Tema I.- El Derecho administrativo. 1-CONCEPTO DE DERECHO ADMINISTRATIVO Las normas de Derecho privado que regulan, por ejemplo, la propiedad o las obligaciones o contratos, afectan a todos los sujetos jurídicos en general, sean personas físicas o jurídicas o administraciones públicas; Derecho mercantil están destinadas a comerciantes Derecho laboral lo es por y para los trabajadores, el Derecho Administrativo es Derecho de las Administraciones Publicas, como vemos el Derecho administrativo es un Derecho estatutario, el Derecho de las administraciones públicas (como lo ha denominado García de Entrerria). {dcho. estatutario=derecho que desarrolla unas leyes fundamentales, por la imposibilidad de codificar el Dcho. Administrativo} 2-DERECHO ADMINISTRATIVO, DERECHO PÚBLICO, DERECHO GARANTIZADOR Normas de Derecho privado son las que tienen como destinatario a todos los sujetos en general, aunque algunas de ellas sólo pueden ser aplicables a las personas físicas (por ejemplo, las que regulan el nacimiento), Normas de Derecho público, las que presuponen siempre como destinatario al Estado o las Administraciones Públicas, como sujetos de Derecho. El Derecho administrativo es, por tanto, el Derecho público común y general del que habría que excluir las ramas que están por encima del Derecho público y del privado. en primer lugar con el Derecho “legislativo” es decir la parte del ordenamiento que regula el sistema de fuentes y el modo en que el Derecho se produce y el distinto valor de unas u otras normas; todo lo cual constituye el contenido fundamental del Derecho Constitucional. En segundo lugar deben considerarse también por encima de la clasificación Derecho público-Derecho privado las normas cuya finalidad es garantizar el cumplimiento tanto del Derecho público como del privado y que integran el Derecho penal y procesal. A diferencia de las normas de Derecho administrativo, las leyes procesales y penales, a las que cuadra perfectamente el calificativo de Derecho garantizador, NO están destinadas al Estado como sujeto de Derecho, SINO como garante del mismo, tanto del Derecho público como del Derecho privado; Desde esta perspectiva el Derecho administrativo, a diferencia del Derecho privado (civil, mercantil o laboral) es, Derecho sustantivo y público, en cuanto regula relaciones entre el Estado y los particulares y, de otra, Derecho garantizador porque en él se incluye también el estudio de aquellas normas destinadas al Estado en garantía de su cumplimiento, como las que regulan los recursos administrativos, el proceso contencioso administrativo, la ejecutoriedad forzosa de los actos administrativos y la potestad sancionadora o arbitral de las administraciones públicas. 3-EL CONCEPTO DE ADMINISTRACIÓN PUBLICA Y SU RELATIVA EXTENSIÓN A LA TOTALIDAD DE LOS PODERES DEL ESTADO 3.1 El Derecho administrativo como Derecho de la Administración Pública. La definición de Derecho administrativo propuesta (conjunto de normas y principios destinados a regir la organización y el comportamiento de las administraciones públicas) plantea el problema del concepto de administraciones públicas o de la Administración Publica, como se llama resumidamente al conjunto de todas ellas. Conceptualmente podríamos decir que administraciones públicas son las organizaciones que se encuadran dentro del poder ejecutivo del Estado, más las estructuras orgánicas que sirven de soporte al poder legislativo y al poder judicial. Tienen la consideración de Administraciones Públicas la Administración General del Estado, las Administraciones de las Comunidades Autónomas, las Entidades que integran la Administración Local, así como los organismos públicos y entidades de derecho público previstos en la letra a) del apartado 2. a) En primer lugar se integra, pues, en la noción de Administración Publica, la Administración del Estado, que bajo la dependencia del Gobierno integra a éste y los diversos Ministerios, con sede en Madrid, y su organización periférica se despliega por todo el territorio nacional 1 (Delegaciones del Gobierno en las comunidades autónomas y subdelegaciones en las provincias). b) En segundo lugar, son administraciones públicas las comunidades autónomas gobernadas por las consejerías, y demás organismos dependientes, establecidos de ordinario en la capital de cada comunidad (también tienen organismos periféricos dependientes de ellas) c) El tercer lugar lo constituyen las llamadas entidades locales, concepto que comprende tanto a las provincias, gobernadas por las diputaciones provinciales como a los 8.100 municipios, a cargo de los ayuntamientos. d) De cada una de las administraciones anteriores, que llamamos administraciones territoriales por contar con una población y un territorio definido, dependen los entes instrumentales o especializados que responden a la técnica de la descentralización funcional. "entes instrumentales" en función de sus características básicas: El grupo más numeroso y originario, constituido por aquellas entidades con personalidad propia y régimen jurídico público, ya las que de ordinario se las designan como organismos autónomos. Un segundo grupo constituido por organizaciones a las que se ha disfrazado de sociedades mercantiles, generalmente anónimas, de capital íntegramente público del ente territorial que las ha creado y sujetas a un régimen jurídico privado en sus relaciones con terceros, pero NO en las que les unen al ente matriz. Lo mismo cabe decir de las fundaciones públicas. Un tercer grupo, los entes públicos empresariales o agencias cuyo régimen NO es ni público NI privado del todo, equidistante de los anteriores. Su personificación es pública, pero en sus relaciones con terceros se rigen por el derecho privado, salvo en las cuestiones que las leyes reguladoras someten expresamente al derecho público. Especial relieve han alcanzado recientemente las llamadas administraciones independientes, que disfrutan de un cierto grado de autonomía, caracterizado sobre todo, por la imposibilidad para el ente territorial matriz de destituir libremente a los titulares de sus órganos directivos durante un determinado plazo. Estas administraciones, dirigidas por órganos colegiados, tienen atribuidas funciones de control de sectores económicos (energía, telecomunicaciones, mercado de valores, etc.) o bien gestionan servicios relacionados con los derechos fundamentales como la radio y la TV, la protección de datos, la libertad de enseñanza y cátedra, etc. Caso extremo es el de las universidades, en que la administración territorial de que dependen, Estado o Comunidad Autónoma se limita a financiar su actividad pero ni puede nombrar ni destituir a los titulares de sus órganos de gobierno, pues se eligen directamente por los miembros de la corporación universitaria. Entes corporativos que están al servicio de la autogobernación de determinadas profesiones y de los intereses generales con ellas relacionados, como es el caso de las Cámaras de comercio y de los Colegios profesionales. Ha habido mayor dificultad para configurar como Administración Pública a las organizaciones burocráticas que sirven de soporte a los poderes públicos distintos de las administraciones territoriales como las Cortes Generales, los Parlamentos Autonómicos, el Tribunal Constitucional, la Corona, el Tribunal de Cuentas etc. En estos poderes públicos la función específica que constituye su razón de ser NO se rige por el Derecho Administrativo SINO por las reglas del Derecho constitucional o parlamentario o por las normas orgánicas propias de cada uno de dichos poderes. Aquí el Estado no actúa normalmente como Administración Pública (esto es, como sujeto de derecho), sino como creador de Derecho o garante del mismo. Sin embargo, el Estado se manifiesta también a través de esos poderes público como sujeto de Derecho (esto es como Administración pública) cuando dichas instituciones desarrollan una actividad materialmente administrativa, ya sea celebrando contratos instrumentales, administrando su patrimonio o gestionando su personal de apoyo. Toda esta actividad accesoria, que no constituye propiamente la función específica se rige por el Derecho administrativo. 2 4-LA ADMINISTRACIÓN Y LA FUNCIÓN LEGISLATIVA La Administración es un sujeto de Derecho, una persona jurídica, un destinatario de las normas y por ello judicialmente responsable; es, además un órgano creador del Derecho y un aplicador ejecutivo que ostenta poderes materialmente análogos a los que se atribuyen los legisladores y los jueces. Artículo 105 Las Entidades públicas empresariales, cuando ejercen funciones públicas deben someterse al Derecho administrativo. Las Entidades públicas empresariales, y las Fundaciones públicas, para la selección de contratistas y de personal laboral, debe seguir al menos los principios de: Mérito Capacidad Publicidad Concurrencia Objetividad. Tema II.- Las fuentes de Derecho administrativo. 1. LAS FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO CARACTERES, FUENTES Y PRINCIPIOS 1.1 Caracteres Las fuentes del Derecho tienen en el Derecho administrativo, aunque no sea su objeto central, una importancia muy superior a la de otras disciplinas. La razón está, sin duda, en que la Administración NO solo es, como los restantes sujetos del Derecho, un destinatario y obligado por las normas jurídicas, SINO al propio tiempo un protagonista importante en su elaboración y puesta en vigor. Esta participación de la Administración en la creación del Derecho se manifiesta en tres formas: Por la coparticipación de las Administraciones Publicas, dirigida por el Gobierno del Estado o por los gobiernos autonómicos, en la función legislativa de las Cortes Generales o de los parlamentos autonómicos, mediante la elaboración de los proyectos de ley, su remisión posterior al órgano legislativo e, incluso, la retirada de los mismos. Por su participación directa en la propia función legislativa, elaborando normas con valor de ley, que por ser dictadas por el Gobierno reciben el nombre de decretos legislativos y decretos-leyes (artículos 85 y 86 CE) A través de la elaboración de los reglamentos, normas de valor inferior y subordinadas a las normas con rango de ley, pero que constituyen, cuantitativamente, el sector más importante del ordenamiento jurídico (artículo 97CE). 1.2 Fuentes Las fuentes no escritas (también llamadas indirectas o complementarias) tienen un valor muy distinto en el Derecho administrativo que el Derecho privado. Así, el menor valor de la costumbre en Derecho administrativo está sobradamente compensado por la aplicación y utilización más frecuente de los principios generales del Derecho, que satisfacen la necesidad de auto integración del ordenamiento jurídico administrativo y suavizan sus rigores positivistas y sus excesos normativos. La regulación legal sobre las fuentes del Derecho que contiene el Código civil solo vale en cuanto resulta compatible con el sistema de fuentes europeo y el constitucional. El sistema de fuentes constitucional establece las siguientes previsiones: 1. Regulación de las clases de leyes (ordinarias y orgánicas), de los decretos-leyes, los decretos legislativos y los tratados internacionales (arts. 81 a 96 CE) 2. División de la función legislativa entre el Estado y las CCAA, con la posibilidad de normas autonómicas con valor de ley (art. 153ª) CE) 3 3. Reconocimiento de la potestad reglamentaria del Gobierno y regulación procedimental sobre las disposiciones administrativas (arts 97 y 105 CE) 4. Determinación del valor de las sentencias del Tribunal Constitucional (art 164 CE) 5. Establecimiento de diversas reservas de ley, así como de los principios de jerarquía y publicidad y de irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derecho individuales (art. 9 CE). 1.3 Los principios ordenadores de las fuentes del Derecho La ordenación de las fuentes supone la existencia de unas normas sobre las fuentes mismas, a fin de ordenarlas o jerarquizarlas, asignando a cada una su posición o valor dentro del sistema. Esa función la cumplen los principios de jerarquía normativa y de competencia o de distribución de materias. Al servicio de dicha ordenación formal está la diversa denominación con que se conocen unas y otras normas: Ley para las aprobadas por las Cortes. Real Decreto-Ley y Real Decreto-legislativo que son normas con fuerza de ley aprobadas por el Gobierno conforme a los arts. 82 y 86 CE Real Decreto para las normas y actos del Presidente del Gobierno y del Consejo de Ministros que deban adoptar tal forma Órdenes para las normas aprobadas de las Comisiones Delegadas del Gobierno y Ministros. Resoluciones para las disposiciones de las autoridades inferiores. La ordenación vertical de las fuentes según el principio de jerarquía supone una estricta subordinación entre ellas, de forma tal que la norma superior siempre deroga la inferior (fuerza activa) y la inferior es nula cuando contradice la norma superior (fuerza pasiva). el principio de competencia o de distribución de materias, complementaria del principio de la jerarquía normativa, implica la atribución a un órgano o ente concreto de la potestad de regular determinadas materias o de dictar cierto tipo de normas con exclusión de los demás. 2 LA CONSTITUCIÓN Los derechos fundamentales y libertades públicas se predica su directa aplicación al decir que “vinculan a todos los poderes públicos”, Los principios rectores de la política social y económica (capitulo II Título I), no se les otorga esa cualidad, pues “su reconocimiento, respeto y protección informará la legislación positiva, la practica judicial y la actuación de los poderes públicos”. La supremacía de la Constitución puede verse, no obstante, disminuida por el Derecho europeo, pues si, en principio, los tratados internacionales solo son válidos si se sujetan a lo que la Constitución Por razón de los procedimientos dispuestos para su revisión, las normas constitucionales son de 2 clases: unas normas, son fundamentales (las previstas en el art.168.11; esto es, las del Título Preliminar, la sección 1ª del Capítulo II del Título I y las del Título II), en cuanto que su revisión se equipara con la revisión total de la Constitución y se sujeta a un procedimiento que implica la aprobación de la iniciativa por mayoría de 2/3 de ambas Cámaras, la disolución inmediata de las Cortes, la ratificación de la decisión por las que resulten elegidas y la aprobación del nuevo texto por mayoría de dos tercios y su posterior sometimiento a referéndum. Las restantes normas constitucionales pueden considerarse jerárquicamente inferiores, en cuanto que su revisión se hace a través de un procedimiento más simple, el previsto en el art. 167, que no exige la disolución de las Cámaras ni referéndum de ratificación, a no ser que lo solicite una décima parte de los miembros de aquellas. 4 Para garantizar la supremacía de la Constitución sobre las demás normas, son 3 las soluciones arbitradas: La norteamericana o de control difuso, que no es otra que remitir a los jueces ordinarios, bajo el control último del Tribunal Supremo, la apreciación de la constitucionalidad de las leyes con motivo de su aplicación a los casos concretos. La francesa o de control previo, mediante sometimiento de la norma antes de su publicación y vigencia a un análisis sobre su constitucionalidad por un consejo Constitucional La de control concentrado en un Tribunal Constitucional que tiene específicamente reservada esa función. En este sistema, el común de los jueces y Tribunales solo tiene la posibilidad de rechazar la aplicación de la ley en los casos en que en un primer análisis, la estimen contraria a la Constitución, pero sin posibilidad de declarar la invalidez de la norma, que han de remitir al juicio del Tribunal Constitucional. Este es el sistema de la CE de 1978 con el Tribunal Constitucional hoy en funcionamiento. La impugnación indirecta, a través de la llamada cuestión de inconstitucionalidad, la pueden plantear exclusivamente los jueces y Tribunales La impugnación directa {recurso de inconstitucionalidad} de las normas presuntamente anticonstitucionales se reserva a los poderes públicos más relevantes (Presidente del Gobierno, Defensor del Pueblo, 50 Diputados o Senadores y si les afecta, los Gobiernos o Parlamentos de las CCAA). 3 LAS LEYES Y SUS CLASES Inmediatamente subordinadas a la Constitución están las leyes, normas cuya aplicación los jueces no pueden resistir. Las leyes emanan del órgano en que radica la soberanía popular, el Parlamento. Como formas especiales de LEYES PARLAMENTARIAS cabe citar: Leyes refrendadas. Son las que son sometidas a referéndum, art. 92 CE “las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos”. Leyes paccionadas. Modalidad que parece contradecir la naturaleza soberana y unilateral del procedimiento legislativo. Las que se pactan entre administraciones antes de ser aprobadas, para salvar determinadas materias de modificaciones unilaterales del ejecutivo. Así se tiene, ahora, la Ley Orgánica 13/82, de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra. Leyes de bases. Previstas en el art. 82 CE, sirven para que las Cortes puedan realizar una delegación legislativa en el Gobierno para la formación de textos articulados, {normas que serán con rango de ley}, que posteriormente serán publicadas como Decretos legislativos. La ley de delegación o de bases precisa el objeto y el alcance de la delegación, los criterios o principios, etc., que el Gobierno debe seguir en el ejercicio de la delegación. Leyes básicas. En los supuestos de competencias compartidas entre el Estado y las CCAA, las leyes básicas establecen una regulación normativa uniforme, de vigencia en todas la Nación, en aras de intereses generales. Las CCAA pueden posteriormente desarrollar legislativa o reglamentariamente dichas leyes de bases. Las materias en las que el Estado tiene competencias en las bases, en las leyes básicas, o en la legislación básica, se establece en el art. 194.1 CE, que da una lista de las materias donde el Estado tiene competencia exclusiva. Así, por ejemplo el art. 149.1.18ª establece como competencia exclusiva del Estado: 5 4. EL PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO DE ELABORACIÓN DE LAS INICIATIVAS LEGISLATIVAS Y REGLAMENTARIAS DE TODAS LAS ADMINISTRACIONES PÚBLICAS. 4.1 Leyes autonómicas El control de la actividad de los órganos de las Comunidades Autónomas se ejercerá: a. El Tribunal Constitucional, el relativo a la constitucionalidad de sus disposiciones normativas con fuerza de ley. b. El Gobierno, previo dictamen del Consejo de Estado, el del ejercicio de funciones delegadas c. La jurisdicción contencioso-administrativa, el de la administración autónoma y sus normas reglamentarias. d. El Tribunal de Cuentas, el económico y presupuestario. 4.2 Leyes estatales de conexión con los subsistemas autonómicos Son aquellas que ha previsto la Constitución, dictadas por el Estado, y que por su propia naturaleza son jerárquicamente superiores a las leyes autonómicas, son: Los Estatutos de Autonomía. Son leyes orgánicas, estatales, que definen las competencias de las CCAA, su organización, sus normas, etc. Leyes Marco. Es Una técnica de la que no se ha hecho uso aún, A través de las cuales “las Cortes Generales, en materia de competencia estatal, podrán atribuir a todas o a alguna de las CCAA la facultad de dictar para sí mismas normas legislativas en el marco de los principios, bases y directrices fijados por una Ley {marco} estatal” Leyes de transferencia o de delegación. Por medio de las cuales “el Estado podrá transferir o delegar en las CCAA, mediante ley orgánica, facultades correspondientes a materias de titularidad estatal Leyes de armonización. “el Estado podrá dictar leyes que establezcan los principios necesarios para armonizar las disposiciones normativas de las CCAA, aún en el caso de materias atribuidas a la competencia de éstas, cuando así lo exija el interés general” ( 5. EL PROCEDIMIENTO LEGISLATIVO ORDINARIO C.E. TITULO III CAPITULO 2 “DE LA ELABORACIÓN DE LAS LEYES” Artículo 81 Son leyes orgánicas las relativas al desarrollo de: Los derechos fundamentales y de las libertades públicas, Las que aprueben los Estatutos de Autonomía El régimen electoral general Las demás previstas en la Constitución. La aprobación, modificación o derogación de las leyes orgánicas exigirá mayoría absoluta del Congreso, en una votación final sobre el conjunto del proyecto. Las Cortes Generales podrán delegar en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley La delegación deberá otorgarse mediante: Una ley de bases cuando su objeto sea la formación de textos articulados Una ley ordinaria cuando se trate de refundir varios textos legales en uno solo. 3. La delegación legislativa habrá de otorgarse al Gobierno de forma expresa para materia concreta y con fijación del plazo para su ejercicio. La delegación se agota por el uso que de ella haga el Gobierno mediante la publicación de la norma correspondiente. No podrá entenderse concedida de 6 modo implícito o por tiempo indeterminado. Tampoco podrá permitir la subdelegación a autoridades distintas del propio Gobierno. Las leyes de bases no podrán en ningún caso: a) Autorizar la modificación de la propia ley de bases. b) Facultar para dictar normas con carácter retroactivo. Cuando una proposición de ley o una enmienda fuere contraria a una delegación legislativa en vigor, el Gobierno está facultado para oponerse a su tramitación. En tal supuesto, podrá presentarse una proposición de ley para la derogación total o parcial de la ley de delegación. Las disposiciones del Gobierno que contengan legislación delegada recibirán el título de Decretos Legislativos. En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-leyes y que no podrán afectar: Al ordenamiento de las instituciones básicas del Estado A los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I Al régimen de las Comunidades Autónomas Al Derecho electoral general. 2. Los Decretos-leyes deberán ser inmediatamente sometidos a debate y votación de totalidad al Congreso de los Diputados, convocado al efecto si no estuviere reunido, en el plazo de los treinta días siguientes a su promulgación. El Congreso habrá de pronunciarse expresamente dentro de dicho plazo sobre su convalidación o derogación, para lo cual el Reglamento establecerá un procedimiento especial y sumario. 3. Durante el plazo establecido las Cortes podrán tramitarlos como proyectos de ley por el procedimiento de urgencia. Artículo 87 1. La iniciativa legislativa corresponde al Gobierno, al Congreso y al Senado, de acuerdo con la Constitución y los Reglamentos de las Cámaras. 2. Las Asambleas de las Comunidades Autónomas podrán solicitar del Gobierno la adopción de un proyecto de ley o remitir a la Mesa del Congreso una proposición de ley, delegando ante dicha Cámara un máximo de tres miembros de la Asamblea encargados de su defensa. 3. Una ley orgánica regulará las formas de ejercicio y requisitos de la iniciativa popular para la presentación de proposiciones de ley. En todo caso se exigirán no menos de 500.000 firmas acreditadas. No procederá dicha iniciativa en materias propias de ley orgánica, tributarias o de carácter internacional, ni en lo relativo a la prerrogativa de gracia. Los proyectos de ley serán aprobados en Consejo de Ministros, que los someterá al Congreso, acompañados de una exposición de motivos y de los antecedentes necesarios para pronunciarse sobre ellos. La tramitación de las proposiciones de ley se regulará por los Reglamentos de las Cámaras, Las proposiciones de ley que, tome en consideración el Senado, se remitirán al Congreso para su trámite en éste como tal proposición. El Senado en el plazo de dos meses, a partir del día de la recepción del texto, puede, mediante mensaje motivado, oponer su veto o introducir enmiendas al mismo. El veto, deberá ser aprobado por mayoría absoluta. El proyecto no podrá ser sometido al Rey para sanción sin que el Congreso ratifique por mayoría absoluta, en caso de veto, el texto inicial, o por mayoría simple, una vez transcurridos dos meses desde la interposición del mismo, o se pronuncie sobre las enmiendas, aceptándolas o no por mayoría simple. 7 El plazo de dos meses de que el Senado dispone para vetar o enmendar el proyecto se reducirá al de veinte días naturales en los proyectos declarados urgentes por el Gobierno o por el Congreso de los Diputados. El Rey sancionará en el plazo de quince días las leyes aprobadas por las Cortes Generales, y las promulgará y ordenará su inmediata publicación. Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados. LAS LEYES ORGÁNICAS Son leyes ordinarias las que se aprueban por el procedimiento legislativo ordinario, y por mayoría simple (el número de votos positivos, de los presentes, es mayor que el de votos negativos). Son leyes orgánicas se caracterizan por ser específicas para una serie de materias, de especial transcendencia, que se establecen exclusivamente en la Constitución, y por necesitar la mayoría absoluta del Congreso en la votación final sobre el conjunto del texto. Las materias reservadas a la LO son: Las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, Las que aprueben los Estatutos de Autonomía El régimen electoral general Las demás previstas en la Constitución” La Ley Orgánica es una ley formalmente reforzada, dotada de una mayor rigidez que la ordinaria. El Decreto-ley + Se llaman decretos por el órgano del que emanan y ley por su rango. Las notas características del decreto-ley son las siguientes: La extraordinaria y urgente necesidad, como habilitantes. Su provisionalidad, la necesidad de convalidación por el Congreso en 30 días, y su posible tramitación urgente como leyes. Su regulación no puede afectar a: Ordenamiento de las instituciones básicas del Estado. Derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I. Régimen de las CCAA. Derecho electoral general. El Decreto-legislativo: textos articulados y textos refundidos+++++ El nombre de Decretos legislativos se da por el art. 85 a estas disposiciones que contengan legislación delegada, que según el art. 82 ha sido delegado previamente por las Cortes para dictar normas con rango de ley “no incluidas en el artículo anterior” (se refiere a las leyes orgánicas). Nótese que si la delegación no se produce la norma no podría pasar de ser un mero reglamento. -Tipos de decretos legislativos Los decretos legislativos pueden ser de 2 tipos: Textos articulados. Cuando la delegación se realiza mediante una ley de bases que delimita con precisión el objeto y alcance de la delegación legislativa, y los principios y criterios que han de seguirse en su ejercicio. Textos refundidos. Cuando la delegación se realiza mediante una ley ordinaria, que determina el ámbito normativo de la refundición, y que especifica si ésta se circunscribe a la mera formulación de un texto único 8 o si incluirá la regularizar, aclarar y armonizar los textos legales que han de ser refundidos. -Requisitos de la delegación Son los establecidos en los artículos 82 y 83: Necesidad de la ley de delegación. Es necesaria la ley de bases o ley ordinaria, y no se permite la subdelegación de la facultad. Materias vedadas. Además de las propias de ley orgánica, tampoco se puede regular una modificación de la propia ley de bases o dictar normas con carácter retroactivo. Delimitación del alcance de la delegación. La delegación debe hacerse de forma precisa, las bases han de delimitar con precisión el objeto y alcance de la delegación, y los principios y criterios que han de seguirse. Para las refundiciones se debe delimitar el ámbito normativo a que se refiere el contenido de la delegación, especificando si ésta se circunscribe a la mera formulación de un texto único o si incluye la de regularizar, aclarar y armonizar los textos legales a refundir. Forma y plazo. La delegación debe hacerse de forma expresa, con fijación del plazo; no puede entenderse concedida de manera implícita o por tiempo indeterminado. Procedimiento. Para su aprobación ha de seguirse el procedimiento legalmente establecido para los demás reglamentos gubernativos (Ley 50/97, del Gobierno). Antes de su aprobación por el Consejo de Ministros es preceptivo, pero NO vinculante, el informe del Consejo de Estado sobre la adecuación del texto a la delegación legislativa, de acuerdo con su Ley Orgánica. Pueden ser objeto de recurso C-A: de acuerdo con la LJCA los decretos legislativos son atacables en esta sede, pero en cuanto se aparten de los límites de la delegación. Pueden ser objeto de recurso de inconstitucionalidad ante el TC, como cualquier norma con rango de ley. Tienen un control previo, aunque NO vinculante, del Consejo de Estado, según se ha visto, sobre la adecuación de la norma a la delegación. 8. LOS TRATADOS INTERNACIONALES Corresponde a las Cortes Generales o al Gobierno, según los casos, la garantía del cumplimiento de estos tratados y de las resoluciones emanadas de los organismos internacionales o supranacionales titulares de la cesión”. (Este art. 93 estaba previsto anticipadamente para permitir la futura entrada de España en la UE). (art.94 CE) "La prestación del consentimiento del Estado para obligarse por medio de tratados o convenios requerirá la previa autorización de las Cortes Generales, en los siguientes casos: Los de carácter político. Los de carácter militar. Que afecten a la integridad territorial del Estado o a los derechos y deberes fundamentales establecidos en el Título I. Que impliquen obligaciones financieras para la Hacienda Pública. Que supongan modificación o derogación de alguna ley o exijan medidas legislativas para su ejecución". 9.2. Derecho originario y Derecho derivado (clases de normas “derivadas”) a) Fuentes primarias de Derecho comunitario: el Derecho originario En el Dcho. Comunitario, como en todos los ordenamientos, existe un nivel básico de fuentes primarias que hacen el papel de Constitución, y que son los tratados y demás actos posteriores 9 que los han modificado o completado. Son, por lo tanto, fuentes primarias del ordenamiento jurídico comunitario: Los tratados constitutivos de las Comunidades Europeas; {el Tratado de la Comunidad Económica Europea del Carbón y del Acero (CECA), París 1951, el Tratado de la Comunidad Económica Europea (CEE) y el Tratado de la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM), ambos en Roma 1957.} El Tratado de la Unión Europea, Maastricht 1992, que crea la Unión Europea, con vínculos económicos y políticos más estrechos. Normas posteriores que modifican o completan los tratados iniciales, como los protocolos que establecen el Estatuto del Tribunal de Justicia europeo, o el Estatuto de la Banca Europea para las inversiones. Tratados de adhesión de los Estados NO fundadores, entre ellos España. Como todos los tratados, tb los comunitarios contienen 2 tipos de normas: Las de alcance general, que reconocen dchos a los particulares Y otras que agotan su eficacia en las relaciones entre las AAPP de los Estados o de estas con las autoridades comunitarias. La jurisprudencia del Tribunal de Justicia europeo admite que los preceptos de los tratados dirigidos contra los Estados (NO sus ciudadanos) tengan efecto directo, si el mandato es claro e incondicional. Este Tribunal también ha incluido como normas de efecto directo la libre circulación de mercancías, trabajadores, derecho de establecimiento, prestación de servicios, etc. b) Fuentes derivadas de Derecho comunitario El Tratado CE clasificó en 5 las fuentes derivadas: Reglamentos Tienen alcance general y son obligatorios en todos sus elementos, y directamente aplicable en cada Estado miembro. Son la norma más importante, definida por las notas de generalidad, abstracción y aplicabilidad directa {tienen valor de Ley del parlamento en España}. De alcance general, obligan sin necesidad de acto formal de recepción en el Derecho interno. La aplicación directa significa que los Reglamentos tienen eficacia por sí mismos en lo ordenamientos internos, sin que estos pueden formular reservas, ni desistir de su aplicación excusándose en disposiciones o prácticas internas. Prevalecen sobre el Derecho interno, ya que una vez que entran en vigor desplazan al Dcho interno. Directivas. Es una norma que NO obliga directamente, pero que vincula a los EEMM a tomar las disposiciones necesarias para su incorporación al Derecho interno. Obligan en cuanto al resultado, dejando a los EEMM la elección de la forma y de los medios para conseguirlo. La mayoría de las Directivas obligan a los EEMM a dictar normas con vistas a los programas generales de armonización de los Derechos nacionales. Decisiones. Son obligatorias en todos sus elementos, a sus destinatarios. Es un acto referido a una o más personas determinadas, a veces una pluralidad de personas no determinadas. Las más importantes son aprobadas por el Consejo, siendo de la Comisión las que se refieren a la gestión ordinaria de los intereses comunitarios. Recomendaciones y dictámenes. Que NO tienen carácter normativo, según el Tratado CE "NO serán vinculantes." Los actos obligatorios (reglamentos, directivas y decisiones) 10 Seguir el procedimiento de elaboración establecido. Para Reglamentos y Directivas Se inicia con la propuesta de la Comisión, Después informa el Parlamento y el Comité Económico y Social, Aprueba finalmente el Consejo. Los Reglamentos Deben ser publicados en el DOUE {Diario Oficial de la Union Europea} para su entrada en vigor. Las Directivas y Decisiones pueden adquirir eficacia por la mera notificación a los sujetos destinatarios. El proyecto de Constitución de la Unión Europea, Bruselas 2004 Tema III. EL REGLAMENTO Y OTRAS FUENTES DEL DERECHO ADMINISTRATIVO 3.1. CONCEPTO Y POSICIÓN ORDINAMENTAL DEL REGLAMENTO. Los reglamentos son normas de segunda clase respecto de la ley. Lo que significa que Aunque sean posteriores no pueden derogar a una ley, mientras que ésta si lo puede hacer de los reglamentos. Reserva de ley: rasgo esencial. Significa que no hay materias reservadas a la potestad reglamentaria frente a la ley, lo que significa que ésta (la ley) puede entrar a regular cualquier materia que con anterioridad haya sido regulada por reglamento. Esta situación se expresa en la denominada reserva de ley. Esta reserva de ley se manifiesta en distintas normas: 3. Los reglamentos se ajustarán a las siguientes normas de competencia y jerarquía: 1. Disposiciones aprobadas por Real Decreto del Presidente del Gobierno o del Consejo de Ministros. 2. Disposiciones aprobadas por Orden Ministerial. Ningún reglamento podrá vulnerar preceptos de otro de jerarquía superior. Son nulas las resoluciones administrativas que vulneren lo establecido en un reglamento, aunque hayan sido dictadas por órganos de igual o superior jerarquía que el que lo haya aprobado. Nulidad de pleno derecho. (Ley 30/92) Los actos de las Administraciones Públicas son nulos de pleno derecho en los casos siguientes: a) Los que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional. b) Los dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia o del territorio. c) Los que tengan un contenido imposible. d) Los que sean constitutivos de infracción penal o se dicten como consecuencia de ésta. e) Los dictados prescindiendo total y absolutamente de procedimiento legalmente establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados. f) Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se adquieren facultades o derechos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición. g) Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición de rango legal. También serán nulas de pleno derecho las disposiciones administrativas que vulneren la Constitución, las leyes u otras disposiciones administrativas de rango superior, las que regulen materias reservadas a la Ley, y las que establezcan la retroactividad de disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales.} 11 La reserva de ley ofrece 2 manifestaciones: Reserva material. Supuestos o materias que la Constitución reserva a la ley. Aunque no haya leyes que la regulen, estaría en contra de la CE su regulación mediante reglamento. Reserva formal. Que quiere decir que aunque no hay reserva material de ley, si una materia se regula mediante ley, ya no puede ser regulada por un reglamento. Su rango se ha elevado, ya es inaccesible a la potestad reglamentaria, que, no obstante, podrá desarrollar (sin contradecir) la ley. Figuras afines al reglamento, que no son reglamentos: a) Actos administrativos generales: Coinciden con el reglamento en que NO están dirigidos a una persona concreta. Sin embargo, la IMPOSIBILIDAD DE REGLAMENTOS SINGULARES, esto es que, los reglamentos (al contrario que la ley donde si se admite p.e. como en el caso de las expropiaciones) no pueden dictarse para una persona en concreto, tiene que ser al menos para grupos concretos. Por esto la diferencia entre el reglamento y los actos administrativos generales hay que buscarla en otros criterios como el ordinamental y el de no consunción: -El reglamento, como norma que es, no se agota por su uso; cuanto más se aplica más refuerza su vigencia. -El acto no tiene vocación de permanencia, como ocurre con todas las normas (que no sean temporales, claro). Las diferencias entre los actos y los reglamentos son varias: Los procedimientos de aprobación son distintos. Publicación del reglamento en Boletines oficiales, frente a la notificación de los actos. Períodos de vacatio legis para los reglamentos, eficacia inmediata de los actos. Libre derogabilidad de los reglamentos, frente condicionantes de forma y materiales para anular los actos declarativos de derechos. Sanción de nulidad de pleno derecho para los reglamentos ilegales, anulabilidad de los actos. Recurribilidad directa de los reglamentos sin recursos administrativos previos de los reglamentos, necesidad de recursos en los actos (salvo que agotaran la vía administrativa). b) Instrucciones y órdenes de servicio: Son mandatos dictados por los órganos superiores para dirigir la actividad de los inferiores, señalando los criterios uniformes que deben seguir en la aplicación de las normas, y que sólo vinculan a éstos. La Ley 40/2015 recoge esta figura en su art 6: Artículo 6 Instrucciones y órdenes de servicio Los órganos administrativos podrán dirigir las actividades de sus órganos jerárquicamente dependientes mediante instrucciones y órdenes de servicio. c) Circulares: Las leyes creadoras de las administraciones independientes (Banco de España, CNMV, de las Telecomunicaciones, de la Energía, etc.) habilitan a estos entes institucionales para dictar normas con la denominación de circulares que, en unos casos; 12 3.2. CLASES DE REGLAMENTOS Los reglamentos se pueden clasificar atendiendo a su relación con las leyes, por las materias que regulan, o con los órganos que los dictan. A) Por su relación con la ley Los reglamentos se clasifican en este caso, al igual que la costumbre, en: Extra legem, reglamentos independientes Secundum legem reglamentos ejecutivos Contra legem, reglamentos de necesidad Reglamentos independientes Son independientes de la ley: Los que regulan materias para los que la Constitución haya establecido reserva reglamentaria, (lo que sí ocurre en Francia pero no en nuestra Constitución). En nuestro OJ solo pueden ser reglamentos independientes los que regulan materias en las que NO se ha producido una previa regulación por ley (RESERVA DE LEY FORMAL) y que al propio tiempo, no estén protegidas por la RESERVA MATERIAL DE LEY, La materia propia de estos reglamentos independientes, es la propia organización administrativa de los servicios públicos: los que la doctrina llama también reglamentos administrativos, por oposición a los jurídicos, que regulan relaciones jurídicas entre la Administración y los ciudadanos, sólo admisible en el caso de ley previa 2. Reglamentos ejecutivos Son los que desarrollan y complementan una ley, porque la ley misma lo ha previsto mediante llamamiento expreso. El reglamento NO puede contradecir la ley que desarrolla, NI regular aspectos esenciales de la materia, porque supondría invadir la esfera material de reserva legal. Los reglamentos ejecutivos pueden ser derogados o modificados por la Admón cuantas veces considere oportuno, siempre que guarde el debido respeto al contenido de la ley que complementa o desarrolla. 3. Reglamentos de necesidad Son los que dicta la Admón para hacer frente a riesgos extraordinarios, como epidemias, catástrofes naturales, graves alteraciones de orden público, admitiéndose en este caso que las autoridades admtvas puedan dictar las normas adecuadas para afrontarlas, al margen de los procedimientos comunes y de las limitaciones propias de la potestad reglamentaria. NO necesitan de procedimiento de elaboración, NO derogan las leyes legales que contradicen, SOLO suspenden su vigencia mientras que dura la determinada situación. Las características de estos reglamentos hacen que se parezcan más a los actos administrativos generales que a los verdaderos reglamentos. B) Por su origen (órgano que los dicta) Por razón de la Administración que los dicta se clasifican en: estatales, autonómicos, locales, institucionales y corporativos. El sistema de aprobación y publicación puede variar de unos a otros. Reglamentos estatales Los de mayor jerarquía son, obviamente, los del Gobierno, art.97 explícitamente la potestad reglamentaria, y que se aprueban y publican bajo la forma de Real Decreto. Subordinados a éstos y a las Órdenes de las Comisiones Delegadas del Gobierno están los reglamentos de los Ministros bajo la forma de Órdenes ministeriales, en las materias propias de su departamento. Los de las autoridades inferiores revestirán la forma de Resolución, Instrucción o Circular de la respectiva autoridad que los dicte. 13 Reglamentos de las Comunidades Autónomas Reglamentos de los Entes locales La Ley de Bases del Régimen Local de 1985, distingue los siguientes: Reglamento orgánico de cada entidad, por el que el ente se autorganiza (con subordinación a las normas estatales, pero con superioridad jerárquica respecto de la correspondiente ley autonómica de régimen local, que actúa sólo supletoriamente). Ordenanzas locales, normas de eficacia externa de la competencia del Pleno de la entidad. Bandos, con los que el Alcalde puede dictar normas en las materias de su competencia. Reglamentos de los Entes institucionales Están subordinados a los de los Entes territoriales, de los que son instrumento. (Los entes institucionales son Organismos autónomos estatales, autonómicos y locales). Reglamentos de los Entes corporativos Están subordinados tb a los de los Entes territoriales, (son los reglamentos que dictan los Entes corporativos, como los Colegios Profesionales.) 3.3. LÍMITES DE LA POTESTAD REGLAMENTARIA a) Principio de la competencia El órgano que dicta un reglamento debe tener competencia para ello, b) Principio de jerarquía normativa Ley 40/2015 Artículo 24. De la forma y jerarquía de las disposiciones y resoluciones del Gobierno de la Nación y de sus miembros. Las decisiones del Gobierno de la Nación y de sus miembros revisten las formas siguientes: a. Reales Decretos Legislativos y Reales Decretos-leyes, las decisiones que aprueban, respectivamente, las normas previstas en los artículos 82 y 86 de la Constitución. b. Reales Decretos del Presidente del Gobierno, las disposiciones y actos cuya adopción venga atribuida al Presidente. c. Reales Decretos acordados en Consejo de Ministros, las decisiones que aprueben normas reglamentarias de la competencia de éste y las resoluciones que deban adoptar dicha forma jurídica. d. Acuerdos del Consejo de Ministros, las decisiones de dicho órgano colegiado que no deban adoptar la forma de Real Decreto. e. Acuerdos adoptados en Comisiones Delegadas del Gobierno, las disposiciones y resoluciones de tales órganos colegiados. Tales acuerdos revestirán la forma de Orden del Ministro competente o del Ministro de la Presidencia, cuando la competencia corresponda a distintos Ministros. f. Órdenes Ministeriales, las disposiciones y resoluciones de los Ministros. Cuando la disposición o resolución afecte a varios Departamentos revestirá la forma de Orden del Ministro de la Presidencia, dictada a propuesta de los Ministros interesados. Los reglamentos se ordenarán según la siguiente jerarquía: 1. º Disposiciones aprobadas por Real Decreto del Presidente del Gobierno o acordado en el Consejo de Ministros. 2. º Disposiciones aprobadas por Orden Ministerial. c) Principio de interdicción de la arbitrariedad Un 3er límite al ejercicio de la potestad reglamentaria es la adecuación a los hechos, La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las normas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos. 14 d) Principio de irretroactividad para las "disposiciones sancionadoras NO favorables, o restrictivas de derechos individuales". Las sancionadoras, tendrán siempre efecto retroactivo “en cuanto favorezcan al presunto infractor” (L 40/2015, art. 26.2. 4. EL PROCEDIMIENTO DE ELABORACIÓN DE LOS REGLAMENTOS Ley 40/2015 Artículo 25. Plan Anual Normativo. El Gobierno aprobará anualmente un Plan Normativo que contendrá las iniciativas legislativas o reglamentarias que vayan a ser elevadas para su aprobación en el año siguiente. Cuando se eleve una propuesta normativa que no figurara en el Plan Anual Normativo será necesario justificar este hecho en la correspondiente Memoria del Análisis de Impacto Normativo. El Plan Anual Normativo estará coordinado por el Ministerio de la Presidencia, con el objeto de asegurar la congruencia de todas las iniciativas que se tramiten y elevará el Plan al Consejo de Ministros para su aprobación antes del 30 de abril. Procedimiento de elaboración de normas con rango de Ley y reglamentos. Su redacción estará precedida de cuantos estudios y consultas se estimen convenientes para garantizar el acierto y la legalidad de la norma. Se sustanciará una consulta pública, a través del portal web del departamento competente, con carácter previo a la elaboración del texto, en la que se recabará opinión de los sujetos potencialmente afectados por la futura norma y de las organizaciones más representativas acerca de: a. Los problemas que se pretenden solucionar con la nueva norma. b. La necesidad y oportunidad de su aprobación. c. Los objetivos de la norma. d. Las posibles soluciones alternativas regulatorias y no regulatorias. Podrá prescindirse de tal consulta en casos de urgencia, por razones de interés público, cuando no tenga impacto significativo en la actividad económica o regulen aspectos parciales de una materia. Por un plazo no inferior a 15 días naturales para que los sujetos puedan mostrar sus opiniones. El centro directivo competente elaborará con carácter preceptivo una Memoria del Análisis de Impacto Normativo, que deberá contener los siguientes apartados: a. Oportunidad de la propuesta y alternativas de regulación estudiadas, lo que deberá incluir una justificación de la necesidad de la nueva norma frente a la alternativa de no aprobar ninguna regulación. b. Contenido y análisis jurídico, con referencia al Derecho nacional y de la Unión Europea, que incluirá el listado pormenorizado de las normas que quedarán derogadas como consecuencia de la entrada en vigor de la norma. c. Análisis sobre la adecuación de la norma propuesta al orden de distribución de competencias. d. Impacto económico y presupuestario, que evaluará las consecuencias de su aplicación sobre los sectores, colectivos o agentes afectados por la norma, incluido el efecto sobre la competencia, la unidad de mercado y la competitividad y su encaje con la legislación vigente en cada momento sobre estas materias. Este análisis incluirá la realización del test Pyme de acuerdo con la práctica de la Comisión Europea. e. Asimismo, se identificarán las cargas administrativas que conlleva la propuesta, se cuantificará el coste de su cumplimiento para la Administración y para los obligados a soportarlas con especial referencia al impacto sobre las pequeñas y medianas empresas. f. Impacto por razón de género, que analizará y valorará los resultados que se puedan seguir de la aprobación de la norma desde la perspectiva de la eliminación de 15 desigualdades y de su contribución a la consecución de los objetivos de igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres, a partir de los indicadores de situación de partida, de previsión de resultados y de previsión de impacto. g. Un resumen de las principales aportaciones recibidas en el trámite de consulta pública regulado en el apartado 2. La Memoria del Análisis de Impacto Normativo incluirá cualquier otro extremo que pudiera ser relevante a criterio del órgano proponente. Cuando la disposición normativa sea un anteproyecto de ley o un proyecto de real decreto legislativo, cumplidos los trámites anteriores, el titular o titulares de los Departamentos proponentes lo elevarán, previo sometimiento a la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, al Consejo de Ministros, Cuando razones de urgencia así lo aconsejen, y siempre que se hayan cumplimentado los trámites de carácter preceptivo, el Consejo de Ministros podrá prescindir de este y acordar la aprobación del anteproyecto de ley o proyecto de real decreto legislativo y su remisión, en su caso, al Congreso de los Diputados o al Senado, según corresponda. El centro directivo competente recabará, además de los informes y dictámenes que resulten preceptivos, cuantos estudios y consultas se estimen convenientes para garantizar el acierto y la legalidad del texto. Los informes preceptivos se emitirán en un plazo de diez días, o de un mes cuando el informe se solicite a otra Administración o a un órgano u Organismo dotado de espacial independencia o autonomía. El centro directivo competente podrá solicitar motivadamente la emisión urgente de los informes, estudios y consultas solicitados, debiendo éstos ser emitidos en un plazo no superior a la mitad de la duración de los indicados en el párrafo anterior. En todo caso, los anteproyectos de ley, los proyectos de real decreto legislativo y los proyectos de disposiciones reglamentarias, deberán ser informados por la Secretaría General Técnica del Ministerio o Ministerios proponentes. Cumplidos los trámites se someterá a la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios y se elevará al Consejo de Ministros para su aprobación y, en caso de proyectos de ley, su remisión al Congreso de los Diputados o, en su caso, al Senado, acompañándolo de una Exposición de Motivos y de la documentación propia del procedimiento de elaboración Se conservarán en el correspondiente expediente administrativo, en formato electrónico, la Memoria del Análisis de Impacto Normativo, los informes y dictámenes recabados para su tramitación, así como todos los estudios y consultas emitidas y demás actuaciones practicadas 5. EFICACIA DE LOS REGLAMENTOS. EL PRINCIPIO DE INDEROGABILIDAD SINGULAR 5.2 Eficacia La eficacia del reglamento (se produce desde la entrada en vigor; es de duración ilimitada, y se impone a administrados, a los funcionarios y a los jueces (a salvo de la excepción de ilegalidad). El reglamento, como los actos administrativos, goza de presunción de validez y privilegio de ejecutoriedad, aunque la ejecución salvo que la norma sea de aplicación directa, debe realizarse a través de un acto administrativo previo. Derogación y principio de inderogabilidad singular El reglamento puede derogarse por la misma autoridad que lo dictó, naturalmente, que puede proceder también a su modificación parcial. Pero lo que NO puede hacer la autoridad que lo dictó, NI otra de rango superior, es derogar el reglamento para un caso concreto, esto es, establecer excepciones de su aplicación a una persona determinada. A ello se opone el principio de inderogabilidad singular de los reglamentos, 16 Ley 39/2015 Artículo 37. Inderogabilidad singular. Las resoluciones administrativas de carácter particular no podrán vulnerar lo establecido en una disposición de carácter general, aunque aquéllas procedan de un órgano de igual o superior jerarquía al que dictó la disposición general. Son nulas las resoluciones administrativas que vulneren lo establecido en una disposición reglamentaria, así como aquellas que incurran en alguna de las causas recogidas en el artículo 47. El fundamento de la inderogabilidad singular de los reglamentos se basa en el principio de legalidad y de igualdad de trato de los administrados por la Administración. 6. CONTROL DE LOS REGLAMENTOS ILEGALES Y EFECTOS DE SU ANULACIÓN. Invalidez de los reglamentos: nulidad de pleno derecho y anulabilidad. Se produce por vulnerar los límites sustanciales y formales de aprobación. La invalidez de los reglamentos es siempre en su grado máximo, nulidad absoluta o de pleno derecho. A diferencia de los actos administrativos que son anulables, y a veces convalidables. Ley 39/2015 CAPÍTULO III Nulidad y anulabilidad Artículo 48. Anulabilidad. Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder. El defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto carezca de los requisitos formales indispensables para alcanzar su fin o dé lugar a la indefensión de los interesados. La realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para ellas sólo implicará la anulabilidad del acto cuando así lo imponga la naturaleza del término o plazo. Límites a la extensión de la nulidad o anulabilidad de los actos. La nulidad o anulabilidad de un acto no implicará la de los sucesivos en el procedimiento que sean independientes del primero. La nulidad o anulabilidad en parte del acto administrativo no implicará la de las partes del mismo independientes de aquélla, salvo que la parte viciada sea de tal importancia que sin ella el acto administrativo no hubiera sido dictado. Conversión de actos viciados. Los actos nulos o anulables que, sin embargo, contengan los elementos constitutivos de otro distinto producirán los efectos de éste. Conservación de actos y trámites. El órgano que declare la nulidad o anule las actuaciones dispondrá siempre la conservación de aquellos actos y trámites cuyo contenido se hubiera mantenido igual de no haberse cometido la infracción. Revisión de oficio Revisión de disposiciones y actos nulos. Las Administraciones Públicas, en cualquier momento, por iniciativa propia o a solicitud de interesado, y previo dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo hubiere, declararán de oficio la nulidad de los actos administrativos que hayan puesto fin a la vía administrativa o que no hayan sido recurridos en plazo, en los supuestos nulos de pleno derecho 17 El órgano competente para la revisión de oficio podrá acordar motivadamente la inadmisión a trámite de las solicitudes formuladas por los interesados, sin necesidad de recabar Dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, cuando las mismas no se basen en alguna de las causas de nulos de pleno derecho o carezcan manifiestamente de fundamento, así como en el supuesto de que se hubieran desestimado en cuanto al fondo otras solicitudes sustancialmente iguales. Al declarar la nulidad de una disposición o acto, podrán establecer, en la misma resolución, las indemnizaciones que proceda reconocer a los interesados. Cuando el procedimiento se hubiera iniciado de oficio, el transcurso del plazo de seis meses desde su inicio sin dictarse resolución producirá la caducidad del mismo. Si el procedimiento se hubiera iniciado a solicitud de interesado, se podrá entender la misma desestimada por silencio administrativo. Declaración de lesividad de actos anulables. Las Administraciones Públicas podrán impugnar ante el orden jurisdiccional contenciosoadministrativo los actos favorables para los interesados que sean anulables previa su declaración de LESIVIDAD PARA EL INTERÉS PÚBLICO. La declaración de lesividad no podrá adoptarse una vez transcurridos cuatro años desde que se dictó el acto administrativo y exigirá la previa audiencia de cuantos aparezcan como interesados en el mismo La declaración de lesividad no será susceptible de recurso, si bien podrá notificarse a los interesados a los meros efectos informativos. El recurso directo El recurso directo es la técnica más utilizada para el control de los reglamentos ilegales, es una impugnación directa ante la Jurisdicción C-A. Este recurso directo, {previsto en el art. 1.1 de la LJCA}, ataca frontalmente el reglamento solicitando su anulación, sin que sea necesaria antes la interposición de recursos administrativos previos. Ley 39/2015. Artículo 112. recursos administrativos. Objeto y clases. Contra las disposiciones administrativas de carácter general no cabrá recurso en vía administrativa. Los recursos contra un acto administrativo que se funden únicamente en la nulidad de alguna disposición administrativa de carácter general podrán interponerse directamente ante el órgano que dictó dicha disposición.Los efectos de la invalidez de los reglamentos son los propios de la nulidad de pleno derecho, dadas las graves consecuencias que produce la aplicación del reglamento ilegal. Las consecuencias más importantes de esta calificación son: Imprescriptibilidad de la acción para recurrir los reglamentos ilegales. La imposibilidad de su convalidación. Solo hay 2 meses para su impugnación, Los actos dictados en aplicación del reglamento ilegal son válidos. 