VUELA A TU INTERIOR VERSION ACTUALIZADA Yam Bam Lam Ram Derechos Reservados ISBN y Depósito Legal Registrados VUELA A TU INTERIOR INDICE * AGRADECIMIENTOS * INTRODUCCION * EL YO * QUIÉN SOY YO * DE QUE ESTOY FORMADO * FORTALECIMIENTO DE CADA CUERPO * EL PODER DEL VERBO * EL DEBER SER * SENTIMIENTOS * LA MENTE DEL HOMBRE CONTEMPORANEO * CÓMO LA MENTE MANEJA LA VIDA * DAR Y RECIBIR * BALANZA DE PETICIONES * BUSQUEDA Y RESPUESTA * RESPUESTAS * LIBERTAD * TRANSMUTACIÓN * DUDA Y TEMOR * AMOR, MUERTE Y SUFRIMIENTO * LA IMPORTANCIA DEL AMOR * SABER, OSAR, HACER, CALLAR * MAGNETISMO PERSONAL AGRADECIMIENTOS. Es necesario agradecer a tres personas el haberme ayudado a encontrar mi Ser. La primera es de quien aprendí el honor, el valor y el respeto de cada acto en nuestra vida, así como sus consecuencias. La segunda fue quien me dio ejemplo de tesón, fortaleza, carácter y lucha para ser mejor cada día, para ser siempre fiel a mis propios principios sin importar las circunstancias y con la satisfacción del deber cumplido. La tercera fue quien me enseñó a ver el mundo desde otro ángulo, uno más elevado, más puro, que me obligó a conjuntar todas las enseñanzas anteriores y me ayudó a ser libre, a tomar mi propio vuelo, que era lo que YO estaba buscando. A estas tres personas les agradezco de corazón todo lo que me han enseñado y demostrado. Espero que este libro les haga honor y ayude a las personas dispuestas a crecer, pagando el precio del esfuerzo para ser libres y felices como lo hice yo al principio y muchos de mis estudiantes a continuación, ya que para ellos escribo este “Manual” Una vez más… GRACIAS. María Arroyo de Sáenz Ing. Mario Sáenz Arroyo Suryaban Xolar. AGRADECIMIENTOS ESPECIALES Hartmut Pawelski (Mike) Este es un agradecimiento muy especial, ya que sin su apoyo habría sido muy difícil llegar a donde he llegado. A ti amigo, ángel de la guarda, hermano, padre… todo, absolutamente todo lo que un amigo real puede ser, te agradezco todo el apoyo, el inmenso amor que me has dado entonces y siempre; ya que sin ti, sin tu apoyo y confianza, este libro no estaría ahora publicándose. No sé en donde te encuentres, pero si espero que seas tan feliz como te lo mereces, y más aún, mil veces más feliz de lo que te mereces, pues sé que ese es el deseo de todos los que te conocemos y queremos. A Dios Padre por haberme enviado a un Ángel…de apellido Prats quien me ayudo a expresar debidamente los conocimientos adquiridos y me regaló su valioso tiempo, así como sus conocimientos para continuar mi camino hacia Él. Una palabra muy corta pero con un gran significado: “GRACIAS.” INTRODUCCIÓN Para todas aquellas personas que lean este libro, quiero comenzar diciendo que este no es un tratado de filosofía y que no pertenece a ningún tipo de religión o culto. Simplemente es un curso que consta de un grupo de técnicas aprendidas y vividas a lo largo de 35 años, organizadas de una forma determinada. Las mismas han logrado la superación personal y el cambio de vida de muchas personas. Este curso no es simplemente un conocimiento de nosotros mismos en el plano físico. Lo más importante es que incide en el conocimiento de campos más sutiles y profundos, como lo son nuestros sentimientos y la actitud que tenemos ante la vida. De esto depende el éxito o el fracaso de las personas y aunque muchas creen que lo importante es simplemente el aspecto físico, se olvidan que sin la faceta espiritual todo lo demás pasa desapercibido. Como descubriremos poco a poco, el plano espiritual es la verdadera máquina que nos impulsa en la vida y nos marca la manera de vivirla. Así que manejamos algo de metafísica, misticismo y gran parte de trabajo personal para lograr nuestros objetivos. Prácticamente todo lo que está dicho en este texto, ya ha sido expresado de diferentes maneras. Sin embargo, este caso es diferente porque vamos caminando de la mano, poco a poco, con un guía, y observando como con el propio esfuerzo va cambiando nuestro mundo, ya que al finalizar cada semana tenemos ejercicios muy prácticos para realizarlos durante la siguiente semana. Este libro es un compromiso consigo mismo. En algún lugar leí hace mucho tiempo que el ignorante no es culpable de no hacer las cosas si no las sabe. En nuestro caso sí lo sabemos y seremos culpables si no hacemos aquello que debemos. Por ende, es necesario que leamos esta obra no como un “algo para ver si podemos ser mejores”, sino que hagamos esto posible con la ejecución de cada uno de los ejercicios aquí descritos. Ésta será la primera parte de cuatro etapas, con las cuales se completará la formación interior en relación con el espíritu y la actitud hacia la propia vida. Esto es una terapia real y efectiva, de tal forma que seremos capaces de aproximarnos a nuestro “Ser” y resolver nuestros problemas. Es nuestra vida la que está en juego, la que nos duele y la que nos da las mayores alegrías. Por lo tanto, hagamos de ella una vida Feliz, pues a eso hemos venido a este planeta Tierra. Vuela a tu Interior, es parte de un programa que llamé terapia del pensamiento hace ya bastantes años, el cual es un grupo de técnicas que nos llevan de la mano hacia una introspección. El Objetivo de la misma es encontrara nuestro Ser, nuestro propio ritmo y así comenzar nuestro camino a la auto-realización. Estas palabras suenan sumamente complicadas, pero en realidad de lo que se trata es de comprender y poner en práctica cada uno de los temas para lograr así que pasen a formar parte de nuestra vida, a ser algo tan natural en nosotros como el respirar y el caminar. “Vuela a Tu Interior” está dividido en varios módulos para que sea más fácil recibir nuevos conocimientos, y para dar un tiempo a la ejercitación de cada uno de ellos ya que esa es la base para que se produzca el cambio que todos deseamos, en nuestra propia vida y en nuestro entorno. Conviene aclarar que esto es como todo en la vida, es necesario un tiempo y práctica constante antes de comenzar a ver los resultados. EL YO Desde pequeños somos totalmente egocéntricos, egoístas. Todo anhelo de certeza y seguridad deben ser míos y de nadie más. La atención de mi mamá, el regalo de mi papá, mi casa, mi TV y mi programa favorito, etc. Todo esto es una carrera ascendente a lo que después será un dominio casi irracional por la posesión de las cosas y las personas. El simple hecho de pensar en compartir algo nos enferma. De principio podemos decir que todas y cada una de estas actividades, por mucho que las disfracemos, llevan directamente a la vía del dolor. Este es el punto en que deberíamos darnos cuenta de que nada en este mundo físico y material nos pertenece, de que lo realmente importante es el triunfo. Ese es el primer objetivo ya que aquí comienza la verdadera vida, nace cuando comenzamos la integración de la mente y el corazón para un fin común. Ni la inteligencia, ni el corazón pueden estar separados ya que ambos forman un todo, uno depende del otro para hacer de cada uno un hombre integral. Se debe aclarar que intelecto e inteligencia no son la misma cosa. En el intelecto se encuentran todos los conocimientos y adiestramientos recibidos durante la educación, los cuales carecen de sentimientos. Ejemplo de conocimientos son las matemáticas, geografía, física, etc. En cambio la inteligencia, es la capacidad de sentir y razonar. Ahora bien, si ambas se unen, la visceralidad quedará atrás y entonces el conocimiento, y seguidamente la sabiduría, vendrán a cada uno. En este punto es preciso aclarar que la sabiduría no es la mente llena de información, sino que es un estado que se presenta cuando se ha logrado un grado tal de libertad, que la personalidad deja de existir y uno está abierto a cualquier tipo de idea. De tal forma que nos volvemos receptivos y perceptivos (observación y comprensión), y sabemos cómo actuar en cada momento, en cada lugar y en cada uno de los acontecimientos de nuestra vida. Cada vez que creamos estar en lo correcto o que debamos tomar una decisión, debemos analizarla, consultar a sí mismo, a nuestro interior, con qué y cómo se está viviendo esta parte de la vida. Cuando sólo se toma en cuenta el pensamiento o el corazón como medio de integración, se propicia la desintegración. Se dice que actualmente el hombre es libre, esto, en lo personal, suena a algo incomprensible pues es difícil entender una libertad basada en normas sociales, políticas, religiosas, y menos aún, si seguimos encadenados al dolor y al sufrimiento. La libertad no es eso que se vende en anuncios o que pregonan los dichos populares: “Ya compré mi libertad”, “ya tengo 1000 millones de dólares”, “ahora sí puedo usar o comprar un VW”… No, la libertad se gana mediante el autoconocimiento, y por medio de éste hay que eliminar todos nuestros egos. De esta forma nos vamos liberando poco a poco y permitimos salir nuestro Ser. Buscar esta libertad es ver la vida vista desde otro ángulo, es cuando se decide soltar las riendas de la propia seguridad, convertirse en aventureros. Es el fluir de lo que se es y se quiere; es desechar los obstáculos creados para alcanzar la seguridad. ¿Suena extraño? ¡Alcanzar la seguridad!, ¿cómo es posible si ni siquiera se posee la vida?, ¿o acaso alguien sabe cuánto tiempo más va a vivir? De ahí que el autoconocimiento que nos conduce a la libertad dirá cómo actuar en cada momento. Pondré un ejemplo claro. Hace tiempo se conocieron dos jóvenes, se trataron tres días y antes de que él se fuera se acercó a la chica, la abrazó por la espalda y le comenzó a dar besitos en el cuello. Ella se dejó porque le gustaba el muchacho, aunque siguió realizando sus actividades (estaba lavando platos). Momentos después el joven repitió la acción, y ella encantada se volvió a dejar. Él, al no ver respuesta de la chica, rápidamente comenzó a decirle lo mala que era. Ella no entendía por qué él le decía esto, ya que estaba haciendo uso de su libertad, y al igual que él, estaba sintiendo lo maravilloso del momento, el roce de sus labios en la piel, el hormigueo del momento. Mientras experimentaba todo esto, el joven buscaba de ella una respuesta lógica y momentánea como que se volteara y lo besara. Curiosamente, si él hubiera sentido lo mismo que le hizo sentir a ella seguramente habría sido sumamente fácil robarle el tan preciado beso, pero él jamás sintió, ni supo todo lo que pasó en el interior de la joven mientras él simplemente la besaba. En este ejemplo que es real, al joven le faltó inteligencia, libertad y discernimiento, ya que sabía lo que quería y tuvo la técnica para hacerlo bien. No obstante, le faltó el sentimiento para darse cuenta de que podía lograr su cometido. También le faltó libertad, porque seguramente pensó en mil cosas y sus consecuencias en lugar de simplemente tomarla de los hombros, voltearla y besarla. La vida es tan fácil… y sin embargo nosotros mismos la complicamos. Para aquellos amigos que quieran saber el final de la historia, los jóvenes se escribieron por un tiempo hasta que él ya no contestó. Aun así ella sigue agradeciéndole el respeto, la dulzura y la belleza de esos momentos, pues al ser vividos conscientemente perdurarán para toda la vida, el segundo seguramente pensará: “que chica tan apretada, tan sangrona o, ¿tan pichi…?” Cuestión de enfoques. Llegados a este punto podemos señalar que los problemas no existen como tales, somos nosotros quienes los creamos y les damos una determinada importancia y duración. Y todo esto variará dependiendo de la fuerza que les demos. Partiendo del hecho de que somos libres (en sentido figurado y hablando coloquialmente, ya que aquí lo que estamos ejerciendo es el libre albedrío), necesitamos antes que nada desear serlo. Aunque esto suene muy contradictorio, no lo es. Si llamamos libertad a vivir encadenados, necesitamos desear ser libres, para poder quitarnos las cadenas y esto nos lleva a tomar el camino del triunfo. Conviene aclarar que en ningún momento me refiero a que ser libres signifique o sea sinónimo de hacer lo que uno quiera en la vida. Si en un sentido real la libertad es lo que se alcanza cuando nos emancipamos definitivamente de nuestro ego, para ser libre debemos previamente conocer muy bien a dicho ego, a todos los vicios, defectos y maldades que viven en nuestro interior. Por lo tanto debemos tomar sin miedos una nueva aventura al conocimiento de nosotros mismos, hacer que nuestro Ser se exprese en nosotros, y por consiguiente llegar al “deber ser” que mencionaremos más adelante. QUIÉN SOY YO Para poder hablar de “quién soy yo”, necesitamos comenzar por la educación. Parece fácil hablar de educación pero para hacerlo sería necesario diferenciar entre instrucción y formación. Estamos educados para buscar comodidad y bienestar, y terminamos teniendo miedo a lo desconocido con lo cual aniquilamos nuestro espíritu de aventura. Toda educación recibida está encaminada a hacernos iguales a los demás, dentro de las normas preestablecidas de cada sociedad, que en teoría deben respetar a la autoridad y a la tradición. Es como implantar un determinado programa dentro de nosotros dentro del cual actuamos y emitimos nuestros criterios y conceptos. Afortunadamente aun existimos personas que nos resistimos a esto y como consecuencia analizamos los problemas del ser humano desde un punto de vista frío, sin tabúes ni prejuicios y con una gran rebeldía a los cánones preestablecidos. Esta rebeldía inteligente comienza a despertar en la adolescencia, manifestándose a veces de forma violenta e irracional. Es la misma que nos lleva a andar de grupo en grupo, localizando finalmente el que creemos afín a nosotros aunque esto sea pasajero. Así nos vamos auto formando para luchar en beneficio propio, en ocasiones abusando del prójimo. De esta forma comienza el aislamiento de los demás al pensar y sentir de forma diferente. Si bien una buena instrucción es necesaria para desarrollar las capacidades del individuo, en ningún caso nos da la integración para enfrentarnos a esta vida tan plenamente como es preciso. La instrucción nos ayudará a lograr los objetivos y metas que tenemos en nuestras vidas pero, además de esta herramienta meramente mecánica, existe la eficiencia basada en el amor. Si logramos hacer cada cosa con amor, con seguridad podremos llegar más lejos y lograr mucho mejor nuestros objetivos que si solamente nos basamos en el frío intelecto. Es el amor quien da la comprensión total de la vida. Por lo tanto, para poder afrontar la vida con todos sus retos es necesario retomar los valores de antaño. Sí, de antaño: la honestidad, la rectitud y la veracidad. Estas cualidades dependen de nuestra conciencia y son atributos de nuestro Ser. Es el Ser quien nos aporta ideas inteligentes, sabiendo de antemano que la inteligencia es la capacidad de percibir lo esencial, lo que realmente es. La educación verdadera debe ayudar a descubrir y fomentar los valores permanentes en nosotros, valores que nos acerquen al Ser, es decir al Maestro Interno que todos llevamos dentro. Se trata de crear hombres y mujeres integrados y libres, o sea, hombres capaces de ir en contra de su propio ego, que deseen ir más allá de lo que ven y conocen, que busquen el sentido que tiene la vida; hombres que mediante las disciplinas que exige el autoconocimiento se transformen y lleguen a cristalizarse en algún momento como seres integrales. Lo más importante en nosotros siempre es y será despertar nuestra conciencia y acercarnos al Ser que llevamos dentro. Mientras la educación no contemple estos principios jamás podrá ser útil para encontrar el verdadero sentido a la vida. Partiendo de que es necesario retomar nuestra educación para crear de nosotros mismos seres integrados, libres y felices, capaces de alcanzar una paz y seguridad que trascienda todo aquello que sea material, es necesario tener en cuenta que para triunfar en la vida se requieren básicamente tres cosas: 1.- Un Gran Deseo de APRENDER 2.- Un ENORME DESEO DE AYUDAR A LOS DEMAS, compartiendo lo que se ha aprendido, lo que se tiene, lo que se es. 3.- LA FUERZA NECESARIA para NO DESISTIR JAMÁS, hasta alcanzar todas las aspiraciones y las grandes metas. EL GRAN DESEO DE APRENDER Actualmente el mundo está dividido en especialidades, cada área de conocimiento tiene su especialista. En medicina encontramos al cardiólogo, al urólogo, al neurocirujano, etc.; en el área automotriz tenemos al eléctrico, al mecánico, y ahora al especialista en electrónica para aquellos carros de últimas generaciones los cuales todo lo manejan por medio de la computadora. Las cosas están tan especializadas que uno apenas sabe del área del otro. En la actualidad se está viendo una vez más, la importancia de que todos sepan un poco de todo. El médico general que pueda relacionar los dolores de los diferentes órganos entre sí, y los especialistas tomen en cuenta el resto del organismo y que lo contemplen como un todo. Estos ejemplos son el reflejo de nuestra vida. Al saber que cada área está relacionada con un todo entendemos que somos seres integrales e integrados, Así es nuestro cuerpo y nuestra vida, así es el mismo universo que nos rodea. Para aprender de uno mismo es necesario estar atento a todas aquellas cosas que nos pasan a diario por pequeñas que éstas sean. Se trata de hacernos conscientes de todo lo que sucede en nuestro interior cuando nos relacionamos con otras personas, las reacciones que tenemos, cuando nos sentimos heridos, cuando nos disgustamos, en que momento envidiamos, cuando nos sentimos iracundos, por qué razón, etc., etc. Quien tiene un gran deseo de aprender y profundizar en el autoconocimiento deja de ser visceral, aprende a controlar sus diferentes estados de ánimo, llegando a suprimir el dolor y las tensiones, y llega un momento en el que puede trascender cualquier tipo de sufrimiento psicológico porque aprendió a no identificarse con las diferentes circunstancias de la vida. EL DESEO DE AYUDAR A LOS DEMAS Siempre será más satisfactorio dar que recibir y esto se hace más notorio cuando lo que se da es el conocimiento, la enseñanza, para que otras personas puedan encontrar el verdadero sentido a la vida y ser dueños de sí mismos. A nivel cotidiano el simple hecho de dar un regalo, una sonrisa o una caricia también debería ser más gratificante que recibir. Además, si nos gusta recibir es necesario dar. El proceso de dar debe ser muy cuidadoso pues a veces puede resultar dañino y prejudicial. Con esto quiero decir, por ejemplo, que los padres que dan absolutamente todo lo material a sus hijos, generalmente están creando gente incompetente, sobreprotegida, posibles parásitos sociales. Hay que dar algo más profundo como experiencias, vivencias compartidas y sobretodo hay que propiciar el espíritu de aventura en los hijos, me refiero a aventura bien dirigida. Pese a que este mundo moderno tiene muchos peligros, todavía habrá más si nos dedicamos a resolver la vida a nuestros seres queridos, pues al inhibir el anhelo de aventura, les despojamos en parte de su sentido de supervivencia y superación. Por lo tanto hay que dar con inteligencia, hay que saber dar. Compartir lo que soy es algo muy profundo. Estamos de acuerdo que compartir es dar algo de lo que tenemos nosotros pero eso será siempre y cuando tengamos algo que dar. Por ejemplo, si hago un banquete pero sin suficiente comida, no tendré mucho que ofrecer a mis invitados. De igual forma no se puede querer a los demás si no se quiere uno a sí mismo. ¿Cómo comparto lo que soy si no sé quién soy yo mismo? Para compartir lo que se es se hace necesario primero encontrarnos y saber cuál es nuestro centro, saber exactamente que queremos, que tenemos para lograrlo, que nos falta y cómo podemos alcanzarlo. Saber que estamos anclados en algo, ya sean virtudes, defectos, anhelos y valores. Saber lo que somos es lo que nos va a dar la fuerza necesaria para seguir adelante, nos va a ayudar a conocer nuestro nivel de conciencia y a superarlo. Aumentar o superar nuestro nivel de conciencia no es tarea fácil. Para conseguirlo debemos dejar atrás nuestros egos y nuestra personalidad y esto sucede a medida de que por medio del auto-conocimiento vayamos siendo capaces de descubrirlos y erradicarlos de nosotros. Este va siempre en beneficio de nosotros mismos y, por lógica, también se verá reflejado en el bienestar de las demás personas que estén a nuestro alrededor. ¿Cómo se comienza a ayudar a los demás? Simplemente con el compartir experiencias, sin limitarse a dar consejos. Se comienza por compartir un momento agradable, lo que se tiene. Dar un regalo a la semana siempre es bueno, hasta lograr que este sea diario. El regalo debe ser físico por lo menos una vez a la semana y los demás pueden ser sonrisas, caricias, abrazos, detalles, favores. Los regalos físicos no van más allá de un chocolate, una soda o algo simple; aquí comenzamos a trabajar apenas con el desapego, o sea el poder deshacernos de las cosas sin dolor, sin que nos cueste. El compartir lo que se ha aprendido es algo más profundo y también más delicado. Si bien es cierto que cuando adquirimos un nuevo conocimiento deseamos comunicarlo, no significa que seamos capaces de comprender el alcance de este, a menos que lo pongamos en práctica y obtengamos resultados en nosotros mismos. Solo entonces, con la experiencia propia, es que podremos guiar a otros porque de una u otra forma hemos andado el camino. No hay nada nuevo en este mundo, lo nuevo son los ojos con los que se mira la verdad del conocimiento. Compartir lo que se ha aprendido queda solamente para la gente que realmente está interesada en aprender de nosotros, para las personas que sepan que tenemos algo valioso que aportarles. No podemos compartir los conocimientos, y mucho menos si éstos son fruto del trabajo interior, con personas sin interés. Por favor, no le den “margaritas a los cerdos”. Cuidado porque al dárselas se paga muy caro. LA FUERZA NECESARIA PARA NO DESISTIR JAMÁS Se trata de la fuerza y el tesón que debemos tener hasta alcanzar las aspiraciones y las grandes metas. En este punto es necesario saber no sólo lo que queremos, deseamos y anhelamos sino también con que intensidad lo queremos y si nos conviene o no. Para ello es necesario saber que tan nivelada está nuestra balanza. Esto lo veremos más adelante. Cuando las personas dicen que para realizarse necesitan de un matrimonio, una carrera, una pareja, un auto nuevo, una casa o una cuenta en el banco con tantos ceros, veo el vacío tan grande que tienen en su interior. La realización del ser humano es algo muy diferente y pasa por tres etapas o peldaños que no son fáciles de alcanzar y que no los logra cualquiera. Me refiero al éxito, al triunfo y a la victoria. El éxito se obtiene en el mundo físico, se demuestra en lo externo, en los lujos, en los excesos en lo material, pero es pasajero. En este plano todo va y viene, todo es fugaz y nada duradero. El triunfo es algo mayor, de más valía, pues es el hecho de transformar los propios vicios en virtudes. Para ello se necesita de una auto-observación, del auto-conocimiento, de un vivir minuto a minuto siendo conscientes de lo que somos, de cómo reaccionamos en nuestro diario vivir y de una fuerza de voluntad férrea. Ésta es la fuerza necesaria que no debe faltar jamás hasta alcanzar todas nuestras metas y aspiraciones, conquistando de ésta manera nuestro propio mundo interno. Por último la victoria. Al hablar de victoria hablamos del mundo espiritual. Esto es cuando se conoce lo eterno, la verdad en cada lugar, persona o cosa. En este punto se alcanza la libertad verdadera, ya que la victoria es la misión cumplida, haber logrado el objetivo espiritual, que no es otro que ser conscientes y dejar que se manifieste el Ser en nosotros. Si tenemos en cuenta que todos y cada uno de nosotros nacemos para ser prósperos, felices y libres ¿por qué no lo somos? No es tan difícil encontrar la respuesta, simplemente éste camino es para valientes… sí, sólo para valientes ya que cada uno es el arquitecto de su propio destino. Los cobardes no toman riesgos y se quedan sólo en charlas de café o de salón, son los que dicen y no hacen. Sólo aquél que está decidido a tomar sus compromisos responsablemente con su Ser es capaz de seguir este camino, pasando por encima de todos los obstáculos y desprendiéndose gradualmente de todos sus egos. Para esto se debe ser muy valiente. Generalmente se buscan a sí mismos quienes ya nada tienen que perder, y esto no lo digo en sentido figurado sino en sentido real. Cuando se ha perdido todo, casa, familia, trabajo, pareja, todo… absolutamente todo, y ya no importa perder más porque no queda nada, aparece entonces el sentido de aventura. Es ahí cuando la inteligencia creativa comienza su trabajo y éste trabajo consiste en salir adelante siempre. Si el ego es un gran obstáculo se aplica la fuerza necesaria para no desistir jamás. Esto es lo que llamamos fuerza de voluntad. UNA NUEVA EDUCACIÓN Hemos hablado de educación como entrenamiento de habilidades para lograr unos objetivos específicos en éste mundo material en el cual vivimos, pero esto no es la verdadera educación a la que nos referimos en este libro. No es ignorante aquel que no ha tenido educación escolar, sino el que no se conoce a sí mismo. El conocimiento verdadero está dentro de nosotros, y no fuera como se nos enseña y se nos quiere convencer. Dentro de nosotros se concentra el total de la existencia, por eso quien se conoce a sí mismo conoce también a los demás y al mundo que le rodea. Para llegar a ese conocimiento que está en nuestro interior es necesario eliminar previamente el ego. Necesitaríamos cambiar el tipo de educación que se da, es necesario partir de nosotros mismos para poder comprender lo que pasa a nuestro alrededor, Cada persona tiene una manera distinta de sentir y de expresarse, y ésta va a variar según el grado de conciencia que tenga, del grado de acercamiento a su Ser. No es lo mismo una persona que tenga el centro de gravedad en el Ser, que todas sus actividades en la vida estén en función de la búsqueda del Ser, a otra que lo tenga en su personalidad. Si el centro de gravedad está en torno al Ser será siempre una persona con cualidades definidas y con facultades especiales, una persona que se distingue de los demás. Si por el contrario tiene su centro en su personalidad, simplemente será una persona movida por su ego que se manifestará en ella de una y mil maneras, ahora estará llena de envidia, más adelante controlada por la soberbia, la ambición, ira, lujuria, orgullo, etc., etc. Por mucha educación tradicional que reciba una persona así, jamás llegará al conocimiento verdadero. En la actualidad la raza humana está pasando por un proceso de fracaso total: guerras, drogas, vicios, crímenes de todo tipo… No es precisamente esto lo que el hombre vino a hacer a este mundo. La decadencia actual es producto de una falta total de conocimiento interior, de comprensión y de amor por uno mismo, entendiendo este amor a uno mismo como el amor al Ser que todos tenemos dentro. La vida común no tiene gran cosa que ofrecernos, es dolor, gozo, belleza, fealdad, amor… Se hace por tanto necesario experimentar y sentir el proceso integral de la vida y esto sólo es posible descubrirlo en el interior mismo del hombre, trabajando por individualizarse, por emanciparse de todo el ego que como velo de la ilusión nos mantiene en la ignorancia. Cuando se comienza a trabajar sobre sí mismo surgen las experiencias y los sentimientos verdaderos y eternos. Así es como la persona se transforma en algo diferente. Estamos hablando de experimentación real porque si nos conformamos con leer lo que otros han escrito sobre el conocimiento verdadero sólo nos convertiremos en místicos o esotéricos de salón o de café. El conocimiento auténtico debe ser propio, debe vivirse y experimentarse en sí mismo. Por todo lo anterior, es sumamente necesario que comencemos a educar de otra manera a nuestras nuevas generaciones. La educación actual no es educación, es robotización, es programar al individuo para que se exprese en la vida conforme al programa establecido, para que siga unas determinadas normas sociales. Y si la persona decide abandonar el programa, de inmediato es juzgado, criticado y hasta excluido de la sociedad por estar fuera del ambiente normal en el que se vive. Necesitamos cambiar eso y educarnos a nosotros mismos y a nuestras generaciones en la búsqueda de valores internos que nos permitan acrecentar nuestra conciencia y acercarnos más al Ser que todos llevamos dentro. Sin eso no tiene sentido la vida. DE QUÉ ESTOY FORMADO Como todos sabemos nuestro cuerpo físico está compuesto en su gran parte por agua, además de otras moléculas que componen los músculos, huesos, órganos internos, piel, etc. Aparte de lo meramente químico también existen otros componentes del cuerpo, me refiero al aspecto eléctrico relacionado con el sistema nervioso. El cuerpo físico desprende una energía llamada aura, y su belleza, tamaño y pureza dependen de su calidad vibratoria. Así una persona enferma tiene su aura débil nadie la notará, mientras que una persona que goce de buena vitalidad y salud tendrá un aura más fuerte. En la actualidad con tanta contaminación, alimentos basura y falta de contacto con la naturaleza, el hombre ha reducido su aura en gran cantidad. De ahí que su energía, su falta de seguridad, de amor y de fortaleza mental hayan decrecido. Existen dos tipos de energía que se confunden con el nombre de aura: 1.- La que rodea el cuerpo y que mide de 1 a 15 cm. Esto no es otra cosa que el cuerpo cártico, el cual se forma por el movimiento de los átomos. Los mismos, al unirse a otros por medio de sus valencias, van generando un destello luminoso el cual puede ser captado por cualquier persona sin ningún entrenamiento. Este cuerpo cártico es visto generalmente en ambiente de oscuridad y precisamente esto es lo que capta a cámara Kirlian. 2.