PROGRAMA REGIONAL OPS EHP / CEPIS DE MEJORAMIENTO DE LOS SERVICIOS DE ASEO URBANO I CICLO : ASEO URBANO MODULO : LIMPIEZA DE VIAS Y AREAS PUBLICAS MANUAL DE I NSTRUCC 10 N PREPARADO POR Ing. Enrique Dávila Vásquez Ing. Francisco Gálvez von Collas VERSION PRELIMINAR JULIO 1981 - i - LIMPIEZA DE VIAS Y AREAS PUBLICAS ---------------�---------------··------, Sumario El presente documento se ha elaborado en nueve partes. En la primera se sefiala la importancia, para la salud, del barrido de las vías así como para la seguridad física de las personas y bienes y el mejo­ ramiento del aspecto de una ciudad. En la segunda parte se remarca la responsabilidad del servicio y las medidas a tomarse para mantener limpias las calles de una ciudad. En la tercera y cuarta partes se hace un análisis de los sistemas de barrido dando recomen­ daciones en el diseño de rutas para la optimizaci6n del servicio. En la quinta parte se indica la forma En y lugares públicos donde se debe hacer limpieza. la sexta parte se remarca la importancia de la cola­ boraci6n de la poblaci6n en la limpieza de las vías y c6mo lograr esa colaboraci6n. En la s�tima y octava partes se hace un resumen de la importancia del con­ trol tanto de operaci6n como contable.para mantener o mejorar el servicio y, por último, en la novena parte se remarcan las causas más frecuentes de accidentes de trabajo y las medidas a tomarse para minimizarlas. Objetivos del aprendizaje Se pretende capacitar a los encargados del ser­ vicio de limpieza de vías y áreas públicas para que por su intermedio se haga extensivo a los superviso­ res y trabajadores y a toda la poblaci6n con la fina­ lidad de mejorar la eficiencia del servicio y �educir los costos de operaci6n. - ii - Contenido Introducci6n Parte I: Limpieza de v!as 1.1 1.2 1.3 1.4 Grado de aseo de calles Basura del barrido de calles Razones del barrido de calles Costo del barrido de calles Parte II: Decisiones a tomarse en la limpieza de v!as y áreas ptiblicas 2.1 2.2 2.3 2.5 2.6 M�todo para obtener una ciudad limpia Funciones de limpieza por ejecutarse Lugares donde se hará limpieza Utilizaci6n del barrido mecánico Coordinaci6n multisectorial Financiaci6n Parte III: Barrido manual 3.1 3•2 3.3 1. 4 3. 5 3.6 Frecuencia Horario f<�ndimiento Equipo de barrido manual P�ocedimiento de barrido manual Preparaci6n de rutas 2.4 Parte IV: 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 �arrido mecánico Equipo de barrido mecánico Horario de barrido mecánico Procedimientos del barrido mecánico Preparaci6n de rutas Mantenimiento de barredoras - iii - Parte V: Limpieza de áreas públicas 5.1 Areas p(iblicas a limpiarse Parte VI: Educaci6n pablica 6.1 Campañas de educaci6n pública Parte VII: Control 7.1 7.2 Control contable Control de operaci6n Parte VIII: Personal para operaci6n y control 8.1 8.2 Personal de operaci6n Personal de control Parte IX: Seguridad de trabaJo 9.1 9.2 Causas de accidentes Medidas de seguridad ­ iv ­ Introducci6n Es necesario remarcar la importancia del barrido de las v!as y áreas públicas de una ciudad, ya que la basura esparcida en ellas ­ tal como vamos a ver más adelante ­ afec­ ta a la salud y a los bienes de las personas. Además, consti­ tuye un motivo de orgullo vivir en una ciudad limpia. Pero lograr mantener limpias las calles y áreas públi­ cas significa un elevado costo que va del 30 al 50% del costo total del servicio de limpieza pública, ésto se debe al ele­ vado número de trabajadores que deben utilizarse y al uso de máquinas sofisticadas, de un elevado costo y caro manteni­ miento. Por eso es necesario contar en este sector con perso­ nal capacitado que elabore proyectos ajustados a la realidad y que tenga capacidad de optimizar el servicio. PARTE I: LIMPIEZA. DE VIAS ------------------------. -- - 1 - Grado de aseo de calles 1.1 No hay un m�todo preciso para determinar o medir el grado de aseo de las calles de una ciudad. Se estima que las ca­ lles están limpias cuando ­ continuamente ­ están libres de polvo, suciedad o cualquier otra clase de basura. Sin embargo, en algunas · ciudades ­ con la finalidad de uniformizar criterios para poder evaluar el servicio de barrido de calles ­ se han dado ciertos m�­ todos tentativos de comparaci6n. Como ejemplo podemos citar el mátodo utilizado en Santiago de Chile. TABLA 1.1 METODO TENTATIVO PARA MEDIR EL NIVEL DE BARRIDO DE CALLES EN SANTIAGO, CHILE NIVEL A No se observa polvo ni otros desperdicios en calles ni aceras NIVEL 8 Sólo se observa una cantidad moderada de polvo NIVEL e Hay polvo y papeles en cantidad m:>derada NIVEL O Hay polvo, gran cantidad de papeles y una cantidad mode­ rada de otros desperdíclos NIVEL E Hay gran cantidad de polvo, papeles y de otros desperdi­ cios, en especial basura doméstica NIVEL F Depósitos de grandes cantidades de basura doméstica en las vfas públicas 1.2 Basura del barrido de calles 1.2.1 El primer tipo de residuos que se deposita en las calles es el polvo, el mismo que puede tener diferentes orígenes: a. Puede ser arrastrado por el viento de lugares sin pavimento o de ce­ rros cercanos. b. Puede ser .r­tástrado por las ruedas de los vehículos de lugares sin pavimento o de los desmontes depositados en la vía pública. - 2 - c. Las fuertes lluvias arrastran tierra de las partes más altas, espe­ ciaimente de los cerros y lugares sin pavimento y los depositan en las partes mis bajas de las calles. d. Puede provenir del esparcimiento por parte de los camiones que trans­ portan tierra y escombros puando no están bien.protegidos. e. Del barrido de las viviendas, cuando éste se realiza de adentro hacia Afuera. f. La g. Las abrasión oe superficies en rodamiento en contacto con el pavimento. part{culas originadas por la contaminación atmosférica. 1.­2.2 Otro tipo de residuo que se encuentra en las v!as pGblicas es el de papeles y envases arrojados por el público, espe­ cialmente cuando no hay papeleros adecuados instalados en las calles. 1.2.3 Un tercer tipo es la basura dom�stica. Si la recolecci6n de desechos no es eficiente, suele acumularse grandes canti­ dades de este tipo de residuos en las calles y lugares pÚblicos. l. 2. 4 Los excrementos de los animales, y aún humanos, son un tipo más peligroso que se encuentra en diversos lugares. Por Gltimo, en determinadas �pocas del año se juntan una gran cantidad de hojas que caen de los árboles de parques y jardines. 1.2.5 1.3 Razones del barrido de calles 1.3.1 La raz6n m,s importante para el barrido de calles es lasa­ nitaria. Los excrementos y la basura domfstica son dañinos para la salud, especialmente porque permiten el desarrollo de vec­ tores que pueden transmitir­diversas enfermedades. 1.3.2 Sin embargo, si no se retiran tambi�n los papeles, polvo y hojas, el aspecto de suciedad en las calles induce al público a botar todo tipo de basura en ella. El' polvo afecta a los ojos, nariz, garganta y vías respira­ torias y tambi4n origina molestias de tipo alérgico, pero además puede ser peligroso para el tránsito de vehículos al produ­ cir que 4stos patinen. 1.3.3 l. 3. 4 � Algunos residuos cortantes pueden producir lesiones a los transedntes y cortar los neumáticos de los vehtculos. - 3 - 1.3.5 Las basuras orgánicas muy secas pueden producir incendios, as! como las húmedas pueden producir ca!da de los transeún­ tes y patinaje de vehículos. 1.3.6 La acumulación de basura puede obstruir el drenaje del agua de lluvia, produciendo inundaciones en algunos sectores y en todo caso aumentando la carga en el sistema de alcantarillado 1.3.7 Por último, las calles se.deben limpiar por razones de es­ t�tica ya que a nadie le gusta vivir en una ciudad sucia y es motivo de orgullo ofrecer al visitante una ciudad limpia. 1.4 Costo de barrido de calles 1.4.1 Limpiar las calles como es 16gico ocasiona un costo, el mismo que es el más significativo entre los otros servicios de limpieza pública pudiendo variar del 30 al 50% dependiendo de muchos factores que explicaremos más adelante. Como ejemplo pode­ mos citar que en la ciudad de R!o de Janeiro el costo del barrido en 1981 es el 48% del servicio total de limpieza pública correspon­ diendo a la recolecci6n el 36%, a la estación de transferencia el 11% y a la disposici6n final solamente el 5%. Entre los costos de un servicio de barrido podemos citar los costos directos y los cos­ tos indirectos. l. 4. 2 a. b. c. d. 1.4.3 a. b. Entre los costos directos tenemos: Mano de obra del barredor, maquinista y ayudante y beneficios sociales Costo de los equipos Costo del combustible y lubricar.tes Gastos de mantenimiento Entre los costos indirectos tenemos: Sueldo de los supervisores y beneficios sociales Gastos administrativos como luz, agua y demás servicios pÚblicos y man­ tenimiento del inmueble que se utiliza como depósito así como la parte proporcional de cualquier otro servicio e inmueble o personal de todo el servicio de limpieza pÚblica. 