REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL RAFAEL MARÍA BARALT VICERRECTORADO ACADÉMICO PROGRAMA NACIONAL DE FORMACIÓN CONTADURÍA PÚBLICA Autores de Investigación: Br. Jesús Alberto Graterol Suárez C.I.30.202.130 Br. Enrique José Martínez Lujano C.I. 29.926.949 Br. Harry León 29.755.836 Br. Dennis Maestre 29.755.835 PNF C-P Trayecto II/Trimestre III Tutora Suministradora: Prof. Deyanira Araujo Mene grande; Noviembre del 2020 I) Definición El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es un proceso para evaluar, de la forma más objetiva posible, «las cargas ambientales asociadas a un producto, proceso o actividad identificando y cuantificando el uso de materia y energía y los vertidos al entorno; para determinar el impacto que ese uso de recursos y esos vertidos producen en el medio ambiente, y para evaluar y llevar a la práctica estrategias de mejora ambiental. El estudio incluye el ciclo completo del producto, proceso o actividad, teniendo en cuenta las etapas de: extracción y procesado de materias primas; producción, transporte y distribución; uso, reutilización y mantenimiento; y reciclado y disposición del residuo. De esta forma un ACV completo permite atribuir a los productos «todos los efectos ambientales derivados del consumo de materias primas y de energías necesarias para su manufactura, las emisiones y residuos generados en el proceso de producción así como los efectos ambientales procedentes del fin de vida del producto cuando este se consume o no se puede utilizar. El ACV consiste por tanto en un tipo de contabilidad ambiental en la que se cargan a los productos los efectos ambientales adversos, debidamente cuantificados, generados a lo largo de su ciclo de vida.(Antón Vallejo, 2004). La herramienta del ACV (Análisis del Ciclo de Vida) es relativamente moderna, ya que fue desarrolla en los 60 y es utilizada para la prevención de la polución en los 70. En consecuencia no existen procedimientos específicos o guías a seguir, pero hay una serie de aproximaciones que pueden ser útiles en función de la necesidad a resolver a través del ACV. *Orígenes Los primeros estudios enfocados sobre algunas etapas del ciclo de vida de ciertos productos se remontan hacia fines de la década de los años 60 y principios de los 70. Esos estudios pusieron el énfasis en el análisis de la eficiencia, en el consumo de la energía y sus fuentes, el consumo de materias primas y, en menor medida, en la disposición final de los residuos generados. En 1969 la Coca Cola estadounidense financió un estudio destinado a relacionar y comparar el consumo de recursos para fabricar los envases para sus bebidas con las emisiones asociadas a los procesos productivos correspondientes. Por la misma época, también en Europa se estaba estudiando una especie de inventario que más tarde se conoció como «Ecobalance». En 1972, en el Reino Unido, Lan Boustead se dedicó a calcular la energía total que se requería para la fabricación de diversos tipos de envases (de vidrio, plástico, acero y aluminio) para bebidas. Sus conclusiones pueden consultarse en su artículo «LCA-How it came about-The beggining in the UK», publicado en International Journal of Life Cycle Assessment, 1 (3), 1996. Al principio, se consideró que el consumo de energía tenía mayor prioridad respecto de la generación de residuos, las descargas y emisiones hacia el medio ambiente, entre otras cosas quizás porque todavía no había tantas demandas por parte de la opinión pública para que las empresas tuvieran en cuenta la prevención del deterioro ambiental, y porque el precio de los combustibles energéticos había subido tan abruptamente como para justificar darle esa prioridad. Recuérdese además, que por esa época se produjo la crisis del petróleo, la que afectó principalmente a los países no productores, y que se manifestó por restricciones en la provisión de energía eléctrica, entre otras limitaciones al consumo de energía procedente de combustibles fósiles. Luego de superada esa crisis hubo un decaimiento en la importancia asignada al problema energético. Casi treinta años después, el ACV ha avanzado bastante pero, como expresa la norma IRAM-ISO 14040, «se reconoce que el ACV está todavía en una etapa temprana de su desarrollo», y hay quienes dicen que en realidad está en su primera infancia. El principio básico de la herramienta es la identificación y descripción de todas las etapas del ciclo de vida de los productos, desde la extracción y pre tratamiento de las materias primas, la producción, la distribución y uso del producto final hasta su posible re-utilización, reciclaje o deshecho del producto. Todas las actividades o procesos provocan impactos medioambientales, suponen consumo de recursos, emiten sustancias al medio ambiente y generan otras modificaciones ambientales durante su periodo vital. Los impactos medioambientales que se valoran habitualmente incluyen el cambio climático, la reducción de la capa de ozono, la generación de ozono en la troposfera, eutrofización, acidificación y otras muchas. *Etapas del ciclo de vida Las etapas del ciclo de vida, según Gonçalves (2004), son: A) Adquisición de materia prima: etapa de actividades de acción directa sobre el medio natural. En este punto se incluye el material no renovable, el agua y la biomasa de recolección. B) Procesamiento de material a granel: tratamiento de la materia prima (separación y purificación por ejemplo) para adecuar los materiales a transformaciones posteriores. C) Producción de materiales técnicos y de especialidad: algunos autores combinan esta etapa con la anterior