- El Aura humana, que está formada por la energía que irradian sus chacras Para que el hombre pueda volver al lugar que le corresponde es necesario estar equilibrado mental, emocional y espiritualmente. Esto simplemente significa que debemos encontrar nuestro centro espiritual, no el físico ya que éste siempre será la personalidad, es decir, el vehículo de manifestación del ego. Una persona sana, equilibrada mental, emocional y espiritualmente, tiene un gran magnetismo y es imposible no fijarse en ella, ya que al poseer un cuerpo sano la energía que sale de sus chacras es totalmente pura y fuerte. Tiene energía, vitalidad y empuje para realizar cualquier actividad necesaria. Trabajando honesta, recta y constantemente podrá conquistar lo que desee en cualquier plano de conciencia. Todo ser humano viene a la existencia con dos cuerpos, el físico y el vital o etérico. El cuerpo físico es el vehículo tridimensional. En realidad el cuerpo físico no es tridimensional sino tetra dimensional. Esa parte tetra dimensional del cuerpo físico es lo que se denomina cuerpo etérico o cuerpo vital. El cuerpo vital tiene su propia anatomía, fisiología y sus propias energías. Dentro de esa anatomía encontramos diferentes chacras. No sólo los 7 chacras espinales sino otros muchos. También tiene numerosos “nadis” o canales por donde circula la energía de manera similar a como circula la sangre por el cuerpo físico. El cuerpo físico y el vital son inseparables, forman un todo, un mismo cuerpo. Cuando el cuerpo vital se agota, el físico muere y viceversa. Muchas enfermedades comienzan en el cuerpo vital y posteriormente cristalizan en el físico. Como todos los seres vivos tienen también un cuerpo vital, es obvio que al ingerir buenos alimentos, llenos de vitalidad, esa parte energética también fortalece a ese cuerpo en nosotros. La parte vital de los alimentos es fundamental en la alimentación humana. Por ejemplo, muchas frutas después de tantas y tantas alteraciones tienen su parte vital muy disminuida y no nutren lo suficiente, no "colaboran" para aumentar nuestra vitalidad. Si decimos que el cuerpo vital es tetra dimensional es porque tiene existencia real en la 4ª dimensión del planeta Tierra. Todo ser humano viene a la vida con sus cuerpos físico y etérico o vital. Esto significa que en otras dimensiones superiores de la naturaleza no tenemos existencia real. Me estoy refiriendo a la dimensión astral, a donde vamos todos cuando nuestro cuerpo físico duerme, y a las dimensiones mental y causal. Para tener existencia real allí, es necesario crear el vehículo o cuerpo correspondiente pero no es objeto de este manual explicar cómo se crean esos cuerpos superiores. Precisamente estas cosas son las que se pueden llegan a conocer cuando dedicamos nuestra vida al auto-conocimiento y al trabajo interno. ¿Qué saben los médicos del cuerpo vital? Prácticamente nada. La educación meramente académica solo sirve “para andar por casa”, es decir para elaborar hipótesis, y conceptos basados únicamente en los datos que aportan los sentidos. Los médicos dirían: “¿Dónde está el cuerpo vital? ¿Cómo hacemos para verlo?, nosotros sólo podemos aceptar lo que se puede percibir con los sentidos y analizar en nuestros laboratorios”. Es decir, una respuesta totalmente acorde a su programa, a la educación recibida. ¿Dónde quedan entonces todas esa curaciones, inexplicables para la mente, realizadas por místicos, chamanes, grandes yoguis, etc., etc.? Resulta evidente que en cierto modo ellos se preocuparon por una educación diferente: la búsqueda del Conocimiento real. El cuerpo vital sirve de base a los procesos químicos que se desarrollan en el cuerpo físico, es su sostén energético. En realidad, para diagnosticar exactamente una enfermedad se necesita ser clarividente, tener la capacidad para ver aquello que pertenece a una dimensión no perceptible por los sentidos físicos. Cuando dormimos por la noche, no sólo descansa el cuerpo físico sino que el cuerpo vital se recupera también. FORTALECIMIENTO DE CADA CUERPO. El cuerpo físico se fortalece comiendo alimentos sanos, dejando atrás la comida basura y mediante una dieta equilibrada. Esto último no sólo significa comer variado sino además ser moderado con la ingesta de alimentos. También ayudan al fortalecimiento del cuerpo todo tipo de ejercicios destinados a disminuir el estrés y ejercicios físicos como el tai-chichuan, el cual es uno de los deportes más completos. Por tanto coman con moderación y variado, caminen y manténganse en contacto con la naturaleza y ganarán mucho en salud. El cuerpo etérico o vital se fortalece comiendo alimentos contengan toda su vitalidad, a ser posible sin modificaciones genéticas, tratamientos con pesticidas, etc. Otra cosa que ayuda al fortalecimiento del cuerpo vital es una correcta respiración. Existen ejercicios respiratorios que tratan de asimilar la vitalidad o “prana” existente en la naturaleza. También ayudan las actividades emocionales como el canto, la música, el baile y los sonidos agradables que purifican nuestra aura. Puede darse el caso de que, a pesar de estar siguiendo todas las recomendaciones anteriores, nuestro cuerpo físico, y sobre todo el vital, esté debilitado. Esto se debe a la constante pérdida de energía que tenemos todos los días a causa de no saber vivir. En nuestro interior viven multitud de defectos a los que llamamos en general el ego (ira, codicia, envidia, orgullo, lujuria, etc., etc.). En la interrelación con nuestros semejantes estos defectos afloran y nos controlan. Al identificarnos con ellos perdemos una gran cantidad de energía y si esta identificación es muy grande o muy constante, entonces nos desvitalizamos completamente y hasta enfermamos. Por ejemplo, ¿cuántas veces ha ocurrido que una persona se siente muy cansada al llegar la noche sin haber hecho nada en todo el día? Si hubiese observado su conducta se habría dado cuenta que ha pasado todo el día fuertemente preocupada, o ha tenido un ataque de ira de enfado con el cual se ha identificado, etc. Cuando el ego aflora fuertemente siempre nos roba energía vital. Como contribución a nuestra salud física y vital se hace necesario aprender a vivir el presente, no identificarnos con ninguno de nuestros defectos o egos cuando estos se manifiestan, considerarlos como gente intrusa dentro de nosotros, no hacer lo que ellos quieren, etc. etc. Solo así podremos conservar adecuadamente nuestras energías. Es necesario lograr el silencio y la quietud mental. Una anécdota del Buda dice que desde que entró a una ciudad la gente le comenzó a insultar, y mientras estaba en meditación la gente continuaba insultándolo. Al terminar su meditación sus discípulos le preguntaron por qué no hacía nada, que si no le molestaba todo lo que decían y hacían a su alrededor. Él solamente contestó que si hubiera ocurrido años atrás, le habría molestado porque era alguien, pero que ahora sólo era un gran vacío, así que en donde no hay nada, no hay nada que molestar. Cuando se aprende a no reaccionar ante las diferentes circunstancias de la vida, además progresar en el camino que nos conduce hasta el Ser, ahorramos muchas energías que ayudan a mantener nuestra vitalidad. ¿Y qué diríamos de la energía sexual, la más sutil y poderosa de todas? Resulta evidente que las damas de los prostíbulos han acabado con la vitalidad de muchos que optaron por hacer vida de calaveras… Sientan la música, fluyan con ella, vuelen, cierren los ojos y simplemente... vuelen EL PODER DEL VERBO Hay palabras que hieren y palabras que matan, pero también hay palabras que dan fuerza, que ayudan a los demás a sobreponerse a las adversidades. Se puede hacer mucho bien y mucho mal con la palabra. El poder de la palabra puede ser muy grande si aprendemos a utilizarlo sabiamente. Debemos de ser conscientes de que así como una palabra de amor puede construir un mundo en un segundo, una palabra de desaliento puede deshacer una vida. Una palabra hiriente, llena de maldad, de engaño, puede dañar no solamente en esta existencia, sino que puede quedar ahí existencias enteras. Por todo ello debemos tener muchísimo cuidado con lo que decimos, debemos ejercer control sobre la palabra, estar siempre atentos a lo que decimos. El Ser se manifiesta cuando la persona posee una fuerza interior tal que sólo sabe seguir adelante en el camino del auto análisis. Aquí comenzamos a dejar atrás al hombre común u ordinario y comenzamos nuestra búsqueda y nuestro trabajo real para ir dejando aflorar a nuestro ser interior. En el transcurso del camino vamos adquiriendo habilidades en mayor o menor medida. Pero el poder sólo se encuentra cuando se ha realizado la revolución de la Conciencia porque éste viene del Creador. El amor es algo sumamente importante. Gracias al amor todo lo que existe dentro y fuera de nosotros se transforma siempre en algo bello y perfecto. Cuando existe dentro de nosotros la fuerza infinita del amor, la sabiduría y la fuerza interna, generamos por nosotros mismos el poder. Éste llega sólo y es un don de nuestro propio Ser, y para mantenerlo en nosotros necesitamos ser amantes de verdad, es decir, amar a todos y a todo cuanto existe a nuestro alrededor, ser personas dadivosas. Así viviremos más cerca del Ser, porque el Ser es amor. Otro aspecto muy importante en el camino es decir siempre la verdad. Cuando decimos algo siempre debe ser la verdad, toda la verdad y ésta debe basarse siempre en la experiencia propia. En realidad, el ser humano sólo sabe realmente aquello que experimenta. Nadie puede hablar de manera veraz sobre algo que no ha experimentado o vivenciado internamente. El poder del verbo se sustenta en la veracidad. Si fuéramos conscientes de esto sería suficiente con escuchar atentamente a alguien para saber qué clase de persona es y así saber cómo actuar en nuestra relación con ella. Para desarrollar el poder del verbo se deben desterrar las falsedades y mentiras de nuestro interior, pues dicho poder sólo se da en el hombre verídico y equilibrado. El poder del verbo no siempre se manifiesta a través de la palabra, sino que muchas veces lo hace por medio del silencio. En síntesis, transforma la ignorancia en sabiduría y ayuda a la persona en su camino, dando luz, sabiduría, fortaleza, amor, salud y valor. Otra cosa muy importante es estar siempre conscientes de lo que decimos y pensamos para no ir en contra de nosotros mismos diciendo una cosa cuando pensamos otra. El ser coherentes y honestos con uno mismo hace que la energía fluya de tal manera que nos facilita que todo sea mejor en nuestra vida. La palabra realiza una función muy importante en nuestras vidas, pero el poder en el verbo lo cambia todo. En resumen, debemos tener siempre muy presente lo que decimos, lo que pensamos y lo que exteriorizamos, ser conscientes de ello. Cada una de estas acciones tiene una fuerza y un poder determinado. Si yo te digo “te amo” y pienso “no tanto”, existe una contradicción psicológica y queda invalidado tanto ese sentimiento como esas palabras. Pero si pienso que “te amo”, y así lo reflejan mis palabras, entonces eso se siente en profundidad. Se siente en un abrazo, ese sentimiento queda plasmado en una mirada, etc. Es más, aunque no se manifieste con la palabra sigue siendo real y así se percibe. El amor se siente en los actos de las personas ya que el amor es un acto de voluntad que surge de la profundidad de nuestra Conciencia. No es del ego, sino una facultad o atributo de la Conciencia. Cuando la palabra brota de un sentimiento positivo, el resultado será maravilloso. Por el contrario si el sentimiento es negativo, las consecuencias de la palabra nunca serán dichosas. A veces es necesario saber callar a tiempo y no decir más. Con el silencio del otro cada cual debe percibir o sentir lo que se quiere decir. Esto resulta mucho más fácil cuando la esencia o conciencia va despertando en nosotros Así que una vez más… busquen su SER INTERNO, luchen por encontrarlo. EL DEBER SER ¿Qué significa el “Deber Ser”?. Debemos partir de que a este mundo venimos a superarnos, a cumplir con una meta o misión determinada y que todos somos capaces de transformarnos por convicción propia. Para eso tenemos libre albedrío. El Deber Ser es eso que tenemos que lograr a base de esfuerzo, alcanzando el triunfo del que hablamos anteriormente. No debemos contentarnos con ser así como somos, sino que debemos profundizar en la comprensión. Es necesaria la transformación del individuo en alguien mejor, con más conciencia, y para ello se hace necesario comprender nuestros egos. De otra forma, nuestra existencia carecería de sentido. Para iniciar esa transformación debemos aprender a vivir siempre en el presente. El futuro no existe y el pasado ya pasó y no se puede cambiar. Solamente a través del presente es como se puede crear el futuro, paso a paso, decisión tras decisión. Otra forma de ver el futuro o de luchar por un ideal no sirve, es sólo un síntoma de pereza para no hacer frente a las circunstancias en el presente, cualesquiera que estas sean. La verdadera educación pasa por enseñar a vivir el momento presente y con ella se logra la mayor felicidad para sí mismo a cada momento y no a lo lejos o al final del camino. La libertad se vive minuto a minuto, tomando las decisiones correctas, afrontando las diferentes circunstancias de la vida tal como uno quiera y decida afrontarlas. Sabiendo que por cada acción que se emprenda siempre habrá una reacción, es mejor actuar lo más consciente posible. Como siempre va a existir una reacción, ¿por qué no nos atrevemos a obtener nuestra propia respuesta?, ¿por qué necesitamos pedir opiniones a los demás, o escondernos y no dar la cara? Eso no es ser libre, es reforzar las cadenas una y otra vez, depender de alguien o algo que no es quien va a recibir las consecuencias de nuestros actos. Seamos libres y tomemos nuestras propias decisiones. Nadie es perfecto, con seguridad vamos a cometer errores pero estos errores son nuestros. Así, de esta forma, vamos ganando en experiencia, aprendemos y cada vez seremos más fuertes y más honestos con nosotros mismos. No pasa nada, nadie nos va a enviar como regalo de cumpleaños una cajita con la libertad envuelta. Es nuestra decisión querer ser libres o no, y esto solamente lo decidimos nosotros. Debemos ser libres en el pensar, en el sentir y en el actuar. Y aprender a hacer uso de esa libertad en armonía con nuestro Ser. Hablemos ahora de la bondad. Tanto la bondad como el amor son vivencias y no se aprenden en un libro ni en una escuela. Son sentimientos intrínsecos al ser humano y que están más o menos desarrollados en las personas. Mientras más conciencia tengamos más bondad y más amor existirá en nuestro corazón. Para que bondad y amor sean reales debemos luchar por ser conscientes, es decir mantener una constante vigilancia de nuestras reacciones, de nuestro ego, en todos nuestros actos, movimientos, actitudes, gestos y en definitiva en nuestra interrelación con los demás, en todo momento y en todo lugar. Debemos dar gran importancia a todo esto, ya que es muy fácil caer en la inconsciencia, en el error de no saber “quién soy” realmente. Por un lado, la sociedad y la vida mecanicista nos incitan continuamente a una lucha ascendente de necesidades. Es decir: la mejor casa, el mejor carro, la mujer más guapa, el hombre de mejor posición o sea el más rico y poderoso, etc. Y todo esto… ¡es mío! Si nos descuidamos, la vida nos atrapa y con todos sus atractivos nos conduce a la inconsciencia. Las personas que no están en esa lucha por hacerse conscientes, lucha sin tregua ni cuartel, por lo general se pierden a sí mismas y, por tanto, olvidan el verdadero motivo de su existencia, se olvidan de su misión en la vida. No todos nacemos para ser ricos o exitosos, y mucho menos aún para ser poderosos en el sentido convencional de lo que se entiende en mundo físico. Sin embargo, sí nacemos para ser libres, felices y encontrar la realización en los términos mencionados anteriormente. Quien aprovecha su vida para hacerse consciente, atrae hacia sí cada vez más libertad y más felicidad. Lo anterior es más importante que toda la lucha por el poder ya que, lo crea o no, éste llegará por sí solo a medida que uno va siendo honesto consigo mismo, vigilando muy de cerca estos pasos y actitudes. Viviendo plenamente el presente se alcanza el triunfo ya mencionado. Estas vivencias tan personales y propias deben llevarse responsablemente y deben ser compartidas con los demás mediante enseñanzas y sobre todo, con el ejemplo. De esta forma comenzarán a abrirse para nosotros las puertas de un mundo nuevo. Comenzaremos a ver como la vida nos ama y se preocupa por darnos aquello que necesitamos para nuestro diario vivir y nuestra continua superación. Para ello debemos esforzarnos por estar continuamente en alerta. Cuando uno está en alerta, pendiente de sí mismo, viviendo en el presente, comienza a conocer realmente a lo que teme. El temor es algo inconsciente, un ego que habita en nuestro interior y que puede manifestarse por diversas causas, de ahí que no sea algo tan fácil de eliminar. No obstante, mediante la observación de sus manifestaciones, un análisis consciente, una buena dosis de paciencia y una comprensión que no admita ninguna clase de juicio, es posible superarlo e incluso eliminarlo totalmente. SENTIMIENTOS A los sentimientos los vamos educando a partir del nacimiento. Sin embargo, es en la adolescencia cuando comienza a evidenciarse claramente la evolución, formación y estabilidad que tenemos o que podemos llegar a tener, y también lo que nos falta por formar, reforzar y superar. La manifestación de los sentimientos es algo en lo que nunca debemos dejar de trabajar y es muy necesario ser firmes en lo que queremos porque de ahí dependerá buena parte de nuestra felicidad. Es muy importante ser conscientes de lo que estamos dispuestos a dar por aquello que queremos. Debemos medir muy bien lo que estamos dispuestos a dar, los sacrificios a realizar y las luchas que debemos sostener ya que, dependiendo de esto, sabremos si realmente queremos ser realmente conscientes o no. Resulta muy fácil decir sí a algo, pero todo “sí” lleva un compromiso. Entonces, es preciso reflexionar muy bien si estamos seguros y dispuestos a aceptar ese compromiso, o si simplemente nos estamos engañando a nosotros mismos y tan sólo es una “buena intención”, una ilusión. A veces, con tal de conseguir a toda costa lo que deseamos, nos empecinamos en lograr algo que resulta obvio que no va a funcionar. Obcecados en nuestro afán de que las cosas resulten como deseamos, no nos damos cuenta que el resultado será un fracaso. Anteriormente hablamos del “deber ser”, del “magnetismo personal” y del poder del Verbo. Pues bien estos tres factores influyen en la percepción que otras personas tienen de nosotros. Si hablamos mal de alguien, si somos mentirosos, incumplidos o irresponsables no tendremos ninguna clase de magnetismo personal “positivo”. En todo caso lo tendremos pero negativo, de tal forma que alejaremos a las personas que estén cerca de nosotros pues ¿qué imagen daríamos? ¿Qué sentiríamos nosotros por una persona así?, Por esta razón debemos conocer, debemos sentir. El sentir no es sinónimo de debilidad. Por el contrario, gracias a lo que sentimos podemos distinguir a las personas y hacer más fácil amigos que tengan algo en común con nosotros. Además, mediante lo que captamos por el sentimiento protegernos también de las malas intenciones. Los sentimientos son sensaciones que, aunque no los percibimos con los sentidos, sabemos que existen y que son tan reales para nosotros como cualquier objeto material. Así como los sentimientos nos pueden amargar la existencia en un momento dado, también nos pueden facilitar la vida y la interrelación con nuestros semejantes. No solamente el amor es un sentimiento, el miedo y el odio son de los más comunes y los más dañinos. Todo sentimiento puede brotar de nuestra conciencia, de nuestro Ser, o bien ser un sentimiento del ego. Estos últimos son los más inútiles ya que detienen cualquier proceso de transformación que emprendamos. Así, el odio suele corroer las entrañas de la gente, el sentimiento de envidia mueve una buena parte de la maquinaria social, etc. Cuando nos dejamos llevar por este tipo de sentimientos, cualquier trasformación interior resulta imposible. ¿Qué diríamos del miedo? Se trata de un sentimiento que en ocasiones nos paraliza y nos impide desarrollar nuestra vida con normalidad. Cuando somos víctimas del miedo nos estamos causando serios problemas a nosotros mismos. Todos nuestros planes se atrasan, no salen las cosas como deberían salir y se nos agrandan todos los males. El odio no solo nos enferma a nosotros mismos, nos quita el dinero en medicinas y curanderos, y como se dice muchas veces de forma coloquial: “El otro no se entera”. Por tanto, resulta más doloroso odiar a alguien que todas las luchas internas que realicemos para superar ese defecto. El amor es un atributo de nuestra conciencia, de nuestro Ser. El odio es la contraparte, lo opuesto al amor. Si el amor es lo más elevado que existe, el odio debe ser lo más monstruoso que podemos llevar en nuestro interior. Lo ideal sería llegar a amar a la persona a quien odiamos, pero este tipo de transformaciones sólo son posibles para aquellos que luchan por poseerse a sí mismo, que caminan con fuerza por el sendero del autoconocimiento. Para los más, con dejar el odio atrás es suficiente, con tratar de olvidar ese sentimiento y continuar con nuestra propia vida, día a día. Desde el mismo instante en el que están leyendo esta página en adelante, recuerden siempre que el ayer ya pasó, el mañana no existe, y que lo único que realmente importa es el momento presente. Este momento presente está aquí y es ahora. Es el momento en el que se olvida o se trasciende el pasado y en el que sembramos para el futuro. LA MENTE DEL HOMBRE CONTEMPORANEO En la actualidad la mente de los hombres está fuera de todo control. Cada uno de nuestros egos (ira, ambición, codicia, odio, envidia, lujuria, gula, etc.) elabora sus propios pensamientos, tiene su propia forma de pensar y por esta razón la mente se encuentra en un estado caótico, decadente. Con esto quiero decir que no existe la concentración necesaria para lograr los objetivos reales. Debemos por tanto educar la mente y una de las forma de hacerlo es desarrollando la facultad de la concentración. ¿Cómo podemos definir la concentración? Simplemente la concentración consiste en tener en la mente una sola cosa y solo una, evitando que haya más pensamientos alrededor. Con la concentración perfecta se tiene un solo pensamiento y esa concentración podemos aplicarla a cualquier cosa en la vida. Observemos el mundo animal: cuando un gato o un tigre va a saltar sobre su presa el grado de atención es máximo, está profundamente concentrado en ese instante. Igual tendríamos que ser nosotros en cualquier circunstancia de la vida, pero no es así; el joven camina oyendo música con los audífonos puestos y, a la vez, pensando en sabe Dios qué cosas. En los autobuses, en el tren, andando por la calle, la gente mira a su alrededor pero su mente es un completo desorden, les sobrevienen uno y mil pensamientos. Piensan en el pasado, piensan en el futuro pero jamás son conscientes de todo lo que está ocurriendo en su interior en el presente. Un buen ejercicio para educar la mente a la concentración consiste en establecer prioridades a las cosas que hay que hacer durante el día, y una vez establecido el orden nunca pasar a la siguiente tarea sin haber antes acabado la anterior. Es decir, nos dedicamos a una tarea y sólo cuando la hemos acabado, pasamos a la siguiente. La concentración es tener un solo pensamiento en la mente. Cuando uno está concentrado no surgen pensamientos distintos al objeto de la concentración. Para entender lo que es el mecanismo de la mente es necesario aclarar que una cosa es el cerebro y otra la mente. El cerebro es el asiento físico de la mente, el vehículo de expresión de la mente. La mente puede consumir mucha de nuestra energía. Así, cuando nos identificamos demasiado con un determinado problema acabamos cansados porque hemos derrochado demasiada energía mental. Por lo general, los seres humanos nos identificamos totalmente con nuestros procesos mentales y por eso se dice que vivimos dormidos. Cuando uno está identificado con la mente, la conciencia está ausente. Cuando las personas quieren transformar su vida, normalmente se enseña que hay que tener “mente positiva”, “pensamientos positivos”. Esto es solo una enseñanza incipiente porque quien realmente desea transformarse a fondo no tiene que desarrollar los “poderes” de la mente sino independizarse de ella, es decir, no identificarse nunca con sus pensamientos, aprender a controlarlos. Lo que realmente somos es algo más profundo que los pensamientos. Tras el muro o el velo de los pensamientos se encuentra el Ser, nuestro Ser interior. Es necesario pasar a la otra orilla, más allá, mucho más allá de los pensamientos. Obviamente cuando mediante ciertas disciplinas aprendemos a dejar el cuerpo físico relajado y la mente en total quietud, entonces nos acercamos más al Ser y podemos recibir instrucciones reales sobre cómo resolver un problema, recibir enseñanzas que nos ayuden mucho en la vida. Todo eso se logra precisamente en ausencia de los procesos mentales. Estudiar la mente exigiría muchos conocimientos que exceden el propósito de este libro. Por ahora podemos decir que lo que somos internamente es lo que atrae las diferentes circunstancias de la vida. Es decir, si nosotros somos envidiosos, a envidiosos atraeremos, si en nuestra mente hay pensamientos de desconfianza, nos moveremos en un entorno de desconfiados, Si tenemos pensamientos elevados e ideas espirituales atraeremos a gentes relacionadas con la espiritualidad, etc. Entonces podemos afirmar que dependiendo de cómo pensemos, así será la respuesta que obtengamos del mundo que nos rodea. Es decir, a cada acción corresponde una reacción. Si yo pienso que me va a ir mal, pues seguramente atraeré ese mal. En cambio, si pienso que me va a ir bien, y estoy totalmente convencido de eso, atraeré circunstancias positivas. Esto es una explicación muy simple pues, repito, no es el momento de detallar en profundidad cómo funciona la mente. La educación de la mente es muy importante para tener éxito. Es necesario que sepamos pensar adecuadamente y el hecho de vivir organizadamente tiene mucho que ver en esto. Hacer cualquier tarea de la vida con concentración nos va a ayudar mucho a crecer internamente porque esa concentración podremos aplicarla a cualquier cosa que queramos conseguir. Un estudiante que sepa concentrarse evitará que la mente vuele con otras cosas mientras está delante de los libros, el operario de una determinada máquina que trabaje concentrado en lo que está haciendo, evitará tener un accidente por descuido, etc. Pero la concentración es muchísimo más importante cuando hablamos del conocimiento interior pues permite al místico profundizar en su oración, facilita el desdoblamiento astral consciente al esoterista que quiere experimentar, ayuda a entrar en meditación al que desea pasar más allá de la mente, etc. La concentración es una herramienta muy poderosa. El verdadero éxito en la vida no se consigue desarrollando los “poderes o facultades” de la mente, sino desarrollando la conciencia, aprendiendo a vivir conscientemente. Cuando una persona vive conscientemente es capaz de ver de instante en instante todo ese conjunto de pensamientos e ideas que el ego proyecta en la pantalla de su entendimiento. La mente del hombre moderno no está educada. Eso nos hace estar distraídos a todas horas, totalmente identificados, andar por este mundo como auténtico sonámbulos. Con esto no queremos decir que sea así siempre. Existen extraños momentos en los que podemos pensar profundamente, concentrados en algo o en alguien. Entonces los resultados son maravillosos. Debemos distinguir entre lo que es analizar un problema, reflexionar profundamente sobre algo, y pensar o darle vueltas a la mente sobre tal o cual cosa. Reflexionar, analizar, implica que nuestra mente debe estar serena y que somos nosotros quienes la dirigimos. En este caso, estamos sólo pendientes de una cosa y sólo de una: el objeto de análisis o reflexión. Por el contrario, pensar o darle vueltas a algo implica crear pensamientos en torno a una cosa. Eso es distracción mental y no concentración. Siempre que tengamos que solucionar un problema debemos analizarlo en quietud y no darle vueltas con la mente. Y así debemos proceder con cualquier circunstancia difícil que se nos presente en la vida. Como hemos dicho, el hombre tiene la capacidad para ser el rey de la naturaleza. Tiene absolutamente todo pero no sabe cómo usarlo, así que comencemos a utilizar bien nuestra mente y pongámonos de tarea algo fácil, sin complicaciones. Por ejemplo, prestar atención a nuestra mente por espacio de unos minutos al día. Es decir, vamos a vivir conscientemente unos minutos de nuestras vidas y así, progresivamente, iremos desarrollando esa capacidad en nosotros. COMO LA MENTE MANEJA LA VIDA Una cosa que debemos tener siempre presente si es que queremos transformarnos como personas, es no identificarnos con lo que “hable” nuestra mente. Este es un proceso difícil y esa capacidad se desarrolla a medida que se practica. A través de la mente “piensan” todos y cada uno de nuestros defectos. Podemos y debemos considerar a nuestra mente como un ente ajeno a nosotros, no hacerle caso, independizarnos de ella. Los defectos o egos se expresan a través de la mente y también a través de las emociones, los hábitos, etc. En lo que se refiere a la mente, nuestros egos nos roban energía cada vez que se manifiestan por ella y si nos identificamos con ese pensamiento lo que conseguimos es fortificarlo robustecer al ego que lo originó. Por ejemplo, cuando nos identificamos con un ego de crítica en la mente, resultamos criticando. Si el ego que se manifiesta es el del odio, resultamos odiando, si es la ira tendremos pensamientos que atacan fuertemente a la otra persona, etc. A todas horas la mente está siendo utilizada por el ego, a veces egos muy fuertes y otras por egos menos fuertes que producen esa charla continua en nuestro interior que no nos deja ni de día ni de noche. Podemos decir que siempre que nos viene un pensamiento, éste es creado por un ego diferente, así que egos los hay por miles, por cientos de miles. Lo anterior nos hace ver que ni nuestra vida nos pertenece. Nos movemos como marionetas controlados por muchos egos. Todos sabemos que existen diferentes clases de sufrimiento, uno es el físico y otro el psicológico. Para suprimir el primero tomamos analgésicos pero ¿cómo hacemos para suprimir el segundo? Una buena parte del sufrimiento psicológico se produce por la manifestación violenta y continuada de ciertos egos en la mente. Digo una parte del sufrimiento porque la otra es cuando esos mismos egos utilizan a la vez nuestro centro emocional, nuestras emociones y sentimientos. Supongamos un fuerte ataque de celos. Si la persona que lo sufre tuviera cierta independencia psicológica y fuese capaz de observar lo que sucede en su interior, descubriría ese ego de celos manifestándose violentamente por su mente y sus emociones. El poder de pensamiento depende de la fuerza que este tenga y puede conducir a la persona a sufrimientos horribles, a sumergirlo directamente en sus propios infiernos. Podríamos citar otros muchos ejemplos: la muerte de un ser querido nos llega hasta el Alma pero también afloran muchos egos a nuestra mente y a nuestras emociones, egos de apego y sentimentalismo que producen intenso dolor. Cuando las circunstancias de la vida hacen que egos fuertes se manifiesten por nuestra mente y emociones, el sufrimiento está asegurado. Esto no sería así si tuviésemos control sobre nuestros pensamientos, si fuésemos capaces de manejar nuestra propia vida, si fuésemos conscientes, si comprendiésemos que esos pensamientos y sentimientos son producidos por ciertos “yoes” que viven en nuestro interior y que debemos eliminar para alcanzar la dicha del Ser. Tratemos ahora el tema del pensamiento positivo y negativo, o mejor dicho del recto pensar. Para saber qué clase de persona somos lo primero que debemos