1. El plazo para interponer el recurso contencioso-administrativo será de 2 meses contados desde el día siguiente al de la publicación de la disposición impugnada o al de la notificación o publicación del acto que ponga fin a la vía administrativa, si fuera expreso. Si no lo fuera, el plazo será de 6 meses y se contará, para el solicitante y otros posibles interesados, a partir del día siguiente a aquél en que, de acuerdo con su normativa específica, se produzca el acto presunto. 18 Las sentencias firmes que anulen un precepto de una disposición general no afectarán por sí mismas a la eficacia de las sentencias o actos administrativos firmes que lo hayan aplicado antes de que la anulación alcanzará efectos generales, salvo en el caso de que la anulación del precepto supusiera la exclusión o la reducción de las sanciones aún no ejecutadas completamente.} El recurso indirecto El interesado puede impugnar un acto administrativo de aplicación de un reglamento ilegal, fundando la impugnación, precisamente, en la ilegalidad del reglamento en que se apoya el acto recurrido. Es necesario que se produzca el acto concreto de aplicación del reglamento ilegal, o bien provocarlo mediante la oportuna petición. El INDIRECTO No está sujeto a plazo alguno, en el sentido que independientemente del tiempo que el reglamento haya estado vigente, siempre podrá ser atacado en los plazos ordinarios a partir de la notificación de cualquier acto de aplicación y ante el órgano que lo ha dictado. Los efectos del recurso indirecto pueden llegar a la anulación de la disposición, {según dispone la actual LJCA}, que: Permite al juez que conozca del recurso indirecto la potestad de anular el reglamento, solo si tiene competencia tb para conocer del recurso directo bien si no fuere competente para ello {conocer del recurso directo} planteando la cuestión de ilegalidad ante el Tribunal que corresponda. El planteamiento de la cuestión de ilegalidad se ceñirá exclusivamente a aquellos preceptos reglamentarios cuya declaración de ilegalidad ha servido de base para la interposición de la demanda. Para el TS hay un régimen especial: siempre anulará la disposición general ilegal cuando conozca un recurso fundado en su ilegalidad. 6. Impugnación ante el Tribunal Constitucional Es posible la impugnación de reglamentos ante el TC cuando se violen los derechos constitucionales susceptibles de recurso de amparo, habiéndose agotado la vía jurisdiccional procedente. 2º supuesto de recurso al TC tiene lugar cuando se produce un conflicto de competencias entre el Estado y las CCAA con motivo de reglamentos emanados de órganos de uno u otro que han invadido las competencias del reclamante. El art. 161.2 CE, faculta al Gobierno para impugnar ante el TC las disposiciones y resoluciones de las CCAA, con valor inferior a la ley, en los 2 meses siguientes a la fecha de su publicación o en defecto de la misma cuando llegue a su conocimiento. La presentación de la impugnación comunicada al TC producirá la suspensión de la disposición o resolución recurrida, hasta que el TC resuelva en no más de 5 meses si mantiene la suspensión, o si la levanta. No obstante, el TC solo debe controlar los VICIOS DE INCONSTITUCIONALIDAD del reglamento, NO cualquier otro, lo que corresponde a los Tribunales C-A. LA COSTUMBRE Y LOS PRECEDENTES Y PRÁCTICAS ADMINISTRATIVAS 7.2 Los precedentes y prácticas administrativas La práctica supone una reiteración en la aplicación de un determinado criterio en casos anteriores. El precedente es simplemente la forma en que se resolvió con anterioridad un único asunto, análogo a otro pendiente de resolución. Las diferencias con la costumbre son las siguientes: 19 Se trata de reglas deducidas del comportamiento de la Administración, sin intervención de los administrados, cuya conducta aquí es irrelevante. La práctica o precedente NO tienen por qué estar avalados, por un cierto grado de reiteración o de antigüedad, en el precedente,basta un solo caso. Las prácticas y precedentes, SI tienen importancia real en el DA; al precedente se le reconoce un cierto grado de obligatoriedad en la Ley 39/15: Motivación. Serán motivados, con sucinta referencia de hechos y fundamentos de derecho: Los actos que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes o del dictamen de órganos consultivos. La Administración puede desvincularse de su práctica o precedente anterior al resolver un nuevo y análogo asunto, con sólo cumplir la carga de la motivación, que no es simplemente formal, implica la exposición de las razones objetivas que expliquen y justifiquen el cambio de conducta. A falta de razones para el cambio de conducta la Admón atenta contra la seguridad jurídica de los administrados, así como contra el principio de igualdad, fundamento último de los que de obligatorio y vinculante puede haber en los precedentes y prácticas administrativas. SEGUNDA PARTE. LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA TEMA IV. LOS PRINCIPIOS GENERALES DE LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA Y DERECHO El nivel básico o territorial está conformado por: Municipio. Que son la primera división administrativa del territorio (∼ 8.000). Islas y comarcas. Niveles intermedios, donde existan. Provincia. Otra división administrativa (50, siete son, además CCAA uniprovinciales). Comunidades Autónomas. Conjuntos de una o más provincias, creadas por la Constitución vigente. Estado. La Administración del Estado extiende su competencia a todo el territorio nacional, con una organización jerarquizada piramidalmente, estando el Gobierno en la vértice. El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas.Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses. Todas las AAPP pueden crear otras organizaciones especializadas de carácter instrumental, con arreglo al Derecho público o el privado, para atender las necesidades dentro de sus competencias: Forman lo que se denomina la Administración institucional. Organismos autónomos, Entidades públicas empresariales, Fundaciones públicas, Sociedades. Entes corporativos (Colegios profesionales, Cámaras de comercio, Federaciones deportivas etc.). Son organizaciones de base asociativa que cumplen a la vez fines privados de sus miembros y fines públicos, lo que se traduce en un régimen jurídico mixto de Derecho público y de Derecho privado. -Las normas de organización como Derecho Las normas de organización no son consideradas como Derecho por algunos, que aducen que sólo tienen relevancia jurídica aquéllas que regulan relaciones intersubjetivas. Otros (Santi Romano) opinan 20 que las reglas de organización crean efectos jurídicos. Así, son un presupuesto de la existencia misma de las personas jurídicas y por ello un prius al nacimiento de las relaciones intersubjetivas. Asimismo, La infracción de las normas de organización conlleva además la invalidez de los actos administrativos relacionados con las mismas: Nulidad de pleno derecho. (Ley 39/15) Los actos de las Administraciones Públicas son nulos de pleno derecho en los casos siguientes: … Los dictados prescindiendo total y absolutamente de procedimiento legalmente establecido o de las normas que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados. Anulabilidad. Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier infracción del ordenamiento jurídico, incluso la desviación de poder.} Las normas de organización han de dictarse, asimismo, con los mismos requisitos formales que el resto de las normas jurídicas (procedimiento legislativo para leyes, procedimiento de elaboración de disposiciones de carácter general si se trata de normas reglamentarias (reglamentos) Pueden ser, por lo tanto, consideradas materia de Derecho a las normas de organización de las AAPP. También hay normas de organización en otras ramas del Derecho, por ejemplo: Derecho civil. Las que regulan las personas jurídicas. Derecho mercantil. Composición y funcionamiento de las sociedades. Derecho político. La organización suprema del Estado. Algún autor (García Trevijano) ha señalado la conveniencia de sustituir la tradicional dualidad Derecho privado–público por la de Derecho individual–de organizaciones, siendo ésta última rama el nuevo Derecho público. 2. La potestad organizadora, límites y principios generales. Es el conjunto de facultades que cada Administración ostenta para configurar su estructura. La posibilidad de autorganizarse, creando, modificando o extinguiendo sus órganos o entes con personalidad propia, pública o privada. En sentido estricto, pues, la potestad organizadora sería la facultad de la Administración para configurar dentro de los límites de las leyes constitucionales u ordinarias su propia estructura. LA POTESTAD ORGANIZATORIA: LÍMITES Y PRINCIPIOS GENERALES Los titulares de la potestad organizadora Al Estado, la Constitución reserva al poder legislativo, la ley, la creación, modificación y extinción de los Entes territoriales más importantes como son las Comunidades Autónomas y Provincias (Estatuto y ley orgánica). Los Municipios, la competencia tradicional del Gobierno para la creación, supresión y fusión de Municipios se remite ahora a la legislación de las Comunidades Autónomas, la cual determinará el órgano competente para esas operaciones. Por Ley tb se crearan los Organismos autónomos y las Entidades públicas empresariales. Por reserva constitucional expresa serán regulados por ley el Gobierno (artº 98 CE) y será ley orgánica la que regule el Consejo de Estado; por el contrario, la creación, modificación y supresión de órganos administrativos habrán de hacerse “….de acuerdo con la ley”, es decir, por norma reglamentaria. En particular, para los órganos superiores de la Administración del Estado la competencia es del Presidente del Gobierno, 21 por Real Decreto puede variar el número, denominación de los Ministerios, Secretarias de Estado y aprobar la estructura orgánica de la Presidencia del Gobierno (Ley 50/97 LOFAGE). La competencia para la creación de órganos directivos se atribuye al Gobierno: Subsecretarías y Secretarias Generales, Técnicas, Direcciones Generales y Subdirecciones y órganos asimilados, mediante Real Decreto del Consejo de Ministros. Los órganos de nivel inferior a Subdirección General (servicios secciones y negociados) se crean, modifican y suprimen por Orden del Ministro respectivo, previa aprobación del Ministro de Administraciones Públicas. En relación con los órganos de las Comunidades Autónomas, habrá que atender a lo que digan las leyes sobre gobierno y administración dictadas en desarrollo de sus respectivos Estatutos. Los órganos políticos básicos de los Municipios y Provincias (Pleno, Alcalde, Junta de Gobierno Local; Pleno, Junta de Gobierno, Presidente y Vicepresidentes de la Diputación) se encuentran regulados en la Ley de Bases de Régimen Local de 1985 Principios generales. Las Administraciones Públicas sirven con objetividad los intereses generales y actúan de acuerdo con los principios de eficacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la Constitución, a la Ley y al Derecho. Deberán respetar en su actuación y relaciones los siguientes principios: Servicio efectivo a los ciudadanos. Simplicidad, claridad y proximidad a los ciudadanos. Participación, objetividad y transparencia de la actuación administrativa. Racionalización y agilidad de los procedimientos administrativos y de las actividades materiales de gestión. Buena fe, confianza legítima y lealtad institucional. Responsabilidad por la gestión pública. Planificación y dirección por objetivos y control de la gestión y evaluación de los resultados de las políticas públicas. Eficacia en el cumplimiento de los objetivos fijados. Economía, suficiencia y adecuación estricta de los medios a los fines institucionales. Eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos. Cooperación, colaboración y coordinación entre las Administraciones Públicas. 2.3 El principio de personalidad jurídica Cada Administracion actúa para el cumplimiento de sus fines con personalidad jurídica única. LOS ÓRGANOS ADMINISTRATIVOS Teoría del órgano Toda Administración Publica es un complejo de elementos personales y materiales ordenados en una serie de unidades en virtud del principio de división del trabajo, a las que se les asigna una parte del total de las competencias que corresponden a la organización en su conjunto. Estas unidades suelen llamarse órgano y oficio: Órgano: se hace referencia al titular o funcionario Oficio: conjunto de medios materiales y atribuciones que la integran. Órganos administrativos. Tendrán la consideración de órganos las unidades administrativas a las que se les atribuyan funciones que tengan efectos jurídicos frente a terceros, o cuya actuación tenga carácter preceptivo. 22 La creación exigirá, al menos, el cumplimiento de los siguientes requisitos: a) Determinación de su forma de integración en la Administración Pública de que se trate y su dependencia jerárquica. b) Delimitación de sus funciones y competencias. c) Dotación de los créditos necesarios para su puesta en marcha y funcionamiento. No podrán crearse nuevos órganos que supongan duplicación de otros ya existentes si al mismo tiempo no se suprime o restringe debidamente la competencia de estos. A este objeto, la creación de un nuevo órgano sólo tendrá lugar previa comprobación de que no existe otro en la misma Administración Pública que desarrolle igual función sobre el mismo territorio y población. Instrucciones y órdenes de servicio. Los órganos administrativos podrán dirigir las actividades de sus órganos jerárquicamente dependientes mediante instrucciones y órdenes de servicio. El incumplimiento de las instrucciones u órdenes de servicio no afecta por sí solo a la validez de los actos dictados por los órganos administrativos, sin perjuicio de la responsabilidad disciplinaria en que se pueda incurrir. Órganos consultivos. La Administración consultiva podrá articularse mediante órganos específicos dotados de autonomía orgánica y funcional con respecto a la Administración activa, o a través de los servicios de esta última que prestan asistencia jurídica. No podrán estar sujetos a dependencia jerárquica, ya sea orgánica o funcional, ni recibir instrucciones, directrices o cualquier clase de indicación de los órganos que hayan elaborado las disposiciones o producido los actos objeto de consulta, actuando para cumplir con tales garantías de forma colegiada. LAS BASES DE LA ORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA: LA COMPETENCIA Competencia. La competencia es irrenunciable y se ejercerá por los órganos administrativos que la tengan atribuida como propia, salvo los casos de delegación o avocación, cuando se efectúen en los términos previstos en ésta u otras leyes. No suponen alteración de la titularidad de la competencia, aunque sí de los elementos determinantes de su ejercicio La delegación de competencias, Las encomiendas de gestión, La delegación de firma La suplencia. La titularidad y el ejercicio de las competencias podrán ser desconcentrados en otros jerárquicamente dependientes Si alguna disposición atribuye la competencia a una Administración, sin especificar el órgano que debe ejercerla, se entenderá que la facultad de instruir y resolver los expedientes corresponde a los órganos inferiores competentes por razón de la materia y del territorio. Si existiera más de un órgano inferior competente por razón de materia y territorio, la facultad para instruir y resolver los expedientes corresponderá al superior jerárquico común de estos. Los criterios fundamentales de distribución de la competencia son 3: El jerárquico, El territorial y El material, 23 La competencia jerárquica es la medida de la distribución de las funciones y potestades entre los diversos grados de la jerarquía; se trata, pues, de un reparto vertical. Comporta la atribución a los órganos superiores de las funciones y potestades de mayor transcendencia y a los inferiores las de menor importancia. La competencia territorial supone una distribución horizontal, es decir, en relación con otros órganos que se encuentran desplegados en el mismo nivel jerárquico en otras partes del territorio. La competencia material, supone una distribución por fines, objetivos o funciones entre las diversas administraciones y dentro de ellas, entre las unidades orgánicas de un mismo ente. {p.e. la diversidad de atribuciones entre los distintos Ministerios, y dentro de estos, la distribución de competencias o atribuciones entre las distintas Secretarias de Estado o Direcciones Generales} Esta distribución de las competencias en la actualidad no es tan sencilla a consecuencia de la fiebre descentralizadora y ha originado nuevas formas de atribución de competencias: Concepto de competencia exclusiva, por la que las CCAA tendrían atribuidas todas las funciones sobre una materia (legislativa, reglamentaria y de ejecución) con reserva al Estado solo de las derivadas de títulos constitucionales. competencia compartida sobre la misma materia que se distribuye en función de criterios materiales entre el Estado y diversos entes públicos (ejemplo, Estado y las CCAA ó Seguridad social, en que el Estado asume competencia para los ingresos y las CCAA para la ejecución de los servicios y el gasto). En materia de servicios asistenciales, culturales y deportivos se está utilizando el sistema de competencias abiertas o indistintas, de modo que todos los Entes territoriales pueden ejercitarlas de forma simultánea y no excluyente. Atribución conjunta que supone la intervención forzosa y obligada de dos Entes públicos. Competencia alternativa cuando la atribución a 2 o más entes se hace de modo conjunto pero excluyente, de tal modo que si es utilizada por uno de ellos no puede ejercerla el otro. La falta de competencia origina un vicio del acto administrativo que produce su invalidez. La incompetencia a estos efectos puede ser incompetencia manifiesta o NO manifiesta, dando lugar la primera a la nulidad de pleno derecho por tratarse de “actos dictados por órgano manifiestamente incompetente por razón de la materia y del territorio” y la segunda a la simple anulabilidad. ++ Estas clases de incompetencia vienen a coincidir con la clasificación de incompetencia absoluta y relativa, pudiendo afirmarse que: La incompetencia absoluta se origina por la falta de competencia material o territorial La incompetencia relativa por falta de competencia jerárquica. 6. TRANSFERENCIA DE COMPETENCIAS ENTRE ÓRGANOS Y ORGANISMOS DE UNA ADMINISTRACIÓN PÚBLICA 6.1. La delegación Artículo 9. Delegación de competencias. 1. Los órganos de las diferentes Administraciones Públicas podrán delegar el ejercicio de las competencias que tengan atribuidas en otros órganos de la misma Administración, aun cuando no sean jerárquicamente dependientes, o en los Organismos públicos o Entidades de Derecho Público vinculados o dependientes de aquéllas. En el ámbito de la Administración General del Estado, la delegación de competencias deberá ser aprobada previamente por el órgano ministerial de quien dependa el órgano delegante y en el caso de los Organismos públicos o Entidades vinculados o dependientes, por el órgano máximo de dirección, Cuando se trate de órganos no relacionados jerárquicamente será necesaria la aprobación previa del superior común si ambos pertenecen al mismo Ministerio, o del órgano 24 superior de quien dependa el órgano delegado, si el delegante y el delegado pertenecen a diferentes Ministerios. Asimismo, los órganos de la Administración General del Estado podrán delegar el ejercicio de sus competencias propias en sus Organismos públicos y Entidades vinculados o dependientes, cuando resulte conveniente para alcanzar los fines que tengan asignados y mejorar la eficacia de su gestión. La delegación deberá ser previamente aprobada por los órganos de los que dependan el órgano delegante y el órgano delegado, o aceptada por este último cuando sea el órgano máximo de dirección del Organismo público o Entidad vinculado o dependiente. No podrán ser objeto de delegación las competencias relativas a: Los asuntos que se refieran a relaciones con la Jefatura del Estado, la Presidencia del Gobierno de la Nación, las Cortes Generales, las Presidencias de los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas y las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas. La adopción de disposiciones de carácter general. La resolución de recursos en los órganos administrativos que hayan dictado los actos objeto de recurso. Las materias en que así se determine por norma con rango de Ley. Las delegaciones de competencias y su revocación deberán publicarse en el «Boletín Oficial del Estado», en el de la Comunidad Autónoma o en el de la Provincia,. Las resoluciones administrativas que se adopten por delegación indicarán expresamente esta circunstancia y se considerarán dictadas por el órgano delegante. Salvo autorización expresa, no podrán delegarse las competencias que se ejerzan por delegación. No constituye impedimento para que pueda delegarse la competencia para resolver un procedimiento como trámite preceptivo, la emisión de un dictamen o informe; no podrá delegarse la competencia para resolver. La delegación será revocable en cualquier momento por el órgano que la haya conferido. La delegación de aquellas competencias atribuidas a órganos colegiados, que requiera un quórum o mayoría especial, deberá adoptarse observando, dicho quórum o mayoría. Delegación intersubjetiva Transferencia del ejercicio de competencias entre Entes públicos territoriales lo constituye la delegación intersubjetiva, caracterizada por el acuerdo entre un Ente territorial superior y otro inferior para el ejercicio por el inferior de las competencias del superior. Un supuesto típico es el del artículo 27 de la ley de Bases de Régimen Local 7/1985 (LBRL), de delegación de competencias estatales, autonómicas o de otras Entidades locales superiores a los Municipios y que requiere para su efectividad “la aceptación por el Municipio interesado” y la previa consulta o informe de la Comunidad Autónoma si se delegan servicios estatales. La verdadera delegación, se sujeta a las siguientes reglas según la Ley 7/1985: Que recaiga en materias que afecten a los intereses propios de la Provincia o el Municipio, siempre que con ello se mejore la eficacia de la gestión pública y se alcance mayor participación ciudadana. Que las competencias delegadas se ejerzan con arreglo a la legislación del Estado o legislación de las CCAA correspondientes o, en su caso, la reglamentación aprobada por la Entidad local delegante. Que la Admón. delegante pueda dirigir y controlar el ejercicio de los servicios delegados, emanar instrucciones técnicas de carácter general y recabar información sobre la gestión 25 municipal, enviar comisionados y formular requerimientos para la subsanación de deficiencias observadas. Delegación de firma y suplencia Ley 40/15 Delegación de firma. Los titulares de los órganos podrán, en materias de su competencia, que ostenten, bien por atribución, bien por delegación de competencias, delegar la firma de sus resoluciones y actos La delegación de firma no alterará la competencia del órgano delegante y para su validez no será necesaria su publicación. En las resoluciones y actos que se firmen por delegación se hará constar esta circunstancia y la autoridad de procedencia. Suplencia. Los titulares podrán ser suplidos temporalmente en los supuestos de vacante, ausencia o enfermedad, así como en los casos en que haya sido declarada su abstención o recusación. Si no se designa suplente, la competencia se ejercerá por quien designe el órgano inmediato superior de quien dependa. No implicará alteración de la competencia y para su validez no será necesaria su publicación. En la Administración General del Estado, la designación de suplente podrá efectuarse: a. En los reales decretos de estructura orgánica básica de los Departamentos Ministeriales o en los estatutos de sus Organismos públicos y Entidades vinculados o dependientes según corresponda. b. Por el órgano competente para el nombramiento del titular, bien en el propio acto de nombramiento bien en otro posterior cuando se produzca el supuesto que dé lugar a la suplencia. Delegación de firma y suplencia NO suponen alteración de la titularidad de la competencia, aunque SÍ de los elementos determinantes de su ejercicio. Son de efectos más limitados. La suplencia por razones de vacante, enfermedad o ausencia, vacaciones son circunstancias temporales, se produce una simple sucesión transitoria en la titularidad de un órgano, sin traslación de competencias de un órgano a otro (solo se desplaza el titular). Por quien designe el titular del órgano suplido. No implica alteración de la competencia. La delegación de firma, es una delegación que se contrae a ésta (a la firma).Se necesita que entre el delegante y el delegado se dé una relación de jerarquía o al menos de dependencia NO es posible para adoptar resoluciones de carácter sancionador. NO es necesario publicar el acuerdo de delegación de firma. En las resoluciones que se dicten se hará constar la autoridad de procedencia. 6.3. La encomienda de gestión Ley 40/2015 Artículo 11. Encomiendas de gestión. La realización de actividades de carácter material o técnico podrá ser encomendada a otros órganos o Entidades de Derecho Público de la misma o de distinta Administración, siempre que entre sus competencias estén esas actividades, por razones de eficacia o cuando no se posean los medios técnicos idóneos para su desempeño. 26 La encomienda de gestión no supone cesión de la titularidad de la competencia ni de los elementos sustantivos de su ejercicio, siendo responsabilidad del órgano o Entidad encomendante dictar cuantos actos o resoluciones de carácter jurídico den soporte o en los que se integre la concreta actividad material objeto de encomienda. La Entidad u órgano encomendado tendrá la condición de encargado del tratamiento de los datos de carácter personal a los que pudiera tener acceso en ejecución de la encomienda de gestión, siéndole de aplicación lo dispuesto en la normativa de protección de datos de carácter personal. 3. La formalización de las encomiendas de gestión se ajustará a las siguientes reglas: a. Cuando la encomienda de gestión se realice entre órganos de la misma Administración deberá formalizarse en los términos que establezca su normativa propia y, en su defecto, por acuerdo expreso de los órganos o Entidades. El instrumento de formalización de la encomienda de gestión y su resolución deberá ser publicada, para su eficacia, en el Boletín Oficial del Estado, de la Comunidad Autónoma o en el de la Provincia, según la Administración a que pertenezca el órgano encomendante. b. Cuando la encomienda de gestión se realice entre órganos y Entidades de distintas Administraciones se formalizará mediante firma del correspondiente convenio entre ellas, que deberá ser publicado en el Boletín Oficial del Estado, de la Comunidad Autónoma o en el de la Provincia, según la Administración a que pertenezca el órgano encomendante, salvo en el supuesto de la gestión ordinaria de los servicios de las Comunidades Autónomas por las Diputaciones Provinciales o en su caso Cabildos o Consejos insulares, que se regirá por la legislación de Régimen Local. La encomienda cuando opera dentro de una misma Administración, no supone cesión de la titularidad de la competencia, ni de los elementos sustantivos de su ejercicio, siendo responsabilidad del órgano o entidad encomendante el dictado de cuantos actos o resoluciones de carácter jurídico den soporte o en los que se integre la concreta actividad material de la encomienda. 6.4. La avocación Ley 40/215 Avocación. Los órganos superiores podrán avocar para sí el conocimiento de uno o varios asuntos cuya resolución corresponda ordinariamente o por delegación a sus órganos administrativos dependientes, cuando circunstancias de índole TÉCNICA, ECONÓMICA, SOCIAL, JURÍDICA O TERRITORIAL lo hagan conveniente. En los supuestos en órganos no dependientes jerárquicamente, el conocimiento de un asunto podrá ser avocado únicamente por el órgano delegante. La avocación se realizará mediante acuerdo motivado que deberá ser notificado a los interesados en el procedimiento, si los hubiere, con anterioridad o simultáneamente a la resolución final que se dicte. Contra el acuerdo de avocación no cabrá recurso, aunque podrá impugnarse en el que, en su caso, se interponga contra la resolución del procedimiento. JERARQUÍA La técnica más elemental de distribución de las competencias es su reparto y adecuación al principio de jerarquía; con un sistema de estructuración escalonada y piramidal los órganos de nivel superior mandan sobre los del inferior, cuya actividad dirigen y controlan para reducir a unidad y coordinar hacia un determinado fin la actividad del conjunto. 27 Para que pueda hablarse de jerarquía son necesarias 2 condiciones: La existencia de una pluralidad de órganos con competencia material coincidente y escalonados a distintos niveles en el seno de la estructura organizativa, Y la garantía a través de un conjunto de poderes de la prevalencia de la voluntad del órgano de grado superior sobre el inferior, de modo que aquel pueda en cualquier asunto dirigir, controlar y en su caso sustituir la actividad del inferior. -De las facultades o poderes ínsitos en el poder jerárquico: El poder de impulso y dirección de la actividad de los órganos superiores sobre los inferiores a través de normas de carácter interno como instrucciones o circulares. El poder de inspección, de vigilancia o control sobre la actividad de los inferiores. La facultad de anular los actos de los inferiores a través de recurso de alzada. La facultad disciplinaria sobre los titulares de los órganos inferiores. La posibilidad de delegar las competencias en los órganos inferiores, avocar o resolver por ellos, El poder de resolver los conflictos de competencia entre los órganos inferiores. Todos estos poderes se corresponden, desde el punto de vista del órgano inferior, con el deber de respeto, obediencia y acatamiento de las órdenes, derivados de su situación de subordinación, deber cuyo incumplimiento se castiga como falta disciplinaria muy grave de desobediencia al superior. Según el Estatuto Básico del Empleado Público, la desobediencia abierta a las órdenes o instrucciones de un superior, salvo que constituyan infracción manifiesta del OJ, incluso la desobediencia puede originar la comisión de un delito por negativa al cumplimiento de las órdenes emitidas por una autoridad superior dentro de los términos de su competencia y revestido de las formalidades legales (art. 410 C.P.) El principio de jerarquía opera entre órganos que ejercen en distinto nivel la misma competencia dentro de la línea operativa. No es aplicable sobre órganos, que no obstante subordinados o inferiores, han sido creados con una cierta vocación de neutralidad en razón de que ejercen funciones consultivas o cuasi jurisdiccionales (como los Tribunales Económico-Administrativo o las Mesas de Contratación). En estos supuestos se suele hablar de jerarquía debilitada. SUPREMACIA: Cuando se trata de relaciones entre administraciones territoriales autónomas de distinto nivel, la relación NO es de jerarquía SINO de supremacía. El principio de autonomía que protege a los Entes inferiores respecto de los superiores resulta incompatible con el de jerarquía, pero la autonomía se ve compensada con la supremacía, que se reconoce al nivel territorial superior para proteger la mayor entidad de los intereses generales CENTRALIZACIÓN Y DESCENTRALIZACIÓN Centralización: En sentido riguroso es aquella forma de organización pública en la que una sola Administración, la del Estado, asume la responsabilidad de satisfacer todas las necesidades de interés general y, consecuentemente, se atribuye todas las potestades y funciones necesarias para ello. A este efecto las divisiones del territorio NO suponen la existencia de otros Entes públicos, SINO que son circunscripciones de una misma Administración que sitúa en ellas a sus agentes periféricos, sujetos a la autoridad central por vínculos de jerarquía. 28 Descentralización Surge para corregir los excesos del centralismo, y se puede definir como signo contrario a la centralización. En la autonomía que la descentralización supone, se dan los siguientes elementos: El Ente territorial tiene reconocido y garantizado un ámbito de competencias propias, frente al Estado y también frente a otros Entes territoriales superiores que se superponen en su territorio (así el Municipio está no sólo descentralizado frente al Estado sino también frente a la Provincia y a la Comunidad Autónoma). El Ente territorialmente descentralizado goza de personalidad jurídica independiente del Estado y de las otras englobado y está protegido por el principio de autonomía política. Los titulares de sus órganos de gobierno son distintos e independientes, de los órganos de gobierno de las colectividades territoriales superiores o más amplias, en cuanto son elegidos por los miembros de la respectiva comunidad. LA DESCENTRALIZACIÓN FUNCIONAL La descentralización funcional o institucional llamada también descentralización ficticia o por servicios, NO plantea problema político alguno de reparto o distribución del poder político en el seno del Estado o de su territorio, pues su finalidad es únicamente, la de otorgar una mayor libertad de gestión a los responsables de un servicio público, pero reteniendo el ente matriz descentralizador extensos mecanismos de control. La descentralización funcional es muy utilizada por todas las administraciones (estatal, autonómica y local), creando en su ámbito organizaciones específicas, revestidas formal y jurídicamente de apariencia autónoma, dotadas de personalidad jurídica distinta del Ente territorial matriz. Se ha desarrollado utilizando figuras orgánicas de Derecho privado, la sociedad mercantil y las fundaciones. LA DESCONCENTRACIÓN Con el concepto “desconcentración” se designa la transferencia por norma expresa de la titularidad de las competencias de un órgano superior a otro inferior dentro de un mismo Ente público. La finalidad de la desconcentración es descongestionar el trabajo de los órganos superiores trasvasando parte de sus competencias a otros inferiores, sean centrales o periféricos, comportando una pérdida de poder y competencias del órgano superior, ya que esa cesión de competencias es definitiva. La desconcentración puede operar en cualesquiera Administraciones, tanto territoriales como institucionales, siempre que se dé una ordenación jerárquica que permita ese trasvase de competencias con carácter permanente. No debe confundirse la desconcentración que se hace de forma permanente, con la delegación interorgánica que tiene carácter episódico y que se lleva a cabo por decisión del órgano superior, que puede revocarla en cualquier momento. LA COORDINACION Es la función que pretende conjuntar actividades para lograr una finalidad y evitar la duplicidad de esfuerzos y acciones divergentes, incluso, contradictorias. Coordinación interorgánica Tratándose de una misma organización, debe bastar para coordinar a los inferiores la potestad del órgano superior de dar órdenes generales o particulares, ya que quien manda eficazmente coordina. a) Técnicas Orgánicas: una de las más extendidas es la de creación de órganos colegiados, reservándose al coordinador la Presidencia. Órganos a los que el ordenamiento atribuye una función coordinadora en función de su posición dentro de la Admón del Estado. Los más importantes son: 29 Presidente del Gobierno: la C.E. le atribuye, además de dirigir, coordinar a los demás miembros del Gobierno (art 98.2) Comisiones Delegadas del Gobierno: coordinar la acción de los Ministros interesados en objetivos comunes y redactar programas conjuntos de actuación. Delegado del Gobierno en CCAA: coordina la Admón del Estado con la de la CCA, preside la Comisión Territorial de Asistencia al Delegado del gobierno e integrada por los Subdelegados del Gobierno en las Provincias Subdelegados del Gobierno en las Provincias: ejercen la dirección y coordinación de la protección civil en el ámbito de la Provincia. b) Técnicas Funcionales: son numerosas, van DESDE reuniones periódicas de los titulares de los órganos inferiores dirigidas por el superior jerárquico (Ley de Procedimiento Advo), HASTA la planificación económica, PASANDO por la solución de conflictos de atribuciones o la comunicación de instrucciones. Todas sirven para conjuntar y coordinar esfuerzos en un mismo fin dentro de una organización; también para la coordinación los procedimientos advos cuando se articulan informes o audiencias de otros órganos. La coordinación como paliativo de las disfunciones político-territoriales a) Coordinación por el Estado y por las CCAA de las Entidades Locales. Cuando NO existe relación de jerarquía, la coordinación es más difícil por la propia autonomía de estos Entes, protegida constitucionalmente, que los inmuniza del poder coactivo que el órgano coordinador tuviera necesidad de ejercitar. Esta coordinación se regula por la Ley 7/1985 Reguladora de Bases de RL. Se trata de una regulación de la planificación como técnica coordinadora, pero que deja sin resolver la fundamental cuestión de los poderes del coordinador ante el incumplimiento de los planes por los Entes coordinados, que no tienen otra vía que el (frecuentemente inútil) recurso del recurso ante la Jurisdicción Contencioso-Adva (art 59). Los Términos de esta regulación son: La finalidad de la coordinación es asegurar la coherencia de la actuación de las Ad.P en el respeto al ejercicio de las competencias para otras Admón, la ponderación en el ejercicio de las propias, el suministro de información y la cooperación y asistencia activa que otras Admón pudieran necesitar. La coordinación se impone por ley estatal o autonómica que deberá precisar con detalle las condiciones y los límites de la coordinación, así como las modalidades de control que se reserven las Cortes Generales o las correspondientes Asambleas Legislativas de las CCAA. La coordinación se realizará mediante la definición concreta y en relación con una materia, servicio o competencia determinados de los intereses generales o comunitarios, a través de planes sectoriales para la fijación de objetivos y determinación de prioridades de la acción pública en la materia correspondiente. El efecto de la coordinación es que las Entidades locales deberán ejercer sus facultades de programación, planificación u ordenación de los servicios o actividades de su competencia en el marco de las previsiones de los planes. 30 COLABORACIÓN Y COOPERACIÓN Deber de colaboración entre las Administraciones Públicas. Las Administraciones Públicas deberán: a. Respetar el ejercicio legítimo por las otras Administraciones de sus competencias. b. Ponderar, en el ejercicio de las competencias propias, la totalidad de los intereses públicos implicados y, en concreto, aquellos cuya gestión esté encomendada a las otras Administraciones. c. Facilitar a las otras Administraciones la información que precisen sobre la actividad que desarrollen en el ejercicio de sus propias competencias o que sea necesaria para que los ciudadanos puedan acceder de forma integral a la información relativa a una materia. d. Prestar, en el ámbito propio, la asistencia que las otras Administraciones pudieran solicitar para el eficaz ejercicio de sus competencias. e. Cumplir con las obligaciones concretas derivadas del deber de colaboración y las restantes que se establezcan normativamente. La asistencia y colaboración requerida sólo podrá negarse cuando el organismo público o la entidad del que se solicita no esté facultado para prestarla de acuerdo con lo previsto en su normativa específica, no disponga de medios suficientes para ello o cuando, de hacerlo, causara un perjuicio grave a los intereses cuya tutela tiene encomendada o al cumplimiento de sus propias funciones o cuando la información solicitada tenga carácter confidencial o reservado. La negativa a prestar la asistencia se comunicará motivadamente a la Administración solicitante. Técnicas de colaboración. Se harán efectivas a través de las siguientes técnicas: a) El suministro de información, datos, documentos o medios probatorios que se hallen a disposición del organismo público o la entidad al que se dirige la solicitud y que la Administración solicitante precise disponer para el ejercicio de sus competencias. b) La creación y mantenimiento de sistemas integrados de información administrativa con el fin de disponer de datos actualizados, completos y permanentes referentes a los diferentes ámbitos de actividad administrativa en todo el territorio nacional. c) El deber de asistencia y auxilio, para atender las solicitudes formuladas por otras Administraciones para el mejor ejercicio de sus competencias, en especial cuando los efectos de su actividad administrativa se extiendan fuera de su ámbito territorial. La cooperación y los órganos de cooperación a) El Principio de Lealtad Constitucional. El principio de cooperación se define como la coordinación voluntaria desde una posición de igualdad de los diversos Entes públicos para colaborar sin imperatividad ni coacción. Trata de compensar la dispersión centrífuga que la descentralización provoca en el conjunto. Ley 40/15 Relaciones de cooperación Sección 1. ª Técnicas de cooperación Cooperación entre Administraciones Públicas. Las Administraciones cooperarán al servicio del interés general y podrán acordar de manera voluntaria la forma de ejercer sus respectivas competencias que mejor sirva a este principio. La formalización de relaciones de cooperación requerirá la aceptación expresa de las partes, formulada en acuerdos de órganos de cooperación o en convenios. 31 Técnicas de Cooperación. Pueden ser: a) La participación en: órganos de cooperación, con el fin de deliberar y, en su caso, acordar medidas en materias sobre las que tengan competencias diferentes Administraciones Públicas. órganos consultivos de otras Administraciones Públicas. de una Administración Pública en organismos públicos o entidades dependientes o vinculadas a otra Administración diferente. b) La prestación de medios materiales, económicos o personales a otras Administraciones Públicas. c) La cooperación interadministrativa para la aplicación coordinada de la normativa reguladora de una determinada materia. d) La emisión de informes no preceptivos con el fin de que las diferentes Administraciones expresen su criterio sobre propuestas o actuaciones que incidan en sus competencias. e) Las actuaciones de cooperación en materia patrimonial, incluidos los cambios de titularidad y la cesión de bienes, previstas en la legislación patrimonial. En los convenios y acuerdos se preverán las condiciones y compromisos que asumen las partes. Cada Administración mantendrá actualizado un registro electrónico de los órganos de cooperación en los que participe y de convenios que haya suscrito. b) Órganos de Cooperación. Las Conferencias Sectoriales. La Ley 12/1983 del Proceso Autonómico, instauró la reunión de forma regular y periódica, al menos 2 veces al año, de Conferencias Sectoriales de los Consejeros de las distintas CCAA y del Ministro del ramo, presidida por uno de éstos con el FIN de examinar en común los problemas de cada sector y las acciones para afrontarlos. Junto a estas reuniones ordinarias estaban previstas las extraordinarias para asuntos que no admitieran demora. Órganos de cooperación. Los órganos de cooperación son órganos de composición multilateral o bilateral, de ámbito general o especial, constituidos por representantes de la Administración del Estado, de de las Comunidades o Ciudades de Ceuta y Melilla o, en su caso, de las Entidades Locales, para acordar voluntariamente actuaciones que mejoren el ejercicio de las competencias que cada Administración Pública tiene. Los órganos de cooperación en los que participe la Administración General del Estado, deberán inscribirse en el Registro estatal de Órganos e Instrumentos de Cooperación para que resulte válida su sesión constitutiva. Los órganos de cooperación, salvo oposición por alguna de las partes, podrán adoptar acuerdos a través de un procedimiento simplificado y por suscripción sucesiva de las partes, por cualquiera de las formas admitidas en Derecho, en los términos que se establezcan de común acuerdo. 32 Conferencia de Presidentes. La Conferencia de Presidentes es un órgano de cooperación multilateral entre el Gobierno de la Nación y los respectivos Gobiernos de las Comunidades Autónomas y está formada por el Presidente del Gobierno, que la preside, y por los Presidentes de las Comunidades Autónomas y de las Ciudades de Ceuta y Melilla. La Conferencia de Presidentes tiene por objeto la deliberación de asuntos y la adopción de acuerdos de interés para el Estado y las Comunidades Autónomas, estando asistida para la preparación de sus reuniones por un Comité preparatorio del que forman parte un Ministro del Gobierno, que lo preside, y un Consejero de cada Comunidad Autónoma. Conferencias Sectoriales. La Conferencia Sectorial es un órgano de cooperación, de composición multilateral y ámbito sectorial determinado, que reúne, como Presidente, al miembro del Gobierno que, en representación de la Administración General del Estado, resulte competente por razón de la materia, y a los correspondientes miembros de los Consejos de Gobierno, en representación de las Comunidades Autónomas y de las Ciudades de Ceuta y Melilla. Las Conferencias Sectoriales, u órganos sometidos a su régimen jurídico con otra denominación, habrán de inscribirse en el Registro Electrónico estatal de Órganos e Instrumentos de Cooperación para su válida constitución. Cada Conferencia Sectorial dispondrá de un reglamento de organización y funcionamiento interno aprobado por sus miembros. Funciones de las Conferencias Sectoriales. Las Conferencias Sectoriales pueden ejercer funciones consultivas, decisorias o de coordinación orientadas a alcanzar acuerdos sobre materias comunes. En particular, las Conferencias Sectoriales ejercerán, entre otras, las siguientes funciones: a. Ser informadas sobre los anteproyectos de leyes y los proyectos de reglamentos del Gobierno de la Nación o de los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas cuando afecten de manera directa al ámbito competencial de las otras Administraciones Públicas o cuando así esté previsto en la normativa sectorial aplicable, bien a través de su pleno o bien a través de la comisión o el grupo de trabajo mandado al efecto. b. Establecer planes específicos de cooperación entre Comunidades Autónomas en la materia sectorial correspondiente, procurando la supresión de duplicidades, y la consecución de una mejor eficiencia de los servicios públicos. c. Intercambiar información sobre las actuaciones programadas por las distintas Administraciones Públicas, en ejercicio de sus competencias, y que puedan afectar a las otras Administraciones. d. Establecer mecanismos de intercambio de información, especialmente de contenido estadístico. e. Acordar la organización interna de la Conferencia Sectorial y de su método de trabajo. f. Fijar los criterios objetivos que sirvan de base para la distribución territorial de los créditos presupuestarios, así como su distribución al comienzo del ejercicio económico, de acuerdo con lo previsto en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre. 33 Convocatoria de las reuniones de las Conferencias Sectoriales. Corresponde al Ministro que presida la Conferencia Sectorial acordar la convocatoria de las reuniones por iniciativa propia, al menos una vez al año, o cuando lo soliciten, al menos, la tercera parte de sus miembros. En este último caso, la solicitud deberá incluir la propuesta de orden del día. La convocatoria, que deberá acompañarse de los documentos necesarios con la suficiente antelación, deberá contener el orden del día previsto para cada sesión, sin que puedan examinarse asuntos que no figuren en el mismo, salvo que todos los miembros de la Conferencia Sectorial manifiesten su conformidad. El orden del día de cada reunión será propuesto por el Presidente y deberá especificar el carácter consultivo, decisorio o de coordinación de cada uno de los asuntos a tratar. Cuando hubiera de reunirse con el objeto exclusivo de informar un proyecto normativo, la convocatoria, la constitución y adopción de acuerdos podrá efectuarse por medios electrónicos, telefónicos o audiovisuales, que garanticen la intercomunicación entre ellos y la unidad de acto, tales como la videoconferencia o el correo electrónico, entendiéndose los acuerdos adoptados en el lugar donde esté la presidencia,. La elaboración y remisión de actas podrá realizarse a través de medios electrónicos. Secretaría de las Conferencias Sectoriales. Cada Conferencia Sectorial tendrá un secretario que será designado por el Presidente de la Conferencia Sectorial. Corresponde al secretario de la Conferencia Sectorial, al menos, las siguientes funciones: a) Preparar las reuniones y asistir a ellas con voz pero sin voto. b) Efectuar la convocatoria de las sesiones de la Conferencia Sectorial por orden del Presidente. c) Recibir los actos de comunicación de los miembros de la Conferencia Sectorial y, por tanto, las notificaciones, peticiones de datos, rectificaciones o cualquiera otra clase de escritos de los que deba tener conocimiento. d) Redactar y autorizar las actas de las sesiones. e) Expedir certificaciones de las consultas, recomendaciones y acuerdos aprobados y custodiar la documentación generada con motivo de la celebración de sus reuniones. f) Cuantas otras funciones sean inherentes a su condición de secretario. Clases de decisiones de la Conferencia Sectorial. La adopción de decisiones requerirá la previa votación de los miembros de la Conferencia Sectorial. Esta votación se producirá por la representación que cada Administración Pública tenga y no por los distintos miembros de cada una de ellas. Las decisiones que adopte la Conferencia Sectorial podrán revestir la forma de: a) Acuerdo: supone un compromiso de actuación en el ejercicio de las respectivas competencias. Son de obligado cumplimiento y directamente exigibles salvo para quienes hayan votado en contra mientras no decidan suscribirlos con posterioridad. El acuerdo será certificado en acta. Cuando la Administración General del Estado ejerza funciones de coordinación, el Acuerdo que se adopte en la Conferencia Sectorial, y en el que se incluirán los votos particulares que se hayan formulado, será de obligado cumplimiento para todas las Administraciones Públicas integrantes de la Conferencia Sectorial, con independencia del sentido de su voto, siendo exigibles conforme a lo establecido en la Ley 29/1998, de 13 de julio. El acuerdo será certificado en acta. 34 Las Conferencias Sectoriales podrán adoptar planes conjuntos, de carácter multilateral, entre la Administración General del Estado y la de las Comunidades Autónomas, para comprometer actuaciones conjuntas para la consecución de los objetivos comunes, que tendrán la naturaleza de Acuerdo de la conferencia sectorial y se publicarán en el «Boletín Oficial del Estado». b) Recomendación: tiene como finalidad expresar la opinión de la Conferencia Sectorial sobre un asunto que se somete a su consulta. Los miembros de la Conferencia Sectorial se comprometen a orientar su actuación en esa materia de conformidad con lo previsto en la Recomendación salvo quienes hayan votado en contra mientras no decidan suscribirla con posterioridad. Si algún miembro se aparta de la Recomendación, deberá motivarlo e incorporar dicha justificación en el correspondiente expediente. Comisiones Sectoriales y Grupos de trabajo. La Comisión Sectorial es el órgano de trabajo y apoyo de carácter general de la Conferencia Sectorial, estando constituida por el Secretario de Estado u órgano superior de la Administración General del Estado designado al efecto por el Ministro correspondiente, que la presidirá, y un representante de cada Comunidad Autónoma, así como un representante de la Ciudad de Ceuta y de la Ciudad Melilla. El ejercicio de las funciones propias de la secretaría de la Comisión Sectorial corresponderá a un funcionario del Ministerio correspondiente. Si se prevé en el reglamento interno de funcionamiento de la Conferencia Sectorial, las comisiones sectoriales y grupos de trabajo podrán funcionar de forma electrónica o por medios telefónicos o audiovisuales, que garanticen la intercomunicación entre ellos y la unidad de acto, tales como la videoconferencia o el correo electrónico, entendiendo los acuerdos adoptados en el lugar donde esté la presidencia, de acuerdo con el procedimiento que se establezca en el reglamento de funcionamiento interno de la Conferencia Sectorial. La Comisión Sectorial ejercerá las siguientes funciones: a) La preparación de las reuniones de la Conferencia Sectorial, para lo que tratará los asuntos incluidos en el orden del día de la convocatoria. b) El seguimiento de los acuerdos adoptados por la Conferencia Sectorial. c) El seguimiento y evaluación de los Grupos de trabajo constituidos. d) Cualquier otra que le encomiende la Conferencia Sectorial. Las Conferencias Sectoriales podrán crear Grupos de trabajo, de carácter permanente o temporal, formados por Directores Generales, Subdirectores Generales o equivalentes de las diferentes Administraciones Públicas que formen parte de dicha Conferencia, para llevar a cabo las tareas técnicas que les asigne la Conferencia Sectorial o la Comisión Sectorial. A estos grupos de trabajo podrán ser invitados expertos de reconocido prestigio en la materia a tratar. El director del Grupo de trabajo, que será un representante de la Administración General del Estado, podrá solicitar con el voto favorable de la mayoría de sus miembros, la participación en el mismo de las organizaciones representativas de intereses afectados, con el fin de recabar propuestas o formular consultas. Comisiones Bilaterales de Cooperación. Las Comisiones Bilaterales de Cooperación son órganos de cooperación de composición bilateral que reúnen, por un número igual de representantes, a miembros del Gobierno, en representación de la Administración General del Estado, y miembros del Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma o representantes de la Ciudad de Ceuta o de la Ciudad de Melilla. Las Comisiones Bilaterales de Cooperación ejercen funciones de consulta y adopción de acuerdos que tengan por objeto la mejora de la coordinación entre las respectivas Administraciones en asuntos que afecten de forma singular a la Comunidad Autónoma, a la Ciudad de Ceuta o a la Ciudad de Melilla. Para el desarrollo de su actividad, las Comisiones Bilaterales de Cooperación podrán crear Grupos de trabajo y podrán convocarse y adoptar acuerdos por videoconferencia o por medios electrónicos. 