Respecto a las nociones en torno al currículum oculto, Giroux delimita tres enfoques. A su vez, aporta una visión propia, alternativa a estas tres miradas a las que considera erróneas, ya sea por funcionales al orden social imperante, o por ser demasiadas pesimistas. Los tres enfoques sobre currículum oculto en el análisis de Giroux: Enfoque tradicional Centrándose en la búsqueda de metas sociales como la cohesión, el consenso, el orden, este enfoque acepta de forma acrítica la relación entre lo acontecido en el aula con lo que sucede en el marco social que contiene a la escuela. Es más, valoran positivamente que los valores dominantes en el seno de la sociedad sean transmitidos y reproducidos en la escuela mediante el currículum oculto Enfoque liberal A diferencia de la perspectiva tradicional, el enfoque liberal es crítico con las normas y valores dominantes, a los que considera negativos (por ejemplo el trato desigual entre los géneros). Pero su mirada adolece de una relación entre lo que ocurre en la sociedad y lo que ocurre en la escuela. Sus esfuerzos se concentran en el seno de las aulas, analizando las formas de construcción, mediación y negociación del conocimiento a través del currículum oculto. Pero al no enfocarse en las condiciones sociales, políticas y económicas existentes, terminan por hacer prácticamente responsables a los agentes escolares por la existencia de esas prácticas en la escuela. Enfoque radical Superando la mirada liberal, el enfoque radical contempla el rol político de la institución escolar estructurando su análisis a través de conceptos como clases sociales y dominación y como es que estas estructuras sociales operan dentro de la institución escolar a través del currículum oculto. Sin embargo este enfoque carece de una mirada superadora ante esta complejidad, centrándose unilateralmente en el carácter reproductivo de la escuela, sin enfocar dialécticamente la relación sociedad-escuela. Para superar las debilidades de estas tres perspectivas, Giroux propone una redefinición de la mirada sobre el currículum oculto. En esta redefinición, el autor sostiene que, primeramente, la noción de currículum oculto debe pasar a ocupar un lugar central en las teorías curriculares, poniendo énfasis en las nociones de crítica y conflicto para el desarrollo del trabajo áulico, en detrimento del mentado consenso. Todo esto en vistas a poner de relieve el rol del poder en torno a la construcción y distribución del conocimiento en la sociedad y en el aula. Y por otra parte, Giroux sostiene que los trabajos sobre el currículum oculto deberían poner énfasis en enfocar a las instituciones escolares como sitios de dominación, tanto como de contestación colocando el rol político de la educación en primer orden. Es que el autor entiende que, para superar la noción de reproducción cultural debe pasarse a una que brinde herramientas para una intervención cultural y acción cultural que pueda ser generadora de prácticas hegemónicas.