El consumar un matrimonio (Acta matrimonial) implica la acción voluntaria de dos personas tendientes a producir determinados efectos jurídicos, es decir; cumplir con determinadas formalidades (Derechos y obligaciones) ante la ley; personales (Que recaen solamente sobre las personas) y patrimoniales (Que recaen sobre los bienes de los cónyuges). Personales: Son los derechos y las obligaciones existentes entre los cónyuges. Deber de fidelidad. Este deberse fundamenta en la existencia de la causal de divorcio por infidelidad. Deber de prestar auxilios recíprocos. Deber de convivencia. Deber de contribuir a los gastos de forma proporcional a la situación económica de cada uno. Patrimoniales: Se forma automáticamente, por el mero hecho del matrimonio, la sociedad de bienes. Bienes propios de cada uno de los cónyuges. Bienes propios comunes. Bienes gananciales administrados por un cónyuge, el otro o ambos. Deudas personales de cada uno de los cónyuges. Deudas personales comunes. Deudas sociales asumidas por un cónyuge, el otro o ambos. Efectos Patrimoniales ▪ Capitulaciones Matrimoniales (Antes de celebrarse el matrimonio.) ▪ ▪ Sociedad conyugal de Bienes (Durante el matrimonio.) Separación Judicial de Bienes (Después de celebrado el matrimonio.) Derechos y obligaciones: 1. Deber de fidelidad y auxilios recíprocos: Implica no cometer adulterio, es decir; exclusividad propia de la institución matrimonial, sin embargo, la obligación de fidelidad cesa si los cónyuges no viven de consuno. Mientras que por auxilios recíprocos entiende; no solo la simple asistencia material (alimentos), sino que también lo espiritual, emocional y moral. 2. Deber de convivencia recíproca de los cónyuges: Es un concepto amplio que abarca: vivir en un mismo lugar y compartir la vida en común, previendo el abandono voluntario como causal de divorcio y el hecho de que ambos contrayentes deberán aportar a los gastos del hogar en forma proporcional a sus ingresos.