FENICIOS. Proceden de la zona del Líbano. Sus asentamientos se situaban en la costa marítima, y su sociedad no obedecía a un gobierno centralizado o política unitaria. Las ciudades eran fortificadas, y seguían generalmente un patrón común: acceso a un puerto marítimo, una acrópolis, murallas con almenaras, algunos edificios de culto, y las necrópolis en las afueras por cuestiones de higiene. Las casas eran de estructuras sencillas, hechas en barro, ladrillo o mampostería, sobre zócalo de piedra. La cultura fenicia se desarrolló en 2 periodos: Paleofenicio (3000-1200 a.C.) y fenicio (1200-323 a.C), cuando lo presión ejercida por los pueblos del mar les forzaron a buscar una solución ante esta amenaza. Fue su conocimiento del medio marítimo lo que les impulsó a establecer relaciones comerciales con pueblos mediterráneos de Iberia y el Norte de África para incrementar su economía. De estas relaciones surgieron los primeros asentamientos como ciudad-Estado. La organización política y social se basaba en la monarquia, derivaba de los reyezuelos de la edad del Bronce. El Rey garantizaba la prosperidad de los súbditos con el apoyo de los dioses, por tanto ocupaba el lugar central de la sociedad fenicia, siendo la persona más influyente y poderosa aunque su poder quedó limitado por las clases oligárgicas que manejaban el comercio de la ciudad. Actuaba también como sacerdote, papel mucho más importante que el regio por el carácter teocrático sobre el que se basaba el poder. El cargo era hereditario. Sin embargo, el rey no gozaba de poder absoluto, pues existían las asambleas de ciudadanos, compuestas por todos los hombres libres en posesión de sus derechos cívicos. Sus funciones no estaban claras. Por fuentes es sabido también la existencia del consejo de ancianos. Ambos consejos controlaban la autoridad de la ciudad, aunque se ignora cómo se constituyeron ambas instituciones, el número y origen de sus componentes y la frecuencia de las reuniones. La oligarquía ciudadana se imponía como un poder institucional, destacando el sufete (magistrado de cargo anual) muy representativo en Gadir y Cartago. Sus funciones se centraron en actividades judiciales. El cargo duraba un tiempo variable (de 2 meses a 6 años) y era electivo aunque a veces fue también hereditario. Las población estuvo dividida en dos grupos: libres y esclavos. Dentro de esta división, se podían distinguir ciudadanos y extranjeros. Los ciudadanos (hombres fenicios y libres) eran los únicos que gozaban de sus derechos, y por tanto les correspondían ciertas obligaciones como el pago de impuestos o la defensa de la ciudad. A cambio, la ciudad les recompensaba con esculturas conmemorativas. La base social eran las familias o linajes.