Zona Escolar 18 de Bachillerato Tecnológico Casos y Formas de Atención a la Violencia Escolar Presentan: Lic. Pedagogía Lizbeth del Salvador Ortíz. Lic. Pedagogía Jorge Cortés Piedras. MAYO DE 2011. Escuela un medio social para la cultura de paz. El Departamento de Orientación del CBT María Luisa Marina de Suárez, Coacalco – Turno Matutino, a través de la observación y desarrollo del servicio ha identificado elementos que limitan el desarrollo del crecimiento cognitivo y afectivo de la sociedad juvenil que asiste a nuestra institución con carácter de estudiante. Actualmente detectamos que los grupos sociales juveniles se han tornado complejos, tanto en convivencia como en identidades e ideologías, formando un total desapego institucional así como la manifestación de estereotipos que no permiten a los jóvenes la formación de objetivos y metas fundamentadas ante un proyecto de vida favorable. La falta de una toma de decisiones asertiva ha influido directamente sobre los intereses personales así como profesionales, dejando de lado las propuestas que ofrecen los centros educativos en nuestro caso el nivel medio superior. Ante una sociedad globalizada los jóvenes mantienen una tendencia de intereses hacia la música, moda, redes sociales y medios de comunicación masiva, en la que el teléfono celular, la computadora, entre otros medios han sustituido las relaciones interpersonales, limitan el nivel de razonamiento, el interés por el conocimiento conformándose al simple hecho de ser una sociedad de información, y no de conocimiento. Un elemento más que ha promovido el cambio del contexto de los jóvenes, es la economía. Se ha cambiado a la familia convencional por una económicamente productiva, en el afán de satisfacer las necesidades básicas y en algunos casos el de otorgar un estatus mayor, los padres se olvidan de la integración y atención necesaria de los hijos, ello, hace que se inicien en una búsqueda externa de afecto, disposiciones, atenciones y entendimientos; los jóvenes actúan con irresponsabilidad, manifestando frustraciones por la falta de el desarrollo de valores que deben ser fomentados en el seno familiar, generando debilidades ante los compromisos inherentes a su formación, como lo es la escuela, núcleo de amigos y desde luego consigo mismo. Evidentemente el sector educativo requiere de una atención que restaure el proceso de formación del seno familiar, sobre todo en el nivel medio superior puesto que las carencias de los jóvenes se ven reflejadas en las instituciones a través de una violencia masiva, por mencionar algunos aspectos podemos enlistar las siguientes situaciones: los alumnos muestran dificultad al manejar las relaciones interpersonales, se sienten aludidos ante cualquier murmullo o señalados y amenazados por sus iguales; no reconocen un trabajo colaborativo como un medio de crecimiento individual, consideran las criticas como destructivas y demandan el crédito del resto de la clase; se muestran intolerantes ante las observaciones de sus compañeros, promoviendo la segregación de grupos puesto que son elitistas al convivir con sus iguales; se mantienen herméticos ante la figura de autoridad generando un mecanismo de defensa que limita el desarrollo individual y grupal; etiquetan a sus compañeros provocando fricciones y en ocasiones baja autoestima, debilitando las relaciones interpersonales al interior de los grupos; algunos jóvenes ejercen liderazgos negativos que frenan el desarrollo de terceros al interior de la aulas limitando así el trabajo de profesores y compañeros; también existen jóvenes que crean situaciones conflictivas tomando como referencia su contexto social o familiar y crean conflictos que concluyen en riñas en las inmediaciones escolares. Es así como se ha reconocido que el fenómeno escolar conocido como Bullyng no se encuentra lejos de nuestra comunidad escolar; necesariamente estas posturas deben cambiar y retomar patrones de conducta favorables para el desarrollo personal y profesional de los estudiantes, para ello es transcendental revisar si nuestras instituciones educativas cuentan con los medios necesarios para la intervención y control de la violencia escolar promoviendo así una cultura de paz, en la que la tolerancia, el respeto, equidad e igualdad sustenten la convivencia escolar. Es imprescindible considerar los papeles que desempeñan cada uno de los miembros de la familia al interior del hogar, su influencia sobre el contexto, principalmente la repercusión sobre el significado de la construcción de lo académico como un medio de desarrollo personal y profesional, las ventajas de la creación de un taller de disciplina escolar “El papel del padre y el estudiante” permitirá desarrollar las diferentes herramientas y habilidades del comportamiento de los alumnos del CBT María Luisa Marina De