35 Las decisiones adoptadas por las Comisiones Bilaterales de Cooperación revestirán la forma de Acuerdos y serán de obligado cumplimiento. Comisiones Territoriales de Coordinación. Cuando la proximidad territorial o la concurrencia de funciones administrativas así lo requiera, podrán crearse Comisiones Territoriales de Coordinación, de composición multilateral, entre Administraciones cuyos territorios sean coincidentes o limítrofes, para mejorar la coordinación de la prestación de servicios, prevenir duplicidades y mejorar la eficiencia y calidad de los servicios. En función de las Administraciones afectadas por razón de la materia, estas Comisiones podrán estar formadas por: a) Representantes de la Administración General del Estado y representantes de las Entidades Locales. b) Representantes de las Comunidades Autónomas y representantes de las Entidades locales. c) Representantes de la Administración General del Estado, representantes de las Comunidades Autónomas y representantes de las Entidades Locales. La decisiones adoptadas por las Comisiones Territoriales de Cooperación revestirán la forma de Acuerdos, que serán certificados en acta y serán de obligado cumplimiento para las Administraciones que lo suscriban y exigibles conforme a lo establecido en la Ley 29/1998, de 13 de julio. Unidad de mercado La Ley 20/2013, de 9 de diciembre, de Garantía de la Unidad de Mercado tiene por objeto establecer las disposiciones necesarias para hacer efectivo el principio de unidad de mercado en el territorio nacional recogido en el artículo 139 de la Constitución. En particular, tiene por objeto garantizar la integridad del orden económico y facilitar el aprovechamiento de economías de escala y alcance del mercado mediante el libre acceso, ejercicio y la expansión de las actividades económicas en todo el territorio nacional, garantizando su adecuada supervisión. La unidad de mercado se fundamenta en la libre circulación y establecimiento de los operadores económicos, en la libre circulación de bienes y servicios por todo el territorio nacional, y en la igualdad de las condiciones básicas de ejercicio de la actividad económica (art. 1). En la aplicación de los “mecanismos de protección de los operadores económicos en el ámbito de la libertad de establecimiento y de la libertad de circulación” (Capítulo VII), la Ley atribuye a la CNMC la condición de punto de contacto (art. 26.4.b). En tal condición, la CNMC podrá emitir informes y remitirlos a la autoridad competente en el marco del procedimiento previsto en el artículo 26, así como en el mecanismo del artículo 28. Asimismo, la CNMC está legitimada para la interposición de recurso contencioso-administrativo ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la AUDIENCIA NACIONAL frente a actuaciones y disposiciones administrativas que se consideren contrarias a la libertad de establecimiento o de circulación, de acuerdo con lo señalado en el artículo 27 de la Ley. Esta ley establece “principios y normas básicas”, pero “con pleno respeto a las competencias de las Comunidades Autónomas y de las Entidades Locales”. La inspiración de esos principios y normas se toma de la “experiencia recabada durante el proceso de transposición de la Directiva 2006/123/CE” (la “Directiva de Servicios” y la legislación interna que la ha acogido, sobre las que tanto hemos escrito los administrativistas; con estupor, por cierto, casi siempre) y especialmente de un principio central: “el principio de eficacia nacional de los medios de intervención administrativa”. Quiere decir, aunque el enunciado es claro, que es la legislación del Estado la que decide, de forma general, si han de anteponerse controles administrativos al ejercicio de actividades económicas por sujetos y empresas privadas, y de qué clase, y con qué límites. También es materia de regulación unitaria estatal el régimen de las funciones de control y vigilancia de las actividades privadas relevantes que puedan afectar a intereses que las administraciones públicas tienen la misión de proteger. 36 Ese principio de “eficacia nacional” no se queda, sin embargo, en la aplicación de normas comunes, sino que impone también el reconocimiento de efectos extraterritoriales a las decisiones o actos administrativos adoptados en ejecución de las mismas. El preámbulo lo explica así: “con esta ley se dota de eficacia en todo el territorio nacional a las decisiones tomadas por la autoridad competente de origen basadas en un criterio de confianza mutua, y se aplican principios comunes como el principio de eficacia en todo el territorio nacional de las actuaciones administrativas en la libre iniciativa económica, lo que implica el reconocimiento implícito de actuaciones de las autoridades competentes de otras Administraciones públicas” Esto no es equivalente a “uniformar los ordenamientos jurídicos” puesto que el preámbulo recuerda que el Tribunal Constitucional ha dicho muchas veces que “unidad no significa uniformidad”, y que el Estado de las autonomías implica diversidad. De modo que ese reconocimiento de “eficacia nacional” a las normas y actos administrativos en las materias que la ley regula se hace “sin perjuicio de las competencias” que en cada caso correspondan al Estado, las comunidades autónomas y las entidades locales. Y como la Ley, en fin, no pretende alterar el orden de las competencias, para lograr sus fines y conseguir “la aplicación uniforme de los anteriores principios”, se acoge a “un modelo de refuerzo de la cooperación entre el Estado, las Comunidades Autónomas y las Entidades Locales”. Para hacer efectiva esta cooperación no le parece al legislador que sea preciso inventar mucho, sino que se inclina por “el aprovechamiento de las estructuras de cooperación existentes”, a las que solo añade un “Consejo para la Unidad de Mercado”, de nueva creación, al que encarga la “cooperación administrativa para el seguimiento de la aplicación de esta ley”. Los convenios de colaboración Definición y tipos de convenios. Son convenios los acuerdos con efectos jurídicos adoptados por las Administraciones Públicas, los organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o dependientes o las Universidades públicas entre sí o con sujetos de derecho privado para un fin común. No tienen la consideración de convenios, los Protocolos Generales de Actuación o instrumentos similares que comporten meras declaraciones de intención de contenido general o que expresen la voluntad de las Administraciones y partes suscriptoras para actuar con un objetivo común, siempre que no supongan la formalización de compromisos jurídicos concretos y exigibles. Los convenios no podrán tener por objeto prestaciones propias de los contratos. En tal caso, su naturaleza y régimen jurídico se ajustará a lo previsto en la legislación de contratos del sector público. Los convenios que suscriban, deberán corresponder a alguno de los siguientes tipos: a) Convenios INTERadministrativos firmados entre dos o más Administraciones Públicas, o bien entre dos o más organismos públicos o entidades de derecho público vinculados o dependientes de distintas Administraciones públicas, y que podrán incluir la utilización de medios, servicios y recursos de otra Administración Pública, organismo público o entidad de derecho público vinculado o dependiente, para el ejercicio de competencias propias o delegadas. b) Quedan excluidos los convenios interadministrativos suscritos entre dos o más Comunidades Autónomas para la gestión y prestación de servicios propios de las mismas, que se regirán en cuanto a sus supuestos, requisitos y términos por lo previsto en sus respectivos Estatutos de autonomía. c) Convenios INTRAdministrativos firmados entre organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o dependientes de una misma Administración Pública. 37 d) Convenios firmados entre una Administración Pública u organismo o entidad de derecho público y un sujeto de Derecho privado. e) Convenios no constitutivos ni de Tratado internacional, ni de Acuerdo internacional administrativo, ni de Acuerdo internacional no normativo, firmados entre las Administraciones Públicas y los órganos, organismos públicos o entes de un sujeto de Derecho internacional, que estarán sometidos al ordenamiento jurídico interno que determinen las partes. Requisitos de validez y eficacia de los convenios. Las Administraciones Públicas, sus organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o dependientes y las Universidades públicas, en el ámbito de sus respectivas competencias, podrán suscribir convenios con sujetos de derecho público y privado, sin que ello pueda suponer cesión de la titularidad de la competencia. En el ámbito de la Administración General del Estado y sus organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o dependientes, podrán celebrar convenios los titulares de los Departamentos Ministeriales y los Presidentes o Directores de las dichas entidades y organismos públicos. La suscripción de convenios deberá mejorar la eficiencia de la gestión pública, facilitar la utilización conjunta de medios y servicios públicos, contribuir a la realización de actividades de utilidad pública y cumplir con la legislación de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera. Los convenios que incluyan compromisos financieros deberán ser financieramente sostenibles, debiendo quienes los suscriban tener capacidad para financiar los asumidos durante la vigencia del convenio. Las aportaciones financieras que se comprometan a realizar los firmantes no podrán ser superiores a los gastos derivados de la ejecución del convenio. Cuando el convenio instrumente una subvención deberá cumplir con lo previsto en la Ley 38/2003, de 17 de noviembre, General de Subvenciones y en la normativa autonómica de desarrollo que, en su caso, resulte aplicable. Asimismo, cuando el convenio tenga por objeto la delegación de competencias en una Entidad Local, deberá cumplir con lo dispuesto en Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local. Los convenios se perfeccionan por la prestación del consentimiento de las partes. Los convenios suscritos por la Administración General del Estado o alguno de sus organismos públicos o entidades de derecho público vinculados o dependientes resultarán eficaces una vez inscritos en el Registro Electrónico estatal de Órganos e Instrumentos de Cooperación del sector público ESTATAL, y publicados en el «Boletín Oficial del Estado». Previamente y con carácter facultativo, se podrán publicar en el Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma o de la provincia, que corresponda a la otra Administración firmante. Las normas del presente Capítulo no serán de aplicación a las encomiendas de gestión y los acuerdos de terminación convencional de los procedimientos administrativos. Contenido de los convenios. Los convenios a los que se refiere el apartado 1 del artículo anterior deberán incluir, al menos, las siguientes materias: a) Sujetos que suscriben el convenio y la capacidad jurídica con que actúa cada una de las partes. b) La competencia en la que se fundamenta la actuación de la Administración Pública, de los organismos públicos y las entidades de derecho público vinculados o dependientes de ella o de las Universidades públicas. 38 c) Objeto del convenio y actuaciones a realizar por cada sujeto para su cumplimiento, indicando, en su caso, la titularidad de los resultados obtenidos. d) Obligaciones y compromisos económicos asumidos por cada una de las partes, si los hubiera, indicando su distribución temporal por anualidades y su imputación concreta al presupuesto correspondiente de acuerdo con lo previsto en la legislación presupuestaria. e) Consecuencias aplicables en caso de incumplimiento de las obligaciones y compromisos asumidos por cada una de las partes y, en su caso, los criterios para determinar la posible indemnización por el incumplimiento. f) Mecanismos de seguimiento, vigilancia y control de la ejecución del convenio y de los compromisos adquiridos por los firmantes. Este mecanismo resolverá los problemas de interpretación y cumplimiento que puedan plantearse respecto de los convenios. g) El régimen de modificación del convenio. A falta de regulación expresa la modificación del contenido del convenio requerirá acuerdo unánime de los firmantes. h) Plazo de vigencia del convenio teniendo en cuenta las siguientes reglas: 1. º Los convenios deberán tener una duración determinada, que no podrá ser superior a cuatro años, salvo que normativamente se prevea un plazo superior. 2. º En cualquier momento antes de la finalización del plazo, los firmantes del convenio podrán acordar unánimemente su prórroga por un periodo de hasta cuatro años adicionales o su extinción. En el caso de convenios suscritos por la Administración General del Estado o alguno de sus organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o dependientes, esta prórroga deberá ser comunicada AL REGISTRO ELECTRÓNICO ESTATAL DE ÓRGANOS E INSTRUMENTOS DE COOPERACIÓN al que se refiere la disposición adicional séptima. Trámites preceptivos para la suscripción de convenios y sus efectos. Sin perjuicio de las especialidades que la legislación autonómica pueda prever, será necesario que el convenio se acompañe de una memoria justificativa donde se analice su necesidad y oportunidad, su impacto económico, el carácter no contractual de la actividad. Los convenios que suscriba la Administración General del Estado o sus organismos públicos y entidades de derecho público vinculados o dependientes se acompañarán además de: a. b. c. d. e. El informe de su servicio jurídico. No será necesario solicitar este informe cuando el convenio se ajuste a un modelo normalizado informado previamente por el servicio jurídico que corresponda. Cualquier otro informe preceptivo que establezca la normativa aplicable. La autorización previa del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para su firma, modificación, prórroga y resolución por mutuo acuerdo entre las partes. Cuando los convenios plurianuales suscritos entre Administraciones Públicas incluyan aportaciones de fondos por parte del Estado para financiar actuaciones a ejecutar exclusivamente por parte de otra Administración Pública y el Estado asuma, en el ámbito de sus competencias, los compromisos frente a terceros, la aportación del Estado de anualidades futuras estará condicionada a la existencia de crédito en los correspondientes presupuestos. Los convenios INTERadministrativos suscritos con las Comunidades Autónomas, serán REMITIDOS AL SENADO por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. 39 Extinción de los convenios. Los convenios se extinguen por el cumplimiento de las actuaciones que constituyen su objeto o por incurrir en causa de resolución. Son causas de resolución: a) El transcurso del plazo de vigencia del convenio sin haberse acordado la prórroga del mismo. b) El acuerdo unánime de todos los firmantes. c) El incumplimiento de las obligaciones y compromisos asumidos por parte de alguno de los firmantes. En este caso, cualquiera de las partes podrá notificar a la parte incumplidora un requerimiento para que cumpla en un determinado plazo con las obligaciones o compromisos que se consideran incumplidos. Este requerimiento será comunicado al responsable del mecanismo de seguimiento, vigilancia y control de la ejecución del convenio y a las demás partes firmantes. Si trascurrido el plazo indicado en el requerimiento persistiera el incumplimiento, la parte que lo dirigió notificará a las partes firmantes la concurrencia de la causa de resolución y se entenderá resuelto el convenio. La resolución del convenio por esta causa podrá conllevar la indemnización de los perjuicios causados si así se hubiera previsto. d) Por decisión judicial declaratoria de la nulidad del convenio. e) Por cualquier otra causa distinta de las anteriores prevista en el convenio o en otras leyes. EL PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA Y PUBLICIDAD PRINCIPIO DE TRANSPARENCIA, las Administraciones Públicas posibilitarán el acceso sencillo, universal y actualizado a la normativa en vigor y los documentos propios de su proceso de elaboración, definirán claramente los objetivos de las iniciativas normativas y su justificación en el preámbulo o exposición de motivos; y posibilitarán que los potenciales destinatarios tengan una participación activa en la elaboración de las normas. PRINCIPIO DE EFICIENCIA, la iniciativa normativa debe evitar cargas administrativas innecesarias o accesorias y racionalizar, en su aplicación, la gestión de los recursos públicos. Cuando la iniciativa normativa afecte a los gastos o ingresos públicos presentes o futuros, se deberán cuantificar y valorar sus repercusiones y efectos, y supeditarse al cumplimiento de los principios de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera. Publicidad de las normas. Las normas con rango de ley, los reglamentos y disposiciones administrativas habrán de publicarse en el diario oficial correspondiente para que entren en vigor y produzcan efectos jurídicos. Adicionalmente, y de manera facultativa, las Administraciones Públicas podrán establecer otros medios de publicidad complementarios. La publicación del Boletín en la sede electrónica tendrá carácter oficial y auténtico 40 EL CONTROL Clases El sistema de control de las Comunidades Autónomas está regulado en los artículos 153, 155 y 161.2 de la CE, que lo circunscriben a los siguientes supuestos: Por el Tribunal Constitucional, el relativo a la constitucionalidad de sus disposiciones normativas con fuerza de ley y de las disposiciones y resoluciones adoptadas por sus órganos de gobierno. Por el Gobierno, previo dictamen del "Consejo de Estado", el del ejercicio de funciones delegadas a que se refiere el apartado 2 del artículo 150. Por la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, el de las normas reglamentarias y resoluciones de la Administración autonómica. Por el Tribunal de Cuentas, el económico y presupuestario. Por el Gobierno y el Senado, conjuntamente, en los casos más graves de incumplimiento o de riesgo para el interés general de España. Control por el Tribunal Constitucional Tanto las leyes autonómicas como las disposiciones de inferior rango y las resoluciones concretas. Estas últimas también pueden impugnarse ante la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, En todo caso ha de fundamentarse, NO en cualquier violación de la legalidad, SINO precisamente de la normativa constitucional, Control por el Tribunal de Cuentas La regulación del control a cargo del Tribunal de Cuentas ha producido también una considerable dosis de confusión; De una parte el art. 136 de la CE, al enumerar sus competencias, le atribuye jurisdicción sobre el Estado y el sector público estatal; pero, de otra, el art. 153 se refiere explícitamente al control económico y presupuestario que el Tribunal de Cuentas ha de ejercer sobre las Comunidades Autónomas. Además, aumenta la confusión el hecho de que los Estatutos autonómicos hayan diseñado instituciones parecidas al Tribunal de Cuentas del Reino pero circunscritos al territorio y Administración de las comunidades y con las más variadas denominaciones (ej. Sindicatura de Cuentas en Cataluña y Valencia). Parece que estas instituciones autonómicas de control no suponen una exclusión o reducción de la función del Tribunal de Cuentas del Reino, sino que lo irrazonablemente, se superponen a él y actúan en paralelo. El Defensor del Pueblo Se configura en el artículo 54 CE como un “Alto comisionado de las Cortes Generales para la defensa de los derechos comprendidos en el Título I” Control Gobierno-Senado Previsto en el artículo 155 de la CE para los supuestos en que una CCAA no cumpliere las obligaciones que le impusiere la CE u otras leyes, o actuare de forma que atentase al interés general de España. El Gobierno en tales casos, previo requerimiento al Presidente de la CCAA (y en caso de no ser atendido, con la aprobación de la mayoría absoluta del Senado), podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso de sus obligaciones o para la protección del mencionado interés general. Para la ejecución de las medidas previstas el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las CCAA, lo que apunta a la conversión previa de la relación de autonomía en una relación de jerárquica y la eventual aplicación, ante posteriores 41 desobediencias, de medidas penales y como extrema solución la disolución de los órganos de las Comunidades. Delegado del Gobierno (el deber de información) El correcto ejercicio de las responsabilidades de control, como también la de coordinación, que tiene a su cargo el Estado, presupone un conocimiento de la actividad de las CCAA. Como la CE NO ha establecido este deber de forma específica, para suplir esta LAGUNA, la Ley de Proceso Autonómico ha establecido que el Gobierno y en su caso, las Cortes Generales, puedan recabar la información que precisen sobre las actividades que desarrollen en el ejercicio de sus competencias. La obtención de información y el deber de suministrarla ha generado también la necesidad de crear o especializar determinados órganos en esta tarea. Se ha creado una Comisión de seguimiento de las CCAA en el Ministerio para las Administraciones Públicas (MAP) y se ha hecho del Delegado del Gobierno en las CCAA el máximo responsable de esta función. LOS CONFLICTOS DE COMPETENCIAS Conflictos entre poderes u órganos del Estado y los conflictos de jurisdicción. Las discrepancias sobre la titularidad de las competencias entre los diversos poderes del Estado, entre las diversas Administraciones Publicas y entre los órganos de éstas, engendran la situación que llamamos conflicto y cuya resolución sirve para concretar y determinar aquellas. La aprobación de la CE de 1978 planteará las siguientes cuestiones: 1. Conflictos entre los poderes u órganos constitucionales del Estado (Gobierno, Congreso, Senado y CGPJ) tienen como árbitro al Tribunal Constitucional. 2. Cuestiones o conflictos de competencia entre la Administración y los jueces (conflictos de jurisdicción) Los resuelve el Tribunal de Conflictos de Jurisdicción presidido por el Presidente del TS con voto de calidad, con cinco Vocales (dos serán Magistrados de la Sala de los Contencioso-advo del TS, designados por el Pleno del Poder Judicial, los otros tres serán Consejeros Permanentes de Estado), como Secretario el de Gobierno del TS. (art 38 LO del Poder Judicial 1985.) Conflictos entre administraciones territoriales. (Conflictos intersubjetivos) ENTRE EL ESTADO Y UNA CCA, O VARIAS CCAA ENTRE SÍ, es el más común, es el conflicto que puede surgir con ocasión de una ley, disposición normativa o acto, por entender que no respeta el orden de competencias establecido en la CE o en Estatutos de Autonomía. Es el conflicto más importante por cantidad y trascendencia, están regulados en art 60 a 72 de la LO del TC, solo pueden ser planteados por el gobierno o los Consejos de Gobierno de las CCAA y pueden ser: Positivos: si los contendiente pretenden ostentar la misma competencia. Se inicia previo requerimiento al órgano presuntamente incompetente por quien pretende serlo, a fin de que derogue la norma o anule el acto o resolución. Si no lo hace o lo hace en sentido negativo, el requirente podrá plantear el conflicto ante el TC, que resolverá tras oír al órgano requerido. El Gobierno dispone de 2 privilegios: a) Que puede, sin necesidad de requerimiento previo, plantear conflicto ante el Tribunal. b) Que, con invocación del art 161.2 CE, puede solicitar la automática suspensión de la norma o acto. Negativos: si ambos rechazan su responsabilidad sobre un determinado asunto. Lo puede plantear un particular al TC cuando, tras la declaración de incompetencia de un órgano del Estado o de una CCAA para resolver sobre determinado asunto, y después de haberse dirigido a aquel que se le ha indicado como competente, se encuentra que éste rechaza la competencia. 42 El TC resolverá tras oír a ambas Admóns. También puede acudir el Gobierno cuando, previo requerimiento a una CCA a fin de que ejercite una determinada competencia, ésta se negase. CONFLICTO EN DEFENSA DE LA AUTONOMÍA LOCAL, la LO. 7/1999 que modifica la LO. del TC, se refiere a aquellos conflictos que enfrentan al Estado o a las CCAA con las Entidades locales con ocasión de una norma o disposición con rango de ley, ya sea del Estado o de una CCAA, cuando se considere que lesiona la autonomía local constitucionalmente garantizada. Se permite a las Entidades locales acudir al TC, dando satisfacción a una de las reivindicaciones recogidas en el Pacto Local (1997), negociado con el Estado para reforzar la autonomía local y ampliar competencias de las Entidades locales. La Ley NO otorga al Ente legitimación para plantearlos individualmente, solo en el caso de leyes que tengan por destinatario único una Provincia o un Municipio, en los demás casos, sólo estarán legitimados: Los Municipios que supongan al menos 1/7 de los existentes en el ámbito territorial de aplicación y represente como mínimo 1/6 de la población oficial de ese ámbito territorial, Las Provincias que supongan al menos la ½ de las existentes en el ámbito territorial y representen la ½ de la población (art 75 ter de la LO. del TC). Antes de la formalización de la demanda, la ley exige el informe preceptivo, aunque NO vinculante del Consejo de Estado u órgano consultivo de la CCA. El procedimiento, especialmente complejo, aparece articulado en 2 fases: Tiene lugar una vez planteado el conflicto y habiéndose dado traslado a los órganos legislativo y ejecutivo de la CCA de quien hubiera emanado la ley, y en todo caso, a los órganos legislativo y ejecutivo del Estado, y concluye con una sentencia que declarará si existe o no vulneración de la autonomía local, determinando a quien corresponde la competencia controvertida. La sentencia es puramente declarativa y NO puede anular la disposición enjuiciada. 2ª fase solo Tiene lugar cuando, habiendo considerado el Tribunal que la ley autonómica o estatal ha vulnerado la autonomía local, pretende declarar su in-C.E., el Pleno plantea la autocuestión de inconstitucionalidad que conducirá en su caso a la declaración de la inconstitucionalidad, en una nueva sentencia, de la ley impugnada (art 75 quim de la LO. del TC). CONFLICTO ENTRE EL ESTADO O CCAA CON LAS ENTIDADES LOCALES: con ocasión de disposiciones generales o actos advos que se consideran lesionan la autonomía local. Su resolución corresponde a la Jurisdicción Contencioso-Adva (art 63 y siguientes de la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local 7/1985). CONFLICTOS ENTRE DIFERENTES ENTIDADES LOCALES: se resolverán por la CCA o por la Admón del Estado, previa audiencia de las CCAA afectadas, según se trate de entidades pertenecientes a la misma o distinta CCAA, y sin perjuicio de ulterior posibilidad de impugnar la resolución dictada ante la Jurisdicción Contencioso-Adva (art 50 de la Ley de Bases de Régimen Local) Los Conflictos entre órganos de una misma administración. (Conflictos interorganicos) El órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución de un asunto remitirá directamente las actuaciones al órgano que considere competente, debiendo notificar esta circunstancia a los interesados. Los interesados que sean parte en el procedimiento podrán dirigirse al órgano que se encuentre conociendo de un asunto para que decline su competencia y remita las actuaciones al órgano competente. Asimismo, podrán dirigirse al órgano que estimen competente para que requiera de inhibición al que esté conociendo del asunto. Los conflictos de atribuciones sólo podrán suscitarse entre órganos de una misma Administración no relacionados jerárquicamente, y respecto a asuntos sobre los que no haya finalizado el procedimiento administrativo. 43 Conflictos entre órganos de la Administración General del Estado es tradicional la distinción entre conflictos intraministeriales y conflictos interministeriales. LOS INTRAMINISTERIALES. La nueva Ley 40/2015, en su Disposición adicional undécima. Los conflictos positivos o negativos de atribuciones entre órganos de un mismo Ministerio serán resueltos por el superior jerárquico común en el plazo de diez días, sin que quepa recurso alguno. CONFLICTOS POSITIVOS, el órgano que se considere competente requerirá de inhibición al que conozca del asunto, quien suspenderá el procedimiento por un plazo de diez días. Si dentro de dicho plazo acepta el requerimiento, remitirá el expediente al órgano requirente. En caso de considerarse competente, remitirá acto seguido las actuaciones al superior jerárquico común. CONFLICTOS NEGATIVOS, el órgano que se estime incompetente remitirá directamente las actuaciones al órgano que considere competente, quien decidirá en el plazo de diez días y, en su caso, de considerarse, asimismo, incompetente, remitirá acto seguido el expediente con su informe al superior jerárquico común. LOS INTERMINISTERIALES solo podrán ser planteados por el Ministro y los resolverá el Presidente del Gobierno, previa audiencia del Consejo de Estado. En cuanto a los conflictos entre órganos y Entidades dependientes de una MISMA CORPORACIÓN LOCAL, se atribuye su resolución AL PLENO de ésta cuando se trate de conflictos que afecten a: Órganos colegiados, Miembros de estos Entidades locales menores Y al Alcalde o Presidente de la Corporación en los demás casos. TERCERA PARTE. LOS SUJETOS (I): LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL TEMA V. LA ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO CARACTERIZACIÓN GENERAL Y PRINCIPIOS DE ORGANIZACIÓN DEFINICIÓN: La Administración del Estado es aquella parte de la Administración Publica, identificada con el poder ejecutivo, que tiene a su cargo la gestión en todo el territorio nacional de aquellas funciones y servicios que se consideran fundamentales para la existencia misma de la comunidad nacional. Actúa bajo la dirección del Gobierno y sirve con objetividad los intereses generales (Arts. 97 y 103.1 CE) La regulación de la Admón del Estado es objeto de 3 leyes: Ley 40/ 2015 de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público Ley 39/2015 de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, Ley 50/1997 del Gobierno (La nueva ley 40/15 modifica algunos artículos de esta ley) Ley 40/15 44 Principios generales. Las Administraciones Públicas sirven con objetividad los intereses generales y actúan de acuerdo con los principios de: Eficacia Jerarquía Descentralización Desconcentración Coordinación, Con sometimiento pleno a la Constitución, a la Ley y al Derecho. Deberán respetar en su actuación y relaciones los siguientes principios: a) Servicio efectivo a los ciudadanos. b) Simplicidad, claridad y proximidad a los ciudadanos. c) Participación, objetividad y transparencia de la actuación administrativa. d) Racionalización y agilidad de los procedimientos administrativos y de las actividades materiales de gestión. e) Buena fe, confianza legítima y lealtad institucional. f) Responsabilidad por la gestión pública. g) Planificación y dirección por objetivos y control de la gestión y evaluación de los resultados de las políticas públicas. h) Eficacia en el cumplimiento de los objetivos fijados. i) Economía, suficiencia y adecuación estricta de los medios a los fines institucionales. j) Eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos. k) Cooperación, colaboración y coordinación entre las Administraciones Públicas. Las Administraciones se relacionarán entre sí y con sus órganos, organismos públicos y entidades vinculadas o dependientes a través de medios electrónicos, que aseguren la interoperabilidad y seguridad de los sistemas y soluciones adoptadas por cada una de ellas, garantizarán la protección de los datos de carácter personal, y facilitarán preferentemente la prestación conjunta de servicios a los interesados. Cada una de las Administraciones Públicas actúa para el cumplimiento de sus fines con personalidad jurídica única. Principios y competencias de organización y funcionamiento de la Administración General del Estado. La Administración General del Estado actúa y se organiza de acuerdo con los principios establecidos en el artículo 3 (los de arriba), así como los de descentralización funcional y desconcentración funcional y territorial. Corresponderán al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas las competencias no atribuidas específicamente conforme a una Ley a ningún otro órgano de la Administración General del Estado, ni al Gobierno, en materia de: Organización administrativa, Régimen de personal, Procedimientos e inspección de servicios, Estructura de la Administración General del Estado. La organización de la Administración General del Estado responde a los principios de división funcional en Departamentos ministeriales y de gestión territorial integrada en Delegaciones del Gobierno en las Comunidades Autónomas, salvo las excepciones previstas por esta Ley. a) La Organización Central, que integra los Ministerios y los servicios comunes. b) La Organización Territorial. c) La Administración General del Estado en el exterior. 45 En la organización central son órganos superiores y órganos directivos: a) Órganos superiores: 1. º Los Ministros. 2. º Los Secretarios de Estado. b) Órganos directivos: 1. º Los Subsecretarios y Secretarios generales. 2. º Los Secretarios generales técnicos y Directores generales. 3. º Los Subdirectores generales.(no es alto cargo junto con el subdelegado) En la organización territorial de la Administración General del Estado son órganos directivos Los Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas, que tendrán rango de Subsecretario Los Subdelegados del Gobierno en las provincias, tendrán nivel de Subdirector general. En la Administración General del Estado en el exterior son órganos directivos ante Organizaciones internacionales: Los embajadores Representantes permanentes. Los órganos superiores y directivos tienen además la condición de alto cargo, excepto los Subdirectores generales y asimilados. Todos los demás órganos de la Administración General del Estado se encuentran bajo la dependencia o dirección de un órgano superior o directivo. Los estatutos de los Organismos públicos determinarán sus respectivos órganos directivos. Corresponde a: Los ÓRGANOS SUPERIORES establecer los planes de actuación de la organización situada bajo su responsabilidad (ministros y secretarios de estado) Los ÓRGANOS DIRECTIVOS su desarrollo y ejecución. Los Ministros y Secretarios de Estado son nombrados de acuerdo con lo establecido en la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno y en la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado. Los titulares de los órganos superiores y directivos son nombrados, atendiendo a criterios de competencia profesional y experiencia Elementos organizativos básicos. Las unidades administrativas son: Los elementos organizativos básicos de las estructuras orgánicas Comprenden puestos de trabajo o dotaciones de plantilla Están vinculados funcionalmente por razón de sus cometidos y orgánicamente por una jefatura común. Pueden existir unidades administrativas complejas, que agrupen dos o más unidades menores. Los jefes de las unidades administrativas son responsables del correcto funcionamiento de la unidad y de la adecuada ejecución de las tareas asignadas a la misma. 46 Las unidades administrativas se establecen mediante las relaciones de puestos de trabajo, que se aprobarán de acuerdo con su regulación específica, y se integran en un determinado órgano. EL GOBIERNO O CONSEJO DE MINISTROS Y LAS COMISIONES DELEGADAS Ley 50/1997 Del Gobierno. El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce la función ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes. El Gobierno se compone del Presidente, del Vicepresidente o Vicepresidentes, en su caso, y de los Ministros. Los miembros del Gobierno se reúnen en Consejo de Ministros y en Comisiones Delegadas del Gobierno. La formación del Gobierno La formación del Gobierno se inicia mediante el otorgamiento de la confianza parlamentaria a un determinado candidato por el Congreso de los Diputados. Nombrado Presidente, éste propone el nombramiento de los restantes miembros del Gobierno al Rey, que es quien formalmente nombra a los Ministros, aunque sin poder decisorio ni de veto. El cese del Gobierno se produce por fallecimiento, dimisión o pérdida de la confianza parlamentaria por el Presidente, aunque el Gobierno cesante continuará en funciones con los poderes y facultades que precisa la Ley del Gobierno. El Presidente del Gobierno en funciones sufre un importante recorte en sus poderes: no podrá proponer al Rey la disolución de alguna de las Cámaras, o de las Cortes G., ni plantear la cuestión de confianza, ni proponer al Rey la convocatoria de un referéndum consultivo (art 21. 50/1997).}} Del Consejo de Ministros. Al Consejo de Ministros, como órgano colegiado del Gobierno, le corresponde el ejercicio de las siguientes funciones: a) Aprobar los proyectos de ley y su remisión al Congreso de los Diputados o, en su caso, al Senado. b) Aprobar el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. c) Aprobar los Reales Decretos-leyes y los Reales Decretos Legislativos. d) Acordar la negociación y firma de Tratados internacionales, así como su aplicación provisional. e) Remitir los Tratados internacionales a las Cortes Generales en los términos previstos en los artículos 94 y 96.2 de la Constitución. f) Declarar los estados de alarma y de excepción y proponer al Congreso de los Diputados la declaración del estado de sitio. g) Disponer la emisión de Deuda Pública o contraer crédito, cuando haya sido autorizado por una Ley. h) Aprobar los reglamentos para el desarrollo y la ejecución de las leyes, previo dictamen del Consejo de Estado, así como las demás disposiciones reglamentarias que procedan. i) Crear, modificar y suprimir los órganos directivos de los Departamentos Ministeriales. j) Adoptar programas, planes y directrices vinculantes para todos los órganos de la Administración General del Estado. k) Ejercer cuantas otras atribuciones le confieran la Constitución, las leyes y cualquier otra disposición. A las reuniones del Consejo de Ministros podrán asistir los Secretarios de Estado y excepcionalmente otros altos cargos, cuando sean convocados para ello. Las deliberaciones del Consejo de Ministros serán secretas. 47 De las Comisiones Delegadas del Gobierno. La creación, modificación y supresión de las Comisiones Delegadas del Gobierno será acordada por el Consejo de Ministros mediante Real Decreto, a propuesta del Presidente del Gobierno. El Real Decreto de creación de una Comisión Delegada deberá especificar, en todo caso: El miembro del Gobierno que asume la presidencia de la Comisión. Los miembros del Gobierno y, en su caso, Secretarios de Estado que la integran. Las funciones que se atribuyen a la Comisión. El miembro de la Comisión al que corresponde la Secretaría de la misma. El régimen interno de funcionamiento y en particular el de convocatorias y suplencias. Corresponde a las Comisiones Delegadas, como órganos colegiados del Gobierno: Examinar las cuestiones de carácter general que tengan relación con varios de los Departamentos Ministeriales que integren la Comisión. Estudiar aquellos asuntos que, afectando a varios Ministerios, requieran la elaboración de una propuesta conjunta previa a su resolución por el Consejo de Ministros. Resolver los asuntos que, afectando a más de un Ministerio, no requieran ser elevados al Consejo de Ministros. Ejercer cualquier otra atribución que les confiera el ordenamiento jurídico o que les delegue el Consejo de Ministros. Las deliberaciones de las Comisiones Delegadas del Gobierno serán secretas. EL PRESIDENTE Y LOS VICEPRESIDENTES DEL GOBIERNO Del Presidente del Gobierno. El Presidente dirige la acción del Gobierno y coordina las funciones de los demás miembros, sin perjuicio de la competencia y responsabilidad directa de los Ministros en su gestión. le corresponde: • Representar al Gobierno. • Establecer el programa político del Gobierno y determinar las directrices de la política interior y exterior y velar por su cumplimiento. • Proponer al Rey, previa deliberación del Consejo de Ministros, la disolución del Congreso, del Senado o de las Cortes Generales. • Plantear ante el Congreso de los Diputados, previa deliberación del Consejo de Ministros, la cuestión de confianza. • Proponer al Rey la convocatoria de un referéndum consultivo, previa autorización del Congreso de los Diputados. • Dirigir la política de defensa y ejercer respecto de las Fuerzas Armadas las funciones previstas en la legislación reguladora de la defensa nacional y de la organización militar. • Convocar, presidir y fijar el orden del día de las reuniones del Consejo de Ministros, sin perjuicio de lo previsto en el artículo 62.g) de la Constitución. • Refrendar, en su caso, los actos del Rey y someterle, para su sanción, las leyes y demás normas con rango de ley, de acuerdo con lo establecido en los artículos 64 y 91 de la Constitución. • Interponer el recurso de inconstitucionalidad. • Crear, modificar y suprimir, por Real Decreto, los Departamentos Ministeriales, así como las Secretarías de Estado, Asimismo, le corresponde la aprobación de la estructura orgánica de la Presidencia del Gobierno. • Proponer al Rey el nombramiento y separación de los Vicepresidentes y de los Ministros. • Resolver los conflictos de atribuciones que puedan surgir entre los diferentes Ministerios. • Impartir instrucciones a los demás miembros del Gobierno. 48 Del Vicepresidente o Vicepresidentes del Gobierno. Al Vicepresidente o Vicepresidentes, cuando existan, les corresponderá el ejercicio de las funciones que les encomiende el Presidente. El Vicepresidente que asuma la titularidad de un Departamento Ministerial, ostentará, además, la condición de Ministro. ORGANOS DE APOYO AL GOBIERNO De los órganos de colaboración y apoyo del Gobierno De los Secretarios de Estado. Los Secretarios de Estado son órganos superiores de la Administración General del Estado, directamente responsables de la ejecución de la acción del Gobierno en un sector de actividad específica de un Departamento o de la Presidencia del Gobierno. Actúan bajo la dirección del titular del Departamento al que pertenezcan. Cuando estén adscritos a la Presidencia del Gobierno, actúan bajo la dirección del Presidente. De la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios. La Comisión estará integrada por los titulares de las Secretarías de Estado y por los Subsecretarios de los distintos Departamentos Ministeriales. Asistirá igualmente el Abogado General del Estado y aquellos altos cargos con rango de Secretario de Estado o Subsecretario que sean convocados por el Presidente por razón de la materia de que se trate. La Presidencia corresponde a un Vicepresidente del Gobierno o, en su defecto, al Ministro de la Presidencia. En caso de ausencia del Presidente de la Comisión, la presidencia recaerá en el Ministro que corresponda según el orden de precedencia de los Departamentos ministeriales. No se entenderá por ausencia la interrupción transitoria en la asistencia a la reunión de la Comisión. En ese caso, las funciones que pudieran corresponder al Presidente serán ejercidas por la siguiente autoridad en rango presente. La Secretaría será ejercida por el Subsecretario de la Presidencia. En caso de ausencia, vacante o enfermedad, actuará como Secretario el Director del Secretariado del Gobierno. (La Secretaría de la Comisión será ejercida por quien se determine reglamentariamente.) Las deliberaciones serán reservada (añadido). En ningún caso la Comisión podrá adoptar decisiones o acuerdos por delegación del Gobierno. Las reuniones de la Comisión tienen carácter preparatorio de las sesiones del Consejo de Ministros Todos los asuntos que vayan a someterse a aprobación del Consejo de Ministros deben ser examinados por la Comisión, excepto aquéllos que se determinen por las normas de funcionamiento de aquél.) Del Secretariado del Gobierno. El Secretariado del Gobierno, como órgano de apoyo del: Consejo de Ministros, De las Comisiones Delegadas del Gobierno De la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios, Ejercerá las siguientes funciones: a) La asistencia al Ministro-Secretario del Consejo de Ministros. b) La remisión de las convocatorias a los diferentes miembros de los órganos colegiados anteriormente enumerados. c) La colaboración con las Secretarías Técnicas de las Comisiones Delegadas del Gobierno. d) El archivo y custodia de las convocatorias, órdenes del día y actas de las reuniones. 49 e) Velar por el cumplimiento de los principios de buena regulación aplicables a las iniciativas normativas y contribuir a la mejora de la calidad técnica de las disposiciones aprobadas por el Gobierno. f) Velar por la correcta y fiel publicación de las disposiciones y normas emanadas del Gobierno que deban insertarse en el “Boletín Oficial del Estado. g) Asimismo, el Secretariado del Gobierno, como órgano de asistencia al Ministro de la Presidencia, ejercerá las siguientes funciones: a. Los trámites relativos a la sanción y promulgación real de las leyes aprobadas por las Cortes Generales y la expedición de los Reales Decretos. b. La tramitación de los actos y disposiciones del Rey cuyo refrendo corresponde al Presidente del Gobierno. c. La tramitación de los actos y disposiciones que el ordenamiento jurídico atribuye a la competencia del Presidente del Gobierno. El Secretariado del Gobierno se integra en la estructura orgánica del Ministerio de la Presidencia, tal como se prevea en el Real Decreto de estructura de ese Ministerio. El Director del Secretariado del Gobierno ejercerá la secretaría adjunta de la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios. El Secretariado del Gobierno propondrá al Ministro de la Presidencia la aprobación de las instrucciones que han de seguirse para la tramitación de asuntos ante los órganos colegiados del Gobierno. Las instrucciones preverán expresamente la forma de documentar las propuestas y acuerdos adoptados por medios electrónicos, que deberán asegurar la identidad de los órganos intervinientes y la fehaciencia del contenido. Corresponde a la Comisión General de Secretarios de Estado y Subsecretarios: a) El examen de todos los asuntos que vayan a someterse a aprobación del Consejo de Ministros, excepto los nombramientos, ceses, ascensos a cualquiera de los empleos de la categoría de oficiales generales y aquéllos que, excepcionalmente y por razones de urgencia, deban ser sometidos directamente al Consejo de Ministros. b) El análisis o discusión de aquellos asuntos que, sin ser competencia del Consejo de Ministros o sus Comisiones Delegadas, afecten a varios Ministerios y sean sometidos a la Comisión por su presidente. De los Gabinetes. Los Gabinetes son órganos de apoyo político y técnico del Presidente del Gobierno, de los Vicepresidentes, de los Ministros y de los Secretarios de Estado. Los miembros de los Gabinetes realizan tareas de confianza y asesoramiento especial sin que en ningún caso puedan adoptar actos o resoluciones que correspondan legalmente a los órganos de la Administración General del Estado o de las organizaciones adscritas a ella, sin perjuicio de su asistencia o pertenencia a órganos colegiados que adopten decisiones administrativas. Asimismo, los directores de los gabinetes podrán dictar los actos administrativos propios de la jefatura de la unidad que dirigen. El Gabinete de la Presidencia del Gobierno se regulará por Real Decreto del Presidente en el que se determinará, entre otros aspectos, su estructura y funciones. El resto de Gabinetes se regulará por lo dispuesto en esta Ley. 50 DEPARTAMENTOS MINISTERIALES Y MINISTROS CAPÍTULO II Los Ministerios y su estructura interna Los Ministerios. La Administración General del Estado se organiza en Presidencia del Gobierno y en Ministerios, comprendiendo a cada uno de ellos uno o varios sectores funcionalmente homogéneos de actividad administrativa. Organización interna de los Ministerios. En los Ministerios pueden existir Secretarías de Estado, y Secretarías Generales, para la gestión de un sector de actividad administrativa. De ellas dependerán jerárquicamente los órganos directivos que se les adscriban. Los Ministerios contarán, en todo caso, con una Subsecretaría, y dependiendo de ella una Secretaría General Técnica, para la gestión de los servicios comunes previstos en este Título. Las Direcciones Generales son los órganos de gestión de una o varias áreas funcionalmente homogéneas. Las Direcciones Generales se organizan en Subdirecciones Generales para la distribución de las competencias encomendadas a aquéllas, la realización de las actividades que les son propias y la asignación de objetivos y responsabilidades. Sin perjuicio de lo anterior, podrán adscribirse directamente Subdirecciones Generales a otros órganos directivos de mayor nivel o a órganos superiores del Ministerio. Creación, modificación y supresión de órganos y unidades administrativas. Las Subsecretarías, las Secretarías Generales, las Secretarías Generales Técnicas, las Direcciones Generales, las Subdirecciones Generales, y órganos similares a los anteriores se crean, modifican y suprimen por Real Decreto del Consejo de Ministros, a iniciativa del Ministro interesado y a propuesta del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. Los órganos de nivel inferior a Subdirección General se crean, modifican y suprimen por orden del Ministro respectivo, previa autorización del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas. Las unidades que no tengan la consideración de órganos se crean, modifican y suprimen a través de las relaciones de puestos de trabajo. Ordenación jerárquica de los órganos ministeriales. Los Ministros son los jefes superiores del Departamento y superiores jerárquicos directos de los Secretarios de Estado y Subsecretarios. Los órganos directivos dependen de alguno de los anteriores y se ordenan jerárquicamente entre sí de la siguiente forma: Subsecretario, Director general y Subdirector general. Los Secretarios generales tienen categoría de Subsecretario y los Secretarios Generales Técnicos tienen categoría de Director general. 51 Los Ministros. Los Ministros, como titulares del departamento sobre el que ejercen su competencia, dirigen los sectores de actividad administrativa integrados en su Ministerio, y asumen la responsabilidad inherente a dicha dirección. A tal fin, les corresponden las siguientes funciones: Ejercer la potestad reglamentaria en las materias propias de su Departamento. Fijar los objetivos del Ministerio, Aprobar los planes de actuación del mismo Asignar los recursos necesarios para su ejecución, dentro de los límites de las dotaciones presupuestarias correspondientes. Aprobar las propuestas de los estados de gastos del Ministerio De los presupuestos de los Organismos públicos dependientes y remitirlas al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Determinar y, en su caso, proponer la organización interna de su Ministerio, de acuerdo con las competencias que le atribuye esta Ley. Evaluar la realización de los planes de actuación del Ministerio por parte de los órganos superiores y órganos directivos ejercer el control de eficacia respecto de la actuación de dichos órganos y de los Organismos públicos dependientes, sin perjuicio de lo dispuesto en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, General Presupuestaria. Nombrar y separar a los titulares de los órganos directivos del Ministerio y de los Organismos públicos o entidades de derecho público dependientes del mismo, cuando la competencia no esté atribuida al Consejo de Ministros a otro órgano o al propio organismo, así como elevar a aquél las propuestas de nombramientos que le estén reservadas de órganos directivos del Ministerio y de los Organismos Públicos dependientes del mismo. Autorizar las comisiones de servicio con derecho a indemnización por cuantía exacta para altos cargos dependientes del Ministro. Mantener las relaciones con las Comunidades Autónomas y convocar las Conferencias sectoriales y los órganos de cooperación en el ámbito de las competencias atribuidas a su Departamento. Dirigir la actuación de los titulares de los órganos superiores y directivos del Ministerio, impartirles instrucciones concretas y delegarles competencias propias. Revisar de oficio los actos administrativos y resolver los conflictos de atribuciones cuando les corresponda, así como plantear los que procedan con otros Ministerios. Celebrar en el ámbito de su competencia, contratos y convenios, sin perjuicio de la autorización del Consejo de Ministros cuando sea preceptiva. Administrar los créditos para gastos de los presupuestos del Ministerio, aprobar y comprometer los gastos que no sean de la competencia del Consejo de Ministros, aprobar las modificaciones presupuestarias, reconocer las obligaciones económicas y proponer su pago en el marco del plan de disposición de fondos del Tesoro Público, así como fijar los límites por debajo de los cuales estas competencias corresponderán, en su ámbito respectivo, a los Secretarios de Estado y Subsecretario del departamento. Decidir la representación del Ministerio en los órganos colegiados o grupos de trabajo en los que no esté previamente determinado el titular del órgano superior o directivo que deba representar al Departamento. Remitir la documentación a su Departamento necesaria para la elaboración de la Cuenta General del Estado, en los términos previstos en la Ley 47/2003, 26 de noviembre. Resolver de los recursos administrativos y declarar la lesividad de los actos administrativos cuando les corresponda. Otorgar premios y recompensas propios del Departamento y proponer las que corresponda según sus normas reguladoras. Conceder subvenciones y ayudas con cargo a los créditos de gasto propios del Departamento, así como fijar los límites por debajo de los cuales podrán ser otorgadas por los Secretarios de Estado o el Subsecretario del Departamento. Proponer y ejecutar, en el ámbito de su competencia, los Planes de Empleo del Departamento y de los organismos públicos de él dependientes. Modificar las Relaciones de Puestos de Trabajo en los casos en que esa competencia esté delegada en el propio departamento o proponer al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas las que sean de competencia de este último. Imponer la sanción de separación del servicio por faltas muy graves. 