1.4.4 Los costos directos del servicio de barrido de calles de­ pende de varios factores entre los que podemos citar, la frecuencia, el rendimiento y el tipo de barrido. 1.4.5 Con frecuencias altas se estará barriendo varias veces un sector por _lo que se necesitará mayor implmentaci6n para cu­ brir otras áreas con el consiguiente aumento de costo. ­ 4 ­ Con. rendimientos bajos también se necesitará mayor imple­ mentaci6n para cubrir los demás sectores con el resultado antes mencionado. 1.4.6 El tipo de barrido influye también en el costo del servicio as! en algunos lugares es más econ6micÓ el barrido mecánico. En las figuras 1.1 y 1.2 mostrarnos la comparaci6n hecha por la En la CETESB de Sao Paulo (Brasil) referente al costo de barrido. figura 1.1 se muestra el costo de barrido por metro lineal en el que se observa que el barrido mecánico cuesta cerca de un 40% menos que el barrido manual y en la figura 1.2 la comparaci6n es hecha a base del costo por km2 de barrido considerando en esta comparación que el barrido manual cubre anicamente un ancho de 0.60 m de la cuneta y que la máquina puede barrer hasta 1.90 m de ancho. La di­ ferencia en este caso es del 75% menos que el barrido manual. 1.4.7 FIGURA 1.1 COSTO POR KH LINEAL DE BARRIDO 100% ­­­­­­­­­­ 90% 80% 70% r.=:::;: : :;:====:;, 60% ­­­­­­­­­­ 50% 40% 30% 20% 10% 00% !BARRIDO HANUALI Fuente: lBARRIDO MECANICOI Limpeza Pública LA.09 Varriyio Pública. CETESB - 5 - .FIGURA 1.2 COSTO POR KH2 DE BARRIDO 100% 90% 80% 70% 60% 50% lt0% 30% 20% 10% 00% -� --- I BARR I DO HAN UAL J Fuente; !BARRIDO HECANICOI Ltmpeza Públ tea LA.09 Varrl�io Pública, CETESB l.4.8 Como dijimos, estos resultados mostrados son en sao Paulo (Brasil) donde se fabrican estas m&quinas y por consiguiente tienen un menor costo inicial y la facilidad de obtener repuestos. Adem&s, hay que considerar que la mano de obra juega un papel im­ portante en el costo del barrido manual. En lugares donde es di­ ficil conseguir mano de obra barata 16gicamente el costo del barrido mecAnico resultar& m!s econ6mico. 1.4.9 Se debe considerar, adem!s, las facilidades que se puedan encontrar en las v!as para uno d otro sistema. Cuando las calles aon estrechas, con muchos obst&culos, se dificulta el barrido mectnico. Un ejemplo de ello lo tenemos en el barrido del centro de la ciudad de Santiago de Chile, donde el barrido mec!nico resulta · m&s costoso que el barrido manual. A continuaci6n mostramos un an(lisis de costo de barrido ma­ nual en dicha ciudad donde se puede observar que mejorando la im­ plementaci6n y racionalizando la frecuencia se disminuyen conside­ rablemente los costos unitarios del servicio. PARTE II: DECISIONES A TOMARSE EN LA LIMPIEZA DE VIAS Y AREAS PUBLICAS - 6 - TABLA 1.2 COSTO DEL BARRIDO MANUAL EN UNA ZONA RESIDENCIAL DE SANTIAGO, CHILE (1981) A) A cada aseador se asignaba un sector; solo se usaba escobillón Gastos en personal (58 hombres+ 10% de reserva) Gastos en administración Uso de propiedades municipales Uniformes, guantes y escobillones Varios (energía eléctrica, teléfono, útiles escritorio) TOTAL ANUAL PARA 100.61 kms Costo por km y por día (300 días al año) Rendimiento por hombre al día: B) 6, 177 4, 146 EUA$ 362,644 12 .01 1. 73 km Se fija la ruta a cada aseador, se les entrega un carro, con bolsas de plástico y se traslada a otras tareas al personal no apto físicamente, barrido seis veces por semana Gastos en personal (40 hombres+ 10% de reserva) Gastos en administración Uso de propiedades municipales Uniformes, guantes y escobillones Carritos (duración• dos años) Bolsas de plástico (37,320 x EUA$ 0.1815) Varios (energía eléctrica, teléfono, útiles escritorio) TOTAL ANUAL PARA 100.61 kms Costo por km y por día (300 días al año) Renqimiento por hombre al día C) EUA$ 242, 157 34,793 75, 371 EUA$ 166,482 34,793 75,371 4,247 1, 795 6, 775 3, 727 EUA$ 293,190 9. 71 2.52 km Igual que en B), pero con barrido tres veces por semana Gastos en personal (25 hombres+ 10% de reserva) Gastos en administración Uso de propiedades municipales Uniformes, guantes y escobillones Carritos (duración• dos años) Bolsas de plástico Varios (energía eléctrica, teléfono, útiles escritorio) TOTAL ANUAL PARA 100.61 kms Costo por km y por día (300 días al a�o) Rendlmiento por hombre al dTa EUA$ 105 ,91'3 34,793 75,371 2,702 893 5,646 3.393 EUA$ 228,741 7. 58 2.01 km* O) En la siguiente etapa se está considerando la reducción en los gastos de admin i strací ón. * Se designa 4.02 km a cada aseador puesto que la frecuencia es de tres veces por semana ­ 7 ­ Para mejorar el servicio de li1t. 1 , ·, , :.. y áreas pú­ blicas es neoeaar Io tomar una serie de de<..L. !.c-·1:·�s �ntre las que po­ demos citar· la de mantener limpias las oa Ll.e i. v ,::l mé codc para lo­ grarlo. Se debe decidir sobre las funciones d� limpieza a ejecutar, los lugares donde se hará la limpieza as! como la frecuencia y co­ bertura del servicio, el m�todo de barrido a utilizarse, colabora­ ci6n de otros sectores como apoyo a las decisiones tomadas y la de­ cisi6n de financiaci6n del servicio. Compete a la autoridad de limpieza públJca tomar estas deci­ siones, las mismas que deben estar basadas en fundamentos t�cnicos. De ah1 la necesidad de contar en este sector con técnicos capacita­ dos que recomienden acciones t�cnico­econ6rnicas en beneficio del servicio. 2.1 Método para obtener una ciudad limpia 2.1.1 La decisi6n de mantener una ciudad limpia debe venir acompa­ ñada de diversas medidas. En primer ] uq ar es preciso que la recolecci6n de basura se efectae eficientemente. Sin embargo, tam­ bién es indispensable que se dicten ordenanzas qlle definan claramente las obligaciones del püb Lf.co , las que deben se:.:· , .onoc das por éste. Tales ordenanzas tienen que prohibir: í 2.1.2 a. Botar papeles, envases y ba�ura de cualquier tipo en lugares públicos. b. Barrer el interior de las viviendas y locales comerciales hacia el exte­ rior. c. Transportar materiales, y en especial tierra, de forma que vayan cayendo de los vehículos.· ·.,. d. Efectuar trabajos de mecánica, que no sean de emergencia y por desperfec­ tos leves, en la v!a. pGblica, as! como lavar vehículos en dichas vías. e. Quemar papeles, hojas o.desperdicios en la v!a pública o en lugares eriazos. f. Sacudir alfombras, ropa� y toda clase de objetos en la v!a pública, así como arrojar cualquier objeto o agua a la calzada. Para que se pueda exigir el cumplimiento de estos dispositi­ vos, se requiere instalar papeleros en las v!as públicas, es­ pecialmente en los lugares en que circula grán cantidad de personas. Estos papeleros deben estar bien diseñados. En la figura 2.1 se mues­ tra un papelero utilizado en la ciudad de Lima (Perú) cuya capacidad - 8 - es de 20 litros. N6tese que la parte superior del papelero remata en un panel cuya finalidad es la de colocar propaganda comercial que financie su costo. En general los papeleros deben cumplir con los siguientes requisitos: a. La altura de la boca debe estar a 0.70 m del suel­0 (a la altura de la mano) para facilitar su uso. b. La boca debe de ser de dimensiones grandes (alrededor de 0.35 m de diá­ metro) para evitar que al botar un papel éste caiga fuera. c. Para que los papeles no se vuelen con el viento es preferible hacer los papeleros bastante profundos y no ponerles tapa ya que el público se resiste a emp•tjar una tapa, que se supone estará sucia. d. El fondo de los papeleros debe tener algunas perforaciones para evitar que se llenen de agua cuando llueva. e. Debe ser fácil de vaciar, por lo que conviene que puedan voltearse gi­ rando sobre un eje horizontal. f. Deben estar sólidamente sujetos para evitar que sean robados. Los so­ portes tiene que ser resistentes para que golpes ocasionales no los doblen. g. El color debe ser llamativo para atraer la vista pero que no altere la estética del sector. h. El costo tiene que ser lo más bajo posible. i. Se deben colocar donde no obstruyan el paso de peatones, por ejemplo al lado de un poste. j. Es necesario vaciar los papeleros una o más veces al día. ción podrán ocuparse los barredores del sector. De esta fun­ Finalmente, aún después. de adoptarse las medidas antes seña­ ladas, es preciso barrer las distintas v!as y áreas públicas así como realizar la recolecci6n de los desechos s6lidos domésticos en forma eficiente y con frecuencias regulares. 2.1.3 2.2 Funciones de limpieza por ejecutar La segunda decisi6n a tomar es sobre las funciones de limpieza que se deben pres·tar y a quién compete esa responsabilidad. - 9 - PAPELERA EN EL CERCADO DE LIMA MANTENGA LA Cll.DAD LIMPIA .... CONSEJO P"O\/INCIAL 01!: \ 11· rn LIMA , ---------¡�: FIGURA 2. 