1.-¿Qué es un trastorno alimenticio? Concepto de Trastorno Alimenticio o Psicopatología Alimentaria Un Trastorno en la Alimentación es una enfermedad causada por la ansiedad y por una preocupación excesiva por el peso corporal y el aspecto físico, relacionada con la alteración de los hábitos alimenticios comunes. La persona que padece algún trastorno en su alimentación basa en la comida - un particular significante al que la persona enferma otorga un significado específico de acuerdo a diversos factores psicológicos y evolutivos- todos los pensamientos y actos que forman parte de su cotidianeidad, sintiéndose hiperdependiente de esa idea, con lo cual el alimento se convierte, entonces, en el eje a partir del cual gira la vida y el mundo de relación de la persona que padece el trastorno. Estas conductas alimenticias pueden o no alterarse voluntariamente, esto está sujeto a factores internos y externos como el nivel de autoestima, presiones familiares, frustración por tener sobrepeso, comparación constante con alguien cercano por parte de un familiar u amigo, etc. Generalmente estos tipos de trastornos en la alimentación, más allá de los síntomas que encierra cada uno en especial, son acompañados por un marcado aislamiento de la persona, excesivo cansancio, sueño, irritabilidad, agresión (sobretodo hacia personas conocidas y miembros de la familia), vergüenza, culpa y depresión, registrándose un trastorno en la identidad a partir de la nominación de la enfermedad. 2. Factores Predisponentes a la Aparición de una Psicopatología Alimentaria No es posible mencionar un único factor como causa de la aparición de un trastorno de la alimentación, pues las psicopatologías alimentarias son provocadas por múltiples factores, lo que significa que existe una combinación de causas individuales, familiares y socioculturales que desempeñan un papel importante en el desarrollo de cualquier trastorno de la alimentación existente en la actualidad, así como también en el mantenimiento del mismo. Además, los factores en sí no deben ser considerados como causales definidos y diferentes, sino como agentes que pueden hacer a una persona más vulnerable a desarrollar un trastorno alimenticio. Los trastornos alimentarios no afectan únicamente a la manera de comer; en realidad, se desarrollan como resultado de problemas en la percepción y en la forma en que una persona se ve a sí misma y en relación con su mundo, problemas que son causados por múltiples factores que se vuelven cíclicos y se realimentan a sí mismos, pues los efectos de la desnutrición y semi-inanición agravan los problemas subyacentes y cronifican el problema. En resumen, una persona está predispuesta o es vulnerable al desarrollo de un trastorno alimentario como resultado de una combinación de factores. A continuación se detallan los factores individuales, familiares y socioculturales que predisponen a la mayoría de las psicopatías alimentarias: 2.1. Factores Personales Los factores personales comunes a la mayoría de los trastornos alimenticios que predisponen al padecimiento de una psicopatología alimentaria son: a. Pubertad temprana en el caso de las mujeres. b. Sufrir previamente un problema de obesidad. Sobre todo en los hombres, influye haber padecido de obesidad en la niñez y haber sufrido burlas por parte de amigos de su misma edad o adultos. c. Poseer determinados rasgos del carácter, como por ejemplo no aceptarse como persona. d. Tener tendencias depresivas o a sufrir trastornos de ansiedad. Poseer tendencia al padecimiento de trastornos de personalidad y conductas impulsivas / compulsivas. e. Haber elegido una afición o una carrera que conceda gran importancia al peso. f. Cumplimiento de la "Hipótesis de dependencia externa" a. La pubertad temprana, en el caso de los individuos de sexo femenino, puede ser un factor individual que predisponga a la aparición de trastornos alimenticio. Un estudio de niñas que no sufrían de trastornos del comer reportó que, antes de la pubertad, las niñas comían cantidades de comida apropiadas a su peso corporal y estaban satisfechas con sus cuerpos; después de la pubertad, las niñas comían cerca de tres cuartos de la ingestión recomendada de calorías y tenían una autoimagen corporal más mala. No es sorprendente, entonces, que haya un mayor riesgo de bulimia y otros trastornos emocionales entre las niñas que experimentan una pubertad temprana, cuando las presiones experimentadas por todos los adolescentes se