52 SECRETARIOS DE ESTADO Y SECRETARIOS GENERALES Los Secretarios de Estado. Los Secretarios de Estado son directamente responsables de la ejecución de la acción del Gobierno en un sector de actividad específica. Asimismo, podrán ostentar por delegación expresa de sus respectivos Ministros la representación de estos en materias propias de su competencia, incluidas aquellas con proyección internacional,. Los Secretarios de Estado dirigen y coordinan las Secretarías y las Direcciones Generales situadas bajo su dependencia, y responden ante el Ministro de la ejecución de los objetivos fijados para la Secretaría de Estado. A tal fin les corresponde: a) Ejercer las competencias sobre el sector de actividad administrativa asignado que les atribuya la norma de creación del órgano o que les delegue el Ministro y desempeñar las relaciones externas de la Secretaría de Estado, salvo en los casos legalmente reservados al Ministro. b) Ejercer las competencias inherentes a su responsabilidad de dirección y, en particular, impulsar la consecución de los objetivos y la ejecución de los proyectos de su organización, controlando su cumplimiento, supervisando la actividad de los órganos directivos adscritos e impartiendo instrucciones a sus titulares. c) Nombrar y separar a los Subdirectores Generales de la Secretaría de Estado. d) Mantener las relaciones con los órganos de las Comunidades Autónomas competentes por razón de la materia. e) La autorización previa para contratar a los Organismos Autónomos adscritos a la Secretaría de Estado, por encima de una cuantía determinada, f) Autorizar las comisiones de servicio con derecho a indemnización por cuantía exacta para los altos cargos dependientes de la Secretaría de Estado. g) Celebrar contratos relativos a asuntos de su Secretaría de Estado y los convenios no reservados al Ministro del que dependan, sin perjuicio de la correspondiente autorización cuando sea preceptiva. h) Conceder subvenciones y ayudas con cargo a los créditos de gasto propios de la Secretaría de Estado, con los límites establecidos por el titular del Departamento. i) Resolver los recursos que se interpongan contra las resoluciones de los órganos directivos que dependan directamente de él y cuyos actos no agoten la vía administrativa, así como los conflictos de atribuciones que se susciten entre dichos órganos. j) Administrar los créditos para gastos de los presupuestos del Ministerio por su materia propios de la Secretaría de Estado, aprobar las modificaciones presupuestarias de los mismos, aprobar y comprometer los gastos con cargo a aquellos créditos y reconocer las obligaciones económicas y proponer su pago en el marco del plan de disposición de fondos del Tesoro Público. Todo ello dentro de la cuantía que, en su caso, establezca el Ministro al efecto y siempre que los referidos actos no sean competencia del Consejo de Ministros. k) Cualesquiera otras competencias que les atribuya la legislación en vigor. 53 Los Secretarios generales. Los Secretarios generales ejercen las competencias inherentes a su responsabilidad de dirección sobre los órganos dependientes, contempladas en el artículo 62.2.b), así como todas aquellas que les asigne expresamente el Real Decreto de estructura del Ministerio. Los Secretarios generales, con categoría de Subsecretario, serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de Ministros, a propuesta del titular del Ministerio o del Presidente del Gobierno. Los nombramientos habrán de efectuarse entre personas con cualificación y experiencia en el desempeño de puestos de responsabilidad en la gestión pública o privada. En todo caso, habrán de reunir los requisitos de idoneidad establecidos en la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado. LOS SUBSECRETARIOS Los Subsecretarios ostentan la representación ordinaria del Ministerio, dirigen los servicios comunes, ejercen las competencias correspondientes a dichos servicios comunes y, en todo caso, las siguientes: a) Apoyar a los órganos superiores en la planificación de la actividad del Ministerio, a través del correspondiente asesoramiento técnico. b) Asistir al Ministro en el control de eficacia del Ministerio y sus Organismos públicos. c) Establecer los programas de inspección de los servicios del Ministerio, así como determinar las actuaciones precisas para la mejora de los sistemas de planificación, dirección y organización y para la racionalización y simplificación de los procedimientos y métodos de trabajo, en el marco definido por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. d) Proponer las medidas de organización del Ministerio y dirigir el funcionamiento de los servicios comunes a través de las correspondientes instrucciones u órdenes de servicio. e) Asistir a los órganos superiores en materia de relaciones de puestos de trabajo, planes de empleo y política de directivos del Ministerio y sus Organismos públicos, así como en la elaboración, ejecución y seguimiento de los presupuestos y la planificación de los sistemas de información y comunicación. f) Desempeñar la jefatura superior de todo el personal del Departamento. g) Responsabilizarse del asesoramiento jurídico al Ministro en el desarrollo de las funciones que a éste le corresponden y, en particular, en el ejercicio de su potestad normativa y en la producción de los actos administrativos de la competencia de aquél, así como a los demás órganos del Ministerio. h) En los mismos términos del párrafo anterior, informar las propuestas o proyectos de normas y actos de otros Ministerios, cuando reglamentariamente proceda. i) A tales efectos, el Subsecretario será responsable de coordinar las actuaciones correspondientes dentro del Ministerio y en relación con los demás Ministerios que hayan de intervenir en el procedimiento. j) Ejercer las facultades de dirección, impulso y supervisión de la Secretaría General Técnica y los restantes órganos directivos que dependan directamente de él. k) Administrar los créditos para gastos de los presupuestos del Ministerio por su materia propios de la Subsecretaría, aprobar las modificaciones presupuestarias de los mismos, aprobar y comprometer los gastos con cargo a aquellos créditos y reconocer las obligaciones económicas y proponer su pago en el marco del plan de disposición de fondos del Tesoro Público. Todo ello dentro de la cuantía que, en su caso, establezca el Ministro al efecto y siempre que los referidos actos no sean competencia del Consejo de Ministros. l) Conceder subvenciones y ayudas con cargo a los créditos de gasto propios del Ministerio con los límites establecidos por el titular del Departamento. m) Solicitar del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas la afectación o el arrendamiento de los inmuebles necesarios para el cumplimiento de los fines de los servicios a cargo del Departamento. n) Nombrar y cesar a los Subdirectores y asimilados dependientes de la Subsecretaría, al resto de personal de libre designación y al personal eventual del Departamento. o) Convocar y resolver pruebas selectivas de personal funcionario y laboral. p) Convocar y resolver los concursos de personal funcionario. q) Ejercer la potestad disciplinaria del personal del Departamento por faltas graves o muy graves, salvo la separación del servicio. 54 r) Adoptar e impulsar, bajo la dirección del Ministro, las medidas tendentes a la gestión centralizada de recursos humanos y medios materiales en el ámbito de su Departamento Ministerial. s) Autorizar las comisiones de servicio con derecho a indemnización por cuantía exacta para altos cargos dependientes del Subsecretario. t) Cualesquiera otras que sean inherentes a los servicios comunes del Ministerio y a la representación ordinaria del mismo y las que les atribuyan la legislación en vigor. La Subsecretaría del Ministerio de la Presidencia, en coordinación con la Secretaría General de la Presidencia del Gobierno, ejercerá las competencias propias de los servicios comunes de los Departamentos en relación con el área de la Presidencia del Gobierno. Los Subsecretarios serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de Ministros a propuesta del titular del Ministerio. Los nombramientos habrán de efectuarse entre funcionarios de carrera del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las Entidades locales, pertenecientes al Subgrupo A1, En todo caso, habrán de reunir los requisitos de idoneidad establecidos en la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado. LOS SECRETARIOS GENERALES TÉCNICOS Los Secretarios generales técnicos, bajo la inmediata dependencia del Subsecretario, tendrán las competencias sobre servicios comunes que les atribuya el Real Decreto de estructura del Departamento y, en todo caso, las relativas a producción normativa, asistencia jurídica y publicaciones. Los Secretarios generales técnicos tienen a todos los efectos la categoría de Director General y ejercen sobre sus órganos dependientes las facultades atribuidas a dicho órgano por el artículo siguiente. Los Secretarios generales técnicos serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de Ministros a propuesta del titular del Ministerio. Los nombramientos habrán de efectuarse entre funcionarios de carrera del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las Entidades locales, pertenecientes al Subgrupo A1, En todo caso, habrán de reunir los requisitos de idoneidad establecidos en la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio de alto cargo de la Administración General del Estado. LOS DIRECTORES y SUBDIRECTORES GENERALES Los Directores generales. Los Directores generales son los titulares de los órganos directivos encargados de la gestión de una o varias áreas funcionalmente homogéneas del Ministerio. A tal efecto, les corresponde: a) Proponer los proyectos de su Dirección general para alcanzar los objetivos establecidos por el Ministro, dirigir su ejecución y controlar su adecuado cumplimiento. b) Ejercer las competencias atribuidas a la Dirección general y las que le sean desconcentradas o delegadas. c) Proponer, en los restantes casos, al Ministro o al titular del órgano del que dependa, la resolución que estime procedente sobre los asuntos que afectan al órgano directivo. d) Impulsar y supervisar las actividades que forman parte de la gestión ordinaria del órgano directivo y velar por el buen funcionamiento de los órganos y unidades dependientes y del personal integrado en los mismos. e) Las demás atribuciones que le confieran las leyes y reglamentos. Los Directores generales serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de Ministros, a propuesta del titular del Departamento o del Presidente del Gobierno. 55 Los nombramientos habrán de efectuarse entre funcionarios de carrera del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las Entidades locales, pertenecientes al Subgrupo A1, a que se refiere el artículo 76 de la Ley 7/2007, de 12 de abril, salvo que el Real Decreto de estructura permita que, en atención a las características específicas de las funciones de la Dirección General, su titular no reúna dicha condición de funcionario, debiendo motivarse mediante memoria razonada la concurrencia de las especiales características que justifiquen esa circunstancia excepcional. En todo caso, habrán de reunir los requisitos de idoneidad establecidos en la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado. Los Subdirectores generales. Los Subdirectores generales son los responsables inmediatos, bajo la supervisión del Director general o del titular del órgano del que dependan, de la ejecución de aquellos proyectos, objetivos o actividades que les sean asignados, así como de la gestión ordinaria de los asuntos de la competencia de la Subdirección General. Los Subdirectores generales serán nombrados, respetando los principios de igualdad, mérito y capacidad, y cesados por el Ministro, Secretario de Estado o Subsecretario del que dependan. Los nombramientos habrán de efectuarse entre funcionarios de carrera del Estado, o de otras Administraciones, cuando así lo prevean las normas de aplicación, pertenecientes al Subgrupo A1, a que se refiere el artículo 76 de la Ley 7/2007, de 12 de abril. LA ADMINISTRACION PERIFÉRICA DEL ESTADO CAPÍTULO III Órganos territoriales La organización territorial de la Administración General del Estado Las Delegaciones y las Subdelegaciones del Gobierno. Existirá una Delegación del Gobierno en cada una de las Comunidades Autónomas. Las Delegaciones del Gobierno tendrán su sede en la localidad donde radique el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma, salvo que el Consejo de Ministros acuerde ubicarla en otra distinta y sin perjuicio de lo que disponga expresamente el Estatuto de Autonomía. Las Delegaciones del Gobierno están adscritas orgánicamente al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. En cada una de las provincias de las Comunidades Autónomas pluriprovinciales, existirá un Subdelegado del Gobierno, que estará bajo la inmediata dependencia del Delegado del Gobierno. Podrán crearse por Real Decreto Subdelegaciones del Gobierno en las Comunidades Autónomas uniprovinciales, cuando circunstancias tales como la población del territorio, el volumen de gestión o sus singularidades geográficas, sociales o económicas así lo justifiquen. Los Directores Insulares de la Administración General del Estado. Reglamentariamente se determinarán las islas en las que existirá un Director Insular de la Administración General del Estado, con el nivel que se determine en la relación de puestos de trabajo. Serán nombrados por el Delegado del Gobierno mediante el procedimiento de libre designación entre funcionarios de carrera del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las Entidades Locales, pertenecientes a Cuerpos o Escalas clasificados como Subgrupo A1. Los Directores Insulares dependen jerárquicamente del Delegado del Gobierno en la Comunidad Autónoma o del Subdelegado del Gobierno en la provincia, cuando este cargo exista, y ejercen, en su ámbito territorial, las competencias atribuidas por esta Ley a los Subdelegados del Gobierno en las provincias. 56 Los servicios territoriales. Los servicios territoriales de la Administración General del Estado en la Comunidad Autónoma se organizarán atendiendo al mejor cumplimiento de sus fines, en servicios integrados y no integrados en las Delegaciones del Gobierno. La organización de los servicios territoriales no integrados en las Delegaciones del Gobierno se establecerá mediante Real Decreto a propuesta conjunta del titular del Ministerio del que dependan y del titular del Ministerio que tenga atribuida la competencia para la racionalización, análisis y evaluación de las estructuras organizativas de la Administración General del Estado y sus organismos públicos, cuando contemple unidades con nivel de Subdirección General o equivalentes, o por Orden conjunta cuando afecte a órganos inferiores. Los servicios territoriales no integrados dependerán del órgano central competente sobre el sector de actividad en el que aquéllos operen, el cual les fijará los objetivos concretos de actuación y controlará su ejecución, así como el funcionamiento de los servicios. Los servicios territoriales integrados dependerán del Delegado del Gobierno, o en su caso Subdelegado del Gobierno, a través de la Secretaría General, y actuarán de acuerdo con las instrucciones técnicas y criterios operativos establecidos por el Ministerio competente por razón de la materia. Los Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas Los Delegados del Gobierno representan al Gobierno de la Nación en el territorio de la respectiva Comunidad Autónoma, sin perjuicio de la representación ordinaria del Estado en las mismas a través de sus respectivos Presidentes. Los Delegados del Gobierno dirigirán y supervisarán la Administración General del Estado en el territorio de las respectivas Comunidades Autónomas y la coordinarán, internamente y cuando proceda, con la administración propia de cada una de ellas y con la de las Entidades Locales radicadas en la Comunidad. Los Delegados del Gobierno son órganos directivos con rango de Subsecretario que dependen orgánicamente del Presidente del Gobierno y funcionalmente del Ministerio competente por razón de la materia. Los Delegados del Gobierno serán nombrados y separados por Real Decreto del Consejo de Ministros, a propuesta del Presidente del Gobierno. Su nombramiento atenderá a criterios de competencia profesional y experiencia. En todo caso, deberá reunir los requisitos de idoneidad establecidos en la Ley 3/2015, de 30 de marzo, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado. En caso de ausencia, vacante o enfermedad del titular de la Delegación del Gobierno, será suplido por el Subdelegado del Gobierno que el Delegado designe y, en su defecto, al de la provincia en que tenga su sede. En las Comunidades Autónomas uniprovinciales en las que no exista Subdelegado la suplencia corresponderá al Secretario General. Competencias de los Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas. 1. Los Delegados del Gobierno en las Comunidades Autónomas son los titulares de las correspondientes Delegaciones del Gobierno y tienen, en los términos establecidos en este Capítulo, las siguientes competencias: a) Dirección y coordinación de la Administración General del Estado y sus Organismos públicos: 1. º Impulsar, coordinar y supervisar con carácter general su actividad en el territorio de la Comunidad Autónoma, y, cuando se trate de servicios integrados, dirigirla, directamente o a través de los subdelegados del gobierno, de acuerdo con los objetivos y, en su caso, instrucciones de los órganos superiores de los respectivos ministerios. 2.º Nombrar a los Subdelegados del Gobierno en las provincias de su ámbito de actuación y, en su caso, a los Directores Insulares, y como superior jerárquico, dirigir y coordinar su actividad. 3.º Informar, con carácter preceptivo, las propuestas de nombramiento de los titulares de órganos territoriales de la Administración General del Estado y los Organismos públicos estatales de ámbito autonómico y provincial en la Delegación del Gobierno. 57 b) Información de la acción del Gobierno e información a los ciudadanos: 1. º Coordinar la información sobre los programas y actividades del Gobierno y la Administración General del Estado y sus Organismos públicos en la Comunidad Autónoma. 2. º Promover la colaboración con las restantes Administraciones Públicas en materia de información al ciudadano. 3. º Recibir información de los distintos Ministerios de los planes y programas que hayan de ejecutar sus respectivos servicios territoriales y Organismos públicos en su ámbito territorial. 4. º Elevar al Gobierno, con carácter anual, a través del titular del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, un informe sobre el funcionamiento de los servicios públicos estatales en el ámbito autonómico. c) Coordinación y colaboración con otras Administraciones Públicas: 1. º Comunicar y recibir cuanta información precisen el Gobierno y el órgano de Gobierno de la Comunidad Autónoma. Realizará también estas funciones con las Entidades Locales en su ámbito territorial, a través de sus respectivos Presidentes. 2. º Mantener las necesarias relaciones de coordinación y cooperación de la Administración General del Estado y sus Organismos públicos con la de la Comunidad Autónoma y con las correspondientes Entidades Locales. A tal fin, promoverá la celebración de convenios con la Comunidad Autónoma y con las Entidades Locales, en particular, en relación a los programas de financiación estatal, participando en el seguimiento de la ejecución y cumplimiento de los mismos. 3. º Participar en las Comisiones mixtas de transferencias y en las Comisiones bilaterales de cooperación, así como en otros órganos de cooperación de naturaleza similar cuando se determine. d) Control de legalidad: 1. º Resolver los recursos en vía administrativa interpuestos contra las resoluciones y actos dictados por los órganos de la Delegación, previo informe, en todo caso, del Ministerio competente por razón de la materia. Las impugnaciones de resoluciones y actos del Delegado del Gobierno susceptibles de recurso administrativo y que no pongan fin a la vía administrativa, serán resueltas por los órganos correspondientes del Ministerio competente por razón de la materia. Las reclamaciones por responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas se tramitarán por el Ministerio competente por razón de la materia y se resolverán por el titular de dicho Departamento. 2. º Suspender la ejecución de los actos impugnados dictados por los órganos de la Delegación del Gobierno, cuando le corresponda resolver el recurso, de acuerdo con el artículo 117.2 de la Ley del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, y proponer la suspensión en los restantes casos, así como respecto de los actos impugnados dictados por los servicios no integrados en la Delegación del Gobierno. 3.º Velar por el cumplimiento de las competencias atribuidas constitucionalmente al Estado y por la correcta aplicación de su normativa, promoviendo o interponiendo, según corresponda, conflictos de jurisdicción, conflictos de atribuciones, recursos y demás acciones legalmente procedentes. e) Políticas públicas: 1.º Formular a los Ministerios competentes, en cada caso, las propuestas que estime convenientes sobre los objetivos contenidos en los planes y programas que hayan de ejecutar los servicios territoriales y los de los Organismos públicos, e informar, regular y periódicamente, a los Ministerios competentes sobre la gestión de sus servicios territoriales. 2.º Proponer ante el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas las medidas precisas para evitar la duplicidad de estructuras administrativas, tanto en la propia Administración General del Estado como con otras Administraciones Públicas, conforme a los principios de eficacia y eficiencia. 3. º Proponer al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas medidas para incluir en los planes de recursos humanos de la Administración General del Estado. 4. º Informar las medidas de optimización de recursos humanos y materiales en su ámbito territorial, especialmente las que afecten a más de un Departamento. En particular, corresponde a los Delegados del Gobierno, en los términos establecidos en la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas, la coordinación de la utilización de los edificios de uso administrativo por la organización territorial de la Administración General del 58 Estado y de los organismos públicos de ella dependientes en su ámbito territorial, de acuerdo con las directrices establecidas por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y la Dirección General del Patrimonio del Estado. Asimismo, los Delegados del Gobierno ejercerán la potestad sancionadora, expropiatoria y cualesquiera otras que les confieran las normas o que les sean desconcentradas o delegadas. 3. Corresponde a los Delegados del Gobierno proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana, a través de los Subdelegados del Gobierno y de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad del Estado, cuya jefatura corresponderá al Delegado del Gobierno, quien ejercerá las competencias del Estado en esta materia bajo la dependencia funcional del Ministerio del Interior. En relación con los servicios territoriales, los Delegados del Gobierno, para el ejercicio de las competencias recogidas en este artículo, podrán recabar de los titulares de dichos servicios toda la información relativa a su actividad, estructuras organizativas, recursos humanos, inventarios de bienes muebles e inmuebles o a cualquier otra materia o asunto que consideren oportuno al objeto de garantizar una gestión coordinada y eficaz de los servicios estatales en el territorio. Los Subdelegados del Gobierno en las provincias. En cada provincia y bajo la inmediata dependencia del Delegado del Gobierno en la respectiva Comunidad Autónoma, existirá un Subdelegado del Gobierno, con nivel de Subdirector General, que será nombrado por aquél mediante el procedimiento de libre designación entre funcionarios de carrera del Estado, de las Comunidades Autónomas o de las Entidades Locales, pertenecientes a Cuerpos o Escalas clasificados como Subgrupo A1. En las Comunidades Autónomas uniprovinciales en las que no exista Subdelegado, el Delegado del Gobierno asumirá las competencias que esta Ley atribuye a los Subdelegados del Gobierno en las provincias. Competencias de los Subdelegados del Gobierno en las provincias. a) Desempeñar las funciones de comunicación, colaboración y cooperación con la respectiva Comunidad Autónoma y con las Entidades Locales y, en particular, informar sobre la incidencia en el territorio de los programas de financiación estatal. En concreto les corresponde: • Mantener las necesarias relaciones de cooperación y coordinación de la Administración General del Estado y sus Organismos públicos con la de la Comunidad Autónoma y con las correspondientes Entidades locales en el ámbito de la provincia. • Comunicar y recibir cuanta información precisen el Gobierno y el órgano de Gobierno de la Comunidad Autónoma. Realizará también estas funciones con las Entidades locales en su ámbito territorial, a través de sus respectivos Presidentes. b) Proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades, garantizando la seguridad ciudadana, todo ello dentro de las competencias estatales en la materia. A estos efectos, dirigirá las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la provincia. c) Dirigir y coordinar la protección civil en el ámbito de la provincia. d) Dirigir, en su caso, los servicios integrados de la Administración General del Estado, de acuerdo con las instrucciones del Delegado del Gobierno y de los Ministerios correspondientes; f) impulsar, supervisar e inspeccionar los servicios no integrados. e) Coordinar la utilización de los medios materiales y, en particular, de los edificios administrativos en el ámbito territorial de su competencia. f) Ejercer la potestad sancionadora y cualquier otra que les confiera las normas o que les sea desconcentrada o delegada. 59 Estructura de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno. La estructura de las Delegaciones y Subdelegaciones del Gobierno se fijará por Real Decreto del Consejo de Ministros a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en razón de la dependencia orgánica de las Delegaciones del Gobierno, y contarán, en todo caso, con una Secretaría General, dependiente de los Delegados o, en su caso, de los Subdelegados del Gobierno, como órgano de gestión de los servicios comunes, y de la que dependerán los distintos servicios integrados en la misma, así como aquellos otros servicios y unidades que se determine en la relación de puestos de trabajo. La integración de nuevos servicios territoriales o la desintegración de servicios territoriales ya integrados en las Delegaciones del Gobierno, se llevará a cabo mediante Real Decreto de Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, en razón de la dependencia orgánica de las Delegaciones del Gobierno, y del Ministerio competente del área de actividad. LA ADMINISTRACION EXTERIOR DEL ESTADO La Corona El Rey asume la más alta representación de España en sus relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica y ejerce las funciones que le atribuyen la Constitución, las leyes y los tratados internacionales en los que España es parte. Corresponde al Rey MANIFESTAR EL CONSENTIMIENTO del Estado para obligarse internacionalmente por medio de tratados, de conformidad con la Constitución y las Leyes. El Rey acreditará a los Jefes de las Misiones Diplomáticas de España y a sus representantes permanentes ante organizaciones internacionales y recibirá las credenciales de los representantes diplomáticos extranjeros. EL Gobierno El Gobierno dirige la Política Exterior, AUTORIZA la firma y aplicación provisional de los tratados internacionales, aprueba su firma «ad referéndum», los remite a las Cortes Generales Y ACUERDA la manifestación del consentimiento de España para obligarse mediante un tratado internacional. El Gobierno aprobará la Estrategia de Acción Exterior, los Informes Anuales de Acción Exterior, los planes anuales de acción exterior para la promoción de la Marca España, el Plan Director de la Cooperación Española y los demás instrumentos de planificación que se consideren necesarios para definir, promover, desarrollar y defender los intereses de España en el exterior. Corresponde al Presidente del Gobierno dirigir la acción del Gobierno y coordinar las funciones de sus miembros y, en particular, determinar las directrices de Política Exterior y velar por su cumplimiento, en el desarrollo de la Acción Exterior del Estado. En virtud de sus funciones y sin necesidad de plenipotencia, el Presidente del Gobierno representa a España, de acuerdo con la Constitución y la normativa vigente, en todos los actos de celebración de tratados internacionales, incluida la manifestación del consentimiento de España en obligarse por los mismos. Los Ministros, como titulares de sus departamentos, dirigen y desarrollan la Acción Exterior del Estado en su ámbito competencial, de acuerdo con los principios rectores establecidos por la presente ley. Para el desarrollo de su Acción Exterior disponen del Servicio Exterior del Estado y, particularmente, de los órganos técnicos y unidades administrativas en el exterior que de ellos dependan, orgánica y funcionalmente, sin perjuicio de las facultades de dirección y coordinación del Jefe de la Misión Diplomática o Representación Permanente respectiva. Los Ministros podrán representar al Estado en los actos de celebración de un tratado, con excepción de la manifestación del consentimiento del Estado en obligarse por el mismo, mediante la oportuna plenipotencia, otorgada por el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en el marco de la superior dirección del Gobierno y de su Presidente, planifica y ejecuta la Política Exterior del Estado, y coordina la Acción Exterior y el Servicio Exterior del Estado. Asimismo, de conformidad con la Constitución y las 60 leyes, representa a España en todos los actos de celebración de tratados internacionales, incluida la manifestación del consentimiento de España en obligarse por los mismos. El Consejo de Política Exterior. El Consejo de Política Exterior es el órgano colegiado de apoyo y asesoramiento al Presidente del Gobierno en el desempeño de su función de dirección y coordinación de la Política Exterior. El Consejo de Política Exterior ejerce las competencias que le atribuye la presente ley y especialmente la de asesorar al Presidente del Gobierno en el ejercicio de su competencia de velar para que la Acción Exterior del Estado se desarrolle de conformidad con los principios establecidos en esta ley, y con sujeción a las directrices, fines y objetivos de Política Exterior fijados por el Gobierno y a lo establecido en los instrumentos de planificación aprobados de conformidad con esta ley. Asesorará al Presidente sobre la ordenación de los medios del Servicio Exterior del Estado. El Consejo Ejecutivo de Política Exterior. El Consejo Ejecutivo de Política Exterior es el órgano colegiado constituido en el seno del Consejo de Política Exterior para el adecuado ejercicio de sus competencias al que corresponde ejecutar cuantas actuaciones se le encomienden. En particular, podrá promover la elaboración de planes de ordenación de los medios humanos, presupuestarios y materiales que conforman el Servicio Exterior del Estado, que garanticen una mejor asignación de los recursos públicos, conforme al principio de eficacia y eficiencia, e instará a los órganos competentes en cada caso para su aprobación. Cada dos años, o en cualquier momento, cuando causas sobrevenidas o cambios en el contexto exterior lo justifiquen, a iniciativa de los departamentos ministeriales, el Consejo Ejecutivo de Política Exterior elaborará un informe, que elevará al Pleno del Consejo de Política Exterior, para asesorar al Presidente del Gobierno sobre la adecuación del despliegue y estructura de las misiones diplomáticas, representaciones permanentes y Oficinas Consulares, con el fin de dotar de la máxima eficacia al Servicio Exterior, en el cumplimiento de las directrices, fines y objetivos de Política Exterior y de la máxima eficiencia en la asignación y utilización de los recursos públicos, en el marco de la Estrategia de Acción Exterior del Estado. Del Servicio Exterior del Estado. Se integra por los órganos, unidades administrativas, instituciones y medios humanos y materiales de la Administración General del Estado que actúan en el exterior, bajo la dependencia JERÁRQUICA del Embajador y ORGÁNICA Y FUNCIONAL de los respectivos Departamentos ministeriales, y sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 45.4. Corresponde aportar elementos de análisis y valoración necesarios para que el Gobierno formule y ejecute su Política Exterior, desarrolle su Acción Exterior, y coordine la de todos los sujetos de la Acción Exterior del Estado así como promover y defender los intereses de España en el exterior. Le corresponde prestar asistencia y protección y facilitar el ejercicio de sus derechos a los españoles en el exterior, prestar asistencia a las empresas españolas en el exterior En el ejercicio de sus funciones, el Servicio Exterior del Estado actuará conforme a las normas del derecho interno español, del derecho de la Unión Europea, del derecho internacional y con respeto a las leyes de los Estados extranjeros en los que actúa. En atención a las peculiaridades del ámbito internacional en que desarrolla principalmente sus actividades, podrán establecerse normas específicas para el Servicio Exterior del Estado en materia de gestión de personal, administración y gestión económica, contratación pública, seguridad de la información, defensa en juicio del Estado en el exterior y cualesquiera otras que sean necesarias para el ejercicio de sus funciones. 61 ORGANIZACIÓN DEL SERVICIO EXTERIOR DEL ESTADO De las Misiones Diplomáticas Permanentes y la Representación Permanente ante la Unión Europea y otras organizaciones internacionales. Las Misiones Diplomáticas Permanentes representan con este carácter a España ante uno o varios Estados con los que tiene establecidas relaciones diplomáticas. Cuando una Misión represente a España ante varios Estados lo hará en régimen de acreditación múltiple y con residencia en uno de ellos. Las Representaciones Permanentes representan con este carácter a España ante la Unión Europea o una Organización Internacional. Tendrán el carácter de Representaciones de Observación cuando España no fuera parte de la organización ante la que se acreditan. En especial, corresponde a las Misiones Diplomáticas Permanentes: a. Representar a España ante el Estado receptor. b. Proteger en el Estado receptor los intereses de España y los de sus nacionales dentro de los límites permitidos por el derecho internacional. En aquellos Estados donde no existan Oficinas Consulares, o existan en ciudades diferentes de donde radica la Misión Diplomática, las funciones consulares serán ejercidas por ésta, a través de su sección consular. c. Negociar con el Gobierno del Estado receptor. d. Informarse de las condiciones y de la evolución de los acontecimientos en el Estado receptor y trasladar dicha información al Gobierno español. e. Fomentar las relaciones amistosas y desarrollar las relaciones con el Estado receptor en todos los ámbitos de la Acción Exterior. f. Cooperar con las instancias de representación exterior de la Unión Europea en la identificación, defensa y promoción de los intereses y objetivos de su Acción Exterior. La creación y supresión de las Misiones Diplomáticas Permanentes y Representaciones Permanentes se realizará mediante real decreto del Consejo de Ministros, a iniciativa del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, previo informe del Consejo Ejecutivo de Política Exterior. La creación y supresión de los órganos técnicos especializados en cuanto suponen modificación de la estructura de la Misión o Representación, se realizará por real decreto, a iniciativa del Ministerio competente, previo informe del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, previo informe del Consejo Ejecutivo de Política Exterior. El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas aprobará las relaciones de puestos de trabajo de las Misiones Diplomáticas Permanentes y Representaciones Permanentes, previo informe del Consejo Ejecutivo de Política Exterior. De las funciones de las Misiones Diplomáticas y Representaciones Permanentes en la Acción Exterior del Estado. Las Misiones Diplomáticas y Representaciones Permanentes ejecutan y desarrollan la Política Exterior y la Acción Exterior del Estado. A estos efectos, las directrices, fines y objetivos de la Política Exterior y la Estrategia de Acción Exterior vertebran la actuación de todos los órganos y unidades administrativas en el exterior. Las Misiones Diplomáticas y Representaciones Permanentes son el instrumento principal para el desarrollo de la Acción Exterior de todos los órganos, organismos y entidades públicas con proyección exterior. Las instrucciones que los distintos órganos, organismos y entidades trasladen al Jefe de Misión o Representación para el desarrollo de la Acción Exterior en sus respectivos ámbitos, deberán ajustarse a lo previsto en la Estrategia de Acción Exterior y se cursarán a través del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación 62 Jefatura de la Misión. La Jefatura de la Misión Diplomática Permanente será ejercida por un Embajador Extraordinario y Plenipotenciario, que ostentará la representación y máxima autoridad de España ante el Estado receptor. En el caso de las Representaciones Permanentes, será ejercida por un Embajador Representante Permanente. La Jefatura de Misión podrá ser también ejercida por un Encargado de Negocios con cartas de gabinete. El Rey acreditará, mediante las correspondientes cartas credenciales, a los Jefes de Misión Diplomática y Representación Permanente. A los Encargados de Negocios se les acreditará mediante cartas de gabinete firmadas por el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. El Jefe de Misión o Representación Permanente, orgánica y funcionalmente dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, representa al conjunto de la Administración del Estado y ejerce la jefatura superior de todo el personal de la Misión o Representación. Corresponde al Jefe de Misión o Representación Permanente la dirección de la Misión Diplomática o Representación Permanente, así como la coordinación de la Acción Exterior y del Servicio Exterior del Estado El Jefe de la Misión Diplomática o Representación Permanente informará a los miembros de la Misión o Representación de los asuntos que afecten al desempeño de sus funciones y recibirá puntual información de éstos sobre sus actividades. De igual forma, supervisará, coordinará e impulsará la actividad de todas las unidades y órganos que integran la Misión. Los Embajadores serán designados y cesarán por real decreto acordado en Consejo de Ministros a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Los Encargados de Negocios con cartas de gabinete serán designados por Orden del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Los Embajadores Extraordinarios y Plenipotenciarios, Embajadores Representantes Permanentes y Encargados de Negocios con cartas de gabinete serán designados entre funcionarios de la Carrera Diplomática en la forma que reglamentariamente se determine, sin perjuicio de que el Gobierno, en ejercicio de su potestad discrecional, pueda designar Embajadores a personas no pertenecientes a la Carrera Diplomática. La propuesta de designación se hará, en todo caso, atendiendo a criterios de competencia profesional y experiencia, de acuerdo con lo establecido en el apartado 10 del artículo 6 de la Ley 6/1997, de 14 de abril, de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado. Una vez designado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación facilitará a cada Embajador una carta de instrucciones, en la que se recojan las directrices del Gobierno, fines y objetivos de la Política Exterior hacia el Estado u organización internacional de acreditación, así como los fines, objetivos y directrices de la Acción Exterior del Estado, de conformidad con la Estrategia de Acción Exterior y la información que al respecto se recabe de los Departamentos, Comunidades Autónomas y organismos de ellos dependientes. El Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación comunicará a la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados toda designación de Embajadores, a los efectos de la posible solicitud de comparecencia para informar a sus miembros sobre los objetivos de su Misión, en función de las directrices recibidas en su carta de instrucciones. La Comisión Mixta para la Unión Europea podrá solicitar la comparecencia del Embajador Representante Permanente ante la Unión Europea. En los casos de vacante, ausencia o imposibilidad de ejercicio del Jefe de Misión o Representación, la Jefatura de Misión o Representación será desempeñada por la Segunda Jefatura y, en su defecto, por el funcionario diplomático que preste sus servicios en la Cancillería Diplomática y tenga mayor categoría administrativa o, a igual categoría, por el de mayor antigüedad. 63 Artículo 45. Organización de la Misión Diplomática o Representación Permanente. 1. La Misión Diplomática o Representación Permanente se integra por: a. b. c. d. e. f. g. h. i. j. k. La Jefatura de la Misión Diplomática o de la Representación Permanente. La Cancillería Diplomática. Las Consejerías Agregadurías Oficinas sectoriales, SON ÓRGANOS TÉCNICOS Oficinas Económicas y Comerciales, ESPECIALIZADOS Oficinas Técnicas de Cooperación, Centros Culturales, PRESTAN ASESORAMIENTO Y Centros de Formación de la Cooperación Española, APOYO TÉCNICO El Instituto Cervantes. En su caso, la Sección de Servicios Comunes. La Cancillería Diplomática desarrolla las funciones diplomáticas, consulares, de cooperación, así como las de naturaleza política y las de representación. Contribuye al desarrollo de los restantes ámbitos de la Acción Exterior, especialmente donde no actúen órganos técnicos especializados de los previstos en el apartado siguiente. La Jefatura de la Cancillería Diplomática será ejercida, bajo la dirección del Embajador o Representante Permanente, por el funcionario de la Carrera Diplomática que desempeñe la Segunda Jefatura de la Misión Diplomática o de la Representación Permanente ante organizaciones internacionales. El Consejo de Ministros podrá designar a este último como Embajador Representante Permanente Adjunto en la forma que reglamentariamente se determine. Las Consejerías, Agregadurías, Oficinas Económicas y Comerciales, Oficinas Técnicas de Cooperación, Oficinas sectoriales, Centros Culturales y Centros de Formación de la Cooperación Española, e Instituto Cervantes son órganos técnicos especializados de la Misión Diplomática o Representación Permanente que, bajo la dependencia jerárquica del Embajador, le prestan asesoramiento y apoyo técnico y asisten a éste y a la Misión en el desempeño de sus funciones, en el desarrollo de los ámbitos de la Acción Exterior, sin perjuicio de su dependencia orgánica y funcional de sus respectivos Departamentos a los que corresponde su organización interna y dotación presupuestaria. La Sección de Servicios Comunes, allí donde se establezca o amplíe, de acuerdo con la propuesta del Consejo Ejecutivo de Política Exterior al amparo de la disposición adicional sexta, y previo informe favorable del departamento del que dependan los correspondientes recursos, es la unidad administrativa que gestiona los servicios y recursos compartidos por las distintas unidades referidas en el apartado 1, letras a), b) y c), de este artículo. La Sección de Servicios Comunes estará a cargo de un Canciller, funcionario de carrera, acreditado como agregado administrativo ante el Estado receptor, o en función de la importancia y tamaño de la Misión, por un funcionario del Subgrupo A1 acreditado como Consejero. Las Consejerías y Agregadurías sectoriales y resto de órganos especializados se comunicarán directamente con los departamentos ministeriales de los que dependan o con los competentes en la materia de que se trate, y estos con aquellas, debiendo mantener simultáneamente informado al Jefe de la Misión Diplomática o de la Representación Permanente. Las instrucciones que los departamentos ministeriales cursen a sus órganos técnicos en el exterior deberán ajustarse a lo previsto en la Estrategia de Acción Exterior. Misiones Diplomáticas Especiales y Delegaciones. Las Misiones Diplomáticas Especiales representan temporalmente al Reino de España ante uno o varios Estados, con su consentimiento, para un cometido concreto, o ante uno o varios Estados donde no existe Misión Diplomática permanente o ante el conjunto de Estados, para un cometido de carácter especial. La Misión Diplomática Especial se creará a iniciativa del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, previo informe del Consejo Ejecutivo de Política Exterior, mediante real decreto en el que se fijará su cometido y los criterios para determinar el inicio y el final de la Misión. 64 El Jefe de la Misión será designado por real decreto aprobado por el Consejo de Ministros, a propuesta del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, con el título de Embajador en Misión Especial, según el procedimiento previsto en el artículo 44 para la designación de Embajadores. Las delegaciones representan al Reino de España en un órgano de una organización internacional, en una Conferencia de Estados convocada por una organización internacional o bajo sus auspicios, o en un acto concreto organizado por un tercer Estado para el que se requiera conformar una delegación con carácter oficial. Las delegaciones estarán presididas por los órganos que ostentan la representación del Estado en el exterior: el Jefe de Estado, Presidente del Gobierno o Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. Cuando la delegación deba ser presidida por el titular de otro órgano, se autorizará por el Consejo de Ministros, mediante real decreto, a propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, cuando se trate de ostentar la representación del Estado ante otro Estado, o por el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, mediante la correspondiente plenipotencia, para la representación del Estado ante órganos de organizaciones internacionales o en conferencias internacionales. De las Oficinas Consulares. Las Oficinas Consulares son los órganos de la Administración General del Estado encargados del ejercicio de las funciones consulares y especialmente de prestar asistencia y protección a los españoles en el exterior. Las Oficinas Consulares ejercerán las funciones que les atribuyen la normativa vigente, el Derecho Internacional y los tratados internacionales de los que España es parte. La creación y supresión de las Oficinas Consulares de Carrera y agencias consulares se realizará mediante real decreto del Consejo de Ministros, a iniciativa del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación, del que dependen orgánica y funcionalmente, y a propuesta del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, previo informe del Consejo Ejecutivo de Política Exterior. El real decreto de creación fijará el ámbito territorial de la demarcación consular y la sede de la Oficina. Corresponde al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas aprobar las relaciones de puestos de trabajo para las Oficinas Consulares, a propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y previo informe del Consejo Ejecutivo de Política Exterior. Este mismo procedimiento será de aplicación para la creación y aprobación de la estructura de las agencias consulares dependientes de una Oficina Consular de carrera. Clases de Oficinas Consulares y organización. Las Oficinas Consulares podrán ser: De carrera podrán tener categoría de Consulado General o de Consulado y estarán dirigidas por funcionarios de la Carrera Diplomática Honorarias estarán a cargo de cónsules honorarios y podrán ser Consulados Honorarios o Viceconsulados Honorarios. La ley, el derecho internacional y los tratados de los que España es parte, determinan las funciones y competencias de cada tipo de oficina consular. Las Oficinas Consulares honorarias se crearán por Orden del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación. El Jefe de la Oficina Consular de carrera será designado por Orden del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación entre funcionarios de la Carrera Diplomática y será provisto de una CARTA PATENTE u otro instrumento admitido por el Derecho Internacional, otorgada por Su Majestad el Rey con el refrendo del Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, en la que constará, además de su nombre y categoría personal, la circunscripción consular y la sede de la Oficina a su cargo. El Jefe de la Oficina Consular ejercerá la jefatura y dirección de todos los servicios y personal de la Oficina Consular. Coordinará y, por delegación del Jefe de la Misión Diplomática Permanente correspondiente, impartirá instrucciones a las agencias consulares y Oficinas Consulares 65 Honorarias establecidas en su circunscripción. Los Cónsules Generales ejercerán las mismas funciones respecto de los consulados de carrera establecidos en su circunscripción. Las Oficinas Consulares de carrera contarán con una sección administrativa, a cargo de un canciller y, en su caso, con las secciones cuya composición y funciones se establezcan en su real decreto de creación. En aquellas Oficinas Consulares o agencias consulares en las que se integren oficinas sectoriales podrá establecerse también una Sección de Servicios Comunes, que permita la gestión administrativa integrada de los servicios que se determinen, de conformidad con lo dispuesto en esta ley. Las agencias consulares son oficinas dependientes de una Oficina Consular de carrera, creadas en localidades distintas de aquella en que se ubica la Oficina de la que dependen, con la finalidad de descentralizar su gestión, y estarán a cargo de un funcionario de la Carrera Diplomática. Dichas agencias dependerán del Consulado general o del Consulado en cuya demarcación estén ubicadas y sus funciones se fijarán de común acuerdo entre España y las autoridades competentes del Estado receptor, dentro de los límites y previsiones legales de la normativa internacional aplicable. Los Jefes de la Oficina Consular de Carrera ajustarán su actuación a las instrucciones del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación y del Jefe de la Misión Diplomática Permanente de la que dependan, excepto en materia de fe pública, registro civil o jurisdicción voluntaria, en las que estarán sujetos a lo establecido por la legislación notarial, registral y procesal para el ejercicio de estas funciones y a las resoluciones, instrucciones y circulares de la Dirección General de los Registros y del Notariado. Los Jefes de las Oficinas Consulares podrán igualmente recibir instrucciones de los departamentos ministeriales correspondientes para el desarrollo de otros ámbitos de la Acción Exterior, a través del Jefe de la respectiva Misión Diplomática. RÉGIMEN DE GARANTÍAS: CONFLICTO DE INTERESES, INCOMPATIBILIDADES, PUBLICIDAD DE ACTIVIDADES Y PATRIMONIO DE LOS ALTOS CARGOS. Definición de conflicto de intereses Los altos cargos servirán con objetividad los intereses generales, debiendo evitar que sus intereses personales puedan influir indebidamente en el ejercicio de sus funciones y responsabilidades. Se entiende que un alto cargo está incurso en conflicto de intereses cuando la decisión que vaya a adoptar, pueda afectar a sus intereses personales, de naturaleza económica o profesional, por suponer un beneficio o un perjuicio a los mismos. Se consideran intereses personales: a. Los intereses propios. b. Los intereses familiares, incluyendo los de su cónyuge o persona con quien conviva en análoga relación de afectividad y parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo grado de afinidad. c. Los de las personas con quien tenga una cuestión litigiosa pendiente. d. Los de las personas con quien tengan amistad íntima o enemistad manifiesta. e. Los de personas jurídicas o entidades privadas a las que el alto cargo haya estado vinculado por una relación laboral o profesional de cualquier tipo en los dos años anteriores al nombramiento. f. Los de personas jurídicas o entidades privadas a las que los familiares previstos en la letra b) estén vinculados por una relación laboral o profesional de cualquier tipo, siempre que la misma implique el ejercicio de funciones de dirección, asesoramiento o administración. Sistema de alerta para la detección temprana de conflictos de intereses Los altos cargos deben ejercer sus funciones y competencias sin incurrir en conflictos de intereses y, si considera que lo está, debe abstenerse de tomar la decisión afectada por ellos. 66 Los altos cargos que tengan la condición de autoridad se abstendrán de intervenir en el, concurran las causas previstas en la Ley 40/15. Asimismo, podrán ser recusados en los términos previstos en la mencionada ley. Los órganos, organismos o entidades en los que presten servicios altos cargos que no tengan la condición de autoridad deben aplicar procedimientos adecuados para detectar posibles conflictos de interés y para que, cuando estén incursos en estos conflictos, se abstengan o puedan ser recusados de su toma de decisión. Estos procedimientos y el resultado de su aplicación deberán ser comunicados anualmente a la Oficina de Conflictos de Intereses. La abstención del alto cargo se producirá por escrito y se notificará a su superior inmediato o al órgano que lo designó. En todo caso, esta abstención será comunicada por el alto cargo en el plazo de un mes al Registro de Actividades de altos cargos para su constancia. Dedicación exclusiva al cargo 1. Los altos cargos ejercerán sus funciones con dedicación exclusiva y no podrán compatibilizar su actividad con el desempeño, por sí, o mediante sustitución o apoderamiento, de cualquier otro puesto, cargo, representación, profesión o actividad, sean de carácter público o privado, por cuenta propia o ajena. Tampoco podrán percibir cualquier otra remuneración con cargo a los presupuestos de las Administraciones públicas o entidades vinculadas o dependientes de ellas, ni cualquier otra percepción que, directa o indirectamente, provenga de una actividad privada simultánea. Lo dispuesto en el apartado anterior se entiende sin perjuicio de las excepciones siguientes: a) El ejercicio de las funciones de un alto cargo será compatible con las siguientes actividades públicas: 1. ª El desempeño de los cargos que les correspondan con carácter institucional, de aquellos para los que sean comisionados por el Gobierno, o de los que fueran designados por su propia condición. 2. ª El desarrollo de misiones temporales de representación ante otros Estados, o ante organizaciones o conferencias internacionales. 3.