“No puedo pedirte que te enamores de un extraño, eso es absurdo; pero quiero pedirte que, al momento de entregar tu corazón, lo hagas a sabiendas de que quien está a tu lado, es un hombre que sabrá amarte y apreciarte por la mujer que eres. Quiero pedirte que te enamores de un hombre de verdad; uno que te persiga con la mirada, como un león hambriento, y que se pierda en el brillo de tus ojos, aún en la oscuridad. Enamórate de un hombre, para el cual tú seas la única mujer en este mundo; y, que sea capaz de construirte un castillo, aunque solo tenga un lápiz y papel. No puedo pedirte que te enamores de un hombre que lo haga todo; sin embargo, te pido que te enamores de un hombre que esté dispuesto a hacerlo todo por ti. Quiero que te enamores de un hombre con la suficiente hombría para cocinar por las noches, o cuándo estés cansada. Un hombre que pueda coser un botón de tu blusa favorita, para que puedas llegar a tiempo a esa reunión; y por qué no, que te diga al oído que: todo estará bien. Enamórate de un hombre que valore a Dios, a la familia y los amigos. En la vida los necesitará a todos ellos. Y si es un ladrón, procura que te robé solo algunos besos; pues, ya te habrá robado el corazón.