intensifican aún más por la atención que provoca ansiedad en sus cuerpos tempranamente cambiantes. b. El tener sobrepeso (en la mayoría de los casos, ligero) puede predisponer al inicio de actividad física intensa o dietas sin control médico, que desemboquen en trastornos de la alimentación. El mayor factor de incidencia en hombres jóvenes es la obesidad en la niñez, debido a los traumas que puedan crear los compañeros de aula, amigos o adultos al tomar a modo de broma el sobrepeso en el niño. La burla puede no ser siempre cruel, sino una mera demostración de confianza manifestada, por ejemplo, mediante apodos. Sin embargo, la distinción puede generar culpas e inseguridades muy grandes en el niño, y predisponerlo a la aparición de enfermedades como la anorexia, la bulimia o la vigorexia, entre otras. c. Hay determinados rasgos del carácter que pueden predisponer a la aparición de este tipo de trastornos. Son factores de vulnerabilidad personal: No aceptarse como persona. Percibir que se tiene poco control sobre la propia vida. (Falta de autonomía.) Ser poco habilidoso en las relaciones sociales. Hay frecuentemente un fracaso para expresar problemas emocionales. Tener poca espontaneidad y demasiado autocontrol, sobre todo en cuanto a la demostración de los afectos. Poseer dependencia afectiva. Ser muy perfeccionista y exageradamente autocrítico. Tener autoexigencias desmedidas. Tener una personalidad rígida, expresada en una excesiva necesidad de seguir reglas y una tendencia a criticar a otros. Ser excesivamente responsable para la situación o la edad. Sufrir de inseguridad, timidez o introversión. Tener una baja autoestima. Tener una personalidad depresiva. Preocuparse excesivamente o ser muy sensible a las opiniones de los demás o las influencias del entorno. Poseer un excesivo deseo de evitar situaciones estresantes, determinado por el miedo a enfrentarse a situaciones nuevas y expresado por una tendencia a huir de los conflictos. d. Las personas con tendencias depresivas, trastornos de ansiedad, o tendencia al padecimiento de trastornos de personalidad y conductas impulsivas / compulsivas suelen desarrollar este tipo de psicopatologías alimentarias, las cuales pueden ser tanto el resultado como la causa de alguno de los mencionados trastornos emocionales. En general, entre un 40% y un 80% de todos los pacientes con trastornos del comer experimentan depresión, la cual es asimismo común en las familias de los enfermos de estas psicopatologías. Algunos expertos sostienen que la depresión no desempeña un papel causal, en particular en la anorexia, ya que los trastornos rara vez se curan cuando se administra medicación antidepresiva como el único tratamiento; sin embargo, es sabido que las tendencias depresivas constituyen un factor de riesgo para las personas de caer en enfermedades mentales relacionadas con la alimentación. Los trastornos de ansiedad son también muy comunes en las psicopatologías alimentarias, así como las fobias y el trastorno obsesivo / compulsivo, los cuales preceden por lo general el inicio del trastorno del comer. La ansiedad es principalmente uno de los factores predisponentes de la bulimia; en cambio, las fobias sociales, en las cuales una persona tiene miedo de ser públicamente humillada, son comunes en todos los trastornos alimenticios. Por otra parte, las personas que padecen del trastorno obsesivo / compulsivo suelen ser propensas a desarrollar anorexia o vigorexia. Las obsesiones son imágenes, pensamientos o ideas mentales recurrentes o persistentes que pueden resultar en comportamiento compulsivo - rutinas repetitivas, rígidas y auto prescritas cuyo propósito es prevenir la manifestación de la obsesión-, el cual puede desembocar en la aparición de un trastorno alimenticio. Así, las personas con anorexia y vigorexia suelen ser obsesivas con el ejercicio, la dieta y la comida. El trastorno obsesivo / compulsivo puede ser tanto la causa como el resultado de la enfermedad, y asimismo puede ser ambas cosas. Una persona puede comenzar con un trastorno compulsivo y, sumado a otros factores, desarrollar una psicopatología alimentaria que, al alterar la percepción del cuerpo, puede incrementar el trastorno obsesivo. e. Hay carreras que fomentan los trastornos alimenticios porque conceden un alto valor a poseer un aspecto delgado y saludable, como por ejemplo el atletismo, el modelaje, el físico culturismo, la danza y la equitación. En la pequeña comunidad de atletas, por