saber es si pensamos positiva o negativamente. Para ello basta con observar los comentarios que hacemos, el tipo de análisis que realizamos de las personas, si comentamos lo positivo o lo negativo de ellas. Una persona que piensa en positivo, verá todos los aspectos de la vida bajo un ámbito agradable, o como diríamos coloquialmente “color de rosa”. Esto no implica que no vea también los aspectos negativos de los demás, pero cuando se trabaja sobre sí mismo a éstos se les da menos importancia. Siempre veremos la viga en nuestro ojo y no la paja en el ojo ajeno. Ahora bien, quien solamente ve lo positivo está fuera de la realidad porque todo tiene un lado positivo y un lado negativo, ya que cada cosa es dual y es necesario ser consciente de ello para no caer en decepciones o atraerse problemas gratuitos. El hablar de la mente positiva, no quiere decir que nos ceguemos y pensemos que todo es color de rosa. Simplemente hay que saber que, aunque la vida puede ser cruel y despiadada, dentro de cada vivencia y experiencia hay algo bueno y bonito. Por ende, debemos quedarnos con la experiencia positiva para no volver a caer en la situación que nos trajo dolor. Sirva el siguiente ejemplo: hace años conocí a una persona que se dedicaba a poner en marcha restaurantes. Él era muy querido por todos y yo me preguntaba por qué razón esto era así, ya que es muy difícil encontrar gente que, sin importar donde se hallen, sean siempre bienvenidos, queridos y reconocidos. Más aún sin tener el suficiente poder económico, ya que cuando hay dinero siempre hay amigos alrededor.... Bien, comencé a observar a esta persona y descubrí que siempre tenía una sonrisa en los labios, un comentario amable, veía lo bueno de la vida. En ese entonces él no tenía trabajo, su mujer acababa de separarse de él y viajó de un estado a otro buscando alguien que le pudiera ayudar a comenzar de nuevo. Por lógica, no tenía casa, no tenía absolutamente nada. Viajaba con una pequeña maleta en la que guardaba dos pares de pantalones y dos pares de camisas, uno de vestir y uno sport, más lo que llevaba puesto. Ese era todo su capital, su vida estaba en una pequeña maleta y sin embargo ahí estaba él, dándome la lección más grande de mi vida, una que nadie me había podido enseñar. En ese entonces, era yo una empresaria conocida y de éxito, con negocios funcionando, lo que coloquialmente llamamos una mujer exitosa. Sin embargo carecía de la paz y la felicidad que él tenía. Comenzaron para mí los problemas económicos, la falta de liquidez y las presiones. Él soportó toda ésta época de mi vida, enseñándome algo que yo ya sabía. Algo que había aprendido en uno de los ashrams pero que nunca se me ocurrió aplicar a mi vida diaria. En esa época lo que yo deseaba realmente era ser feliz y poder reírme de lo que me estaba pasando. Quería ser lo suficientemente libre para ver las cosas desde otro punto de vista y él me ayudó a hacerlo. Era tanto mi deseo que cada día que estaba junto a él lo observaba, veía lo que hacía y como lo hacía, ya era una obsesión. Él se reía y me decía que todo tiene su tiempo y su lugar a lo cual, desesperada, le comentaba que no tenía tiempo de eso, que yo necesitaba respuestas ya. Cierto día le pregunte si le molestaba su situación, que le hicieran o le dijeran determinadas cosas, que lo trajeran de un lado para otro prometiéndole cosas que nunca cumplirían. Como siempre, él se quedaba mirándome, aunque esta vez me contestó que “si así era, es porque así debía ser”. Ante esa afirmación pensé que era un irresponsable y que no le importaba nada. Sin embargo estaba equivocada. Eso lo descubrí tiempo después según fui aprendiendo a leer la vida. En esta época corría como loca por todas partes y no arreglaba nada. Él no hacía nada y arreglaba sus cosas. Por ello, comencé a dejar de hacer, de correr, hasta que vi que todo se acomodaba a su tiempo, y que yo con mis prisas solamente entraba a entorpecer el rumbo de las cosas. De modo que todo fue tomando su curso y su ritmo tan pronto como “me quité del medio”. A partir de ahí todo comenzó a fluir de manera satisfactoria para ambos, es decir, yo no solamente me había estado interponiendo a mi realización, sino algo aun peor, me estaba interponiendo a la de él, quién aun sabiéndolo jamás dijo nada. Tiempo después me comentó que esa era una de las lecciones que yo debía aprender por mí misma. En definitiva, podemos aprender de los caminos que nos pone la vida y de las decisiones que tomamos. En este caso yo acepté una invitación a cenar, y si no lo hubiera hecho jamás habría aprendido esta lección, ni habría vivido un ejemplo tan claro de lo que había estado buscando. Esta es una de las mejores lecciones que me ha dado la vida. Por lo visto en el ashram la aprendí pero nunca supe cómo usarla en la vida diaria. De este modo la “técnica” que aprendí paso a ser parte de mi vida una vez que supe bien cómo utilizarla. A veces sabemos las cosas pero no las ponemos en práctica pensando que solo son para ocasiones especiales. Esto es lo que espero que no pase a los lectores de este libro. Lo que se ha explicado debe formar parte tu vida porque sólo así, haciendo estos conocimientos parte de ti, es que podrás salir adelante, crecer y afrontar la vida correctamente. En lo personal he podido trascender problemas fuertes, complicados y complejos. Cada cosa tiene un tiempo y un lugar, y el fluir con las circunstancias simplemente ayuda a que todo se ponga en su sitio. Recuerda: “siempre hay un momento para cada cosa bajo el Cielo”. Es necesario pensar positivamente, o mejor aún debemos educarnos en el recto pensar, pero no debemos olvidar que los pensamientos son, por lo general, manifestaciones de tal o cual ego. De ahí que para tener recto pensar sea necesario previamente ser conscientes de lo que pasa por nuestra mente para no identificarnos con los pensamientos negativos. Sólo así podremos eliminar las manifestaciones del ego y poner la mente al servicio de la conciencia y del Ser. Cuando existe recto pensar todos nuestros pensamientos son positivos y eso se verá reflejado en nuestras acciones, en nuestros hechos. Además, como la vida interior es la que atrae las diferentes circunstancias externas, el recto pensar siempre atraerá hacia nosotros eventos y situaciones dichosas. DAR Y RECIBIR Es muy bonito compartir en la vida. Sin embargo, esto es imposible cuando no se tiene nada. Para dar es necesario tener. En esos casos lo más honesto sería decir: “me encantaría invitarlos, compartirles, darles, pero no puedo hacerlo” o no decir nada. Para dar es necesario tener y, solo teniendo, lo que sea: amor, placer, felicidad, cosas, comida etc., se puede dar. Lo mismo podemos decir desde el punto de vista espiritual, muy poco se puede ofrecer si previamente no lo hemos vivenciado o comprendido por nosotros mismos. Dar y recibir se convierte en una ley fundamental para la propia existencia. Dicha ley se puede expresar de la siguiente manera: “quien da recibe, y mientras más de, más recibirá”. Para poner en marcha esta ley se hace necesario dar desinteresadamente, hacer algo por los demás, y este ofrecer desinteresado va desde una sonrisa hasta un carro, una casa o, a un nivel muy superior, entregar los conocimientos que ayuden a las personas a desarrollarse espiritualmente. Si quien da, recibe, también es verdad que “quien da de forma material recibe de forma material y quien da de forma espiritual recibe de forma espiritual”. Muchas veces creemos que dar es solamente compartir y lo que estamos acostumbrados a compartir son los problemas, eso no es dar, eso más bien es quitar la energía a las personas que tenemos cerca. Dar es compartir las alegrías, y el regalar lo bueno que tenemos dentro de nosotros. El dar con el tiempo se transforma en recibir, a partir de que hayamos llegado al punto en el que tengamos nuestra balanza nivelada y hayamos aprendido a recibir, lo cual no es nada fácil. De hecho resulta más fácil dar que recibir; esto se debe a que dar nos podría engrandecer ante nosotros mismos y si no estamos muy pendientes podría servir de alimento del ego, el mismo ego que debemos destruir. Por el contrario, recibir de forma material no nos engrandece, generalmente nos hace menos. Cuando se ha dado siempre llega el momento de recibir y es necesario aprender a hacerlo. Cuando damos de forma material, La vida se encarga de proveernos de todo lo que necesitamos. Un ejemplo muy burdo sería algo así como tener un esposo o una esposa que nos mantenga contentos. Cuando el dar se convierte en algo habitual en nuestra vida, con el tiempo recibimos absolutamente todo lo que necesitamos, e incluso lo que queremos aunque no lo necesitemos. Esto último ocurre cuando ya merecemos las cosas. Aquellas personas que dan de forma espiritual, que luchan por transformarse y enseñan a otros lo que aprenden en el camino, lo que están logrando con sus hechos es atraer hacia así una serie de fuerzas, desconocidas para las personas normales, que les ayudan intensamente en su propio progreso espiritual. Podemos decir que es como una compensación o retribución de la vida, de las leyes divinas. Esto lo que se llama en esoterismo el Dharma. Descubre el reino de Dios y todo se te dará por añadidura, esto es real. Desde el punto de vista espiritual la retribución por las buenas obras llega en su momento y debes estar preparado para recibirla, para utilizarla para beneficio propio y de los demás. El ego que mora en nuestro interior siempre intenta elevarnos sobre nuestra condición actual y podría hacernos creer que por el hecho de recibir una ayuda espiritual ya somos superiores a los demás, auténticos maestros iluminados. Por eso es necesario aprender a recibir también. Otro aspecto importante desde el punto de vista espiritual es saber a quién se le debe a dar. No es posible dar a toda la gente y menos aún dar lo mismo a todos. Cada persona tiene un grado distinto de comprensión y se desenvuelve en la vida de acuerdo al nivel en que se encuentra. Por esta razón cuando se comparte algo profundo hay que tener en cuenta a quien se le ofrece, si posee alguna experiencia en relación a lo que se le va a enseñar, si sabrá comprenderla, si sabrá transmitir esa enseñanza, etc. BALANZA DE PETICIONES. Hemos hablado mucho de las peticiones, de las respuestas y del valor que la vida otorga a estas cosas. Ahora veremos cómo organizar esto. Una balanza sirve para medir cosas, pero aquí no hablamos de una báscula en la cual se mide o se pesa, ya que vamos a medir acciones, cosas intangibles, así que en esta balanza se van a recoger todas aquellas cosas positivas y negativas que hemos hecho en nuestra vida. A la hora de analizar esta cuestión habremos de tener mucho cuidado con nuestro ego para que dicho análisis sea lo más honesto posible. Uno puede pensar de sí mismo como le venga en gana. Posiblemente pensemos que somos hermosos y maravillosos en todos los aspectos de la vida, que nadie nos va a ganar en honestidad, que somos serios y responsables y sobre todo caritativos. Si eso fuese cierto, entonces nos reconoceríamos fácilmente como hijos de Dios. Sin embargo, las cosas son bien diferentes. Somos simples mortales llenos de ego, y como tales debemos tener algunos defectos más grandes, que predominen sobre los demás y que sean los que marquen nuestra personalidad y nuestro carácter. Tal vez algo de egoísmo, celos, orgullo, vanidad, o simplemente estemos cerrados a nuestras ideas y no aceptemos que otros pueden tener mejores ideas que las nuestras. A eso le decimos nosotros que son “nuestros pequeños inconvenientes de carácter” aunque en realidad es lo que primeramente deberíamos cambiar, nuestros “yoes” o egos más robustos. Pues bien, es necesario averiguar cuáles son para saber exactamente cuál es nuestra balanza. Como primer paso haremos un análisis sobre nosotros mismos para saber que nos sobra y que nos falta. Finalizado ese análisis sincero – ya que de lo contrario estaríamos auto engañándonos - escribiremos en el lado izquierdo de una hoja de papel todos nuestros defectos de carácter y en el lado derecho las virtudes que creemos tener y lo que queremos llegar a ser, (quienes queremos ser, qué queremos lograr en esta vida). Aclaramos que todo aquello que escribamos es simplemente lo que pensamos de nosotros mismos y que, por lo general, dista mucho de la realidad ya que es muy difícil conocerse a sí mismo. Posiblemente tengamos defectos mucho más grandes y ni remotamente lo sospechamos, seguramente tengamos virtudes que desconocemos y carezcamos de las que hemos escrito, pero por algo hay que empezar. Después de haber escrito lo que consideramos nuestros defectos y virtudes debemos analizar si con lo que tenemos podemos llegar a ser lo que queremos. Si realmente somos honestos podemos darnos cuenta que no siempre estamos preparados para obtener lo que queremos, pues si lo estuviéramos ya lo tendríamos. Por lo general, siempre queremos más de lo que somos capaces de dar y somos menos de lo que nos gustaría ser. Sin embargo en el fondo nos creemos que somos mejores, más de lo que nos gustaría ser, faltándonos coherencia. Por tal motivo este ejercicio para mí es muy importante. Conozco a una persona que enamorado de una mujer 30 años menor que él, le ofreció ayuda para abrirse paso en un país extraño en el cuál él residía. Sin embargo, en lugar de ayudarle, las tres primeras semanas la tuvo como dama de compañía, poniéndole todas las trabas posibles a sus iniciativas y sin facilitarle ningún tipo de información. Poco tiempo después le dijo que si ella pensaba que realmente él le iba a dar la información para salir adelante, que estaba equivocada, que él navegaba con el viento y que hacía solamente lo que quería. Continuó diciéndole que si ella se lo pedía él le diría que hacer en cada momento, según su conveniencia. La joven, que no era nada tonta, lo dejó. A partir de ahí ella comenzó a abrirse camino por su cuenta. Cuando vio esta actitud él se enojó y comenzó a tratarla mal así que la mujer lo pensó bien y se fue de la casa de esta persona. Entendió que si Dios estaba con ella nada podría salir mal. Al principio la vida no le fue fácil, ella no conocía a nadie y no tenía trabajo pero en efecto, Dios estaba con ella y no le faltó un lugar donde dormir ni un plato de comida, y logró salir adelante. En este ejemplo, el señor tiene todos los inconvenientes de carácter posibles, no importa si tenía educación o no, lo que importa son los defectos o egos que afloraban en él. De igual manera son los egos los que condicionan la vida de cada uno de nosotros, no nuestro Ser. Cabe decir que mientras más caras tenga una persona, más egos tiene que destruir y más lejos está del Ser. Cuando aparentamos algo que no somos, más nos alejamos de nuestro Ser. Lo único que se hará visible a los demás será nuestro ego. Para que la gente de nuestro entorno crea en nosotros, es necesario que cuidemos nuestro peso específico, y no me refiero a los kilos o libras de más sino que al tomar una decisión la llevemos adelante hasta sus últimas consecuencias. Y si nos fue mal debemos dar la cara, ya sea ante los demás o ante nosotros mismos. Es nuestra obligación comprender el motivo por el qué nos fue mal para aprender de la experiencia y no volver a caer en los mismos errores. El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y más aún. Necesitamos comprender que somos seres recurrentes y que hasta que no seamos conscientes de nuestros actos y eliminemos el defecto que ocasionó el tropiezo, seguiremos cometiendo las mismas torpezas y estaremos condenados a seguir sufriendo. Volvamos al ejercicio del principio. Ya con nuestras columnas escritas tendremos que ver con que se corresponden los rasgos de nuestro carácter. Prácticamente la totalidad serán “yoes” o egos pero es posible que exista algo en nosotros que merezca verdaderamente la pena. Egos los habrá de todos los tipos, hasta de caridad porque a veces hacemos caridad porque nos ayuda a vernos bien ante la sociedad. Llegados a este punto hay que tener mucho cuidado y ser totalmente honestos con nosotros mismos para poder ver lo que tenemos de positivo y lo que no es tan bueno para el logro de nuestros objetivos. Recodemos que nuestro objetivo principal debe ser siempre la eliminación progresiva de nuestros vicios, defectos y maldades (el ego) para que el Ser pueda manifestarse en nosotros a través de la conciencia y poco a poco tome las riendas de nuestra vida. Solo así, convirtiéndonos en “cazadores de egos” nos convertimos en personas espirituales y equilibradas. Es entonces cuando la vida se llena de amor y de oportunidades para gozar de ella. Como dije anteriormente, para mi este ejercicio es muy importante ya que aquí comenzamos el camino de la superación, de aquí partimos para ser honestos y quitarnos las máscaras que acostumbramos llevar por la vida, para quedarnos al desnudo ante nosotros mismos. No es un ejercicio fácil, nadie ha dicho eso, porque tampoco es sencillo aceptar lo imperfectos que somos. Quien reconoce sus errores y comprende sus limitaciones, quien da la cara ante sí mismo sin justificaciones de ninguna clase y de la forma más honesta posible, se encuentra preparado para realizar un ejercicio de perdón. Consiste este acto en perdonarnos por lo que hemos hecho mal en esta vida, en quedar en paz con nosotros mismos sacando el dolor que hemos llevado a cuestas, los remordimientos por lo que hemos hecho y dicho y, a veces, por lo que hemos dejado de hacer. Este ejercicio está en el anexo (guía práctica). No hagan este ejercicio hasta no saber que les duele o que les molesta. Para eso creen una lista similar a la anterior, tomen su tiempo para ver realmente qué cosas les duelen y cuanto tengan hecha la lista realicen el ejercicio. Este deberá continuar hasta que ustedes se sientan vacíos de malestar, el cual puede manifestarse en odio, rencor, amargura, negatividad de pensamiento, etc. Analícense ustedes mismos, sean conscientes de sus actos, fíjense en lo que hacen y en sus repercusiones y así podrán ser sus propios psicólogos y encontrar, con ayuda del Ser, la cura adecuada a la enfermedad. Toda la sabiduría está dentro de nosotros y es nuestro Ser quien la posee. A medida que eliminamos nuestro ego más se puede manifestar el Ser en nosotros. Lo contrario es continuar con la vida mecanicista, sometidos al sufrimiento que nos corresponda como consecuencias de nuestros actos. Existen cosas tan difíciles de superar que no nos atrevemos a decirle a nadie y sólo nosotros podemos curarlas aceptando que ocurrieron y dejándolas atrás. No es posible vivir cargando malestares y menos aún vivir en el pasado. Se debe aprender a vivir en el presente, día a día, paso a paso, en cada momento. El pasado ya pasó, es un sueño que ya no podemos retomar, y el futuro aún no existe. Por lo tanto, necesitamos vivir en el aquí y en el ahora, saber que cada cosa que hagamos tendrá una consecuencia en el futuro, y que ésta consecuencia será directamente proporcional al error o al acierto del acto que la ocasionó. Por ello debemos vivir conscientemente para saber qué hacemos. De esta manera iremos cancelando o “pagando” todo el karma que hemos acumulado vida tras vida, dejaremos atrás el sufrimiento y la recurrencia en nuestros actos. También es necesario saber lo que tiene importancia y lo que no la tiene, es decir discernir qué es lo que nos puede ayudar a llegar a nuestra meta y que nos puede alejar de ella. Sin este conocimiento estaremos desperdiciando una energía que nos podría ayudar a alcanzar nuestro objetivo más rápidamente. Por ejemplo, es necesario dejar de comer carne, y no me refiero a la carne de los animalitos cuadrúpedos llamados reses, cabras o chivos, no. Me refiero a la crítica a tu prójimo, a tu vecino o a tu suegra o suegro. Hay que dejar de hablar de los demás, cada quien tiene su propia vida y su propia tarea que cumplir. Cada vez que nosotros nos veamos hablando de alguien debemos recordar que así como señalamos con un dedo hacia el exterior, hay otros tres que apuntan hacia nosotros. Así que ama a tu prójimo como a ti mismo y abandona toda crítica. Ya teniendo la balanza nivelada, es decir lo que realmente somos de un lado (lo que honestamente sentimos que somos), y lo que realmente necesitamos cambiar del otro lado (o sea nuestros egos) comenzaremos el trabajo serio, comenzando por la eliminación de un ego mediante una didáctica precisa. Lógicamente el ego no desaparece de inmediato por lo que este trabajo de eliminación tiene que convertirse en una disciplina para toda la vida. A medida que trabajamos con la eliminación del ego, éste pierde fuerza y nosotros vamos adquiriendo más conciencia, convirtiéndonos en seres diferentes. Debemos estar pendientes de nosotros mismos con el objetivo de ver cualquier ego en acción. Al que salga se le trabaja. Por tanto, no debemos comenzar con uno hasta eliminarlo, sino trabajar a todo aquél que se manifiesta. Esta es “la gran batalla” por poseerse a sí mismo. Conviene señalar que la mejor forma de pagar el karma pendiente es trabajar con la eliminación del ego. Así es como mejor podemos nivelar esa otra balanza que maneja la Justicia Divina y que es muy distinta a la que nos hemos referido en este capítulo. Pondré un ejemplo: todo el peso de las malas acciones que hemos cometido a causa de nuestro orgullo, y que tenemos que pagar en forma de sufrimiento, puede ser perdonado cuando eliminamos a dicho defecto de nuestro interior. ¿Por qué? Porque al no existir ya ese ego en nosotros, tampoco existe la capacidad para cometer nuevas equivocaciones por su causa. Y como ya hemos luchado bastante para lograr su eliminación, eso nivela la balanza y se puede cancelar el sufrimiento pendiente. Cuando estamos trabando en la eliminación del ego nos llega ayuda aún sin pedirla. También se nos facilita todo lo que pidamos y que verdaderamente necesitemos. No me refiero a lujos sino a las necesidades básicas como ya hemos visto con anterioridad siguiendo los pasos mencionados en orden. No se trata de pedir dinero, pues el dinero jamás llega, llegan las cosas y los medios para obtenerlo. Es necesario recordar que cuando se pide algo material llega en el plano físico y cuando se pide algo espiritual llega en el plano espiritual. Repito una vez más por si ya se nos olvidó: “hay que aprender a vivir en el presente. El pasado ya paso y hay que dejarlo ir, ¡fuera, ya no existe, adiós! Sí, hay que olvidar, perdonar, gozar, y hay que hacerlo ya. Hay que ir cerrando círculos y seguir adelante. Tenemos que perdonar, perdonarnos a nosotros mismos y perdonar a los demás por todo aquello que hemos hecho mal y por los males que nos causaron. ¿Y qué podemos decir del futuro? Vivir en el futuro, en algo que aún no llega es una tontería, una ilusión descabellada, pero si vivimos en el presente podemos crear ese futuro, hacerlo real y posible y a la medida de nuestros deseos. Esto es vivir conscientemente. Hay que saber perfectamente lo que queremos para saber qué camino tomar y poder alcanzar aquello que deseamos. Teniendo nuestra balanza nivelada, es decir eliminando todo el ego posible y dejando que nuestro Ser se manifieste, poco a poco nuestra vida se deslizará por un río de paz y tranquilidad obteniendo todo lo que necesitamos para vivir como hijos de Dios, felices y tranquilos. BUSQUEDA Y RESPUESTA El hombre siempre está buscando un sentido a la vida, tratando de encontrar un por qué a todas las cosas que le pasan y lo rodean. Esta búsqueda existe desde los comienzos de la historia y pesar de que se han dado una y mil respuestas, ninguna nos ha acercado al creador ni nos han dado la solución a las constantes interrogantes. Si observamos cómo está el mundo a nuestro alrededor, nuestra familia, la de nuestros amigos, la de los vecinos, etc. podemos observar la cantidad de problemas que existen y la falta de responsabilidad en las personas. Sentimientos de venganza, envidia, crítica, y hasta odio suelen aflorar con demasiada frecuencia y parece que nadie está dispuesto a dejarlos de lado. Esos sentimientos son los que nos hacen estar alerta noche y día para que no nos vayan a ganar el puesto, la mujer, el marido… A veces debemos cuidarnos hasta de nuestros propios hijos porque en la primera oportunidad nos traicionan o nos roban, ya sea para comprar drogas, por tener un determinado status o bajo cualquier otro pretexto. Así es la vida hoy día. No estoy en contra de usar ropa de marca y me parece perfecto que así sea, si es que se puede, pero no podemos dejar de comer para adquirir unas zapatillas, tenis o unos pantalones de marca porque eso va en contra de nosotros mismos. Debemos ser conscientes para saber discernir entre lo que debemos y no debemos hacer, eso es una premisa básica. No podemos cubrir todo con una pantalla, dejarnos llevar por las apariencias, pues eso señala un ego grandísimo el cual debemos eliminar lo más pronto posible ya que, de lo contrario, nos llevaría a la ruina con seguridad. Esto no es una sugerencia, es una ley. No podemos vivir por encima de nuestras posibilidades porque cuando lo hacemos acabamos en stress absoluto y, lejos de estar equilibrada, nuestra vida queda totalmente destruida por las llamadas de los cobradores. Hablamos de buscar, y así como los chicos buscan en el bolso de las madres para sustraer el dinero, existe algo que muchos buscamos y que nadie puede darnos ya que es intrínseco a nosotros. Ese “algo” vive en nuestro interior pero por causa de la gran cantidad de ego que todos cargamos, no lo dejamos salir. Me estoy refiriendo al Ser, o si se quiere llamar de otra forma, a nuestro propio maestro interno. Es el Ser quien nos da la paz, la felicidad, la estabilidad que necesitamos y también la libertad, esa libertad de la que hablan los místicos y que es bien diferente a aquella otra de la que hablan los que se sientan en los cafés y no hacen nada por sí mismos. La libertad real, auténtica, sólo la consiguen aquellos que trabajan día a día por su superación, los que están dedicados a la eliminación de sus egos - que no son otra cosa que sus vicios, defectos y maldades - aquellos cuyo mayor anhelo en su vida es conseguir crecer espiritualmente. Muchos hemos viajado por todo el mundo buscando la libertad, tratando de alcanzar a nuestro Ser. Toda esa búsqueda obedeció a una gran inquietud interior pero a pesar de ello, después de tantos viajes y tantos viajes no la encontramos. Nos dimos cuenta que seguimos siendo esclavos, prisioneros de nuestro propio ego. Esa búsqueda incansable termina en el momento en que alguien nos enseña que tanto la libertad como el Ser hay que buscarlos dentro de uno mismo, en el corazón de cada hombre. Es entonces cuando comprendemos y sonreímos porque por fin nos damos cuenta de que así es. La libertad, la felicidad, el sentimiento del Ser son cosas que debemos experimentar en nosotros mismos y esto no es posible mientras no nos liberemos de nuestro ego. Convirtámonos en cazadores de egos, declarémonos una guerra a nosotros mismos. Llegará entonces un momento en el que nuestra búsqueda dará sus frutos y poco a poco nos sentiremos más libres. Nuestro Ser quiere salir, quiere hacerse presente y mucho más en estos tiempos. El Ser está en “pie de guerra” queriendo manifestarse a través de nosotros, y por ello desde lo más profundo de nosotros mismos envía grandes inquietudes de tipo espiritual que llegan hasta nuestra conciencia. Toda inquietud espiritual proviene del Ser y nos urge a luchar por transformarnos, nos exige ese alimento espiritual que muchas veces no sabemos darle. La necesidad de transformarse no surge en todas las personas. La mayoría no se dan a sí mismos esa oportunidad y permanecen esclavos del ego como si de marionetas se tratara. Caminan de la cuna al sepulcro sin haber aprendido nada de la escuela de la vida. Los menos, los que sienten la inquietud espiritual, están en el deber de trabajar intensamente para liberarse del ego y acercarse cada día más a su Ser. Llega un momento en el que su único anhelo es permanecer en contacto con su él a cada minuto de su vida. Así son los místicos y, como decía el poema, los pocos sabios que en este mundo han sido... ¿Qué es lo que vamos a buscar?, ¿qué respuesta vamos a tener? Hay un dicho que dice que “el que busca encuentra”, y es totalmente cierto. Sin embargo a veces buscamos y buscamos pero no encontramos. Nos hemos perdido en esa búsqueda, tal vez nos pedimos entre el laberinto de las teorías, o quizá de las múltiples enseñanzas de tipo espiritual que tanto abundan y que sólo sirven para entretenernos. Por eso debemos saber muy bien que es lo que buscamos, antes de que podamos encontrarlo. Cuando uno inicia el camino del auto-conocimiento poco a poco va encontrando lo que busca. Les contaré una historia: Cuando tenía 12 años, hice consciente mi deseo de conocer a un Maestro Místico. Como dije anteriormente todos somos producto de la sociedad en que vivimos, y en esa época Serrat era uno de los cantautores del momento, así que yo crecí cantando canciones como la Saeta que dice… “Yo no creo en el Jesús del madero sino en el que anduvo en la mar”. En ese entonces también estudiaba en una escuela de monjas así que mi formación fue muy coherente, un poco rebelde, y con ganas de sentir la presencia de Dios. Años más tarde muere mi abuela paterna, la persona que me crió y me formó. Y desde ese momento Dios y nada fueron lo mismo, deje de creer en Él totalmente pero cantaba con más ganas esa canción. Al pasar de los años, teniendo ya mi negocio propio, la madre de uno de mis alumnos me invitó a un encuentro ecológico. En ese entonces estaba recién divorciada, con tres hijos pequeños y como era de esperar con toda mi familia en contra, ya que mi familia pertenece a la rancia aristocracia mexicana. Esa Semana Santa yo tenía planes para ir a Acapulco con mi familia a pasar unas merecidas vacaciones disfrutando de mis hijos, y no se me antojaba ir a atrapar maripositas, pues así imaginaba que haríamos en un encuentro ecológico. Los planes no salieron como estaban inicialmente previstos. Por “azares” del destino me llamaron del hotel para pedirme la habitación porque tenían una convención y necesitaban sitio donde hospedar a los asistentes, de tal forma que cancelaron muy diplomáticamente mi reserva. Así fue como acabe comprando todo el equipo de campamento y asistiendo al famoso encuentro ecológico. Al finalizar el encuentro ni había atrapado mariposas ni había estado buscando plantas. Simplemente encontré en camino que lleva a mí Ser, encontré eso que tanto estaba buscando. Vi muchas cosas que sentía pero de las cuales no estaba segura y descubrí que en efecto todo está dentro de nosotros y que simplemente es necesario querer verlo, dejando atrás nuestro ego. No entendía quién era esta persona que dirigía el curso, pero algo realmente superior a mí me dijo que debía seguirle, que ese era mi camino. Recordé la canción: “No puedo cantar ni quiero a ese Jesús del madero sino al que anduvo en la mar”. Si bien no era Jesús, era lo más parecido a reencontrar una Fe que tenía perdida y olvidada. Una fe que había