecho en Colombia, y criterios auxiliares de la actividad judicial. UNIVERSIDAD DE MEDELLIN, SELLO EDITORIAL, 2017, pp. 224 9 Ibídem pp. 226 Finalmente, la Equidad es considerada como un criterio auxiliar de la actividad judicial, y por lo tanto una Fuente secundaria del Derecho. La aplicación de la equidad comprende un sentido de justicia de quien decide, lo cual supone un conocimiento del Derecho y de la Justicia por parte de éste, así como la posesión de otro tipo de facultades intelectuales, racionales y de experiencia. La Equidad integra elementos axiológicos, y que son el fundamento de su legitimidad, puesto que al no existir ley o norma alguna, la combinación de elementos afines entiéndase ética, filosofía política le brindan el sustento suficiente que necesita su fundamento para resolver un caso justiciable. 3.- DE LA RELACIÓN DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN CON LAS FUENTES DEL DERECHO. Como se lo indico anteriormente la propuesta de proyecto de investigación, relativa a la oralidad como respuesta a la crisis actual que vive la escritura como medio efectivo de comunicación en el sistema jurídico ecuatoriano en materias no penales, guarda relación con las Fuentes del Derecho en virtud de que estas últimas brindan elementos necesarios para la interpretación del Derecho y la práctica procesal. Cada una de las Fuentes del Derecho háblese Constitución, Ley, Acto Administrativo, Jurisprudencia, principios generales del Derecho, equidad, contiene elementos que las distinguen del resto y que son consustanciales a su naturaleza. No obstante, todos coinciden en que se encuentran escritas y detalladas en cuerpos normativos que expresan su composición. La incorporación de reglas a textos normativos siempre fue una necesidad. En la actualidad es una tendencia incluso en sistemas jurídicos en los cuales la tradición oral suplía el incorporar registros escritos. Sistemas Jurídicos como el Common Law incluyen textos y documentan permanentemente normas o sentencias a sus contenidos. La escritura desde los albores de la civilización nos ha acompañado. Desacreditar la escritura nos es la mejor respuesta a una crisis sistémica, y encontrar posibles soluciones en supuestas prácticas orales no es la solución. La escritura y su práctica no distinguen como seres humanos del resto del resto de seres vivos, los cuales incluso se comunican mediante sonidos o expresiones corporales. Sera necesario abordar el estudio de diferentes sistemas jurídicos, y entender sus prácticas a fin de interpretarlas con relación al sistema jurídico ecuatoriano. La utilización de diferentes Fuentes del Derecho en estos sistemas será la clave para relacionarlas con un sistema jurídico que aún mantiene una gran carga heredada de una tradición escrita romano-hispánica. Las fuentes del Derecho serán la clave para develar la práctica procesal en esos sistemas jurídicos, y como estas – las fuentes – se traducen a prácticas orales que requieren de destrezas adquiridas para su adecuada ejecución. No obsta, que cuando hablamos de materias no penales, esto es lo civil, lo administrativo, lo laboral y un sinnúmero de ramas del Derecho que no guardan relación con la actividad punitiva del Estado, entendemos que en su mayoría son ramas del Derecho que recurren necesariamente a elementos escritos, y que deberán ser manejados éstos con debida precisión para no ser deformados ni mal interpretados. La Jurisprudencia como fuente del Derecho, para unos principal para otros secundaria, es fundamental para entender la dinámica de la escritura y la oralidad como medios validos de comunicación en la práctica judicial. Su riqueza es una fuente inagotable de eventos relativos a la conducta humana y sus diferentes manifestaciones. La jurisprudencia como lo dicen algunos tratadistas es derecho viviente que nos entrega un conjunto de principios generales del derecho, así como principios jurídicos cuando hace relación con la norma y su aplicación. Enuncia la norma, y es precisamente en ese momento que adquiere una dimensión objetiva, y obliga tanto a quien la evoca como a quien se dirige. La Equidad como fuente auxiliar recuerda a todo un conjunto de conceptos relativos a lo que es justo, correcto, ético, y que nos sumergen – esos conceptos – en un debate por conocer cómo deberá ser formulada una decisión. Pero la verdadera interrogante está en predecir cuáles serán los verdaderos efectos de una determinada decisión, es decir una aproximación a los elementos teleológicos de ésta. Una decisión judicial puede cambiar vidas. Es un arma tan potente que por si logra mantener el equilibrio social, incluso cuando evidentemente se ha cometido una injusticia. La oralidad como medio de comunicación en este contexto aplaca los ánimos, la vindicta pública exige responsables. La palabra, expresión suprema de lo oral, enaltece o subyuga. Quien mejor ejecute un papel vencerá, aunque sea injusto. El sistema jurídico es presa de sus propias virtudes. Considero que mi proyecto de investigación mantiene una estrecha relación con el sistema de fuentes del Derecho, máxime si este – sistema de fuentes – constituye el punto de partida de cualquier pretensión jurídico investigativa. 4. CONCLUSIONES. El proyecto de investigación que planteo, esto es la oralidad como respuesta a la crisis de la escritura en el sistema jurídico ecuatoriano, en materias no penales, guarda relación con las fuentes del Derecho, en especial con la Constitución, la Ley, Actos Administrativos, pero sobre todo con la Jurisprudencia, Principios Generales del Derecho, Equidad, esto último sobre todo porque a través del estudio de la Jurisprudencia será posible distinguir la aplicación del Derecho mediante la norma que están realizando los jueces ecuatorianos. Como están interpretando las normas sobre todo contenidas en el Código Orgánico General de Procesos (COGEP), y una vez que entre en vigencia las disposiciones del Código Orgánico Administrativo (COA). Todos los cambios implementados en el Ecuador en el sector Justicia buscan mejorar la eficiencia, eficacia, en definitiva la gestión de un sector que así lo demanda. Sin embargo, considero que al instituir la oralidad como un fin, y colocar todas las esperanzas en un sistema que tiene debilidades, y que se funda sobre un sistema jurídico (Common Law) que no es nuestro sistema jurídico, generara profundas distorsiones en los objetivos que estos cambios han buscado. En muchos casos sucediendo evidentes injusticias por no contar con una buena defensa técnico-jurídica, y una serie de falencias que son propias de un sistema jurídico que se funda en la aptitud y en las destrezas de los más capacitados, y no sobre las máximas de valor, equidad y justicia.