Esta es la historia de José Bruno, mejor conocido como José Celestino Mutis un niño igual a ustedes lleno de imaginación, inteligente, cariñoso y muy curioso también, al terminara la escuela él quería ir acampar en el bosque con sus padres, casi no podía esperar por sus vacaciones, cuando termino la clase estaba muy emocionado porque fin de año, tanto que corrió hasta su casa sin detenerse!. Cuando llego su mama lo abrazo fuerte y lo felicito por su buen desempeño en el año escolar… pero había algo más, -mama esta triste- pensó, enseguida no se aguantó y le pregunto: -¿Mami sucedió algo?- , ella agacho la mirada y le respondio: -cariño ya no podemos acampar-… José no lo podía creer, estaba tan tiste que no se pudo contener y entre lágrimas le reclamo: -¿mama, porque no podemos ir?- , su mama le explico que su padre no había podido llegar a tiempo ya que su barco tuvo un atraso importante y no podría llegar sino hasta la semana entrante, José no podía entender lo que sucedía estaba muy molesto y triste así que solo corrió a su cuarto cerro fuerte la fuerte. Su padre era librero de oficio por lo que José vivía rodeado de libros, viajeros y objetos de todas partes del mundo, razón por la que además esperaba a su padre muchas ganas. En casa con ellos vivían sus primos Rubén y Daniel, Rubén era bajito, delgado y le gustaba leer a diferencia de Daniel quien era de alta estura y le gustaban los navegar… Ellos estaban en el jardín de la casa, Rubén con su libro favorito sobre medicina donde hablada de las muchas enfermedades que en esa época igual que ahora habían afectado a casi todo el mundo. y Daniel que no dejaba su telescopio por nada, José los observaba por la ventana y quiso bajar a juagar con ellos, él era un explorador y amaba la naturaleza y el jardín de su casa era muy grande con árboles y plantas, así que salió al corriendo de cuarto para ir con sus primos… Pero al proponerles su juego, ellos se negaron cada uno quería seguir haciendo lo que más le gustaba, José subió rápido nuevamente a su habitación… ese día nada había salido como él quería, sentía que todos estaban en su contra, se preguntaba: -¿por qué todos no son cómo yo?-, Lloro tanto que se quedó dormido. Cuando despertó de su profundo sueño había paso muchos años... Ya era un adulto y tenía barba, pantalones grandes y un reloj igual al de su papa era por fin un adulto y podía convertirse el explorador que tanto soñó pero de mundos lejanos, nuestro niño curioso estaba en otro planeta, --¡Wow esto no me lo esperaba!-Exclamo. José no podía esperar por salir y conocer ese nuevo planeta. Así que sin espera a nadie salió solo, pero como no sabía guiarse de las estrellas se perdió y estuvo caminando por horas, encontró muchas pero muchas plantas que no reconocía, ninguna de ellas no las había visto en su jardín, ni de camino a la escuela, ni siquiera en el bosque donde achampaba con sus padres.. Pero tenía ya mucha hambre y no sabía cuál era comestible, pero se arriesgó con una que tenía flores naranjas. Pero resultaron muy amargas y empezó a dolerle el estómago, en ese momento el equipo lo encontró. – ¡José, José!—Todos gritaron. --Qué bueno que te encontramos, casi perdimos la esperanza—agrego Pablo, él estudiaba la geografía del plantea basándose en muchas fotografías que tomaron desde el espacio y gracias a eso y los había guiado hasta encontrar a José. --¡Ayúdenme por favor, me duele mucho el estómago!—exclamo José. –Comí unas plantas y creo que eran venenosas--. Agrego con mucho dolor. De inmediato todos corrieron y el médico de la expedición hizo un antídoto al analizar la planta enseguida y le colocaron la inyección. Cuando volvieron la base, José les pidió perdón por no esperar a nadie y salir solo… en ese momento el entendió que cada conocimiento es necesario y todas las ciencias eran útiles, aunque fueses un explorador muy valiente necesitas de las demás personas, pesar de que sean diferentes a ti, cada labor es igual de importante. Al despertar nuevamente se encontró en su habitación, y sin perder ni un minuto bajo hasta el jardín y se interesó por lo que sus primos estaban leyendo, entro a la biblioteca de su padre y miro todos lo que tenía, desde filosofía pasando por la medicina, matemática y claro geografía y botánica. Se graduó de bachiller en medicina y filosofía en 1753 en la Universidad de Sevilla. Ya tenía estudios de gramática y filosofía y adelantó formación en el Real Colegio de Cirugía de Cádiz. En 1757, después de dos años de prácticas, se fue a Madrid, allí conoció maestros de la medicina y se doctoró como médico del Real Proto-Medicato. Inició su curso de matemáticas y filosofía newtoniana en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. En su discurso inaugural dio a conocer los principios elementales del Sistema de Copérnico En mayo de 1763 empezó a escribir al Rey Carlos III unas cartas, conocidas como representaciones, en las que le solicitaba apoyo para el estudio de la historia natural de América. Dichas cartas se convirtieron en el plan de acción para la Expedición Botánica, que tuvo que esperar 20 años para que la corona autorizara la comisión. Sus primeros estudios se concentraron en los insectos, en especial hormiga y cucarachas, en las minas de la Santísima Trinidad o del Sapo. Más tarde, Carlos Linneo, hijo del famoso taxónomo del mismo nombre, publicó nombres y descripciones de las plantas que Mutis halló, incluida la Mutisia bautizada en su honor. En marzo de 1782 el arzobispo Antonio Caballero y Góngora fue nombrado virrey y le ofreció a Mutis su apoyo para llevar adelante la Expedición Botánica que Por fin, inició en 1783. Según la orden real, debía ser itinerante y hacer estaciones en las localidades privilegiadas por su obra. Se debía recolectar, dibujar, disecar y bocetear esqueletos de las plantas más desconocidas, y enviarlas al Real Jardín Botánico de Madrid. Entre sus descubrimientos más relevantes Quinina, que es un agente contra la fiebre. Es especialmente útil en la prevención y tratamiento de la malaria. Árbol más cultivado para la producción de quinina. Para el lavado de heridas y úlceras. Mientras traducía el Tratado de William Cullen, Samuel Hahnemann descubrió que la corteza del árbol del género Cinchona, era efectiva para el tratamiento del paludismo. Mutisia clematis. Pintada por Salvador Rizo durante la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada, de José Celestino Mutis, 1783-1808. Acuarela sobre papel. Mutisia, un género introducido por el hijo de Linneo en su honor, ampliando el significado que le dieron los alumnos de Mutis.