Suárez, Coacalco, ya que se ha detectado que las conductas de violencia dentro y fuera del aula, han generado diferentes dificultades para el desarrollo de las actividades académicas y de convivencia social al interior de la institución, pero que también tienen graves repercusiones fuera de ella y que en ciertas ocasiones devienen de problemas del entorno social, cultural, económico y sobre todo familiar del estudiante. Si queremos educar con la tendencia de una escuela pacifista y responsable hay que desarrollar en los alumnos la capacidad de crear soluciones integradoras a largo plazo, de modo que la violencia sea vista como algo “no natural” siendo capaces de percatarnos del daño que puede provocar en nuestra comunidad estudiantil. Por lo cual se puede llegar a concluir que crece la necesidad de integrar nuevas formas de intervención ante este tipo de comportamientos en el estudiante, que nos lleve a identificar el desinterés por la escuela, el por qué quebranta las reglas que establecen las autoridades así como el desviar su conducta enfocándolo a las drogas, en el alcohol, a pertenecer a un grupo de personas delictivas. Por eso es necesario encontrar un ambiente de armonía y de posibles soluciones con la ayuda de los padres de familia, el maestro y los alumnos. Desarrollando competencias que brinden en el estudiante sustentos en el desarrollo del plan de vida. Fomentando así las capacidades relevantes para el desarrollo de cada individuo, permitiéndoles potencializar su dimensión física, cognitiva, afectiva y social. Cabe destacar que se debe de realizar una concientización acerca de la violencia que ha alcanzado a los adolescentes de forma imperante, buscando una identificación de sus emociones para manejarlas de manera constructiva, reconociendo así la necesidad de solicitar apoyo ante cualquier situación que lo rebase en su contexto sociocultural. De igual forma la escuela debe en conjunto con estudiantes y padres de familia analizar alternativas y cursos de acción con base en criterios sustentados y en el marco de un proyecto de vida que le va a facilitar tener un mejor aprendizaje significativo al estudiante ya sea en su entorno social, familiar o académico. Así mismo establecer la ayuda necesaria para la identificación de las fortalezas y debilidades entre el padre y el hijo para poder desarrollar un vínculo que permita la comunicación en ambos aplicando los valores afectivos y sociales para un mejor desempeño en las relaciones interpersonales y un aprendizaje autónomo del estudiante Con la guía de personas capacitadas que le podrán inducir a actuar de forma asertiva, así como identificar los diferentes criterios para retroalimentar un perfil individual que le permita alcanzar las diferentes esferas sociales. Por lo anterior se sugiere abordar la siguiente propuesta de temáticas y aspectos a desarrollar a manera de taller: La violencia familiar, social y de noviazgo. Enfocándolo al análisis y reflexión en su esfera biopsicosocial y la influencia positiva o negativa que puede llegar a desarrollar. Las adicciones que pueden llegar a adoptar los estudiantes, como las drogas, el alcoholismo, tabaquismo entre otras y la influencia en los jóvenes sus repercusiones negativas que pueden generar en el ámbito escolar, familiar y social. Los grupos urbanos la influencia que tiene en el comportamiento de los alumnos en la actualidad ya que se encuentra en la etapa de identificar su identidad y que tiende a imitar conductas y estilos de los diferentes grupos que van surgiendo en nuestra sociedad. Canalización de la energía a través de la estructura del pensamiento. Se establecen las estrategias para realizar la “vacuna” sobre las conductas externalizadas que pueden llegar a presentar los alumnos y los padres de familia. Invitándolos a llevarlo a cabo con sus hijos con el fin de combatir las diferentes problemáticas que llegan a abordar nuestros adolescentes enfocándolos a un mejor desempeño conductual y académico. Sin duda la intervención académica, conductual, en valores y de desarrollo para el estudiante y padres de familia debe estar fundamentada en las necesidades individuales y propias de cada estudiante, abordando generalidades de su contexto y la visión clara de lograr en nuestras instituciones un mayor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales. Presentan: Nombre: Lizbeth del Salvador Ortíz. Estudios: Licenciatura en Pedagogía. Universidad de procedencia: Centro Universitario Privado del Estado de México. Institución donde labora: CBT María Luisa Marina de Suárez. Puesto que desempeña: Orientador Técnico Nombre: Jorge Cortés Piedras. Estudios: Licenciatura en Pedagogía. Universidad de procedencia: Universidad Mexicana. Institución donde labora: CBT María Luisa Marina de Suárez. Puesto que desempeña: Orientador Técnico