MEDINA SANCHEZ MARIA EMPERATRIZ OPINION DOCUMENTADA DE LA ACTIVIDAD REALIZADA N°21: Cuando existe alguna lesión en el tracto gastrointestinal se puede generar una hemorragia digestiva. La evaluación de esta depende de la región del sangrado, si es por encima del ángulo de Treitz, representa una hemorragia digestiva alta que con gran frecuencia son generadas por úlceras pépticas seguido de causas varicosas como varices gastroesofágicas. El abordaje de esta hemorragia va a depender del estado hemodinámico del paciente, de la cantidad de pérdida de sangre, de la edad del paciente y sus comorbilidades. Es por ello que se requiere en los hospitales un protocolo que permita un abordaje multidisciplinar que incluya la disponibilidad de un endoscopista con experiencia en técnicas de hemostasia. Las hemorragias digestivas tienen distintas formas de presentación, como hematemesis que consiste en vómitos de sangre fresca o de coágulos denominado en pozo de café; melena, en la que se requiere por lo menos una extravasación de sangre de 60 – 100 ml en el tubo digestivo alto; la hematoquecia es la extravasación de sangre a través del ano. Es importante conocer que el color de las heces no siempre es indicador de una hemorragia, ya que en aquellas que consumen suplementos de hierro o alimentos con pigmentos rojos, podrían defecar heces con apariencia similar a una hemorragia. Conocer los antecedentes farmacológicos nos ayuda a descartar estas causas. La hematoquecia también puede verse cuando la hemorragia digestiva alta es masiva. Los síntomas y signos clínicos nos ayudan a tener una idea de la perdida sanguínea, clasificándolo en hemorragia digestiva leve, moderada, grave y masiva cuando la pérdida es superior al 35%. El inicio del tratamiento se basa en la reanimación hemodinámica del paciente. Se debe disponer de un buen acceso venoso con dos cánulas de grueso calibre para una infusión rápida de líquidos. Colocar una sonda Foley es importante ya que nos ayudaría a medir la pérdida y si la reposición de volumen es eficaz. El tiempo adecuado para poder realizar la endoscopía es dentro de las 24 horas, en un estudio se hizo la comparativa del uso de la endoscopía dentro de las 12 horas pero no se obtuvo mayor beneficio frete a las 24 horas. La terapia restrictiva de transfusión de unidades de hematíes se recomienda cuando la hemoglobina se encuentra por debajo de 7 g/dl y llegar a un objetivo de 8 g/dl y para pacientes con cardiopatía isquémica, insuficiencia cardiaca o respiratoria se debe transfundir cuando la hemoglobina desciende por debajo de 8 g/dl. La escala de Forrest es importante porque nos indica mediante las características endoscópicas del paciente el riesgo que pueden tener de sangrado recurrente. Tal es así que debemos tener más cuidado con pacientes que tengan ulceras tipo Ia, Ib, IIa y IIb ya que ellos son los que más probabilidad tiene de volver a sangrar; a diferencia de las úlceras tipo IIc y III que el riesgo es mínimo y que su tratamiento incluso puede ser por vía ambulatoria. Otro índice importante es el de Rockall, este nos permite evaluar el pronóstico considerando la edad, el estado hemodinámico, comorbilidades y los datos que nos puede ofrecer la endoscopía. REFRENCIAS BIBLIGRÁFICAS: 1. Cándido Villanueva Sánchez* Juan Carlos García Pagán** Antonio José Hervás Molina, Hemorragia gastrointestinal. Sección II - Síndromes relevantes en hepato-gastroenterología 2. C.M. Townsend Ed., Sabiston Tratado de cirugía . 19° Ed. Elsevier (1 vol.) Madrid, 2013.