1 ­ 10 ­ 2.2.1 El barrido de las vías de circulaci6n, tanto de vehículos como de peatones, es la funci6n básica. Hay que considerar que estas vías tienen normalmente tres superficies pavimentadas,. es decir la calzada y dos aceras. Las aceras están un poco elevadas de la calzada y separadas de la misma por los bordes de la acera y por las cunetas (Figura 2.2) La estructura da las v1u pGblicaa acera cuneta ­­��­­­­­ borde de ,acera FIGURA 2.2 ESTRUCTURA DE VIAS PUBLICAS a. -� . . E:::.;muy raro· que se necesite barrer la superficie de la calzada, ya que ­to<la la basura acumulada en ella es transportada y concentrada en las cunetas por los vientos producidos por los vehículos en movimiento. b. Es frecuente que las ordenanzas de aseo encarguen a los vecinos el ba­ rrido de las 'áceras frente a sus casas o locales comerciales, en cuyo caso 1.,.i�r del servicio de linpieza pública se limita a exigir el curnpll�to de esta obligación, o en algunos casos de gran concurren­ cia 4e plíbii.t::o·t li· <:omplementar J.a limpieza. En otros ceses .el.! ·bcsei.do de laá ac,u;a.s dllhe sez eiec:u� por el misioo servicio &t l#E:t..... vías. UhA as lAII clec:1.� a tblliarse es quién se eru;a,�......., rrido del.as aa.�as.. e. Las cune� deben aet bar.t')'.4;'das por el servicio de li� 46 �Esta limpie&a· se �e ejecútar en toda su extensión y g.._r4].'JilentlJ es necesario �r�,tr h�sta un ancho máximo de 0.60 m Otra de las fundiones 1�··.�tantes a ejecut�rse es la de la limpieza de los mezcadoa ,. fer tas, playas y rivera de lQs r!os, Es co s servicio� deben se:r pr�st:ados p,·1r f!:� seriricio de li mpie�,a ·de v!as. En cua ..1l. .. 11 la 11:,·.:},:f e:.• de pa1::.­rues, �ste &.:... r\·:­c ::.o 1­:, rea.li ?a el servicio de parques y jardines. 2.2.2 ­ 11 ­ 2.3 Lugares donde se hará limpieza Otra de las decisiones a tornarse es sobre los lugares o sec­ tores de la ciudad donde se hará el barrido de las calles, así corno la frecuencia y cobertura de los servicios. El sector comercial de una ciudad, indudablemente, tiene que ser barrido en su totalidad y la frecuencia dependerá de la cantidad de basura a retirar. Normalmente, no basta una limpieza diaria sino que el barrido debe repetirse varias veces durante el dfa, dependiendo también de la cantidad de personas que circulan. En algunas ciudades, en las calles principales del sector comercial, se asigna una cuadra a cada barredor, que tiene que estar limpiando en forma contfn�a durante toda la jornada. 2.3.1 Los sectores residenciales e industriales también deben ser barridos en su totalidad pero, evidentemente, la frecuencia puede ser mucho más baja. En la tabla 2.1 se indica un ejemplo de frecuencia para diversas zonas de una ciudad aún cuando deba ajus­ tarse según las condiciones de cada lugar, considerando en especial la cantidad de personas que transitan y sus hábitos de limpieza. 2.3.2 En general el barrido se ejecuta en las vías con pavimento pero es conveniente también limpiar las v!as que carecen de él separando los elementos voluminosos, papeles y recogiendo los animales muertos. 2.3.3 TABLA 2. 1 FRECUENCIA DE BARRl.00 Calles comerciales, zona centra 1 y mercado Calles principales. zona central Calles comerciales sub­urbanas Calles secundarias y zona central Calles princioales sub­urbanas Cal les residenciales, zona de bajos ingresos Ca 11 es residenciales, zona de altos ingresos Fuente: 5 veces/día 2 veces/día 2 veces/día 1 vez/día 1 vez/día 3 veces/semana 1 vez/semana Management of Sol id Wastes in Developing Countries, Frank Fl intoff ­ 12 ­ Utilizaci6n del barrido mecánico 2.4 La cuarta decisi6n a tomarse es sobre el m�todo del barrido. Para tomar esta decisi6n hay que tener presente las siguien­ tes consideraciones: El uso de la máquina barredora se supedita Gnicarnente a vías pavimentadas y su uso es muy frecuente en pa!ses desarrolla­ dos donde es mls barato y f!cil ad�uirirlos y donde el .costo de la mano de obra es muy cara y difícil de conseguir. Además, en estos pa!ses es muy f4cil conseguir los repuestos adecuados y necesarios para lograr un mantenimiento eficiente. 2.4.1 En pa!ses en desarrollo, en cambio, solo se recomienda cuando hay que limpiar una gran longitud de calles en muy poco tiempo. Por ejemplo, el sector central de la ciudad a primeras horas de la mañana antes de lá llegada del ptlblico y del estacionamiento de los vehículos en las calles. Igualmente, son eficaces para barrer ave­ nidas de mucho tr!nsito y de gran longitud, pero siempre que se em­ pleen antes de iniciarse el flujo intenso de vehículos. 2.4.2 1 Adn en estas condiciones, sobre todo en los sectores comercia­ les, el uso de las mlquinas barredoras, tiene que complemen­ tarse con barrido manual para mantener la limpieza d�rante todo el d!a. 2.4.3 2.4.4 Además, podemos enumerar otros problemas para el uso de las barredoras que son: a. Estas máquinas necesitan una gran cantidad de ajuste• para que efectivamente limpien, lo que requiere un entrenamiento muy intenso de sus operadores. cuando éstos han sido adies­ trados es frecuente que encuentren enpleos mejores remunerados, a lo que contribuye el hecho de ser JnUY pesado el trabajo ya que estos equipos no pueden tener resortes, salvo en el asiento. b. No pueden trabajar en lugares donde hay muchos veh!culos estacionados. c. La dificultad para entrenar operarios. Tampoco pueden hacerlo cuando existen muchos árboles bajos en la orilla de las veredas. d. Si el pavimento estl en mal estado en el sector de las cunetas su efi­ ciencia es muy baja. e. Si el trinsito es muy intenso, la máquina barredora lo entorpece por su gran tamaño. ­ 13 ­ f. Las máquinas barredoras no pueden ir a descargar directamente a un re­ lleno sanitario pues sólo es posible que transiten por vías pavimenta­ das por lo que se debe coordinar con los recolectores para su vaciado o de lo contrario disponer de algÚn lugar especial para esta labor. g. Hay que disponer de una cantidad importante de repuestos, pues su des­ gaste es bastante intenso. h. El mantenimiento mecánico tiene que ser muy cuidadoso, en especial el sistema de filtros, ya que estos equipos trabajan en un ambiente con mucho polvo. 2.4.5 Algunos problemas se pueden resolver eligiendo las máquinas más adecuadas a. Las de triciclo tienen radio de giro muy pequeño, de modo que pueden resolver el problema de algunos pocos vehículos estacionados. b. Las de cuatro ruedas pueven avanzar a mayor velocidad en vías de mucho tránsito entorpeciéndolo menos. c. Las con tolva de almacenamiento del material de barrido de 4 yd3 redu­ cen el problema de vaciado, siendo por lo tanto más recomendables que las de 3 yd3 pero siempre deberán llevar mecanismó hidráulico para le­ vantar la tolva y descargar sobre un camión. 2.5 vicio. Coordinaci6n multisectorial La quinta decisi6n a tomarse es la de coordinar con otros sectores con la finalidad de mejorar la eficiencia del ser­ Se debe coordinar con los sectores de Educaci6n y Comunica­ ciones ya que se requiere de amplias campañas de educación de la poblaci6n lo que debe incluirse especialmente en las escuelas y en los programas de televisi6n y cine. 2.5.1 se aeoe consicterar con la Direcci6n de Tr�fico, el estacio­ namiento de los venículos a fin de que �ste se haga alternando un dfa en una cuneta y al siguiente en la otra, siempre que sea posiblf Así mismo, colocar dispositivos que prohiban el estacionamiento en un sector en una determinada hora que coincida con el barrido de la calle. ¡.j.2 Y por último se debe coordinar con el servicio de Obras Pú­ blicas para lograr la buena conservaci6n del pavimento, en particular en las cunetas, ya que es muy importante tanto para el barrido manual como para el barrido mecánico. 2.5.3 ­ 14 ­ 2.6 sario. Financ1aci6n La 6ltima decisi6n a tomarse por la autoridad del servicio de aseo· es •obre·el m,todo de financiaci6n del costo nece­ Siendo el principal motivo del barrido de las v!as y áreas. pdblicas la salud de las personas, �sta tiene que darse como m!nimo hasta el nivel permisible de limpieza dado por la autoridad sanitaria. Pero este nivel mínimo ocasiona un costo y compete a la autoridad del servicio de limpieza pdblica el tomar la decisi6n de su financiamiento. Para tomar esta decisi6n es necesario conocer el costo de operaci6n de los servicios as! como el costo del capital si hubiera que adquirir equipos. La autoridad de limpieza pdblica podrá decidir si el cobro del servicio lo realiza a base de tarifas o tasas o si será necesario subsidiar parcial o totalmente el. servicio. 2.6.1 PARTE 11 I: BARRIDO MANUAL ­ 15 ­ Frecuencia 3.1 La frecuencia es variable según el sector de la ciudad o la apariencia que se le quiera dar a ciertos sectores; una pauta nos la puede dar la tabla 2.1 (página 11). 