designándola «tratamiento de materiales». D) Fabricación y ensamble: en esta etapa se acaban de producir los materiales de base y los materiales técnicos. E) Transporte y distribución: con el actual sistema globalizado, esta etapa adquiere especial importancia dadas las grandes distancias que deben recorrer los productos para su comercialización en lugares distintos a donde se han producido. En muchos casos, los componentes necesarios para la fabricación del producto final también recorren importantes distancias. F) Uso y servicio: en esta etapa se contabiliza el mantenimiento y las reparaciones que necesita el producto durante su uso por el consumidor (algunos productos no pueden usarse directamente, necesitan acciones, como por ejemplo los alimentos congelados). En esta fase también se considera la reutilización interna de materiales, por ejemplo la reutilización de botellas de cerveza en una casa. G) Retiro y tratamiento: en este paso es clave la posibilidad de reutilización o reciclaje de los materiales (valorización del material), en algunos casos es posible cerrar los ciclos de vida insertando el material retirado en un punto de la fabricación de un nuevo material. H) Disposición, destino final: cuando el material no es valorizado termina su ciclo de vida. En este punto se valora la forma en que éste es depositado en el medio natural. En el depósito de un material se pueden tener en cuenta y controlar sus características físico-químicas por ejemplo y tomar medidas para evitar efectos negativos del material desechado sobre el entorno. *Sobre los materiales A) Selección del material. La selección de los materiales basándose en la identificación de la fuente de materia prima, la evaluación de impactos sobre el medio ambiente ocasionados por la adquisición, el procesamiento y uso del material, y la administración del producto en el final de su ciclo de vida. Se puede dar preferencia por ejemplo a materiales reciclables, pero en cualquier caso la elección de materiales basada en su ciclo de vida es una tarea muy compleja. Una iniciativa interesante por ejemplo es el rotulado ecológico, pero está todavía en sus inicios y presenta dificultades como es el elevado coste que presentan algunos productos más ecológicos. B) Reducción del material. La reducción del material puede conseguirse aumentando la eficiencia de los procesos (implica reducción de energía consumida, etc.) y reduciendo la masa utilizada en la construcción. Por ejemplo, aunque la vivienda está (o tendría que estar) relacionada con las necesidades sociales, se puede optar entre tipologías más o menos consumidoras de material y suelo (ciudad compacta frente a ciudad dispersa, etc). C) Prolongación de la vida del material. El reciclaje de materiales tras la demolición de edificios permite reducir la deposición en el medio natural y la extracción de nuevos recursos. Aunque presenta desventajas respecto a la reutilización ya que en ese proceso puede haber pérdidas o degradación de materiales, transporte, etc. D) Distribución y trasporte eficaces. Tener en cuenta las necesidades de transporte que implica la elección de ciertos materiales. Actualmente, con la globalización, el coste económico que supone el transporte de dichos productos, no refleja el impacto ambiental que genera. Este impacto se relaciona con las distancias recorridas, la capacidad de los medios de transporte utilizados (medios de mayor capacidad de transporte ofrecen menos consumo por material transportado), el embalaje necesario (hay productos que no necesitan ser empaquetados, los embalajes pueden ser reutilizables o no, etc.). II) Entradas y Salidas de Productos y Desechos y la responsabilidad de las Empresas productoras. Actualmente se encuentran muchas páginas en la red que ofrecen sus servicios a empresas para calcular el ACV de sus productos. Gracias a cierta inquietud en los consumidores, las responsabilidades legales, sociales y políticas que pueden implicar los impactos ambientales, y a algunas medidas que empiezan a tomarse, como el eco-etiquetado, ciertas empresas empiezan a interesarse por el ACV; especialmente en realizar estudios comparativos para determinar las ventajas y desventajas medioambientales relativas de productos que pueden desarrollar la misma función. Esto les permite identificar hacia dónde deberían dirigir prioritariamente los esfuerzos para minimizar dichos impactos, al tiempo que ofrecen una imagen de preocupación por el medio ambiente al consumidor. Si continuaran y se apoyaran este tipo de iniciativas se podría lograr que cada fabricante se hiciera responsable de saber de dónde vienen sus materias primas, su energía y sus insumos, y cuál será el destino final de sus productos. El ACV podría por tanto tener aplicaciones interesantes si se pone esa información de cada producto a disposición del consumidor. Un paso importante y esencial data de recolectar y cuantificar las entradas y salidas de materia y energía correspondientes al sistema producto durante su ciclo de vida. Esta fase comprende la obtención de datos y los procedimientos de cálculo para identificar y cuantificar todos los efectos ambientales adversos asociados a la unidad funcional. De una forma genérica denominaremos estos efectos ambientales como «carga ambiental». Ésta se define como la salida o entrada de materia o energía de un sistema causando un efecto ambiental negativo. Con esta definición se incluyen tanto las emisiones de gases contaminantes, como los efluentes de aguas, residuos sólidos, consumo de recursos naturales, ruidos, radiaciones, olores, etc. Cuando se