enterrado y que nunca quise volver a saber de ella. Pasaba el tiempo y poco a poco fui cambiando. Con talleres de instrucción lo suficientemente duros como para hacer recapacitar hasta a una mula, mi personalidad se diluía. Ya no me quedaba nada a qué aferrarme, ya no era nadie. Había perdido todo, y por eso digo que éste camino es para valientes, o para quienes ya no tienen nada que perder. Yo dudo mucho que fuera por valiente pero ya no tenía nada que perder. Así fue como gané mi primera sensación de libertad y de fortaleza propia, fue el principio de reconciliación con la vida. En esta situación entendí que no era yo, mi personalidad, la que buscaba algo, sino que era mi Ser que necesitaba manifestarse y me urgía desde dentro a cambiar. Ya no aguantaba chantajes, mentiras, dobleces, y bajezas por parte de las personas que se supone que deben cuidarnos y protegernos, educarnos y preocuparse por nosotros en este mundo hostil y agresivo, no había nada que perder y sí mucho que ganar. Esa fue la respuesta que encontré. Si, perdí mi personalidad, dejé atrás muchas cosas y comencé este camino con muchas caídas de las que había que levantarse siempre, sin saber para dónde ir ni que hacer. Perdí en lo personal, y en lo económico por malas decisiones, por quedar bien con la gente, porque necesitaba tener la aceptación de los demás para poder saber si estaba bien lo que hacía. En resumen, por aquél entonces era una especie de piltrafa humana, un nudo bien hecho de inseguridad. Pero cuando me di cuenta de que podía buscar a mi Ser, este amigo fiel que día a día, segundo a segundo, está conmigo, que no me deja y que me ha ayudado a pasar momentos realmente difíciles en la vida, quedé feliz y abandoné toda inseguridad. En el camino que conduce hacia el Ser cada vez hay pruebas más difíciles pero él está conmigo, él me guía, él me demuestra cada vez más su sabiduría, su fortaleza y su paz, y eso le da seguridad a mi pobre y débil personalidad. Esa es la fortaleza que todos llevamos dentro, que sale en nuestra ayuda en los peores momentos, que está ahí siempre que la necesitamos. Esa es la respuesta que todos deberíamos buscar y a quien todos deberíamos escuchar ya que es la única que contiene la verdad y no nos engaña. Es el ser quien nos pone el orden y la didáctica para que nosotros vayamos eliminando el ego, quien nos pone las pruebas para que nos vayamos fortaleciendo y purificando internamente. ¿Cómo podríamos adquirir virtudes si antes no hemos pasado por las pruebas y tentaciones más rigurosas? Solo venciendo al deseo, a la tentación, es que podemos adquirir la virtud. Y esa didáctica la pone el Ser. A mi Ser es a quien le debo lo que soy. A él y al Cristo que definitivamente no es el del madero sino el que anduvo en la mar y se tomó la atención de enseñarme como navegar por esta tierra con este cuerpo tan perfecto siendo nosotros tan imperfectos. Con todo esto lo que realmente les quiero decir es que cuando realmente buscamos, por más que no sepamos donde buscar, llega un momento en el que encontramos el camino, el sendero real que conduce hacia el corazón, más allá de los afectos y de la mente. “Al que pide se le da y al que llama siempre se le abre”. Ahora tú analiza y mira en que momento estás. Reflexiona sobre el sentido de tu existencia, sobre lo que quieres de la vida y lo que estás buscando, si es que acaso estás buscando algo. Y si no buscas nada de todas formas verás que estás encontrando algo. Así que considera lo que se te está ofreciendo en la etapa en la que estás. Todos estos datos te serán muy útiles si decides recorrer el camino que lleva hacia el despertar de la conciencia, hacia tu ser interno. RESPUESTAS Cuando en este mundo físico necesitamos obtener respuestas, debemos ser conscientes de que la que recibamos dependerá siempre de la pregunta que hagamos. Con esta afirmación, no estoy diciendo nada fuera de lo normal, lo que ocurre es que simplemente no sabemos preguntar. Por este motivo hago la aclaración. Nunca nadie nos ha enseñado a preguntar, a pensar lógicamente, a estructurar nuestras palabras. Si en el mundo físico las cosas son así, me atrevo a decir que en otros planos de la existencia todo sucede de igual manera. Cuando necesitamos respuestas del Ser, debemos saber muy bien que es lo que verdaderamente necesitamos y realizar la petición lo suficientemente conscientes. Debemos recordar que en La Biblia en LCII, 5-10 se nos dice “Yo os digo pedid y se os dará, llamad y se os abrirá, porque todo el que pide recibe y el que busca halla y el que llama se le abre”. Sin embargo esto es solo una forma de expresarlo porque en realidad son muy pocos los que saben pedir verdaderamente. En el mundo físico un padre siempre da a su hijo aquello que le pide, a menos que vea que ello le puede perjudicar. De forma análoga sucede en los planos superiores con nuestro Ser. Siempre seremos escuchados pero no siempre se nos dará aquello que pedimos, sino lo que necesitamos. Pondré un ejemplo muy claro: imaginemos una persona que lucha por transformarse interiormente y pide iluminación a su Ser interno. Lo que habitualmente le llega es sufrimiento para que aprenda a enfrentarse consigo mismo. ¿Por qué? Porque la iluminación interna solo surge después de la eliminación del ego y es necesario sufrir mucho para poder independizarse de tantos tiranos que llevamos dentro (ira, codicia, auto-mérito, ambición, odio, lujuria, gula, etc., etc.). Por tanto, viene el sufrimiento para que en medio de esas adversidades aprendamos a ver al ego en acción y podamos eliminarlo. La luz siempre surge de las tinieblas. Otra cosa muy importante es “saber pedir”. No todo el mundo sabe pedir y por tanto no todo el mundo va a obtener respuesta. Quien pide con la personalidad no sabe pedir, y por eso es más difícil que obtenga respuestas. Quien pide con el corazón, de forma consciente, siempre obtendrá respuesta. También es necesario explicar que existen grados y grados en la intensidad de la petición y oración pues no todo el mundo tiene el mismo nivel de concentración y existen diferentes grados de exaltación mística. Cuando uno pide conscientemente, la respuesta siempre llega. Al principio la persona puede no entenderla y también puede sorprenderse al no estar acostumbrado a la rapidez con la que las recibe. Las respuestas pueden llegar de múltiples maneras, por ejemplo a través de situaciones que se suceden en el mundo físico, o a través de los sueños, mediante símbolos cuyo hondo significado se capta por intuición. Cuando se pida algo al Ser siempre conviene hacerlo de corazón, sin pensar en nada, y teniendo la confianza en que se recibirá respuesta. ¿Conocen ustedes algún caso en el que un niño muy pequeño pida algo insistentemente a su padre, día tras día si es necesario, y que éste no le haga caso alguno? No, ¿verdad? Pues si nuestro padre terrenal actúa así, ¿qué no hará nuestro Ser interno? Hay veces en las que uno pide cosas sobre la vida cuyas respuestas llegan “fuera de tiempo”, o sea que no llegan cuando las esperamos sino cuando las merecemos o cuando pueden servirnos de lección. En esos momentos es cuando la vida nos pone a prueba para ver realmente que es lo que queremos. Es muy raro que la vida nos de las cosas al instante, pero cuando las peticiones cristalizan nos colman de felicidad al ver que han sido respondidas. Ya sea la respuesta positiva o negativa, sabemos que se nos escuchó y se nos atendió. En estas situaciones debemos tener el valor y estar preparados para aceptar la respuesta que se nos dé. A esto le llamo yo tener la balanza nivelada; esto es, tener armonía con el mundo y con uno mismo. Debemos comprender que el Ser nos dará lo que necesitemos en el momento más adecuado para nosotros. En la vida es necesario hacernos conscientes de las señales que se nos dan y de las decisiones que tomamos. Debemos tener en cuenta que, por lo general, se nos da sólo una oportunidad y que si no la aprovechamos ésta se irá para no volver jamás. Vendrán otras oportunidades, tal vez muchas, pero esa oportunidad no regresará jamás. Por eso, repito, sean conscientes de las señales que se nos dan y de las decisiones que tomen. Hay una canción que dice “lo que no nos mata nos hace fuertes”. Pues bien, apliquemos esto siempre ya que esta vida es pasajera y, por ende, lo único que nos queda por hacer es aprender a leerla para ser cada día más fuertes y obtener más fácilmente las cosas que verdaderamente necesitamos. LA LIBERTAD Al hablar de libertad podemos hacerlo en dos sentidos muy diferentes. La primer forma de libertad es la de “andar por casa”, un concepto de libertad un tanto subjetivo y que significa que cada uno de nosotros es libre para hacer lo que quiera en su vida y con su vida. Ese es el libre albedrío que cada uno tiene. Sin embargo, ese concepto de libertad no es íntegro, unitotal, porque la verdadera libertad es algo muy diferente y sólo se consigue cuando uno ha eliminado totalmente todos sus vicios, defectos y errores, su querido ego. Referente al primer concepto de libertad debemos decir que todos somos libres de hacer lo que queramos, de ser como queramos y de hacer cuanto se nos antoje. Claro está que toda acción tiene una consecuencia, que las malas acciones se convierten en karma y traen sufrimiento en el futuro. Escrito está que quien siembra rayos, cosecha tempestades. Todos tenemos karma que pagar y éste se puede pagar con dolor o mediante el trabajo con la eliminación de nuestros egos. Para que tal eliminación se produzca es necesario trabajar muy seriamente sobre ellos, verlos como surgen, como se manifiestan en nuestra mente, y a través de nuestras emociones. Ese “darse cuenta de cuando salen” de observarlos cuando se manifiestan, se llama vivir conscientemente y hay que hacerlo en cada momento y en cada lugar, a cada instante de nuestra vida. Conviene aclarar que libertad no es lo mismo que libertinaje, o sea, yo soy libre de hacer lo que yo quiera, siempre y cuando con mis actos no afecte de manera negativa a los demás seres que me rodean. A esto se le llama comúnmente respeto, y mi libertad termina en el momento en que comienza la de los demás. Cualquier cosa que nos impida sentirnos libres, como el qué dirán, el miedo a la inseguridad, el temor, etc., debe ser trascendida porque de lo contrario nos llevaría al sufrimiento, quedaríamos esclavos de nuestro ego y una vez más sería más fuerte que nosotros. La libertad va de la mano de la responsabilidad y de la conciencia, ya que la decisión que se tome deberá ser totalmente libre y responsable. Cada acto de nuestra vida tiene una consecuencia determinada que va a afectarnos directamente y sólo a nosotros. La adolescencia ya no es época de educación sino de experimentación, así que aquí deberíamos saber cómo guiar a nuestros hijos con responsabilidad y ayudarlos a formar su balanza para que ellos personalmente la manejen y sepan actuar en las diversas circunstancias de su vida con la conciencia necesaria. De esta forma les ayudaríamos a alcanzar su desarrollo espiritual de una manera más fácil. En ésta etapa debemos revisar la educación que les dimos, y también lo que nos faltó darles, es decir si nuestro ejemplo fue el adecuado o no. Conviene recordar siempre que un ejemplo dice más que mil palabras y si nosotros como padres somos seres conscientes y responsables de nuestros actos, será mucho más fácil que ellos aprendan por imitación y que logren afrontar correctamente los problemas que les surjan en la vida. Sabrán manejar su libertad con responsabilidad. Cuando uno aprende a conservar la energía, aprende a armonizar su vida y atrae la ayuda del universo. Cuando nosotros tenemos dudas para llegar a nuestro objetivo, simplemente estamos tirando nuestra energía y estamos dejando de ser respetuosos con nosotros mismos. La energía es la vida y cuando nosotros la desperdiciamos estamos impidiendo que algo superior pueda crecer en nosotros. La energía es la única fuerza que tenemos para llevar a cabo nuestros objetivos. Perder las energías nos crea conflicto con nosotros mismos favoreciendo los aspectos negativos, es decir, como ya gasté mi energía, cuando necesite algo no lo voy a poder obtener como desearía, o lo obtendré sólo a medias. Hay que saber dar prioridad a las cosas y para ello es necesario usar nuestro criterio siendo conscientes de lo que debemos hacer, siendo responsables con nosotros mismos. La libertad, por poca que sea, también implica un precio, un esfuerzo, sí, siempre que se quiere algo hay que realizar un sacrificio para lograrlo. En resumen, podemos decir que la libertad es utilizar sabiamente el libre albedrío que tenemos y afrontar las consecuencias de nuestros actos, sean estas buenas o malas, y la responsabilidad es cumplir con el deber cueste lo que cueste. Y mientras más sencillo sea todo, mientras más desapercibido pase, mejor resultado tendrá. Sobre el verdadero sentido de la responsabilidad se podrían escribir muchas cosas. Por ejemplo, una de ellas, de gran importancia, es que en ocasiones el ser responsable nos puede llevar a ser como el camaleón, a tener que adaptarnos a las diferentes situaciones que se nos presenten y comportarnos como se debe en cada lugar. Al principio dijimos que había dos conceptos de libertad. El primero de ellos es el que he comentado hasta ahora. La segunda libertad a la que nos referíamos es la libertad auténtica, la que no se logra con buenas intenciones, ni haciendo lo que queramos en la vida, ni luchando por ideales aunque éstos vayan encaminados a construir un mundo mejor y más justo. Esa libertad auténtica de la que hablamos ahora sólo se consigue después de grandísimos esfuerzos por poseernos a nosotros mismos. Aunque sea una verdad dura de aceptar lo cierto es que todos los seres humanos somos esclavos de nuestro propio ego que, como ya dije, son ese conjunto de vicios, defectos y maldades que habitan en nuestro interior y que cuando uno los observa parecen tan numerosos como la arena del mar. ¿Cómo podríamos lograr la libertad auténtica?, ¿cómo podemos prepararnos para que el Ser se manifieste en nosotros? La única fórmula que existe es dedicarnos a partir de este momento, aquí y ahora, a la eliminación de todos y cada uno de nuestros egos. Cuando se elimina el ego, el Ser se hace cada vez más presente y se va logrando poco a poco la libertad verdadera, seguridad, paz interior, fuerza y un mayor anhelo espiritual. A medida que se va logrando la libertad auténtica, la importancia personal carece de valor pues es el Ser es quien va tomando las riendas de nuestra vida. Ya obtuviste todo lo que necesitabas en este plano material y ahora estas alcanzando algo distinto, algo intangible pero que da muchísima más satisfacción que lo material. Comienzas apenas a saber lo que realmente es ser libre, esa libertad de la cual hablan los místicos y las enseñanzas de quienes fueron grandes maestros de la humanidad. Recuerda que el derecho a la libertad se gana, y que para lograrlo hay que pagar el precio de deshacernos de nuestro querido ego, de dejar de ser así como somos. Sólo con la eliminación de los defectos adviene lo nuevo. Quisiera hablar ahora del aprendizaje. A este mundo venimos a aprender todo, a adaptarnos, a aceptarnos, a dar vueltas con la vida misma, a ser capaces de ceder, de reconocer, de aprender. Este aprender no es lo mismo que estudiar y ser culto, ya que cultura es aquello que queda después haber estudiado. Yo me refiero al conocimiento aplicado a nuestra vida real, a nuestra manera de vivir cotidiana, a la inquietud que provoca en nosotros un buen libro espiritual... Cuando aprendemos de esta manera surge en nosotros esa comprensión que es fruto de la experiencia, esa profundidad de mirada, esa energía que crece y que llamamos magnetismo personal, una fuerza que pertenece al etérico. Podemos afirmar con rotundidad que el hombre sólo sabe realmente aquello que experimenta. Por tanto, vale más un hombre humilde que luche por emanciparse de sus egos, que un hombre culto con muchos títulos y honores pero sin nada de crecimiento personal. Una de las maneras de comenzar el trabajo de búsqueda del Ser es hacernos conscientes de cuál es nuestro ritmo, pues cada persona tiene un ritmo diferente. Debemos reconocer cuales son nuestros puntos débiles, saber si estamos balanceados y que es lo que nos falta. Esta reflexión sólo será efectiva si estamos conscientes minuto a minuto, ya que es necesario haberse iniciado en el sendero del auto-conocimiento para saber lo que nos sobra y lo que nos falta. El hombre que no lucha por conocerse a sí mismo simplemente pierde su vida. Debemos dar tiempo al tiempo pues las lecciones vienen y las decisiones se toman cada una en su momento. Por lo general, la vida se encarga de ponerlas en nuestras manos. Después ya dependerá de nosotros actuar o no, ya que una vez tomada la decisión no es conveniente cambiarla porque toda esa energía aplicada se pierde. No digo con esto que nos ocasiona algo negativo, pero sí que estamos desperdiciando lo más preciado que tenemos, y además estamos yendo en contra de nosotros mismos por no saber tomar decisiones. Cuando en la vida titubeamos con las decisiones es como cuando queremos ir a un lugar pero no sabemos qué camino tomar. Decidimos ir por uno pero al poco tiempo regresamos para ir por otro que luego tampoco nos gusta y regresamos de nuevo… De esta forma es como desperdiciamos tiempo, esfuerzo y posiblemente hasta dinero en gasolina si vamos en carro… y todo para no llegar a ningún lado. Debemos reflexionar antes de tomar una decisión para estar seguros que es la más indicada. Si las circunstancias luego nos indican que hay que cambiarla pues ya estudiaremos las opciones que se presenten. También habría que reflexionar sobre esas opciones porque dependerá de nosotros, y sólo de nosotros, tomarlas de forma consciente. Siempre será mejor cambiar las decisiones sobre la marcha, según veamos que nos pueden beneficiar, que volver al punto de comienzo. Hay decisiones que no están en nuestras manos. Existen situaciones en la vida cuya resolución nos va a exigir un mayor crecimiento y fortaleza espiritual. Esas situaciones son benéficas para nosotros si las sabemos aprovechar pues nos sacan de nuestro punto de confort y nos invitan a crecer interiormente. En conclusión, debemos iniciar el camino hacia la libertad tomando la vida con responsabilidad, trabajando sobre sí mismos, tomando nuestras propias decisiones, afrontando sus consecuencias y por ende aumentando nuestro magnetismo personal. ¿Cómo se distinguen las personas que caminan en busca de su Ser, hacia su propia liberación, de las personas comunes que vagan por el mundo sin pena ni gloria? Además de que las primeras tienen un elevado magnetismo personal, se las reconoce evidentemente por sus hechos. “Por sus frutos los conoceréis”. TRANSMUTACIÓN Por transmutación entendemos cambiar una cosa en otra y este concepto puede muy bien ser aplicado a las energías. Mientras más nos odien, mejor. Sí, esta frase es bastante extraña. No es que quiera ser odiada ni mucho menos pero hay momentos en nuestra vida en los cuales a nadie le gusta lo que hacemos. Parece como si todo el mundo se pusiera de acuerdo para ponernos obstáculos, como si causáramos demasiada envidia y la gente sólo hablase de nosotros. En esos momentos debemos preguntarnos: si todo el mundo parece estar en contra ¿es positivo para nosotros identificarnos con las críticas de los demás?, ¿por qué vamos a desperdiciar energía en identificaciones absurdas y no utilizarla para seguir adelante con nuestros propósitos?, ¿por qué no aceptar ese regalo tan maravilloso que se nos brinda? En la interrelación con nuestros semejantes es cuando podemos observar lo que sucede en nuestro interior y descubrir en que nos sentimos heridos, por qué nos sentimos mal. Cuando no nos identificamos con lo que las personas dicen de nosotros, no sólo evitamos perder nuestras energías sino que podemos descubrir todos aquellos egos que, a modo de reacción, surgen en nuestro interior. De esta forma podemos trabajarlos y progresar espiritualmente. Las circunstancias más desagradables de la vida pueden convertirse en las mejores oportunidades para avanzar espiritualmente si sabemos aprovecharlas. A esto le llamamos transmutación. Una cosa es aprender a recibir con agrado las manifestaciones desagradables de nuestros semejantes, es decir, aprender a no identificarnos con nada ni nadie, y otra muy diferente no defendernos ante cualquier ataque, crítica o calumnia de los demás. La gente mala se apoya en la fuerza del ego para hacer las cosas. Atacan a los demás movidos por la envidia, el odio, el orgullo herido, la calumnia… y mientras esto sucede, mucha gente buena no tiene el valor o el arrojo para defenderse; son blandos, cierran los ojos y simplemente se voltean para otro lado. Por eso se necesita más gente buena para lograr algo y hay que hacer que salgan de ese letargo. Debemos aprender a actuar. Es nuestro deber no identificarnos con los ataques de las personas porque si reaccionamos ante un insultador nos volvemos de igual condición. Sin embargo, el no identificarnos con las manifestaciones desagradables de los demás no significa no debamos actuar y hacernos valer como personas. La gente “mala”, sin ningún tipo de conciencia, no necesitan nada para actuar. Ellos no tienen miedo a las consecuencias de sus actos. A decir verdad ni se plantean siquiera si sus actos tienen consecuencias. Así, si tienen que gritar, gritan, si tienen que criticar, critican, si tienen que odiar, odian, y todo sin el más mínimo remordimiento de conciencia. Por contraposición, mucha de la gente a la que consideramos “buena”, y sobre todo si son personas que luchan por mejorar espiritualmente, tienen siempre en cuenta las consecuencias de sus actos, tienen miedo al castigo, a no sentirse comprendidos por su núcleo familiar-social, etc. y por eso muchas veces no actúan ni para defenderse de ataques injustos. Lo anterior no es ser bueno, es más bien un acto de cobardía. La realidad es esta: todo ser humano está en el deber de defenderse. Todo el mundo debe saber que la defensa está permitida en cualquier lugar del universo. En definitiva, a toda persona que anhele desarrollarse espiritualmente le corresponde: 1.- No identificarse con quienes le insultan, critican o maldicen. Esa no identificación es absolutamente imprescindible para el desarrollo espiritual. Con ello evitamos que nuestras energías sean gastadas torpemente por nuestro ego y que éste se haga más fuerte en nosotros. Esas energías que no se pierden las debemos utilizar para nuestro desarrollo interior. 2.- Una vez que se ha evitado esa “reacción interna del ego”, uno está en el deber de defenderse, actuando de forma consciente y responsable, para hacerse valer como persona. Cuando aprendamos a vivir conscientes de lo que somos y de lo que queremos, la mediocridad dejará de existir en nosotros. En el curso de la vida encontramos a veces transformaciones increíbles. Hay casos en los que esas gentes que tanto nos odiaron y censuraron por ignorancia o por envidia, terminan reconociendo que nuestros actos y nuestros objetivos eran los correctos. A mí me sucedió esto en una ocasión. Necesitaba urgentemente solucionar algunas cosas y no tenía la energía necesaria para hacerlo sola, así que puedo decir que yo le debo a 3 personas que me odiaban totalmente, el haber salido airosa del pago de una deuda millonaria. Y lo logré solamente transformando esas manifestaciones desagradables, utilizando a mi favor la mala energía de esas personas. Con el tiempo, sobre todo una de ellas, llegó a ser como mi hermana. Encontraron el valor de su Ser y se dieron cuenta de que en lugar de bloquear mi éxito me ayudaron a conseguirlo. Si no hubiera sido por ellas jamás lo habría logrado tan rápido. Claro está, como ninguno somos mansas ovejas, en su momento alguno de mis egos susurró en mi mente: “les gané ¡sí!” Bien, si nosotros trabajamos fuertemente para acercarnos al Ser, podremos lograr más fácilmente todo lo que deseamos, claro actuando siempre en conciencia y sin dejar que intervengan el ego. Así podemos cambiar todo lo malo por lo bueno y esto es muy sencillo aunque todo el mundo quiera verlo como algo realmente complicado. Yo rodeo a las personas que trabajan así de color morado y rosa (se explicará más adelante en el cuadernillo de trabajo). La clave del éxito es la forma de actuar y de sentir. Si lo hacemos de forma consciente transformaremos las cosas a nuestro alrededor. A veces en cursos que imparto yo manejo esto de la siguiente manera: para comenzar pongo una música alegre, por ejemplo una salsa, y a bailar con los ojos cerrados. Al poco tiempo algunos abren los ojos y se ponen a bailar en grupo, lo cual a mí me demuestra que pueden sentir la misma energía. Y observo que casualmente son los que están más lejos de querer acercarse a su Ser, así que los separo del resto del grupo, y claro siguen bailando pero con los ojos abiertos. Los demás continúan bailando cada uno individualmente, sintiendo el ritmo de la música, hasta que de repente comienzan a sentirse. Y casualmente no chocan, no se rozan siquiera, ¿por qué? porque se sienten, saben dónde está cada uno de ellos. A veces pasa que de repente se ponen a bailar como si fueran parejas y esa es mi mayor alegría, pues se están viendo con la imaginación, se están sintiendo y sobre todo están dejando fluir lo que llevan dentro. En esos momentos están sintiendo un poquito de lo que es la libertad y el verdadero amor, esa felicidad que no cabe en nosotros y que a veces hasta nos hace llorar. Cuando no separo a nadie, ya que el salón es bastante grande, lo que pasa es exactamente lo mismo: las personas se van uniendo solas y eso es por la energía que emana cada una de ellas. Salvando las lógicas distancias, un proceso similar es el que nos sucede a todos nosotros en la vida diaria, nos vamos uniendo a los que sentimos igual a nosotros. Cuando tenemos los ojos abiertos nos engañamos por el carácter de cada cual y por las diferentes personalidades, pero cuando tenemos los ojos cerrados simplemente somos, fluimos vivimos y gozamos. Eso nos da la fuerza necesaria para seguir trabajando en nuestra superación con los ojos abiertos a cada instante de nuestra vida. Si doy amor, eso es lo que regresa a mí, si actúo con amor la gente actuará así conmigo. Generalmente, lo que se da es lo mismo que regresa a nosotros. Sin embargo, hay veces, las menos, en las que a pesar de dar de forma desinteresada, no se recibe lo mismo. En estos casos hay que aprovechar esas circunstancias para descubrirnos internamente y para transformar esa energía negativa en positiva, en beneficiosa para nosotros. Repetiré algo que ya indiqué en otro capítulo: el mundo interior es como un imán que atrae las diferentes circunstancias de la vida. Si nosotros logramos cambiar internamente, las circunstancias externas también cambiarán. Y nuestra forma de enfrentarnos a la vida y de resolver las situaciones difíciles será muy diferente. ¿Por qué?, porque tendremos conciencia. CUANDO TENER PAREJA. Esta es una pregunta que me han hecho en cada curso durante cerca de 25 años y además con mucho hincapié. Debo confesar que yo también he preguntado eso a mis maestros y no se trata de fechas o de tiempos en el calendario sino de responsabilidad, de amor, de saber compartir y cuidar. Es decir el tener una pareja no es como tener una mascota, es algo bastante más profundo y serio. Enfocada esta cuestión de la pareja de una forma seria, lo primero que debemos hacer es analizar si estamos realmente enamorados. Claro que todo el mundo diría que sí lo está, pero cuando uno analiza esto y mira en su interior puede descubrir que no es así. La inmensa mayoría de los seres humanos confunden el amor con el deseo, sin ni saber siquiera que ambas cosas son absolutamente opuestas. Por lo general hay muy pocas parejas de enamorados y muchas de apasionados. Las primeras perduran, las segundas suelen fracasar. Cuando existe el amor, existe una verdadera afinidad. Para nuestra vergüenza, en este mundo que llamamos “moderno” el amor huele demasiado a intereses económicos y sociales, a pasión desenfrenada, a goce mal entendido. Y así es como más rápidamente se alejan las parejas del Ser. Entonces ¿cuándo tener pareja? Cuando surja, pero los enamorados deben autoanalizarse muy a fondo antes de casarse. Deben saber discernir si lo que sienten es amor o simple deseo. Nunca debemos confundir una pareja apasionada con una pareja enamorada. Debemos analizarnos en profundidad porque es necesario saber si ambos son afines en pensamiento, sentimiento y voluntad. Aquél que está enamorado es capaz de hacer cualquier cosa por el ser al que ama. Por tanto si no quieres fracasar o convertir tu matrimonio en un infierno, examínate a ti mismo antes de casarte. El adulterio siempre viene a consecuencia de la falta de amor. Una mujer o un hombre verdaderamente enamorados preferirían la muerte antes que el adulterio. Son muchas las parejas que confunden deseo y amor. En estos casos, tras un tiempo de estar satisfaciendo la pasión sexual, llega el desencanto, las discusiones, el vacío y el adiós... Antes de dar el paso del matrimonio debes estar completamente seguro de querer dar felicidad, querer dar amor, ser feliz y hacer feliz a tu pareja, querer crecer junto a ella, querer llegar a ser uno solo con ella de tanto compartir, de tanto amarse, de tanto entregarse el uno al otro. Si alguien me preguntase que es lo más grande que existe en este mundo, la respuesta exacta sería “el amor”, y esto es así porque Dios mismo es amor. SOBRE LA DUDA Y TEMOR ¿Qué son la duda y el temor? Siempre nos han educado para tener miedo a algo, primeramente a nuestro padre y a nuestra madre, después a Dios, a la policía, al maestro, al director, y así sucesivamente, por lo tanto el miedo está presente en nuestras vidas. Si bien es cierto que debemos tener el debido respeto a todos, no debemos confundir respeto con miedo, ya que son dos cosas totalmente diferentes. El respeto se gana, o así debería ser, y el miedo se genera a partir de una serie de amenazas, las cuales van a romper la comunicación parcial o total entre las personas. Es curioso cómo para hablar de la duda y del temor necesitamos hablar una vez más de la comunicación. Ésta es la base de toda relación humana y de ahí que sea necesario tenerla muy presente desde el principio de la vida. Si nos enseñaron a respetar no tendremos problema, o mejor dicho, si nos enseñaron y quisimos aprender, tal y como dijo en una conferencia mi hijo hablando de educación. En aquella ocasión él tenía 7 u 8 años y explicó lo siguiente: “mi madre hace todo lo que puede para que yo obedezca pero lo hago si quiero, y si no, no lo hago. Ella no tiene la culpa así que no se atormenten, generalmente ustedes hacen bien su trabajo pero el nuestro es dar lata y lograr desquiciarlos”. Después de esto todos recapacitando simplemente aceptamos lo que el pequeño de 7 años había expresado. Es decir, no podemos ir más allá de donde nos dejan ir. Ellos ya decidirán si