3.1.1 Horario 3.2 El barrido nocturno permite que la ciudad amanezca limpia y Pero presenta más facilidades por la disminuci6n del tránsito. en ciudades donde la temperatura es muy baja no se puede llevar �sto a la práctica contando además que por la noche es muy difícil la super­ visión no pudi�ndose por eso garantizar un servicio eficiente. 3.2.1 Por estas razones es preferible el barrido diurno comenzando la jornada muy temprano, lo que permite continuar limpiando du­ rante gran parte del día. 3.2.2 En los sectores comerciales, o con mucho público, es necesario incluso barrer en dos turnos ya que las calles se van ensuciandc continuamente y es preciso repetir el barrido varias veces. 3.2.3 Rendimiento 3.3 El rendimiento de un barredor depende del tipo de distrito, de la topografía, de las condiciones del pavimento, de la densidad del tráfico peatonal y vehicular, de la calidad y ligereza de sus im­ plementos y de la t�cnica que tenga para barrer. 3.3.1 Los rendimientos estimados de barrido por barredor y por jorna­ da efectiva de trabajo son de 2.0 a 2.5 kilómetros (según experiencias obtenidas en algunas ciudades de Am�rica Latina) por lo que es posible asignar a cada barredor una zona que cubra de diez a doce cuadras. Es�! es en funci6n de que en la mayor!a de los casos cada vía tiene dos ace­ ras y más o menos 100 metros de longitud y que ]a frecuencia es de una vez por día. Aunque el barrido manual tiene rendimientos bajos y frecuentes accidentes de trabajo, �ste sigue siendo el sistema principal de barrido especialmente en países en desarrollo ya que presenta la ex­ pectativa del beneficio social en lo que se refiere al empleo de mano de obra no calificada abundante en el crecimiento acelerado de las ciu­ dades de Am�rica Latina. 3.3.2 3.3.3 a. Aparte del beneficio social enumerado, el barrido manual pre­ senta otras ventajas, tales como: Posibilidad de barrer en cualquier tipo de pavimento ­ 16 ­ b. Posibilidad de barrer aceras e islas de seguridad sin dificultad y poder salvar los obstáculos c. Pequeña inversión inicial, la que se concreta únicamente a la adquisición de uniformes, herramientas y carritos de basura. d. Bajo costo de mantenimiento mecánico, pues, las herramientas y carritos son los únicos equipos utilizados e. MÍnimo entrenamiento específico de mano de obra para el inicio de los tra­ bajos f. Fácil obtención de mano de obra operacional g. Facilidad para recoger cualquier tipo de material, principalmente objetos que dañan las barredoras mecánicas (madera, objetos punzo cortantes, etc.) 3.3.4 barrido: También citaremos las desventajas que ocasiona el uso del ba­ rrido manual y que por consiguiente afectan el rendimiento del a. Dificultad para remoción regular de tierra, lodo y arena adheridos a las cunetas b. Monto operacional mayor, pues aparte del barrido propiamente dicho, que es la parte más significativa, hay que sumar lá parte que corresponde a la recolección c. Constante encarecimiento de la mano de obra por los beneficios sociales y luchas sindicales d. Necesidad de abundante mano de obra operacional para la eficiente ejecución ·de los servicios e. Frecuentes ocurrencias de accidentes de trabajo f. Alto índice de faltas y de licencias por [OC)tivos de enfermedad g. Necesidad de tener personal de reemplazo para atender los casos de falta de personal al trabajo h. Costo operacional mayor, tal como sueldos y gastos para la compra de ins­ trumentos de trabajo (escobas, sacos plásticos, carritos y herramientas). i. No se realiza un trabajo eficiente si es que no se tiene constante supervi­ sión. ­ 17 ­ 3.4 Equipo de barrido manual La herramienta principal es un escobill6n con fibras cortas y duras ya seap vegetales o de plástico (figura 3.1). En calles sin pavimentar es preferible escobas con fibras largas y flexibles y en muchos lugares utilizan ramas de árboles con el objeto de abaratar el servicio. 3.4.1 Un carrito de mano con uno; o dos receptáculos cil!ndricos de una capacidad de 80 litros es muy importante, pues permite que el barredor vaya recogiendo la basura barrida. Si no cuenta con este implemento tiene que formar montones en la cuneta que quedan en la ca­ lle hasta que los recoja el cami6n recolector estando expuesto a ser desparramados por el tr&fico y volviendo a ensuciar la v!a. La estruc­ tura de estos carritos debe ser s6lida y liviana, recomendándose que sean de tubo de acero y las ruedas con rodamiento (figura 3.1) 3.4.2 En algunos lugares utilizan cilindros metálicos de 200 litros, únicament por la facilidad de obtenerlos ya que constituyen envase de otros productos, no siendo recomendable su uso ya que dificulta la operaci6n tanto del barredor como de los recolectores. A fin de recoger la basura suelta o aislada o para pasar de los montículos al cilindro es necesario el uso de un recogedor de metal al cual va adherido un mango de madera para facilitar su operaci6n (figura 3.1). 3.4.3 En muchos casos, especialmente en lugares de fuertes lluvias, es necesario ayudarse de una pala para levantar el lodo o tierra h1lmeda que han sido arrastrados hacia la cuneta. As! mismo, es necesario proveer al barredor de un cuchar6n metálico para limpieza de los sumideros de las bocas de tormenta. 3.4.4 A fin de facilitar la operaci6n de barrido y la de recolecci6n se .deberán, siempre que las condiciones econ6micas lo permitan, proveer de bolsas pl!sticas de 100 litros, las mismas que se colocarán dentro del cilindro y ser4n retiradas de �l cuando se hayan llenado y colocado en lugares pre­establecidos de donde serán retiradas por los recolectores. Estas bolsas deben ser de colores a fin de dar mayor fa­ cilidad a la supervisi6n. 3.4.5 3.5 Procedimiento del barrido manual 3.5.1 El barrido manual se puede hacer por cuadrilla de barredores o por rutas fijas asignadas a un barredor. La limpieza por cuadrillas se utiliza en casos de limpieza de 4reas p11blicas o casos de limpiezas en ocasiones especiales, por ejemplo aniversarios patrios, limpiezas estacionales, limpiezas peri6di­ cas de zonas. etc. 3.5.2 - ELEMENTOS DE CARRO J.O - BARRIDO MANUAL DE MANO PALA ESCOBA ESCOBILLON F l GURA RECOGEDOR J. 1 ­ 19 ­ El tamaño de la cuadrilla varía entre 3 y 25 hombres, depen­ diendo de la forma de trabajo, pero grupos de 6 a 10 son los más comu­ nes. En cada cuadrilla se asigna uno o más camiones para recolectar el producto del barrido y un supervisor para controlar el trabajo. 3.5.3 El barrido por rutas fijas consiste en asignar un circuito a un barredor quien es responsable de mantenerlo limpio. Se puede seguir dos m�todos: el de asignaci6n de calles o el de asignaci6n de manzanas. Los detalles se muestran en las figuras 3.2 y 3.3. En si­ tuaciones normales de aceras y sardineles y con decisi6n de barrer ace­ ras y cunetas y con la finalidad de minimizar el recorrido no productivo de un barredor y la posibilidad de accidentes de trabajo se debe seguir el siguiente procedimiento: a. Estacionar el carrito en las aceras al comienzo del recorrido b. Forrar por dentro el cilindro con un saco plástico c. Barrer la basura de la acera moviéndola hacia la cuneta y en dirección del tráfico vehicular d. Barrer la basura de la cuneta en sentido contrario al tráfico vehicular formando montones cada 20 ó 25 metros y hacia el punto de estacionamiento del carrito, teniendo cuidado de no barrer por encima de las bocas de tor­ menta e. Mover el carrito por las aceras e ir recogiendo los montículos en la siguiente estación f. Depositar el saco plástico que ha sido llenado con la basura recogida en un punto pre­determinado y volver a forrar el cilindro con otra bolsa plástica g. Recolectar los sacos plásticos de los puntos pre­determinados (figura 3.2} por medio de camiones recolectores. y estacionar 3.5.4 Se deba barrer empujando el escobill6n o la escoba según sea el caso, hacia adelante con movimientos sucesivos, cortos y fuertes. 3.6 Preparaci6n de rutas 3.6.1 Establecer rutas para el barrido es fundamental para aprovechar bien el trabajo del personal. En Santiago de Chile se ha aumen­ tado el rendimiento del barrido en sectores residenciales de 1.73 km por hombre y por día a 2.52 km con el diseño racional de rutas, sumado al uso de bolsas de pl�stico en los carros y a la selecci6n del personal, .destinando a otras labores a quienes no estaban en condiciones físicas para trabajar en esta tarea (ver la tabla 1.2). 3.6.2 Para tener un buen diseño de rutas se debe, en primer lugar, de� terminar las zonas de barrido manual en un plano a escala conve­ niente (1:5000). Procurando que el local de reuni6n y distribuci6n de barredores estén en el centro de masa de las zonas. - 20 - 3.6.3 Se clasificará las zonas y determinar� la frecuencia requerida del barrido manual. 