FIESTAS PATRONALES AL SEÑOR SAN JOSÉ MISA DE ENFERMOS Monición de entrada: Hermanos, nos hemos reunido este día de fiesta para participar en el Banquete del Señor y pedirle al Señor de la vida que por intercesión de San José, nos envíe su auxilio y protección en medio de la enfermedad, que nos dé fortaleza y completa salud de alma y cuerpo, pues ha instaurado en su Reino en medio de nosotros. En esta celebración, recordaremos de modo especial a cuantos padecen directamente el COVID, por cuantos les cuidan y ven retrasados sus tratamientos o revisiones por la situación creada en los centros médicos por la pandemia. Al mismo tiempo, no podemos dejar de escuchar la llamada de Cristo a no tener miedo, porque el estará con nosotros todos los días de nuestra vida (cf. Mt 28, 20). Con la esperanza puesta en el Señor de la Misericordia, participemos en esta celebración bajo el amparo de José, a quien Dios le encargó el cuidado de su Hijo. Monición a las lecturas: Dios en sigue hablando hoy, y en esta Eucaristía, por boca del profeta Jeremías escucharemos la invitación del Señor seguir el camino que el nos ha revelado para tener vida, a tener los oídos abiertos a su Palabra. En el Evangelio, Jesús sana a un sordo como signo de la presencia del Reino de Dios en medio de los hombres. Escuchemos con atención. Oración de los Fieles: Elevemos nuestra oración a Dios Padre, en quien ponemos nuestra confianza. Lo hacemos por intercesión de San José, respondiendo: R.\ Padre, en Ti confiamos. 1. Por la Iglesia: para que asuma su vocación maternal y así acoja en su seno a todos los que se sienten solos y hagamos presente el consuelo de Cristo. Oremos. 2. Por nuestros hermanos enfermos: para que, experimentando el misterio del dolor, unan sus sufrimientos a la Pasión salvadora de nuestro Señor Jesucristo. Oremos. 3. Por los enfermos contagiados por el virus, por sus familiares, por quienes están en cuarentena y por otros enfermos que ven afectada su atención por la prioridad de atajar la pandemia, para que reciban la fuerza de Cristo y se conviertan para nosotros en un ejemplo de acompañamiento. Oremos. 4. Por todos los religiosos y religiosas, consagrados al servicio de los enfermos y pobres: para que su dedicación y entrega sea reflejo del rostro misericordioso del Padre para quien nos necesite. Oremos. 5. Por nuestra comunidad parroquial: para que a ejemplo de San José se muestre siempre cercana a las necesidades de las familias, particularmente de los miembros enfermos y sea un verdadero hogar de acogida, acompañamiento y servicio para ellas. Oremos. Escucha, Padre, nuestra oración y danos un corazón compasivo como el de José, para que nos mostremos siempre más atentos a las necesidades de nuestros hermanos que sufren y nos comprometamos, sin miedo, a acompañarlos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén. Ofrendas: PAN Y VINO: Traemos ante tu altar, Señor, estos frutos de la tierra que hemos obtenido con ayuda de nuestro esfuerzo y tu divina providencia. Conviérte junto con ellos nuestras vidas en la viva imagen de Jesús. DESPENSA: En nuestra pobreza queremos hacer esta ofrenda hacia los más necesitados, para que puesta en tus manos ayude a calmar el hambre de aquellos que más lo necesitan. FLORES: Te presentamos este ramo, signo de nuestro deseo de santidad, que unidos a tu gracia podamos tener un aroma agradable a tu presencia.