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LOS EMPEÑOS DE UNA CASA-Análisis por Mariana Gándara

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LOS EMPEÑOS DE UNA CASA
Introducción
Sor Juana Inés de la Cruz escribió Los empeños de
una casa por encargo de los marqueses de la Laguna, en
el año de 1683. La obra retrata los intentos de los
hermanos Don Pedro y Doña Ana por conquistar a sus
respectivos prospectos amorosos: Doña Leonor y Don
Carlos. El conflicto radica en que los pretendidos se
encuentran enamorados entre sí. La obra pertenece al
género de las comedias de capa y espada, en donde los
protagonistas forman parte del mundo de la corte y se
baten a duelo por el amor de una dama. Puede
distinguirse la apropiación de Pedro Calderón de la
Barca, el dramaturgo más admirado por la monja, a
quien homenajea al jugar con el título de una de sus
obras: Los empeños de un acaso (1639). La comedia de
nuestra autora aparece en el Segundo volumen,
publicado en Sevilla en 1692. Un indicador del éxito
que tuvo en su momento es su representación en la
provincia más lejana de Nueva España, Manila,
Filipinas, en 1709.
Mariana Gándara
Fundación para las Letras Mexicanas
Comedia de palacio
El 4 de octubre de 1683 se representó por primera
vez Los empeños de una casa, reconocida como la obra
más rica del teatro barroco novohispano. La comedia
fue un encargo de los virreyes, condes de Paredes y
marqueses de la Laguna de Camero Viejo, Tomás
Antonio de la Cerda y María Luisa Manrique de Lara,
para conmemorar la entrada del arzobispo Francisco
Aguiar y Seijas a la Ciudad de México. Al respecto,
estudios como los de Hernández Araico sugieren fechas
posteriores, con motivo de una ocasión celebratoria
“entre el nacimiento y el primer cumpleaños del
primogénito de los virreyes”.Susana Hernández Araico,
“Problemas de fecha y montaje en Los empeños de una
casa de sor Juana Inés de la Cruz“. Biblioteca Virtual
Miguel de Cervantes. El link de este documento podrá
consultarse en los Enlaces externos.
Los empeños de una casa es uno de los escasos
ejemplos íntegros que se conservan de un festejo
teatral del siglo xvii. La fiesta barroca novohispana se
caracterizaba por ser un magno espectáculo compuesto
por diversas manifestaciones dramáticas. En este caso
el conjunto consiste en una comedia en tres actos o
jornadas, acompañada por una loa introductoria, dos
sainetes entre jornadas (cada uno precedido por una
letra cantada) y un sarao a modo de alegre conclusión.
El espectáculo se compone principalmente por la
comedia de capa y espada, género clásico del teatro del
Siglo de Oro que suele relatar las peripecias de damas y
caballeros galantes involucrados en duelos, enredos e
intrigas pasionales. Abre la ceremonia una loa alegórica
que busca elogiar a los presentes y se dirige
directamente a los virreyes. Sirven de conexión entre
las distintas partes del festejo las letras cantadas que,
de igual manera, expresan alabanzas a la marquesa y su
hijo. Los sainetes acompañan el desarrollo dramático
de la comedia para dar un respiro a los espectadores y
permitir que se realicen los cambios escenográficos
necesarios. Por último, el sarao recoge el sentimiento
festivo de la velada al halagar a sus invitados y
anfitriones con un baile celebratorio.
Apropiaciones estilísticas
La obra demuestra que sor Juana es digna heredera
de la tradición teatral de Calderón de la Barca. Su estilo
refleja la influencia del dramaturgo español en su
lenguaje retórico, sus intrigas rebuscadas y sus versos
artificiosos. En ambas aparece un criado que se viste de
mujer para pasar desapercibido, una protagonista que
es perseguida y una serie de intrigas propias del género
que sor Juana transforma para lograr una versión
propia a la altura del original.
Siguiendo la preceptiva escrita por Lope de Vega en
su Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, la
métrica que compone la obra cambia para dar un
sentido particular al contenido que expresa; incluso en
el sarao esta variedad genera un efecto distinto para
cada nación que integra el baile: “así los españoles
emplean el villancico, los negros coplas, los italianos
versos de arte mayor (decasílabos y dodecasílabos) y
los mexicanos romancillos hexasilábicos”,Aurelio
González, “Construcción teatral del festejo barroco: Los
empeños de una casa de sor Juana“, en Anales de
Literatura Española, número 13, 1999, página 124.
Repositorio Institucional de la Universidad de Alicante.
El link de este documento puede consultarse en la
bibliografía final. apunta Aurelio González.