ejemplo, el ejercicio excesivo desempeña un papel principal en el desarrollo de muchos casos de anorexia, de vigorexia y, en menor grado, de bulimia. El término "tríada de atletas mujeres" es empleado actualmente para describir la presencia de disfunción menstrual y trastornos del comer, un problema cada vez más común en las atletas mujeres jóvenes y bailarinas. La anorexia pospone la pubertad, permitiéndoles a las atletas mujeres jóvenes retener una figura muscular aniñada sin la acumulación normal de tejidos grasos en los senos y las caderas que podría mitigar su estímulo competitivo. Los entrenadores y profesores agravan el problema recomendando el conteo de calorías y la pérdida de grasa en el cuerpo y controlando en exceso las vidas de los atletas. Algunos son inclusive abusivos si sus atletas sobrepasan el peso límite y los castigan o humillan enfrente de los miembros del equipo. En las personas con trastornos de la personalidad que las hacen vulnerables a esta crítica, los efectos pueden ocasionar el que pierdan peso excesivo, lo cual se sabe ha sido mortal inclusive entre atletas famosos. Los físico culturistas suelen tener predisposición a sufrir de vigorexia; a causa de la demanda que implica mantener el cuerpo ejercitado y musculoso muchas personas dedicadas a esta actividad alteran su alimentación, y comienzan con el consumo desmedido y auto prescrito de anabólicos y esteroides. f. La "Hipótesis de dependencia externa", formulada por Schachter y Rodin en 1974, supone que los bulímicos, y también los anoréxicos, no regulan su conducta de comer a partir de indicios internos de hambre o saciedad, sino a partir de claves externas. 2.2. Factores Familiares Los factores negativos dentro de la familia, posiblemente tanto hereditarios como ambientales, desempeñan una función importante en la provocación y perpetuación de los trastornos del comer. Sin embargo, se puede asegurar que no hay un tipo de familia en particular que promueva trastornos como la bulimia y la anorexia; los elementos familiares no pueden considerarse factores importantes de esta enfermedad, pues también se asocian a otros padecimientos que no tienen nada que ver con el alimento. De todas formas una vez que la anorexia está en marcha, los conflictos familiares cobran gran importancia. En general, los factores familiares predisponentes a la aparición de una psicopatología alimentaria son los siguientes: a. Tener familiares obesos o que padezcan algún desorden alimentario. Tener antecedentes familiares de trastornos depresivos, obsesivos o alcoholismo. b. Haber sido abusado sexualmente. c. Convivir con personas que le den mucha importancia al peso y a la apariencia física. d. Perjuicios y mala transmisión de valores. a. Los antecedentes de obesidad o trastornos alimenticios son un factor predisponente importante. La mayoría de los casos de psicopatologías suelen darse porque algún familiar haya padecido trastornos u obesidad; las personas con bulimia son las que tienen mayor probabilidad de tener familiares obesos. Las personas con trastornos del comer también tienen mayor probabilidad de tener padres alcohólicos, con trastornos depresivos u obsesivos, o que consuman o hayan consumido estupefacientes. b. Existe entre las mujeres con trastornos del comer una incidencia mayor de abuso sexual; los estudios han reportado tasas de abuso sexual de hasta un 35% en las mujeres con trastornos alimenticios, sobre todo aquellas que sufren de bulimia. c. La concesión de una gran importancia emocional a la comida, el comer, el peso y el aspecto por parte de la familia predispone a la aparición de trastornos alimenticios, así como la insistencia exagerada en el aspecto y los logros por parte de uno o ambos padres, o la presión por parte de las padres en los hijos para que "conserven la figura". d. Aceptar y mantener vigentes los prejuicios, por pequeños e insignificantes que sean, puede favorecer al desarrollo de una psicopatología. Los niños se encuentran en la misma sociedad que los adultos y como ellos experimentan las mismas influencias. En ellas, los menores quedan mediatizados por los adultos y mayores que tienen más cerca y que son más significativos desde una perspectiva socioafectiva. La información verbal que los padres dan a sus hijos influye sobremanera en la vida de éstos y puede predisponer a la aparición de un trastorno alimenticio, sobre todo si al futuro paciente se le es transmitido el concepto de belleza y delgadez como