quieren hacer lo que se les enseña. En realidad ya están comenzando a utilizar su libre albedrío y aprenderán más del ejemplo que les demos que de todo aquello que les digamos. Hay que ser conscientes en cada momento de todo lo que hacemos y de cómo lo hacemos. Volviendo al tema de la educación, si sabemos educar y el alumno tiene la sensibilidad necesaria, siempre sabrá cuando está molestando, cuando está pidiendo algo que no debe pedir. Si por el contrario nos educaron mal, siempre querremos lo que no necesitamos y aunque solamente sea por probar a la persona que tenemos enfrente, estaremos pidiendo cada vez más hasta que ésta se canse y deje de hacernos caso. “A cada acción le corresponde una reacción de igual fuerza pero en sentido inverso”. Recuerden el ejemplo que les di con el Sr. y la jovencita, manipulando su vida y chantajeándola. En el presente él está solo. Pensó que tenía todo en la mano y se quedó sin nada. Ahora con su actitud demuestra temor, pero una clase de temor que sólo muestran las personas inseguras de sí mismas, llevándole trabajo para que ella lo haga como un favor para él, pidiéndole que lo acompañe a determinados lugares y buscándola como pretexto para ir a ver a sus clientes. Lo malo de esta historia es que en el pasado sembró la desconfianza y ya no existe ninguna oportunidad para él. En situaciones así conviene apartarse de estas personas, lo más lejos posible. El lenguaje y los tonos altisonantes son una de las primeras cosas de las que se debe salir corriendo. Nadie debería de aguantar ese tipo de trato. La duda y el temor causan dolor. La duda de saber qué va a pasar y el temor a las consecuencias. El miedo a lo desconocido causa incertidumbre y ésta produce nerviosismo y stress. Esta es la razón por la que debemos tomar las decisiones de forma consciente y no dejar pasar mucho tiempo para actuar. Una decisión bien reflexionada nos ahorrará muchos malos momentos después. Un distanciamiento a tiempo nos alejará de muchos malos entendidos, críticas y hasta calumnias. Lo anterior no significa que para no sufrir haya que salir corriendo y darle vuelta a las cosas. Por el contrario, se trata de ver conscientemente donde nos estamos metiendo. Se nos dan las señales y se nos advierte pero sólo de nosotros depende reconocerlas. A partir de ahí, si nuestra decisión es arriesgarnos lo que no podemos hacer después es ponernos a sufrir y llorar cuando las cosas salieron mal. Por eso es tan importante tomar las decisiones conscientemente en el presente. Mi padre decía mucho esta frase: “no desperdicies pólvora en infiernillos”, y yo la aplico con mucha frecuencia. Es decir, hay que tener bien analizado el objetivo que queremos lograr y dejar pasar todo lo que nos lo impida, no hay que fijarnos en las pequeñas piedras que hay en el camino sino en el propio camino a seguir para no desviarnos de él. Hace poco me preguntaron qué opinaba yo de las calumnias y como debían de ser tomadas. Este es un terreno de arenas movedizas, dije, ya que cada quien sabe de qué va la cosa. Lo único que he experimentado en mi vida, es que “cuando el rio suena, agua lleva”, ya sea agua propia porque los hechos sean reales o porque alguien le hecho agua a una cuesta inclinada y se convirtió en río. El tiempo lo pone todo en su lugar, lo bueno y lo malo, y todo vuelve a su nivel. Yo personalmente no doy oídos a las calumnias. Mi primera obligación es no identificarme con las diferentes circunstancias de la vida, así evito que otros puedan echar basura en mi interior, pues ya bastante tenemos todos con nuestros egos como para fortificarlos aún más. En mi caso, llegue a comprender que no me debo a nadie, que a quien verdaderamente debo dar cuentas es a mi Padre (Dios Padre). Estando bien con Él no necesito nada más, Él me manda las pruebas necesarias que debo de pasar para darme cuenta de mis errores. Si no paso el examen, Él me avisa y me manda a estudiar otra vez… claro está que con más dolor, pero una vez que paso las pruebas, ¡hasta vacaciones me da con todo pagado! Esto es como en la escuela, ¿de qué me sirve envidiar al más aplicado si tiene el derecho a ser el consentido de la maestra? Siempre saca 10, siempre llega a tiempo, siempre participa, siempre estudia y sabe la lección. Se ha ganado ese derecho y en lugar de criticarlo debería esforzarme para hacer lo mismo que él. De esa forma haré algo de provecho, algo mucho más beneficioso que envidiarlo. Otra tendencia muy equivocada en nosotros es desperdiciar el tiempo en chismes, en destrozar con la palabra cosas, personas o ideas, pues eso acabará por destrozarnos a nosotros mismos. En estos casos es mejor dar una solución al problema, eso sí sería digno de admiración. Deberíamos aprender a solucionar los problemas que tenemos, ser capaces de salir adelante de forma responsable y sin escondernos detrás de alguna justificación. Diciendo la verdad: “no encuentro trabajo porque no estoy preparado, o porque no quiero encontrarlo, o me echaron por flojo, etc.” Dejar de justificarnos es algo difícil y por eso es muy meritorio hacerlo, porque esta franqueza puede traernos muchas críticas y como éstas suelen proceder de las personas más cercanas, pueden resultar desagradables y dolorosas. bastante En la vida es demasiado frecuente encontrar personas que tratan de mostrarse como no son. Como vivimos en un mundo de apariencias esta actitud se produce por miedo a ser víctimas de la sociedad. Y es que la sociedad lo mismo te puede encumbrar a la fama sin merecerlo, que puede rechazarte y tratar de destruirte a base de calumnias, críticas, y habladurías. Por eso es necesario que tengas el centro de gravedad bien establecido en torno a lo que es verdaderamente importante. Y lo más importante es estar bien contigo mismo, con tu Ser, ya que esta vida no es real y hay algo más por lo que merece la pena vivir y luchar. En realidad, la actitud más correcta de enfrentarnos a la vida es considerarla como una película. ¿A quién le afectarían profundamente los dramas y las tragedias que sufren los actores? A nadie, porque todos saben que se trata de una simple película. Pues igual debería pasar con nuestra vida. Todos deberíamos aprender a transitar por ella considerándola como una película. ¿Qué alguien nos crítica?, ¿qué alguien nos calumnia? bueno ¿y qué? , Yo soy quien soy y lo que los demás digan de mí no va añadir ni a quitar un codo a mi estatura. Recordemos que cuando no nos identificamos con nuestros semejantes, lo que estos hagan o digan de nosotros deja de herirnos. Esto no es un concepto religioso ya que este no es un libro de religión, es simplemente lo que por experiencia he tenido que vivir. Es como ir a la escuela a aprender: cuando obtienes el certificado, cuando aprendes, entonces sí comenzar a vivir. Este es el examen que estamos haciendo en esta vida, aquí es donde estamos preparándonos, y hay que pagar el precio, así como cuando vamos a la escuela, hay que pagar la inscripción la colegiatura, los útiles, el uniforme y todo lo que conlleva el ser estudiante. Así es la vida también y exige un precio por aprender y ese precio es el esfuerzo que debemos realizar para ser conscientes de cada uno de nuestros actos. Esto no es la libertad es tan sólo apenas el principio de la libertad auténtica. Cuando uno actúa así, considerando la vida como una película y sabiendo que vinimos aquí a aprender, se convierte en un ejemplo viviente para muchas otras personas, cambia su magnetismo personal y puede ayudar a muchos. Es entonces cuando la gente comienza a acercarse, cuando nos preguntan y escuchan. Se trata de personas que tienen las mismas inquietudes que nosotros y que necesitan saber, aprender de nuestro ejemplo. La gente siempre nos observa y para ganarse el respeto de la sociedad es necesario demostrar la coherencia que hay en nosotros, dar ejemplo llevando una vida recta. Por esta razón decimos que la puerta es muy ancha y que muy pocas personas puedan cruzarla. Solamente aquellas que pagan el precio del esfuerzo personal la cruzarán airosamente. ¿Quiénes son los que realmente triunfan en la vida?, ¿tal vez los que alcanzan la fama?, ¿quizá los que amasaron grandes sumas de dinero? No, el triunfo en la vida es solo para aquellos que aprenden de ella, que la consideran como una escuela de aprendizaje y poco a poco adquieren experiencia. La fama, el dinero, el prestigio, etc. son sólo banalidades cuando se comparan con la profundidad del auto-conocimiento, con las luchas internas para lograr la auténtica libertad, con la felicidad que aporta el Ser. Vivir una vida limpia, basada en el recto sentir, recto pensar y recto obrar, es indispensable para pedir la protección del Todopoderoso. ¿Cómo voy a pedir protección y ayuda si tengo mi conciencia más negra que una chimenea llena de hollín?, imposible ¿verdad? Se hace necesario reflexionar antes de actuar y de exponer nuestros conceptos, analizar muy bien las consecuencias de nuestros actos y tomar todas nuestras decisiones de forma consciente. En la escuela de la vida es necesario que obtengas experiencia. Un gran ser escribió: “Jamás preguntes a otro hombre ¿qué es lo que debo hacer?, porque es la más nefasta de todas las preguntas. Si la haces a un necio, a un dormido, le estarás invitando a arrastrarte al sueño, con lo que habrás caído en doble necedad y te será doblemente difícil volver a despertar. Y si haces tu pregunta a un sabio, a un despierto, advertirás cuan ocioso es cavilar porque un despierto siempre contestará: haz lo que mejor te parezca. Si en ello pones todo tu corazón, obrando siempre alerta, ganarás en riquísima experiencia”. AMOR, MUERTE Y SUFRIMIENTO Este título aparenta ser algo realmente profundo, pero es tan banal como la vida misma. Venimos a este mundo sin saber de dónde, vivimos de forma inconsciente sufriendo desde que nacemos, y luego simplemente morimos. Caminar de la cuna al sepulcro sin buscar nada superior, sin haber encontrado el verdadero sentido a la vida es el peor de los fracasos. ¿Qué sucede en el trayecto que va de la cuna al sepulcro? Por lo general, nada nuevo que sea real. Quedamos esclavos de nuestro ego, la vida nos lleva de aquí para allá siempre víctimas de las circunstancias. A veces también amamos, y en ocasiones morimos con esa muerte tan diferente que es morir en vida. No sabemos quiénes somos, ni de dónde venimos, ni a donde vamos, ni qué queremos. Podemos decir que pasamos por la vida actuando con total inconsciencia, con nuestra conciencia ausente, sumidos en un profundo sueño. Vamos a trabajar para ganar dinero, llegamos a casa para descansar, al día siguiente volvemos nuevamente al trabajo para ganar más dinero y regresamos otra vez a casa para descansar. No hay tiempo de compartir. A veces no se comparten ni las alegrías ni las tristezas, se comparten solamente los cansancios. Todos frente al televisor, cada uno en un sillón o, en el mejor de los casos, en los extremos del mismo sillón. Este es otro tipo de muerte, donde se carece de ilusión, donde sólo se pretende pasar el tiempo, donde se vive al ritmo que nos impone la sociedad. No podemos confundir vivir con vegetar. La capacidad para vivir conscientemente existe dentro de cada ser humano y sólo es necesario desarrollarla. Recordemos que la vida es una escuela y que mucho podemos aprender de ella si nos esforzamos por lograrlo. Los anuncios publicitarios, con ofertas, con créditos, con una y mil cosas, nos dicen constantemente que esto o aquello es lo mejor para nosotros pero ¿realmente lo es? No, nada nuevo puede surgir en nuestro interior viviendo una vida mecanicista. Es un precio muy alto el que se paga por vivir así. Cuan diferente es vivir conscientemente, o por lo menos luchar incansablemente por conseguirlo. El precio que hay que pagar por buscar la libertad auténtica es el esfuerzo continuado, muchas veces remando en sentido contrario a como lo hace el resto de la sociedad, siendo incomprendido, pero el resultado final siempre es un acercamiento al Ser, un desarrollo de la conciencia, un aprendizaje verdadero. El Ser es alegría y amor, la conciencia es luz, y es obligación nuestra encontrar un verdadero sentido a la existencia. Si consideramos la vida como una escuela, si en un intento de vivir de forma consciente caminamos, trabajamos y nos relacionamos con los demás siempre pendientes de nosotros mismos, por experiencia directa muy pronto nos daremos cuenta de la diferencia que existe entre vivir y vegetar. Este es el comienzo para vivir feliz y en paz, porque tu así lo has decidido. La muerte sobreviene porque la vida se vuelve tediosa, porque no hay esperanza, porque no hay ilusiones... ¡Basta ya!, debemos dejar de sufrir. No sabemos ni manejar ni soportar el sufrimiento, pues no vinimos a eso a este planeta. Aquí vinimos a tratar de ser felices aniquilando el ego, así que hagamos esa tarea y convirtámonos como he dicho anteriormente en cazadores de egos. Lo que es cierto es que lo que no te mata te hace fuerte, esa es una gran verdad siempre y cuando aprendamos la lección, siempre que queramos seguir adelante. Hay diferentes tipos de muerte. Está la muerte física y el morir en vida del que hemos hablado antes, pero también hay otra clase de muerte, la superior, la muerte mística. Con este último tipo de muerte simplemente cambiamos de un estado de conciencia a otro más elevado. La muerte mística se produce cuando, mediante padecimientos conscientes (el precio que hay que pagar), nosotros eliminamos el ego. De esta forma logramos fabricar luz y abandonar poco a poco nuestras tinieblas interiores. Se nos ha hablado mucho del cielo y del infierno, pero ¿acaso no vivimos esto mismo aquí en la Tierra?, ¿no es verdad que estamos en el cielo cuando todo va bien y en el infierno cuando todo va mal?, ¿no accedemos a los cielos interiores cuando sentimos el verdadero amor, o en esos momentos místicos tan especiales en los que sentimos la presencia del Ser?, ¿no nos sentimos en el infierno cuando docenas de preocupaciones asaltan a nuestra maltratada mente, robándonos la vitalidad y dañando nuestro pobre cerebro?. Conocí muy de cerca a un industrial exitoso. Estaba casado y tenía un hijo y una hija. La hija era problemática con su madre y la madre era una persona muy mentirosa y manipuladora, de ese tipo de personas que dice “divide y vencerás”, ese era su lema. El hijo era alcohólico y drogadicto. El señor distribuyó su herencia de la siguiente manera: la empresa para su chofer y el rancho para su hija. De esta forma su hijo jamás heredaría su empresa y no habría conflictos familiares. Lo más importante es que dejaría bien asegurada a su familia pero, para su sorpresa, el señor fue envenenado por su hijo y su esposa. Después ellos cambiaron el testamento y jamás avisaron a la hija de que había muerto su padre. Con engaños y mentiras quitaron la empresa al chofer y lo encerraron en su casa sin tener comunicación con nadie. Las sirvientas eran quienes lo cuidaban tratando de no dejarlo sólo… finalmente el industrial de éxito murió a manos de su esposa y su hijo. Y yo me pregunto ¿no es mejor morir que vivir algo así? Lo que aún no alcanzo a comprender es si estas personas no pensaron que todo se paga en esta vida. ¿Acaso no saben que de nada sirve fingir ser buenos cristianos, asistir todos los domingos a misa y mentir a todo el mundo, cuando la verdad siempre sale a la luz? El ejemplo anterior me sirve para explicar que así como existe la justicia terrenal también existe la Justicia Divina, mucho más rigurosa y totalmente objetiva. No importa que la ley de esta tierra no haga justicia, no importa que se tenga muchísimo dinero para comprar silencios, no importa que nadie denuncie el delito por miedo, por represalias. Nada de eso finalmente importa porque escrito está que quien a hierro mata a hierro muere, quien siembra rayos cosecha tempestades. La Justicia Divina todo lo ve y todo lo pone en su lugar, en su día y en su hora, en esta existencia o en cualquier otra. El sufrimiento es algo terrible. Se sufre por todo y en muchas ocasiones este dolor puede repercutir físicamente llegando a producir enfermedad. De ahí la importancia de sobreponernos al dolor, de saber trascenderlo, y esto sólo se logra desarrollando la conciencia y la comprensión, El débil, el que no hace nada por mejorar internamente, siempre será víctima de las circunstancias. Su vida puede estar llena de sufrimientos o alegrías pues todo depende de su karma particular, es decir, de la consecuencia de sus actos en esta existencia o en las anteriores, pero todo le sucede porque tiene que sucederle. Nada puede hacer porque nunca aprendió a vivir consciente. Por eso debemos enfrentarnos a la vida decididamente, sin escapatorias, teniendo presente de instante en instante que la vida es sólo una película y manteniendo una actitud de desapego a las personas y las cosas. LA IMPORTANCIA DEL AMOR Mucho se habla del amor pero a juzgar por el rumbo que está tomando el mundo, parece ser que no todos los seres humanos lo conocen. Tanto el amor como la caridad parece como si se hubieran resfriado en este planeta…. Hay diferentes clases de amor, uno es el que existe entre padres e hijos, otro el que existe entre esposos, entre amigos, etc. Y como ya explicamos al hablar de las parejas, existe otra clase de sentimiento que no es amor sino pasión y que confunden todas las personas excepto aquellos que trabajan en el auto-conocimiento. ¿Qué es en sí el amor? Tratar de definirlo es algo imposible por la sencilla razón de que es un sentimiento que pertenece a la conciencia y el frío intelecto no puede definir ni expresar con palabras aquello que está más allá de la mente. Lo que si podemos asegurar es que el amor es un sentimiento que nos hace actuar como jamás habríamos actuado si hubiese intervenido la mente, la razón. El amor se siente, se vive, y eso es todo. Cuando alguien siente amor su conducta cambia. Por amor se aceptan los defectos de la persona amada y se le ayuda a trascenderlos, se realizan actos que el razonamiento nunca admitiría, se perdona… Todo el mundo ha sentido una chispa de amor en algún momento de su vida y está en nosotros el conservarlo y engrandecerlo. El amor se engrandece a medida que nuestros egos se eliminan, es decir, cuando aumenta nuestra conciencia. El amor es un atributo o facultad de la conciencia, un don que nos da el Ser. Nadie puede amar a los demás si no se ama a sí mismo. Amarse a sí mismo es buscar y amar al Ser. Quienes dedican su vida a conocerse a sí mismos, a buscar al Ser cambian su magnetismo personal y atraen hacia sí a personas de su mismo nivel de conciencia. Uno de los atributos del amor es compartir con los demás. Ese compartir no es depositar nuestra vida en manos de otra persona en nombre del amor. Es necesario saber cuándo decir un no y un hasta aquí. El morir de amor, o morir por su amor es una gran falta de seguridad y por lo tanto significa que no somos dueños de nuestra vida. Ese tipo de sentimiento procede del ego y no del amor, y es el camino más corto al sufrimiento. El amor siempre es consciente. Debemos distinguir muy bien entre el sentimiento de amor y ese conjunto de egos sentimentales que viven en nuestro interior. Pondré un ejemplo: vemos a alguien pidiendo limosna en la calle, e inmediatamente le damos unos centavos. ¿Es por amor y caridad? Si observamos la clase de sentimiento que nos embarga en ese momento con gran sorpresa podríamos descubrir un ego que sólo busca tener la conciencia tranquila, no sentirse mal, un “yo” bueno porque también los hay. Además, por amor nunca daríamos lo que los demás piden sino lo que verdaderamente necesitan. Supongamos que la persona que está pidiendo en la calle se gasta el dinero en licores. Con nuestros centavos estaríamos contribuyendo al delito y eso no es amor consciente. Con esto no quiero decir que dejen de dar limosna, sino que estén muy pendientes para saber qué tipo de ayuda necesita cada persona. Debemos estar atentos a esto. Es necesario saber, y lo repito una vez más, que este camino tiene un precio, y ese precio es esfuerzo y sacrificio. La instrucción se dará sólo a quien realmente esté preparado para recibirla. Es bien sabido por todos que el maestro llega cuando el alumno está preparado, y es en ese momento cuando las puertas del conocimiento se abren de par en par. Si el alumno sabe apreciar y atesorar cuanto se le enseña, podrá descubrir todo lo que desee y llegar tan lejos como quiera. Por el contrario, si no comprende lo que está recibiendo, ni siquiera se dará cuenta de la oportunidad tan valiosa que perdió. Para ser medianamente felices debemos transmutar todo sentimiento de sufrimiento en algo positivo. Esto lo haremos esforzándonos por vivir de forma consciente cada minuto de nuestra vida, observando como reaccionamos y llenando de amor cada uno de nuestros actos. Ya lo veremos más adelante. Si analizamos un poco, veremos que no hay blanco o negro y que sólo son degradaciones del mismo color, diferentes tonalidades de una misma cosa, la cual nos afecta de una u otra forma dependiendo el grado de importancia que le demos. Es así como debemos estar pendientes para saber que nos hace sufrir, saber si vamos a sufrir por la acción de otra persona, o por nuestros propios actos, y si es así, poder analizar cuál sería la mejor manera de transmutar la energía. De esta forma todo ira siendo mejor, más estable, más balanceado. Así se irá alcanzando poco a poco la paz personal. Aclaro, esto no significa que dejaremos de tener problemas. Simplemente que veremos la vida desde otro punto de vista, manejándola a nuestro favor, sacando provecho a cada situación para acercarnos a nuestro Ser. SABER, OSAR, HACER, CALLAR. Cuando era pequeña mi abuela materna decía que había que aprender de los monos sabios, es decir, que había que aprender a ver, oír y callar. Con el paso del tiempo y mi vida esotérica, aprendí a transformar ese consejo en saber, osar, hacer y callar. Es importante saber que se quiere. En negocios se dice que “el saber es poder” y es completamente cierto, pero esto es aplicable a todas las facetas de la vida. Así que el saber es bueno, muy bueno. El osar es poner conocimiento en nuestra vida propia y ejecutar por primera vez algo desconocido para nosotros. El hacer es incorporar el conocimiento a nuestra vida diaria y el callar es simplemente no divulgar este conocimiento a cualquiera, hasta no ver los resultados en nosotros mismos, hasta no saber a quién tenemos en frente y si realmente quiere aprender. Debemos ser conscientes del conocimiento que tenemos porque a mayor grado de conocimiento, mayor grado de responsabilidad. Al ignorante que nada sabe del camino hacia el Ser, de conocimientos esotéricos, mucho le es perdonado pero al que comete los mismos errores siendo consciente de ello, le sobreviene un castigo mayor. Supongamos que una persona ignorante, que nada sabe de transformación personal, comete adulterio. Obviamente tendrá su castigo por la Gran Ley pero ese castigo nunca sería igual al que recibiría una persona con profundos conocimientos esotéricos. En este último caso el dolor que le vendría como consecuencia de ese acto sería muy superior. En otras palabras, quien añade sabiduría, añade responsabilidad y también dolor si no se sabe aprovechar esa sabiduría. Las personas que tienen este tipo de conocimiento también adquieren una responsabilidad ante los demás pues están en el deber de transmitirlo sin adulterarlo, ni con otras enseñanzas ni con sus propias creencias o criterios. Recordemos para finalizar que lo importante no es el conocimiento en sí, sino la manera de aplicarlo en nuestra vida diaria. MAGNETISMO PERSONAL ¿Qué es el magnetismo personal? Si hablamos de dos personas, en un lenguaje coloquial es la química que existe en ellos y que va desde un “me cae bien” hasta una unión total, sin razón alguna. De forma individual, el magnetismo personal dependerá de lo que predomine en el interior de la persona. Magnéticamente siempre será mucho más atractiva una persona que busca a su Ser, que lucha por ser mejor, que otra que siempre es movida por sus egos de envidia, odio, lujuria… El magnetismo personal es una fuerza de atracción cuando está en positivo, pero de igual manera pasa a ser repulsiva cuando está en negativo. Es el estado de conciencia el que nos hace poseer magnetismo personal. El de quienes buscan al Ser es positivo, siempre ejerce una influencia benéfica, la persona resulta atrayente, sus palabras son más valoradas, infunde respeto allá donde esté, tiene éxito en cada una de las tareas que se propone, etc. ¿Por qué la mayoría de los seres humanos no irradian un fuerte magnetismo personal? Simplemente porque, por regla general, nuestro nivel de conciencia está muy por debajo de lo que debería estar, porque faltan esos elementos vitales del alma que irradian sentimientos de amor, sabiduría, bondad y felicidad. Donde falta el amor en el corazón de un ser humano, también falta toda fuerza vital. Cuando escuchamos una música que nos gusta siempre nos deja una determinada sensación positiva, nos sentimos bien y esa luz se refleja en el aura. Cuando vemos a la persona que nos gusta, el aura se torna de color de rosa, ya que este es el color del amor… por eso es necesario acrecentar el nivel electromagnético con impresiones y sentimientos positivos. En esos momentos estás dejando que tu ser se libere y se expanda de tal forma que pueda actuar más expresivamente. Esto lo vemos cuando bailamos con los ojos cerrados, entonces nos sentimos más libres, más felices, más ligeros. Recordar un momento bello alegra siempre el corazón y aumenta la energía. A veces se siente, sientes como que vuelas, sientes la energía que se desborda de tu ser. Hasta un hombre común puede sentir eso aunque no sea perceptible para los sentidos físicos. Si deseamos vivir una vida radiante debemos primero suprimir de nuestro interior toda clase de pensamientos destructivos y permitir que nuestra alma, nuestro verdadero Ser, exprese su perfección y refleje su poder y su fortaleza magnética. No necesitas de nadie para ser feliz, ya que la felicidad radica en tu Ser. Lo que sí necesitas es con quien compartir esa felicidad, no solamente las penas y los malos momentos sino todo lo bueno y lo malo. Eso es el amor, el intercambio, la entrega. Si necesitas de alguien para ser feliz, algo está mal y si necesitas a otra persona para tu sentirte alguien, algo anda muy mal. Es necesario encontrar a tu Ser, es necesario quitar las piedras que aprisionan a tu Ser y esas piedras son los egos, los yoes que se expresan a través de tu mente y que manejan tu vida. Lo único que puedo decirles es que es así como yo creo mi mundo, yo lo hago bello, sabiendo a lo que me atengo, sabiendo lo que voy a perder si tomo la decisión de aprender. Es necesario que sepa lo que voy a perder, a dejar atrás, cuando busco cambios en mi interior y necesito estar dispuesta a hacerlo. Siempre dejo que mi ser me avise pero a veces no obedezco a causa de mi terquedad, porque me quiero probar a mí misma. Aunque me equivoque, por el simple hecho de querer ir más allá en el conocimiento y en la búsqueda de mi Ser (Dios Padre), Él se apiada de mí y me manda ayuda de tal forma que siempre acabo aprendiendo lo que realmente me falta para dominar la situación. En todas las relaciones en las que interviene la personalidad siempre hay problemas, pero no así en las que intervienen la conciencia y el Ser de las personas. Estas relaciones son tranquilas, llenas de paz, de luz, de cordialidad y armonía. También es problemática la relación entre una persona que está centrada en su personalidad con otra que esté centrada en su Ser pues existen dos diferentes niveles de conciencia y, por tanto, dos formas de entender la vida y de enfrentarse a ella. En esta situación el problema siempre será de la primera persona que no entenderá el nivel de comprensión y de conocimiento de las segunda. Esa falta de comprensión causará problemas tremendos porque quien vive centrado en su personalidad siempre es víctima del ego. Por favor no intenten convencer a una persona así, es inútil pese a que manifieste su deseo de aprender. Aléjense, no hay nada que hacer ahí. Lo digo por experiencia, se pierde tiempo, dinero y esfuerzo. Es imposible hacer entender a una masa de egos que existe algo más profundo y más bello. No tiene efecto en ningún plano trascendental ya que no hay trabajo de por medio. Esa persona querrá todo hecho y si no tiene los resultados la culpa será de uno, jamás será de él, así que simplemente véanlo como quien ve llover y salgan de ahí, no pierdan el tiempo. Y si ya lo intentaron y no funcionó es porque no es su momento. Déjenlo en paz, cuando llegue el momento aprenderá, cuando ya el sufrimiento lo ahogue, cuando no sepa más qué hacer. Y si alguna vez se dé cuenta de que hay una conciencia que quiere manifestarse, que el Ser está esperando surgir, sólo entonces posiblemente decida dejar sus egos atrás. De lo contrario debemos dejarle gozar su dolor, dejémosle gozar su conmiseración ya que en definitiva eso es lo que él está creando y lo que desea vivir. Algún día tal vez se dé cuenta que cada vez cae más hondo y recuerde que tiempo atrás conoció a alguien que intento ayudarlo a romper esa rueda de equivocaciones. “Dejad que los muertos, entierren a sus muertos”. Muertos son aquellos que ya nada buscan, aquellos en los que nada puede crecer en su interior, gentes a las que jamás les interesó el Ser. El magnetismo personal se mantendrá positivo y crecerá en nosotros dependiendo de la pureza de nuestra creación y de la continuidad en los sentimientos y pensamientos. Es decir, si continuamos profundizando cada vez más en el trabajo interior, iremos acercándonos cada vez más a nuestro Ser. Entonces los demás reconocerán y apreciaran nuestra obra porque nos habremos convertido en una fuerza en el mundo, en personas que contribuiremos al mejoramiento de toda la humanidad. GUÍA PRÁCTICA VUELA A TU INTERIOR Versión actualizada El Rincón de Yam www.elrincondeyam.com ÍNDICE DE ACTIVIDADES * ¿QUIÉN SOY YO? * PONIENDO UN POCO DE ORDEN EN NUESTRO MUNDO * LO QUE SOY Y LO QUE QUIERO LLEGAR A SER * RELAJANDO EL CUERPO FÍSICO * VIDA PARA NUESTRO ORGANISMO: TRANSMUTACIÓN DE LAS FUERZAS CÓSMICAS * EL PLEXO SOLAR Y LOS YOES O EGOS EMOCIONALES * DESCUBRIENDO COMO SE MANIFIESTA EL EGO. ¿SOMOS EMOCIONALES O MENTALES? * PROBÁNDONOS FRENTE A UN RETO * MEDITACIÓN * EL PODER EL VERBO: HACIÉNDONOS CONSCIENTES DE NUESTRAS PALABRAS * COMENZANDO A CAMBIAR COSAS * ¿NECESIDAD, ANTOJO O CODICIA? * APRENDIENDO A VIVIR DE FORMA CONSCIENTE * EL CENTRO EMOCIONAL: ESTUDIANDO LOS SENTIMIENTOS * MEDITACIÓN * OBSERVANDO NUESTRO INTERIOR EN LA INACTIVIDAD * EJERCITANDO EL DESASPEGO * REIR Y SONREIR: COSTUMBRES SANAS * RECAPITULANDO LO APRENDIDO * QUÉ ES METAFÍSICA * ANALIZANDO LOS SUFRIMIENTOS. EL PERDÓN * BUSQUEDA Y RESPUESTA * PRIORIZANDO LO QUE QUEREMOS * TOMANDO DECISIONES * SOBRE EL AMOR * QUÉ ES LA MUERTE * TRASCENDIENDO SITUACIONES. DEJANDO ATRÁS LO QUE NOS DUELE * EL MUNDO ASTRAL * COMO HACERNOS CONSCIENTES EN EL MUNDO ASTRAL * REGALANDO AMOR * SOBRE LA ALIMENTACIÓN * REVISANDO LO APRENDIDO * TODO PASA. EL RECUERDO CONSTANTE DEL SER INTRODUCCIÓN En la primera parte del libro se han explicado una serie de enseñanzas destinadas a comprender como somos internamente, a hacernos conscientes y mejorar así las relaciones con nuestros semejantes y con el mundo que nos rodea. En esta segunda parte se detallan una serie de ejercicios que, si se realizan con constancia y seriedad, nos permitirán experimentar las enseñanzas anteriores y profundizar en el autoconocimiento y en el acercamiento a nuestro Ser. Esta guía pretende explicar las prácticas de una forma sencilla para que puedan ser entendidas por todas las personas. Su efectividad dependerá del esfuerzo que realicemos, por tanto, queda en manos de los lectores el conseguir mayores logros. Esta guía está calculada para hacer cada ejercicio en una semana. De esa forma ustedes podrán tener una idea de lo que van avanzando, lo cual no significa que dejen de hacerlo la semana siguiente. Este es un cambio de vida total, ya que eso es lo que estamos buscando. ¿QUIÉN SOY YO? Como su nombre indica, se trata de hacernos un poco más conscientes de quienes somos realmente. Por lo general las personas pasan por la vida corriendo e identificados con cuanto les rodea y nadie se pregunta, ni siquiera por unos instantes, quien es realmente. Obviamente, ni el simple nombre, ni el conocimiento del árbol genealógico aportan nada real a esta pregunta. La respuesta hay que buscarla siempre en nuestro interior, en el mismo corazón del hombre y para tratar de dar respuesta a este interrogante, debemos apelar a la meditación. En un sentido estricto del término, meditación significa llegar al vacío, a la ausencia total de pensamientos. La forma más elevada de pensar consiste precisamente en no pensar en nada porque cuando los pensamientos cesan, surge en nosotros el Ser, la verdad, la respuesta auténtica. Nosotros no podemos comenzar los ejercicios prácticos intentando profundizar en ese tipo de meditación porque eso requiere ciertas disciplinas más severas de la mente. Por eso, cuando en esta guía hablemos de meditación lo que queremos indicar es una reflexión profunda sobre algún aspecto de nosotros mismos con el fin de hacernos un poco más conscientes de él. Para realizar este “ejercicio de meditación” escogeremos siempre una postura cómoda de tal forma que el cuerpo no nos moleste. En realidad nosotros somos occidentales y no orientales, y no es necesaria una “postura de loto” ni nada por el estilo. Podemos realizarla sentados en un cómodo sillón, o incluso tendidos sobre una cama. Una vez que hemos escogido la postura, intentaremos relajar el cuerpo físico. Y si logramos cierta somnolencia mejor aún porque la meditación siempre debe realizarse con un poco de sueño. Una vez que hemos logrado todo lo anterior, en medio de la quietud y la serenidad adquirida intentaremos sentir, aprehender, capturar el hondo significado de las siguientes frases: ¿Quién soy yo? No soy mi cuerpo físico. No soy la mente. Soy parte del SER que mora más allá de mi cuerpo y mi mente. EL SER es la luz del mundo. EL SER es lo único real dentro de mí. Soy la luz. Soy Él, soy Él… Si profundizamos en el sentido de estas frases, con el tiempo las espiritualizaremos, es decir, nos haremos más conscientes y ese sentimiento nos sobrevendrá también en la vida diaria y nos ayudará a no identificarnos con las diferentes circunstancias de la vida. Ojala que esta reflexión serena se hiciese todos los días, intentado profundizar cada vez más en el hondo significado de esas frases. Como es necesario conocernos tanto exteriormente como interiormente, realizaremos estos ejercicios las próximas semanas, de tal forma que iremos profundizando en ambos tipos de conocimiento. En esta primera semana escribiremos la idea o concepto que tenemos en relación a lo que se nos pregunta. Lo volveremos a evaluar a los tres meses con los cambios efectuados hasta entonces. 