Ciencia y azar. El futuro impredecible. Podríamos decir que La Ciencia "no es una ciencia exacta". Grandes trabajos y hallazgos científicos han sido fruto de la casualidad. Otros no fueron reconocidos por la sociedad científica, civil o religiosa, por la disrupción que implicaban en sus planteamientos o resultados. Otros descubrimientos científicos han sido fruto de la inspiración, la intuición, o directamente del error; Seguro que encontraríamos multitud de ejemplos. Y en el mundo de la Tecnología este escenario aún es mucho más patente. Profundicemos un poco: En el ámbito de la ciencia básica, el papel del azar se puede concretar en dos vertientes, al azar ontológico (cuanto un fenómeno no se puede predeterminar por el peso intrínseco de la aleatoriedad), y el azar epistemológico, aquel en el que sí se podría determinar, pero no lo podemos hacer por desconocimiento y/o por la complejidad de las normas y relaciones que lo rigen. Azar viene del árabe hispánico "az-Zahr" que significa "dado". La ciencia siempre ha buscado el determinismo más que al azar, porque como dijo Einstein: "Dios no juega a los dados". Sin embargo, el azar existe, y, en el ámbito de la tecnología y la innovación, aún es más determinante. Pasamos a enumerar algunos ejemplos que nos muestran el peso del azar en el éxito, el fracaso o en las valoraciones de algunos grandes eventos y hallazgos científicos o tecnológicos: 1.-Año 1876: Graham Bell, en la Exposición Universal de Filadelfia presenta un dispositivo que transformaría el mundo -el teléfono- a un comité científico, que lo valora como algo inútil dado que les parece que el aparato "sólo es un divertimento para personas ociosas ", y que" para las empresas ya basta con el telégrafo y el teletipo ". 2.- Año 1943: Thomas J.Watson, entonces presidente de IBM predice: "I think there is a world market for maybe five computers", es decir, declaraba que, en el mundo, en el futuro sólo habría mercado para unos cinco ordenadores! Durante décadas, esta declaración persiguió como un sambenito a Watson y formó parte de las afirmaciones más sesgadas de la realidad... hasta ahora?... Pensamos en la nube, Google y otros gigantes tech (no más de cinco, tal vez), que lo saben todo de nosotros... aquello que durante más de medio siglo fue un desliz, ahora empieza a ser una temible profecía que amenaza nuestra intimidad. 3.-Año 1995: En un ensayo experimental de Pfizer para el tratamiento de la hipertensión y de la angina de pecho, se detecta que, algunos grupos de edad, sistemáticamente, no retornan las dosis sobrantes después del periodo de prueba. Se profundiza en el estudio y en el análisis de este colectivo, descubriendo, finalmente, que el motivo de la no devolución, radicaba en los efectos secundarios de este medicamento experimental, que, posteriormente, en 1998, se comercializaría como Viagra. (Los abuelos con angina de pecho lo habían descubierto antes!). Y así podríamos encontrar cantidad de ejemplos en los que el azar ha movido los volubles hilos del éxito o del fracaso de determinadas decisiones científicas y tecnológicas. Yo, modestamente, podría explicar o ser también un ejemplo: Año 2004: Google empieza a hacer las primeras invitaciones, a determinados usuarios, de su nuevo servicio de correo Gmail. Tengo la oportunidad de ser los primeros en disfrutar del servicio, y me doy de alta con una dirección -aún disponible- que pienso que será de gran valor: pepito@gmail.com ¿Buena decisión ?, no demasiado ... Porque, cuando te registras en algún lugar inconfesable y el sistema te pide una dirección de correo, cuando quieres esconderte en el cobarde anonimato... ¿Cuál es la primera dirección que te viene a la cabeza? Has acertado ! Sabed que, en esta cuenta, ¡recibo unos 20.000 correos cada mes! ... Originados por personas anónimas, con mil y una ofertas económicas, desesperados mensajes solitarios lanzados furiosamente al océano de los bits, encerrados en una botella tecnológica, recordatorios urgentes, herencias millonarias , escandalosas insinuaciones anatómicas y otras propuestas inconfesables y oscuras. Mi ayer ufano buzón, es así, hoy, un cementerio digital, un vivo reflejo de las miserias humanas que compartimos... ¡Ya me podéis enviar cuantos correos queráis, que no os los contestaré! Josep Clotet Tecnólogo www.josepclotet.cat https://www.segre.com/noticies/opinio/col_laboracio/2021/08/25/ciencia_atzar_futur_impre dictible_144510_1126.html