sinónimo de triunfo en la vida. 2-. ¿Qué causa los trastornos alimenticios? Factores que causan trastornos alimentarios • Factores biológicos. Hay estudios que indican que niveles anormales de determinados componentes químicos en el cerebro predisponen a algunas personas a sufrir de ansiedad, perfeccionismo, comportamientos y pensamientos compulsivos. Estas personas son más vulnerables a sufrir un trastorno alimenticio. • Factores psicológicos. Las personas con trastornos alimentarios tienden tener expectativas no realistas de ellos mismos y de las demás personas. A pesar de ser exitosos se sienten incapaces, ineptos, defectivos, etc. No tienen sentido de identidad. Por eso tratan de tomar control de su vida y muchas veces se enfocan en la apariencia física para obtener ese control. • Factores familiares. Personas con familias sobreprotectoras, inflexibles e ineficaces para resolver problemas tienden a desarrollar estos trastornos. Muchas veces no demuestran sus sentimientos y tienen grandes expectativas de éxito. Los niños aprenden a no demostrar sus sentimientos, ansiedades, dudas, etc., y toman el control por medio del peso y la comida. • Factores sociales. Los medios de comunicación asocian lo bueno con la belleza física y lo malo con la imperfección física. Las personas populares, exitosas, inteligentes, admiradas, son personas con el cuerpo perfecto, lo bello. Las personas que no son delgadas y preciosas son asociadas con el fracaso. Factores Interpersonales que pueden Contribuir a los Trastornos de la Conducta Alimentaria: • Relaciones personales y familiares problemáticas • Dificultad para expresar sentimientos y emociones • Historia de haber sido molestado o ridiculizado basado en su talla o peso • Historia de abuso físico o sexual Factores Sociales que pueden Contribuir a los Trastornos de la Conducta Alimentaria: • Presiones culturales que glorifican la “delgadez” y le dan un valor a obtener un “cuerpo perfecto” • Definiciones muy concretas de belleza que incluyen solamente mujeres y hombres con ciertos pesos y figuras • Normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia física y no a sus cualidades y virtudes internas Factores Biológicos que pueden Contribuir a los Trastornos de la Conducta Alimentaria: • Los científicos todavía se encuentran investigando por posibles causas bioquímicas o biológicas de los trastornos de la conducta alimentaria. En algunos individuos con trastornos alimentarios, se ha encontrado que ciertas substancias químicas del cerebro (llamadas neurotransmisores) que controlan el hambre, el apetito y la digestión se encuentran des balanceados. El significado exacto y las implicaciones de estos desbalances aún se encuentra en investigación. • Los trastornos de la conducta alimentaria usualmente se presentan en familias. Los estudios actuales nos índican que la genética tiene contribuciones significativas en los trastornos alimentarios. 3-. ¿Los hombres sufren trastornos alimenticios y como lo demuestran? Los hombres tambien sufren TCA hombres y desordenes alimenticios A pesar de que el sexo parecía ser un factor preventivo en el desarrollo de los desordenes alimenticios, esto parece haber cambiado radicalmente en los últimos anos ya que cada vez hay más casos de chicos que sufren estas patologías y otras variedades mas especificas como la bigorexia. Sin embargo, es difícil evaluar la verdadera prevalencia de los varones experimentan trastornos de la alimentación, ya que no presentó estadísticas pueden tener en cuenta los casos no diagnosticados que pueden estar presentes. En 2007, la Universidad de Harvard Escuela de Medicina de conocer los resultados de una encuesta de salud mental de 9.000 adultos en los Estados Unidos sugiere que hasta un 25% de los adultos con trastornos de la alimentación son hombres. En España, la organizacion ADANER también estima un crecimiento significativo de casos del sexo masculino pero hasta el momento no reporta cifra estadística oficial. Algunos síntomas más comunes en los hombres son: la pérdida de peso, necesidad de hacer ejercicio todo el tiempo, miedo a engordar, pérdida de apetito, obsesión por el estado y ejercicio físico, uso de pastillas para adelgazar y o para desarrollar masa muscular (anabólicos), laxantes, cansancio, vómitos, cambios de humor repentinos y un comportamiento que tiende a la perfección. ¿Cómo afectan los desordenes alimenticios a los varones? En la mayoría de los casos, los síntomas de la anorexia