ª El desempeño de la presidencia de las sociedades a las que se refiere el artículo 166.2 de la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas, cuando la naturaleza de los fines de la sociedad guarden conexión con las competencias legalmente atribuidas al alto cargo, así como la representación de la Administración General del Estado en los órganos colegiados, directivos o consejos de administración de organismos o empresas con capital público o de entidades de Derecho Público. No se podrá pertenecer a más de dos consejos de administración de dichos organismos, empresas, sociedades o entidades, salvo que lo autorice el Consejo de Ministros. Será precisa también esta autorización para permitir a un alto cargo de los incluidos en esta ley ejercer la presidencia de las sociedades a que se refiere el párrafo anterior. En los supuestos previstos en los párrafos anteriores, los altos cargos no podrán percibir remuneración, con excepción de las indemnizaciones por gastos de viaje, estancias y traslados que les correspondan de acuerdo con la normativa vigente. Las cantidades devengadas por cualquier concepto que no deban ser percibidas serán ingresadas directamente por el organismo, ente o empresa en el Tesoro Público. El desempeño de las actividades ordinarias de investigación propias del organismo o institución en el que ejercen sus funciones, sin percibir en tales casos remuneración por ello. Esta excepción comprende las tareas de producción y creación literaria, artística, científica o técnica y las publicaciones derivadas de aquéllas. Los miembros del Gobierno o los Secretarios de Estado podrán compatibilizar su actividad con la de Diputado o Senador de las Cortes Generales No obstante, no podrán percibir remuneraciones más que en virtud de uno de los dos cargos, sin perjuicio de las indemnizaciones que procedan legalmente. 67 Limitaciones patrimoniales en participaciones societarias Los altos cargos no podrán tener, por sí o por persona interpuesta, participaciones directas o indirectas superiores a un diez por ciento en empresas en tanto tengan conciertos o contratos de cualquier naturaleza con el sector público estatal, autonómico o local, o que reciban subvenciones provenientes de cualquier Administración Pública. Se considera persona interpuesta la persona física o jurídica que actúa por cuenta del alto cargo. Será también de aplicación al caso en que la empresa en la que participen sea subcontratista de otra que tenga contratos de cualquier naturaleza con el sector público estatal, autonómico o local siempre que la subcontratación se haya producido con el adjudicatario del contrato con la Administración en la que el alto cargo preste servicios y en relación con el objeto de ese contrato. En el caso en que, de forma sobrevenida, se haya producido la causa descrita en el párrafo anterior, el alto cargo deberá notificarlo a la Oficina de Conflictos de Intereses, quien deberá informar sobre las medidas a adoptar para garantizar la objetividad en la actuación pública. En el supuesto de las sociedades anónimas cuyo capital social suscrito supere los 600.000 euros, dicha prohibición afectará a las participaciones patrimoniales que, sin llegar al diez por ciento, supongan una posición en el capital social de la empresa que pueda condicionar de forma relevante su actuación. Cuando la persona que sea nombrada para ocupar un alto cargo poseyera una participación tendrá que enajenar o ceder a un tercero independiente, entendiendo como tal a un sujeto en el que no concurren las circunstancias contempladas en el apartado 1, las participaciones y los derechos inherentes a las mismas durante el tiempo en que ejerza su cargo, en el plazo de tres meses, contados desde el día siguiente a su nombramiento. Si la participación se adquiriera por sucesión hereditaria u otro título gratuito durante el ejercicio del cargo, la enajenación o cesión tendría que producirse en el plazo de tres meses desde su adquisición. Dicha enajenación o cesión, así como la identificación del tercero independiente, será declarada a los Registros de Actividades y de Bienes y Derechos Patrimoniales y deberá contar con el informe favorable previo de la Oficina de Conflictos de Intereses. Declaración de actividades Los altos cargos formularán al Registro de Actividades de Altos Cargos, en el plazo improrrogable de tres meses desde su toma de posesión o cese, según corresponda, una declaración de las actividades que, por sí o mediante sustitución o apoderamiento, hubieran desempeñado durante los dos años anteriores a su toma de posesión como alto cargo o las que vayan a iniciar tras su cese. Cada vez que el interesado inicie una nueva actividad económica durante el período de dos años desde su cese se declarará al Registro una vez dictada la resolución prevista en el artículo 15. Para cumplir con lo previsto en el apartado anterior, el alto cargo remitirá al mencionado Registro un certificado de las dos últimas declaraciones anuales presentadas del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. La Oficina de Conflictos de Intereses podrá solicitar al Registro Mercantil, al Registro de Fundaciones y a las Entidades Gestoras de la Seguridad Social las comprobaciones que necesite sobre los datos aportados por el alto cargo. El alto cargo podrá autorizar a la Oficina de Conflictos de Intereses, expresamente y por escrito, a que obtenga información directamente de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria. Declaración de bienes y derechos Los altos cargos presentarán al Registro de Bienes y Derechos Patrimoniales de altos cargos, en el plazo improrrogable de tres meses desde su toma de posesión y cese, respectivamente, el certificado de su última declaración anual presentada del impuesto sobre el patrimonio, si tienen obligación de presentarla. Quienes no tengan tal obligación, presentarán un formulario cumplimentado equivalente que elaborará la Oficina de Conflictos de Intereses en colaboración con la Agencia Estatal de la Administración Tributaria. 68 TEMA VI LAS COMUNIDADES AUTONOMAS EL ESTADO AUTONÓMICO (EL MODELO AUTONÓMICO DE ESTADO) Las vías de acceso y las clases de Comunidades Autónomas: La desigualdad que la Constitución consagra se traduce en aceptar 2 clases de autonomías: la plena o máxima y la gradual, que dan lugar a diversos niveles competenciales. El proceso más riguroso para el acceso a la autonomía plena y la aprobación del Estatuto fue el previsto en el artículo 151 CE y del que se liberaron las mal llamadas nacionalidades “históricas”. El rigor consistió en que dicho precepto exigía que: La iniciativa autonómica fuera aprobada por las Diputaciones y por las ¾ partes de los Municipios de cada una de las provincias afectadas que representasen, al menos, la mayoría del censo electoral de cada una de ellas, y que dicha iniciativa fuera ratificada mediante referéndum por el voto afirmativo de la mayoría absoluta de los electores de cada provincia, siguiendo después tramites análogo a los del supuesto anterior. Otra forma de acceso a la autonomía plena eludiendo el rigor del artículo 151, ha sido el que podríamos llamar proceso mixto de autonomía gradual, complementado con Ley Orgánica. Estas leyes orgánicas tendrían la virtualidad de extender hasta niveles superiores o plenos las competencias que corresponderían de seguir el procedimiento gradual regulado en los artículos143 y 146 CE y sin esperar los 5 años previstos en el artículo 148.2 para ampliarlas. Éste fue el proceso de aprobación de los Estatutos y la creación de las CCAA de Valencia y Canarias, que pueden considerarse, sobre todo Valencia, con las mismas atribuciones competenciales que las hasta aquí reseñadas. Para el acceso a la autonomía gradual (que permitía alcanzar, pasados 5 años, la autonomía plena o máxima como en los supuestos anteriores), los artículos 143 y 146 de la CE diseñaron un procedimiento más sencillo, prescindiendo en todo caso de cualquier forma de consulta popular. La iniciativa del proceso se condicionó únicamente a la aprobación de las Diputaciones interesadas y de las 2/3 partes de los Municipios cuya población representara, al menos, la mayoría del censo electoral de cada provincia o isla. El Proyecto de Estatuto sería elaborado por una Asamblea compuesta por miembros de la Diputación u órgano interinsular de las provincias afectadas y por los parlamentarios, y elevado a las Cortes para su tramitación como Proyecto de Ley. De todos estos procesos se liberó la Comunidad Autónoma Navarra, que, incluso, ha conseguido marginar la técnica estatutaria, alcanzando las máximas competencias a través de lo que se ha designado con la arcaica denominación de Amejoramiento del Fuero. El mapa autonómico incluye 17 Comunidades Autónomas de las cuales 6 son de autonomía plena (País Vasco, Cataluña, Galicia, Andalucía, Navarra y Valencia) y 11 de autonomía gradual. A esto debe añadirse la autonomía de las ciudades de Ceuta y Melilla, cuyos estatutos fueron aprobados por Leyes Orgánicas 1 y 2/95 de 13-3 respectivamente. Las competencias del artículo 148++ Este artículo enumera las competencias que las CCAA pueden asumir a través de sus Estatutos. Para las Comunidades de autonomía plena estas competencias constituyen un mínimo, superable a través del artículo 149. Para las de autonomía gradual el artículo 148 suponía el máximo competencial, mejorable por la reforma de sus Estatutos, transcurridos 5 años desde su aprobación. La lista de competencias del artículo 149 El articulo 149 enumera una serie de materias sobre las cuales se asegura, en principio, la competencia exclusiva del Estado, Por ello, este precepto se ha considerado como el más fundamental, ya que ofrece, desde la CE, el criterio más firme de delimitación que no puede ser alterado por contrarias previsiones estatutarias. A pesar de ello, NO todas las 32 materias que enumera el artículo son atribuidas en exclusiva al Estado, aceptando en la mayor parte de ellas una competencia concurrente o compartida de las CCAA, a través de distintas fórmulas. 69 Las cláusulas complementarias Llamamos complementarias a las 3 reglas, Las materias NO atribuidas expresamente al Estado por la CE podrán corresponder a las CCAA en virtud de sus respectivos Estatutos. Las competencias sobre las materias que NO se hayan asumido por los Estatutos corresponderán al Estado” La tercera regla versa sobre conflictos de normas competenciales y forzaba a incluir en los Estatutos el mayor número de materias y a calificarlas en todo lo posible de competencias EXCLUSIVAS. Ya que SI el art.149.3 dice que, “las normas del Estado prevalecerán en caso de conflicto sobre las de las CCAA en todo lo que no esté atribuido a la exclusiva competencia de éstas”, se comprende el interés de los redactores autonómicos de los Estatutos en calificar, con fundamente o sin él, de competencias EXCLUSIVAS de la CCAA al mayor número de materias posibles El sistema del artículo 149.3 se cierra con la cláusula de supletoriedad del Derecho estatal con respecto al Derecho de las CCAA (“el Derecho estatal será, en todo caso, supletorio del Derecho de las Comunidades Autónomas”). El artículo 150 CE establece 2 posibles formas extra-Estatutarias de ampliación de las competencias autonómicas: La primera sobre competencias legislativas estatales que pueden ser atribuidas a todas o algunas de las CCAA, para que éstas dicten por sí mismas lar normas legislativas oportunas en el marco de los principios, bases y directrices fijados por una ley estatal. Será esta misma LEY MARCO la que determinará las modalidades de control de las Cortes Generales sobre las normas legislativas de las CCAA, sin perjuicio de la competencia de los Tribunales. Además el Estado podrá transferir o delegar, mediante LO, facultades correspondientes a materias de titularidad estatal que por su propia naturaleza sean susceptibles de transferencia o delegación (LO de transferencia o delegación). La ley proveerá en cada caso la correspondiente transferencia de medios financieros, así como las formas de control que se reserve el Estado. LOS LÍMITES DE LA AUTONOMÍA Y SU CONTROL Los límites de la autonomía La medida real del autogobierno de las CCAA depende NO SOLO de la amplitud de las competencias y funciones que se le atribuyen, SINO TB de los límites que a su ejercicio se establezcan y de la naturaleza e intensidad de los controles a que se sujete su actividad. Los límites son los principios de unidad, igualdad, solidaridad y libre circulación de personas y bienes. Puede sumarse a ellos las prohibiciones expresas, como la de federarse las distintas CCAA. La mayor parte de estos límites se recogen en el Capítulo Primero del Título VIII de la CE bajo el título de “Principios Generales” de la Organización Territorial del Estado. El principio de unidad lo proclama el art. 2 de la CE al decir que ésta “se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre ellas”. El principio de solidaridad, además de proclamarlo en el citado art.2, se recoge en otros preceptos constitucionales y en algunos Estatutos. El artículo 138 lo impone como "obligación del Estado que debe garantizar un equilibrio económico adecuado y justo entre las diversas partes del territorio español, atendiendo en particular a las circunstancias del hecho insular". 70 El principio de la igualdad, invocado en muy diversos preceptos constitucionales y con diversos fines, encuentra a nuestros efectos una de las formulaciones más rotundas en los artículos 138 y 139, como contrapunto a la tendencia descentralizadora que el Estado de las Autonomías comporta. Su formulación, ahora como un límite a la autonomía, se hace en 2 planos: Una con referencia a los Estatutos (“las diferencias entre los Estatutos de las distintas CCAA no podrá implicar, en ningún caso, privilegios económicos y sociales”) Y otra, orientada a corregir las desigualdades que pueda comportar la nueva división territorial (“todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio nacional”) En el catálogo de limitaciones a la autonomía hay que incluir las limitaciones a la capacidad negocial de las CCAA por el artículo 145 de la CE, que comienza por prohibir su Federación. Sobre los convenios que estas puedan celebrar entre sí, el precepto distingue: Los que tengan por objeto la gestión o prestación de servicios, remitiendo a los Estatutos la previsión de los supuestos y términos en que puedan celebrarse, así como el carácter y efectos de la correspondiente comunicación a las Cortes Generales; Para los restantes se exige la autorización de las Cortes Generales. Por último, y dentro del capítulo de limitaciones, hay que consignar las que pueden suponer sobre la función legislativa de todas las CCAA, las leyes de armonización previstas en el artículo 150.3 CE por razones de interés general, apreciado por mayoría absoluta de ambas Cámaras. En ese supuesto, "el Estado podrá dictar leyes que establezcan los principios necesarios para armonizar las disposiciones normativas de las CCAA, aun en el caso de materias atribuidas a la exclusiva competencia de éstas". El control Clases El sistema de control de las Comunidades Autónomas está regulado en los artículos 153,155 y 161.2 de la CE, que lo circunscriben a los siguientes supuestos: Por el Tribunal Constitucional, el relativo a la constitucionalidad de sus disposiciones normativas con fuerza de ley y de las disposiciones y resoluciones adoptadas por sus órganos de gobierno. Por el Gobierno, previo dictamen del "Consejo de Estado", el del ejercicio de funciones delegadas a que se refiere el apartado 2 del artículo 150. Por la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, el de las normas reglamentarias y resoluciones de la Administración autonómica. Por el Tribunal de Cuentas, el económico y presupuestario. Por el Gobierno y el Senado, conjuntamente, en los casos más graves de incumplimiento o de riesgo para el interés general de España. Al margen de estos controles puede entenderse que las CCAA están también sujetas al control que, como el resto de las Administraciones Publicas, corresponde ejercer; Al Defensor del Pueblo, Así como los controles interiores a cargo de órganos de las propias Comunidades según las previsiones estatutarias. 71 Control por el Tribunal Constitucional Especial consideración merece el control del Tribunal Constitucional, que cubre tanto las leyes autonómicas como las disposiciones de inferior rango y las resoluciones concretas. Como estas últimas también pueden impugnarse ante la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, resulta que estamos ante una duplicidad impugnativa difícilmente justificable. En todo caso y con la limitación de que la impugnación ha de fundamentarse, NO en cualquier violación de la legalidad, SINO precisamente de la normativa constitucional, estas impugnaciones se rigen por las normas de los conflictos constitucionales de competencia, produciendo efecto suspensivo la interposición del recurso (art. 161.2 CE). Control por el Tribunal de Cuentas La regulación del control a cargo del Tribunal de Cuentas ha producido también una considerable dosis de confusión; de una parte el art. 136 de la CE, al enumerar sus competencias, le atribuye jurisdicción sobre el Estado y el sector público estatal; pero, de otra, el art. 153 se refiere explícitamente al control económico y presupuestario que el Tribunal de Cuentas ha de ejercer sobre las Comunidades Autónomas. Además, aumenta la confusión el hecho de que los Estatutos autonómicos hayan diseñado instituciones parecidas al Tribunal de Cuentas del Reino pero circunscritos al territorio y Administración de las comunidades y con las más variadas denominaciones (ej. Sindicatura de Cuentas en Cataluña y Valencia). Parece que estas instituciones autonómicas de control no suponen una exclusión o reducción de la función del Tribunal de Cuentas del Reino, sino que lo irrazonablemente, se superponen a él y actúan en paralelo. El Defensor del Pueblo Se configura en el artículo 54 CE como un “alto comisionado de las Cortes Generales para la defensa de los derechos comprendidos en el Título I”, a cuyo efecto podrá supervisar la actividad de la Administración dando cuenta a aquéllas. Como este precepto no distingue habrá que entender dentro del concepto de Administración, además de la del Estado, la de las CCAA. Tb aquí se da la mala costumbre de duplicar instituciones estatales. Por vía de Estatuto las CCAA han previsto instituciones parecidas (Síndicos, Justicia Mayor, Defensor del Pueblo etc.) Esta duplicidad ocasiona, NO sólo mayores gastos, SINO TB la posibilidad de que los resultados de las actuaciones de los defensores autonómicos del pueblo no coincidan con las del Defensor del Pueblo del Estado. La Ley Orgánica de 6-4-81, que regula la institución, establece que cuando el Defensor del Pueblo tenga que supervisar la actividad de las CCAA, “los órganos similares de éstas coordinarán sus funciones con las del Defensor del Pueblo y éste podrá solicitarles su cooperación”. Lo que no resuelve es el problema de la negativa a la cooperación o de los resultados contradictorios de unas y otras actuaciones. Control Gobierno-Senado También crea problemas por la falta de precisión con que está regulado el control extraordinario a cargo del Gobierno y el Senado, previsto en el artículo 155 de la CE para los supuestos en que una CCAA no cumpliere las obligaciones que le impusiere la CE u otras leyes, o actuare de forma que atentase al interés general de España. El Gobierno en tales casos, previo requerimiento al Presidente de la CCAA (y en caso de no ser atendido, con la aprobación de la mayoría absoluta del Senado), podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquella al cumplimiento forzoso de sus obligaciones o para la protección del mencionado interés general. Para la ejecución de las medidas previstas el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las CCAA, lo que apunta a la conversión previa de la relación de autonomía en una relación de jerárquica y la eventual aplicación, ante posteriores desobediencias, de medidas penales y como extrema solución la disolución de los órganos de las Comunidades. 72 Delegado del Gobierno (el deber de información) El correcto ejercicio de las responsabilidades de control, como también la de coordinación, que tiene a su cargo el Estado, presupone un conocimiento de la actividad de las CCAA. Como la CE NO ha establecido este deber de forma específica, para suplir esta LAGUNA, la Ley de Proceso Autonómico ha establecido que el Gobierno y en su caso, las Cortes Generales, puedan recabar la información que precisen sobre las actividades que desarrollen en el ejercicio de sus competencias. Resulta difícil concretar las formas de desarrollo de ese deber y las medidas para asegurar su cumplimiento cuando falta la debida colaboración de las CCAA o del Estado respecto de éstas. La obtención de información y el deber de suministrarla ha generado también la necesidad de crear o especializar determinados órganos en esta tarea. Así se ha creado una Comisión de seguimiento de las CCAA en el Ministerio para las Administraciones Públicas (MAP) y se ha hecho del Delegado del Gobierno en las CCAA el máximo responsable de esta función. En este sentido el artículo 8 de la Ley 17/83 precisa que aquel “facilitará al Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma y a través de él, a su Asamblea legislativa la información que precisen para el mejor ejercicio de sus competencias. Asimismo, los Organismo de la Administración de la CCAA facilitará al Delegado del Gobierno la información que este solicite, a través del Presidente de la Comunidad Autónoma, para el mejor cumplimiento de sus fines” Control de la estabilidad presupuestaria y de la sostenibilidad económica El artículo 135 de la C.E. fue reformado en 2011, añadiendo el concepto de “estabilidad presupuestaria” Todas las Administraciones Públicas adecuarán sus actuaciones al principio de estabilidad presupuestaria. El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros. Una Ley Orgánica fijará el déficit estructural máximo permitido al Estado y a las Comunidades Autónomas, en relación con su producto interior bruto. Las Entidades Locales deberán presentar equilibrio presupuestario. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito. LA ORGANIZACIÓN DE LAS COMUNIDADES AUTONOMAS La “organización institucional autonómica” se basa, pues; en una Asamblea legislativa elegida por sufragio universal, con arreglo a un sistema de representación proporcional, que debe asegurar la representación de las diversas zonas del territorio; un Consejo de Gobierno con funciones ejecutivas y administrativas, y un Presidente elegido por la Asamblea de entre sus miembros y nombrado por el Rey, al que corresponde la Dirección del Consejo de Gobierno, la suprema representación de la respectiva Comunidad y la ordinaria del Estado en aquella. El Presidente y los miembros del Consejo de Gobierno serán políticamente responsables ante la Asamblea. El conjunto del sistema responde al modelo de Gobierno parlamentario ya que todos sus elementos están presentes: hay separación de las funciones ejecutivas del ámbito de poder de la Asamblea, las funciones ejecutivas se encomiendan a un consejo políticamente responsable ante la Asamblea, que es elegido por ésta de entre sus miembros. La nomenclatura utilizada para designar el conjunto de la institución autonómica y los diversos órganos que la componen es distinta (Xunta, Consell, Generalitat, Junta de Comunidades, etc.) 73 4.1 Asamblea legislativa o Parlamento Según el común de los Estatutos, el régimen de este organismo supremo de las CCAA sigue las siguientes reglas: Todos los Parlamentos autónomos están constituidos por 1 sola Cámara, integrada por un número de miembros muy variable. Son elegidos conforme a la Legislación general electoral que se entiende como básica. La circunscripción electoral es, ordinariamente, la provincia, salvo en las comunidades uniprovinciales, en que lo es el Partido judicial o los Municipios que se mencionan en los Estatutos, La elección se celebra mediante sufragio universal, libre, directo y secreto y con arreglo a un sistema de representación proporcional. El derecho de sufragio activo se atribuye a los mayores de 18 años que tengan residencia en cualquiera de los Municipios de la Comunidad Los miembros de los Parlamentos Autonómicos NO están sujetos a mandato imperativo y tienen reconocido, en los mismos términos que los de las Cortes Generales, la inviolabilidad por las opiniones manifestadas durante el mandato y por los votos emitidos. En cuanto a la inmunidad, a pesar de estar reconocidos en los Estatutos, el TC ha negado que pueda corresponderles en los mismos términos reconocidos del art.71 CE, que impide el procesamiento de los parlamentarios sin autorización de las Cámaras. La inmunidad es parcial, que se concreta en que no sean retenidos ni detenidos salvo en caso de flagrante delito; y un fuero especial consistente en que su inculpación, prisión, procesamiento y juicio corresponde al TSJ de la CCA, y fuera de ese ámbito territorial a la Sala de lo Penal del TS. Las Asambleas autonómicas se disuelven por expiración del término de su mandato y además por la falta de designación del Presidente de la Comunidad en los términos previsto, normalmente de 2 meses. Gobierno ejecutivo autonómico Las funciones ejecutivas de las CCAA se asignan al Presidente, al Consejo de Gobierno y a los Vicepresidentes y Consejeros. Presidente: es el máximo representante de la CCA, también ostenta la representación ordinaria del Estado (art 152.1 CE). Designado por la Asamblea y cesado por ella en los mismos términos que en los sistemas parlamentarios (renovación de la Asamblea por elecciones, moción de censura, pérdida de confianza, dimisión, incapacidad, etc.). Atribuciones: Designa y cesa a los miembros del Consejo del Gobierno. Dirige y coordina las actuaciones del Consejo, y todo lo que comporta la dirección política y la jerarquía superior de la Admón autonómica. Disfruta de los honores correspondientes a su posición (tratamiento de excelencia, precedencia sobre cualquier otra autoridad de la Comunidad, etc.) Incompatibilidades: cargo incompatible con cualquier otra función pública o privada. Derechos: además de los emolumentos, en algunas CCA se les reconoce pensión vitalicia (Lendakari). Consejo de Gobierno: reproduce el esquema del Gobierno de la Nación con funciones propias del nivel autonómico: Iniciativa legislativa, ejercicio de la potestad reglamentaria, dirección política, control de la Admón, etc. El nº de Consejeros es variable y su nombramiento y cese dependen del Presidente; tienen a su cargo un ramo del sector de la Admón autonómica en la cual ejercen potestad reglamentaria y la dirección adva. 74 -Casi todas las CCAA han optado por dotarse de una organización propia que repite la organización estatal: Con sus niveles centrales de departamentos, direcciones y subdirecciones generales; Y periférico, con delegaciones provinciales de las Consejerías. Y tb de una administración institucional que es copia de la Ley de las Entidades estatales autónomas. {{Esta lujosa y excesiva solución, que reduplica el número de organismos y de funcionarios, ha sido en muchos casos, NO solo de la falta de un mínimo de sobriedad de los responsables políticos, SINO tb fruto del sistema de transferencias de servicios}} El Senado Las Cortes Constituyente de 1978 pretendieron configurar el Senado como una cámara de representación territorial (art 69.1), integrando en ella 4 senadores por provincia, 2 por Ceuta y Melilla, 1 más para cada una de las CCAA constituidas otro por cada millón de habitante de su respectivo territorio. Atribuciones: en cuanto a específicas son escasas y se reducen a participar en la autorización de los convenios entre las CCAA y en el reparto del Fondo de Compensación Territorial (art 145.2 y 158.2), dado que los procedimientos legislativos se inician en el Senado aunque la decisión la comparte con el Congreso. Como función relevante, aunque excepcional, la prevista en el art 155 que exige la aprobación del Senado para que el Gobierno pueda adoptar las medidas necesarias para obligar a las CCAA al cumplimiento forzoso de sus obligaciones o para proteger el interés general. La caracterización del Senado como Cámara de representación territorial que la C.E. proclama NO se corresponde con la realidad y es debido a que cuando se redactó ésta, no podía valorarse cuál sería la verdadera dimensión del Estado de las Autonomías. Organización Judicial y CCAA Para salvaguardar el principio de "unidad judicial" e "independencia" del Poder Judicial {consagrado en el art 117.5, y otros preceptos de la C.E.}, el art 152.1 dispuso que: Un TSJ culminará la organización judicial en la CCA y que, las sucesivas instancias procesales se agotarán ante los órganos radicados en el mismo territorio de la CCA en que radique el órgano competente en 1ª instancia. TEMA VII. EL MUNICIPIO. ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN 1. NIVELES DE LA ADMINISTRACIÓN TERRITORIAL, TIPOLOGÍA DE ENTIDADES LOCALES Y LEGISLACIÓN APLICABLE En la actualidad los municipios cubren todo el territorio nacional y sobre el mismo territorio y sobre unos mismos ciudadanos inciden o actúan hasta 6 Administraciones territoriales que se van superponiendo de menor a mayor ámbito territorial y más importantes competencias, formando una especie de pirámide, cuya base son los Municipios y la cúspide la Administración del Estado. Esta es la situación después de CE 78 que ha sumado a los anteriores niveles de Administración territorial, el estatal, provincial y municipal, el de las CCAA, con la posibilidad para el territorio de alguna de estas Comunidades, por admitirlos así sus respectivos Estatutos, de creación de niveles de administración por encima del Municipio, como las comarcas y de otros inframunicipales, como la parroquia. Por ello cuando hablamos de los tipos de entidades locales hay que distinguir, de acuerdo con el art. 3 LBRL, las entidades de régimen común o de carácter imperativo que necesariamente han de existir en todo el territorio nacional y que son el municipio la provincia y la isla; de aquellas otras entidades locales que constituyen niveles facultativos de administración territorial que pueden 75 establecer las comunidades autónomas. Estas últimas puede ser de ámbito territorial inferior al municipal o superior, agrupando en este caso varios municipios: áreas metropolitanas y mancomunidades de municipios. La CE 1978, además de proclamar la autonomía local, distribuyó las competencias entre el Estado y las CCAA, asignando al Estado el dictado de las normas bases básicas del régimen local (art. 149.1.18) y a las CCAA su desarrollo. EL MUNICIPIO. CONCEPTO Y NATURALEZA El art. 137 de la CE considera al Municipio, junto a la Provincia y la Comunidad Autónoma, como una de las Entidades en que se organiza territorialmente el Estado y artículo 140 garantiza su autonomía y personalidad jurídica plena; pero a diferencia de lo que ocurre con la Provincial, la CE no ofrece una definición del Municipio. Es la LBRL de 1985 la que define los Municipios como “Entidades básicas de la organización territorial del Estado y cauces inmediatos de participación ciudadana en los asuntos públicos, que institucionalizan y gestionan con autonomía los intereses propios de las correspondientes colectividades” atribuyéndoles personalidad jurídica y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines. Más reaccionaria es la actual presentación del Municipio como poder y gobierno al mismo nivel del Estado y de las CCAA. Poco queda de la concepción del Municipio como Admón indirecta del Estado, y ahora de las CCAA, que impuso la concepción unitaria de la soberanía y las exigencias de una ordenada admón. La calificación del Municipio como pieza básica del Estado sólo estaría justificada si el Municipio continuara siendo una estructura desconcentrada de la propia Admón del Estado, a través de la figura del Alcalde y de su doble condición de Jefe de la Admón municipal y representante del Estado en el Municipio. Sin embargo, la Ley 7/1985 omite cualquier referencia al Municipio así entendido. ELEMENTOS DEL MUNICIPIO La Ley 7/1985 LBRL, señala que son elementos del Municipio (art 11.2): El territorio, La población La organización El término municipal y sus alteraciones*** El término municipal se define como “el territorio en el que el Ayuntamiento ejerce sus competencias”. El despliegue de la organización municipal, igual que el provincial y el autonómico, es completo sobre todo el territorio nacional sin que existan zonas no incluidas, debiendo necesariamente “cada Municipio pertenece a una sola Provincia” (art.12) Como condición general para la alteración de los términos municipales, la Ley exige el respeto de los límites provinciales. En todo caso las alteraciones pueden tener lugar por: la fusión de Municipios limítrofes a fin de constituir uno nuevo; por la segregación de parte del territorio de uno o varios Municipios para constituir otro independiente o para agregarlo a otro limítrofe; por la incorporación de uno o más municipios a otros limítrofes, con el resultado de la desaparición de los primeros. Dentro de esta línea legislativa de puntuales retoques, se han disminuido las garantías con que se regula ahora la supresión o creación de nuevos Municipios, no siendo necesario el acuerdo favorable con quórum especial de los Municipios afectados (art 20 Ley de Régimen Local 1955). 76 REQUISITOS PARA Alteración o creación NUEVOS MUNICIPIOS: La CE (art 148) y la Ley 7/1985 LBRL remiten a la legislación autonómica la regulación en el procedimiento de alteración de los términos municipales imponiendo 1 condición sustancial y 3 requisitos formales: Requisito sustancial La creación de nuevos municipios solo podrá realizarse sobre la base de núcleos de población territorialmente diferenciados, es preciso acreditar 3 requisito formales: Que cuenten con recursos suficientes para el cumplimiento de las competencias municipales. Que NO produzca disminución en la calidad de los servicios que venían siendo prestados. Audiencia de los Municipios interesados, dictamen del Consejo de Estado o del órgano consultivo autonómico equivalente y puesto en conocimiento de la Admón del Estado. A falta de legislación autonómica, el régimen estatal supletorio prescribe un doble procedimiento: Cuando la iniciativa parte de alguno de los Municipios afectados: será preciso un quórum especial (2/3 del nº de hecho y, en todo caso, de la mayoría absoluta del nº legal de concejales), e información pública de los informes del Mº de Ad.P y del Consejo de Estado, decidiendo el Gobierno. Cuando la iniciativa parte de la Admón del Estado (caso improbable): deberá oírse a los Municipios afectados, emitir informe el Subdelegado del Gobierno de la Provincia y el Consejo de Estado; decide finalmente el Gobierno de la Nación. Sin perjuicio de las competencias de las CCAA, el Estado, atendiendo a criterios geográficos, sociales, económicos y culturales, podrá establecer medidas que tiendan a fomentar la fusión con el fin de mejorar la capacidad de gestión de los asuntos públicos locales. La población municipal+ Otro elemento estructural de Municipio es la población que la LBRL define formalmente como la constituida por el conjunto de personas inscritas en el Padrón municipal (art 15) La regulación de la población municipal parte de la obligación de todo español o extranjero que viva en territorio español de empadronarse en el Municipio en que resida habitualmente y, si vive en varios, en aquel en que habite durante más tiempo, una obligación, sin embargo, que no tiene más sanción visible que privar a quien no se empadrone del ejercicio de los derechos de sufragio activo y pasivo. La ley determina que cada ciudadano puede obtener el alta en el Padrón de un Municipio como vecino, sin más requisito que el de presentar el certificado de baja en el Padrón del Municipio donde hubiera estado anteriormente empadronada. La condición de vecino se adquiere justamente “en el momento de realizar la inscripción en el Padrón” (art. 15) Al Padrón municipal pueden también acceder los extranjeros. No obstante, la inscripción NO constituirá prueba de su residencia legal en España NI les atribuirá ningún derecho que no les confiera la legislación vigente en materia de derechos y libertades de los extranjeros en España. Los inscritos en el Padrón municipal son los vecinos del Municipio, desapareciendo así la posibilidad de otras categorías como las de transeúntes, residentes o domiciliados previstas en la legislación anterior. El Padrón se define como un registro administrativo donde constan los que se autocalifican de vecinos del Municipio y las inscripciones en el mismo constituyen prueba de la residencia en el Municipio y de la residencia habitual en el mismo; una prueba que, en cualquier juicio que se discuta la residencia habitual, no puede ser otra cosa que una presunción iuris tantum que admite prueba en contrario. Ser vecino otorga unos derechos que la LBRL de 1985 enumera de forma no exhaustiva, especificándose, los siguientes: ser elector y elegible, participar en la gestión municipal, utilizar los 77 servicios públicos municipales, acceder a los aprovechamientos comunales, ser informado de los expedientes municipales, pedir la consulta popular, exigir el establecimiento del correspondiente servicio público si tuviere carácter obligatorio y, en fin, ejercer la iniciativa popular. Los residentes gozan del derecho de sufragio activo en las elecciones municipales siempre que sus respectivos países permitan el voto a los españoles en dichas elecciones, en los términos de un Tratado. Por su parte gozan de sufragio pasivo los residentes en España que, sin haber adquirido la nacionalidad española, tengan la condición de ciudadanos de la Unión Europea, reúnan los requisitos para ser elector y hayan manifestado su voluntad de ejercer el derecho de sufragio activo en España; este derecho se extiende también a los nacionales de países que otorguen a los ciudadanos españoles el derecho de sufragio pasivo en sus elecciones municipales. Los vecinos que gocen del derecho de sufragio activo en las elecciones municipales podrán ejercer la iniciativa popular presentando propuestas de acuerdos o actuaciones o proyectos de reglamentos en materias de la competencia municipal. Otro canal de participación son las asociaciones de vecinos para la defensa de los intereses generales o sectoriales de los vecinos, a las que se les suministrará la más amplia información y el uso de los medios públicos y el acceso a las ayudas económicas para la realización de sus actividades para impulsar su participación en la gestión de la Corporación. A tales efectos pueden ser declaradas de utilidad pública. El gobierno y administración municipal (régimen vigente completo). Como órganos de menor significación y con la finalidad de servir de apoyo al Alcalde o de enlace entre este y el Pleno del Ayuntamiento nuestra legislación institucionalizó los Tenientes de Alcalde, la Junta de Gobierno Local y otros órganos de colaboración y de control en que habrán de estar representados todos los grupos políticos. Con la aprobación de la Ley 57/2003 de medidas para la Modernización del Gobierno Local, la cual modificó la 7/1985, se establece para los Municipios de Gran Población un sistema de gobierno parecido al Gobierno de la Nación, en el que: EL PLENO hará las veces de CONGRESO EL ALCALDE y JUNTA DE GOBIERNO Local, las funciones del GOBIERNO. Si consideramos que las reformas no han afectado al régimen de concejo abierto aplicable a los Municipios de escasa población, tenemos 3 sistemas de gobierno local: el común, el de los Municipios de gran población y el de los pequeños Municipios. Aparte están los REGÍMENES ESPECIALES de Madrid y Barcelona (Leyes 22/2006 y 1/2006) MUNICIPIOS DE RÉGIMEN COMÚN: Los Municipios de régimen común cuentan con los siguientes órganos: El Alcalde, Los Tenientes de Alcalde El Pleno, La Comisión Especial de Cuentas, que existen en todos los Ayuntamientos. JUNTA DE GOBIERNO LOCAL, que se constituye en los municipios de más de 5000 habitantes y que está integrada por el Alcalde y un número de Concejales NO superior al tercio del número legal de los mismos, nombrados y separados por él, dando cuenta al Pleno. También en los de menos de 5000 h si así lo establece su reglamento. 78 COMISIONES INFORMATIVAS, que son órganos para el estudio, informe o consulta de los asuntos que han de ser sometidos al Pleno, así como el seguimiento de: La gestión del Alcalde, La Junta de Gobierno Local Los concejales que ostenten delegaciones, que se constituirá en los municipios de más de 5000 habitantes y en los de menos de 5000 h si así lo establece su reglamento. COMISIÓN ESPECIAL DE CUENTAS, que deberá existir en todos los Ayuntamientos. Integrada por miembros de los grupos políticos, para: Elaborar un informe sobre las cuentas anuales, con carácter previo a la elevación al Pleno para su aprobación. El informe se someterá a información pública a efectos de reclamaciones, reparos u observaciones. Es un supuesto de autocontrol del presupuesto y la contabilidad compatible con la fiscalización del Tribunal de Cuentes nacional o autonómico. COMISIÓN ESPECIAL DE SUGERENCIAS Y RECLAMACIONES, sólo existirá cuando el Pleno así lo acuerde, por el voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de sus miembros. MUNICIPIOS DE GRAN POBLACIÓN. La Ley 57/2003, de 16 de diciembre, de Medidas para la Modernización del Gobierno Local, ha creado un régimen más complejo (que el común) para los municipios de gran población, excepto Barcelona. Son municipios de gran población: Los de más de 250.00 habitantes; Los de capitales de provincia cuya población sea superior a 175.000 habitantes; Capitales autonómicas o sedes de las instituciones autonómicas; Los municipios cuya población supere los 75.000 habitantes, que presenten circunstancias económicas, sociales, históricas o culturales especiales y así lo decidan las Asambleas Legislativas correspondientes a iniciativa de los respectivos ayuntamientos. Estos municipios cuentan con: El Pleno, formado por el Alcalde y los Concejales, en todo caso el pleno contará con un Secretario General y Comisiones que estarán formadas por los miembros que designen los grupos políticos El Alcalde y los Tenientes de Alcalde, que le sustituirán, por el orden de su nombramiento, en los casos de vacante, ausencia o enfermedad. JUNTA DE GOBIERNO LOCAL, órgano que, bajo la presidencia del Alcalde, colabora de forma colegiada en la función de dirección política que a éste corresponde y ejerce las funciones ejecutivas y administrativas. Tiene una composición y funciones distintas de la de los Municipios de régimen común. A significar aquí que el Alcalde podrá nombrar como miembros de esta Junta a personas que no ostenten la condición de concejales, siempre que su número no supere un tercio de sus miembros, excluido el Alcalde. Sus derechos económicos y prestaciones sociales serán los de los miembros electivos. CONSEJO SOCIAL DE LA CIUDAD, integrado por representantes de organizaciones económicas, sociales y de vecinos más representativas. Corresponden las funciones que determine el Pleno, la emisión de informes, estudios y propuestas en materia de desarrollo económico local, planificación estratégica de la ciudad y grandes proyectos urbanos. COMISIÓN DE SUGERENCIAS Y RECLAMACIONES, subespecie de Defensor del Pueblo, pero órgano colegiado, que podrá supervisar la actividad de la Administración municipal, y deberá dar 79 cuenta al Pleno mediante un informe anual y formada por representantes de todos los grupos que integren el Pleno Deberán crease distritos como divisiones territoriales presididas por un Concejal, dotadas de órganos de gestión desconcentrada para impulsar la participación ciudadana en la gestión de asuntos municipales. ASESORÍA JURÍDICA inexcusable para la asistencia legal del Alcalde, la Junta de Gobierno Local y órganos directivos (comprende asesoramiento jurídico y representación y defensa en juicio del Ayto.). Su titular será nombrado entre personas que ostenten el título de licenciado en Derecho y ostenten la condición de funcionario local con habilitación de carácter nacional o bien funcionario de carrera del Estado. UN ÓRGANO COLEGIADO PARA LA RESOLUCIÓN DE LAS RECLAMACIONES ECONÓMICO ADMINISTRATIVAS. Órgano especializado en el conocimiento y resolución de las reclamaciones sobre: Actos de gestión, Liquidación, Recaudación Inspección de tributos e ingresos de Dº público de competencia municipal, El dictamen de los proyectos de ordenanzas fiscales La elaboración de estudios y propuestas tributarias. La resolución dictada pone fin a la vía adva, contra ella solo cabrá interposición del recurso Contencioso-advo. Lo formará un nº impar de miembros, con un mínimo de tres, designados por el Pleno con el voto favorable de la mayoría absoluta, de entre personas de reconocida competencia técnica, a los que se dota de garantías frente a ceses arbitrarios. (Siguiendo la Ley 50/1997 del Gobierno, la Ley 57/2003 considera órganos directivos: Los coordinadores generales de cada área o concejalía. Al titular del órgano de apoyo a la Junta de Gobierno L. Al Concejal-secretario de la misma. Al titular de la asesoría jurídica. Al Secretario General del Pleno. Al Interventor General municipal Al titular del órgano de gestión tributaria. Los titulares de los máximos órganos de dirección de los Organismos autónomos y de las Entidades públicas empresariales locales. El nombramiento de los Coordinadores Generales y de los Directores Generales se reserva a los funcionarios públicos con habilitación de carácter nacional o a los funcionarios de cualquier Admón a los que se exija el título de doctor, licenciado, ingeniero, arquitecto o equivalente, salvo que el Pleno permita, atendiendo a características específicas del puesto, que su titular no reúna dicha condición, en ese caso, el nombramiento habrá de efectuarse motivadamente y de acuerdo a criterios de competencia profesional y experiencia en puestos de responsabilidad en la gestión pública o privada.) PEQUEÑOS MUNICIPIOS. EL RÉGIMEN DE CONCEJO ABIERTO. ENTIDADES DE ÁMBITO INFERIOR AL MUNICIPIO Se consideran así los municipios con menos de 100 habitantes. Estos municipios se rigen por el sistema de concejo abierto y en él se atribuyen al Alcalde y a una Asamblea Vecinal de la que forman parte todos los electores, el gobierno y administración municipal, ajustando su funcionamiento a los usos, costumbres y tradiciones locales y, en su defecto, a lo establecido con carácter general en la Ley de Bases y las leyes de las CCAA sobre régimen local. También se aplicará el concejo abierto a los municipios que tradicionalmente cuente con este singular régimen de gobierno, o a los que por su localización geográfica lo soliciten. 80 Las leyes de las CCAA, podrán establecer "regímenes especiales" para municipios pequeños de carácter rural y para otros que reúnan otras características que lo hagan aconsejable, como su carácter histórico, turístico, industrial, etc. (Art.30) El pleno del Ayuntamiento++ En la Administración municipal, el Pleno es el órgano supremo, tanto en el régimen común como en el de los Municipios de gran población. Es el órgano que encarna la voluntad municipal, democráticamente establecida por la elección popular de todos sus miembros, el Alcalde y los Concejales. Número y Elección de Concejales. La Ley 7/1985 LBRL remite a la LO 5/1985 del Régimen Electoral General, el procedimiento para la elección de Concejales, los supuestos de inelegibilidad e incapacidad y la duración de su mandato. El número de concejales es variable, en función de la población: Va desde 5 concejales para los Munic. de hasta 250 residentes, Hasta 25 para los de 50.001 a 100.000; Después se añade 1 más por cada 100.000, Y otro más si el número total de concejales fuese par La elección se ajusta al sistema de representación proporcional, semejante al que rige la elección de los miembros del Congreso. El sistema de listas completas y cerradas no goza de unánimes simpatías; la Ley Electoral ha establecido una modesta excepción al sistema de voto de listas completas y cerradas en los Municipios con población entre 100 y 250 habitantes y es: cada partido, coalición, federación o agrupación podrá presentar una lista con máximo 5 nombres; cada elector dará su voto a un máximo de cuatro entre los candidatos proclamados en el distrito, contándose los votos por candidato y distrito, ordenándose en una columna de mayor a menor, proclamándose electos los candidatos con mayor nº de votos, hasta completar el nº de cinco Concejales, resolviéndose por sorteo los casos de empate. Competencias del Pleno. La Ley 7/1985 LBRL si bien, establece que el Pleno del Ayto. Constituido por todos los Concejales y presidido por el Alcalde constituye el órgano supremo del Municipio, delimitó sus competencias (art 22). La Ley 11/1999 de Modificación de las Bases del Régimen Local, potencia la figura del Alcalde y reduce el Pleno a un órgano de dirección política y de control, privándolo de aquellas competencias que tienen carácter eminentemente ejecutivo en beneficio del Alcalde. En contrapartida se refuerzan las funciones de control mediante mayor frecuencia de sesiones ordinarias y se establece el carácter preceptivo de las Comisiones Informativas, (órganos de estudio, informe y seguimiento de la gestión del Alcalde o del Presidente y de sus órganos delegados, en Municipios de más de 5.000hab y en las Diputaciones Provinciales). COMPETENCIAS DEL PLENO EN MUNICIPIOS DE RÉGIMEN COMÚN SON: a. Normativas: aprueba el Reglamento orgánico, las Ordenanzas y los planes de urbanismo en su fase inicial. b. Fiscalizadoras o de control: sobre los órganos municipales con carácter general y en especial a través de la aprobación de los presupuestos y cuentas, la moción de censura al Alcalde y la de confianza planteada por éste. c. Organizativas: sobre la participación del Municipio en organizaciones supramunicipales, sobre la forma de gestión de los servicios y aprobación de la plantilla de personal. d. Financieras: la determinación de los tributos municipales, disposición de los gastos, la enajenación y adquisición de bienes cuando excedan de determinada cuantía, por debajo de la cual, 10% del patrimonio municipal es competencia del Alcalde. 81 e. Cuasi-jurisdiccionales: planteamiento de conflictos de competencia a otras Admón, decisión sobre ejercicio de acciones ante Tribunales en materia de competencia plenaria (no atribuidas al Alcalde). COMPETENCIAS DEL PLENO EN MUNICIPIOS DE GRAN POBLACIÓN: Las innovaciones que introduce la Ley 57/2003 consisten en la posibilidad de que el Alcalde delegue su Presidencia en cualquier Concejal, la supresión de las funciones ejecutivas o advas del Pleno y la posibilidad de delegar funciones resolutorias en las Comisiones. Con ello se viene a configurar al Pleno únicamente como un verdadero órgano de control sobre los órganos ejecutivo, de confrontación de la política municipal y de adopción de las decisiones estratégicas. Naturaleza, elección y cese del Alcalde: La novedad más significativa de la Ley LBRL 7/1985 ha sido privar al Alcalde de su condición de representante del Estado en el Municipio, el cual, a su vez, deja de ser una circunscripción territorial del Estado. Este sustancial cambio se ha producido sin oposición política ni justificación en la Exposición de Motivos. Para la elección del Alcalde, el art 140 CE ofrece la alternativa de que sea elegido por los Concejales o por los vecinos directamente; por la primera opción optó la LO 5/1985 de Régimen Electoral, siendo elegido por mayoría absoluta pero, restringido a aquellos Concejales que hubiesen encabezado una de las listas electorales. En caso de no obtener ninguno la mayoría absoluta, será proclamado Alcalde quien encabece la lista más votada; en caso de empate se resolverá por sorteo (art 195). (”Este es un sistema que, vista la experiencia favorece el transfuguismo como mecanismo alternativo de poner y quitar Alcaldes”) -Pueden ser elegibles, (Dº de sufragio pasivo), los españoles y los residentes extranjeros comunitarios, mayores de edad que, poseyendo la cualidad de elector lo sean conforme a los art 6 y 177 LO 5/1985 de Régimen Electoral {Resumen del art 6, no serán elegibles: miembros de la familia Real y sus cónyuges, Magistrados TC, vocales CGPJ, Defensor del Pueblo y adjuntos, Fiscal General, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Gobernador y Subgobernador del Banco de España, etc., los condenados por sentencia firme a penas privativas de libertad, y aunque no sea firme la sentencia, los condenados por delitos de rebelión o terrorismo, etc.; y aquellos que ocupen altos cargos de la Admón durante su mandato} La duración del cargo será de 4 años contados desde la fecha de su elección. Para el cese la LO 5/1985 introduce como novedad la moción de censura como técnica de destitución del Alcalde (art 197), la cual debe ser suscrita por la tercera parte de los Concejales y tiene carácter constructivo, debiendo incluir el nombre de un candidato que haya figurado en los tres primeros puestos de una lista o en los siguientes si alguno hubiera perdido la condición de Concejal. Requiere ser aprobada por la mayoría absoluta del nº de miembros de la Corporación y si prospera se proclama Alcalde al candidato propuesto. Ningún Concejal puede suscribir durante su mandato más de una moción de censura (mucho más restrictiva en la moción al Presidente del Gobierno). La Ley de Bases RL en el art 22.3 ha incorporado al ámbito local LA CUESTIÓN DE CONFIANZA. La cuestión de confianza está vinculada a la aprobación o modificación de los siguientes asuntos: Presupuestos anuales. Reglamento orgánico. Ordenanzas fiscales. La aprobación que ponga fin a la tramitación de los instrumentos de planeamiento general de ámbito municipal. El requisito previo para su presentación es que el acuerdo correspondiente haya sido debatido en el Pleno y que éste no hubiese obtenido la mayoría necesaria para su aprobación. En consecuencia, el Alcalde cesará automáticamente cuando no hubiera obtenido los votos necesarios para la 82 aprobación del acuerdo, quedando en funciones hasta la toma de posesión de quien hubiere de sucederle (art 197 bis LO 5/1985). La vacante en la Alcaldía en supuestos distintos a los anteriores se resuelve conforme al procedimiento previsto para su elección, considerándose que encabeza la lista en que figuraba el Alcalde el siguiente de la misma, a no ser que renuncie. Funciones y Competencias: Ha dejado de ser el representante del Estado pero, es el verdadero Jefe del Gobierno municipal, siendo el Pleno quien controla el ejercicio de sus notables poderes. Es el Presidente de la Corporación: convoca y preside las sesiones del Pleno, de la Junta de Gobierno y de cualesquiera otros órganos municipales; tiene voto de calidad y representa al Ayto frente a terceros y en los Tribunales. Es el Jefe del Ejecutivo o Gobierno municipal: Dirige el Gobierno y la Admón municipal, Ordena la publicación Hace cumplir los acuerdos del Pleno, Nombra los Tenientes de Alcalde, Inspecciona e impulsa los servicios y obras Ejerce cierta potestad reglamentaria a través de los bandos, decretos e instrucciones (subordinados estos siempre a las ordenanzas que aprueba el Pleno). En materia económica ejerce la gestión ordinaria y dispone los gastos dentro del presupuesto, concierta operaciones de crédito y adquisiciones de bienes con un importe no superior al 10% de sus recursos ordinarios, y dentro de la misma cuantía celebra contratos y otorga concesiones advas. En materia de personal tiene notables competencias y funciones: Ejerce la jefatura de: Los funcionarios, Contratados laborales De la Policía Municipal. Aprueba la oferta de empleo público de acuerdo al Presupuesto y LA PLANTILLA aprobados POR EL PLENO, aprueba las bases de la pruebas de selección, los concursos de provisión de puestos de trabajo, distribuye las retribuciones complementarias que no sean fijas y periódicas, acuerda la separación del servicio de los funcionarios y el despido del personal laboral, dando cuenta al Pleno en estos dos últimos casos y en la primera sesión que se celebre. Competencias urbanísticas de gestión: aprobación de los instrumentos de desarrollo del planeamiento general NO expresamente atribuidos al Pleno; así como la expedición de licencias. Ejercicio de acciones judiciales y advas y la defensa del Ayto: en materias de su competencia y en caso de urgencia, en materias de competencia del Pleno, dando cuenta al mismo en la primera sesión que se celebre para su ratificación. Es el órgano sancionador del Ayto: por las faltas de desobediencia a su autoridad o por infracción de las ordenanzas municipales. CLÁUSULA RESIDUAL DE COMPETENCIAS: en virtud de la cual le corresponde el ejercicio de todas aquellas atribuciones que la legislación del Estado o de las CCAA asigne al Municipio y NO estén reservadas al Pleno u otro órgano. Puede delegar funciones en los Tenientes de Alcalde y en la Junta de Gobierno, excluyendo: la de convocar y presidir las sesiones del Pleno y de la Junta de G.; el voto de calidad; la concertación de operaciones de crédito, la jefatura sobre todo el personal, dictar bandos, aprobar 83 instrumentos de desarrollo urbanísticos y planes urbanísticos y el ejercicio de acciones judiciales. Los Tenientes de Alcalde tienen la misión de sustituir al Alcalde en los casos de vacante, ausencia o enfermedad. Nombrados y revocados libremente por el Alcalde entre los Concejales de la Junta de G. y, donde ésta no exista, de entre los Concejales. En los Municipios de gran población, el Alcalde ostenta formalmente menos atribuciones gestoras o ejecutivas que las señaladas para el régimen común, porque la Ley las atribuye a una Junta de Gobierno Local “fuerte”. Ésta es la que nombra y cesa a los titulares de los órganos directivos de la Admón municipal, la potestad sancionadora, otorgamiento de licencias, gestión urbanística, aprobación del proyecto de presupuesto. Pero, si se tiene en cuenta que el Alcalde nombra y cesa discrecionalmente a los miembros de la Junta (igual que el Presidente del G. a los Ministros), tiene sustancialmente, todo el poder de ésta. LA JUNTA DE GOBIERNO LOCAL+ La Junta de Gobierno Local comparte, al servicio del Alcalde, el ejecutivo local y tiene distinta composición y funciones en los Municipios de régimen común y en los de gran población. EN LOS MUNICIPIOS DE RÉGIMEN COMÚN La Junta de Gobierno Local se integra por el Alcalde y un número de Concejales no superior al tercio del número legal de los mismos, nombrados y separados libremente por aquel, dando cuenta al Pleno. Corresponde a la Junta de Gobierno Local la asistencia al Alcalde en el ejercicio de sus atribuciones; pero a diferencia de los Municipios de gran población, carece de competencias propias, correspondiéndole entonces ejercerlas al Alcalde. EN LOS MUNICIPIOS DE GRAN POBLACIÓN la gran novedad introducida por la Ley 57/2003 de medidas para la modernización del gobierno local, es que la Junta de Gobierno Local, a la que junto al Alcalde se le atribuye la condición de órganos superiores, se nutre no solo de representantes locales, es decir de Concejales, cuyo número no podrá exceder de un tercio del numero legal de miembros del Pleno, incluido el Alcalde, sino que, además, el Alcalde podrá nombrar personas NO electas que no ostenten la condición de Concejales, siempre que el número de estas no supere un tercio de los miembros de la Junta, excluido el Alcalde. Sus derechos económicos y prestaciones sociales serán los de los miembros electivos. (art 126 LBRL) Todos los miembros de la Junta (como los Ministros del Gobierno de la Nación en el congreso de los Diputados) podrán asistir a las sesiones del Pleno e intervenir en los debates, responden políticamente ante el Pleno de su gestión de forma solidaria, sin perjuicio de la responsabilidad directa de cada uno de sus miembros por su gestión. En cuanto a sus atribuciones, corresponde a la Junta de Gobierno Local: La aprobación de los proyectos de ordenanzas y de los Reglamentos, Aprobación del proyecto de Presupuesto y de los proyectos de instrumentos de ordenación urbanística cuya aprobación definitiva o provisional corresponda al Pleno. Otorga cualquier tipo de licencia, contrataciones y concesiones. Autoriza y dispone gastos en materia de su competencia. Gestiona el personal (retribución, oferta de empleo, bases de las convocatorias, separación del servicio de los funcionarios, despido del personal laboral, régimen disciplinario, etc.). Nombra y cesa a los titulares de los órganos directivos de la Admón municipal. Ejercita las acciones judiciales y advas en materia de su competencia. 