1ª. Semana. Este concepto de realidad lo notaras a los tres meses. Concepto Con qué pie camino más fuerte Con qué pie comienzo a caminar Cómo respiro Qué % de los pulmones lleno al respirar: La mitad ¾ partes Las 3 cavidades de los pulmones Me relajo Me pongo nervioso Idea Realidad Me mareo Cómo respiro cuando camino: Rápido Lento Profundo Cómo camino Rápido Despacio Notas personales 2ª. Semana Concepto Cómo camino: Encorvado Derecho Idea Realidad Tengo miedo Cuando camino solo: Siento pasos detrás Si hay mucha gente a mi alrededor Como camino cuando estoy asustado: Rápido Me detengo parte en alguna Despacio Cuando estoy sólo… Me siento mal Me gustaría estar en alguna otra parte acompañado Me da miedo Me gusta y tomo ventaja de esta experiencia Busco estar sólo Gozo mi soledad Notas personales: 3ª Semana: Felicidad. Concepto Felicidad Busco la felicidad en otras personas No necesito a otros para ser feliz No sé lo que significa ser feliz No sé cómo ser feliz Necesito la aprobación de otros para ser feliz Necesito que me den para ser feliz Necesito comunicarme con otros para ser feliz Necesito contacto físico para sentirme bien Tengo miedo de la gente Tengo miedo de ser feliz Tengo miedo de estar solo No sé qué es la soledad No me importa estar sólo Notas personales: Idea Realidad 4ª. Semana Concepto Soy capaz o incapaz de… Ir de viaje solo Dejar que la gente hable de mi Dejar de hacer lo que otros quieren que yo haga Tomar mis propias decisiones Decir lo que pienso Defender lo que yo quiero Defender lo que no quiero Decir que no Idea Realidad Tomar una decisión y ser firme Ofrecerme algo y cumplirlo Cambiar algo de mi persona Ser honesto con mi persona Serle fiel a alguna persona Ser honesta a mi persona Hago lo que debo hacer o lo que deseo (generalmente) Hago lo que sea necesario para lograr mi objetivo Doy todo para alcanzar lo que deseo Notas: PONIENDO UN POCO DE ORDEN EN NUESTRO MUNDO Cuando se quiere cambiar, siempre hay que empezar por algún lado y esto es lo que pretendemos con esta práctica. Queremos vivir conscientemente ¿verdad?, pues comencemos por poner nuestro mundo físico en orden. Todo lo que existe a nuestro alrededor es físico, todo lo que tocamos y vemos, hasta nuestros hijos y pareja, todo es físico. El orden al cual me refiero consiste en limpiar todo lo que nos rodea, desde la casa hasta las relaciones personales, desde tirar la basura que acumulamos sin saber por qué, hasta guardar las distancias con aquellas personas que no nos convienen para nuestro desarrollo interior, con las cuales tenemos problemas, o que nos roban la energía y nos desmotivan a seguir adelante. Es una limpieza total, es un orden absolutamente nuevo que necesitaremos si es que en verdad queremos cambiar de vida. ¿Fácil? ¡Claro que no! No me cansaré de repetirlo: este camino no es fácil, no lo ha sido jamás pero en contrapartida les puedo decir que es muy poco el precio que se paga si lo comparamos con las maravillas que se obtienen. Yo lo pagaría con gusto otra vez (me refiero a los esfuerzos y sacrificios que son necesarios), aunque cuando comencé… no dije lo mismo. Debemos recordar que sólo es necesario tener lo que se necesita y no un cúmulo de cosas, sólo lo que realmente precisamos. Con esa “limpieza” que hemos mencionado estabilizamos el fluir de la energía que está a nuestro alrededor y creamos una energía positiva. LO QUE SOY Y LO QUE QUIERO LLEGAR A SER Basados en lo que ya conocemos, vamos ahora a contestar un cuestionario. Recuerden que esto no se puede hacer a la ligera. Es necesario observarnos, analizarnos muy bien y ser honestos con nosotros mismos para poder responder adecuadamente. Después de responder sabremos mejor que tal somos como individuos y que nos desagrada, cual es nuestro nivel de Ser. De esta forma podremos cambiar para buscar lo que deseamos ser en nuestras vidas. LO QUE SOY AHORA LO QUE QUIERO LLEGAR A SER Qué imagen le doy a los demás Qué imagen tengo de mí mismo Cómo soy físicamente Cómo me comporto con mis padres Por qué los admiro Por qué no me gusta mi padre Por qué no me gusta mi madre Qué no me gusta de mí mismo Soy enojón Soy codicioso Soy egoísta Soy prepotente Soy dominante Quiero ser el rey Otras cosas que no me gustan de mí mismo Qué no me gusta de mi relación con los demás Qué no me gusta que digan de mí Cuántas veces estoy dispuesto a ayudar a los demás Por qué ayudo a los demás Por qué no ayudo a los demás Qué tanto me gusta dar Qué tanto me gusta recibir Una vez hemos completado este ejercicio, tendremos una idea más clara de lo que deberemos trabajar especialmente en estos próximos meses para acercarnos más a lo que nos gustaría ser. RELAJANDO EL CUERPO FÍSICO El estrés diario y el gasto de energía a causa de las continuas manifestaciones de nuestro ego, son “agresiones” al equilibrio y salud de nuestros cuerpos físico y vital. Por eso los dos siguientes ejercicios van dirigidos a relajar y vitalizar nuestro organismo. Comenzaremos por aprender a relajar profundamente nuestro cuerpo. La práctica que se explica a continuación debería realizarse diariamente o, por lo menos, siempre que estemos sometidos a estrés. Procederemos de la siguiente manera: Primero adoptaremos una postura cómoda, que puede ser sentado en un cómodo sillón o echados en la cama. La ropa no debe apretarnos, debemos sentirnos cómodos y asegurarnos que “tenemos todo el tiempo para nosotros”, es decir, que no tenemos prisa por terminar. La prisa y la inquietud no permiten la relajación. Una vez que hemos adoptado una postura cómoda, vamos a soltar todos nuestros músculos y sentiremos los latidos del corazón. Unos momentos después fijaremos nuestra atención en la punta de la nariz. Relajaremos esa zona intentando sentir el pulso, los latidos del corazón en ese lugar. Hay que relajar la zona hasta sentir el pulso, y cuando lo hayamos conseguido permanecemos unos instantes sintiéndolo, sin hacer nada más. Ahora pasamos nuestra atención a la mano derecha, relajamos la mano más y más hasta sentir el pulso en algún lugar de ella. Permanecemos sintiéndolo unos instantes. A continuación repetiremos lo mismo pero ahora en el pie derecho. Luego, pasados unos minutos, centraremos la atención en el pie izquierdo, posteriormente en la mano izquierda y después en la punta de la nariz. Al final volveremos a fijar nuestra atención y sentir de nuevo los latidos en el corazón. Cuando esto suceda, si hemos hecho el ejercicio correctamente, no sentiremos nuestro cuerpo. Permaneceremos así unos minutos más antes de finalizar. Y si lo hacemos por la noche, a la hora de entregarnos al sueño, mucho mejor porque nos quedaremos dormidos conservando esa relajación. Este ejercicio permite la total relajación de nuestro cuerpo y su duración aproximada (nunca debemos estar pendientes del reloj) será de unos 20 minutos. VIDA PARA NUESTRO ORGANISMO: TRANSMUTACIÓN DE LAS FUERZAS CÓSMICAS En el cosmos circulan enormes fuerzas y todos los organismos que vivimos en la faz de la Tierra actuamos como transformadores de esa energía. Captamos esas fuerzas y las retransmitimos hacia el interior del planeta. A su vez, la Tierra a través de los organismos que viven en su corteza, irradia otras fuerzas que van a formar parte de la fuerza cósmica. Lo que vamos a aprender ahora es como hacernos partícipes de forma consciente de ese intercambio de fuerzas. Con este ejercicio nos beneficiamos a nosotros mismos y contribuimos también al beneficio del planeta. El ejercicio lo haremos preferiblemente al aire libre, ya sea en el campo, la playa o el jardín. Los pies siempre estarán descalzos y con la planta bien apoyada en el suelo. Podemos realizar este ejercicio utilizando cualquiera de las dos posturas siguientes: La primera de pie, con los brazos extendidos formado una cruz con el cuerpo, y las palmas de las manos hacia arriba, en posición de recibir. La segunda, sentados en una silla, con los pies bien apoyados, en contacto con el suelo, y las manos sobre las rodillas con las palmas hacia arriba. Una vez que hemos adoptado la posición correcta, cerramos los ojos y comenzamos a imaginar como la energía cósmica va penetrando en nosotros por la glándula pineal o parte superior de la cabeza (relacionada con el chacra Sahasrara) y por las palmas de las manos, y va recorriendo todo nuestro organismo hasta salir por los pies y entrar hacia el interior de la Tierra. Pasados unos instantes, imaginamos el proceso inverso: como la energía sale de la Tierra, penetra por nuestros pies, recorre nuestro cuerpo y sale hacia el cosmos a través de las palmas de las manos y de la glándula pineal. Luego repetimos el proceso, empleando unos minutos en cada transformación. Debemos recordar que imaginar es ver. La práctica puede durar tanto tiempo como uno quiera y es muy conveniente realizarla en contacto con la naturaleza y siempre con buena concentración, es decir, sin pensar en ninguna otra cosa, sólo imaginando como pasa la energía a través de nuestro organismo. Al pasar las fuerzas cósmicas por nuestro organismo nos permiten adquirir más fuerza para seguir adelante en el camino que conduce a nuestro Ser, para afrontar las luchas diarias para independizarnos de nuestro ego. Con este ejercicio, nuestro organismo respira más vida. EL PLEXO SOLAR Y LOS YOES O EGOS EMOCIONALES Todos tenemos una especie de estación inalámbrica en nuestro organismo. Se trata de un lugar muy especial que tiene diferentes funciones y que se relaciona con el nuestro centro emocional. Ese lugar tan especial se llama plexo solar y está localizado a la altura el estómago, en la región del ombligo. A través del plexo solar se manifiestan yoes o egos de tipo emocional como el miedo, la inseguridad, la ira o las preocupaciones, pero también a través de él se recogen energías solares que “nutren” y benefician a los chacras del organismo. A un nivel más profundo, el plexo solar se comporta como una estación inalámbrica capaz de recoger las ondas mentales u ondas del pensamiento que viajan a través del espacio. A esa facultad se le denomina telepatía. Así que cuando se desarrolla objetivamente ese centro tan especial (chacra) se adquiere esa extraordinaria facultad. También es importante saber que en nuestro organismo el plexo solar se satura con la energía sexual y es, por tanto, un importante acumulador energético. Cualquier representación nuestra puede tomar forma en el campo magnético del plexo solar. Esto es importante porque quiere decir que muchos de nuestros egos, sobre todo relacionados con aspectos lujuriosos, se gestan en esa zona del vientre. Cuando hablamos de “nuestro organismo” no nos referimos a su aspecto meramente físico sino tetra dimensional. Recordemos que todos venimos a la vida con un cuerpo físico y con un cuerpo vital o etérico que es el asiento de la vida. Nosotros vamos a realizar una práctica que nos permitirá recoger, captar mejor, las energías solares y utilizarlas en beneficio de todo nuestro organismo. Esta práctica se debe realizar siempre al amanecer, al salir el Sol, y por espacio mínimo de 10 minutos. Se realiza de la siguiente manera: nos sentamos de forma cómoda en un sillón con la vista hacia oriente y nos imaginamos (imaginar es ver) que en oriente hay una gran cruz dorada que tiene el Sol como centro y que lanza rayos dorados y azules. Esos rayos llegan hasta nuestro plexo solar y son captados por él poniéndolo en actividad. Imaginemos vivamente todo eso. El verbo tiene su poder y la pronunciación continuada de la vocal “U” ayuda a desarrollar las facultades del plexo solar. Por ello, a la vez que imaginamos todo lo anterior, de forma suave debemos tomar aire repetidamente y pronunciar de forma sostenida y de forma suave dicha vocal. Así: “Uuuuuuuuuuuuuuuuuu”. Alargando ese sonido hasta que agotamos el aire. Luego volvemos a tomar aire y continuamos repitiendo siempre dicha vocal. Este ejercicio al amanecer nos “nutre” de energías solares, nos equilibra. DESCUBRIENDO COMO SE MANIFIESTA EL EGO. ¿SOMOS EMOCIONALES O MENTALES? Hemos dicho que muchos egos de tipo emocional se manifiestan en el área del plexo solar. Esto significa que cuando esos egos surgen, nosotros podemos sentir su sensación allí. Esta área se relaciona también con nuestra fortaleza y con la decisión. En la zona del plexo solar es en donde se refleja el coraje cuando nos enojamos, las preocupaciones, el miedo, la angustia, etc. y cuando estos yoes se manifiestan de forma fuerte y continuada pueden producir alteraciones y enfermedades en nuestro organismo físico, por ejemplo produciendo dolencias estomacales. Muchas veces, el malestar puede ser tan constante que llegamos a creer que los alimentos nos caen mal o que tenemos una infección, etc. Sin embargo, la causa puede encontrarse en un coraje bien guardado por varios meses o incluso años, por no haber tomado una decisión a tiempo, etc. Fíjense que no digo una buena decisión porque las decisiones no sabemos si son buenas o equivocadas hasta que las tomamos, pero lo cierto es que hay que tomarlas siempre. Si muchos yoes o egos de tipo emocional se expresan en la zona del plexo solar, debemos darnos cuenta cuales son y cómo se manifiestan en nosotros. Como siempre es necesario empezar por algún sitio, lo primero que deberíamos analizar es si somos personas que nos manejamos con el corazón o con la cabeza, es decir, si somos más cerebrales o más emocionales ya que de esto dependerá el enfoque que le demos a la vida. He de confesarles que la mayoría de las veces tenemos un falso enfoque de la vida, y un desconocimiento de nosotros mismos, de ahí que lo que enseñemos a nuestros hijos sea erróneo. Esta imagen falsa hay que erradicarla y basarnos en una realidad sin mascaras para poder crecer y dar ejemplo a las personas que están a nuestro alrededor. Propongo que realicemos un análisis de nosotros mismos en relación al enojo y otros egos, para intentar averiguar qué es lo que nos molesta y por donde se manifiestan algunos de esos egos. Para ello, rellenaremos el siguiente cuestionario no sin antes haber realizado un ejercicio de sinceridad con nosotros mismos. Si no sabemos responder a alguna de estas cuestiones lo que debemos hacer es observarnos en la vida diaria hasta que lo averigüemos. Eso es lo que se llama saber por experiencia. EL POR QUÉ ¿Por qué me enojo? ¿Hay algo especial que me moleste de lo que hacen los demás? Escribir 10 cosas que me molesten 1 2 3 4 5 6 7 LAS CAUSAS 8 9 10 Cosas importantes que hacen que me enoje con facilidad. Por ejemplo, no poder pagar la hipoteca de la casa 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 ¿Me enojo por cosas pequeñas o por cosas grandes? ¿En qué parte del cuerpo percibo mi enojo, y como lo reflejo? Plexo Solar: gastritis, ulcera, diarrea, acidez… Corazón: taquicardia, baja o alta de presión, opresión... Cabeza: simple dolor o migraña Cuando tengo miedo ¿dónde lo percibo?: Estómago, cabeza, corazón. Cuando estoy feliz, ¿dónde percibo ese sentimiento?: Estómago, cabeza, corazón. Cuando estoy emocionado y enamorado, ¿dónde lo siento?: cara, estomago, cabeza corazón. ¿Cómo me siento cuando estoy con mi pareja? Bien, mal, regular, fatal o me molesta terriblemente ¿Cómo me siento cuando me pongo a prueba? Bien, mal, regular, fatal me molesta terriblemente ¿Cómo me siento cuando me ponen a prueba? Bien, mal, regular, fatal, me molesta terriblemente. Si realizamos adecuadamente este ejercicio, nos permitirá tener una primera visión, muy superficial, de cómo y porqué se manifiestan el enojo y otros egos en nosotros mismos, saber si predomina su manifestación a través del emocional o de nuestra parte mental. Más adelante profundizaremos más en el camino del auto conocimiento. PROBÁNDONOS FRENTE A UN RETO En el plexo se encuentra la decisión, la valentía y el coraje. Pues bien, vamos a comprobarlo y a ponerlo a prueba. Vamos probarnos con un reto, a tomar un riesgo voluntario cada día. Nada que nos ponga realmente en peligro, pero sí que ayude a fortalecer nuestra voluntad. De esta manera podremos ir asumiendo riesgos en la vida diaria con más frecuencia. Conviene recordar que todo esto son simples ejercicios cuya única finalidad es iniciarnos en el conocimiento de nosotros mismos, sin mayores pretensiones. Una vez que hemos asumido algún pequeño reto y lo hayamos llevado a cabo, poco a poco comenzaremos a hacer cosas que nos cuesten más trabajo. No se trata de riesgos en los que nos juguemos la vida ni nada por el estilo, sino simplemente tomar una decisión que resulte algo complicada para nosotros y llevarla a cabo. Por ejemplo, pasar estas hojas en limpio sin saber usar Word. Ese es un buen reto para alguien que no sabe usar este programa, mas sin embargo toma el riesgo y lo hace. Como veis, en este ejemplo nadie perderá la vida, ni pasará absolutamente nada, simplemente ayudará a crecer a la persona en su voluntad de hacer las cosas y en llevar a buen fin la decisión que acaba de tomar. Salir de una rutina ya es un riesgo en sí mismo ya que implica salir de la zona de confort, de lo que ya conocemos perfectamente. Es aceptar una experiencia nueva, y de eso trata esta lección. Cada día haremos algo desconocido y poco a poco afrontaremos nuevos retos aprendiendo aún más. Así ampliaremos nuestro punto de vista y nuestra manera de analizar y valorar las cosas, tanto las situaciones, como las actitudes y a las personas que nos rodean. También ayudará a que tomemos conciencia real de lo que somos en realidad. Postulados que nos pueden servir: El Ser es la armonía y la fuerza. Soy parte del Ser. Puedo hacer todo lo que quiero, y hacerlo bien Soy la fuerza que mueve mi mundo Soy la fuerza que crea armonía en mi mundo MEDITACIÓN Trabajando con la imaginación, tratemos de vernos alegres y envueltos en una especie de burbuja de luz azul, que sana nuestro cuerpo. Y, con nuestra mente en la mayor quietud, desprovistos de toda ansiedad y sin prisa, tratemos de profundizar y sentir lo siguiente: El Ser es la luz de mi mundo. Soy parte del Ser. Mi mundo es saludable y armonioso. Soy la salud total y mi salud es reflejada en mi luz. EL PODER DEL VERBO: HACIÉNDONOS CONSCIENTES DE NUESTRAS PALABRAS Ya he hablado sobre el poder del verbo. Todos sabemos que las palabras suaves calman la ira y que las palabras groseras producen enojo, tristeza y hasta odio. También hay silencios que matan. Si pudiésemos hacer una retrospección minuciosa de nuestra vida, podríamos darnos cuenta del mal uso que hemos hecho de la palabra. Seguramente hemos herido a muchas personas de forma consciente o inconsciente, hemos utilizado palabras de doble sentido llenas de malas intenciones, hemos condenado a muchos y criticado duramente a otros, hemos justificado nuestras acciones equivocadas, etc., etc. En definitiva, prácticamente nadie sabe hacer un uso correcto de la palabra porque está siempre muestra lo que nuestros egos piensan y sienten. La maledicencia, la calumnia, el chisme, etc., llenan todos los días al mundo de dolor. También se mata con el mal uso de la palabra, porque hay muchos tipos de muerte… Como vemos el verbo tiene su poder, y como todo poder, lo podemos utilizar para el bien o para el mal. El ejercicio que proponemos es trabajar para hacernos conscientes del uso que hacemos de la palabra. En la relación con nuestro semejantes deberemos estar siempre atentos a lo que sale de nuestra boca y utilizar la palabra siempre de forma constructiva, para ayudar a la gente, para no herir más. Ser conscientes de instante en instante de todo aquello que decimos es extraordinariamente difícil pero es algo que tendremos que aprender si es que realmente queremos llegar al Ser. Y no solamente tendremos que calcular el resultado de nuestras palabras, sino también de nuestros silencios pues tan delito es hablar cuando se debe callar, como callar cuando se debe hablar. Aunque no es objeto de este libro, si conviene saber que existen palabras de poder, combinaciones de palabras que producen efectos a nivel físico, anímico o espiritual. Esas palabras se llaman mantras y cuando uno es dueño de su verbo, cuando ha aprendido a calcular el resultado de sus palabras, la pronunciación de esos mantras produce efectos extraordinarios. Por tanto, recuerden que debemos hacernos conscientes de todo aquello de decimos, saber en todo momento por qué lo decimos, con qué intención, estar pendientes para saber si dichas palabras brotan del ego o del corazón, de la conciencia. Este ejercicio, al igual que otros de este manual, no tiene tiempo. Es una educación para toda la vida COMENZANDO A CAMBIAR COSAS Este ejercicio comienza por sincerarnos con nosotros mismos. ¿De verdad queremos cambiar?, ¿estamos seguros de querer seguir este camino de cambio y esfuerzo, pero también de muchísima satisfacción?, Si la respuesta es positiva, esta es nuestra oportunidad para cambiar y reforzar nuestro plexo ya que las dos cosas van de la mano pues aquí radica la fuerza que necesitaremos para lograrlo. Decisión, tenacidad y empuje son el reflejo de una persona positiva. Por el contrario la flojera, cobardía e inconsistencia son el reflejo de una persona que está en negativo. Ya nos conocemos lo suficiente como para saber de qué manera nos afectan las cosas, cómo reacciona nuestro cuerpo. Este conocimiento nos permite comenzar a manejar estos cambios y dominarlos más fácilmente, no dejando que las cosas nos perturben como solía suceder anteriormente. Vamos a prepararnos bien en estas tres semanas ya que en este punto la vida comenzará a probarnos. Así le llamo yo, ya que siempre que progresamos en nuestra superación, se produce alguna circunstancia, viene algo o alguien que quiere sacarnos de nuestro ritmo. Y es aquí, en este momento, donde debemos pasar la prueba y demostrar lo que hemos aprendido. Debemos tener la fortaleza suficiente para salir adelante airosos y victoriosos de todas las pruebas que la vida nos ponga. No sólo habrá una primera prueba, muchas otras vendrán y deberemos tener la suficiente fuerza como para vencer todos los obstáculos que se nos presenten. Cómo alguien dijo en una ocasión: “el Cielo se toma por asalto, y sólo los valientes pueden tomarlo”. Esto significa que a la hora de enfrentarse a las pruebas de la vida sobra la mística, los golpes de pecho y las lamentaciones por los fracasos. Lo que hay que hacer cuando uno está caído es levantarse inmediatamente, corregir dentro de sí aquello que le ha llevado a fracasar y volver a ese campo de batalla que es la vida, en espera de la siguiente prueba. El siguiente ejercicio es para guiarnos en este paso por si todavía no nos conocemos lo suficiente. 11 Semana El porqué Porqué me enojo Las Causas Hay algo especial que hagan los demás que me moleste Escribir 10 cosas que me molesten 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Cosas importantes que me hagan enojar, ej. No poder pagar la hipoteca de la casa 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Me enojo por cosas pequeñas o por cosas grandes En qué parte del cuerpo reflejo mi enojo y como lo reflejo Estómago; gastritis ulcera diarrea acidez Corazón: taquicardia, baja o alta de presión opresión. Cabeza: simple dolor o migraña Cuando tengo miedo en donde se refleja: Estómago cabeza corazón Cuando estoy feliz, en donde se refleja: Estomago cabeza corazón Cuando estoy emocionado y enamorado, en donde se refleja, cara estomago cabeza corazón Cuando estoy con mi pareja, como me siento Bien, mal, regular fatal o me molesta terriblemente Cómo me siento cuando me pongo aprueba Bien, mal, regular, fatal me molesta terriblemente Cómo me siento cuando me ponen a prueba Bien, mal, regular, fatal, me molesta terriblemente Semana 13 Preparémonos para el primer día de ejercicio. Escogeremos 3 cosas que deseemos cambiar: alimentación, alcohol, actitudes, fumar, conducta, egoísmo. Comienza preguntándote: ¿cuál es la razón por la que quieres cambiar estas tres cosas? Recuerda: estos solamente son ejemplos sencillos de lo que puedes cambiar, estos son egos que todos tenemos y que son perjudiciales, como lo son el resto de egos, pero que en esta ocasión nos van a servir para comenzar este ejercicio llamado “cazadores de egos”. Obviamente esto es tan sólo el inicio del inicio, un primer nivel (tipo Pac Man). Tú decides lo que vas a cambiar, es decir la dificultad del “juego” que vas a comenzar. Tú decides lo que vas a trabajar, es decir las horas que le vas a dedicar para ganar este juego, el tiempo que te vas a poner de plazo. Si en el juego son 10 horas para pasar todos los niveles de Pac Man, pues ¿en cuánto tiempo vas a ganar tú este juego? Esa es tu decisión; ese es tu ritmo, que ya conoces; esa es tu fuerza de voluntad, que también conoces… así que no hay nada que no puedas hacer. Recuerda que no siempre lo más importante es lo más urgente, ni lo más urgente lo más importante. Si tienes esto en cuenta te será de gran utilidad para elegir qué es lo que deseas cambiar y comenzar por ahí. Claro, si tu matrimonio se está desmoronando por tu forma de beber pues… lo importante y lo urgente van de la mano ¿verdad?, pero si tienes que pagar la colegiatura de tu hijo o la hipoteca de la casa, la situación cambia. El hecho es que los bancos no perdonan y es el patrimonio y el techo de tu familia lo que está en juego. Obviamente la colegiatura puede esperar unos días más pero también habrá que pagarla. Recuerda: debes saber manejar prioridades y tomar tus decisiones en base a ellas. Apúntalas para evitar olvidar las cosas y que esto no retrase tus planes y pégala en el refrigerador, así estarás obligado a verla. Aquí tienes un ejemplo real: Me cambie de ciudad hace muy poco y viaje sumamente ligera. Tanto es así que tengo que volver a poner casa, y mi lista de prioridades está pegada en la puerta de entrada por la parte de atrás. Mi lista es esta 1.- Un refrigerador. 2.- 2 banquitos para la barrita del desayunador. 3.-Una porta garrafón de cerámica o uno eléctrico que ya vi… Lo decidiré en su momento. 4.-Una sala bonita (si sigo dando clases, será una mesa según mi actividad en esos momentos). 5.