y la bulimia son más parecidos que diferentes en hombres y mujeres. Gran parte de la investigación en el campo llega a la conclusión de que los métodos de tratamiento disponibles y la recuperación para los trastornos alimenticios son igual de eficaces en hombres y mujeres. Los problemas de fondo emocional y psicológico de un trastorno de la alimentación, tales como baja autoestima y tendencia al perfeccionismo y el control son bastante consistentes a través de los géneros. Sin embargo hay unas diferencias sutiles que los hombres muestran y se destacan a continuación: • Los hombres suelen más propensos a tener sobrepeso u obesidad. • Algunos estudios han revelado que los hombres que reportaron reacciones negativas hacia los cuerpos de sus compañeros, como la burla, tienen más probabilidades de desarrollar un trastorno de la alimentación. • La edad media de inicio en el sexo masculino es 17 a 26 en comparación con 15 a 18 en las mujeres. • Hacer dieta es menos frecuente y grave en los hombres como una característica de un trastorno de la alimentación. Los varones se suelen enfocar en la actividad física para perder peso o cambiar la forma del cuerpo. • Los atletas masculinos tienen un riesgo considerable de desarrollar un trastorno alimentario, sobre todo aquellos deportes que exigen se mantenga un peso fijo o extremadamente bajo para mejorar la participación. Lo importante en el sexo masculino es la mayor dificultad que presentan en aceptar la presencia del problema y sobretodo del buscar ayuda. Los principales factores son que los hombres por naturaleza son menos propensos a buscar ayuda médica que las mujeres con respecto a una enfermedad o lesión, en general, especialmente por problemas graves. La mayoría de los centros y grupos son dirigidos o están formados por mujeres, así que no es de extrañar que muchos hombres se sienten intimidados y aislados en sus experiencias y se vuelvan reacios a buscar ayuda. Por último, existe el tabo de que los desordenes alimenticios son cosas de mujeres y hasta puede poner en duda su virilidad, lo cual puede empeorar la autoestima que ya esta frágil de por si en esos momentos. Por lo tanto, hay que ayudarlos a romper ese tabo de la misma manera que se están superando muchos otros en otras áreas de la vida cotidiana. Los hombres también lloran después de todo, como dice la popular canción. Y también son seres humanos, diría yo. Una parte importante de la población masculina desearía aumentar de peso, ya que el modelo corporal masculino establecido en la sociedad de hoy sigue implicando fortaleza física, desarrollo muscular y sensación general de potencia. El deseo de incrementar la masa y potencia musculares está conduciendo a la propagación del consumo de anabolizantes. Así como las revistas dirigidas al público femenino están saturadas de incitaciones a la delgadez, a la pérdida de peso, las de lectura mayoritariamente masculina hacen hincapié en la actividad, el movimiento, la agilidad o la destreza física. Este hecho hace que, en el sexo masculino, muchos trastornos alimentarios se inicien y persistan principalmente por las tentativas de conseguir y mantener “la forma” más que por deseos de adelgazar, de tal manera que es frecuente la práctica de ejercicio físico excesivo. Si esto sucede con más frecuencia entre los hombres, es lógico que el fenómeno sea más evidente entre los deportistas. Esto le ocurre, por ejemplo, a muchos boxeadores, luchadores, etc, ya que cada combate precisan bajar de peso para situarse en categorías que les permitan competir y así obtener algunas ventajas. También en el caso de los corredores la sintomatología anoréxica es sumamente frecuente. Aunque hombres y mujeres pueden desarrollar anorexias, bulimias y otros padecimientos relacionados con la alimentación, la presión social a favor de la delgadez se ejerce sobre el sexo femenino. Durante algún tiempo se ha dicho que la mayoría de los hombres con problemas anoréxicos eran homosexuales, los resultados de algunas investigaciones hace suponer que en realidad no es exactamente así. 4-. ¿Qué es bulimarexia? Desde fines del siglo XX, en una sociedad que sobredimensiona la estética corporal, el binomio "anorexia nerviosa-bulimia" ha adquirido una expansión alarmante, considerándose una verdadera "epidemia social". Ambas afecciones se han constituido en los trastornos alimentarios. En la actualidad los jóvenes de hoy luchan por lograr "El físico ideal", muchos de ellos creen