84 Tiene atribuida la potestad sancionadora municipal. La Junta de Gobierno L. podrá delegar parte de estas competencias en los Tenientes de Alcalde, en los demás miembros de la Junta de Gobierno, en su caso, en los Concejales, en los Coordinadores Gles, Directores Gles u órganos similares. INFRA Y SUPRAMUNICIPALIDAD Con naturaleza de entes locales, verdaderas administraciones territoriales (la Ley de Bases de Régimen Local contempla otros supuestos) en unos casos con territorio y población inferior al municipio, y, en otros casos, superior. Estas entidades son de carácter dispositivo, dado que podrán constituirse o no en función de los requisitos exigidos para su creación por la legislación de las CCAA. Son estas las entidades locales menores, las mancomunidades de municipios, las áreas metropolitanas y las comarcas. Entidades locales menores Las Entidades Locales Menores son entes locales de ámbito inferior al Municipio y se constituyen sobre núcleos de población separados, tales como parroquias, aldeas, barrios, anteiglesias, concejos, pedanías, lugares anejos y otros análogos, o aquellas que establezcan las leyes. Las Entidades locales menores gozan de personalidad jurídica independiente del Municipio en que están enclavadas. No son estructuras orgánicas de gestión desconcentrada como los distritos. En todo caso las entidades locales menores, justamente con los pequeños municipios constituyen residuos de un pasado municipal con escasa vigencia. La regulación de las entidades locales menores corresponde a las leyes autonómicas que deberán respetar las siguientes reglas como legislación básica: La constitución de nuevas Entidades locales de ámbito inferior al Municipio requiere: Petición escrita de la mayoría de los vecinos residentes en el territorio que haya de ser base de la Entidad o alternativamente acuerdo del Ayuntamiento Información pública vecinal Informe del Ayuntamiento Resolución definitiva por el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma; fijando la norma como única limite la imposibilidad de constituirse en Entidad local el núcleo territorial en que resida el Ayuntamiento. La Entidad habrá de contar con: Un órgano unipersonal ejecutivo de elección directa Un órgano colegiado de control, cuyo número de miembros no podrá ser inferior a 2 ni superior al tercio del número de Concejales que integran el respectivo Ayuntamiento. La designación de los miembros del órgano colegiado se hará de acuerdo con el resultado de las elecciones para el Ayto en las Secciones constitutivas de la circunscripción para la elección del órgano unipersonal. Los acuerdos sobre disposición de bines, operaciones de crédito y expropiación forzosa deberán ser ratificados por el Ayuntamiento. El Texto Refundido de Régimen Local de 1986, que tiene carácter supletorio de la propia legislación autonómica, les reconoce las siguientes competencias: construcción, conservación y reparación de fuentes, lavaderos y abrevaderos, policía de caminos rurales, montes, fuentes y ríos, limpieza de calles, admón y conservación de su patrimonio, regulación del aprovechamiento de sus bienes comunales, ejecución de obras y prestación de servicios de competencia municipal y de exclusivo interés de la Entidad, cuando no esté a cargo del respectivo Municipio. 85 Órganos de Gobierno: La misma norma configura como órgano unipersonal y ejecutivo de la Entidad al Alcalde pedáneo con atribuciones como: Convocar y presidir la Junta o Asamblea. Dirigir las deliberaciones y decidir los empates con voto de calidad. Hacer cumplir y ejecutar sus acuerdos. Aplicar el presupuesto, pagos y rendir cuentas de su gestión. Vigilar la conservación de caminos rurales, fuentes públicas y montes. Servicios de policía urbana y de subsistencias. Las demás que le atribuyan las leyes y las no reservadas a otros órganos. A la Asamblea le corresponde: La aprobación de presupuestos y ordenanzas de exacciones. Censura de cuentas. Reconocimiento de créditos. Admón y conservación de bienes y Dº propios de la Entidad. Regulación del aprovechamiento de bienes comunales. Los acuerdos sobre disposición de bienes, operaciones de crédito y expropiación forzosa, que deberán ser ratificados por el Ayto respectivo. Mancomunidades, consorcios. +++++ MACOMUNIDADES: Las Mancomunidades son, al contrario de las entidades locales menores, una respuesta a la insuficiencia poblacional o territorial de los pequeños Municipios por la vía del asociacionismo, que da lugar a un nuevo Ente Local que sirve para la ejecución en común de obras y servicios determinados dentro de sus competencias. La Mancomunidad de Municipios, Está contemplada en el art 44 de la Ley 7/1985 LBRL. Destacar que la asociación se da sólo entre Municipios, dando lugar a un verdadero Ente Local especializado con las facultades propias de los de esta naturaleza, pero sin la presencia de los particulares, a diferencia de los Consorcios. Con la Mancomunidad se pretende paliar el problema de la falta de recursos de los Municipios para afrontar obrar o prestar servicios. Es propio atender a la prevención y extinción de incendios, recogida y tratamiento de basuras, abastecimiento y tratamiento de aguas, explotación y gestión de mataderos, etc. El carácter voluntario para su creación, frustra las esperanzas que se pusieron en esta figura para superar los graves inconvenientes derivados de la existencia de pequeños Municipios y la debilidad de sus recursos para atender a los servicios y funciones públicas encomendadas. La Ley les reconoce personalidad jurídica y capacidad para el cumplimiento de sus fines específicos. Su creación exige el voto favorable de la mayoría absoluta del Pleno de los Ayto interesados, previa información pública durante un mes. Cuando estén implicados Municipios de distintas Provincias habrá de darse audiencia a las Diputaciones Provinciales respectivas, art 47.3b y 35.3 Ley 7/1985 y Texto Refundido de RL. Los Estatutos deberán expresar: Los Municipios que comprenden. Lugar en que radiquen sus órganos de gobierno y admón. Número y forma de designación de los representantes de los Ayto que han de integrar los órganos de Gobierno de la Mancomunidad. Sus fines. 86 Recursos económicos. Plazos de vigencia. Procedimiento para modificar los Estatutos y causas de disolución. Según la Ley 57/2003 de Medidas para la Modernización del Gobierno Local, para la prestación de servicios o ejecución de las obras de competencia de las Mancomunidades, disfrutarán de las competencias de los Entes locales territoriales que determinen sus Estatutos, en defecto de previsiones, le corresponderán todas las potestades precisas para el cumplimiento de sus objetivos y de acuerdo con la legislación. Como límite competencial: imposibilidad de que asuma la totalidad de las competencias asignadas a los respectivos Municipios (art 35.2 Texto Refundido RL 1986). La aprobación de los Estatutos sigue el procedimiento determinado por la legislación de las CCAA, y en todo caso se ajustará a las siguientes reglas: La elaboración corresponderá a los Concejales de la totalidad de los Municipios promotores de la Mancomunidad, reunidos en Asamblea. Las Diputaciones Provinciales interesadas emitirán informe sobre el proyecto de Estatutos. Los Plenos de todos los Ayto aprobarán los Estatutos. El mismo procedimiento se seguirá para la modificación (adhesión o separación) o supresión de las Mancomunidades. Los órganos de Gobierno serán representativos de los Aytos mancomunados en la forma que determine sus Estatutos. A falta de regulación expresa, el Reglamento de Organización, Funcionamiento y Régimen Jurídico de las Entidades Locales 1986, establece como normativa supletoria que los órganos de gobierno o Juntas de Mancomunidad estarán integradas por un Presidente, un Vicepresidente que lo sustituya en caso de ausencia o enfermedad, elegidos por y entre los Vocales representantes de cada Municipio, que lo serán en un nº mínimo de dos (art 140). Los cargos de Secretario, Interventor y Tesorero habrán de ser desempeñados por funcionarios con habilidad nacional. CONSORCIOS: A diferencia de la Mancomunidad, El Consorcio Local es una figura que supone incluir o integrar en la agrupación, junto a los Entes locales, a particulares sin ánimo de lucro. Figura organizativa con precedentes en el Decreto de 1944 sobre abastecimiento de agua a poblaciones, aparece en el Reglamento de Servicio de las Corporaciones Locales de 1955 “Las Corporaciones locales podrá constituir Consorcios con Entidades públicas de diferente orden para instalar o gestionar servicios de interés local (art 37)”. La Ley 7/1985 LBRL amplía el concepto al permitir la presencia de particulares “organización que pueden constituir las autoridades locales con otras Ad.P para fines de interés común, o con Entidades privadas sin ánimo de lucro que persiguen fines de interés público concurrentes con los de las Ad.P (art 87). Goza de personalidad jurídica propia, se rige por el Estatuto, que determinará el régimen orgánico, funcional y financiero y deberá, una vez constituido, crear una organización específica para el cumplimiento de sus fines, que pueden ser cualquiera de las organizaciones previstas en las formas de gestión de servicios “sustituyendo a los Entes consorciados” (art 40 Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales). Se da a entender que los Estatutos podrán prever la creación de un aparato propio u órgano directo de gestión, o dar origen a un Ente instrumental (Organismo autónomo, empresa privada), o bien, adjudicarse el servicio a un concesionario o arrendatario según las diversas formas de gestión indirecta de los servicios locales. 87 LA COMARCA Está formada por una agrupación de Municipios cuyas características geográficas o humanas, determinan la existencia de intereses comunes que precisen de una gestión propia o la prestación de servicios de dicho ámbito. {Estamos, como en el caso de la parroquia, ante una reivindicación nacionalista, fundamentalmente catalana}. La Ley 7/1985 LBRL dispuso para todas las CCAA menos para Cataluña, una muy eficaz condición limitadora “si a ello se oponen expresamente las 2/5 partes de los Municipios que debiera agruparse, siempre que, tales Municipios representen al menos la ½ del censo electoral del territorio correspondiente” (art 42 y disposición adicional Cuarta). Se establece pues una organización SUPRAMUNICIPAL e INFRAPROVINCIAL, la Comarca, que en Cataluña tendrán competencias sobre: Ordenación del territorio y urbanismo, Sanidad, Servicios sociales, Cultura, Deportes, Enseñanza, Salubridad pública Medio ambiente. El Pleno, El Presidente La Comisión Especial de Cuentas. Órganos de gobierno: En Cataluña 38 Comarcas, en Castilla León la Comarca del Bierzo, en Aragón 30. La Ley 7/1985 LBRL, remite la creación de las comarcas, a las CCAA de acuerdo con lo dispuesto en sus Estatutos, estableciendo como requisito que su creación nunca podrá suponer la pérdida por los Municipios de sus competencias propias (art 25). Requisito sin sentido, pues la creación de Comarcas persigue precisamente absorber las competencias municipales para ejercerla sobre poblaciones más numerosas y territorios más extensos y hacer más rentables los servicios municipales. Nada impide, sin embargo, que los Municipios puedan delegar competencias en la Comarca, tendiendo esto el inconveniente de fundar la comarca sobre competencias precariales. Su ámbito territorial será el que determine las leyes de las CCAA, las que también fijarán la composición y funcionamiento de sus órganos de gobierno, recursos y competencias, La iniciativa para su creación podrá partir de los Municipios interesados, no pudiendo crearse si a ello se oponen expresamente las 2/5 partes de los Municipios que debiera agruparse, siempre que, tales Municipios representen al menos la ½ del censo electoral del territorio correspondiente". Cuando la Comarca agrupe Municipios de distintas Provincias será necesario INFORME FAVORABLE de las Diputaciones Provinciales respectivo Las áreas metropolitanas La ley 7/85 de las Bases del Régimen Local define las Áreas Metropolitanas como “Entidades locales integradas por los Municipios de grandes aglomeraciones urbanas entre cuyos núcleos de población existen vinculaciones económicas y sociales que hagan necesario la planificación conjunta y la coordinación de determinados servicios y obras”. Fueron creadas antes de la Cº 1978, NO como entes locales, SINO como organismos dependientes de la Admón del Estado para la planificación urbanística de los Municipios agrupados y para la prestación de servicios básicos en Madrid (COPLACO) Bilbao (Gran Bilbao), y Valencia (Consejo Metropolitano de la Huerta de Valencia). 88 Sin embargo, la de Barcelona, gobernada por los Concejales de los Municipios del área y dotado de gran capacidad de gestión, fue creada como entidad local. Ahora, su creación deberá hacerse mediante ley de las CCAA, previa audiencia de la Admón del Estado, de los Ayto y Diputaciones afectadas; determinando su organización, régimen económico y de funcionamiento, garantizará la participación de todos los Municipios integrados en el área en la toma de decisiones y una justa distribución de cargas entre todos, así como los servicios y obras de prestación y realización metropolitana y el procedimiento para su ejecución. LA PROVINCIA. CONCEPTO Y ELEMENTOS Nace ligada a los procesos de modernización y cambio político impulsados por el liberalismo revolucionario y será en 1833, final del absolutismo monárquico, cuando se divida el territorio nacional en 50 provincias mediante Real Decreto del Gobierno y debida a Javier de Burgos. Un retraso notable puesto que ya la Constitución de 1812 hablaba de la división territorial en Provincias. Y aunque la Provincia nace como división territorial del Estado para establecer sus servicios (los del Estado), asentando en la capital provincial sus respectivas sedes como Gobiernos civiles, Delegaciones ministeriales…, Su naturaleza de Ente local fue afirmándose paulatinamente para definir intereses provinciales distintos de los municipales y estatales (proceso que se consolida definitivamente con el Estatuto provincial de 20 de marzo de 1925 y que continuará en la Ley republicana de 1935 y en la franquista de 1945. El art. 141 de la CE define la Provincia como: “una entidad local con personalidad jurídica propia determinada por la agrupación de Municipios y también como división territorial para el cumplimiento de las actividades del estado”. Reconoce explícitamente una doble dimensión local y estatal, como ente local y demarcación territorial del Estado, y tb las equipara a los municipios y las CC.AA. En las CC.AA. uniprovinciales esta protección es inexistente: se ha aceptado su desaparición como Ente Local por integración en la Comunidad Autónoma respectiva. Se pueden distinguir los siguientes modelos de organización provincial: Organización provincial fuerte, aquellas Comunidades Autónomas en que las Diputaciones asumen a las competencias asignadas como propias por la legislación local las transferidas o delegadas por las Comunidades Autónomas (incluso las transferidas por el Estado a la Comunidad Autónoma) y, además, se hagan cargo de la gestión ordinaria de servicios propios de la Comunidad Autónoma. {A este modelo de potenciación de la Provincia frente a un mayor desarrollo de la Administración Central de la Comunidad Autónoma responderá la organización de la Comunidad Autónoma Vasca, Organización provincial débil para describir la situación y tendencia de las Provincias catalanas, condenadas a mínimos competenciales como consecuencia de un doble cerco: la potenciación máxima del centralismo de la Generalidad y la creación de otro nivel territorial intermedio entre la Provincia y los Municipios, y competitivo con ésta, la Comarca. En cuanto al territorio y población de la Provincia, vienen dados por la suma del territorio y población de los Municipios que comprende. LA ORGANIZACIÓN PROVINCIAL El órgano de Gobierno de la provincia como Ente local ha sido la Diputación Provincial presidida por el gobernador civil. Desvinculada del estado y de la Comunidad Autónoma en favor del principio de autonomía local, la LBRL (Ley de Bases del Régimen Local) de 1985 reguló la organización de la diputación Provincial de forma análoga a lo dispuesto al Ayuntamiento: potenciar al Presidente frente al Pleno. El régimen orgánico resultante es: El Presidente, los Vicepresidentes, la Junta de Gobierno y el Pleno existen en todas las diputaciones. 89 Asimismo existirán en todas las Diputaciones órganos que tengan por objeto el estudio, informe o consulta de los asuntos que han de ser sometidos a la decisión del Pleno, así como el seguimiento de la gestión del Presidente, la Junta de Gobierno y los Diputados que ostenten delegaciones, siempre que la respectiva legislación autonómica no prevea una forma organizativa distinta en este ámbito, y sin perjuicio de las competencias de control que corresponden al Pleno. Todos los grupos políticos integrantes de la corporación tendrán derecho a participar en dichos órganos, mediante la presencia de Diputados pertenecientes a los mismos, en proporción al número de Diputados que tengan en el Pleno. El resto de los órganos complementarios se establecen y regulan por las propias Diputaciones. No obstante las leyes de las CC.AA. sobre régimen local podrá establecer una organización provincial complementaria. El régimen provincial, similar al municipal, sigue las pautas de un Gobierno parlamentario: la “soberanía provincial” reside en el Pleno, y el Presidente de la Diputación y la Junta de Gobierno asumen la posición del Presidente del Gobierno y de éste en la organización política del Estado. La Diputación Provincial Es el órgano máximo de la Diputación, constituido por el Presidente y los Diputados provinciales. El número de Diputados es proporcional al número de residentes en la Provincia. 25 diputados hasta 500.000 residentes 27 diputados entre 500.000 y 1.000.000 51 para más de 3.500.000. Los Diputados deben reunir la condición de Concejales en los Ayuntamientos de la provincia respectiva. Su elección es indirecta, o de segundo grado, a través del siguiente procedimiento: La junta Electoral Provincial distribuye el número total de Diputados provinciales entre los Partidos Judiciales de la Provincia en proporción al número de residentes en cada uno de ellos. Los límites son: 1 diputado como mínimo, independientemente de la población Ningún partido puede contar con más de tres quintas partes del número total de Diputados, por muchos que sean sus habitantes. La Junta Electoral forma una relación de partidos políticos, coaliciones, federaciones, agrupaciones de electores que hayan obtenido algún concejal de cada Partido Judicial, ordenándolos por un orden decreciente de votos obtenidos por cada uno de ellos. Después, los diputados del partido judicial se distribuyen según la ley D’hont. La Junta Electoral Provincial convoca a los Concejales elegidos por cada uno de aquellos partidos políticos para que, entre ellos, elijan el Diputado o Diputados que les haya correspondido, más tres suplentes. Serán elegidos los Concejales integrantes de la lista que obtenga más votos de entre los concejales del propio partido. La lista tiene que estar avalado con 1/3 de dichos concejales y se pueden presentar varias listas. El Pleno Las competencias son análogas a las del Pleno del Ayuntamiento, y como depositario de la “soberanía” provincial le corresponde: La titularidad de las potestades normativas básicas (organización, aprobación de las ordenanzas y de los planes de carácter provincial, aprobación de presupuestos, plantillas de personal, relación de puestos de trabajo, retribuciones complementarias de personal y régimen de personal eventual. 90 Potestades de control sobre todos los órganos provinciales, funciones decisorias sobre enajenación de bienes y contracción de gastos que superen una determinada cuantía, Decisiones en materia procesal, como el ejercicio de acciones judiciales, acuerdos de lesividad y conflictos de competencia. El Presidente de la diputación Su elección corresponde al Pleno, que lo elige de entre sus miembros por mayoría absoluta, en primera votación; por mayoría simple en segunda. La destitución se hace por moción de censura constructiva o por pérdida de la cuestión de confianza vinculada a la NO aprobación de los siguientes asuntos: Los presupuestos anuales, El reglamento orgánico, El plan provincial de cooperación a las obras y servicios de competencia municipal. El nuevo Presidente se elegirá de acuerdo con el sistema previsto para los Alcaldes. El paralelismo entre el Alcalde y el Presidente continúa en cuanto a sus funciones y competencias, concebidas en base a ser Presidente ejecutivo de un órgano colegiado, de cuyo funcionamiento es responsable y que representa a la Provincia, además de ser el Jefe de la Administración provincial. Conforme a la Ley de Bases de Régimen Local después de la modificación por la Ley 11/1999, al Presidente de la Diputación le corresponde: Dirigir el gobierno y la administración de la provincia, representar a la Diputación, convocar y presidir las sesiones, decidir en los empates mediante voto de calidad. Como órgano ejecutivo, ordenar la publicación y ejecución, hacer cumplir los acuerdos de la Diputación y dirigir los servicios y obras. El desarrollo de la gestión económica de acuerdo con el presupuesto, a cuyo fin dispone gastos dentro de los límites de su competencia, concierta operaciones de crédito, contrataciones y concesiones cuyo importe no supere la cuantía que la Ley precisa. Como jefe de personal, aprobar la oferta de empleo público de acuerdo con el Presupuesto y la plantilla aprobados por el Pleno, las bases de las pruebas para la selección de personal y para los concursos de provisión de puestos de trabajo, distribuye las retribuciones complementarias que no sean fijas y periódicas, nombrar y sancionar a los funcionarios. El ejercicio de las acciones judiciales y administrativas y la defensa de la Diputación en las materias de su competencia y, en su caso, de urgencia, en materias de la competencia del Pleno. Como competencia residual le corresponde el ejercicio de las atribuciones que la legislación del Estado o de las CCAA asigne a la Diputación y no estén expresamente atribuidas a otros órganos. LA AUTONOMÍA MUNICIPAL El grado de autonomía de las entidades locales depende de 2 variables: Las competencias que tienen garantizadas como propias frente al Estado u otras corporaciones territoriales superiores. La mayor o menor independencia en su ejercicio. En cualquier caso la autonomía de los Entes Locales y en particular el Municipio, no puede, en principio, ser total, ni confundirse con la independencia o la soberanía, porque cada entidad local opera en un territorio y sobre una población, sobre la que también tienen competencias y responsabilidades otros Entes y el Estado. 91 Regulación tras la Constitución de 1978 y regulación en la LBRL La Cº de 1978 no estableció una tabla de competencias locales, sino que todas las competencias públicas las repartió entre el Estado y las CCAA. Establece que los Municipios y demás Entes territoriales, gozan de autonomía para la gestión de sus intereses respectivos (art 137), remitiendo al legislador ordinario la determinación de la competencia de las Entidades locales, sin llegar a definir constitucionalmente ningún ámbito material. La regulación de competencias en la LBRL: La vigente LBRL de 1985 establece la legitimación o capacidad del Municipio “para promover toda clase de actividades y prestar cuantos servicios públicos contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal”. Competencia de Participación: la ley alude a la competencia de participación, en los términos de la legislación del Estado y de las CCAA en las materias que enumera: seguridad en lugares públicos, programación de la enseñanza, tráfico, protección civil, incendios, urbanismos, patrimonio históricoartístico, medio ambiente, abastos, matadero, ferias, mercado, defensa de usuarios y consumidores, salubridad pública, promoción y reinserción social, suministro de agua y alumbrado, , transporte público, actividades o instalaciones culturales y deportivas, ocupación del tiempo libre y turismo (art 25). En estas materias la ley estatal o autonómica determinará las competencias municipales, “atribuyéndolas según procedan en atención a las características de la actividad pública de que se trate y a la capacidad de gestión de las Entidades locales, de conformidad con los principios de descentralización y de máxima proximidad de la gestión adva a los ciudadanos”. Competencias obligatorias mínimas: el art 26 identifica una serie de funciones mínimas a prestar por los Municipios por sí o asociados con otros: En todos los Municipios: Alumbrado público, Cementerio, Recogida de residuos, Limpieza viaria, Abastecimiento domiciliario de agua potable, Alcantarillado Acceso a núcleos de población, Pavimentación Control de alimentos y bebidas. En Municipios con población superior a 5.000 habitantes: además Parque público, Biblioteca pública, Mercado Tratamiento de residuos. Población superior a 20.000 habitantes: además Protección civil, Prestación de servicios sociales, Prevención y extinción de incendios, Instalaciones deportivas públicas Matadero. Población superior a 50.000 habitantes: además Transporte colectivo urbano Protección del medio ambiente. Ante un eventual incumplimiento de estos servicios mínimos, la Ley establece en su art. 26 que: La Comunidad Autónoma dispensará los servicios mínimos cuando por sus características peculiares resulte imposible o muy difícil cumplimiento al prestación por los Ayuntamientos 92 Por otra parte, establece que la ayuda de las Diputaciones Provinciales a los Municipios estará orientada preferentemente el establecimiento y adecuada prestación de estos servicios mínimos. La Garantía Constitucional de la Autonomía de los Entes Locales y su Defensa ante el Tribunal Constitucional. El art 11 de la Carta Europea de Autonomía Local, una LO modificó la Ley Orgánica del TC para que puedan ser objeto de impugnación ante éste, por parte de los entes locales, aquéllas leyes del Estado o de las CCAA que pudieran resultar no respetuosas de dicha autonomía. Para plantear el conflicto están legitimados los Municipios o Provincias que sean únicos destinatarios de la ley, si ésta no es particular sino general, estarán legitimados: Únicamente 1/7 del nº de Municipios del territorio al que afecte (siempre que represente al menos 1/6 de la población oficial del ámbito territorial afectado). la mitad de las Provincias en el mismo ámbito (siempre que representen la mitad de la población oficial del ámbito territorial afectado). Para plantear el recurso se necesita el acuerdo del órgano plenario de las Corporaciones locales recurrentes con el voto favorable de la mayoría absoluta del nº legal de miembros de las mismas, y además, con carácter preceptivo pero NO vinculante, un informe del Consejo de Estado u órgano consultivo de la CCA. Planteado el conflicto, el Tribunal podrá acordar: Inadmisión del recurso: mediante auto motivado, por falta de legitimación u otros requisitos exigibles y no subsanables, o cuando fuera infundada. Admisión a trámite, una vez admitido a trámite, el Tribunal en el término de 10 días, dará traslado a los órganos legislativos y ejecutivos de la CCA de la cual emanó la ley, y en todo caso a los órganos legislativos y ejecutivos del Estado. Plazo de 20 para personación y formulación de alegaciones. La Sentencia: declarará si existe o NO vulneración de la autonomía local que garantiza la Cº, resolviendo, según proceda la titularidad o atribución de la competencia controvertida y resolverá, en su caso, sobre las situaciones de hecho o de Dº creadas en lesión de la autonomía local. La declaración, en su caso, de la inconstitucionalidad de la ley que haya dado lugar al conflicto requerirá nueva sentencia si el Pleno del TC decide plantearse la cuestión a sí mismo, después de declarar que ha habido, en su caso, vulneración de la autonomía local. LAS COMPETENCIAS MUNICIPALES: RÉGIMEN DE LAS COMPETENCIAS PROPIAS Y DELEGADAS Se entiende que son competencias propias supone ejercerlas con autonomía, sin sujeción a controles o tutelas y bajo la propia responsabilidad, pudiendo cooperar con administraciones superiores sin perder su autonomía, pero esta autonomía SÍ se pierde cuando se le somete a técnicas más imperativas como la planificación sectorial (art. 58). LAS COMPETENCIAS PARTICIPADAS entre las administraciones superiores y la local no sea factible de división y de su ejercicio coordinado, la LBRL autoriza a resolver mediante procedimientos conjuntos en los que sólo uno de los Entes territoriales ostenta la potestad decisoria final, pero dando participación a los Entes interesados mediante informes, propuestas, etc. art. 62 LAS COMPETENCIAS ATRIBUIDAS POR DELEGACIÓN, (técnica apenas utilizada y condicionada a que se mejore la eficacia de la gestión pública y se alcance una mayor participación ciudadana), se ejercerán en los términos del instrumento de delegación que puede prever fórmulas de dirección 93 y control de oportunidad por el delegante que, en todo caso, habrán de respetar la potestad de auto organización de los servicios de la entidad local. La disposición o el acuerdo de delegación deben determinar el alcance, contenido, condiciones y duración de ésta, así como el control que se reserve la Administración delegante y los medios personales, materiales y económicos que ésta le transfiera. En todo caso, además: La efectividad de la delegación requerirá su aceptación por el Municipio interesado, y en su caso, la previa consulta e informe de la Comunidad Autónoma, salvo que por ley se imponga obligatoriamente {que puede comportar muy posiblemente una inconstitucionalidad por vulneración de la autonomía local}, acompañada de la dotación o el incremento de medios económicos para desempeñarlos. La Administración delegante podrá dirigir y controlar el ejercicio de los servicios delegados, emanar instrucciones técnicas de carácter general, recabar información sobre la gestión municipal, enviar comisionados y formular los requerimientos pertinentes para subsanar las deficiencias observadas. En caso de incumplimiento o negativa a cualquiera de estas medidas, la Administración delegante podrá revocar la delegación o ejecutar por sí misma la competencia delegada en sustitución del Municipio. Los actos del Municipio se ajustarán a la legislación del Estado, Comunidad Autónoma o reglamentación de la Entidad local delegante y podrán ser recurridas ante los órganos competentes de éste (art. 27). 3. LAS COMPETENCIAS PROVINCIALES La Provincia es el enlace entre los Municipios y las otras administraciones superiores, participando en la coordinación de la Administración Local con la de la CCAA y la del Estado. La LBRL sigue las mismas pautas establecidas para la definición de competencias municipales: Competencia de atribución o propias: las que le asignen las Leyes del Estado y de las CCAA sobre cualquier campo de actuación pública, y en todo caso (art. 36 de la Ley 53/2003 de 16 de diciembre de medidas para la modernización del Gobierno local): La coordinación de los servicios municipales entre sí para la garantía de su prestación integral y adecuada. La asistencia y la cooperación jurídica, económica y técnica a los Municipios. La prestación de los servicios de carácter supramunicipal y en su caso supra comarcal. La cooperación en el fomento del desarrollo económico y social y en la planificación en el territorio provincial. En general, el fomento y la administración de los intereses peculiares de la Provincia. A estos efectos la Diputación: Aprueba anualmente un plan provincial de cooperación a las obras y servicios de competencia municipal, en cuya elaboración deben participar los municipios de la provincia. Pudiéndose financiar con medios propios de la Diputación, las aportaciones municipales y las subvenciones que acuerden la Comunidad Autónoma y el Estado con cargo a sus presupuestos. Asegurará el acceso de la población de la provincia al conjunto de los servicios mínimos de competencia municipal y la mayor eficacia y economía en la prestación de éstos mediante cualesquiera fórmulas de asistencia y cooperación municipal. Con esta finalidad las Diputaciones podrán otorgar subvenciones y ayudas con cargo a sus fondos propios para la realización y mantenimiento de obras y servicios municipales. La provincia puede ejercer por delegación competencias que corresponden al Estado y a las CCAA siempre que sean de “mera ejecución”. La delegación, regulada en los mismos términos que para los Municipios, significa que deberá ser aceptada por la Diputación Provincial y que se acompañará de los medios personales, materiales y económicos necesarios, correspondiendo a la Administración delegante dirigir y controlar el ejercicio de los servicios delegados, emanar instrucciones técnicas, recabar información y revocar la delegación en caso de incumplimiento (art. 37). 94 La tutela municipal en la doctrina del TC La puesta en vigor de la Constitución de 1978 supuso una condena de las técnicas de tutela que la Sentencia del TC de 2 de febrero de 1981, declaró contrarias a la autonomía local, anulando buena parte de la regulación de la Ley de Régimen Local de 1955. El TC, en ésta y otras sentencias, ha concretado así sus criterios: Es inconstitucional la potestad de suspender o destituir de sus cargos a los Presidentes y miembros de las Corporaciones locales en caso de mala conducta, así como por motivos graves de orden público. Es incompatible con la autonomía local la sustracción de la potestad del Municipio de aprobación de presupuestos, sin embargo es constitucional la posibilidad de limitar la asunción de obligaciones. Es inconstitucional la regla según la cual en las materias no confiadas a la exclusiva competencia de los Municipios y Provincias unos y otros actuarían bajo la dirección administrativa del Ministerio del Interior. Es Constitucional la suspensión provisional por el Gobernador Civil (hoy Subdelegado de Gobierno) de las ordenanzas y reglamentos locales incursas en infracción legal, por tratarse de un control de legalidad de alcance limitado, ya que la suspensión tiene carácter provisional hasta que decida la Jurisdicción contencioso Administrativa. La judicialización de las relaciones de control y tutela La ley contempla 2 supuestos de control gubernativo directo: La facultad de disolución de los órganos de las corporaciones locales: sólo en el caso de gestión gravemente dañosa para los intereses generales que suponga el incumplimiento de obligaciones constitucionales. Facultad atribuida al Consejo de Ministros, a iniciativa propia y con conocimiento del Consejo de Gobierno de la CCAA correspondiente, o a solicitud de esta, requiriéndose en previo acuerdo favorable del Senado. En el caso de que la Entidad local incumpliere con las obligaciones que tiene por la Ley, y que afectase al ejercicio de competencias de la Admon. del Estado o de la Comunidad Autónoma, y cuya cobertura económica estuviere legal o presupuestariamente garantizada. Cuando el acto de alguna Entidad Local infrinja el ordenamiento jurídico. La Administración del Estado o de la Comunidad Autónoma le puede requerir para que lo anule, motivadamente con expresión de la normativa vulnerada o impugnarlo directamente ante la jurisdicción contenciosoadmistrativa (Art.65). Cuando el acto o acuerdo de la Entidad Local menoscabe las competencias del Estado o CCAA, interfiera su ejercicio o se exceda de su propia competencia. Cabe impugnación por aquellas en el plazo de 15 días, debiendo precisar la impugnación la lesión, o extralimitación competencial que la motiva y las normas legales vulneradas, pudiendo contener la impugnación petición de suspensión. (Art. 66). Cuando el acto o acuerdo atente gravemente al interés general de España. El Delegado del Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Corporación y en el caso de no ser atendido en el plazo de 15 días, podrá suspender el acuerdo y adoptar las medidas pertinentes a la protección de dicho interés en el plazo de 10 días. Acordada la suspensión, el Delegado del Gobierno deberá impugnarlo en el plazo de 10 días desde la suspensión ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa (art. 67 según Ley 11/1999 de 21 de abril de Modificación de las Bases del Régimen Local). 95 La vuelta al control gubernativo: estabilidad presupuestaria y sostenibilidad económica Las actuaciones de las Administraciones estarán sujetas al principio de sostenibilidad financiera. (Se regula en la LO 2/2012, de 27 de abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Se entenderá por sostenibilidad financiera la capacidad para financiar compromisos de gasto presentes y futuros dentro de los límites de déficit, deuda pública y morosidad de deuda comercial conforme a lo establecido en esta Ley, la normativa sobre morosidad y en la normativa europea. Se entiende que existe sostenibilidad de la deuda comercial, cuando el periodo medio de pago a los proveedores no supere el plazo máximo previsto en la normativa sobre morosidad. Para el cumplimiento del principio de sostenibilidad financiera las operaciones financieras se someterán al principio de prudencia financiera. El Estado no asumirá ni responderá de los compromisos de las Comunidades Autónomas, de las Corporaciones Locales y de los entes vinculados o dependientes de aquellas, sin perjuicio de las garantías financieras mutuas para la realización conjunta de proyectos específicos. Las Comunidades Autónomas no asumirán ni responderán de los compromisos de las Corporaciones Locales ni de los entes vinculados o dependientes de estas, sin perjuicio de las garantías financieras mutuas para la realización conjunta de proyectos específicos. Las Corporaciones Locales deberán mantener una posición de equilibrio o superávit presupuestario. Advertencia de riesgo de incumplimiento En caso de apreciar un riesgo de incumplimiento del objetivo de estabilidad presupuestaria, del objetivo de deuda pública o de la regla de gasto de las Comunidades Autónomas o de las Corporaciones Locales, el Gobierno, a propuesta del Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, formulará una advertencia motivada a la Administración responsable previa audiencia a la misma. Formulada la advertencia el Gobierno dará cuenta: Al Consejo de Política Fiscal y Financiera, si la advertida es una Comunidad Autónoma, A la Comisión Nacional de Administración Local, si es una Corporación Local. Dicha advertencia se hará pública para general conocimiento. La Administración advertida tendrá el plazo de un mes para adoptar las medidas necesarias para evitar el riesgo, que serán comunicadas al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Si no se adoptasen las medidas o el Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas aprecia que son insuficientes para corregir el riesgo, se aplicarán las medidas correctivas previstas. El retorno a la intervención por Ley 27/2013 de racionalidad y sostenibilidad local Las Entidades Locales deberán presentar equilibrio presupuestario. El Estado y las Comunidades Autónomas habrán de estar autorizados por Ley para emitir deuda pública o contraer crédito. Gozan, de la condición de Entidades Locales: a) Las Comarcas u otras entidades que agrupen varios Municipios, instituidas por las Comunidades Autónomas de conformidad con esta Ley y los correspondientes Estatutos de Autonomía. b) Las Áreas Metropolitanas. c) Las Mancomunidades de Municipios.» Las Entidades Locales solo podrán ejercer competencias distintas de las propias y de las atribuidas por delegación cuando no se ponga en riesgo la sostenibilidad financiera del conjunto 96 de la Hacienda municipal, serán necesarios y vinculantes los informes previos de la Administración competente por razón de materia, en el que se señale la inexistencia de duplicidades, y de la Administración que tenga atribuida la tutela financiera sobre la sostenibilidad financiera de las nuevas competencias. En especial, la coordinación de las Entidades Locales tendrá por objeto asegurar el cumplimiento de la legislación de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera. Las funciones de coordinación serán compatibles con la autonomía de las Entidades Locales El Municipio, para la gestión de sus intereses y en el ámbito de sus competencias, puede promover actividades y prestar los servicios públicos que contribuyan a satisfacer las necesidades y aspiraciones de la comunidad vecinal en los términos previstos en este artículo. 2. El Municipio ejercerá en todo caso como competencias propias, en los términos de la legislación del Estado y de las Comunidades Autónomas, en las siguientes materias: a) Urbanismo: planeamiento, gestión, ejecución y disciplina urbanística. Protección y gestión del Patrimonio histórico. Promoción y gestión de la vivienda de protección pública con criterios de sostenibilidad financiera. Conservación y rehabilitación de la edificación. b) Medio ambiente urbano: en particular, parques y jardines públicos, gestión de los residuos sólidos urbanos y protección contra la contaminación acústica, lumínica y atmosférica en las zonas urbanas. c) Abastecimiento de agua potable a domicilio y evacuación y tratamiento de aguas residuales. d) Infraestructura viaria y otros equipamientos de su titularidad. e) Evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social. f) Policía local, protección civil, prevención y extinción de incendios. g) Tráfico, estacionamiento de vehículos y movilidad. Transporte colectivo urbano. h) Información y promoción de la actividad turística de interés y ámbito local. i) Ferias, abastos, mercados, lonjas y comercio ambulante. j) Protección de la salubridad pública. k) Cementerios y actividades funerarias. l) Promoción del deporte e instalaciones deportivas y de ocupación del tiempo libre. m) Promoción de la cultura y equipamientos culturales. n) Participar en la vigilancia del cumplimiento de la escolaridad obligatoria y cooperar con las Administraciones educativas correspondientes en la obtención de los solares necesarios para la construcción de nuevos centros docentes. La conservación, mantenimiento y vigilancia de los edificios de titularidad local destinados a centros públicos de educación infantil, de educación primaria o de educación especial. ñ) Promoción en su término municipal de la participación de los ciudadanos en el uso eficiente y sostenible de las tecnologías de la información y las comunicaciones. Las competencias municipales en las materias enunciadas en este artículo se determinarán por Ley debiendo evaluar la conveniencia de la implantación de servicios locales conforme a los principios de: Descentralización, Eficiencia, Estabilidad y sostenibilidad financiera. La Ley a que se refiere el apartado anterior deberá ir acompañada de una memoria económica que refleje el impacto sobre los recursos financieros de las Administraciones Públicas afectadas y el cumplimiento de los principios de estabilidad, sostenibilidad financiera y eficiencia del servicio o la actividad. La Ley debe prever la dotación de los recursos necesarios para asegurar la suficiencia financiera de las Entidades Locales sin que ello pueda conllevar, en ningún caso, un mayor gasto de las Administraciones Públicas. Los proyectos de leyes estatales se acompañarán de un informe del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas en el que se acrediten los criterios antes señalados. 97 El artículo 27 queda redactado como sigue: El Estado y las Comunidades Autónomas, en el ejercicio de sus respectivas competencias, podrán delegar en los Municipios el ejercicio de sus competencias. La delegación habrá de mejorar la eficiencia de la gestión pública, contribuir a eliminar duplicidades administrativas y ser acorde con la legislación de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera. La delegación deberá determinar el alcance, contenido, condiciones y duración de ésta, que no podrá ser inferior a cinco años, así como el control de eficiencia que se reserve la Administración delegante y los medios personales, materiales y económicos, que ésta asigne sin que pueda suponer un mayor gasto de las Administraciones Públicas. La delegación deberá acompañarse de una memoria económica donde se justifiquen los principios a que se refiere el párrafo segundo de este apartado y se valore el impacto en el gasto de las Administraciones Públicas afectadas sin que, en ningún caso, pueda conllevar un mayor gasto de las mismas. Cuando el Estado o las Comunidades Autónomas deleguen en dos o más municipios de la misma provincia una o varias competencias comunes, dicha delegación deberá realizarse siguiendo criterios homogéneos. La Administración delegante podrá solicitar la asistencia de las Diputaciones provinciales o entidades equivalentes para la coordinación y seguimiento de las delegaciones previstas en este apartado. Disposición adicional séptima Colaboración con las Intervenciones locales La Intervención General de la Administración del Estado podrá asumir, previa la formalización del oportuno convenio con la Entidad Local interesada, la realización de actuaciones de apoyo encaminadas a reforzar la autonomía y eficacia de los órganos responsables del control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera, contable y presupuestaria en el ámbito de las Entidades Locales. En el convenio deberá preverse la contraprestación económica que habrá de satisfacer la Entidad Local al Estado y que podrá dar lugar a una generación de crédito de conformidad con lo dispuesto en la legislación presupuestaria. EL STATUS DE LOS MIEMBROS DE LAS CORPORACIONES LOCALES Facilitar el acceso de los vecinos a los cargos locales mediante la reserva de sus puestos de trabajo en el sector público o privado. se establece el pase a la situación de servicios especiales de los miembros de las corporaciones locales, cuando sean funcionarios de la propia corporación o de carrera de cualquier otra Administración Pública y desempeñen el cargo para el que han sido elegidos con retribuciones y dedicación exclusivas. A los que no tengan dedicación exclusiva se les garantiza, durante el periodo de su mandato, la permanencia en el centro o centros de trabajo, públicos o privados, en el que estuvieren prestando servicios en el momento de la elección, sin que puedan ser trasladados u obligados a concursar a otras plazas vacantes en distintos lugares. Retribuirlos. Los miembros de las Corporaciones locales percibirán retribuciones por el ejercicio de sus cargos cuando los desempeñen con dedicación exclusiva, serán dados de alta en la Seguridad Social, siendo incompatible con otra retribución con cargo a los presupuestos públicos. Podrán percibir indemnizaciones en la cuantía y condiciones que acuerde el Pleno de la Corporación. 