3.6.4 Se subdividirá las zonas de barrido en sectores. 3.6.5 Se establecerán los puntos de inicio y t�rmino de la ruta y la ubicaci6n de los sacos de plástico. 3.6.6 Se diagramarán rutas tratando minimizar el recorrido no produc­ tivo para lo cual se recomienda seguir las siguientes pautas: • a. Las rutas deben establecerse de modo que no se pase dos veces por la n. cuneta, a menos que la frecuencia fijada as! lo exija b. Procurar, en lo posible, que el término de la ruta sea en el punto más cc rcano al inicio. c. Evitar el mayor cruce de calles posible (figuras 3.2 y 3.3). figura 3.3 es un diseño mejorado de la ruta de la figura 3.2 La ruta de ld Simbologí,:i Inicio de rut� J J T Término de ruta p Ubicación de sacos --- Recorrí do --.+ Recorrí do en Trabajo asignado= 12 cuadras Número de cruces= 18 NOTA: Esta diagramación no es buena por tener demasiados cruces FIGURA 3.2 RUTA DE BARRIDO MANUAL (Método de Asignación de Calles) en 1 • 1 servic t r án s i : .� ­ 21 ­ L r Trabajo asignado= 6 manzanas Núrrero de cruces= 8 NOTA: Diagramación de ruta correcta FIGURA 3,3 RUTA DE BARRIDO MANUAL (Método de Asignación de Manzanas) 3.6.7 Todas estas consideraciones son básicas para contar con un pro­ grama que aproveche al máximo la capacidad del personal, se pueda mejorar el rendimiento del servicio y minimizar los costos en mano de obra que es el factor preponderante en este servicio. PARTE IV: BARílif M[C�NICO ­ 22 ­ 4.1 Equipo de barrido mec4nico En el pµnto 2.2.1 se vio que el centro de las calles general­ mente se mantiene limpio porque el tránsito de vehículos des­ plaza los desperdicios hacia las cunetas, de modo que solo es necesa­ rio barrer �stas. 4.1.1 Las máquinas barredoras de mayor importancía son las diseñadas para barrer cunetas y son ·de gran tamaño (3 a 4 yd3) para que puedan remover varios kil6metros sin necesidad de ir a descargar y son las que se estudian con mayor frecuencia (figura 4.1). 4.1.2 Sin embargo, tambi�n se fabrican máquinas barredoras pequeñas (de menos de 1 yd3) para la limpieza de áreas concentradas ­ co­ mo lugares de estacionamiento de veh!culos, patios de fábricas, etc. ­ que si. bien funcionan en forma parecida son más sencillas (figura 4.2). Una diferencia importante es que afin cuando suelen tener un motor a gasolina, frecuentemente �ate es el�ctrico. En los tipos más grandes, el operador va sentado en la máquina, que es autopropulsada, pero en los más pequeños camina detris de ellas empujándolas manualmente. A veces se ha pretendido usar estas barredoras para limpiar las veredas, pero los resultados son muy deficientes, en especial por los muchos obstáculos que encuentran (postes de alumbrado, árboles, etc.). 4.1.3 4.1.4 Las barredoras de cuneta son de dos tipos: radoras. mecánicas y aspi­ Ambas tienen un sistema de propulsi6n similar al de cualquier veh!culo automotriz y un sistema de barrido, que en los siste­ mas más nuevos es accionado por un motor independiente. 4.1.5 Tambi!n en los dos tipos hay escobillones delanteros ubicados a uno o a ambos lados de la m4quina (figura 4.3), que giran con un eje vertical. Estos escobillones remueven y recogen los dese­ chos de las cunetas y los lanzan hacia el centro de la máquina para ser luego recogidos. Estos escobillones son de alambre de acero y tienen diversos sistemas de ajustes. 4.1.6 La basura acumulada en el suelo, debajo de la máquina, tiene que ser recogida por el mismo veh!culo y depositada en una tolva incorporada al mismo. 4.1.7 Para que la basura pueda ser recogida, las barredoras de tipo mec!nico llevan otro escobill6n de eje horizontal (figura 4.4) que se extiende a todo lo ancho del veh!culo, el que levanta la basura y la vac!a en una banda transportadora de paletas, que finalmente la deposita en la tolva de almacenamiento. 4.1.8 ­ 23 ­ FIGURA 4. 1 MAQUINA BARREDORA GRANDE ­ 24 ­ . / / . �,. ,/ / / / / / , / ,- / / ,. FIGURA 4.2 MAQUINA BARREDORA PEQ.UEAA ­ 25 ­ ..5.:. �. ·!,, -.' \":- � �\�.-- �, •. , ¡f .. ,'-r. -, .. t : .• , -, .-": ' ,·,·· ' , .. �- \ FIGURA 4.3 MAQUINA BARREDORA CON DOBLE ESCOBILLON DELANTERO .,,· ;· �'.. FLTftO DE A .. E EXTRACTOR DE AIRE ELEVAD<>ft PEDAL DE CONTitOLd VELOCIDAD FIGURA 4.4 MECANICA DE MAQUINA BARREDORA (TIPO MECANICA) - 27 - 4.1.9 En las barredoras aspiradoras, en cambio, la basura es suc­ cionada a través de una manguera de 20 a 25 cms (figura 4.5) y depositada en la tolva de almacenamiento. 4.1.10 En las máquinas aspiradoras se economiza en el frecuente reem­ plazo de escobillas traseras y las calles·quedan más limpias de polvo, pero si hay mucha basura de otro tipo es frecuente que se obstruya la manguera de succi6n y el ventilador que produce el vacío consume más energ!a. Además, si el pavimento no está en muy buenas condiciones se pierde parte del vac!o y el funcionamiento es deficiente. Por otra parte, son equipos más sofisticados y requieren un manteni­ miento más cuidadoso. 4.1.11 Se dijo que la máquina barredora tenia uno o dos escobillones delanteros. Se necesitan dos cuando la máquina debe barrer calles de una sola direcci6n de tránsito, donde en la misma direcci6n tiene que barrer ambas cunetas. En tal caso también debe tener doble direcci6n, porque el conductor siempre tiene que ir.sentado al lado de la cuneta que está barriendo para ir observando el trabajo que rea­ liza. 4.1.12 Si se acerca demasiado al sardinel puede golpear el escobillón delantero contra �l, dañándolo. Para evitar que esto ocurra el escobill6n debe tener resortes que lo mantengan en su posición pero que le permitan absorber'golpes sin que su eje se dañe. 4.1.13 Las máquinas barredoras pueden ser también de tipo triciclo o bien de cuatro ruedas. 4.1.14 Las de tipo triciclo tienen un radio de giro muy pequeño lo que hace posible que se desv!en si encuentran un veh!culo esta­ cionado y se acerquen de nuevo a la cuneta, dejando un tramo mínimo sin barrer. En cambio, son poco estables y es fácil que se vuelquen si gi­ ran a una velocidad excesiva. 4.1.15 Por eso en el caso de querer limpiar avenidas de tránsito rápido son preferibles las máquinas de cuatro ruedas que pueden operar a velocidades mayores. 4.1.16 En algunos modelos, la tolva se puede levantar por medio de dos brazos hidráulicos (figura 4.6) para ser descargada ya sea en un sitio elegido o sobre un cami6n recolector. En caso de no contar con este dispositivo, la tolva se descarga por abajo, abri�ndose una puerta de descarga. 4.1.17 Para evitar que se levante mucho polvo durante la operaci6n de barrido las máquinas barredoras llevan un estanque con agua y una tubería que va humedeciendo la basura antes de ser barrida. MANIUl:RA AUXILIAR llltATORIA D!'°91TO DE IAIURA IIUERTA DE OEICAR8A a.-ACIOOlt, DE AIUA IOCA DE IUCQON EICOeA CENTRAL ESCOU LATERAL FIGURA 4.5 TANQUE DE AIUA FIGURA 4.6 BARREDORA CON SISTEMA HIDRAUL1CO DE DESC��Gt - 30 - Horario de barrido mecánico 4.2 Una vez establecidos los lugares donde se hará el barrido me­ cánico, se determinará el horario de barrido dependiendo de las costumbres de la poblaci6n y de las características de las vías principalmente. 4.2.1 4.2.2 Así el barrido nocturno se hará: a. En las zonas comerciales e industriales donde durante el día hay muchos peatones y generalmente los vehículos son estacionados en los cordones de las aceras sobre las cunetas que es el lugar donde se debe barrer b. En las grandes avenidas donde durante el día hélY un tráfico intenso que impide el barrido diurno. El barrido diurno se hará en las zonas residenciales donde, por lo general, en las noches hay veh!culos estacionados en las calles. 4.2.3 4.3 Procedimiento del barrido mecánico 4. 3 .1 Las máquinas deben salir del garage con su estanque lleno de agua para evitar p�rdidas de tiempo. Al llegar al punto de inicio de su ruta, el operador debe ajus­ tar el ángulo del escobill6n lateral según la pendiente late­ ral de la cuneta, colocar el deflector central en la posici6n correcta y bajarlo para que quede en contacto con el pavimento. Bajar el esco­ bill6n lateral y el escobillón central y accionar el sistema de riego. Recién entonces se puede iniciar el barrido. 4.3.2 Es recomendable que trabajen siempre dos máquinas juntas, una por cada lado de la calle, aunque separadas unos 50 metros para no producir demasiada obstrucci6n del tránsito. 4.3.3 Si la cantidad de basura a recolectar en una jornada es mayor que la capacidad de la tolva, se deberá coordinar adecuada­ mente con el recolector a fin de no ocasionar demoras innecesarias o la necesidad de amontonar basura en la v!a pública. 