Los empeños que la conforman
El argumento retrata el pentágono amoroso que se
genera entre sus protagonistas principales, cuyos
equívocos y engaños son la base para el conflicto
dramático; la obra es un claro reflejo de las comedias
de enredo españolas que mostraban los valores
reinantes en la sociedad cortesana y de los galanteos
palaciegos que en ella afloraban.
Doña Leonor y Don Carlos forman la única pareja de
amor correspondido, alrededor de la cual existen otros
enamorados menos dichosos. Doña Leonor es cortejada
por Don Pedro, quien pone en marcha el conflicto con
un engaño pasional. Don Carlos es pretendido por Doña
Ana, hermana de Don Pedro y cómplice de la estafa.
Doña Ana es a su vez rondada por su fiel Don Juan.
Gracias a una serie de estratagemas y confusiones,
los
distintos
cortejos
encuentran
solución
privilegiándose el amor verdadero frente a la amenaza
del matrimonio forzado. En el rol de coadyuvantes
encontramos a Celia, la criada de doña Ana, y a Castaño,
criado de don Carlos.
En uno de los pasajes más celebrados de la comedia,
Castaño demuestra su lealtad al vestirse de mujer para
hacerse pasar por doña Leonor y así ayudar a don
Carlos a recuperar a su amada. La transformación
ocurre delante de los espectadores, a quienes sor Juana
convierte en interlocutores:
CASTAÑO:
¿Qué les parece, Señoras
este encaje de ballena?
Ni puesta con sacristanes
pudiera estar más bien puesta.
Es cierto que estoy hermosa.
¡Dios me guarde, que estoy bella!
Cualquier cosa me está bien,
porque el molde es rara pieza.
Sor Juana Inés de la Cruz, Los empeños de una casa.
3ª edición. Prólogo de Julio Jiménez Rueda. México:
Universidad Nacional Autónoma de México (Biblioteca
del Estudiante Universitario; 14), 1964, páginas 109110.
[...] y vamos ya, que encerrada
se malogra mi belleza
Temor llevo de que alguno
me enamore.
Sor Juana Inés de la Cruz, Los empeños de una casa.
3ª edición. Prólogo de Julio Jiménez Rueda. México:
Universidad Nacional Autónoma de México (Biblioteca
del Estudiante Universitario; 14), 1964, página 111.
Castaño genera una caricatura de la femineidad
virreinal, una imagen de la que algunos estudios han
derivado una lectura de género. Igualmente la figura de
Doña Leonor, cuya belleza e inteligencia son
inenarrables, escapa del prototipo de la dama joven tan
predominante en el teatro de la época. Varias veces se
han planteado paralelismos entre Doña Leonor y sor
Juana, estas disertaciones aluden, ante todo, a la
descripción que el personaje hace de sí misma en la
primera jornada.
Recepción de la obra
Escrita para representarse dentro de palacio, Los
empeños de una casa es parte de un teatro
intrínsecamente ligado a la corte. La fastuosidad de las
puestas en escena del teatro culto se constata en los
registros que de ellas existen: elaborados vestuarios,
músicos y complejas coreografías aderezaban la
representación. Resulta curioso que este agasajo teatral
haya eludido a la persona a quien estaba dedicado; el
arzobispo Francisco Aguiar y Seijas no estaría presente
la noche del estreno, pues se dice que, además de ser
misógino, odiaba el teatro y prefirió no asistir a la
comedia.
Los críticos actuales y de la época alaban por igual la
calidad de Los empeños de una casa. Para Octavio Paz
“la comedia cautiva el interés del espectador por su
ritmo veloz, casi cinematográfico”.Octavio Paz, Sor
Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe. 3ª edición.
México: Fondo de Cultura Económica, 1983, página
437. Julio Jiménez Rueda apunta como una de sus
grandes aportaciones el lograr un estilo donde “la
apariencia substituía a la realidad”.
Julio Jiménez Rueda, “Prólogo“, en sor Juana Inés de
la Cruz, Los empeños de una casa. 3ª edición. Prólogo
de Julio Jiménez Rueda. México: Universidad Nacional
Autónoma de México (Biblioteca del Estudiante
Universitario; 14), 1991, página XVI. Tal fue su
popularidad que tan sólo veintiséis años después de su
estreno, sería montada al otro lado del mundo. La obra
tuvo su debut en el territorio novohispano del sureste
asiático en 1709, presentándose la comedia en Manila,
Filipinas como cierre de las celebraciones por el
nacimiento del infante Felipe Pedro, hijo del rey Felipe
v.
Extraído de http://www.elem.mx/obra/datos/5928
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