98 Los miembros de las Corporaciones sujetos al Estatuto de los Trabajadores tendrán derecho a obtener en la empresa el tiempo indispensable para asistir a los órganos colegiados o delegaciones de los que formen parte. Para asegurar la ética y la imparcialidad en el comportamiento de los miembros de las Corporaciones locales se crea en cada Corporación un Registro de Intereses, obligándoles, antes de la toma de posesión, a formular declaración de sus bienes y de las actividades privadas que les proporcionen o les puedan proporcionar ingresos económicos. La participación de un miembro incompatible NO llevará necesariamente consigo la invalidez del acto, acuerdo o contrato, que sólo se producirá cuando la actuación del miembro incompatible haya sido determinante del acuerdo adoptado. RÉGIMEN DE FUNCIONAMIENTO DE LAS CORPORACIONES LOCALES Sesiones. Las sesiones que celebran los órganos colegiados de las Entidades Locales (el Pleno, Comisión de Gobierno y los órganos eventuales que puedan crearse) pueden ser de 2 clases: Ordinarias, con periodicidad preestablecida y Extraordinarias, que a su vez pueden ser urgentes. - Ordinarias: periodicidad depende de la importancia del Municipio; Cada mes: En los Ayuntamientos de Municipios y Diputaciones Provinciales de más de 20.000 habitantes, mínimo cada mes; Cada 2 meses en los de entre 5.001 y 20.000 habitantes; cada 3 meses en los municipios de hasta 5.000 habitantes. - Extraordinarias: cuando así lo decida el Presidente o lo solicite la cuarta parte, al menos, del número legal de miembros de la Corporación, sin que en ningún caso pueda solicitar un concejal más de tres anualmente. En este último caso, la celebración no podrá demorarse por más de 15 días hábiles desde su solicitud, no pudiendo incorporarse el asunto al orden del día de un Pleno ordinario, o de otro extraordinario con más asuntos si no lo autorizan expresamente los solicitantes en la convocatoria. Si el Presidente no convocase el pleno extraordinario solicitado por el número de concejales indicado dentro del plazo señalado, quedará automáticamente convocado para el décimo día hábil siguiente al de la finalización de dicho plazo a las 12:00 horas, lo que será notificado por el Secretario de la Corporación a todos los miembros de la misma al día siguiente de la finalización de dicho plazo. En caso de ausencia del Presidente, o de quien legalmente haya de sustituirle, el Pleno quedará válidamente constituido siempre que concurra un tercio, que nunca podrá ser inferior a 3, y que deberá mantenerse toda la sesión, en cuyo caso será presidido por el miembro de la Corporación de mayor edad entre los presentes. Salvo caso de fuerza mayor las sesiones se celebrarán en la Casa Consistorial y serán públicas salvo el debate y la votación en aquellos asuntos que puedan afectar al derecho fundamental de los ciudadanos (art. 70). Las sesiones de la Junta de Gobierno son secretas. La convocatoria debe hacerse con al menos 2 días de antelación, salvo las extraordinarias que lo hayan sido con carácter urgente, cuya convocatoria con ese carácter deberá ser ratificada por el Pleno, y desde el mismo día de la convocatoria los miembros de la Corporación deberán disponer de la documentación íntegra de los asuntos incluidos en el orden del día. 99 Orden del día: fijado por el Alcalde y sólo asuntos previamente dictaminados, informados o sometidos a consulta de la Comisión informativa que corresponda, (salvo razón de urgencia y ratificado por el Pleno tal inclusión). En el orden del día de las SESIONES ORDINARIAS se incluirá siempre el punto de “ruegos y preguntas”. Serán nulos los acuerdos adoptados en sesiones extraordinarias NO comprendidos en el orden del día, así como los adoptados en sesiones ordinarias salvo especial y previa declaración de urgencia con el voto favorable de la mayoría absoluta del número legal de miembros de la Corporación. Los Debates de los asuntos serán ordenados por el Alcalde, quien concederá y retirará la palabra, así como los turnos y cerrará los debates. En los debates podrá emplearse indistintamente la lengua castellana o la cooficial de la Comunidad Autónoma. La Votación procede cuando finaliza el debate del asunto. El voto de los Concejales es personal e indelegable. Las votaciones pueden ser: Ordinarias: cuando se manifiestan por signos convencionales de asentimiento, disentimiento o abstención. Nominales: se realizan mediante llamamiento por orden alfabético de apellidos, y en la que cada miembro al ser llamado, responde “sí”, “no”, “me abstengo”. Secretas: se realiza por papeletas y sólo podrá utilizarse para la elección o destitución de personas. Grupos políticos. Los miembros de las Corporaciones locales se constituirán en grupos políticos, en la forma y con los derechos y obligaciones que se establezcan con excepción de aquellos que no se integren en el grupo político que constituya la formación electoral por la que fueron elegidos o que abandonen su grupo de procedencia, que tendrán la consideración de miembros NO adscritos. El Pleno de la Corporación, con cargo a los presupuestos anuales, podrá asignar a los grupos políticos una dotación económica que deberá contar con un componente fijo, idéntico para todos los grupos, y otro variable, en función del número de miembros de cada uno de ellos. Los derechos económicos y políticos de los miembros NO adscritos no podrán ser superiores a los que les hubiesen correspondido de permanecer en el grupo de procedencia. Régimen de acuerdos. A los acuerdos de los órganos de las corporaciones locales le son aplicables, como actos administrativos que son, las reglas generales de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (LRJPAC) y prioritariamente las siguientes reglas de la LBRL: El Pleno se constituye válidamente con la asistencia de 1/3 del número legal de miembros del mismo (y no menos de 3), quórum que deberá mantenerse durante toda la sesión, siendo necesario la asistencia del Presidente y del Secretario, o de quienes legalmente les sustituyan. Los acuerdos de las corporaciones locales se adoptarán mediante votación ordinaria, como regla general, salvo que el pleno acuerde lo contrario (nominal), y por mayoría simple de los presentes {existe mayoría simple cuando los votos afirmativos son más que los negativos}. En caso de empate se efectuará una nueva votación y si persistiera decidirá el voto de calidad del Presidente. Se requerirá la Mayoría absoluta del número legal de miembros, cuando así lo disponga la ley y cuando se trata de asuntos territoriales como: Creación y supresión de Municipios, entidades locales menores y alteración de términos municipales 100 Delimitación de territorio municipal, alteración del nombre, etc. Aprobación/modificación del reglamento orgánico propio Creación, modificación o disolución de mancomunidades. Transferencias de funciones o actividades a otras Admin públicas Cesión del aprovechamiento de los bienes comunales Etc. El Secretario extenderá acta de cada sesión en la que hará constar: lugar de reunión ( municipio y local en que se celebra), día, mes y año, hora en que comienza, nombre y apellidos de los miembros de la Corporación presentes, los ausentes que hubiesen excusado su ausencia y de los que falten sin excusa, carácter ordinario o extraordinario de la sesión, y si se celebra en 1ª o 2ª convocatoria, asistencia del Secretario o de quien legalmente le sustituya, asuntos que se examinen, opiniones sintetizadas de los grupos o miembros de la Corporación, votaciones que se verifiquen, y en el caso de las nominales el sentido en que cada miembro emita su voto, en las votaciones ordinarias se hará constar el número de votos afirmativos, de los negativo y de las abstenciones, se hará constar el sentido del voto cuando así lo pidan los interesados, parte dispositiva de los acuerdos que adopten, y hora en que el Presidente levanta la sesión. El acta una vez aprobada por el Pleno, se transcribirá al Libro de Actas autorizándola con la firma del Alcalde o Presidente y del Secretario. Los acuerdos que adopten las corporaciones locales "se publican o notifican". Las ordenanzas, incluidos el articulado de las normas de los planes urbanísticos, así como sus acuerdos se publicarán en el Boletín Oficial de la provincia (BOP). Los ciudadanos tienen derecho a obtener copias y certificaciones acreditativas de los acuerdos de las corporaciones locales y sus antecedentes, así como a consultar sus archivos y registros. Aprobación de ordenanzas y resolución de conflictos. Las ordenanzas son verdaderos reglamentos, normas jurídicas y fuentes del derecho. Se aprueban inicialmente por el Pleno, después se someten a información pública y audiencia de interesados por el plazo máximo de 30 días para la presentación de reclamaciones y sugerencias, termina con la resolución de éstas y la aprobación definitiva por el Pleno (art. 51). En los conflictos de atribuciones la regla es que: Los que surjan entre órganos y Entidades dependientes de una misma Corporación Local, se resolverán: Por el Pleno, si se trata de conflictos entre órganos colegiados miembros de éstos o de Entidades inframunicipales, Y se resolverán por el Alcalde Presidente de la Corporación en los demás casos. Los conflictos de competencias entre Entidades locales se resuelven por la CCAA o el Estado. Impugnación de actos, acuerdos y ejercicio de acciones. Pone fin a la vía admtva. son (art 52): Las Resoluciones del Pleno, Alcaldes o Presidente y las Juntas de Gobierno, salvo en los casos excepcionales en que: Una ley sectorial requiere aprobación por Admon del estado o CCAA, cuando proceda recurso ante éstas en los casos de delegación. Las resoluciones de autoridades y órganos inferiores en los casos que resuelvan por delegación del Alcalde, Presidente o de otro órgano cuyas resoluciones pongan fin a la vía administrativa Las de cualquier autoridad u órganos cuando así lo establezca una disposición legal. 101 Las previsiones sobre legitimación procesal son: Podrán impugnar los actos y acuerdos de las Entidades locales, además de las personas legitimadas en el régimen general del proceso contencioso-administrativo, el Estado y las CCAA. Además de los 3os. Interesados, están legitimados para impugnar los actos y acuerdos de la corporación, los miembros de ésta que hubieran votado en contra de tales actos y acuerdos. La LBRL, en favor de los vecinos, recoge la regla tradicional de la acción pública, que les permite ejercer en nombre de la Entidad local las acciones precisas en defensa de los bienes y derechos de ésta cuando, previo requerimiento, la corporación local no las hubieren ejercitado (art. 68). LA ADMINISTRACIÓN ESPECIALIZADA LA ADMINISTRACIÓN INSTITUCIONAL Fundaciones del sector público estatal Los Consorcios Entes públicos atípicos o apátridas Las empresas de economía mixta Organismos especializados locales y de las CC. AA. Existirá un doble control de las entidades integrantes del sector público estatal, una supervisión continua desde su creación por el Ministerio de Hacienda y un control de eficacia, centrado en el cumplimiento de los objetivos propios de la entidad, ejercido anualmente por el Departamento al que esté adscrita la entidad u organismo, sin perjuicio del control de la gestión económico financiera por la Intervención, lo que permitirá evaluar de forma continua la pervivencia de las razones que justificaron la creación de cada entidad y su sostenibilidad futura. LOS ENTES INSTITUCIONALES ESTATALES Y SUS CLASES Principios generales de actuación. Las entidades que integran el sector público institucional están sometidas en su actuación a los principios de: Legalidad, Eficiencia, Estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera Transparencia en su gestión. Todas las Administraciones Públicas deberán establecer un sistema de supervisión continua de sus entidades dependientes, con el objeto de comprobar la subsistencia de los motivos que justificaron su creación y su sostenibilidad financiera, y que deberá incluir la formulación expresa de propuestas de mantenimiento, transformación o extinción. El Inventario de Entidades del Sector Público Estatal, Autonómico y Local. El Inventario de Entidades del Sector Público Estatal, Autonómico y Local, se configura como un registro público administrativo que garantiza la información pública y la ordenación de todas las entidades integrantes del sector público institucional cualquiera que sea su naturaleza jurídica. La integración y gestión de dicho Inventario y su publicación dependerá de la Intervención General de la Administración del Estado y la captación y el tratamiento de la información enviada por las Comunidades Autónomas y las Entidades locales para la formación y mantenimiento del inventario dependerá de la Secretaría General de Coordinación Autonómica y Local. El Inventario de Entidades del Sector Público contendrá, al menos, información actualizada sobre la naturaleza jurídica, finalidad, fuentes de financiación, estructura de dominio, en su caso, la condición de medio propio, regímenes de contabilidad, presupuestario y de control así como la clasificación en términos de contabilidad nacional, de cada una de las entidades integrantes del sector público institucional. 102 Composición y clasificación del sector público institucional estatal. Integran el sector público institucional estatal las siguientes entidades: a. Los organismos públicos vinculados o dependientes de la Administración General del Estado, los cuales se clasifican en: Organismos autónomos. Entidades Públicas Empresariales. b. Las autoridades administrativas independientes. c. Las sociedades mercantiles estatales. d. Los consorcios. e. Las fundaciones del sector público. f. Los fondos sin personalidad jurídica. g. Las universidades públicas no transferidas. La Administración General del Estado o entidad integrante del sector público institucional estatal no podrá, por sí misma ni en colaboración con otras entidades públicas o privadas, crear, ni ejercer el control efectivo, directa ni indirectamente, sobre ningún otro tipo de entidad distinta de las enumeradas en este artículo, con independencia de su naturaleza y régimen jurídico. Las universidades públicas no transferidas se regirán por lo dispuesto en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, que les sea de aplicación y por lo dispuesto en esta ley en lo que no esté previsto en su normativa específica. ORGANISMOS PÚBLICOS VINCULADOS O DEPENDIENTES Definición y actividades propias. Son organismos públicos dependientes o vinculados a la Administración General del Estado, bien directamente o bien a través de otro organismo público, los creados para la realización de actividades administrativas, sean de fomento, prestación o de gestión de servicios públicos o de producción de bienes de interés público susceptibles de contraprestación; actividades de contenido económico reservadas a las Administraciones Públicas; así como la supervisión o regulación de sectores económicos, y cuyas características justifiquen su organización en régimen de descentralización funcional o de independencia. Personalidad jurídica y potestades. Los organismos públicos tienen: Personalidad jurídica pública diferenciada, Patrimonio y tesorería propios, Autonomía de gestión, en los términos previstos en esta Ley. Dentro de su esfera de competencia, les corresponden las potestades administrativas precisas para el cumplimiento de sus fines, en los términos que prevean sus estatutos, salvo la potestad expropiatoria Estructura organizativa Los máximos órganos de gobierno son el Presidente y el Consejo Rector. El estatuto puede, prever otros órganos de gobierno con atribuciones distintas. Fusión de organismos públicos estatales. Los organismos públicos estatales de la misma naturaleza jurídica podrán fusionarse bien mediante su extinción e integración en un nuevo organismo público, bien mediante su extinción por ser absorbido por otro organismo público ya existente. 103 La fusión se llevará a cabo mediante norma reglamentaria, aunque suponga modificación de la Ley de creación. Gestión compartida de servicios comunes. La norma de creación de los organismos públicos del sector público estatal incluirá la gestión compartida de algunos o todos los servicios comunes, salvo que la decisión de no compartirlos se justifique, en la memoria que acompañe a la norma de creación. Se consideran servicios comunes de los organismos públicos, al menos, los siguientes: a) b) c) d) e) f) Gestión de bienes inmuebles. Sistemas de información y comunicación. Asistencia jurídica. Contabilidad y gestión financiera. Publicaciones. Contratación pública. ORGANISMOS AUTÓNOMOS ESTATALES abreviatura «O.A.». Definición. Los organismos autónomos son entidades de derecho público, con: Personalidad jurídica propia, Tesorería y patrimonio propios Autonomía en su gestión, que desarrollan actividades propias de la Administración Pública, tanto actividades de fomento, prestacionales, de gestión de servicios públicos o de producción de bienes de interés público, susceptibles de contraprestación, en calidad de organizaciones instrumentales diferenciadas y dependientes de ésta. Los organismos autónomos dependen de la Administración General del Estado a la que corresponde su dirección estratégica, la evaluación de los resultados de su actividad y el control de eficacia. Con independencia de cuál sea su denominación, cuando un organismo público tenga la naturaleza jurídica de organismo autónomo deberá figurar en su denominación la indicación «organismo autónomo» o su abreviatura «O.A.». Régimen jurídico del personal y de contratación. El personal al servicio de los organismos autónomos será funcionario o laboral, y se regirá por lo previsto en la Ley 7/2007, de 12 de abril, y demás normativa reguladora de los funcionarios públicos y por la normativa laboral. El nombramiento de los titulares de los órganos de los organismos autónomos se regirá por las normas aplicables a la Administración General del Estado. El titular del máximo órgano de dirección del organismo tendrá atribuidas, en materia de gestión de recursos humanos, las facultades que le asigne la legislación específica. La contratación de los organismos autónomos se ajustará a lo dispuesto en la legislación sobre contratación del sector público. El titular del máximo órgano de dirección del organismo autónomo será el órgano de contratación. 104 Régimen económico-financiero y patrimonial. Los organismos autónomos tendrán, para el cumplimiento de sus fines, un patrimonio propio, distinto del de la Administración Pública, integrado por el conjunto de bienes y derechos de los que sean titulares. La gestión y administración de sus bienes y derechos propios, así como de aquellos del Patrimonio de la Administración que se les adscriban para el cumplimiento de sus fines, será ejercida de acuerdo a lo establecido para los organismos autónomos en la Ley 33/2003, de 3 de noviembre. Los recursos económicos de los organismos autónomos podrán provenir de las siguientes fuentes: a) Los bienes y valores que constituyen su patrimonio. b) Los productos y rentas de dicho patrimonio. c) Las consignaciones específicas que tuvieren asignadas en los presupuestos generales del Estado. d) Las transferencias corrientes o de capital que procedan de la Administración o entidades públicas. e) Las donaciones, legados, patrocinios y otras aportaciones de entidades privadas y de particulares. f) Cualquier otro recurso que estén autorizados a percibir, según las disposiciones por las que se rijan o que pudieran serles atribuidos. Régimen presupuestario, de contabilidad y control económico-financiero. Los organismos autónomos aplicarán el régimen presupuestario, económico-financiero, de contabilidad, y de control establecido por la Ley 47/2003, de 26 de noviembre General Presupuestaria. ENTIDADES PÚBLICAS EMPRESARIALES DE ÁMBITO ESTATAL abreviatura «E.P.E». Definición. Las entidades públicas empresariales son entidades de Derecho público, con: Personalidad jurídica propia, Patrimonio propio (NO TESORERÍA) Autonomía en su gestión, Se financian mayoritariamente con ingresos de mercado Y que junto con el ejercicio de potestades administrativas desarrollan actividades prestacionales, de gestión de servicios o de producción de bienes de interés público, susceptibles de contraprestación. Las entidades públicas empresariales dependen de la Administración General del Estado o de un Organismo autónomo vinculado o dependiente de ésta, al que le corresponde la dirección estratégica, la evaluación de los resultados de su actividad y el control de eficacia. Con independencia de cuál sea su denominación, cuando un organismo público tenga naturaleza jurídica de entidad pública empresarial deberá figurar en su denominación la indicación de «entidad pública empresarial» o su abreviatura «E.P.E». Régimen jurídico. Las entidades públicas empresariales se rigen por el Derecho privado, excepto en la formación de la voluntad de sus órganos, en el ejercicio de las potestades administrativas que tengan atribuidas y en los aspectos específicamente regulados para las mismas en esta Ley, en su Ley de creación, sus estatutos, la Ley de Procedimiento Administrativo Común, el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, y el resto de normas de derecho administrativo general y especial que le sean de aplicación. 105 Ejercicio de potestades administrativas. Las potestades administrativas atribuidas a las entidades públicas empresariales sólo pueden ser ejercidas por aquellos órganos de éstas a los que los estatutos se les asignen expresamente esta facultad. No obstante, a los efectos de esta Ley, los órganos de las entidades públicas empresariales no son asimilables en cuanto a su rango administrativo al de los órganos de la Administración General del Estado, salvo las excepciones que, a determinados efectos se fijen, en cada caso, en sus estatutos. Régimen jurídico del personal y de contratación. El personal de las entidades públicas empresariales se rige por el Derecho laboral, con las especificaciones dispuestas en este artículo y las excepciones relativas a los funcionarios públicos de la Administración General del Estado, quienes se regirán por lo previsto en la Ley 7/2007, de 12 de abril y demás normativa reguladora de los funcionarios públicos o por la normativa laboral. La selección del personal laboral de estas entidades se realizará conforme a las siguientes reglas: a) El personal directivo, que se determinará en los estatutos de la entidad, será nombrado con arreglo a los criterios establecidos en el apartado 11 del artículo 55, atendiendo a la experiencia en el desempeño de puestos de responsabilidad en la gestión pública o privada. b) El resto del personal será seleccionado mediante convocatoria pública basada en los principios de igualdad, mérito y capacidad. La determinación y modificación de las condiciones retributivas, tanto del personal directivo como del resto del personal, requerirán el informe conjunto, previo y favorable del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. El Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas efectuará, con la periodicidad adecuada, controles específicos sobre: La evolución de los gastos de personal De la gestión de sus recursos humanos La Ley de creación de cada entidad pública empresarial deberá determinar las condiciones conforme a las cuales, los funcionarios de la Administración General del Estado, podrán cubrir destinos en la referida entidad, y establecerá, asimismo, las competencias que a la misma correspondan sobre este personal que, en todo caso, serán las que tengan legalmente atribuidas los Organismos autónomos. La contratación de las entidades públicas empresariales se rige por las previsiones contenidas al respecto en la legislación de contratos del sector público. Régimen económico-financiero y patrimonial. Las entidades públicas empresariales tendrán, para el cumplimiento de sus fines, un patrimonio propio, distinto del de la Administración Pública, integrado por el conjunto de bienes y derechos de los que sean titulares. La gestión y administración de sus bienes y derechos propios, así como de aquellos del Patrimonio de la Administración que se les adscriban para el cumplimiento de sus fines, será ejercida de acuerdo con lo previsto en la Ley 33/2003, de 3 de noviembre. Las entidades públicas empresariales podrán financiarse con los ingresos que se deriven de sus operaciones, obtenidos como contraprestación de sus actividades comerciales, y con los recursos económicos que provengan de las siguientes fuentes: 106 a) Los bienes y valores que constituyen su patrimonio. b) Los productos y rentas de dicho patrimonio y cualquier otro recurso que pudiera serle atribuido. c) Excepcionalmente, cuando así lo prevea la Ley de creación, podrá financiarse con los recursos económicos que provengan de las siguientes fuentes: d) Las consignaciones específicas que tuvieran asignadas en los Presupuestos Generales del Estado. e) Las transferencias corrientes o de capital que procedan de las Administraciones o entidades públicas. f) Las donaciones, legados, patrocinios y otras aportaciones de entidades privadas y de particulares. Las entidades público empresariales se financiarán mayoritariamente con ingresos de mercado. Se entiende que se financian mayoritariamente con ingresos de mercado cuando tengan la consideración de productor de mercado de conformidad con el Sistema Europeo de Cuentas. A tales efectos se tomará en consideración la clasificación de las diferentes entidades públicas a los efectos de la contabilidad nacional que efectúe el Comité Técnico de Cuentas Nacionales y que se recogerá en el Inventario de Entidades del sector Público estatal, Autonómico y Local. Régimen presupuestario, de contabilidad y control económico-financiero. Las entidades públicas empresariales aplicarán el régimen presupuestario, económico-financiero, de contabilidad y de control establecido en la Ley 47/2003, de 26 de noviembre (Gral presupuestaria) LAS AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS INDEPENDIENTES DE ÁMBITO ESTATAL «A.A.I.». abreviatura Definición. Son autoridades administrativas independientes de ámbito estatal las entidades de derecho público que, vinculadas a la Administración General del Estado y con personalidad jurídica propia, tienen atribuidas funciones de regulación o supervisión de carácter externo sobre sectores económicos o actividades determinadas, por requerir su desempeño de independencia funcional o una especial autonomía respecto de la Administración General del Estado, lo que deberá determinarse en una norma con rango de Ley. Las autoridades administrativas independientes actuarán, en el desarrollo de su actividad y para el cumplimiento de sus fines, con independencia de cualquier interés empresarial o comercial. Con independencia de cuál sea su denominación, cuando una entidad tenga la naturaleza jurídica de autoridad administrativa independiente deberá figurar en su denominación la indicación «autoridad administrativa independiente» o su abreviatura «A.A.I.». Régimen jurídico. Las autoridades administrativas independientes se regirán por su Ley de creación, sus estatutos y la legislación especial de los sectores económicos sometidos a su supervisión y, supletoriamente y en cuanto sea compatible con su naturaleza y autonomía, por lo dispuesto en esta Ley, en particular lo dispuesto para organismos autónomos, la Ley del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, el Real Decreto Legislativo 3/2011, de 14 de noviembre, la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, así como el resto de las normas de derecho administrativo general y especial que le sea de aplicación. En defecto de norma administrativa, se aplicará el derecho común. Las autoridades administrativas independientes estarán sujetas al principio de sostenibilidad financiera de acuerdo con lo previsto en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril. 107 DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES ESTATALES abreviatura «S.M.E Definición. Se entiende por sociedad mercantil estatal aquella sociedad mercantil sobre la que se ejerce control estatal: a) Bien porque la participación directa, en su capital social de la Administración General del Estado o alguna de las entidades que, conforme a lo dispuesto en el artículo 84, integran el sector público institucional estatal, incluidas las sociedades mercantiles estatales, sea superior al 50 por 100. Para la determinación de este porcentaje, se sumarán las participaciones correspondientes a la Administración General del Estado y a todas las entidades integradas en el sector público institucional estatal, en el caso de que en el capital social participen varias de ellas. b) Bien porque la sociedad mercantil se encuentre en el supuesto previsto en el artículo 4 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores respecto de la Administración General del Estado o de sus organismos públicos vinculados o dependientes. En la denominación de las sociedades mercantiles que tengan la condición de estatales deberá figurar necesariamente la indicación «sociedad mercantil estatal» o su abreviatura «S.M.E.». Principios rectores. La Administración General del Estado y las entidades integrantes del sector público institucional, en cuanto titulares del capital social de las sociedades mercantiles estatales, perseguirán la eficiencia, transparencia y buen gobierno en la gestión de dichas sociedades mercantiles, para lo cual promoverán las buenas prácticas y códigos de conducta adecuados a la naturaleza de cada entidad. Todo ello sin perjuicio de la supervisión general que ejercerá el accionista sobre el funcionamiento de la sociedad mercantil estatal, conforme prevé la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, del Patrimonio de las Administraciones Públicas. Régimen jurídico. Las sociedades mercantiles estatales se regirán por lo previsto en esta Ley, por lo previsto en la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, y por el ordenamiento jurídico privado, salvo en las materias en que le sea de aplicación la normativa: Presupuestaria, Contable, De personal, De control económico-financiero De contratación. En ningún caso podrán disponer de facultades que impliquen el ejercicio de autoridad pública, sin perjuicio de que excepcionalmente la ley pueda atribuirle el ejercicio de potestades administrativas. Creación y extinción. La creación de una sociedad mercantil estatal o la adquisición de este carácter de forma sobrevenida será autorizada mediante acuerdo del Consejo de Ministros que deberá ser acompañado de una propuesta de estatutos y de un plan de actuación que contendrá, al menos: a) Las razones que justifican la creación de la sociedad por no poder asumir esas funciones otra entidad ya existente, así como la inexistencia de duplicidades. A estos efectos, deberá dejarse constancia del análisis realizado sobre la existencia de órganos o entidades que desarrollan actividades análogas sobre el mismo territorio y población y las razones por las que la creación de la nueva sociedad no entraña duplicidad con entidades existentes. 108 b) Un análisis que justifique que la forma jurídica propuesta resulta más eficiente frente a la creación de un organismo público u otras alternativas de organización que se hayan descartado. c) Los objetivos anuales y los indicadores para medirlos. Al acuerdo de creación se acompañará un informe preceptivo favorable del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas o la Intervención General de la Administración del Estado El Programa de Actuación Plurianual que conforme a la Ley 47/2003, de 26 de noviembre, deben elaborar las sociedades cada año incluirá un plan de actuación anual que servirá de base para el control de eficacia de la sociedad. La falta de aprobación del plan de actuación dentro del plazo anual fijado, por causa imputable a la sociedad y hasta tanto se subsane la omisión, llevará aparejada la paralización de las aportaciones que deban realizarse a favor de la sociedad con cargo a los presupuestos generales del Estado. La liquidación de una sociedad mercantil estatal recaerá en un órgano de la Administración General del Estado o en una entidad integrante del sector público institucional estatal. La responsabilidad que le corresponda al empleado público como miembro de la entidad u órgano liquidador será directamente asumida por la entidad o la Administración General del Estado que lo designó, quien podrá exigir de oficio al empleado público la responsabilidad que, en su caso, corresponda cuando concurra dolo, culpa o negligencia grave conforme a lo previsto en las leyes administrativas en materia de responsabilidad patrimonial. Régimen de responsabilidad aplicable a los miembros de los consejos de administración de las sociedades mercantiles estatales designados por la Administración General del Estado. La responsabilidad que le corresponda al empleado público como miembro del consejo de administración será directamente asumida por la Administración General del Estado que lo designó. La Administración General del Estado podrá exigir de oficio al empleado público que designó como miembro del consejo de administración la responsabilidad en que hubiera incurrido por los daños y perjuicios causados en sus bienes o derechos cuando hubiera concurrido dolo, o culpa o negligencia graves, conforme a lo previsto en las leyes administrativas en materia de responsabilidad patrimonial. Tutela. Al autorizar la constitución de una sociedad mercantil estatal con forma de sociedad anónima, de acuerdo con lo previsto en el artículo 166.2 de la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, el Consejo de Ministros podrá atribuir a un Ministerio, cuyas competencias guarden una relación específica con el objeto social de la sociedad, la tutela funcional de la misma. En ausencia de esta atribución expresa corresponderá íntegramente al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas el ejercicio de las facultades que esta Ley y la Ley 33/2003, de 3 de noviembre, otorgan para la supervisión de la actividad de la sociedad. El Ministerio de tutela ejercerá el control de eficacia e instruirá a la sociedad respecto a las líneas de actuación estratégica y establecerá las prioridades en la ejecución de las mismas, y propondrá su incorporación a los Presupuestos de Explotación y Capital y Programas de Actuación Plurianual, previa conformidad, en cuanto a sus aspectos financieros, de la Dirección General del Patrimonio del Estado si se trata de sociedades cuyo capital corresponda íntegramente a la Administración General del Estado, o del organismo público que sea titular de su capital. En este caso, los administradores de las sociedades a las que se hayan impartido estas instrucciones actuarán diligentemente para su ejecución, y quedarán exonerados de la responsabilidad prevista en el artículo 236 del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Sociedades de Capital, si del cumplimiento de dichas instrucciones se derivaren consecuencias lesivas. 109 Régimen presupuestario, de contabilidad, control económico-financiero y de personal. Las sociedades mercantiles estatales elaborarán anualmente un presupuesto de explotación y capital y un plan de actuación que forma parte del Programa Plurianual, que se integrarán con el Presupuesto General del Estado. El Programa contendrá la revisión trienal del plan de creación a que se refiere el artículo 85. Las sociedades mercantiles estatales formularán y rendirán sus cuentas de acuerdo con los principios y normas de contabilidad recogidos en el Código de Comercio y el Plan General de Contabilidad y disposiciones que lo desarrollan. Sin perjuicio de las competencias atribuidas al Tribunal de Cuentas, la gestión económico financiera de las sociedades mercantiles estatales estará sometida al control de la Intervención General de la Administración del Estado. El personal de las sociedades mercantiles estatales, incluido el que tenga condición de directivo, se regirá por el Derecho laboral, así como por las normas que le sean de aplicación en función de su adscripción al sector público estatal, incluyendo siempre entre las mismas la normativa presupuestaria, especialmente lo que se establezca en las Leyes de Presupuestos Generales del Estado. DE LAS FUNDACIONES DEL SECTOR PÚBLICO ESTATAL abreviatura «F.S.P.». Definición y actividades propias. Son fundaciones del sector público estatal aquellas que reúnan alguno de los requisitos siguientes: a) Que se constituyan de forma inicial, con una aportación mayoritaria, directa o indirecta, de la Administración General del Estado o cualquiera de los sujetos integrantes del sector público institucional estatal, o bien reciban dicha aportación con posterioridad a su constitución. b) Que el patrimonio de la fundación esté integrado en más de un 50 por ciento por bienes o derechos aportados o cedidos por sujetos integrantes del sector público institucional estatal con carácter permanente. c) La mayoría de derechos de voto en su patronato corresponda a representantes del sector público institucional estatal. Son actividades propias de las fundaciones del sector público estatal las realizadas, sin ánimo de lucro, para el cumplimiento de fines de interés general, con independencia de que el servicio se preste de forma gratuita o mediante contraprestación. Únicamente podrán realizar actividades relacionadas con el ámbito competencial de las entidades del sector público fundadoras, debiendo coadyuvar a la consecución de los fines de las mismas, sin que ello suponga la asunción de sus competencias propias, salvo previsión legal expresa. Las fundaciones no podrán ejercer potestades públicas. En la denominación de las fundaciones del sector público estatal deberá figurar necesariamente la indicación «fundación del sector público» o su abreviatura «F.S.P.». Para la financiación de las actividades y el mantenimiento de la fundación, debe haberse previsto la posibilidad de que en el patrimonio de las fundaciones del sector público pueda existir aportación del sector privado de forma no mayoritaria. 110 LOS CONSORCIOS abreviatura «C». Definición y actividades propias. Los consorcios son entidades de derecho público, con personalidad jurídica propia y diferenciada, creadas por varias Administraciones Públicas o entidades integrantes del sector público institucional, entre sí o con participación de entidades privadas, para el desarrollo de actividades de interés común a todas ellas dentro del ámbito de sus competencias. Los consorcios podrán realizar actividades de: Fomento, Prestacionales Gestión común de servicios públicos Cuantas otras estén previstas en las leyes. Los consorcios podrán utilizarse para la gestión de los servicios públicos, en el marco de los convenios de cooperación transfronteriza en que participen las Administraciones españolas, y de acuerdo con las previsiones de los convenios internacionales ratificados por España en la materia. En la denominación de los consorcios deberá figurar necesariamente la indicación «consorcio» o su abreviatura «C». Régimen jurídico. Los consorcios se regirán por lo establecido en esta Ley, en la normativa autonómica de desarrollo y sus estatutos. En lo no previsto en esta Ley, en la normativa autonómica aplicable, ni en sus Estatutos sobre el régimen del derecho de separación, disolución, liquidación y extinción, se estará a lo previsto en el Código Civil sobre la sociedad civil, salvo el régimen de liquidación, que se someterá a lo dispuesto en el artículo 97, y en su defecto, el Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de julio. Las normas establecidas en la Ley 7/1985, de 2 de abril, y en la Ley 27/2013, de 21 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local sobre los Consorcios locales tendrán carácter supletorio respecto a lo dispuesto en esta Ley. Régimen de adscripción. Los estatutos de cada consorcio determinarán la Administración Pública a la que estará adscrito de conformidad con lo previsto en este artículo. De acuerdo con los siguientes criterios, ordenados por prioridad en su aplicación y referidos a la situación en el primer día del ejercicio presupuestario, el consorcio quedará adscrito, en cada ejercicio presupuestario y por todo este periodo, a la Administración Pública que: a) Disponga de la mayoría de votos en los órganos de gobierno. b) Tenga facultades para nombrar o destituir a la mayoría de los miembros de los órganos ejecutivos. c) Tenga facultades para nombrar o destituir a la mayoría de los miembros del personal directivo. d) Disponga de un mayor control sobre la actividad del consorcio debido a una normativa especial. e) Tenga facultades para nombrar o destituir a la mayoría de los miembros del órgano de gobierno. f) Financie en más de un cincuenta por ciento, en su defecto, en mayor medida la actividad desarrollada por el consorcio, teniendo en cuenta tanto la aportación del fondo patrimonial como la financiación concedida cada año. g) Ostente el mayor porcentaje de participación en el fondo patrimonial. 111 h) Tenga mayor número de habitantes o extensión territorial dependiendo de si los fines definidos en el estatuto están orientados a la prestación de servicios a las personas, o al desarrollo de actuaciones sobre el territorio. En el supuesto de que participen en el consorcio entidades privadas, el consorcio no tendrá ánimo de lucro y estará adscrito a la Administración Pública que resulte de acuerdo con los criterios establecidos en el apartado anterior. Cualquier cambio de adscripción a una Administración Pública, cualquiera que fuere su causa, conllevará la modificación de los estatutos del consorcio en un plazo no superior a seis meses, contados desde el inicio del ejercicio presupuestario siguiente a aquel en se produjo el cambio de adscripción. Régimen de personal. El personal al servicio de los consorcios podrá ser funcionario o laboral y habrá de proceder exclusivamente de las Administraciones participantes. Su régimen jurídico será el de la Administración Pública de adscripción y sus retribuciones en ningún caso podrán superar las establecidas para puestos de trabajo equivalentes en aquélla. Excepcionalmente, cuando no resulte posible contar con personal procedente de las Administraciones participantes en el consorcio en atención a la singularidad de las funciones a desempeñar, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, u órgano competente de la Administración a la que se adscriba el consorcio, podrá autorizar la contratación directa de personal por parte del consorcio para el ejercicio de dichas funciones. Régimen presupuestario, de contabilidad, control económico-financiero y patrimonial. Los consorcios estarán sujetos al régimen de presupuestación, contabilidad y control de la Administración Pública a la que estén adscritos, sin perjuicio de su sujeción a lo previsto en la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de abril. Se llevará a cabo una auditoría de las cuentas anuales que será responsabilidad del órgano de control de la Administración a la que se haya adscrito el consorcio. Los consorcios deberán formar parte de los presupuestos e incluirse en la cuenta general de la Administración Pública de adscripción. Los consorcios se regirán por las normas patrimoniales de la Administración Pública a la que estén adscritos. Creación. Los consorcios se crearán mediante convenio suscrito por las Administraciones, organismos públicos o entidades participantes. En los consorcios en los que participe la Administración General del Estado o sus organismos públicos y entidades vinculados o dependientes se requerirá: a) Que su creación se autorice por ley. b) El convenio de creación precisará de autorización previa del Consejo de Ministros. La competencia para la suscripción del convenio no podrá ser objeto de delegación, y corresponderá al titular del departamento ministerial participante, y en el ámbito de los organismos autónomos, al titular del máximo órgano de dirección del organismo, previo informe del Ministerio del que dependa o al que esté vinculado. 112 c) Del convenio formarán parte: Los estatutos, Un plan de actuación, Una proyección presupuestaria trienal, El informe preceptivo favorable del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. El convenio suscrito junto con los estatutos, así como sus modificaciones, serán objeto de publicación en el «Boletín Oficial del Estado». ORGANISMOS ESPECIALIZADOS LOCALES Y DE LAS CC. AA. Organismos especializados locales La más completa regulación de la Admón especializada en la esfera local la hace el Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales de 1955, a propósito de la regulación de las formas de gestión directa de los servicios públicos, pues la indirecta (la que tiene lugar con la colaboración de los particulares a través de la concesión, el concierto o el arrendamiento de servicios) no compórtale montaje de ninguna organización adva. Gestión Directa: de los servicios públicos es la que realizan las Corporaciones locales por sí mismas, desde su estructura central o bien mediante organismos especializados con o sin personalidad jurídica. Admitía las siguientes modalidades: Gestión por la Corporación (con o sin órgano especial de admón). Fundación pública del servicio (figura equivalente al establecimiento público u Organismo autónomo. Sociedad privada municipal o provincial. La Ley de Bases de RL de 1985 sustituye la expresión fundación pública del servicio por Organismo autónomo municipal. Los Ente locales pueden crear también fundaciones privadas acogiéndose a la Ley de Fundaciones. Sobre esta regulación anterior incide la Ley 57/2003 de Medidas para la Modernización del Gobierno Local, resultando las siguientes fórmulas organizativas de gestión directa: Gestión por la propia Entidad local. Organismo autónomo local. Entidad pública empresarial local. Sociedad mercantil local, cuyo capital social pertenezca íntegramente a la Entidad local o a un Ente público de la misma. Gestión Directa Sin Órgano Especial de Admón: deberá seguirse para la prestación de servicios que impliquen el ejercicio de autoridad. La Corporación asume su propio riesgo y todos los poderes de decisión y gestión, atendiendo al servicio mediante personal de plantilla retribuido con fondos del presupuesto ordinario. Se podrá designar un administrador del servicio. Gestión Directa por Organización Especializada NO Personificada: a cargo de un Consejo de Admón, un Presidente que recaerá en un miembro de la Corporación. A propuesta del Consejo, el Alcalde o Presidente de la Diputación nombrará un gerente. Está dotada de una mayor autonomía financiera, tendrá sección presupuestaria propia, nutrida por el producto de las prestaciones y por las subvenciones que recibiesen, estableciéndose una contabilidad especial que obliga a publicar sus balances y liquidaciones. 113 Para las sociedades mercantiles locales valen las mismas consideraciones sobre las estatales. Peculiaridades: la normativa local prescribe que: Deberán adoptar una de las formas de sociedad mercantil de responsabilidad limitada y que se regirán, cualquiera que sea su forma jurídica, por el Dº privado, salvo las materias en que les sea de aplicación la normativa presupuestaria, contable, de control financiero, de control de eficacia y contratación. En la escritura de constitución constará el capital, que deberá ser aportado íntegramente por la Entidad local o un Ente público de la misma. Los Estatutos determinarán la forma de designación y el funcionamiento de la Junta General y del Consejo de Admón, así como los máximos órganos de dirección (art 85 Ley de Bases de RL de 1985). LAS ADMINISTRACIONES INDEPENDIENTES PRECISIONES CONCEPTUALES SOBRE LAS ADMINISTRACIONES INDEPENDIENTES La “independencia” es aquí respecto del poder ejecutivo, del Gobierno, se alcanza privándole o limitándole el poder de nombramiento o destitución de los directivos. Se trata de una cierta independencia orgánica, antesala a la funcional. Técnicas limitadoras del poder absoluto de nombramiento: exigencia de pluralismo en las instancias de nominación. inclusión de cláusulas o requisitos para despolitizar los nombramientos de los directivos (exigencia de condiciones, particular capacidad profesional, etc.). Imposición del principio de colegialidad en la toma de decisiones. Establecimiento de plazo de duración del mandato de los órganos directivos, o de una lista de motivos por los que puede acordarse la destitución. En las administraciones independientes sus directivos están blindados frente a la jerarquía del gobierno y por ello pueden desconocer sus órdenes y directrices sin el riesgo de ser cesados. Las limitaciones al poder gubernamental son, a veces, simple autolimitación del ejecutivo a favor de los titulares de los órganos (caso del Banco de España o de la CNMV: respetar a los nombrados por un plazo de 4 años). En otros casos la limitación beneficia al poder legislativo, al que se inviste de poderes de nombramiento que pierde el ejecutivo (caso del Consejo de RTVE); o tb la limitación beneficia al poder judicial, porque los nombramientos se reservan a quienes ostentan la condición de Jueces o Magistrados (caso de la Admón electoral), o, las favorecidas son otras Ad.P territoriales, CCA o Municipio, u otros entes a los que se llama a participar en un organismo fundamentalmente estatal (caso de las Autoridades Portuarias). En España, el primer organismo al que la Ley llamó independiente, la Junta de Energía Nuclear, lo fue por razones de seguridad. Concepto: Administraciones independientes serían aquellas que correspondiendo por naturaleza a la órbita de las funciones o servicios del poder ejecutivo, sus cúpulas u órganos directivos son sustraídos a la dirección del Gobierno, al que se limitan los poderes de nombramiento o destitución de los gestores, creando un centro propio de imputación de responsabilidad y, al tiempo, liberando al Gobierno de su responsabilidad política. 114 SUPUESTOS DE AUTONOMÍA INSTITUCIONAL CONSTITUCIONALMENTE GARANTIZADA No todos los órganos que cita la Constitución, al margen del Poder judicial y del Parlamento, pueden ser catalogados como Administraciones independientes. Así el Defensor del Pueblo o el Tribunal de Cuentas, cuya función es, justamente, la de controlar a la Administración y tiene una clara vocación de dependencia del poder legislativo por expreso mandato de la Constitución. Quedan fuera de nuestra reflexión. También hay que marginar del concepto de Administración independiente al Consejo de Estado, al que la Constitución se refiere como “el supremo órgano consultivo del Gobierno”. Pertenece a la categoría de los órganos constitucionales. Respecto al Consejo Económico y Social, previsto en el art 131 CE, pudiera cuestionarse si puede ser o no una Administración independiente. El carácter consultivo de este organismo descarta que se planee su asimilación a las Administraciones independientes. En el caso de las Universidades, atribuye el Gobierno de cada Universidad a diversos órganos: Claustro Universitario, Junta de Gobierno y Rector. Todos ellos son elegidos por los miembros de la comunidad universitaria, concepto que incluye, además de los profesores, al personal no docente y a los alumnos. Los miembros de estos órganos colegiados, así como el Rector, son nombrados y cesados, sin intervención alguna del Gobierno o del gobierno de las CCAA de que dependen la mayoría salvo la UNED, competencia del Estado. el Consejo de la Juventud de España, es una Entidad de Derecho público con personalidad jurídica y patrimonio propio y plena capacidad para el cumplimiento de sus fines, que se concretan en una actividad de fomento del asociacionismo juvenil y en la colaboración con la Administración. En los órganos rectores de este organismo, la Asamblea y la Comisión Permanente, no existe ningún miembro designado por el Gobierno, formándose, exclusivamente por los delegados de las diversas asociaciones que pueden ser miembros del Consejo, en número variable, según el grupo en que se clasifican y en función del número de afiliados y ámbito de implantación. Otro supuesto de Administración independiente que se pretende cobijar en una cita constitucional es el Ente público RTVE, cuyo ,modelo han seguido las televisiones autonómicas y cuyas singularidades organizativas se intentan justificar en el artículo 20.3 de la CE: “La Ley regulará la organización y el control parlamentario de los medios de comunicación social dependientes del Estado o de cualquier Ente público y garantizará el acceso a dichos medios de los grupos sociales y políticos significativos, respetando el pluralismo de la sociedad y de las diversas lenguas de España”. La intervención del poder legislativo en la organización y control de RTVE y lo mismo puede decirse de las televisiones autonómicas, ha resultado tan determinante, que bien pudiera calificarse a RTVE como un servicio público parlamentario. La Corporación RTVE es una sociedad mercantil estatal que, a su vez, dispone de 2 sociedades filiales mercantiles encargadas de la prestación directa del servicio público: La Sociedad Mercantil Estatal Televisión Española en el ámbito de los servicios de televisión, conexos e interactivos; y la Sociedad Mercantil Estatal Radio Nacional de España, en el ámbito de los servicios de radio, conexos e interactivos. La gestión de la Corporación RTVE corresponde a un Consejo de Administración integrado por 12 miembros de designación parlamentaria, 4 por el Senado y 8 por el Congreso, de los cuales dos serán propuestos por las centrales sindicales más representativas a nivel estatal y con representación en la Corporación y en sus sociedades. Los miembros del Consejo de Administración deberán contar con suficiente cualificación y experiencia para un desempeño profesional de sus responsabilidades; mandato de 6 años, salvo en su primera formación, con renovaciones trienales por mitades; quedan sometidos al régimen mercantil; y a reglas especiales de responsabilidad, comprendida la posibilidad del cese del Consejo en caso de gestión económica gravemente perjudicial para la Corporación. El Congreso, de entre los consejeros designados, designará al presidente de la Corporación y del Consejo de Administración. Con ello el Gobierno pierde la facultad de nombrar el director, caballo de batalla de anteriores enfrentamientos políticos. 115 ADMINISTRACIONES INDEPENDIENTES NO PREVISTAS EN LA CONSTITUCIÓN Si los diseños del Consejo de la Juventud y de RTVE responden, a nuestros juicio, a diseños basados en interpretaciones contrarias a la CE, otras Administraciones independientes se han constituido sin mención alguna en aquella, y sin reparar si es o no constitucionalmente lícito que se sustraigan al Gobierno los poderes de nombramiento y remoción de los titulares de sus órganos de dirección. El Consejo de Seguridad Nuclear: Caso extraordinariamente significativo. Tiene competencias en seguridad nuclear y protección radiológica y en el que la pérdida del poder y responsabilidad gubernamental se hace en beneficio del poder legislativo. La responsabilidad del Congreso de los Diputados en la gestión de este Organismo y correlativa pérdida de poder del Gobierno se concreta en la obligación de trasladar a la Comisión Parlamentaria de Industria y Comercio, las propuestas de designación de los consejeros, para su aceptación o rechazo por mayoría de 3/5 de los miembros de la susodicha comisión. Ésta ha de emitir informe favorable para la destitución de los Consejeros por razón de incapacidad o por no atender con diligencia los deberes de su cargo. De esta forma se asegura una cierta independencia y estabilidad de los directivos del Consejo de Seguridad Nuclear frente al Gobierno y se corresponsabiliza al órgano legislativo en los resultados de su funcionamiento; no recibe instrucciones ni directivas del Gobierno. La Administración Electoral: Organización sin personalidad jurídica, sin previsión constitucional expresa; es un supuesto claro de la Administración independiente. Su misión es la de asegurar la objetividad de las consultas electorales. Está integrada su Junta Central por magistrados profesionales en cuyo nombramiento no tiene influencia alguna el gobierno. Los poderes de esta Administración son prácticamente omnímodos (totales) durante el proceso electoral, la campaña y la proclamación de candidatos y elegidos. El Banco de España: Con arreglo a la técnica del mandato de plazo fijo se ha pretendido asegurar una cierta neutralidad o independencia del Gobierno a organismos que tradicionalmente la vienen reclamando por sus trascendentales funciones económicas como es el caso del Banco de España, al que la Ley 30/1980 de 21-6 le dotó de “autonomía respecto a la Administración del Estado”. La autonomía orgánica consiste en la inamovilidad del Gobernador, Subgobernador y los 6 Consejeros durante un mandato de 6 años, los cuales, una vez nombrados por el Gobierno, no pueden ser separados libremente por él, sino por incapacidad permanente para el ejercicio de sus funciones, incumplimiento grave de sus obligaciones, incompatibilidad sobrevenida o procesamiento por delito doloso. Además el Banco de España se beneficia de ciertas garantías de independencia funcional, pudiendo elegir con autonomía los medios necesarios para ejecutar los objetivos de política monetaria fijados por el Gobierno, entre otras, dictando las normas precisas para el ejercicio de sus competencias, las conocidas como “circulares del Banco de España” que son verdaderos reglamentos. Sus actos administrativos y sanciones (en desarrollo de sus funciones sobre política monetaria) ponen fin a la vía administrativa a los efectos de ser recurridas ante la Jurisdicción Contencioso-Administrativa La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV): A su Consejo “corresponde el ejercicio de todas las competencias establecidas en la Ley y las que le atribuyan el Gobierno o el Ministro de Economía y Hacienda”. Integrado por Presidente, Vicepresidente y tres Consejeros nombrados por el Gobierno entre personas de reconocida competencia en materias relacionadas con el mercado de valores. Mandato de 4 años, del cual solo podrán separados por los mismos motivos expresados en párrafo anterior en relación a las autoridades del Banco de España 116 La Agencia Española de Protección de Datos: Tiene la función de limitar el uso de la informática y otras técnicas y medios de tratamiento automatizado de datos de carácter personal para garantizar el honor, la intimidad personal y familiar de las personas físicas y el pleno ejercicio de sus derechos, todo ello por Ley Orgánica 15/99 de Protección de Datos de Carácter Personal. La independencia de la Agencia radica en la inamovilidad de su Director, que una vez nombrado por el Gobierno, tiene un mandatos de 4 años en el que solo podrá ser cesado por motivos tasados. El Director no está además sujeto a instrucción alguna. