SOCIO-HISTÓRICOS QUE FORJARON NUESTRA CULTURA NACIONAL ALUMNO: DANIEL ALEJANDRO BRUZZONE MARTÍNEZ PROFESORA: LILYAN FERRARI YURIS APORTES SOCIO-HISTÓRICOS La cultura de Paraguay se caracteriza por la fusión de dos culturas y tradiciones, que son la europea y la guaraní. Aunque Paraguay posee una población heterogénea, es uno de los países más homogéneos en términos culturales. Una característica de esta fusión cultural es el bilingüismo extensivo hasta la actualidad, pues alrededor del 70% de los paraguayos hablan el yopará (mezcla de castellano y guaraní). Esta fusión cultural está expresada en las artes como el bordado (ao po'i) y el encaje (ñandutí). El patrimonio culinario está profundamente influenciado por esta fusión cultural, con varios platos populares que tienen a la mandioca y el maíz como ingrediente base, un cultivo de origen prehispánico consumido en gran parte de Sudamérica. También destaca por el consumo de yerba mate, rasgo compartido con los países rioplatenses. La introducción de la ganadería se da en 1545, haciéndolo hoy el tercer consumidor mundial de carne vacuna y asado. Esa es la razón del porqué se dice que los paraguayos, desde sus orígenes, son más ganaderos que agricultores. LA CULTURA PARAGUAYA Y CARACTERÍSTICAS IDENTIFICADORAS La cultura paraguaya, cuyas características identificadoras la hacen singular, es producto, principalmente, del encuentro de dos mundos: el euro-hispano occidental y el guaraní precolombino. De ahí que su identidad propia sea el resultado de un mestizaje no solo biológico sino también espiritual que se proyecta en todas sus manifestaciones. El bilingüismo de la población paraguaya, que se manifiesta en el uso corriente del español y del guaraní, caso único entre los países latinoamericanos, mantenido hasta la actualidad a pesar del proceso de imposición del idioma y cultura del conquistador, es un fenómeno interesante de ser estudiado. La vitalidad del guaraní es un factor de unidad trascendente y fundamento esencial del concepto de la nación paraguaya. Los orígenes de la matriz cultural mestiza paraguaya deben buscarse, fundamentalmente, en la alianza cimentada como resultado de la entrega de las hijas y hermanas de los guaraníes al conquistador español, que transforma los entendimientos políticos de asistencia recíproca en lazos de familia, que son mucho más permanentes y fuertes. De esta unión nace el mestizo, el mancebo de la tierra, con estatus de hijo de español que es la piedra angular del complejo social del Paraguay y el factor fundamental de su evolución cultural. En todas las manifestaciones culturales del Paraguay puede apreciarse una experiencia singular que es el resultado de la amalgama de elementos derivados de las dos culturas. La perspectiva histórica para abordar este trabajo, se refiere a “aquella que asume que la institucionalización de una determinada empresa intelectual es un proceso complejo y multidimensional, resultado de un entrecruzamiento, siempre peculiar y contingente, de factores de orden social, cultural, económico, intelectual e institucional” (Blanco, 2006: 21). En este sentido, el escenario donde emerge el CPES y se inicia la publicación de la RPS, se ubica 10 años después del comienzo del gobierno dictatorial del Gral. Alfredo Stroessner, quien se mantuvo en el poder por 35 años. En esta etapa política, imperó el autoritarismo totalitario en los distintos ámbitos de la vida social, desmovilizando a la sociedad civil, atomizando y fraccionándola. Para ello, la dictadura se valió de medios de control represivos y disciplinarios, así como de prácticas prebendarías y clientelistas. Del mismo modo, puso especial énfasis en la reducción del espacio público, ampliando y fortaleciendo el sector privado. Gastronomía La gastronomía nacional del Paraguay se basa en los productos del agro y en las carnes. Sus ingredientes principales son el maíz, la mandioca, el maní y sus productos más conocidos son el chipá, la sopa paraguaya, el chipá candói, el mbejú, chipá guasú, kaburé. La carne de res es un componente presente en el so’ó mbichy, chastaca, chipá so’o, soyo, bife pupú, locro y otros platos. La cocina internacional tiene un lugar destacado en la oferta gastronómica con platos exquisitos y deliciosos postres, sin olvidar la diversidad de frutas existentes gran parte del año. La comida paraguaya tuvo su origen precolombino con la raza guaraní y la herencia española en la colonización. La comida típica paraguaya, es el resultado de la combinación de las técnicas culinarias hispanas y de la utilización de productos nativos y otros introducidos y aclimatados por los españoles, como las verduras, el arroz, la carne vacuna, etc. El producto básico de la cocina paraguaya es el maíz que molido, cocido o fermentado entra en la elaboración de distintos platos o alimentos. El plato más emblemático de la cocina de Paraguay es la “sopa paraguaya”, potaje que resulta de mezclar y hervir harina de maíz con huevos, queso fresco, cebolla picada y leche cuajada. La gastronomía del Paraguay tiene elementos comunes a toda América como ser el uso del maíz, la mandioca, el maní y las legumbres, pero además la herencia de los recursos naturales, de la cultura de los Guaraníes y la amalgama con la cultura europea nos dan una gastronomía diferente al resto de América y dentro del mismo MERCOSUR. Las comidas más tradicionales como la chipa o pan paraguayo, la sopa paraguaya y una gran variedad de postres, hacen delicias de los que gustan saborear nuestros platos. Música Son típicas las polcas y las guaranias. Las primeras son