sinceramente que "El mundo es de los flacos" y afirman que existe una sola pauta externa de belleza. Los factores biológicos, psicológicos y sociales que desvirtúan la visión, hacen que el culto al cuerpo sea el caldo de cultivo donde la enfermedad brota y se expande. Etimológicamente el hambre de nada y el hambre voraz puramente fisiológica, se convierte, entonces, en el eje a partir del cual gira la vida donde la restricción alimentaría que se adopte, es el primer paso hacia el abismo. Más frecuentes y temibles de esta última década, con un común denominador claro y preciso. Etimológicamente el hambre de nada y el hambre voraz puramente fisiológico, se convierte, entonces, en el eje a partir del cual gira la vida donde la restricción alimentaría que se adopte, es el primer paso hacia el abismo. En algunas personas esa preocupación puede llegar a convertirse en una obsesión irracional y la relación que tienen con los alimentos o con su propio cuerpo se hace tormentosa hasta el punto de afectar de forma grave a su salud física y mental. La búsqueda desenfrenada de la delgadez hace que estos adolescentes se autocritiquen, se sientan perdedores y desvalorizados si no cumplen ese régimen dictatorial. Para ellos "Ser flaco es sinónimo de éxito". Hay que considerar que el actual modelo de cuerpo ideal es inaccesible para la gran mayoría de las mujeres e incompatible con una buena salud. Una dieta aparentemente "inocente" esclaviza a la persona predispuesta y Cuanto más tiempo transcurre, más difícil es detenerse, con mayor probabilidad de que queden secuelas irreversibles. La verdad, dentro de los factores que contribuyen a que se presenten estos trastornos de la alimentación, se encuentra en el fondo un gran conflicto psicológico en el cual la inseguridad, el deseo de ser aceptada y querida por los demás, ocupa lugares preponderantes. El espectacular incremento durante las últimas décadas del número de personas que muestran una relación no natural con la comida ha dado pie a un creciente interés por la comprensión de estos paradójicos comportamientos y por como ayudar a estas personas a recuperar un patrón de conducta alimentaría mas apropiado. La mayoría parten de la consideración de estas conductas como síntomas de unos trastornos o enfermedades mentales etiquetadas como anorexia y bulimia nerviosas. La Bulimarexia es la combinación de los dos trastornos alimenticios más comunes entre las adolescentes = Bulimia +Anorexia. Estos pacientes tienden a ser más anoréxicos que bulímicos. Son personas que tienen más control de lo que comen, dominan su hambre y se someten a dietas rigurosas. Pero pueden perder el control y tener atracones de comida, esto es, que come lo más que pueda y después se siente tan mal que se purga, vomita o toma laxantes. Estas personas se niegan a establecer su peso normal y para ellas nunca se ven lo suficientemente flacas. Tienen a ser personas muy perfeccionistas y les cuesta trabajo establecer una relación con el sexo opuesto. Los síntomas más comunes para detectar la bulimarexia son: Preocupación excesiva por la imagen y el peso Práctica de dietas estrictas Atracones frecuentes e incontrolados (en el caso de la bulimia) Incremento en el ejercicio físico Consumo de laxantes y diuréticos Abuso de medicamentos como pastillas para adelgazar Aumento y descenso de peso, cambios bruscos Deshidratación Sentimientos compulsivos: ira, cansancio, soledad, ansiedad, aburrimiento 5-. ¿Cuáles son los mitos sobre estos Temas? Los más comunes mitos de los desórdenes alimenticios Algunas personas no tienen información correcta acerca de los desordenes alimenticios, por lo tanto, se limitan en creer cualquier tipo de comentarios que la gente dice Si un miembro de su familia tiene un trastorno de alimentación, es importante que conozca las siguientes respuestas: ¿Los trastornos alimenticios no son una enfermedad? Los trastornos alimenticios son un complejo médico-enfermedad psiquiátrica. Los trastornos alimentarios se clasifican como una enfermedad mental en la “American Psychiatric Association's Diagnostic and Statistical Manual of Mental Health Disorders (DSM-IV). En ella se considera que estos trastornos tienen a menudo una base biológica, y trae consigo otras enfermedades mentales tales como mayor depresión, ansiedad o trastorno obsesivo-compulsivo. ¿Los trastornos alimenticios se producen sólo en las mujeres? Los trastornos alimenticios también se producen en los hombres. Pocas cifras están