- Una lavadora de ropa. En mi caso es más necesaria la sala que la lavadora de ropa por la cantidad de personas que recibo. De ahí que la lavadora pueda esperar. Además la lavandería está aquí abajo… Semana 14 Aquí les adjunto una especie de horario para que ustedes lo vayan llenando con las 3 actividades que decidieron trabajar. Hay que ser conscientes de qué hacemos y del por qué lo hacemos. Lunes Martes Miércoles Tipo de comida hora Hambre o antojo Jueves Viernes Sábado Domingo Notas adicionales ¿NECESIDAD, ANTOJO O CODICIA? En el curso para negocios algunas personas me preguntan qué compran primero, si la casa o el auto. Entonces dependiendo de su situación y recursos, hacemos un análisis y resolvemos el problema. Esto también lo podemos hacer como ejercicio, es decir ver por qué compramos, es decir analizar si es por necesidad o por antojo. Así sabremos si debemos gastar o no ese dinero y tomaremos la decisión de qué comprar. De igual manera a cómo hacemos inversiones o gastos de dinero, también lo hacemos de energía De esta forma creamos diferentes tipos de energía y vibración en nuestro cuerpo, así que comenzaremos con el cuerpo físico que es el que vemos y estamos conociendo. En algún momento de mi vida yo solía fumar y tomar socialmente, sin exageraciones pero un vino no me lo negaba, lo hacía y me gustaba. En una ocasión mi Maestro me comento muy sutilmente que debería dejarlo, a lo cual yo le conteste que no lo haría. Acto seguido él se rió más fuerte y se alejó. Al cabo de un año, yo ya no fumaba ni bebía, y, sin embargo, yo no hice conciencia de esto hasta que me lo hicieron notar. La realidad es que me sentía terriblemente mal después de fumar y de beber. Al mismo tiempo me di cuenta que podía subir a mi oficina en el 7º piso por las escaleras y que no pasaba nada, cuando antes era un impedimento para mí, era algo realmente difícil y prefería quedarme a trabajar en la cafetería que subir a la oficina. ¿Quién ganó? Los dos ganamos. Él porque sabía lo que iba a pasar y me lo pidió seguramente para ver qué tan aferrada estaba a mi personalidad, y yo porque mejore mucho mi calidad de vida. Volvamos al ritmo de cada persona y a sus necesidades. Estos ejercicios sirven para todos aunque algunos obtendrán resultados antes a otros después. Es el ritmo y la dedicación de cada quien lo que hará la diferencia. Con este ejercicio de la comida podremos descubrir un tipo de ritmo personal, el cual es básico y muy importante ya que no todos comemos tres veces al día. Yo por ejemplo como cinco, poquito en cada ocasión pero como cinco veces al día: desayuno, almuerzo, comida merienda y cena. Tener este ritmo me ha costado mucho por los diferentes tipos de trabajo que realizo pero todo se puede lograr siempre si uno se lo propone. Antes de hablar del deber ser con respecto a los demás, es necesario que lo hagamos con nosotros mismos. No podemos dar algo que no tenemos, ni ser algo que no somos. Como aquí todos mis alumnos desean tener un carro, pongamos esto como ejemplo Semana 15 ¿Tiene todo lo que necesita? Trabaja SI / NO Cuánto gana mensualmente Tiene ahorros Por qué no tiene ahorros Si los tiene cuanto ahorra usted al mes Cuáles son sus gastos fijos Comida Ropa Salidas Pareja Luz Agua Renta Etc… Puede ahorrar 200 usa mensuales para el mantenimiento del auto ¿Qué clase de carro puedo comprar con el dinero que tengo sin endeudarme? Es necesario cambiar nuestros hábitos cuando se quiere realizar algo por encima de nuestras posibilidades actuales. Semanas 16 y 17 Hacer una lista con nuestras prioridades sin descuidar lo que estamos trabajando en nosotros. Semana 18 Relacionar nuestras necesidades con nuestros egresos: dinero que gastamos, puede ser energía también, o favores que hacemos. Semana 19 Ver la coherencia de nuestros gastos. Esta vez nuestra economía va a marchar bien y esto es porque cada vez que vayamos a comprar algo, previamente nos vamos a preguntar si realmente lo necesitamos, si es un antojo por puro placer o incluso si es por codicia, entendiendo por codicia un deseo vehemente de algunas cosas buenas. De esta forma dejaremos de decir que el dinero no alcanza para nada, claro que alcanza si nosotros no lo sabemos administrar. Recuerden que estamos partiendo de no tener absolutamente nada. Una vez que tengamos unos pocos ahorros decidiremos qué hacer con ellos. Por lo pronto ya sabemos que somos capaces de ahorrar, así que regálese una comida en el mejor de los restaurantes cuando tenga ahorrada por lo menos siete veces la cantidad que se va a gastar, para que así no pase nada con su economía si subiese más la cuenta. Ya sabemos más de nosotros, como somos, como reaccionamos y como pensamos. Ya sabemos que podemos hacer y, sobre todo, que logramos lo que nos proponemos porque nos hemos probado. APRENDIENDO A VIVIR DE FORMA CONSCIENTE Semana 20 Esta semana vamos a esforzarnos por vivir de forma consciente y lo intentaremos durante una hora. Ya deberíamos poder hacerlo por lo que nos propondremos vivir el día a día como si fuera el último día de nuestra vida. Vamos a vivir el “solo por hoy”. Elegiremos una hora y trataremos de ser conscientes en cada minuto de esa hora. Poco a poco serán dos, luego tres, y así hasta lograr vivir conscientemente casi las 24 horas. Si, aun por la noche, estando descansando, ya que es ahí en donde comienza lo bueno. Al principio habrá momentos en los que sintamos que el tiempo pasa demasiado lento, y otros en los que pasa muy rápido. Esto es parte de nuestra experiencia del ritmo, de nuestro ritmo. Llegará un momento en el que comenzaremos a manejar otro concepto de tiempo, comenzaremos a sentir cosas nuevas y a experimentar sensaciones totalmente diferentes, nuevas, porque hemos logrado otro tipo de percepción. En realidad, cuando de verdad se vive conscientemente de forma permanente, se sale del tiempo. El eterno presente es así, atemporal. EL CENTRO EMOCIONAL: ESTUDIANDO LOS SENTIMIENTOS Semana 21 El centro emocional está representado por el corazón, está localizado en medio del pecho y a través de él se expresan los sentimientos. El centro emocional no es físico, no se puede ver pero existe. A través de él se expresan los afectos, los amores, las desilusiones…. Recordemos que, al igual que existen las emociones superiores, que brotan de la conciencia y del Ser, también existen las emociones inferiores que no son otra cosa que la manifestación de nuestros egos o yoes a través del centro emocional. Por eso necesitamos no sólo discernir qué clase de emociones nos embargan en un momento dado, sino también observar como reaccionamos emocionalmente ante las diferentes circunstancias de la vida. En realidad los egos que se manifiestan a través del centro emocional son los más difíciles de percibir y de controlar. Es más “fácil” (entre comillas lo de fácil, porque en este terreno nada lo es) observar y separarse de un ego que utiliza nuestra mente produciendo determinados pensamientos, considerándolo como un intruso que debemos eliminar, que observar y separarse de una emoción. Normalmente consideramos a las emociones como parte de nosotros mismos y ni nos planteamos siquiera separarnos de ellas. Y ese es nuestro error, porque la inmensa mayoría de nuestras emociones tienen como origen a uno de los muchos “yoes” o egos que tenemos y que en esos momentos utiliza nuestro centro emocional para manifestarse. Y por cierto para robustecerse también si nos identificamos con él. El plexo solar y el centro emocional van muy unidos, son como un receptor y su antena. A la hora de observar nuestras emociones deberemos hacernos conscientes del lugar donde las sentimos. Necesitamos mucha fuerza de voluntad para trabajar los sentimientos que proceden del ego. Tendremos que hacer un gran esfuerzo para percibirlos de instante en instante, justo cuando comienzan a manifestarse en nosotros, pues nadie puede hacer frente a algo que no se ve. Una vez que vemos un sentimiento en acción estaremos en disposición e independizarnos de él, de separarnos, de evitar que siga condicionando nuestra vida y robándonos energía. Esto, que se explica tan fácilmente, se convierte en algo muy difícil cuando se trata de llevarlo al terreno de los hechos. Necesitamos conocer nuestros sentimientos porque son propios y únicos. Debemos tener conciencia de la intensidad de estos, y saber cómo controlarlos e independizarnos de ellos. En caso contrario siempre seremos víctimas indefensas de aquello que pensamos y sentimos. Convirtámonos en conocedores de lo que sentimos y controlemos esos sentimientos de la mejor manera porque algunos de ellos como la angustia, el miedo, el orgullo herido, la ira, los ataques de envidia o el odio cuando salen con toda su fuerza, físicamente pueden llevarnos a la enfermedad y psicológicamente a vivir en un auténtico infierno. Otra cosa muy distinta son los sentimientos que no pertenecen al ego, sino que son manifestaciones de la Conciencia humana, del Ser en nosotros. Esos sentimientos se distinguen de los anteriores por la calidad del estado interior que dejan y deben ser cultivados. Sentimientos de este tipo son el verdadero amor, el estado que produce en nosotros una música clásica sublime, la compasión, la calidad, el deseo de buscar al Ser, la mística auténtica, etc., etc. MEDITACIÓN Semana 22 Meditación: El amor es lo más grande que existe en todo el universo. Dios mismo es amor. El Ser es la luz y el amor. Allí donde se manifieste el Ser todo es amor. Soy parte del Ser y comienzo a reflejar el amor el día de hoy. El amor universal se expresa a través de mí. OBSERVANDO NUESTRO INTERIOR EN LA INACTIVIDAD Semana 23 Ya hablamos anteriormente de la mente del hombre contemporáneo. Dijimos que la mente humana se encuentra en estado de involución, en completo desorden. Nuestra mente es utilizada por todos los “yoes” o egos que tenemos quienes la aprovechan para proyectar sus propios pensamientos. Por eso decimos que existen miles de mentes, porque cada ego tiene la suya. Y no sólo sucede en la mente, lo mismo ocurre con el centro emocional, con nuestros hábitos, con la palabra, etc. Somos como marionetas, seres dormidos que caminamos por la faz de la Tierra sin saber nada de nosotros mismos. Por eso es necesario despertar, volvernos conscientes de todo cuanto ocurre en nuestro interior para así poder independizarnos de ello. Por esta razón, esta semana propondremos un ejercicio que nos permitirá darnos cuenta del estado en el que nos encontramos. Dicho ejercicio consiste en observar detenidamente lo que pasa en nuestra mente, sentados cómodamente en un sillón. ¿Cómo lo haremos? Muy fácil: adoptamos una postura cómoda, cerramos los ojos y durante unos 20 minutos nos dedicamos a vigilar, a observar los pensamientos que llegan a la mente. No se trata de pensar, sino de observar lo que llega a la mente. Imaginemos que una persona quiere ver desde fuera de una casa lo que pasa dentro. Entonces se acerca a la venta y, pegado al cristal, fija su vista en lo que ocurre dentro, se queda observando para enterarse bien lo que sucede. Esa misma actitud de observación es la que debemos adoptar nosotros con nuestra mente, simplemente quedarnos quietos observando lo que dice, las ocurrencias que vienen a ella. Entonces veremos pasar ante nosotros pensamientos desordenados e inconexos, ideas, recuerdos del ayer, cosas que tenemos que hacer mañana, planes, proyectos… Tal vez a alguno de nuestros egos le haya gustado la canción que escucho el día anterior, el anuncio de televisión y lo repite continuamente en la mente, etc., etc. Todo esto es lo que debe ser observado, sin hacer nada más. Cuando en la inactividad (sentados en casa) nos ejercitamos en espiar a nuestra propia mente, vamos desarrollando la capacidad de autoobservación y podremos aplicarla mejor en la vida diaria, en la actividad, porque en la vida diaria es cuando más pendientes de nosotros mismos debemos estar. Así, trabajando todos los días para no identificarnos con nuestro ego nos acercaremos progresivamente a nuestro Ser y eso será un gran paso para nuestra estabilidad. EJERCITANDO EL DESAPEGO Semana 24 Esta semana toca ejercitarnos en el desapego, con la capacidad de dar, de desprenderse de cosas, sin que esto produzca dolor en nuestro interior. Como ejercicio vamos a proponernos dar, aprender a desprendernos gradualmente de algo a lo que sintamos apego. En estos momentos ya debemos tener algo que dar, algo que sea real y no una ilusión de nuestra personalidad, y eso es lo que debemos hacer. Comencemos por regalar sonrisas, abrazos, helados, lo que sea. Y procuremos que no sea un “dar” mecánico, inconsciente, que no sea dar por el simple hecho de dar, sino sintiendo una gran satisfacción. Poco a poco iremos profundizando en este ejercicio, hasta llegar a dar algo de lo que nos duela desprendernos. Una vez que llegue ese momento es cuando comenzaremos a trabajar con el desapego. Observaremos ese “dolor”, esa resistencia a querer dar eso, y así conoceremos más el apego. Luego hagamos lo contrario de lo que ese ego de apego quiere: si me duele dar mi helado de fresa pero mi hija lo quiere, pues adiós helado de fresa. Este es un ejemplo muy sencillo pero la vida nos ira poniendo pruebas muy difíciles en este sentido así que es bueno comenzar por cosas sencillas. No debemos olvidar que siempre es necesario dar con buenas intenciones. REIR Y SONREIR: COSTUMBRES SANAS. Semana 25 Esta semana vamos a proponer un ejercicio más amable. Saltemos de la cama y regalémonos una gran sonrisa frente al espejo. ¿Ya estamos en el espejo? Ahora veamos quien es esa persona que aparece ahí frente a nosotros. Reconozcamos nuestra imagen y riámonos de nosotros mismos. Este ejercicio tiene dos objetivos: el primero es saber si somos capaces de hacerlo, de reírnos de nosotros mismos, y el segundo es amanecer con una sonrisa en los labios, sintiéndonos felices por tener la oportunidad de seguir vivos. Si logramos esos dos objetivos estaremos cambiando prácticamente todo a nuestro alrededor: la calidad de nuestros comentarios, nuestros puntos de vista y, sobre todo, el amor y la perfección con los que hacemos cada cosa. Valoraremos más lo que es el amor, la paz y el tiempo para nosotros. Así que hagamos este ejercicio esta semana y veamos qué pasa. Lunes ¿Qué refleja mi cara en el espejo? Qué necesito para reflejar lo que quiero Martes ¿Qué refleja mi cuerpo? ¿Qué necesito para reflejar lo que quiero? (ejercicio, dieta… lo que sea necesario) Miércoles ¿Qué refleja mi cabello? ¿Qué necesito hacer para reflejar lo que quiero? Jueves ¿Qué refleja mi mirada? ¿Qué necesito hacer para que refleje lo que quiero? Viernes ¿Ha cambiado mi cara desde el lunes al día de hoy? Seguridad y amor nos hacen vernos más jóvenes Sábado Analicen los cambios de esta semana Alimentos Físicos Domingo Descansen, otórguense un regalo que bien merecido lo tienen y ya también tienen los medios para hacerlo. Notas Personales RECAPITULANDO LO APRENDIDO Semanas 26 y 27 A lo largo de este tiempo hemos aprendido algo más sobre nosotros y por eso estas semanas las vamos a tomar un poco relajadas. Hemos avanzado en algunos aspectos del auto-conocimiento y ya sabemos que existe nuestro Ser, que nunca nos deja abajo. Básicamente tenemos el impulso nato de seguir la técnica del melatismo. Únicamente cuando interviene nuestra mente es cuando nos equivocamos y muy posiblemente ya somos conscientes de eso, así que estamos en ese proceso de dejar de pensar y acercarnos más a nuestro Ser. Con los cuestionarios no solamente hemos seguido el curso sino que, lo más importante, sabremos si hemos hecho las cosas bien. De ser así habrá cambios notorios y este aprendizaje se verá reflejado en la vida real y dará una vuelta total al mundo que hasta ahora conocemos. El principio básico de la formación explicada en este libro es el respeto a los demás, ya que antes hemos aprendido a respetarnos a nosotros mismos. Y cuando digo “respeto por los demás” me refiero a cualquier ser vivo. Respecto a la libertad, cada persona es libre de hacer y sentir lo que desee en esta vida aunque, lamentablemente, las reglas y las normas coarten en ocasiones esta libertad. Sin embargo hablamos de otra libertad bien diferente, la auténtica, la que se consigue con la eliminación de nuestros defectos y errores, de nuestro ego. Si hablamos de lo que es crear diremos que la creación aparece cuando nuestra conciencia y el Ser se expresan. Por eso la auténtica creatividad no aparece hasta que los egos dejan de manifestarse. Identificarse con alguien y copiar o adoptar algo de esa persona no es creatividad, a eso se le llama refrito, copia. La creatividad aparece en el silencio mental, es original, es única, es verdadera, pues nace de nuestro Ser, y eso se sabe porque tiene rasgos característicos que son inconfundibles. La auténtica creatividad nos aporta un determinado peso específico que se consolida con el paso del tiempo. Por todo lo anterior, decir que somos libres de crear nuestro mundo es algo bastante atrevido, y solamente se podrá lograr a medida que dejemos el ego atrás. Por tanto, cuando decimos “crear nuestro mundo” lo hacemos de forma coloquial, pues dependiendo del nivel de Ser que tengamos veremos qué tan creativos y libres somos y lo que podremos llegar a ser. Es necesario saber que mientras más sepamos, más pacientes y condescendientes seremos y mejor manejaremos las situaciones que se nos presenten, al menos eso es lo que dicen. Yo creo que cuando uno es consciente, debe saber retirarse a tiempo y dejar atrás a las personas que hacen ruido y simplemente están ahí para robarle su energía, a menos que por libre albedrío decida usted ponerse esa prueba para saber hasta dónde puede llegar, o utilizar esas circunstancias para descubrir más egos en su interior, egos que tal vez permanecían más sumergidos y que afloran en circunstancias más extremas o especiales. Siempre que hay un tirano cerca, hay que aprovecharlo para seguir jugando nuestro juego favorito, el de “cazadores de egos”. Hay que recordar siempre que “no hay que darle margaritas a los cerdos, ya que no las saben apreciar” Ya sabemos que todo conocimiento implica responsabilidad. También sabemos cómo actuamos y qué es lo que nos mueve a actuar así. De ahí que si nos va mal es porque hemos actuado mal, con malas intenciones, y si nos va bien simplemente sigamos adelante porque ese es el camino que debemos de seguir. Nadie es responsable de lo que nos pasa y esto es algo que debemos tener totalmente claro. Nosotros somos los únicos responsables de todo cuanto hacemos y de todo cuanto nos ocurre, y los únicos que podemos salir adelante en cada momento de nuestra vida. De nosotros depende nuestra vida y nuestro mundo, de nadie más. En esta vida todos tenemos una misión y un libre albedrío, y dependerá de nosotros alcanzar nuestras metas. Por ello es necesario que cada día que pasa nos exijamos un poco más que el día anterior, de esa forma iremos logrando un poco más de libertad, de esa de la que realmente nos hace libres. Recibir jamás es primero que dar. Lo primero siempre será dar y ya después de haber dado se podrá comenzar a recibir, Así, por ejemplo, a partir de que tu sonrías, la vida comenzará a sonreírte a ti también. Otro punto muy importante a recordar es que el éxito viene antes que el trabajo sólo en el diccionario. Hasta aquí ustedes ya han llegado muy lejos, pero aún hay mucho más que recorrer, así que vayamos a por el éxito. Aquí les entrego unas reglas que, en lo personal, me han sido de gran utilidad en este camino. Estas fueron dadas por mi abuela, mi padre y mi tío. Y también por algunas personas con las que he convivido muy de cerca y que me hicieron aprender de mi misma por lo egoístas que fueron, por su tiranía. Para mí, han sido de gran utilidad en este camino llamado vida. 1.-Jamás esperes a que alguien te pida ayuda, bríndala antes. 2.- Cada vez que se abre un círculo, hay que cerrarlo. Es decir no hay que dejar relaciones a medias, negocios a medias, nada a medias, pues estaría llamado a regresar hasta que se cierre de una u otra manera. Y si nosotros estamos ya en el camino, con toda esta instrucción, debemos cerrar el círculo con amor y desapego, dejando fluir al Ser y olvidando cualquier malentendido o cualquier amor. 3.-No ceses de trabajar hasta alcanzar tu libertad, me refiero a aquella que se obtiene después de habernos despojado de los egos, los diferentes yoes que habitan en nosotros. 4.-Es necesario hacer siempre lo que se dice y callar aquello que se hace. 5.-Piensa con el corazón y siente con la cabeza. El balance entre estas dos te llevará muy lejos, pues eso significa que tu Ser ya está tomando las decisiones por ti. Si deseas seguir este camino, comencemos ya. Busca y encontraras, pide y se te dará… QUÉ ES METAFISICA. Metafísica significa algo que existe pero que no se ve, y sin embargo sí podemos ver sus efectos o resultados. La metafísica estudia lo invisible, que no tiene forma, los aspectos de la realidad que son inaccesibles a los sentidos físicos. De hecho, en este libro ya hemos comenzado a trabajar con este conocimiento y seguiremos haciéndolo pero, aun habiendo muchísima literatura sobre este tema, seguiré con la única forma que me ha dado resultado, y esta es la práctica. Conviene recordar que con la práctica no todas las personas van a obtener los mismos resultados, aunque todos los obtendrán, todo dependerá de su esfuerzo, tenacidad y constancia. Recuerda que cada quien es único. Cuando hablamos del cuerpo físico, estamos haciendo mención de algo que podemos ver y tocar, y por tanto es algo que conocemos. Sin embargo, las energías del universo, los cuerpos superiores, la manifestación del ego, etc., son cosas no perceptibles para los sentidos físicos, lo cual no implica que no existan. Cuando hablamos de todo ello estamos desenvolviéndonos en el terreno de la metafísica. En metafísica existen muchos ejercicios para experimentar con aquello que es “invisible” a los sentidos. Por ejemplo, ya explicamos anteriormente lo que es la transmutación de las fuerzas cósmicas. Otra técnica para cargarse de energías cada mañana es la de ponerse frente al sol, con sus primeros rayos, e imaginar como la energía que nos llega recarga nuestro organismo, hasta sentirnos totalmente bien, contentos y llenos de esa energía. Mediante la metafísica procuramos alcanzar la felicidad, comprendernos a nosotros mismos y conocer las leyes que rigen la vida. ANALIZANDO LOS SUFRIMIENTOS. EL PERDÓN. Abordamos ahora el tema de los sufrimientos, un aspecto de nuestro interior que es muy importante comprenderlo bien para progresar en la búsqueda de nuestro Ser. La verdad es esta: todas las personas pueden sacrificar algo en un momento dado, desprenderse de sus pertenencias, renunciar al trabajo, a la casa donde viven, etc. pero, por muy extraño que parezca, muy raros son aquellos que están dispuestos a renunciar a sus propios sufrimientos. Los sufrimientos nos acompañan siempre a lo largo de nuestra vida, nos gusta exhibirlos, narrarlos a los demás, engalanarlos con bellas palabras, tal vez en espera de un reconocimiento por haber sufrido tanto o quizá con la intención de provocar sentimientos de compasión. Lo cierto es que casi nadie quiere renunciar a los sufrimientos pasados. Vuelve el emigrante a su vieja ciudad después de haber pasado 30 años trabajando en un país extraño y sólo narra lo dura que fue la vida con él, la esposa abandonada cuenta a todo el mundo lo mal que se encuentra, el que estuvo en el hospital largo tiempo se complace en recordarle a todo el mundo lo que padeció con aquella enfermedad, etc. Tanto nos gusta recordar nuestros sufrimientos que a veces los convertimos en canción; sí, en una historia aburridora que contamos aquí y allá. Nos gusta cargar a cuestas con todos los dolores pasados. Esta es una conducta humana que debemos cambiar porque para llegar al Ser es absolutamente necesario sacrificar hasta el último de los sufrimientos. Como ejercicio vamos a comenzar a depurar las cosas que nos han herido en nuestra vida. Para ello haremos una lista de 20 cosas que nos duelan o que nos hagan sufrir y de igual manera escribiremos las respuestas que nos hubiera gustado dar en un momento dado. Desde este momento comenzaremos a trabajar en el perdón, ya que lo más importante es elevar nuestro sentido del amor, nuestra auto estima y comenzar a sentirnos bien con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea. A esto dedicaremos las siguientes semanas, aunque si necesitamos más tiempo deberemos emplear el que sea necesario. Recuerden que cada quien tiene su ritmo, lo único que no debemos hacer es continuar nuestra vida cargando con sentimientos negativos hacia nosotros o hacia los demás. Comencemos por lo que nos cause más dolor, lo más pesado, lo que lleve más tiempo en nosotros. Se requiere mucha dedicación y honestidad para realizar este ejercicio y por eso lo retomaremos día tras día hasta que finalmente abandonemos ese dolor, lo superemos, lo entendamos. Y si no llegamos a entenderlo, al menos deberemos ser capaces de soltarlo. Es necesario dejarlo ir y así tener espacio para las cosas nuevas que nos depara la vida, tal como lo hicimos con nuestra casa cuando la limpiamos, pusimos cada cosa en su lugar y dejamos un lugar para cada cosa. Ahora lo vamos a hacer de la misma forma con nuestra alma, corazoncito, o como queramos llamarle. Es necesario sacar de nosotros todo aquello que no nos sirve, llenarlo con lo que queremos, y no dejar entrar lo que nos haga sufrir, nos duela o nos inquiete. Este ejercicio es sumamente importante, ya que partiendo de aquí es que podremos comenzar a sentir un poco de paz, aceptación y amor por nosotros mismos. Todo eso que hemos buscado y no sabíamos cómo encontrarlo. Semana 30 Lista de 20 cosas que nos duelen (Comenzaremos a enumerarlas desde que tenemos memoria, hasta nuestros días) Acciones Tiempo dentro de nosotros 1.2.3.4.5.6.7.9.9.10.11.1213.14.15.16.17.18.19.20.- Ahora colocaremos las acciones en grupos dependiendo del sentimiento que nos ocasionan, es decir, pondremos todas las acciones que nos causan dolor juntas, las que nos causan sentimiento de injusticia juntas, y así sucesivamente. Vamos a manejar los sentimientos básicos y tratar de encuadrar ahí nuestro sentir. Si no es posible hacer esto pues se manejará aparte. Esto es solamente una ayuda. Como cada persona es diferente, también sentirá diferente. Sin embargo, el presente ejercicio ayudará a todos. Acción 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 Sentimiento 20 Semana 31 Ahora juntaremos los sentimientos en grupos Dolor: Odio: Miedo: Injusticia: Inseguridad: Trabajaremos ahora en aquellas cosas que hemos hecho “por el bien de otros” y cuyo resultado no ha sido el esperado, ya sea porque causaron problemas a otras personas o a nosotros mismos, con los consiguientes reproches de la gente que nos rodea. Cuando una cosa así nos sucede, lo primero que deberíamos hacer es hablar con la persona a la que quisimos ayudar y explicarle nuestra actitud. Este ejercicio está pensado para cuando los resultados de nuestras acciones no hayan sido buenos, o lo suficientemente buenos, a pesar de que se llevaron a cabo con los mejores sentimientos e intenciones. Cuando exista la imposibilidad de hablar con esa persona físicamente, debemos dedicar unos minutos en nuestra meditación para “hablar” con ella, imaginándonos y visualizando la plática como si estuviéramos en su presencia, procurando que le llegue nuestro sentir y honestidad. Recuerden que imaginar es ver y envíen una gran cantidad de amor para así cerrar este círculo. Esto nos ayudará a sentirnos mejor, y estén seguros de que esta persona apreciará esta gran acción y sentimiento de amor. No lo duden, solo háganlo. 1.2 3 4 5 Notas personales: Ahora vamos a analizar los sentimientos que por alguna razón nos hacen sentir menos. Sentimientos Razón por la que nos sentimos menos 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Llegados a este punto ya tenemos gran parte de nuestro sufrimiento analizado, puesto sobre la mesa y por tanto deben existir muy pocas cosas que se nos escapen de las manos. A partir de aquí, la mitad del día trabajaremos con ellas. Lo primero es perdonarnos a nosotros mismos y luego, el resto del día, nos daremos algo que nos ayude a tener amor, paz y armonía. Esto equivale a aquello de poner las cosas en su lugar en nuestra casa, con los adornos que nos gustan. De la misma forma vamos a llenar nuestro espíritu de algo que nos haga crecer y que nos haga falta. A partir de aquí ya debemos ser capaces de analizar y decidir si aceptamos las “etiquetas” que los demás nos ponen, o si simplemente las rechazamos y continuamos con nuestra vida. Que nos duele y por qué Regalo de amor Hecho todo lo anterior, a partir de ese momento es necesario que llenemos nuestros corazones con buenos sentimientos. Esto lo podemos hacer muy bien pues conocemos lo que nos duele y lo que nos hace felices. Podemos decidir lo que aceptamos en nuestras vidas y lo que no aceptamos. Hemos comprendido que nosotros somos lo primero y que podemos tener lo que deseamos sin necesidad de herir a otros. BUSQUEDA Y RESPUESTA Semana 32 Esta semana vamos a cicatrizar nuestras heridas, a darnos los alicientes necesarios para volver a vivir, para conocer la vida de otra manera y llenarla con los sentimientos que necesitamos y deseamos. No vamos a buscar en otros, simplemente hallaremos esos sentimientos en la naturaleza, en el amanecer, en las flores, los pájaros y los árboles. Si es necesario podemos ir al campo y sentir la naturaleza, y así nos daremos cuenta que si existen maravillas dentro de nosotros también las hay a nuestro alrededor. Nunca debemos poner nuestra seguridad y amor en manos de otros. Necesitamos encontrarnos a nosotros mismos antes de comenzar cualquier relación con otra persona. Esto es ineludible para saber compartir. Recordemos que si no tenemos nada para ofrecer, nada podremos compartir. Y compartir lo feo, o buscar a alguien para obtener beneficios y no dar nada a cambio, pues es peor que no tener nada que dar. Se hace necesario encontrar salgamos solos adelante. nuestro centro. Llenémonos de amor y Regalos que nos vamos a dar esta semana Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo Nunca debemos pensar que la paz es letargo o estancamiento; al contrario, es acción, es productividad. Y si hay paz en nosotros, obtendremos todas las satisfacciones que buscamos, ya sean físicas o espirituales. Por lo tanto ya pasó nuestra época de luto y de dolor, la primera de las muchas que vendrán. Por eso hay que ir profundizando cada vez más sobre lo mismo, pero ya estamos medianamente listos para seguir con el trabajo duro. Esta semana organizaremos nuestras vidas, nuestro presente y, por lógica, nuestro futuro. Debemos saber muy bien lo que queremos ya que lo que hagamos en el presente repercutirá ineludiblemente en ese futuro. Escribiremos 10 cosas que queramos obtener este próximo año. Que quiero obtener 1 2 3 En cuanto tiempo 4 5 6 7 8 9 10 Recuerden que fundamentalmente esto se refiere cosas que beneficien a nuestro desarrollo interior, destinadas a acercarnos más al Ser, pero también, por qué no, a algo que deseemos en el plano material. PRIORIZANDO LO QUE QUEREMOS Semanas 33 y 34 En esta semana comenzaremos a definir qué es lo que queremos tener, en orden de importancia. Por ejemplo, si lo que quiero tener es más constancia, entonces previamente debería ser más organizado, establecer un horario de tal forma que me permita hacer las tareas en orden; si lo que deseo es dar más amor, debo primero hacerme consciente de que soy un enojón, que debo actuar conscientemente en cada uno de mis actos para dejar de serlo y llenar ese enojo con amor; de igual manera si quiero una vajilla nueva, necesito antes un lugar en la alacena donde poder guardarla, etc. Hay ocasiones en las que queremos tener algo que definitivamente no puede ser pero somos tan tercos que no lo vemos, así que éste es un añadido a la técnica del melatismo. En lo personal, cada vez que yo quiero algo simplemente pregunto si me conviene o no, y eso se lo pregunto a mí Ser. Pero siempre pido que me responda porque necesito saber qué hacer. Como yo era demasiado terca, siempre pedía tres muestras físicas, o sea que me dijeran por tres medios diferentes y con señales especificas si eso que yo quería para mí era bueno o no. Debo decir que finalmente siempre obtenía las respuestas. Claro está, que cuando se pide una respuesta al Ser y se nos da, lo que debemos hacer es actuar inmediatamente sin pasarla por la mente, porque la mente es guarida del ego y siempre obstaculiza o destruye lo que viene del Ser. En mi caso, no siempre hacía caso a las respuestas, y así me iba… Así que cuando se pide ayuda al Ser hay que actuar siempre obedeciendo a esa respuesta. Si no lo van a hacer así, mejor no pregunten, no pidan pruebas físicas. ¿Qué es lo que quiero? 