de ritmo animado, en tanto las últimas son lentas y románticas. Reconocido internacionalmente por su tradición musical, el Paraguay es cuna de grandes compositores e intérpretes. Son nombres emblemáticos Agustín Barrios (Mangoré) y José Asunción Flores. Artesanía La artesanía paraguaya tiene dos vertientes diferentes: la indígena y la asimilada de los colonizadores. En el primer caso destaca la prevalencia de uso de elementos naturales para la producción artesanal como los objetos plumarios y pieles, uso de raíces, hojas y juncos para producir tejidos, madera y barro. La artesanía paraguaya se nutre fundamentalmente de los elementos introducidos por la conquista mediante el uso de fibras, metales, madera y maquinarias. El hilado de algodón y la lana, los tejidos, el tratamiento de cueros, el tallado en piedra y en maderas, la orfebrería, la alfarería y la cerámica son líneas de producción que se admiran en prendas de vestir, ñandutí, ao poí, ponchos, hamacas, mantelería, filigrana en oro y plata, imaginería y fabricación de instrumentos musicales, entre otros. ECONOMÍA DE PARAGUAY Medianamente diversificada, la economía paraguaya ha sido una de las grandes promesas continentales de las últimas décadas, en especial en 2010 cuando demostró un sorprendente crecimiento del 14.5% del PIB. Esto no ha solucionado los severos problemas sociales de la nación, aquejada por un 35,1% de pobreza y poseedora del PIB más pequeño de la región. En medio de un verdadero “boom” de la construcción, Paraguay es el mayor exportador de energía eléctrica del continente, además del cuarto exportador de soja y quinto de carne bovina en el mundo y una enorme flota de barcazas a lo largo del río Paraguay. También es un importante productor de maíz, trigo, sésamo, aceite de girasol, azúcar y stevia. La ganadería en El Chaco es importante. El resto de la riqueza la generan los sectores financiero y comercial, a quienes se les atribuye el 28% de participación económica aproximada. FORJARON NUESTRA CULTURA NACIONAL Y EL VALOR La realidad actual del Paraguay y de la población que lo habita es claramente inaceptable e indignante, desde el punto de vista del bien común, de la satisfacción de las necesidades básicas de amplios grupos humanos y del goce de los derechos humanos universalmente reconocidos. La economía, la política, la educación, los medios de comunicación, las prácticas cotidianas, en suma, la organización social existente en el país ha mostrado claros límites y evidente incapacidad para dotar a toda la población de condiciones dignas de vida, a partir del trabajo, el acceso a tierra y vivienda, a educación y salud de calidad, sin pobreza y desigualdades extremas como las que hoy se observan en el país y la región. Los hombres y las mujeres que vivimos en estas tierras de generosa naturaleza, no solo merecemos gozar de esos bienes y servicios esenciales para la vida, sino que existen todas las condiciones para que ello sea realidad y no un sueño lejano: un enorme potencial de trabajo en la población; una cultura histórica con fuertes trazos de solidaridad y cooperación; un territorio dotado de abundantes bienes como tierra fértil, ag ua y biodiversidad; enormes necesidades humanas, que la adecuada combinación de trabajo, o rganización social y política, medios productivos y el uso racional de los recursos naturales pueden satisfacer ampliamente, sin comprometer el futuro de las generaciones venideras. Enfatizamos que los actuales modos de vivir y hacer deben cambiar, porque el modelo de sociedad actual ha mostrado ser destructivo con la naturaleza y la propia raza humana, comprometiendo peligrosamente la vida, toda forma de vida, humana, vegetal y animal. El calentamiento global, el cambio climático, los gases de efecto invernadero, la masiva deforestación, la extinción de miles de especies de seres vivos, la contaminación creciente del aire, tierra y agua, las múltiples epidemias y enfermedades que se expanden en nuestros pueblos, son las innegables y dolorosas consecuencias de la sociedad centrada en el dinero, en la acumulación de capital, en el consumismo exacerbado, en la pérdida de horizontes y sentidos como seres humanos, más allá de la riqueza material y el placer del momento. Encontrar alternativas a la sociedad actual ha dejado de ser una opción o posibilidad, se ha convertido en este momento histórico en una condición de existencia y supervivencia. CONCLUSIÓN. Las experiencias alternativas del pasado conjuntamente con las prácticas dispersas en la actualidad, en diversas regiones y territorios, pueden ser magníficos ingredientes para imaginar, dibujar e inventar un futuro alternativo al capitalismo depredador de nuestros días. El Paraguay cuenta en su haber con ricas historias de construcciones alternativas, comunitarias e incluyentes, que deben ser releídas desde el presente para trascender los esquemas de la cultura dominante, colonial e individualista, y así proyectar propuestas alternativas: en esta dirección debemos recuperar las experiencias de los pueblos indígenas, de las múltiples etnias que habitaron y habitan el Paraguay, con sus prácticas y cosmovisión comunitaria, de reciprocidad y armonía. Todo esto representa mucho valor, esta tierra fértil forjada a sudor y sangre, puede permitir la germinación y crecimiento de un nuevo modo de vivir y de estar en el mundo, ya en otro momento histórico, dominado por la modernidad y la tecnología, pero que puede ser redefinido y reorientado según la conciencia y la voluntad de la gente, a los hechos una y otra vez en el acontecer histórico.