disponibles en estadísticas sobre la prevalencia de los trastornos alimentarios en los hombres, pero los trastornos se cree que son más comunes y actualmente se reflejan en estadísticas de subdiagnóstico. Se calcula que una cuarta parte de los diagnósticos de la anorexia en los niños está en los hombres. “The National Collegiate Athletic Association” llevó a cabo estudios sobre la incidencia de un trastorno de la conducta alimentaria entre los atletas en la década de 1990 e informó que de los atletas que reportaron tener un desorden de alimentación, el 7% eran varones. Los trastornos de alimentación compulsiva reflejados en una investigación preliminar sugieren la misma prevalencia en hombres y mujeres. La incidencia en los hombres puede ser mayor pero se conocen más casos de mujeres debido a que ellas son más propensas a buscar ayuda. Por esta razón los profesionales de la salud tienen más probabilidades de diagnosticar trastornos de la alimentación en las mujeres. Las diferencias en los síntomas existentes entre hombres y mujeres son: las mujeres se centran más en la pérdida de peso mientras que los hombres son más propensos a centrarse en la masa muscular. Aunque las cuestiones como la modificación de la dieta para aumentar la masa muscular, el exceso de ejercicio, o el mal uso de esteroides no son todavía criterios validos para definir los trastornos alimenticios. Un número creciente de investigaciones indica que estos factores se asocian con muchas de las causas de trastornos alimenticios, pero no todos los hombres padecen los trastornos por estas razones. ¿Los hombres que sufren de trastornos de la alimentación tienden a ser gay? La preferencia sexual no tiene correlación con el desarrollo de un trastorno de la alimentación. ¿Una persona no puede morir a causa de la bulimia? Mientras que la tasa de muerte por la bulimia nerviosa es mucho menor que la que se ve con la anorexia nerviosa, una persona con bulimia puede estar en alto riesgo de muerte y muerte súbita debido a la depuración, su impacto en el corazón y los desequilibrios de electrolitos. El uso de laxantes y el exceso de ejercicio pueden aumentar el riesgo de muerte en individuos que son activamente bulímicos. ¿Los trastornos alimentarios subclínicos no son graves? Aunque una persona puede no cumplir los criterios diagnosticados para un trastorno de alimentación, las consecuencias asociadas con trastornos de alimentación (por ejemplo, vómitos frecuentes, ejercicio excesivo, la ansiedad) pueden tener consecuencias a largo plazo y requerir intervención, esta también puede prevenir la progresión a un verdadero riesgo clínico por el trastorno de alimentación. ¿Hacer dieta es normal en el comportamiento de los adolescentes? Mientras la dieta de moda o la importancia de la imagen corporal se han convertido en algo "normal" en la vida de los adolescentes en las culturas occidentales, las dietas frecuentes y/o las dietas extremas pueden ser un factor de riesgo para desarrollar un trastorno de alimentación. Es especialmente un factor de riesgo para los jóvenes con antecedentes familiares de trastornos alimenticios, depresión, ansiedad o desordenes obsesivocompulsivos. Centrar la atención en salud, el bienestar, la imagen corporal sana y la aceptación es preferible. Cualquier dieta debe ser monitoreada. ¿La anorexia "estar a dieta es malo"? La anorexia no tiene nada que ver con la dieta. Es una vida en peligro médico y trastorno psiquiátrico. ¿Una persona con anorexia nunca come de todo? La mayoría de los anoréxicos comen. Sin embargo, tienden a comer porciones más pequeñas, bajas en calorías o extrañas combinaciones de alimentos. Algunos pueden comer golosinas en la mañana y nada más en todo el día. Otros pueden comer lechuga y mostaza cada 2 horas o condimentos solamente. Los comportamientos de las personas que sufren de trastornos alimentarios son muy individualizados. Dejar totalmente de ingerir alimentos causaría la muerte por desnutrición en cuestión de semanas. ¿Los trastornos alimenticios se dan por la apariencia y la belleza? Los trastornos alimentarios son una enfermedad mental y tienen poco que ver con la comida, comer, la apariencia y la belleza. Esto se indica por la continuación de la larga enfermedad después de que una persona ha llegado a su "objetivo inicial" de peso. Los trastornos alimentarios suelen estar relacionados con problemas emocionales tales como el control y la baja autoestima, a menudo existen como parte de