trabaje con sistemas que impliquen varios productos, en esta fase se procederá a asignar los flujos de materia y energía así como las emisiones al medio ambiente asociadas a cada producto o subproducto. III) Valoración del Impacto Ambiental por el consumo proporcional de recursos En la actualidad existe mucha preocupación sobre el mundo que se va a legar a futuras generaciones, si este será apto para la continuidad de la civilización. No obstante, conforme ha transcurrido el tiempo los compradores se preocupan y exigen en la conservación de los recursos naturales y la protección del medio ambiente, sin dejar de lado la exigencia en cuanto a la calidad de los productos y servicios que pagan. El reto de hoy en día para toda la industria es producir con la más alta calidad y al mismo tiempo satisfacer las exigencias de los consumidores y otras partes interesadas en cuanto a la protección y cuidado del medio ambiente. Como es de esperarse el impacto ambiental surge desde la extracción de las materias primas y termina con la vida útil del producto finalizando ya que se convierte en un residuo. Hoy en día las empresas siempre deben cuidar el impacto ambiental que tiene su proceso desde su inicio hasta su fin. “El ACV consiste por tanto en un tipo de contabilidad ambiental en la que se cargan a los productos los efectos ambientales adversos, debidamente cuantificados, generados a lo largo de su ciclo de vida” (TDX) “El principio básico de la herramienta es la identificación y descripción de todas las etapas del ciclo de vida de los productos, desde la extracción y retratamiento de las materias primas, la producción, la distribución y uso del producto final hasta su posible reutilización, reciclaje o desecho del producto.” (RES, 2013) Básicamente se enfoca en el rediseño de productos bajo el criterio de que los recursos energéticos y materias primas no son ilimitados, en base a esto la conservación de recursos apoya la reducción de residuos generados. Al seguirse produciendo recursos generados, aunque se disminuya su producción el ACV plantea manejarlos de manera sustentable. Uno de los principales impactos ambientales en el sector energía, es la incidencia de los contaminantes producidos por la combustión de combustibles (fuente). En mayor o menor grado, la extracción, producción, transporte y consumo de energía produce alteraciones medioambientales, afectando también la vida y desarrollo del ser humano. Algunas de ellas son: 1. Contaminación visual: (Es la menos seria): Es producida por las construcciones de las fábricas que alteran el paisaje. Podemos nombrar: las torres de extracción de petróleo, torres de alta tensión, los miles de cables eléctricos que cruzan los cielos de las ciudades y pueblos, los molinos eólicos, etc. 2. Contaminación atmosférica: Alteración de la composición natural del aire, por emisiones de gases tóxicos producidos por la combustión del petróleo o sus derivados (bencina, parafina, diesel, etc...), gas, carbón o leña. Es una de las más conocidas, siendo la contaminación urbana la más seria por el daño inmediato que se produce en la salud de las personas que viven en las ciudades. La contaminación atmosférica trae como consecuencia dos fenómenos que amenazan gravemente el equilibrio de nuestro medio ambiente. 2.1. Lluvia ácida: Alteración de la composición de la lluvia, producto de los elementos contaminantes que se encuentran en la atmósfera (óxidos de nitrógeno y óxidos de azufre), los que se transforman en ácido al contacto con el agua, y al caer con la lluvia, matan la vida vegetal y corroen construcciones de piedra caliza y metales (estatuas, edificios, puentes). La lluvia ácida se ve con frecuencia en las zonas altamente industrializadas y en las grandes ciudades. 2.2. Calentamiento del planeta (efecto invernadero): Se produce debido a que la cantidad de gases acumulados en la atmósfera (dióxidos de carbono, óxidos de nitrógeno, y otros), forma una capa que no permite que la radiación solar que rebota en la superficie del planeta, escape hacia el espacio. Esto produce un fenómeno de "inversión térmica", conocido también como "efecto invernadero" el que provoca un aumento en la temperatura global del planeta. 3. Alteración de ecosistemas con destrucción de la biodiversidad: La pérdida del equilibrio en los ecosistemas (extinción de especies vegetales y animales) puede ser producida por distintos tipos de contaminación: · Contaminación de aire: Producida por la combustión de combustibles como petróleo, gas, kerosene, etc. · Contaminación de agua: Producida por derrames de combustibles en mar, lagos, ríos, etc., o por lluvia ácida o filtración de combustibles a las napas subterráneas de agua. · Contaminación de tierra: Producida por elementos tóxicos que se producen de la combustión incompleta de energéticos de origen fósil, o que van a depositarse sobre el suelo por la acción de la lluvia ácida. Este tipo de contaminación, puede darse además por la construcción de embalses y centrales hidroeléctricas, donde es necesario inundar extensas áreas, alterando drásticamente el ecosistema del lugar. 4. Pérdida de vegetación (bosques, matorrales, etc.) y erosión de suelos: Producido por la tala indiscriminada de árboles y arbustos para usarlos como combustibles u otros fines. Debido a esto encontramos, en Chile y en el mundo, varias especies que están en peligro de extinción. 5. Agotamiento de los recursos naturales: Por explotación sostenida, y hasta hace algunos años sin control alguno, de los recursos energéticos fósiles y biomasa (leña) se produce un agotamiento del recurso.