4.3.4 4.4 Preparaci6n de rutas El planeamiento del barrido mecánico se hace generalmente si­ guiendo las mismas recomendaciones que para el barrido manual pero como es 16gico muchos casos sufren variaciones considerando que el barrido mecánico necesita de agua y las rutas tienen que estar supedi­ tadas tambi�n a los puntos de abastecimiento. 4.4.1 ­ 31 ­ 4.4.2 a. b. c. d. 4.5 Para diseñar una ruta de barrido mecánico se debe tener en cuen�a, básicamente, las siguientes consideraciones: Velocidad media del barrido: de 6 a 8 kms/hora Rendimiento medio del barrido: 40 krns/jornada de trabajo Tiempo efectivo de trabajo: 80\ del total Consumo medio de agua: 500 litros por cada 6 kms. Mantenimiento de barredoras 4.5.1 Considerando que la eficiencia del barrido mecánico depende de poder utilizar el mayor tiempo posible el equipo, es nece­ sario que éste t�nga un eficiente mantenimiento preventivo a fi"1de facilitar los mantenimientos correctivos y alargar la vida útil del equipo o preservarla. Este tipo de equipo debe tener un mantenimiento más cuidadoso que cualquier otro equipo de limpieza. La máquina barre­ dora requiere frecuente y especial atenci6n, la naturaleza del trabajo expone todas las uniones al polvo y a la mugre por eso la principal operaci6n de mantenimiento es la limpieza diaria de la máquina y de los motores y, en especial, de todos los filtros ya que pueden producirse desgastes excesivos si no se toman estas precauciones. 4.5.2 La segunda operaci6n de mantenimiento es el ajuste de altura de los escobillones laterales para compensar su desgaste y la corn­ probaci6n de la presi6n sobre el suelo de éstos y del escobillón tra­ sero. Con estas precauciones se obtiene duraci6n de los escobillones laterales que varían de 200 a 400 kms. El escobill6n trasero debe reem­ plazarse cada 250 a 500 kms si es de fibra vegetal, y con fibra de po­ lipropileno con moléculas orientadas, cada 600 a 1,200 kms. Corno estos equipos tienen numerosos puntos de engrase y lubri­ cación, se puede ahorrar mucho mantenimiento con el uso de ro­ dajes sellados. 4.5.3 4.5.4 Se debe, además, prestar mucha atenci6n a la faja transporta­ dora si fuese el caso. Gran parte del desgaste prematuro de la máquina depende del mal ajuste de ésta y de las escobillas, las que al trabajar a excesiva presi6n desgastan excesivamente la trasmisi6n y el motor. 4.5.5 Se requiere una eficiente administraci6n a fin de que se man­ tenga un stock permanente de repuestos, escobillones y filtros, con una buena prograrnaci6n de sus adquisiciones para lo cual deberá tenerse presente el tiempo de vida de cada uno de ellos, datos éstos que serán proporcionados por los fabricantes de las máquinas. ­ 32 ­ Periódicamente, y de acuerdo tambi�n a las recomendaciones d.e los fabricantes o a la experiencia de los t�cnicos en manteni­ miento, se deberán realizar las siguientes operaciones: 4.5.6 a. Revisión de la máquina b. Rectificación del motor c. Lubricación de la máquina d. Lubricación del motor e. Sustitución de piezas de la máquina f. Sustitución de piezas del motor g. Sustitución de neumáticos, escobillones de fibra vegetal, escobillones de nylon o acero. Es indispensable, tambi,n, la pintura y conservaci6n externa de la máquina con el fin de mejorar la apariencia de ella. PARTE V: LIMPIEZA DE AREAS PUBLICAS - 33 - 5.1 Areas pdblicas a limpiarse En el acápite 2.2.2 se establece los sitios públicos a lim­ piarse. Estos sitios son preferentemente los parques, los mercados, ferias, plazas, y en algunos casos estadios, coliseos y ri­ vera de los r!os. 5.1.1 La limpieza de los parques generalmente está encomendada a otra instituci6n o sea a la que se encarga del mantenimiento y conservaci6n de parques y jardines de la ciudad. 5.1.2 En la limpieza de los mercados es necesario asignar ­ por lo menos ­ dos barredores para el aseo de las calles adyacentes. Estos barredores deben barrer cada uno un lado de las cunetas, teniendo el mismo punto de inicio y de llegada siendo su misi6n la de tener lim­ pio el sector encomendado. Los desechos s6lidos generados en el inte­ rior de los mercados deben ser limpiados por cuadrillas, dependiendo su nG.mero y frecuencia del tamaño del mercado y de la cantidad de basura que producen. Los desechos s6lidos recogidos deben ser concentrados en, lugares pre­establecidos en contenedores, de donde serán recogidos por camiones tolva o por colectores compactadores cuando su volumen justifi ca el uso de estos Gltimos. Es conveniente que se baldeen peri6dica­ mente los mercados o cuando la supervisi6n as! lo crea conveniente. 5.1.3 Tambi�n es necesario limpiar las v!as y parques donde funcio­ nan las ferias, inmediatamente después de la finalizaci6n de las actividades para impedir que los desperdicios menos pesados sean esparcidos por el viento. La limpieza se debe empezar por los puntos más alejados o extremos de la feria. Esta limpieza se debe cubrir con cuadrillas especiales, dependiendo su nG.mero del área a limpiarse, así como también de la cantidad de basura a recolectarse. Para facilitar la limpieza de las ferias se deben colocar en puntos pre­determinados y en la v!spera del comienzo de ellas, contenedores (figura 5.1) donde se deberán acumular los desperdicios, los que posteriormente serán re­ tirados por los vehiculos compactadores, los mismos que deberán contar con equipo hidráulico de carga de contenedores. Se debe prestar aten­ ci6n especial a los puestos qµe venden pescado, reservándoles los mejo­ res lugares en cuanto a pavimentaci6n a fin de facilitar la limpieza del local. Después de finalizada la feria, los lugares donde funcio­ naron estos puestos deberán ser lavados con la ayuda de un cami6n cis­ terna equipado con motobomba, aplicando un desinfectante o desodorante, pues siempre quedan desperdicios en las hendiduras del pavimento, las cuales debido a la acci6n del calor se descomponen y despiden olores desagradables. Se recomienda aplicar una soluc16n de hipoclorito de calcio al 30% en la proporci6n de un kilogramo de producto para 100 litros de agua, labor que puede realizarse con una regadera manual. La acci6n bactericida del cloro termina el proceso de descomposici6n de la materia orgánica eliminando los olores desagradables. 5.1.4 ­ 34 ­ FIGURA 5. 1 CONTENEDORES UTILIZADOS EN LAS FERIAS Fuente: Limpeza Pública, MINTER/CNDU, CETESB En determinados lugares donde hay playas, éstas sirven de es­ parcimiento a los veraneantes con la consiguiente producci6n de desechos s6lidos que necesariamente tienen que ser removidos peri6dica­ mente en beneficio, no s6lo de la salud y bienestar de los veraneantes, sino también para que las playas puedan ser utilizadas en su plenitud. Estos residuos están constituidos principalmente por papeles, restos de alimentos, envases pl!sticos,·botellas de vidrio, latas de cerveza, con­ servas y refrescos. Por otro lado, el mar transporta residuos que han sido arrojados indiscriminadamente ­ o accidentalmente ­ por las zonas portuarias y por los barcos lo que contribuye también al deterioro de las !reas de recreaci6n. La limpieza de las playas se puede realizar por método manual o mec!nico. La limpieza manual se realiza general­ mente usando cuadrillas de trabajadores de rastrillos quienes van ras­ trillando la arena formando pequeños mont!culos de basura que deben ser recogidos posteriormente por otra cuadrilla provista de cestos de bambú o carritos de mano (figura 5.2). Los camiones colectores deben perma­ necer estacionados en las v!as a donde serán llevados los recipientes con la basura. La limpieza mecánica es realizada mediante máquinas peciales movidas por minitractores (figura 5.3). Algunas operan T 5.1.5 - 35 - en arena húmeda como en arena seca. Sin embargo, su empleo no es re­¡ comendable en playas de relieve irregular y de arena muy fina. Su em-. pleo es recomendable s6lo cuando la cantidad de basura generada y las condiciones 9el terreno as! lo justifican. FIGURA 5.2 LIMPIEZA MANUAL DE PLAYAS Fuente: ' . ·.... FIGURA 5.3 MAQUINA ESPECIAL PARA LIMPIEZA DE PLAYAS Fuente: Limpeza Pública, MINTER/CNDU, CETESB • Limpeza Pública, MINTER/CNDU, CETESB ,- 11!',.,. • PARTE VI: EDUCACION PUBLICA ­ 36 ­ En algunos casos es necesario limpiar las playas impregnadas de aceite por el derramamiento de éste en los océanos y que luego son arrastrados hacia las playas polucionándolas. La operaci6n de esta limpieza consiste en la remoci6n de la arena impregnada en aceite, cuyo volumen depende de la granulometría de la arena as1 como del tipo de aceite impregnado y de las condiciones naturales del mar, que mu­ chas veces facilitan la penetraci6n del aceite en las capas de arena. Es preferible realizar la operaci6n de remoci6n en forma mecánica, siempre y cuando las condiciones locales nos lo permitan y haya dispo­ nibilidad del equipo adecuado. Una vez retirada la arena impregnada de aceite, ésta debe ser dispuesta en el relleno sanitario utilizán­ dola preferentemente como material de cobertura. 