LIMPIOS POR DIOS Cuando Eliseo el varón de Dios oyó que el rey de Israel había rasgado sus vestidos, envió a decir al rey: ¿Por qué has rasgado tus vestidos? Venga ahora a mí, y sabrá que hay profeta en Israel. Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? 2 reyes 5:9-13 todos en nuestro medio del cristianismo luchamos, por vivir una vida de limpieza y santidad a nuestro senor, en ese diario pelear nos vamos encontrando cada obstaculo que hace de nuestra limpieza se vuelva cada ves mas dificil, y es que esto de la limpieza se debe hacer todos los dias. todos los dias debemos tomar nuestros articulos de limpieza tal y como lo hacemos fisicamente (toallas, sepillos, pastas, jabones, perfumes, etc,) asi debemos hacerlo espiritualmente (biblia, oracion, ayuno, servicio, etc.)pero le hemos tomado amor al bano de todos los dias y asi debemos tomarle amor a la limpieza espiritual. pero que es lo que hace que esto de limpiarse espiritualmente se vuelva una verdadera pesadilla. En los tiempos de Eliseo, existió un hombre llamado Naamán, general del ejército de Ben-adad, rey de Damasco. Era un hombre con mucha soberbia, porque gozaba del favor del rey. Naamán era un general valiente, pero estaba enfermo de lepra. Fue la criada de su esposa, una joven que era del pueblo de Dios, la que sugiriera que su amo visitara al profeta Eliseo para que fuera sano. La joven se dio cuenta de la enfermedad del general , ya que cuando se disponía a lavar sus trajes noto que de ellos desprendían pequeñas partículas de piel ; esto motivó a que Naamán se lo contara al rey de Siria y este redactará una carta al rey de Israel, indicándole que el portador de la misma era su oficial Naamán y que se lo enviaba para que fuera sano de su lepra.- Preocupado, el rey de Israel rasgo sus vestiduras y se decía “¿ Y a caso soy yo Dios para sanar a este enfermo de lepra? Mirad como me está buscando pleito”. Eliseo, al darse cuenta de la actitud del rey de Israel en rasgar sus vestiduras, le pregunto “¿Porque estas tan molesto? Envíalo a donde mi para que se enteren que hay profeta en Israel “. Y así fue se lo enviaron, pero Eliseo no lo atendió personalmente sino que envió a uno de sus mensajeros indicándole a Naamán lo que debía hacer para poder ser sano. El general se molesto mucho porque el profeta Eliseo no lo había atendido. Comenzó a murmurar, a enojarse, y sobre todo a cuestionar la receta para su enfermedad. Note entonces que cuando éste y su séquito llegaron, el profeta nosalió a recibirlo; sencillamente le envió el mensaje de que debía sumergirse siete veces en el río Jordán. Eso, evidentemente, tenía el propósito de probar su fe y de humillar su orgullo. Naamán se molestó y se propuso regresar a Damasco de inmediato, afirmando que los ríos Abana* y Farfar* eran mucho mejores que el fangoso Jordán. Pero finalmente lo persuadieron a probar la receta de Eliseo, y como resultado, sanó. Le ofreció una rica recompensa, pero el profeta rehusó aceptar algo de él. Su siervo, Giezi, por engaño obtuvo para sí mismo algunos de los regalos ofrecidos. Esto le costó un duro castigo, porque por su pecado recibió la lepra de Naamán. Como resultado de su milagrosa sanidad, Naamán llegó a ser creyente del Dios Todopoderoso, el Dios de Israel, y prometió adorarlo sólo a él de allí en adelante. Es aquí donde podemos observar que existen ciertas cosas que detienen la limpieza del hombre, en esta oportunidad estudiaremos sietes de ellas: 1.- El enojo 2.- La murmuración 3.- Utilizar métodos humanos 4.- Las comparaciones 5.- La impaciencia 1...El enojo (verso 11 )Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. El enojo es el Sentimiento que una persona experimenta cuando se siente contrariada o perjudicada por otra o por una cosa, como ante una falta de respeto, una desobediencia o un error. nosotros nos enojamos sencillamente porque las cosas no se hacen como nosotros queremos, la palabra nunca dice que no podemos enojarnos, por lo contrario dice que nos enojemos pero que ese enojo no se nos convierta en pecado (efesios 4:26) 2...La murmuracion (verso 11 )Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. Naaman se fue dice esta escritura; reclamando, vozeirando, murmurando, insatisfecho por lo que le habia acontecido. murmurar es sencillamente hablar o mas bien reclamar a la o las personas equibocadas hacerca de algo que no esta de acuerdo. 3...métodos humanos (verso 11 )Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. Naamán sabía mucho de guerra pero no así de guerra espiritual. El llevaba ya en su mente como debía portarse Eliseo con él. Por ser el general que era, pretendió que las cosas fueran a su manera, quiso implementar sus propios métodos; en ese momento Naamán quiso actuar como el médico que daría la receta a su enfermedad. El pueblo de Dios a veces actuamos como Naamán, queremos respuestas a nuestras peticiones y quisiéramos implementar nuestros propios métodos para llevarnos a esas respuestas. Es lo mismo cuando las amadas piden al Señor que convierta a sus esposos, pero al momento de la petición, dicen: “Señor, pero que no le pase nada,” pretendiendo dejar a un lado la soberanía de Dios. Él opera como quiere, sino preguntémonos cómo es que algunos hijos de Dios tienen pronta respuestas a sus peticiones y otros No. Algunos ponemos nuestros propios métodos y no los métodos divinos y esto impide que recibamos la bendición. 4...La comparacion (veso 12)Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. Aquí podemos ver que el general Naamán comparó lugares, ciertas comodidades etc. Debemos de saber que para las cosas de Dios no funciona hacer comparaciones de ningún tipo como parentescos, distancias; muchas veces las bendiciones no llegan por qué comparamos nuestra bolsa, nuestra economía en ese momento y esto perjudica a que sigamos con lepra.- El ciertamente menosprecio el Jordán, y exalto los ríos que el estaba acostumbrado a admirar en Damasco, por eso Eliseo le da instrucciones divinas de zambullirse no una, no dos, ni tres veces, sino que siete veces, porque Jordán tipifica humillación, morir a nuestro yo interior , subyugar la soberbia, altivez y prepotencia y adquirir humildad, para ser sanos, si padecemos de alguna enfermedad, debemos aprender a seguir las instrucciones del Señor sin cuestionarlas o pretender que sean de acuerdo a nuestra manera de pensar. 5...la impaciencia ( verso 12-13)Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Sime lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado. Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio? Otro aspecto que se le estaba ministrando a Naamán es que él quería el milagro rápido; hoy en día existen Cristianos de Microondas que no les gusta el Proceso, sino que el Suceso. Piensan que el Evangelio es de Microondas dejando a un lado la palabra del Señor que nos dice: Salmos 1:3 Y será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. Aprendamos a esperar en EL, porque sin lugar a dudas nuestra sanidad, bendición y petición será materializada en el tiempo que El tiene planificado para nosotros, ya que El no olvida ninguna de nuestras peticiones y ciertamente llegara aunque tarde espérala porque llegara