un "doble" diagnóstico de depresión mayor, ansiedad o comportamientos obsesivo-compulsivos. ¿Los trastornos alimenticios son causados por condiciones insalubres y las imágenes poco realistas en los medios de comunicación? Si bien los factores socio-culturales (como el "ideal delgada") pueden contribuir o activar el desarrollo de trastornos de la alimentación, la investigación ha demostrado que las causas son multifactoriales e incluyen causas biológicas, sociales y ambientales. No todas las personas expuestas a imágenes de los medios del cuerpo ideal desarrollan un trastorno de la alimentación. Los trastornos alimentarios como la anorexia nerviosa se han documentado en la literatura médica desde 1800, cuando los conceptos sociales de una forma corporal ideal para las mujeres y los hombres diferían significativamente. No solo hoy, también mucho antes en los medios de comunicación se han promovido imágenes del cuerpo delgado de la mujer o el cuerpo muscular de los hombres. ¿Sólo las personas de niveles socioeconómicos altos tienen trastornos de alimentación? La gente en todos los niveles socioeconómicos tiene trastornos alimenticios. El trastorno se ha identificado en todos los grupos socioeconómicos y en muchos países en Europa, Asia, África, América del Norte y América del Sur. ¿Los trastornos alimenticios son un intento por buscar atención? Las causas de los trastornos alimentarios son complejos e incluyen normalmente factores socioeconómicos, ambientales, culturales, y biológicos. Las personas que sufren trastornos alimentarios suelen hacer grandes esfuerzos para ocultarlo debido a sentimientos de vergüenza o de un deseo de persistir en el comportamiento percibido sin permitirse tomar el control y continuar el sufrimiento de su vida. Los trastornos son a menudo un síntoma de problemas más profundos psicológicos tales como baja autoestima y el deseo de sentirse en control. Las conductas asociadas con trastornos de la alimentación pueden a veces interpretarse como «la búsqueda de atención", sin embargo, indican que la persona afectada tiene serias dificultades y necesita ayuda. ¿Purgarse solo para vomitar? La definición de purga se refiere a evacuar el contenido del estómago o los intestinos por cualquier medio. En la bulimia, la purga se utiliza para compensar la ingestión excesiva de alimentos. Los métodos de la purga incluyen vómitos, abuso de laxantes y enemas, abuso de la insulina, el ayuno y el ejercicio físico. Cualquiera de estos comportamientos puede ser peligroso y dar lugar a una emergencia médica grave o la muerte. Purgarse para vomitar también puede afectar los dientes y el esófago debido a la acidez. ¿Purgarse ayudará a bajar de peso? Purgarse no da lugar a librar el cuerpo de los alimentos ingeridos. La mitad de lo que se consume durante una comida normalmente permanece en el cuerpo después de la provocación del vómito. Los laxantes tienen resultado en el peso por la pérdida a través de fluidos como el agua, pero el efecto es temporal. Por estas razones, muchas personas con bulimia tienen el promedio o están por encima del promedio de peso. ¿Los niños menores de 15 años son demasiado jóvenes para tener un trastorno alimenticio? Los trastornos alimenticios se han diagnosticado en niños de tan solo siete u ocho años de edad. A menudo, los comportamientos no son reconocidos hasta mediados de la adolescencia. La edad promedio de aparición de la anorexia nerviosa es de 17 años, y el trastorno rara vez comienza antes de la pubertad. La bulimia nerviosa suele diagnosticarse a mediados y finales de la adolescencia o a los 20 años de edad, aunque algunas personas no buscan tratamiento hasta incluso más tarde en la vida (30 o 40 años). ¿Usted no puede sufrir más de un trastorno de la alimentación? Las personas a menudo sufren de más de un trastorno de la alimentación al tiempo. Bulimarexia es un término que fue acuñado para describir individuos que van y vienen entre la bulimia y la anorexia. La bulimia y la anorexia pueden ocurrir de forma independiente la una de la otra, aunque casi la mitad de todas las personas anoréxicas se vuelven bulímicas. ¿Lograr un peso normal cura la anorexia? Recuperar el peso es esencial para permitir a una persona con anorexia participar de manera significativa en el tratamiento posterior, el tratamiento psicológico. La recuperación del peso normal no significa una cura, ya que los trastornos alimentarios son complejas enfermedades médicas y psiquiátricas.