5.1.6 En forma ocasional se presta también servicio de limpieza en estadios y coliseos. Estos servicios, generalmente, se reali·· zan en convenios con las entidades que administran estos establecimien tos y se ejecutan con cuadrillas especiales inmediatamente después que ha terminado el espectáculo o al d1a siguiente y si está inactivo du­ rante mucho tiempo, al comienzo de un nuevo espectáculo. 5.1.7 En poblaciones ubicadas a orillas de los r1os, en forma espo­ rádica se designa una cuadrilla o más, de acuerdo a las nece­· sidades para la limpieza de las orillas de los rfos. Estos trabajos, generalmente, son necesarios en épocas de estiaje cuando los ríos al bajar de caudal van dejando en las orillas diferentes tipos de basura que constituyen un riesgo para la salud o deterioran la estética del� ciudad. ­ 37 ­ 6.1 Campañas de educaci6n pdblica 6.1.1 Los servicios de limpieza no podrán alcanzar, de manera satis­ factoria, todos sus objetivos si no .se tiene la colaboraci6n efectiva de la poblaci6n. De ahí la necesidad de las campañas educa­ tivas destinadas a informar y sensibilizar a la poblaci6n a fin de con­ seguir su colaboraci6n en el esfuerzo de mantener una ciudad limpia. En términos prácticos, esas campañas pueden ser divididas según la velo­ cfdad de los resultados deseados y segrtn, tambi�n, los medios usados campañas dirigidas a un sector de la poblaci6n, con para su logro en: el objeto de obtener una respuesta r!pida para la soluci6n de problemas agudos de limpieza y campañas de masa, dirigidas a toda la poblaci6n. Estas campañas deben ser de carácter permanente y persuasivo destina­ das a modificar, a mediano plazo, los hábitos sanitarios de la poblaci6n. 6.1.2 Las campañas dirigidas se deben dar una vez detectado el pro­ blema, por ejemplo: a. El colocar la basura doméstica en las veredas con excesivo adelanto al ho­ rario normal de recojo, favoreciendo el desparramamiento de la basura por los animales esparciéndola por la calzada por ellos mismos o por el viento. En estos casos el horario de recolección debe ser comunicado a través de' panfletos entregados por el propio personal de recolección o publicando el horario en los periódicos, siendo en todo caso imprescindible que la reco­ lección se haga en el horario indicado. b. El barrido de la basura de los inmuebles,·hecho hacia la calzada provocando que se ensucie la vía pÚblica y que se obstruya, en muchos casos, las bo­ cas de tormeta. Al respecto, se debe dar dispositivos para que el barrido interior se saque conjuntamente con la basura doméstica para su recolección. Para resolver este problema se debe también enviar cartas circulares a los infractores. c. Se debe dar dispositivos referentes a la poda de árboles, material de des­ monte de las construcciones, los mismos que no deben ser depositados en las vías de donde son esparcidos por el viento y los vehículos que transitan. Estos materiales deberán ser dispuestos de inmediato por los propietarios. d. Se debe dar disposiciones específicas para el transporte de material agra­ nel en vehículos abiertos a fin de que no vayan esparciéndolos por la vía pública. e. Otros problemas que pueden ser identificados o que constituyen caracterís­ ticas netamente regionales y a los cuales hay que corregir dando dispositi­ vos al respecto. - 38 - Las campañas de masa merecen gran prioridad porque son destina­ das a modificar los hábitos sanitarios largo tiempo arraigados en la poblaci6n en general. Para su divulgaci6n es necesario utilizar m�todos de gran penetraci6n en todos los estratos sociales. Por eso, generalmente, estas campañas son bastante dif!ciles, demandando un buen planteamiento que deberá ser hecho por profesionales especializados en comunicaci6n social. 6.1.3 Todos los medios de comunicaci6n deberán ser usados, tales corno peri6dicos, radios, carteles colocados en barrios, supermercados, lu­ gares públicos y ­ principalmente ­ la televisi6n. Se debe as! mismo extender la campaña hacia los clubes sociales, colocando carteles alu­ sivos a la campaña, etc. Esta posibilidad se debe usar con frecuencia en las escuelas primarias y secundarias, porque los niños y j6venes son más receptivos y menos reacios al cambio de hábitos que los adultos. Hay que tener siempre presente que para obtener colaboraci6n del pueblo en cualquiera de las maneras en que se solicite, la misma Municipalidad debe estar perfectamente conciente de la absoluta nece­ sidad de su propio empeño para mejorar los servicios de limpieza pG­ blica si no se correri el riesgo 'de ver desmoralizada cualquier campaña educativa. Paralelamente a todas estas acciones, a fin también de in­ centivar, se deber4 mejorar la imagen del servicio, pintando los reco­ lectores, cuidando el buen aseo del personal de barrido, colocar pape­ leros nuevos y bien pintados, barrer en forma regul'ar las calles, etc. Aparte de estas recomendaciones y siempre tendiendo a obtener una cam­ paña positiva se debe seguir las siguientes recomendaciones: a. Debe evitarse hablar de "prohibir" ciertas actitudes, siendo necesario in­ sistir en lo que se debe "hacer". La receptibilidad del pueblo es mucho mayor. b. Hay que evitar lemas muy generales, que al público dicen muy poco, por c. Se debe insistir en acciones concretas tales como ''Ponga sue papelea en la papelera", "sarra su looal. hacia el- interior", "Use »eoeptiáauloe oon tapa". d. Es siempre mejor usar propaganda graciosa y si1tp!tica en vez de decir cosas muy serias. e. Como ejemplo de lo anterior, podemos citar que en Santiago de Chile, el es­ cudo municipal tiene un le6n, que se transform6 en una caricatura de un león risueño. Se preparó una serie que se transmite por televición y en uno de los episodios una persona bota una c,scara de banana al suelo, el le6n la pisa, resbala y casi se cae. Coge la ci.scara, la echa en su carrito, mira ejemplo, "Colabore con el aseo1', no indica nada. En cambio si decimos "Una eiudad Urrrpia es ta que se ensucia menos y no ta que se limpia más" es más importante. PARTE V 11: CONTROL - 39 - al que botó la cáscara, también lo toma y lo deja en el carro mientras dice "Si no ayuda a Limpiar no ayude a eneuoi-ar": Frecuentemente, se oye a los niños repitiendo la frase y en más de una oportunidad se les ha visto reco­ ger un papel que bota un adulto y echarlo en un papelero. ­ 40 ­ 7.1 Control contable El control de costos es muy importante, ya que const i t 1,ie u u instrumento que nos permite tomar decisiones en cuarctu a la. utilizaci6n adecuada de los recursos humanos y materiales. El con­ trol de costos se debe hacer en base a la inforrnaci6n necesaria a r:11 de que sea real y nos de orientaciones para los presupuestos de fut11·· ros ejercicios. 7. 1.1 El control contable lo realiza la Oficina de AdminL:;tr;H:i.:'::, del sector de limpieza pública, la misma que pz o r r a t e a r gastos administrativos que le corresponde a cada servicio. 7.1.2 á ; •. ;; En cuanto a la mano de obra, no habrá ninguna dificultdd ya que está contenida en las planillas de pago incluyendo las leyes sociales. 7.1.3 La mano de obra de mantenimiento, el costo de man t.e r.a u.i c.n t.. y consumo de combustible, se controla con base en la n r o r n. · ci6n proporcionada por los encargados de estos servicios para lo cu.11 se les proporcionará fichas donde deben hacerse las anotacio11�s que se requieren para el control. 7.1.4 .í As!, el control del consumo de combustible se puede :1ccr cnmo se indica en la figura 7 .1 en la que se muestra el (.. .ns un.o de combustible por vehículo 7.1.5 FIGURA 7.1 EJEMPLO DE FICHA PARA CONTROL DE DESPACHO Y CONSUMO DE COMBUSTIBLE CONSUMO DE COMBUSTIBLE Tipo de servicio Dato de 1 proveedor Placa del vehículo Kilometraje entrada Kilometraje anterior COMBUSTIBLE Gaso 11 na (G/s) Diessel (G/s) Costo un I tari o Costo total Proveedor -Solicitante ­ 41 ­ 7.1.6 Los costos de versonal cte mant�nirniento se proporcionan a tra­ vés de la figura 7.2 en la que se considera los hombres­hora utilizados en la repar�ci6n o mantenimiento de los equipos. FIGURA ].2 EJEMPLO DE FICHA PARA CALCULAR LA MANO DE OBRA DE MANTENIMIENTO GASTO DE MANO DE OBRA Tipo de servicio Mes/Año Aplicación del código Placa del vehículo ---------·T-··--· -·· MANO DE OBRA . ·-·-·- ·-·- -----·· ·- TOTAL HOMBRE/w­R• ,,u.!, ------.....-----· VALOR UNITARIO VALOR TOTAL Mecánico Soldador Electricista ­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­­­ TOTAL Oficini'.l So I i citan te 7.1.7 En cuanto a los gastos en repuestos para el mantenimiento . de los equipos, éstos pueden ser proporcionados a través de la figura 7.3 7. l. 8 Igual ficha se podr� preparar para el control de los lubri­ cantes y cualquier otro costo que se requiera. Los costos deberán ser calculados mensualmente y comparados con los meses anteriores bas�ndose en informaciones acumula­ das en dicho período. 