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones: Responde también a la tipología más característica de las Administraciones independientes. Se rige por sus normas propias, en cuanto le aseguren su independencia funcional y por las correspondientes a los Organismo públicos en todo lo demás. La Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, con personalidad jurídica y plena capacidad pública y privada, está adscrita al Ministerio de Fomento Tiene por objeto salvaguardar las condiciones de competencia efectiva en el mercado de las telecomunicaciones y de los servicios audiovisuales, telemáticos e interactivos, velar por la correcta formación de los precios en este mercado y ejercer de órgano arbitral en los conflictos que surjan en el sector. Corresponde a la Comisión el otorgamiento de títulos habilitantes para la prestación a terceros, en condiciones de concurrencia, de los servicios, informando las propuestas de tarifas de los servicios de telecomunicación prestados en exclusiva y cuando exista una posición de dominio en el mercado. Informará preceptivamente toda propuesta de determinación de tarifas o de regulación de precios de servicios de telecomunicación y vigilará su aplicación por los operadores, fijará los precios máximos de interconexión que deban regir en las relaciones comerciales entre los operadores y controlara el cumplimiento de las obligaciones de servicio público. La Comisión, con la misma misión de velar por la libre competencia en el mercado de las telecomunicaciones, podrá dictar instrucciones para las entidades que operen en el sector que serán vinculantes una vez publicadas en el BOE. También interpretará las cláusulas de contratos concesionales que protejan la libre competencia y ejercerá el control sobre los procesos de concentración de empresas, y de los acuerdos entre los agentes participantes en los mercados de las telecomunicaciones y de los servicios. Para cumplir estas funciones se atribuye a la Comisión una potestad arbitral sobre los conflictos que puedan surgir entre operadores de redes y servicios; potestad que dice la Ley que “no tendrá carácter público”. Tiene la Comisión la atribución de potestad sancionadora para corregir el incumplimiento de las instrucciones dictadas para salvaguardar la libre competencia. Se configura también la Comisión como órgano consultivo del Gobierno y del Ministerio de Fomento en los asuntos concernientes al mercado y a la regulación de las telecomunicaciones y de los servicios. En cuanto a su intendencia, la Comisión tendrá patrimonio propio, independiente del patrimonio del Estado. Comisión Nacional de Energía: La Comisión está regida por un Consejo de Administración, compuesto por el Presidente, 8 vocales y un Secretario con voz pero sin voto. El Ministro de Industria y Energía o alto cargo del Ministerio en quien delegue, podrá asistir a las reuniones del Consejo de Administración con voz pero sin voto, cuando lo juzguen preciso a la vista de los asuntos incluidos en el correspondiente orden del día. El Presidente y los vocales serán nombrados entre personas de reconocida competencia técnica y profesional, mediante Real Decreto, a propuesta del Ministro de Industria y Energía, por un periodo de 6 años, previa comparecencia del mismo y debate en la Comisión competente del Congreso de los Diputados. Pueden ser renovados por un periodo de la misma duración y solo podrán ser cesados por causas tasadas. 117 Autoridades Portuarias: A pesar de ser organismos estatales, es un supuesto de Administración o autoridad independiente. El Estado poco tiene que dirigir o mandar en las Autoridades Portuarias, por estar encomendada la titularidad de sus órganos a personas designadas por otras administraciones, CCAA y a diversas representaciones sociales. Su órgano director es un Consejo de Administración formado por el Presidente de la Entidad, dos miembros natos, que serán el Capitán Marítimo y el Director y un numero de vocales, entre 15 y 22, a establecer por las CCAA o por las ciudades de Ceuta y Melilla, y designados por las mismas. La Administración del Estado está en franca minoría; solo está representada, además de por: El Capitán Marítimo, Por 4 vocales, de los cuales uno será un Abogado del Estado y otro funcionario del ente público Puertos del Estado. EL ORGANISMO MACRO-REGULADOR: LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS MERCADOS Y DE LA COMPETENCIA La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) es el organismo que garantiza la libre competencia y regula todos los mercados y sectores productivos de la economía española para proteger a los consumidores. Es un organismo público con personalidad jurídica propia. Es independiente del Gobierno y está sometido al control parlamentario. Entró en funcionamiento el 7 de octubre de 2013. La CNMC garantiza, preserva y promueve el correcto funcionamiento, la transparencia y la asistencia de una competencia efectiva en todos los sectores y mercados y sectores productivos, en beneficio de los consumidores y usuarios Objetivo El objetivo principal de la CNMC es reforzarse como una institución básica para el funcionamiento de una economía de libre mercado. Por esta razón, está sometida al control parlamentario, lo que garantiza su independencia e incrementa la seguridad jurídica. Cuenta con 515 personas, de las que: 327 son laborales y 187 funcionarios. El 75% de ellos son titulados universitarios. Estructura Tiene dos órganos de gobierno, un presidente y un consejo formado por diez miembros elegidos por el Parlamento. Su mandato es de 6 años no renovables y está sometido a un estricto régimen de incompatibilidades. El consejo se organiza en dos salas, Competencia y Supervisión Regulatoria, y se reúne en un Pleno donde está representados los 8 consejeros, la vicepresidenta y el presidente, quien ostenta la representación de la institución y tiene voto de calidad. Además, tiene cuatro direcciones de instrucción: Competencia, Energía, Telecomunicaciones, y Sector Audiovisual Transportes y Postal. -¿Cómo funciona? En el caso de una investigación o dictamen sobre una operación de concentración o del análisis de los sectores regulados: las cuatro direcciones de instrucción realizan sus investigaciones y, una vez concluidas, las envían a la Sala correspondiente del Consejo. Algunos temas exigen la coordinación de dos direcciones, en estos casos la decisión final sobre la sanción correspondiente o la aprobación del informe se adopta en el Pleno del Consejo. Además, se analizan y se emite un dictamen no vinculante sobre todas las normas económicas que aprueba el Gobierno. 118 Por último, la CNMC es el árbitro en la unificación legislativa de la Ley de Unidad de Mercado: el resultado es la emisión de resoluciones, informes estudios sobre los sectores regulados de la economía, expedientes sancionadores de competencia y del sector audiovisual, informes sobre proyectos normativos. Todos ellos se cuelgan en la web. - ¿Para qué sirven la competencia y la regulación eficiente? Sirve para disponer de ofertas más variadas, de mejor calidad y a menores precios. Como empresario, la libre competencia le asegura el éxito en sus negocios y dependerá de su capacidad y esfuerzo y no de las obstrucciones o limitaciones que le impongan otros con mayor poder de mercado. Como ciudadano, la competencia le sirve para que la producción nacional sea más competitiva en el mundo y en el propio país. LA ADMINISTRACIÓN CORPORATIVA Concepto y naturaleza jurídica Las corporaciones NO territoriales o entes públicos asociativos, puede definirse como asociaciones forzosas de particulares, creadas por el Estado, que les atribuye personalidad jurídica publica para, (sin perjuicio de defender y gestionar intereses privativos de sus miembros), desempeñar funciones de interés general con carácter monopolístico, cuyo ejercicio se controla por la Jurisdicción Contencioso – Administrativa. La Administración corporativa, (forman parte de ella en España los Colegios profesionales y las Cámaras oficiales de comercio, industria y navegación, dentro de ellas hay razones, constituye el límite entre los entes públicos y los privados, haciendo de frontera poco definida, porque las corporaciones, sobre un substrato asociativo, aunque forzoso de carácter privado, cumplen fines públicos de interés general, lo que se refleja en la aplicación de un régimen jurídico mixto, público y privado. Esta dualidad de fines, de elementos y de régimen jurídico, públicos y privados se explica en virtud del substrato sociológico de las corporaciones, que NO es el conjunto de todos los habitantes de una circunscripción territorial determinada, como ocurre en los entes locales, o un conjunto de medios personales y materiales afectados a un servicio público concreto, es el caso de los Entes institucionales, SINO un grupo humano definido en función de una comunidad de intereses o por el ejercicio de una determinada actividad. Sobre ese grupo humano real o potencial y cuya natural tendencia podría ser la constitución de una simple organización privada (asociación o sindicato) para la asistencia, representación y defensa de sus intereses, interviene el Estado creando una persona jurídica, atribuyéndole diversos fines relacionados con los intereses públicos , ahorrándose así la forma de intervenir directamente. Esto ocurre con la regulación de determinadas profesiones liberales (médicos, abogados, arquitectos, etc.) a los que disciplina su respectivo Colegio profesional y se encarga así mismo de otras funciones de interés general, evitándose la creación de otras estructuras en la Administración del Estado o Autonómica que asumiera estas responsabilidades. La Administración corporativa constituye un fenómeno de auténtica y verdadera descentralización, ya que el Estado, que realmente crea las organizaciones NO manda sobre ellas NI dirige su actividad a través del nombramiento de directivos. Las Corporaciones Públicas se gobiernan a través de representantes elegidos por sus miembros y se autogestiona. La administración corporativa tiene la adicional ventaja de NO gravar el presupuesto del Estado, pues su sostenimiento corre a cargo de las cuotas o participaciones de los miembros de la Corporación y los titulares de sus órganos gestores no perciben dichas aportaciones. Las Corporaciones se distinguen, a su vez, de las asociaciones privadas y de los sindicatos, por el origen público de su constitución, las corporaciones son creadas más que por un acuerdo de sus 119 miembros, por un acto de poder que define su estructura y fines, y del que nace formalmente su personalidad jurídica. En cuanto a la Entidades que se integran en la Admón corporativa: Colegios profesionales. Cámaras Oficiales de Comercio y otras. Cofradías de pescadores y otras. Federaciones deportivas (agrupaciones de profesionales del deporte, de adscripción obligatoria para su ejercicio profesional) Comunidades de Regantes, que es una Corporación de intereses patrimoniales. Juntas de compensación urbanística y demás Entidades urbanísticas colaboradoras reguladas en la Ley del Suelo. EL MARCO CONSTITUCIONAL Art.36: La Ley regulará las peculiaridades propias del régimen de los Colegios profesionales y el ejercicio de las profesiones tituladas. Art.52: La Ley regulará las organizaciones profesionales que contribuyan a la defensa de los intereses económicos que les sean propios. La Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico, de 30 de julio de 1982, (LOAPA) estableció unas reglas mínimas para la Administración corporativa, previniendo la posible desorganización que en esta materia pudiera originarse con la instauración del Estado de las Autonomías, consagrando, implícitamente, la obligatoriedad de la afiliación. Es compatible la existencia de organizaciones corporativas con la existencia y la afiliación a sindicatos, asociaciones profesionales u organizaciones empresariales. Lo que no es posible es crear Colegios profesionales o Cámaras paralelas a los existentes y con sus mismas funciones. DELIMITACIÓN, NATURALEZA Y RÉGIMEN JURÍDICO DE LAS CORPORACIONES PÚBLICAS Reg. Jurídico Públicos: creación por acto de poder, obligatoriedad de la pertenencia de los miembros, organización monopolística, ejercicio de funciones públicas (de atribución directa o delegada por el Estado o CCA). Privados (base social privada, defensa de intereses privados de sus miembros, autogestión, sostenimiento económico a cargo de estos sin financiación pública y ciertos fines privados). Dando lugar a un régimen jurídico mixto. Fuentes: es de aplicación: 1. 2. 3. La norma básica creadora del tipo de Corporación, que es una norma de origen estatal o autonómico. se aplicarán las propias normas de la Corporación o Dº estatutario. Los principios generales del Derecho Administrativo (más que la aplicación directa de las Leyes advas, salvo casos específicos.) - Aplicación del Derecho Público: normas o principios, así como el sometimiento de todos los actos al enjuiciamiento de la Jurisdicción Contencioso-adva (art 28, 35 y 37 Ley Jurisdiccional) en todo lo referente a la constitución de sus órganos y aplicación del sistema electoral propio. Tb la actividad corporativa se somete a Dcho público y sus actos son administrativos, a efectos de las exigencia de las reglas procedimentales básicas, y de su impugnación contenciosa, esto cuando las Corporaciones tienen competencias en torno a los fines asignados por sus Leyes o sus Estatutos en relación con los miembros de la Corporación, (régimen de admisiones o de colegiación, sanciones 120 disciplinarias, aprobación de normas sobre tarifas u honorarios, y actividad certificante, además de otras funciones o actos análogos.) Sujeción al Derecho Privado: y por consiguiente a la Jurisdicción civil. Comprende: residualmente la actividad instrumental o logística de las Corporaciones en relación con terceros no miembros, como es el régimen de sus empleados (que no son funcionarios, sino trabajadores), así como la actividad contractual que origina contratos de Dº civil y no advos, con la consecuencia de que no se aplican las reglas de selección de contratistas del Dº advo, ni los privilegios en cuanto a la actividad derivada de la gestión de sus bienes. En cuanto al patrimonio, sus Bienes privados que NO se benefician de los privilegios de la reivindicación de oficio, imprescriptibilidad, inembargabilidad, etc., propios de los bienes de los Entes públicos afectados a un uso o servicio público. Legitimación para Impugnar los actos o disposiciones del Estado o de las CCAA a cuyo control o tutela puedan estas sujetas, así como el principio de incomunicabilidad patrimonial, financiera y de responsabilidad patrimonial entre el Estado o la CCA y la Corporación, cuyas deudas y responsabilidades no pueden nunca afectar a aquellos Entes territoriales. Relaciones de Tutela: no pueden establecerse reglas generales y hay que atender a las de leyes estatales y autonómicas y normas constitutivas de cada Corporación para dar cuenta de los actos sujetos a aprobación del Estado o de la CCA, los poderes de éstos para intervenir por vía de sustitución en las crisis de gobierno de los órganos corporativos y, para saber si se dan recursos de alzada ante el Estado o la CCA con carácter previo a la impugnación jurisdiccional. LOS COLEGIOS PROFESIONALES Fines: Sus fines se enuncian con una fórmula general que comprende la ordenación del ejercicio de las profesiones, la representación exclusiva de las mismas y la defensa de los intereses profesionales de los colegiados. Funciones: Pueden resumirse en funciones de colaboración con la Administración, de ordenación deontológica, regulación de honorarios, disciplina profesional y asistencia social a sus miembros. Creación: La creación de una organización colegial debe hacerse por Ley a petición de los profesionales interesados. La Ley reconoce una gran autonomía a los Colegios, que no se subordinan a un Ministerio, consecuentemente, los actos de los Colegios y Consejos Generales NO son recurribles ante la Administración SINO directamente ante los Tribunales una vez agotados los recursos corporativos. Organización: En materia de organización, los Colegios pueden tener ámbito nacional, o provincialregional. En este 2º caso se crea una organización de 2º grado que es el Consejo General (inexistentes cuando el Colegio tiene ámbito nacional). A los Consejos Generales corresponde la elaboración de los Estatutos Generales de la Profesión, así como los Estatutos de los Colegios y visar su reglamento de régimen interior. Además resuelven los recursos contra los actos de los Colegios, dirimen los conflictos entre éstos, ejercen las funciones disciplinarias sobre los miembros de las Juntas directivas y suplen las crisis que se produzcan en las Juntas de Gobierno de los Colegios hasta la celebración de nuevas elecciones. Tienen, a su vez, la misma consideración de Corporaciones de Derecho público y sus Presidentes son elegidos por los Presidentes o Decanos de los respectivos Colegios. Reglas: Como reglas de fondo de la organización de las profesiones colegiadas, la Ley establece: La prohibición de “numerus clausus”, en virtud de la cual “quien ostente la titulación requerida y reúna las condiciones señaladas estatutariamente tendrá derecho a ser admitido en el Colegio profesional que corresponda”. El principio de colegiación obligatoria, por la que “será requisito indispensable para el ejercicio de las profesiones colegiadas la incorporación al colegio en cuyo ámbito territorial se pretenda ejercer la 121 profesión”, resultando a este respecto en la actualidad suficiente la colegiación en cualquiera de los colegios para poder ejercer la profesión en cualquier parte del territorio nacional = colegiación única Visado: en cuanto al visado su finalidad es comprobar, al menos, la identidad y habilitación profesional del autor del trabajo, y la corrección e integridad formal de la documentación del trabajo profesional de acuerdo con la normativa aplicable al trabajo de que se trate. El visado, solo se impondrá por los colegios prof. a petición expresa del cliente (incluyendo a las AAPP cuando actúen como tales), o cuando lo establezca el Gobierno por RD. Prohibición de recomendaciones sobre honorarios: la nueva regulación impone esta prohibición, NO pudiendo establecer baremos orientativos NI cualquier otra orientación, recomendación, directriz, norma o regla. Pero SI podrán los Colegios elaborar criterios orientativos a los exclusivos efectos de tasación de costas y de la jura de cuentas de los abogados, que serán igualmente válidos para el cálculo de honorarios y derechos que corresponden a los efectos de tasación de costas en asistencia jurídica gratuita. ADMINISTRACIÓN CONSULTIVA Y DE CONTROL PROBLEMAS GENERALES Y CLASES DE ÓRGANOS CONSULTIVOS Los órganos con competencia resolutoria, órganos activos, necesitan del apoyo técnico de otros para preparar sus decisiones, desarrollándose la actividad consultiva a través de técnicas de diversa naturaleza, en función de la estructura de los órganos que la cumplen (unipersonal y colegial, estable y transitoria) y de la forma de comunicación con el órgano activo al que asesoran (directa o inmediata, o a través de un procedimiento formalizado). Se observa que la posibilidad para los órganos activos de solicitar consultas y asesoramiento, opiniones formales o informales (de otros órganos o de los administrados) está originando fenómenos patológicos cuya consecuencia más visible es una cierta paralización de la acción administrativa. Se viene observando que la resistencia a tomar decisiones, las maniobras dilatorias (por ejemplo, la creación de comisiones), la inercia y la lentitud, son defectos indiscutibles de las Admón contemporáneas. En parte se debe a la necesidad real o simulada, de asistencia y asesoramiento que parecen padecer los órganos de decisión y tras la que, muchas veces, se oculta el miedo a la responsabilidad que se intenta eludir, retrasar o compartir, so pretexto de una mayor estudio, de la consulta a otros órganos, audiencias, encuestas, etc. De la consulta-información, se está pasando a la consulta-negociación y, hay que añadir una búsqueda obsesiva por la omnirrepresentación, de la unanimidad, del consenso, causa de la parálisis que se observa en muchas instituciones. Entre las técnicas consultivas clásicas destaca la colegialidad (potenciada desde la Admón napoleónica), en aplicación del principio de que “deliberar y juzgar es función de muchos y ejecutar es función de uno solo”, así como por las correspondiente separación entre órganos activos y consultivos. La estructura consultiva colegial suele implicar un cierto distanciamiento entre el órgano consultado y el asistido, que se comunican a través de un procedimiento formalizado. La petición de la consulta y el dictamen se producen por escrito, incorporándose al expediente o al procedimiento en que se han producido. La razón de este formalismo es porque estos órganos cumplen una función asesora y una función de garantía respecto de los administrados, ya que la estructura colegial debe ser neutral, necesaria, además, porque el órgano colegiado consultivo ejerce, a veces, funciones judiciales. Distintos son los órganos consultivos de apoyo inmediato que asesoran a los órganos operativos sin seguir un procedimiento formalizado. El informe y la petición de asistencia pueden manifestarse oralmente o por escrito. Aunque se compongan de varias personas, la estructura de estos órganos no es colegial sino jerárquica (un Jefe y varios subordinados), no produciéndose votaciones que lleven a la formulación del informe como expresión del parecer conjunto. A este tipo de organización consultiva responden, los Estados Mayores en la Admón Militar y los Gabinetes de los Ministros en la Admón Civil (personas de su confianza, funcionarios o no, que aquél nombra y que cesan con él), así como las asesorías jurídicas y económicas, entre otras. 122 La Admón consultiva no se agota aquí, sino que existe un nº indeterminado y creciente de órganos con las más diversas denominaciones (consejos de dirección, comités, comisiones, etc.), que cumplen funciones consultivas en todos los niveles de la Admón central y periférica. EL CONSEJO DE ESTADO El Consejo de Estado en la Constitución de 1978: su naturaleza y funciones Sin embargo, La Constitución de 1978 aseguró la continuidad institucional del Consejo de Estado y sus funciones de asesoramiento jurídico. La CE, prevé y aseguró su continuidad institucional porque los constituyentes de 1978 lo citaron (art.153) para exigir su dictamen preceptivo en el ejercicio de la delegación de materias de titularidad estatal a las CCAA y, sobre todo, porque en función de lo dispuesto en el Art.107, lo configuraron como "supremo órgano consultivo del Gobierno", remitiendo a una Ley Orgánica la regulación de su composición y competencia. Su actual regulación: Ley Orgánica 3/1980, de 22 de abril, del Consejo de Estado.: lo consagra además como un órgano consultivo, con separación orgánica del Gobierno, pero nombrados en su mayoría por él. Reglamento Orgánico aprobado por Real Decreto 1647/1980, modificado por el Real Decreto 449/2005 debido a la separación orgánica del Gobierno, se puede plantear el Consejo de Estado como órgano consultivo u órgano de control. El Consejo de Estado como órgano de control: Su calificación como órgano de control parece más adecuada, por su independencia funcional y la intervención preceptiva, de asegurar o preservar determinadas aplicaciones del OJ de la intervención e interpretación exclusiva del G o de la Admón. Cuando el dictamen del C de E es vinculante, además, este órgano es copartícipe de la competencia, ya que no cabe más decisión válida que la que es conforme con su opinión. Las garantías de las que se le inviste lo caracterizan más como órgano de control, que son las propias de los órganos judiciales: “ejerce la función consultiva con autonomía orgánica y funcional, para garantizar su objetividad e independencia”; y por la finalidad de sus intervenciones: “se velará por la observancia de la C y del resto del OJ”, propias de los órganos de control. El control es básicamente jurídico, pero cuando lo exija la índole del asunto o lo solicite la autoridad consultante o para mayor eficacia de la Admón en el cumplimiento de sus fines el control puede extenderse a la oportunidad y conveniencia de los proyectos de disposiciones o resoluciones sobre los que es consultado. Por el contrario, el G controla el nombramiento de una serie de consejeros. Tiene la facultad de nombrar al Presidente y a los Consejeros permanentes y electivos. El Consejo de Estado como órgano consultivo Fuera de las materias donde su dictamen es preceptivo actúa como órgano consultivo de cualquier asunto que estime el G, sus Ministros y los Consejeros de las CCAA. Esta vía se utiliza normalmente para reforzar o descargar parte de la responsabilidad. El Consejo de Estado como órgano constitucional decisorio Una de las funciones asignadas por la LOPJ de 1985 al CdeE es, parcialmente, la de constitucional decisorio en el de los conflictos de competencias entre la Admón y los Tribunales. Tres Consejeros permanentes del CdeE forman parte, junto con dos magistrados del TS y su Presidente (con voto de calidad) del Tribunal de Conflictos de Jurisdicción, que resuelve dichos conflictos. 123 El TC ha declarado, en relación con esta función que el CdeE tiene carácter de órgano del Estado con relevancia constitucional al servicio de la concepción del Estado que la propia C establece, ya que sus funciones consultivas se extienden además a las CCAA. Otras funciones asignadas por la LOrg 3/2004 Realizar estudios, informes o memorias que el G le solicite, elaborando propuestas legislativas o de reforma constitucional que el G le encomiende. Esta misma LOrg crea la categoría de Consejeros natos vitalicios para los ex Presidentes del G, formando parte del Pleno del Consejo. Composición El Presidente, que es nombrado libremente por el Consejo de Ministros mediante RD entre juristas de reconocido prestigio y experiencia en asuntos de Estado. El Pleno se compone de los Consejeros Permanentes, Consejeros Natos Vitalicios, Consejeros Natos, Consejeros Electivos y Secretario General. Los Consejeros Permanentes son el núcleo estable y profesional del Consejo, con status económico del igual o superior al de los Magistrados del TS y les corresponde la Presidencia de las Secciones, formando junto con el Presidente y el Secretario la Comisión Permanente. Son nombrados por el G, con carácter inamovible sin límite de tiempo, injubilables por edad. Los Consejeros Electivos, sin retribuciones fijas, en nº de 10, son nombrados también por el G por 4 años, entre personas que han ostentado cargos relevantes en cualquiera de los poderes del Estado (Diputados, Senadores, Ministros, Presidentes de CCAA, Embajadores, Rectores de Universidades, Magistrados del TC, etc.). Dos de ellos habrán de haber sido Presidentes del Consejo Ejecutivo de CA por un mínimo de 8 años. Los Consejeros Natos son los que ostentan determinados cargos públicos que, con excepción del Presidente del Consejo General de la Abogacía y los Presidentes de las Reales Academias (Española, Ciencias Morales y Políticas, y Jurisprudencia y Legislación), son de nombramiento gubernativo (Fiscal General del Estado, Director General de lo Contencioso, Presidente de la Comisión General de Codificación, Director del Centro de Estudios Constitucionales), conservarán su condición en tanto ostenten el cargo determinante de su nombramiento. Los Consejeros Natos Vitalicios son todos los ex Presidentes del G que decidan incorporarse al CdeE. La Comisión Permanente la integran el Presidente y los Consejeros Permanentes, y el Secretario General. La Comisión de Estudios la integran el Presidente y está integrada por 2 Consejeros Permanentes designados por el Pleno a propuesta de su Presidente, y el Secretario General. Un Cuerpo de Letrados asiste al CdeE. De entre los Letrados Mayores se nombra el Secretario General del Consejo. Las unidades operativas del CdeE son las Secciones, en nº de 10, presididas por un Consejero Permanente. 124 Competencias El Consejo de Estado, en Pleno o en Comisión Permanente, podrá elevar al Gobierno las propuestas que juzgue oportunas acerca de cualquier asunto que la práctica y experiencia de sus funciones le sugieran. El Consejo de Estado en Pleno elevará anualmente al Gobierno una memoria en la que, con ocasión de exponer la actividad del Consejo en el período anterior, recogerá las observaciones sobre el funcionamiento de los servicios públicos que resulten de los asuntos consultados y las sugerencias de disposiciones generales y medidas a adoptar para el mejor funcionamiento de la Administración. El Consejo de Estado EN PLENO deberá ser consultado en los siguientes asuntos: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. Anteproyectos de reforma constitucional, cuando la propuesta no haya sido elaborada por el propio Consejo de Estado. Anteproyectos de leyes que hayan de dictarse en ejecución, cumplimiento o desarrollo de tratados, convenios o acuerdos internacionales y del derecho comunitario europeo. Proyectos de Decretos legislativos. Dudas y discrepancias que surjan en la interpretación o cumplimiento de tratados, convenios o acuerdos internacionales en los que España sea parte. Problemas jurídicos que suscite la interpretación o cumplimiento de los actos y resoluciones emanadas de Organizaciones internacionales o supranacionales. Reclamaciones que se formalicen como consecuencia del ejercicio de la protección diplomática y las cuestiones de Estado que revistan el carácter de controversia jurídica internacional. Anteproyectos de Ley o proyectos de disposiciones administrativas, cualquiera que fuere su rango y objeto, que afecten a la organización, competencia o funcionamiento del Consejo de Estado. Transacciones judiciales y extrajudiciales sobre los derechos de la Hacienda Pública y sometimiento a arbitraje de las contiendas que se susciten respecto de los mismos. Separación de Consejeros permanentes. Asuntos de Estado a los que el Gobierno reconozca especial trascendencia o repercusión. LA COMISIÓN PERMANENTE del Consejo de Estado deberá ser consultada en los siguientes asuntos: En todos los tratados o convenios internacionales sobre la necesidad de autorización de las Cortes Generales con carácter previo a la prestación del consentimiento del Estado. Disposiciones reglamentarias que se dicten en ejecución, cumplimiento o desarrollo de tratados, convenios o acuerdos internacionales y del derecho comunitario europeo. Reglamentos o disposiciones de carácter general que se dicten en ejecución de las Leyes, así como sus modificaciones. Anteproyectos de la Ley Orgánica de transferencias o delegación de competencias estatales a las Comunidades Autónomas. Control del ejercicio de funciones delegadas por el Estado a las Comunidades Autónomas. Impugnación de las disposiciones y resoluciones adoptadas por los órganos de las Comunidades Autónomas ante el Tribunal Constitucional, con carácter previo a la interposición del recurso. La Comisión de Estudios ordenará, dirigirá y supervisará la realización de los estudios, informes o memorias encargados por el Gobierno y, una vez conclusos, emitirá juicio acerca de su suficiencia y adecuación al encargo recibido. 125 Funcionamiento Las deliberaciones y acuerdos del Consejo en Pleno y los de la Comisión Permanente requieren la presencia del Presidente o de quien haga sus veces, la de la mitad, al menos, de los Consejeros que lo formen y la del Secretario general o quien le sustituya. El Presidente y los Consejeros de Estado tendrán la obligación de inhibirse del conocimiento de los asuntos en cuyo despacho hubieren intervenido, o que interesen a Empresas en cuya dirección, asesoramiento o administración hubieran participado ellos mismos o personas de su familia dentro del segundo grado civil por consanguinidad o afinidad. Los acuerdos se adoptarán por mayoría absoluta de votos de los asistentes. En caso de empate decidirá el voto de calidad del que presida. Los miembros que discrepen del dictamen o acuerdo mayoritario podrán formular voto particular por escrito, dentro del plazo que reglamentariamente se determine. La ponencia en los asuntos en que haya de entender el Consejo en Pleno corresponderá a la Comisión Permanente o a la Comisión de Estudios, atendiendo a sus respectivas competencias. Corresponde a las Secciones preparar el despacho de los asuntos de los que haya de conocer la Comisión Permanente. La distribución de asuntos entre las Secciones, según los ministerios de donde aquellos procedan o su naturaleza, se fijará por resolución del Presidente del Consejo de Estado, a propuesta de la Comisión Permanente. La Comisión de Estudios se ajustará en su actuación a lo que disponga acerca de su organización y funcionamiento el reglamento orgánico del Consejo de Estado. Pueden ser oídos ante el Consejo los directamente interesados en los asuntos sometidos a consulta. La audiencia se acordará por el Presidente, a petición de aquéllos o de oficio. La audiencia se concederá, en todo caso, cuando en la consulta esté directamente interesada, y así lo manifieste, una Comunidad Autónoma. Por conducto del órgano consultante, o directamente, pueden ser invitados a informar ante el Consejo, por escrito o de palabra, los Organismos o personas que tuvieran notoria competencia técnica en las cuestiones relacionadas con los asuntos sometidos a consulta. El Consejo, en todo caso, por conducto de su Presidente y a propuesta del Pleno, Comisión Permanente o Sección respectiva, puede solicitar del órgano consultante que se complete el expediente con cuantos antecedentes, informes y pruebas estime necesarios, incluso con el parecer de los Organismos o personas que tuviesen notoria competencia en las cuestiones relacionadas con los asuntos sometidos a dictamen. Cuando en la orden de remisión de los expedientes se haga constar la urgencia del dictamen, el plazo máximo para su despacho será de quince días, salvo que el Gobierno o su Presidente fijen otro inferior. Si el plazo fijado fuese inferior a diez días, la consulta será despachada por la Comisión Permanente, aun siendo competencia del Pleno, sin perjuicio de que el Gobierno pueda requerir ulteriormente el dictamen del Pleno. Los Consejos consultivos autonómicos La configuración que realiza el art 107 CE del Consejo, no descarta que su actuación se extienda al ámbito autonómico, pero tampoco la impone, posibilitando la aparición de homólogos territoriales que ofrecían una garantía de control a la legalidad análoga. Algunos Estatutos de Autonomía contemplaron esta posibilidad: el de Canarias, Cataluña y Extremadura. 126 En STC 1992, se estima constitucionalmente lícita la sustitución del informe preceptivo del Consejo de Estado por el que pudieran dictar los Consejos autonómicos siempre fueran órganos análogos. La mayoría de las CCAA se dotaron de ellos. Distinto es el caso de Cataluña que dispone de dos órganos consultivos: El Consejo Consultivo: vela porque las normas estatales y autonómicas guarden el respeto debido a la Cº y al Estatuto. La Comisión Jurídica Asesora: para salvaguardar la legalidad de los decretos legislativos, reglamentos y disposiciones generales dictados en ejecución de las leyes y sus modificaciones, así como el informe de expedientes advos, autonómicos y locales. Todos los Consejos Consultivos se configuran como órganos colegiados. En unos casos sus integrantes son elegidos por el Gobierno, en otros, una parte por el Ejecutivo y otra por el Parlamento por mayoría cualificada. La selección se hace entre juristas de reconocido prestigio, exigiéndoles experiencia profesional y en algunos casos la condición política de miembro de la CCA. La especial configuración de la Comisión Jurídica Asesora del Gobierno vasco hace que sus componentes hayan de ser Letrados de la Secretaría General del Régimen Jurídico, órgano en el que se incardina. En Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla-León, Extremadura y País Vasco, aparecen junto a los miembros electivos (en imitación al órgano estatal) otros miembros natos o permanentes por ocupar o haber ocupado un cargo relevante en la CCA. La vinculación política o la pertenencia a la Admón parece chocar, de una parte, con el carácter técnico-jurídico del órgano y, de otra, con la independencia que se predica, lo que se intenta paliar estableciendo un nº de Consejeros natos inferior al de electivos o circunscribiendo su intervención al Pleno, sin que puedan votar, aunque sí participar, en otros órganos del Consejo. En cuanto a la Comunidad Valenciana y tras una serie de polémicas se establece la siguiente regulación: los expresidentes de la Generalitat que hayan ejercido el cargo al menos durante una legislatura completa, serán miembros natos del Consejo Jurídico Consultivo durante un período de quince años. Estos órganos autonómicos sustituyen al Consejo de Estado emitiendo dictamen en: Los expedientes sobre revisión de oficio de los actos advos y disposiciones generales. Recursos advos extraordinarios de revisión. Aprobación de ordenanzas generales de aprovechamiento de bienes comunales. Aprobación de pliegos de cláusulas advas generales. Interpretación, nulidad y extinción de concesiones advas cuando se formule oposición por parte del concesionario. Responsabilidad patrimonial de la administración. Asimismo, en la mayor parte de las regulaciones se prevé que, tanto la Admón autonómica puedan solicitar informes no vinculantes sobre otras materias que, en el caso de Entes locales, se limita a asuntos de especial relevancia. ASESORAMIENTO ADMINISTRACIÓN JURÍDICO, REPRESENTACIÓN Y DEFENSA EN JUICIO DE LA El crecimiento de las tareas y de la organización adva crea la necesidad de tener un servicio permanente de asesoramiento jurídico a la Admón del Estado, ya que el Consejo de Estado no tiene asignado el carácter de consulta jurídica. Por otra parte, la función del asesoramiento jurídico del Estado, y con toda lógica, habría de vincularse orgánicamente a los cometidos de su representación y defensa en juicio, por lo que, convenía que una misma organización y cuerpo de funcionarios asumiese todas estas misiones, como ha ocurrido con el Cuerpo de Abogados del Estado. Pero no quiere decir que el mismo Abogado del E. que asesora a un organismo o Departamento ministerial, sea el mismo que defiende después el asunto en la vía jurisdiccional. 127 En España el servicio de asesoramiento jurídico nació en el Ministerio de Hacienda y en su Dirección General de lo Contencioso, servido por un Cuerpo de funcionarios, el Cuerpo de Abogados del Estado, con unidades orgánicas –Abogacías del Estado- en todos los Departamentos ministeriales, en algunos Organismos autónomos y en todas las Delegaciones Provinciales de Hacienda. Comienzan en el Mº de Hacienda, con funciones de asesoramiento en el que se les confía, además, una función operativa de liquidación e inspección sobre el impuesto de derechos reales (hoy transmisiones patrimoniales), y posteriormente los Abogados del E. extienden su función de asesoramiento a otros ramos de la Admón, y asumirán también su representación y defensa en juicio, desplazando a los Fiscales, inicialmente representantes y defensores del Estado en la Jurisdicción Contencioso-advo. Pero el asesoramiento jurídico no ha sido competencia exclusiva del Cuerpo de Abogados del E. En el Ministerio de Justicia, la función asesora corría a cargo de los Cuerpos de Letrados de la Dirección General de los Registros y del Notariado y del Cuerpo de Letrados del Ministerio de Justicia. Igual ocurre en al Admón militar, se encomienda a los Cuerpos Jurídicos de los Mº del Ejército, Marina y Aire, cuyos miembros, Auditores, integrados en el Cuerpo Jurídico de la Defensa, asumen también las funciones propias de la Justicia militar. Tras la Ley 52/1997, de Asistencia Jurídica al Estado e Instituciones Públicas, desarrollada por el Reglamento aprobado por RD 997/2003, los Abogados del Estado lo son exclusivamente del Estado pero no de las CCAA ni entes locales, que han creado sus propios cuerpos de funcionarios letrados o se sirven de abogados libres. Dentro del Estado, tampoco asumen el asesoramiento jurídico del Ministerio de Defensa, ni la representación y defensa en juicio en el ámbito de las Entidades Gestoras y Servicios Comunes de la Seguridad Social. Los Abogados del Estado podrán asumir la representación y defensa en juicio de las autoridades, funcionarios y empleados del Estado, sus Organismos públicos y Órganos Constitucionales, cualquiera que sea su posición procesal, cuando los procedimientos se sigan por actos y omisiones relacionadas con el cargo. LOS ÓRGANOS DE CONTROL INTERNO El control del funcionamiento de la Administración se ejerce de forma externa por el Parlamento y el Defensor del Pueblo, por los Tribunales de Justicia y por el Tribunal de Cuentas. Además la Administración dispone de órganos propios que ejercen un control interno, desde el propio seno de su organización. La distinción del control sobre la Administración en externo e interno según el lugar de radicación del órgano que lo ejerce, debe ser completada con la división de la actividad de control en razón de la finalidad perseguida. Esta perspectiva nos sitúa ante la realidad de dos formas muy diferenciadas: El control que alcanza a los aspectos contables y financieros Y el control que incide sobre la adecuación de la actividad material del organismo con los fines que tiene encomendados. El control interno más importante es el que se vincula y ejercita a través del principio de jerarquía. Los superiores controlan la actividad de los órganos inferiores. El Ministerio de Hacienda como órgano de control interno y la Intervención General El Ministerio de Hacienda a través de la Intervención General de la Administración del Estado y, en parecidos términos, las Consejerías de Economía de las CCAA, son los órganos ordinarios de control económico de sus respectivas administraciones. Este control, actúa sobre el procedimiento de todo gasto público, para cuya efectividad se exigen varias condiciones o requisitos a cargo de diversos órganos: La ordenación del gasto corresponde al Ministro o Jefe del Organismo competente por razón de la materia. 128 El gasto no pude comprometerse sin que se acredite la existencia de crédito disponible. Es aquí donde actúa la Intervención mediante la “toma de razón” o “intervenido” cuya función consiste justamente en verificar que el gasto ordenado está dentro de las partidas presupuestarias de que pude disponer la autoridad ordenadora del gasto. Comprometido el gasto, viene la fase de pago, que es competencia del Ministerio de Hacienda, salvo los supuestos de delegación de organismos con ordenaciones de pago propias (Ministerio de Defensa y Delegaciones de Hacienda para pagos periódicos y fijos). También esta fase actúa la Intervención. A través de este sistema se pretende hacer más difícil las malversaciones y los gastos irregulares. El peligro está en que, so pretexto de la fiscalización presupuestaria y contable, la Intervención bloquee la competencia ordenadora de cada organismo mediante la negativa o retraso del “intervenido”. En nuestro país los Interventores ejercen la intervención crítica o previa de todo acto, documento o expediente que puede implicar algún tipo o movimiento de fondos, pudiendo recabar a este efecto toda clase de antecedentes, documentos o informes. En el caso de los Organismos autónomos, la posición del Ministerio de Hacienda está reforzada porque un funcionario de este Ministerio lleva la contabilidad material colaborando activamente con el Interventor. Hay una tendencia controladora del Ministerio de Hacienda que se manifiesta por su pretensión de control sobre los contratos, los bienes y las retribuciones de los funcionarios de toda la Administración del Estado. El control de la actividad contractual de la Administración del Estado lo actúa el Ministerio de Hacienda a través de la Junta Consultiva de Contratación Administrativa (dependiente de la Dirección General del Patrimonio) y que, tiene más de órgano de control que de consulta, por ostentar importantes competencias operativas y controladoras sobre los contratistas y los contratos del Estado. A su vez, la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas ha convertido a la Dirección General del Patrimonio del Estado en el gran administrador de los bienes de la Administración con lo que todos los Ministerios y Organismos del Estado dependen del Ministerio de Hacienda para la afectación de los bienes inmuebles que necesitan para el cumplimiento de sus fines, asimismo, este Ministerio incide en la política de retribuciones de los funcionarios públicos. Las Inspecciones de Servicios La función inspectora en la Administración Pública puede tener por destinatario: A los administrados: en este caso se trata de asegurar o corregir la observancia de las disposiciones generales y resoluciones de la Administración por los ciudadanos. A la propia organización y a sus funcionarios: se persigue asegurar, vigilando, un grado óptimo en el funcionamiento de la organización administrativa, y recibe por ello el nombre de Inspección de Servicios. La tarea principal de las Inspecciones de Servicios es una función de control sobre el propio aparato y sus servidores, pero también realizar algunas funciones operativas y de asesoramiento de los administrados. El control de las Inspecciones de Servicios puede cubrir el ámbito de función del Ministerio y suele recibir el nombre e Inspección General (Inspección General de servicios del Ministerio de Hacienda, de Educación y Ciencia etc) o limitarse a controlar la actividad de una Dirección General u organismo inferior. Los cargos de Inspectores se proveen normalmente a través de 2 sistemas: Bien la Inspección se vincula a los cargos y a los funcionarios de mayor categoría y antigüedad de cada cuerpo (Inspecciones tradicionales en las Armas y Cuerpos militares) 129 Bien se constituye un grupo o cuerpo especial de Inspectores al que se accede por nombramiento discrecional entre determinadas categorías de personas, o bien por concurso u oposición entre los ya pertenecientes a otros Cuerpos del Ministerio. En todo caso el problema central de los Cuerpos de Inspección es el de asegurar una cierta independencia respecto de los funcionarios que han de ser controlados. Todas las Inspecciones de Servicios de la Administración Pública, se intenta dirigirlas y coordinarlas en la Secretaría de Estado para la Administración Pública. A este efecto se ha creado en aquélla una Inspección General de Servicios de la Administración Pública y una Comisión Coordinadora de Inspecciones Generales. Los Tribunales de Cuentas Llevan un control externo de naturaleza contable, financiero y de carácter sucesivo, en cuanto que tiene lugar sobre una actividad administrativa ya realizada. El Tribunal de Cuentas del Estado: Según el Art. 136 CE es “el supremo órgano fiscalizador de las cuentas y de la gestión económica del Estado, así como del sector público. Dependerá directamente de las Cortes Generales y ejercerá sus funciones por delegación de ellas en el examen y comprobación de la cuenta general del Estado”. Además el Tribunal de Cuentas “sin perjuicio de su propia jurisdicción remitirá a las Cortes Generales un informe anual en el que, cuando proceda, comunicará las infracciones o responsabilidades en que, a su juicio, se hubiere incurrido”. El precepto ciñe la competencia del T de Cuentas del Estado al sector público estatal. Otro precepto de la CE art 153.d) extiende su competencia al control económico y presupuestario de las CCAA y la LO del propio Tribunal 2/1982 12 mayo, incluye, en una amplia y atrevida interpretación del término constitucional “sector público estatal, a las Corporaciones locales. Se compone de 12 Consejeros que eligen al Presidente, y son designados por periodos de 9 años, la mitad por cada una de las Cámaras de las Cortes generales, por mayoría de 3/5. La función más visible es la función pública fiscalizadora que no declara responsabilidades personales directas para los gestores públicos, ni es susceptible de recursos. Esta función consiste en valorar genéricamente el sometimiento de la actividad económico-financiera del sector público a los principios de legalidad, eficiencia y economía, y se ejerce en relación con la ejecución de los programas de ingresos y gastos públicos y, en particular, sobre los contratos, la situación y variaciones patrimoniales y los créditos extraordinarios, suplementarios y demás modificaciones de los Presupuestos (art 9 y10). El resultado de la fiscalización se expondrá por medio de informes o memorias, ordinarias o extraordinarias, y de mociones o notas que se elevarán a las Cortes Generales y se publicarán en el BOE o a la Asamblea legislativa de la respectiva CCAA para la publicación también en el Boletín Oficial. El Tribunal debe remitir a las Cortes Generales el Informe o Memoria anual a que se refiere el art 136.2 de la CE y que comprenderá el análisis de la Cuenta General del Estado y de las demás del sector público, fiscalizando la gestión económica sobre los extremos siguientes: Observancia de la CE, de las leyes reguladoras de los ingresos y gastos del Sector público y, en general, de las normas que afecten a la actividad económico financiera del mismo. El cumplimiento de las previsiones y la ejecución de los Presupuestos del Estado, de las CCAA, de las Corporaciones Locales y de las demás Entidades sujetas a régimen presupuestario público. 130 La racionalidad en la ejecución del gasto público basada en criterios de eficiencia y economía. La ejecución de los programas de actuación, inversiones y financiación de las sociedades estatales y demás planes y previsiones que rijan la actividad de las empresas públicas, así como el empleo o aplicación de las subvenciones con cargo a fondos públicos. Además se remitirán anualmente a las Asambleas legislativas de las CCAA unas memorias comunitarias para el control económico y presupuestario de su actividad y tanto la Memoria estatal como las comunitarias deberán referir las actuaciones jurisdiccionales del Tribunal durante el ejercicio económico correspondiente. B) Los Tribunales de Cuentas Autonómicos La posible existencia de Órganos de Control Externo autonómicos (OCEX), denominación que cubre a los consejos, cámaras o sindicatura de cuentas creadas por las CCAA no se deduce directamente de la regulación del artículo 136 CE sino en el “bloque de constitucionalidad” del articulo 22 de la Ley Orgánica 8/80 de financiación de las CCAA (LOFCA) y el artículo 1.2 de la Ley Orgánica 2/82 del Tribunal de Cuentas. De otro lado, el TC se ha pronunciado en 3 ocasiones sobre los Tribunales de Cuentas autonómicos concluyendo: Que si bien la función fiscalizadora del Tribunal de Cuentas puede extenderse a todo el sector público, incluidas las Corporaciones Locales, el ámbito principal y preferente de su ejercicio, lo constituye el de la actividad financiera del Estado y del sector público estatal. Que si bien el T de Cuentas es el organismo fiscalizador de la actividad financiera pública, no tiene porqué ser el único. Que es posible la existencia de órganos fiscalizadores distintos del Tribunal de Cuentas con la condición de que éste último mantenga una relación de supremacía frente a los primeros. Que la competencia de los OCEX autonómicos no excluye ni es incompatible con la que corresponde al Tribunal de Cuentas. Apoyándose en las normas citadas y la doctrina del TC se han creado en Andalucía la Cámara de Cuentas (Ley 17/3/88), en Asturias la Sindicatura de Cuentas (Ley 24/3/2003), CYL el Consejo de Cuentas (Ley 9/4/2002) etc. Se ha producido en estos OCEX una actividad de cooperación espontánea, reflejada en la “Declaración de sus Presidentes de Pamplona”, en 2006. En la que se advierte sobre la necesidad de complementar la fiscalización financiera con el análisis de la eficacia de las instituciones; incidir en la gestión de personal; priorizar las áreas más importantes desde el punto de vista presupuestario, como la salud o la educación etc.… Son metas tan ambiciosas que parten de la reclamación de mayores dotaciones económicas y de personal que quedan en puras denuncias ante las Cortes Generales, no seguidas de medidas eficaces y exigencias de responsabilidades a los gestores públicos. OTROS ÓRGANOS DE CONTROL POLÍTICO E INSTITUCIONAL Tienen en común su carácter constitucional y ser órganos de control no sólo de las Administraciones públicas sino también otros órganos estatales. Comisiones de investigación parlamentaria Están previstas en el art 76 CE como Comisiones del Congreso o del Senado o Comisiones de ambas Cámaras para investigar sobre cualquier asunto de interés público. Aparte de la publicidad e impacto político que de sus trabajos y conclusiones pueda producirse, la CE no aclara cuál es el efecto jurídico de las mismas, ya que únicamente establece que “éstas no serán vinculantes para los Tribunales, ni afectarán a las resoluciones judiciales, sin perjuicio de que el resultado de la investigación sea comunicado al Ministerio Fiscal para el ejercicio, cuando proceda, de las acciones oportunas”. 131 La CE declara obligatoria la comparecencia ante las Cámaras y prevé la regulación por Ley de las sanciones que puedan imponerse por incumplimiento de esta obligación. De acuerdo con dicha previsión, la LO 5/1984 de 24 de mayo, de Comparecencia ante las Comisiones de Investigación del Congreso y del Senado o de ambas Cámaras, establece que el requerido que dejara voluntariamente de comparecer para informar ante una Comisión de Investigación incurrirá en un delito de desobediencia grave, añadiendo que cuando a juicio de la Presidencia de la Cámara se pusiesen de manifiesto causas que justifiquen la incomparecencia, podrá efectuarse una ulterior citación (Art 4). Defensor del pueblo Cargo de origen sueco definido por la CE en Art. 54: “alto comisionado de las Cortes Generales, designado por éstas para la defensa de los derechos comprendidos en el Título I, y a cuyo efecto podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes Generales. La Ley Orgánica 3/1981, de 6 abril, le atribuye los más amplios poderes de investigación sobre las Administraciones Públicas, obligadas a auxiliarle con carácter preferente. A este efecto, deberán informarle en plazos perentorios sobre los extremos que aquél solicite y remitirle los documentos que requieran sus actuaciones. El incumplimiento por las autoridades o funcionarios de estas obligaciones podrá ser objeto de un informe especial e incurrir en delito de desobediencia. Carece de poderes propios para sancionar a los funcionarios, cuando resulte que la queja investigada ha sido originada por abuso, arbitrariedad, discriminación, error, negligencia u omisión. En estos casos deberá dirigirse al funcionario responsable haciéndole constar su criterio al respecto y dará traslado del escrito al superior jerárquico, formulando las sugerencias que estime oportunas; si entendiera que los hechos son constitutivos de delito los pondrá en conocimiento del Fiscal General del Estado. Puede formular a las autoridades o funcionarios las advertencias, recomendaciones, recordatorios de sus deberes legales y sugerencias para la adopción de nuevas medidas, a los que éstas deberán responder en el plazo de un mes. Si formuladas sus recomendaciones dentro de un plazo razonable no se produce una medida adecuada en tal sentido por la autoridad administrativa afectada o no informa de las razones que estime para no adoptarlas, el Defensor del Pueblo podrá poner en conocimiento del Ministro del Departamento afectado los antecedentes del asunto y las recomendaciones presentadas. Si tampoco obtuviera una justificación adecuada, incluirá el asunto en su informe anual o especial con mención de los nombres de las autoridades o funcionarios que hayan adoptado tal actitud, entre los casos en que, considerando el Defensor del Pueblo que era posible una solución positiva, ésta no se ha conseguido. En relación con los actos administrativos, no tiene competencia para anularlos o modificarlos. Podrá, sin embargo, sugerir la modificación de los criterios utilizados para su producción, incluso si llevare al convencimiento de que una norma puede provocar situaciones injustas o perjudiciales para los administrados, podrá sugerir al órgano legislativo competente o a la Administración la modificación de la misma. Está legitimado para interponer los recursos de inconstitucionalidad y de amparo, de acuerdo con lo dispuesto en la CE y en la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. 132