1ª señal si / no 2ª señal si/no 3ª señal si/no 1 2 3 4 5 Es muy importante apelar siempre a nuestro Ser ante cualquier dificultad que tengamos, ante cualquier decisión que sea difícil para nosotros, ante cualquier problema que sobrevenga, etc. Esto nos alejara de la lectura de las cartas, de la lectura de manos y de todo aquello que de una u otra forma dependa de terceros y que podría conducirnos muy fácilmente al error. La respuesta siempre la tenemos dentro de nosotros mismos, y siempre es mejor apelar a nuestro Ser que a personas externas. Las respuestas que vienen del Ser son siempre lo mejor para nosotros, para nuestro progreso interno, aunque alguna vez no entendamos el por qué o no lleguemos a ver el alcance de las mismas. Esto es muy normal que suceda porque nosotros tenemos todavía el ego muy robusto y muy poca conciencia libre. Hay algo más en esta forma de actuar, y muy importante, y es que cuando uno apela a su Ser ante cualquier cosa en la vida, también se acerca más a Él. Y El Ser permanece más cercano también. “Así como los hombres vienen a mí, así voy yo a ellos”. El acercamiento definitivo al Ser es lo mejor que nos puede pasar en esta vida. Es entonces cuando podemos decir que la hemos aprovechado. Cuando el Ser se aleja, el hijo siempre cae en desgracia. TOMANDO DECISIONES Semana 35 Basados en las respuestas obtenidas, comenzaremos a tomar decisiones, a programar lógicamente la llegada de lo que estamos pidiendo. Esta práctica comienza por ser realista. Es necesario ejercer la libertad que tenemos, utilizarla en orden y para nuestro bien. Esto es lo más importante ahora. Hagamos aquello que nos dé felicidad y no nos dejemos intimidar por lo que nos diga la gente. Se trata de nuestra vida y de nuestras circunstancias y no de las de los demás. Habiendo hecho ya el ejercicio anterior, vamos a escribir nuestros objetivos por orden de importancia y por orden de actividades. Pondré un ejemplo: si quiero un carro, primero necesito saber qué tipo de carro, después saber cuánto cuesta, posteriormente tener el dinero y por ultimo ir a comprarlo. Así ordenaremos todos nuestros objetivos Objetivo 1 2 3 4 5 Objetivo 1 2 3 4 5 Objetivo 1 2 3 4 5 Objetivo 1 2 3 4 5 Objetivo 1 2 3 4 5 Este ejercicio nos llevará por lo menos 3 semanas. Hay que estructurar muy bien estos objetivos para poder obtenerlos con facilidad y rapidez y es necesario tomar estas decisiones de la forma más consciente que podamos. Recuerden también que siempre se paga un precio, y debemos de ser libres para saber si lo podemos y queremos pagar o no. A veces conseguir algo cuesta muchísimo más de lo que pensamos pero si no cambiamos de parecer a medio camino, si nunca nos damos por vencidos, podemos estar seguros de que todo se logra. Cuando realizamos un esfuerzo para lograr mejorar nuestra conducta y desarrollar más conciencia también conseguiremos cancelar más karma y ser cada día más libres. Por eso dije anteriormente que este camino es para valientes o para quienes no tienen nada que perder y sí mucho que ganar. Semana 40 Esta semana ya comenzaremos a trabajar en nuestros proyectos. Llegados a este punto posiblemente nos demos cuenta que esto no es tan fácil como creíamos, pero debemos seguir adelante. Seguiremos ejercitando el plexo solar y continuaremos avanzando en el conocimiento de nosotros mismos, manejando nuestros sentimientos, acciones y metas. Quien ponga en práctica el conocimiento que ya tiene, saldrá victorioso de todas las incertidumbres que pueden aparecer en su camino. Momentos de inseguridad 1 2 3 4 5 6 Reacción 7 8 Resultado Valió la pena si/no 1 2 3 4 5 6 7 8 Esta semana trabajaremos también fortaleciéndonos con la energía del sol. Pongámonos frente al sol con los ojos cerrados, sintiendo como sus rayos penetran por nuestro entrecejo y las palmas de las manos, y esos rayos nos van pintando de color dorado de cabeza a pies, de tal manera que eso oscuro que va bajando según pintamos lo vamos a dejar salir por la planta de los pies. Si podemos pisar en la hierba o en la tierra será mucho mejor. Sentiremos como vamos elevando nuestro nivel vibratorio a medida que avanza el ejercicio, sentiremos como “pequeñas cosquillas” en la palma de la mano. Esa es la energía del sol. Si desayunamos después de este ejercicio es preferible que sea algo ligero y sin grasas. Cuando nos sintamos contentos, tranquilos y listos para comenzar el día, simplemente demos gracias a la naturaleza y al Ser por estar aquí y vivamos ese día lo mejor que podamos. Según vayan haciendo este ejercicio irán percibiendo los cambios que hay en ustedes mismos. Esta vez no lo diré yo pues jamás me lo creerían. Mejor háganlo. Ya estamos alcanzando nuestros objetivos, ya tomamos un riesgo cada día y salimos fuera de nuestro estado de confort. Riesgo Resultado 1 2 3 4 5 SOBRE EL AMOR Esta semana volveremos a hablar del amor. Lo primero que es necesario comprender es que el auténtico amor es siempre consciente porque es un atributo de la conciencia, del Ser. Esto significa que una persona que sintiese verdadero amor hacia nosotros jamás nos ayudaría como esperamos sino con lo que es mejor para nosotros. Amor no es dar todo lo que quieren los demás o hacer lo que deseen. Por el contrario, es hacer que los demás crezcan, y consigan sus metas. Es decir, jamás entregar las cosas hechas, resueltas, sino ayudar en la medida posible a que las personas se responsabilicen de sus actos y sean conscientes de lo que hacen. Este es el amor real. Solapar actitudes y actos no honestos y dar todo en bandeja de plata no es amor, eso es simplemente hacer de cada individuo un trapo que se mueve a merced de sus egos y que jamás llegará a tener el más mínimo contacto con su Ser. Es necesario ayudar para que las personas crezcan y se acerquen a su Ser Interior. Eso es lo que es el amor y lo que debería ser la educación, enseñar a las personas a ir más allá en la búsqueda de sí mismos, del Ser, rompiendo todas las ataduras y cadenas internas que les atan. El amor nos da una fuerza superior a cualquier otra, y esta nace del Ser no del ego. La fuerza que proviene de tal o cual ego no es la voluntad y siempre acaba en algún momento, pero el amor no se acaba, y su fuerza tampoco. Debemos unir el amor con la voluntad. Juntos nos proporcionan la fortaleza necesaria para lograr cada una de nuestras metas. Es así como comenzaremos a cristalizar a nuestro Ser en nosotros. Algunas doctrinas nos dicen que lo que llamamos nosotros fuerza de voluntad son como unos tentáculos; sí, como si fuéramos pulpos en cuyos tentáculos nos apoyamos para caminar y hacer todo tipo de cosas, y estos nos ayudan a obtener lo que deseamos. Dejo a su criterio lo que señalan esas doctrinas. Lo he probado y, en efecto, ahí están y funciona. Mi maestro era un hombre fuerte, amoroso y muy enérgico. Muchas personas no entendían el fondo de sus ejercicios y creo que yo en su momento fui una de ellas, pero aunque no lo entendí siempre le seguí. Ahora, con unos años más y con situaciones muy difíciles en mi vida, me doy cuenta perfectamente de que si no hubiera sido por esos ejercicios endemoniados que nos ponía jamás habría salido airosa de estas situaciones, que fueron muchísimo más fuertes que todos sus ejercicios juntos. La vida siempre pone las cosas en su lugar y mi caso no fue la excepción. Por eso, la enseñanza que él me dio, el aprendizaje que obtuve me hace reconocerlo y respetarlo. Ahora, con el paso del tiempo creo que fue lo mejor que me ha pasado en toda mi vida. Años atrás no sabía si era bueno o malo pero lo respetaba, y sin embargo, hoy por hoy digo que si tuviera que volver a hacer todo aquello que hice para haber llegado hasta aquí, lo haría sin lugar a dudas, lo volvería a hacer pese a todo. Esta semana vamos a trabajar en nuestro amor, ver quien nos quiere y como queremos a los demás, pero bajo esta nueva forma de amar: un amor consciente y respetuoso, y sobre todo real. La verdad es que debemos educar a los hijos a ser mejores, deben ser mejores que nosotros. Ayudémosles poco a poco a encontrar su Ser con amor, cariño, comprensión. Ustedes llevan bastante trabajo hecho y apenas están descubriendo esto, así que ¡calma y despacio, pero sean constantes! Decía el Quijote: “Despacio Sancho que llevo prisa” Bajo este nuevo concepto analicemos lo siguiente: Quien nos ama realmente 1 2 3 4 Quien simplemente nos quiere 5 6 7 8 9 10 Quién me da lo que necesito Quién me da lo que quiero 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 ¿QUÉ ES LA MUERTE? Esta semana trabajaremos como si fuera la última de nuestra vida. Por lo tanto, a partir de hoy nos corresponde hacer todo posible por nosotros mismos, por los demás y por nuestro mundo, dando lo mejor que tenemos y somos para que cristalicen nuestros deseos. Antes de comenzar, analicemos que es la muerte para cada uno de nosotros y escribámoslo aquí. Explicaremos ahora un poco sobre la muerte. Es importante comprender muy bien que nuestro cuerpo es simplemente una máquina, la cual es el vehículo de expresión de nuestro Ser en este planeta. El Ser se manifiesta en nosotros a través de eso que llamamos Conciencia y si no se manifiesta en toda su plenitud se debe a que en el camino, en el transcurso de muchas existencias, fuimos creando más y más egos hasta llegar a nuestro estado actual en el que nuestra Conciencia duerme. Así que la muerte es como llevar el carro a la chatarra una vez que ya no sirve. El proceso es como cambiar de traje: cuando uno se hace viejo y se rompe, simplemente tomamos otro, es decir, venimos otra vez a la existencia, la naturaleza nos proporciona otro nuevo cuerpo. Sí, continuamente estamos yendo y viniendo a este mundo físico o tridimensional. Pasamos de una existencia a otros profundamente dormidos, sin saber de dónde venimos, ni quienes somos realmente, ni a donde vamos cuando abandonamos el cuerpo. El hecho de que el cuerpo sea algo temporal, no significa que no debamos cuidarlo. En nuestra mano está no abusar de él porque pertenece al Ser. Así que lo realmente eterno es el Ser y no nuestro cuerpo. Analizando un poco más sobre la muerte podríamos preguntarnos: ¿qué es lo que queda de nosotros cuando el cuerpo muere? Tan sólo dos cosas permanecen más allá del sepulcro: los “yoes” o ego y la Conciencia. Todo eso vuelve a la existencia cuando nacemos en el seno de una nueva familia. La Esencia o Conciencia libre (ese 3% o menos, que cada uno tiene libre) se incorpora al niño cuando éste nace. Por su parte los diferentes “yoes”, nuestros vicios, defectos y maldades, van entrando en el espacio psicológico del infante a medida que éste crece. Por eso es que todos los niños recién nacidos son bellos, porque no tienen todavía el ego dentro. Claro está que poco a poco esa belleza se pierde y al final nos convertimos en el hombre moderno, cargando con toda nuestra maldad dentro… Igual que en la vida nos suceden muchas cosas y hay muchos procesos, así también los hay en el “tiempo” (entre comillas, por llamarlo de alguna manera) que va desde el sepulcro a la cuna. Después de muertos somos juzgados de acuerdo a la Ley de la Balanza, se nos asigna una nueva familia, un signo zodiacal bajo el cual volveremos a nacer, se nos da una cierta cantidad de energía vital de acuerdo a como la hayamos administrado en la anterior existencia, etc., etc. Volver aquí a malgastar una vida sin buscar al Ser, es perder otra oportunidad, repetir la misma película con los mismos actores (nuestros “yoes”). En realidad, debemos comprender que si no es para luchar por independizarnos de nuestro ego y acercarnos al Ser, no merece la pena vivir. Es como el que va a la escuela pero jamás aprende, ¿para qué le sirve la escuela si no es para volver fracasado ante sus padres año tras año? Así somos los seres humanos. Cada vez que nos duele algo se puede decir que morimos, cada vez que nuestro cuerpo cambia de células éstas están muriendo y no nos damos cuenta, día a día morimos y tampoco nos damos cuenta. Nada en el plano físico es eterno. Por esta razón, si aún queda algo dentro de nosotros que no sepamos cómo sacar, algún sentimiento del que no nos podamos deshacer, sería bueno hacer una pequeña carta mencionándolo y quemarla a continuación con un poquito de miel o azúcar, canela y sándalo para limpiar, y enviar amor a ese recuerdo para así poder cerrar el círculo en amor y paz. Solamente el Ser, Dios en nosotros, es eterno y nos podrá dar cuanto necesitemos. Encuentra el reino de Dios y todo se te dará por añadidura. No hay que temer a la muerte, pues es algo que sabemos de antemano que llegará, de ahí que repita que hay que luchar por vivir de forma consciente. Eso es lo verdaderamente importante, sacar provecho de esta existencia. Es posible tener contacto con personas que ha muerto. Esto sucede en lo que se conoce como mundo astral del cual comentaremos algo más adelante, pero también esas experiencias pueden ser físicas y no debemos asustarnos por eso, al contrario, sabiendo que la muerte no existe y que tan sólo es un cambio de estado, podemos hablar con ellos y preguntarles que quieren, o si dejaron algo pendiente, sobre todo si se trata de seres queridos que comúnmente se van a despedir de nosotros. Siempre al morir vienen por nosotros pues es necesario cortar cierto vínculo llamado “cordón de plata”. A por mi padre vinieron el Arcángel Rafael, y San Miguel Arcángel. A él lo mataron y aunque su muerte fue muy tormentosa, ahora está con los seres de luz, los cuales me permitieron acompañarlo hasta un bello túnel totalmente iluminado, de ahí que pueda contarlo. Fue una preparación bastante fuerte que ellos me dieron y pude ayudar a mi padre al desapego total de este plano. También pude ver a mi abuela. Este libro se publica casi diez años después de su muerte, y sigo diciendo lo mismo: hay que fluir, hay que aprender a fluir para aceptar lo que no podemos cambiar, y cambiar lo que depende de nosotros para dejar salir a nuestro Ser. Sabemos que no estamos solos y hasta aquí hemos tenido pruebas suficientes de ello. Nuestro Ser nos ayuda sembrando profundas inquietudes espirituales que se manifiestan a través de nuestra Conciencia. No hablo de filosofías ni religiones, simplemente hablo de lo que he vivido y he tocado. Personalmente he vivido todo lo que he escrito aquí de otra manera, pero este es el cuadernillo de trabajo que muchos de mis alumnos me han pedido que haga, y ellos al hacer este curso llamado ecología profunda lo han ido perfeccionando con sus propias experiencias. TRASCENDIENDO SITUACIONES, DEJANDO ATRÁS LO QUE NOS DUELE Debemos dejar ir las cosas y ya sabemos cómo hacerlo. Ahora debemos aprender a dejar ir nuestra energía y llevarla a donde nosotros queramos. Una de las formas de realizar esto consiste simplemente poner en pantalla de la imaginación a las personas que queramos ver y hablar con ellas, dirigir nuestros pensamientos hacia ellas. Esto se llama telepatía y hay que realizarla en forma consiente. Este es un método de comunicación efectivo y totalmente certero. Otro método son los viajes astrales, de los cuales hablaremos más tarde. El ejercicio los haremos en un estado mental llamado alfa en el cual estamos conscientes pero relajados. Se trata de un estado natural en el ser humano y pasamos por él cada vez que nos vamos a dormir o cuando nos despertamos. Por eso los sueños que más recordamos son aquellos cercanos al amanecer. Necesitamos estar totalmente relajados, lo cual será más fácil si estamos acostados. Este es el momento de trabajar con la imaginación y hablar con esa persona. Imagínela y hable con ella, sienta lo que dice y hace, y arreglen las cosas. Este cerrar círculos es en definitiva una especie de ir muriendo; es ir soltando, dejando atrás las cosas que nos duelen y que nos hacen daño. Este es el primer sentido de muerte con el que tenemos que aprender a convivir. Semana 43 Vamos a hacer un análisis de todo lo que hemos trascendido y recordar si fue doloroso para nosotros o no. Analicemos que relaciones nos han dolido más y porqué. Así como los expedientes ocupan espacio en un archivo y una vez que se retiran queda ese espacio libre, así las situaciones dolorosas también ocupan un espacio en nuestro interior y debemos dejarlas ir, trascenderlas, para que dejen espacio libre. Ahora es momento de limpiar ese espacio, de dejarlo listo para las experiencias nuevas, para los conocimientos nuevos que van a llegar, para acercarnos a nuestro Ser y que se haga más presente en nosotros. Al terminar este ejercicio sería bueno quemar la hoja con sándalo y ofrecer todo esto al Ser: “Ya lo comprendimos y lo trascendimos, lo dejamos ir, Gracias Padre por tu ayuda”. Debemos reflexionar sobre qué es lo que queremos y plasmarlo aquí EL MUNDO ASTRAL Semana 44 Todas las noches cuando el cuerpo se queda dormido, nosotros (es decir, el conjunto de egos y la conciencia que nos queda libre) lo abandonamos e ingresamos de forma natural en una dimensión de la naturaleza que no puede ser percibida por los sentidos. Esa dimensión se llama mundo astral y en ella conviven los que duermen por la noche y los que ya murieron. ¿Sería posible actuar conscientemente en ese mundo astral, mientras nuestro cuerpo duerme en la cama? Sí, esto es posible y cuando uno trabaja seriamente con el autoconocimiento, cuando se esfuerza por estar consciente de instante en instante, puede llegar a conseguirlo. El problema de los seres humanos es que como aquí hacemos todo de forma inconsciente, sin vivir el momento presente, cuando por la noche entramos en la dimensión astral también actuamos de forma inconsciente. A esas experiencias astrales inconscientes es lo que llamamos sueños. En el mundo astral se pueden investigar las maravillas de esa dimensión, hablar con los difuntos, aprender de los grandes seres que allí enseñan, recibir conocimientos especiales que nos ayudan en nuestro camino para llegar al Ser, y mil cosas más. Pero para lograrlo debemos poner nuestra vida en función del trabajo interior, es decir, nuestra primera prioridad en la vida, muy por delante de cualquier otra, debe ser conocernos, rectificar nuestras conductas erróneas, vivir el momento presente y eliminar nuestro ego. Así, y sólo así, es que podremos entrar y “vivir” conscientemente en ese mundo astral. La verdad es que tanto los difuntos como los que dormimos por la noche no nos damos cuenta de que estamos en esa dimensión. La inmensa mayoría de los que murieron ni siquiera saben que han muerto, o si llegan a darse cuenta, es tan sólo por unos momentos. Todos hacen lo mismo que hacían en la vida creyendo que continúan vivos. Y lo mismo nos sucede cuando soñamos por la noche. Todo es igual, solo sueños y más sueños... Recuérdalo bien: todas las noches cuando tu cuerpo se queda dormido en la cama, tú lo abandonas y entras en otra dimensión. Todos los días pasas ocho horas durmiendo, totalmente inconsciente en ese mundo astral, como un sonámbulo, proyectando sueños absurdos que no son otra cosa que la actividad de tus egos en el plano astral... Echando cuentas, el tiempo que pasas durmiendo es un tercio de tu vida y ese “tiempo perdido” también lo podrías aprovechar para seguir profundizando en el autoconocimiento, para seguir acercándote a tu Ser, para adquirir la verdadera sabiduría. Por tanto: “¡despierta, conócete a ti mismo!”. COMO HACERNOS CONSCIENTES EN EL MUNDO ASTRAL Semana 45 La forma definitiva para hacernos conscientes en la dimensión astral es eliminando egos porque así obtenemos más conciencia. Sin embargo, mientras trabajamos el ego también podemos realizar algunos ejercicios que nos ayudarán a estar conscientes en esa dimensión. Esto hay que entenderlo bien: el ejercicio que se explica a continuación nos va a permitir darnos cuenta que estamos en esa dimensión, incluso nos va a permitir hacer cosas, investigar, mientras el cuerpo duerme, pero para estar totalmente conscientes es necesario sacar de nosotros a todos los egos. Sólo así podremos recuperar la conciencia total. El ejercicio lo podemos llamar “técnica del discernimiento”, porque se basa en discernir, en preguntarnos a nosotros mismos en qué dimensión estamos. Las leyes que rigen las diferentes dimensiones no son iguales. En esa diferencia se basa nuestro ejercicio. En el mundo físico estamos sometidos a la ley de la gravedad, pero en el mundo astral esa ley no existe. Esto quiere decir que si aquí damos un pequeño salto con la intención de flotar siempre vamos a caer al suelo, pero si eso lo hiciésemos en la dimensión astral, mientras el cuerpo duerme en la cama, entonces quedaríamos flotando. Por eso muchas personas han soñado, sobre todo cuando eran niños, que iban volando de un lugar a otro... El ejercicio de discernimiento consiste en estar siempre pendientes de lo que sucede a nuestro alrededor, y cuando veamos alguna cosa fuera de lo habitual, debemos hacernos siempre la siguiente pregunta: ¿estaré en el mundo físico o estaré en el mundo astral? Y entonces debemos comprobarlo, y lo haremos dando un pequeño saltito con la intención de flotar, fijándonos bien en lo que sucede. Ejemplos: Vemos por la calle a un amigo de infancia, entonces enseguida damos ese pequeño saltito y observamos que volvemos al suelo. Eso significa que esa escena sucede en el mundo físico, así que saludamos a nuestro amigo. Entramos en una casa o en un lugar donde no habíamos estado antes, entonces nos preguntamos ¿estaré en el mundo físico o en el astral? Y damos el pequeño salto con la intención de flotar. Y así continuamente a lo largo del día, siempre que veamos alguna cosa fuera de lo normal. Todos sabemos que en el mundo astral se repite de forma inconsciente lo que hacemos en la vida diaria. Por ejemplo si vemos una película que nos impacta podríamos soñar con el protagonista, si vamos de turismo a una ciudad podemos soñar con ella, etc. En nuestro caso, ese ejercicio que hacemos aquí, a base de repetirlo lo convertimos en una especie de disciplina y, por tanto, lo vamos a realizar también cuando nos encontremos en la dimensión astral porque nos hemos habituado a ello. Así que cualquier noche, la que menos esperemos, nos encontraremos soñando con tal o cual cosa, y como en los sueños todo es absurdo y hay cosas muy extrañas, nosotros repetiremos el ejercicio creyendo que es una escena de la vida diaria pero… con asombro veremos que al dar el pequeño salto con la intención de flotar, esta vez no caemos al suelo sino que flotamos de verdad. Este hecho hace que inmediatamente nos hagamos conscientes y que nos demos cuenta que estamos en la dimensión astral. Recordaremos entonces que nuestro cuerpo duerme a esas horas en la cama, y pondremos rumbo inmediatamente a donde queramos ir. La dimensión astral es muy rápida y casi instantáneamente llegamos a cualquier lugar. Debemos realizar este ejercicio cada día con más frecuencia en la vida diaria. Mientras más lo realicemos, antes lo adoptamos como una disciplina y antes podremos comprobar por experiencia propia que el mundo astral existe. REGALANDO AMOR Semana 46 Esta semana regalaremos buenas acciones, actitudes y buenas maneras a nuestro alrededor, Como dijimos anteriormente, el Amor viene del Ser, de Dios dentro de nosotros, y es lo más grande que existe en el universo, porque Dios es amor. A lo largo de la semana nos vamos a proponer regalar nuestra mejor sonrisa, poner nuestra mejor cara, y ofrecer nuestra ayuda sincera a los demás. Haremos de cada minuto de nuestro día un acto consciente de amor, ya sea en nuestro trabajo, a nuestro vecino, incluso a nuestra plantita o a nuestro perro porque el amor es universal y abarca a todos los seres vivos. Vamos a regalar felicidad con la intención consciente de dar amor. Esto no nos cuesta nada, es simplemente cambiar nuestra actitud ante la vida. No cuesta nada material, pero si cuesta esfuerzo. La próxima semana podremos comenzar a regalar algo físico, desde un chocolate hasta cualquier otra cosa que podamos. Aquí no se trata de regalos caros, más bien se trata de ir poco a poco ejercitando el desapego y realizando pequeños actos de amor y buena disposición hacia el resto de nuestros semejantes. Un regalo diario. Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado Domingo SOBRE LA ALIMENTACIÓN Semana 47 Esta semana conoceremos un poco más acerca de nuestra alimentación, de tal forma que si necesitamos bajar de peso esta es nuestra oportunidad. Debemos ser conscientes de lo que comemos. Esto debe ser así porque es necesario depurar la alimentación para tener mayor energía y más pura para poder utilizarla en el trabajo interior. Lo ideal sería contar con suficiente cantidad de alimentos frescos, sin conservantes; de aquí que una buena opción sería tener nuestra propia huerta en casa, una muy pequeña pues no es necesario tener grandes extensiones de tierra, pueden ser macetas, o un pequeño terrario. Otra opción sería comprar los alimentos frescos y congelarlos porque siempre tendrán menos sodio que los congelados de fábrica. Necesitamos saber qué comemos y qué es lo que nuestro cuerpo nos pide. A veces serán más proteínas otras más carbohidratos, más grasas… pero es necesario conocernos, saber cómo funcionamos por dentro para poder cuidar mejor nuestro cuerpo. También necesitaremos hacernos una limpieza total y hay mil productos que pueden utilizar para ello. En lo personal recomiendo natural sanchina por ser de lo más natural y eficaz que he conocido y da unos excelentes resultados, pero cada quien es libre de hacerlo de la mejor manera que conozca, siempre tomando mucha agua y disminuyendo las grasas. Si cocinamos con grasa es mejor que sea con aceite de oliva doble virgen que es el mejor de todos para nuestro organismo, pero todos los excesos son malos. También hay que ser prudentes con los azucares pues la mayoría de los alimentos se convierten en eso, en azúcar que tampoco es bueno para nuestro cuerpo. Unido a cualquier producto que queramos tomar yo siempre recomiendo tres días tomando jugos de frutas naturales en la cantidad que deseen, tres días comiendo frutas y jugos en la cantidad que quieran, tres días de jugos frutas y verduras, tres días añadiendo ya cereales y, por último, pescado. No soy muy amante del pollo y menos aún de la carne, pero eso es cuestión de cada quien. La mayoría de las personas asocia la palabra dieta con pasar hambre pero eso no es así. Con estos días hemos limpiado nuestro organismo de una forma ordenada y no hemos caído en la desnutrición ni en falta de algo vital para nosotros. Aquí es cuando comenzaremos a dejar que nuestro cuerpo hable, que él nos pida lo que desea para comer, no antojos sino comida sana. Necesitamos volver a tener el mismo sistema digestivo que cuando nacimos, y esto sí es posible. Es decir, así como los bebes comen y descomen, nosotros debemos ser capaces de lo mismo, comer y enseguida descomer. Cualquier otra cosa es que no estamos bien, que estamos con un exceso de impurezas en nuestro organismo que nos esta envenenado poco a poco y hay que eliminar todo eso. Dieta no es dejar de comer, es saber comer. A partir de esto bajaremos de peso y mejorará con mucho nuestra salud. Recuerden que el alcohol perjudica mucho no sólo a nivel físico sino también al trabajo que hemos propuesto en este libro, así que dejemos el alcohol por un tiempo, y si puede ser definitivamente mejor. Lo ideal sería llegara consumirlo sólo ocasionalmente y con estricta moderación. REVISANDO LO APRENDIDO Semana 48 Ahora es tiempo de revisar nuestro proceso. ¿Qué hemos cambiado?, ¿hemos logrado poner en práctica todo lo que se ha explicado? Es el momento de ser auto críticos, de dar un paso más para actuar conscientemente y saber cómo estamos manejando nuestra vida. Revisemos qué tipo de acciones hemos realizado que nos sigan causando dolor, y por qué las seguimos haciendo. Llegados a este punto es necesario que seamos conscientes de lo que estamos haciendo mal para dejar de hacerlo y poder salir definitivamente de ese círculo vicioso. Revisemos qué tipo de acciones hemos realizado que nos sigan causando dolor, y por qué las seguimos haciendo. Llegados a este punto es necesario que seamos conscientes de lo que estamos haciendo mal para dejar de hacerlo y poder salir definitivamente de ese círculo vicioso. Trataremos de dejar atrás estos puntos trabajando en ellos por un día completo. Esto debe de bastar para quedar ya en paz y salir de este ciclo de dolor. Lunes Martes Miércoles Jueves Viernes Sábado TODO PASA. EL RECUERDO CONSTANTE DEL SER Hace algún tiempo vinimos aquí, y no recordamos de dónde. Con hilos de causa y efecto tejemos día a día los patrones de nuestra existencia y pronto habremos de partir hacia otra insondable región, sin saber a dónde. Así es la vida cuando la vivimos de forma inconsciente. Cada uno de nosotros desempeña su papel de acuerdo a su propio destino, unos gozando y otros sufriendo, y luego, terminada la película, nos escondemos tras la muerte para volver más adelante y repetir la misma película en diferente escenario. Los actores siempre son los mismos, nuestros diferentes yoes, y todo se hace monótono y aburridor dentro de esa constante repetición de dramas, tragedias y comedias a través de los siglos y más siglos. Todo es pasajero y por tanto, todo pasa. Lo creamos o no, pasan las ilusiones, pasan los sufrimientos, pasan las alegrías. Y hasta los seres más queridos pasan. Lo único que permanece inmutable más allá de la película de la vida es el Ser, nuestro Padre, ese Maestro interior que siempre nos sonríe y que espera… Si nosotros fuésemos capaces de comprender esto, si fuésemos capaces de entender que la vida es una película con la cual no merece la pena identificarse, si lográsemos tener esa comprensión de instante en instante, lucharíamos a muerte contra nuestro ego y poco a poco el ser humano vulgar y corriente se convertiría en el hombre íntegro que de él se espera, unido a su Ser. Hay una forma de permanecer cerca el Ser y es mediante el recuerdo. Debemos tener al Ser siempre presente en todas las circunstancias de la vida, presente en todos nuestros actos, en todas nuestras decisiones, en todos nuestros proyectos. Así llenaremos cada acto de nuestra vida de auténtica felicidad, más allá de las alegrías y las tristezas, que son pasajeras. “Velad y orad” dejó dicho el Cristo Jesús. Y alguien que bien lo comprendía añadió: “Velar es hacerlo todo despierto; orar es sentir un ardiente deseo de SER. DESPUES DE TANTO BUSCAR…. FINALMENTE ME ENCONTRÉ.