7.1.9 7.1.10 Los resultados obtenidos deberán ser comunicados a los en­ cargados de la limpieza de vías y áreas pGblicas para suco­ nocimiento y control de operaci6n. ­ 42 ­ FIGURA 7.3 EJEMPLO DE FICHA PARA El CONTROL DE GASTOS DE MATERIALES SALIDOS DE ALMACEN ALHACEN DE MATERIALES ; Tipo de servicio Dato del proveedor Apl icaci6n Tipo de materiales Cantidad Costo unl tarlo Costo tot a l Almacenero 7.2 So1fcitante Control de operaci6n Establecidas las rutas de barrido o áreas pablicas a barrer, es preciso controlar que 4stas se cumplan en la mejor forma posible y con la frecuencia establecida. 7.2.1 Se debe llevar tambi�n el control del personal y del equipo mecánico y herramientas asignadas a cada barredor contro­ lando tambi6n la correcta utilizaci6n de los mismos. 7.2.2 7.2.3 Se debe, además, tomar informaci6n de la cantidad aproximada de la basura de cada ruta as! como de su composici6n física. Se debe controlar el uso del vestuario y equipo de protecci6n del trabajador y el cumplimiento de las normas de seguridad impartidas por la superioridad. 7.2.4 7.2.5 Se debe comprobar el cumplimiento, por parte de los usuarios, de las disposiciones dictadas y que les competa cumplir. El control de operaci6n ea competencia de los supervisores a quienes se les proporcionar, fichas donde irán anotando toda la informaci6n que se requiere para evaluar el servicio. Como ejemplo acompañamos las fichas de control de Bello Horizonte, Brasil (figura 7 • 4) y Lima, Pertl ( f !gura 'f":5"). 7.2.6 Un buen control de operaci6n nos dar& la pauta para mantener las frecuencias y rutas o cambiarlas, seg�n sea el caso, a fin de tener un diseño que se ajuste a la realidad. 7.2.7 ­ 43 ­ FIGURA ].4 EJEMPLO DE FICHA DE CONTROL (1) PREFECTURA MUNICIPAL DE BELLO HORIZONTE SUPER INTENDENCIA DE LIMPIEZA PUBLICA Boletín diario de ­­­­­­­­­­­­­�­­­­­­­­­­­­­ Horario /­/Diurno /­/Nocturno Lugar ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ Fecha / / ---- PERSONAL 1. Ocurrencia Supervisor Total Trabajadores Presentes Falta Va ri ac iones Licencia Accidente TOTAL 2. DATOS DIVERSOS Longitud de calles barridas Longitud de sardineles barridos Area beneficiada Volumen de basura recolectada Peso de basura recolectada N� de viajes a destino final Horas de servicio Lugar de destino final 3. EQUIPO Y HERRAMIENTAS ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­�­­ Escoba Es e o b i \ Ión Pal a 4. ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­ VEH I CULOS Cilindro Carrito ­­­­­­­­­­­­�­­­­­­­­­­­­! ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­1 Otros ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­1 Barredora Carro Cisterna ----------------Placa Placa Placa Placa ----- Placa Placa ---- Placa Máquina Placa Placa Supervisor Responsable ---- Vehículo Recolector ------ --------- Jefe de Supervisores PARTE VIII: PERSONAL PARA OPERACION Y CONTROL ­ 44 ­ FIGURA 7.5 EJEMPLO DE FICHA DE CONTROL (2) CONCEJO PROVINCIAL DE LIMA DIRECCION DE LIMPIEZA TURNO REPORTAJE DIARIO DE SUP. BARRIDO 1. DEL PERSONAL A SU CARGO Nombre y Ape 11 ido 2. OBSERVACIONES 3. DEL SUPERVISOR RESPONSABLE Nombre y Apellido o zona Ocurrencias Código Area de traba jo Zona y/o cuartel de supervisión Firma ­ 45 ­ 8.1 Personal de operaci6n El número de personal de operación de un servicio de limpieza de vías y áreas públicas, depende del rendimiento y frecuen­ cia que se establezca para cada sector, as! como de los diferentes servicios de limpieza de áreas p!íblicas que se.deseen ofrecer. 8.1.1 8.2 Personal de control El barrido manual requiere de mucho personal repartido en una Si no se cuenta con un cuerpo de superviso­ gran extensi6n. res lo más probable es que muchos de los barredores no cumplan con la tarea asignada. Cada supervisor atenderá de 8 a 10 barredores, o sea aproximadamente 10 kms (longitud de calles barridas). 8.2.1 Es preferible, siempre que las condiciones económicas lo per­ mitan, designar un jefe de supervis�6n quien tendrá a su cargo la supervisi6n general de un sector y velará por el cumplimiento de las tareas por parte de los supervisores de ese sector y reunirá la informaci6n .proporcionada por éstos. Para facilitar el trabajo, este supervisor jefe deberá contar con un vehículo pequeño equipado de radio. 8.2.2 El personal de supervisi6n proporcionará toda la informaci6n que se requiera para el control de operaciones y velará para que los trabajadores cumplan con las normas de seguridad. 8.2.3 El personal de supervisi6n velará además por el fiel cumpli­ miento, por parte de los usuarios, de las disposiciones dadas referentes a la limpieza de vías y áreas públicas. 8.2.4 PARTE IX: SEGURIDAD DE TRABAJO ­ 46 ­ Causa de accidentes 9.1 Aparte de que el trabajador de barrido está expuesto constan­ temente a adquirir enfermedades infectocontagiosas por .tra­ bajar con desechos que pueden estar altamente aontaminados, tambi�n están expuestos a accidentarse por tener que realizar _preferentemente su trabajo en la vía pablica. Estos accidentes pueden tener dos orí­ genes: uno por condiciones inseguras de trabajo y la otra por negli­ gencia del propio trabajador. 9.1.1 9.1.2 Debemos identificar, cuidadosamente, todas las condiciones inse­ guras de trabajo para darle una soluci6n más adecuada. 9.1.3 Tradicionalmente, las principales condiciones inseguras de trabajo son: a. Recoger la basura con la mano, por no contar con los elementos necesarios, co� guantes y recogedores, lo que puede producir cortes en las manos al encontrar vidrios rotos o metales afilados b. Acondicionamiento inadecuado de la basura en cilindros muy grandes que son muy difíciles de manejar, los mis1r0s que pueden provocar desgaste excesivo del trabajador o desgarramiento, al ser levantados para su va­ ciado o traslado a los recolectores c. Jornada de trabajo excesivamente larga causando la fatiga de los trabaja­ dores d. Carencia de uniforme adecuado y equipo individual de protección. 9.1.4 Entre los actos de negligencia del propio trabajador más fre­ cuentes, podemos citar: a. No usar el equipo indiv�dual de protección b. Ingerir bebidas alcohólicas durante la jornada de trabajo e. Forma indebida de levantamiento de pesos d. No prestar atención al tráfico vehicular. Medidas de seguridad 9.2 Una vez identificadas las causas más comunes de accidentes de ·trabajo y riesgos a que está expuesto el trabajador, se dan las siguientes recomendaciones con la finalidad de minimizarlas: 9.2.1 a. Organización de una comisión interna de prevención de accidentes. Esta comisión tendrá como función evaluar las causas de accidentes y dará re­ comendaciones para minimizarlos. ­ 47 ­ b. Elaboración de normas de seguridad de trabajo. Las mismas que deben con­ tener tpdas las indicaciones para el uso del equipo de seguridad, así corno el cumplimiento de la ruta de barrido en el sentido contrario de tráfico vehicular para evitar ser atropellado. c. Establecer un manual de primeros auxilios para ca�os de accidentes. d. Mejorar el servicio social. Se deberá proveer al personal de ant>ientes para refrigerios, vestuario y duchas, donde asearse y cant>iarse de ropa después de la jornada de trabajo a fin de no llevar a sus hogares cual­ quier clase de contaminación. e. Instituir un pn)grama periódico de exámenes médicos para que puedan ser identifL:ados los riesgos potenciales de contaminación relacionados a su act Lv.Ldad , f. rrocurarles buena remuneración para evitar el desgaste en actividades extraordinarias para complenentar sus necesidades financieras. g. Mejorar la calidad del equipo, dotándole de cilindros adecuados, carri­ tos, escobas, escobillones, guantes y mascarillas, etc. y por lo menos de dos juegos de uniformes al año, preferentemente de color naranja para ser fácilmente visibles y así evitar ser atropellado y facilitar la supervisión. h. Dar instrucciones a los supervisores a1 :re::.pect.o y recomendarles el control del CIJiti)limi.ento de las normas de seguridad. - 48 - BIBLIOGRAFIA CETESB. Sao Paulo, CETESB, 1979. l. sao Paulo. 2. ESTRELA, M. Varri�ao pública; capítulo 9. Curso por correspon­ dencia de limpieza pública. Sao Paulo, .CETESB, 1977. 3. SAKURAI, K. Limpieza de vías y �reas públicas. taller sobre Residuos S6lidos. Lima, 19­30 ene, 1981. Lima, CEPIS, 1981. 11 p. 4. Universidad Cat6lica de Chile, Valpara!so. Estudio del manejo integral de los desechos s6lidos de la provincia de Quillota, Valparaíso, Escuela de Construcci6n Civil, 1979. 198 p. 5. VINCES ARAOZ, A. 138 p. Limpeza pública. Aseo Urbano. Lima, Printing Service, 1980.