¿A QUÉ LLAMAMOS SEXUALIDAD? Tradicionalmente, las temáticas referidas a la sexualidad no eran consideradas propias de los aprendizajes de la infancia, sino de períodos más avanzados de la vida, como la pubertad o la adolescencia. durante mucho tiempo las sociedades y las personas entendimos que hablar de sexualidad era posible recién en el momento en que las niñas y los niños alcanzaban la pubertad y dejaban la infancia. esto era así porque el concepto de sexualidad estaba fuertemente unido al de genitalidad. desde esta mirada, la educación sexual en la escuela se daba preferentemente en la secundaria —en particular, durante las horas de biología— en las que se priorizaban algunos temas, como los cambios corporales en la pubertad y la anatomía y fisiología de la reproducción humana. Cuestiones vinculadas con la expresión de sentimientos y de afectos, la promoción de valores relacionados con el amor y la amistad, la reflexión sobre roles y funciones atribuidos a mujeres y a varones en los contextos socio históricos, no formaban parte de los contenidos vinculados a la educación sexual. con el desarrollo de los conocimientos de diversas disciplinas y con la definición de los derechos de la infancia y la adolescencia, también fuimos avanzando en otras formas de comprensión de la sexualidad. así, llegamos a una definición más amplia e integral, y hoy podemos pensar desde otros lugares la enseñanza de los contenidos escolares vinculados a ella. El concepto de sexualidad que proponemos —en consonancia con la ley de educación sexual integral—, excede ampliamente las nociones de “genitalidad” y de “relación sexual”. consideramos a la sexualidad como una de las dimensiones constitutivas de la persona, relevante para su despliegue y bienestar durante toda la vida, que abarca tanto aspectos biológicos, como psicológicos, sociales, afectivos y éticos. Esta concepción es la sostenida por la organización mundial de la salud: “el término ‘sexualidad’ se refiere a una dimensión fundamental del hecho de ser humano. […] se expresa en forma de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores, actividades, prácticas, roles y relaciones. la sexualidad es el resultado de la interacción de factores biológicos, psicológicos, socioeconómicos, culturales, éticos y religiosos o espirituales. […] en resumen, la sexualidad se practica y se expresa en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos”. La escuela, las familias y la comunidad La Ley N° 26.150 le da a la escuela un rol privilegiado como ámbito promotor y protector de derechos. Para el desempeño de este rol, la familia, como primera educadora, constituye uno de los pilares fundamentales a la hora de entablar vínculos, alianzas y estrategias con la escuela. Es importante que la Educación Sexual Integral sea abordada por la escuela con el mayor grado de consenso posible, promoviendo asociaciones significativas entre la escuela, las familias y la comunidad en general. Esto es una obligación, y también una oportunidad para abordar integralmente la formación de los y las adolescentes. El consenso y la atención a la diversidad son ejes estratégicos para promover la igualdad de oportunidades y la calidad educativa. La construcción de estos consensos será, seguramente, una tarea compleja y no exenta de tensiones. Para trabajar sobre estas tensiones e ir construyendo acuerdos, será propicio realizar talleres de sensibilización con las familias. Estos talleres podrían constituirse en espacios a través de los cuales los miembros de la comunidad educativa reflexionaran en forma conjunta sobre los roles de la familia y de la escuela en lo que hace a la transmisión cultural y científica en los temas relativos a la ESI. El resultado educativo que surja del intercambio reflexivo entre adultos estará basado en consensos sustentables. Las familias suelen ser permeables cuando se las convoca por estos temas. En este sentido, la ESI puede convertirse en un puente para acercar familias y escuelas. Pocos intereses comunes son tan genuinos como los que se despliegan alrededor de la ESI: acompañar y orientar en su desarrollo integral a adolescentes y jóvenes. EMBARAZO PRECOZ Nos referimos a embarazo precoz, a aquel embarazo que se produce en niñas adolescentes. Lamentablemente este tipo de embarazo, es cada vez más frecuente según estudios realizados. El embarazo precoz, es considerado, un problema de máxima prioridad para la salud pública. Se debe al alto riesgo de mortalidad, que suelen presentar, este tipo de embarazo. Ya que los bebés, presentan bajo peso al nacer, suelen ser prematuros, y existe un alto riesgo de vida, en la madre. Esta situación, es producto de la situación social; • • • • • descuido de parte del padre fuertes carencias de afecto la pobreza la inseguridad la baja autoestima Suelen estar presentes, a la hora del detectar un embarazo precoz. Las dificultades, a las cuales, se enfrenta la madre adolescente, son varias, ya que aún la sociedad sigue condenando “estas conductas”, si bien hoy en día los jóvenes encuentran una mayor aceptación por parte de la sociedad para ser activos sexualmente, un embarazo precoz, aún sigue siendo condenado. En la actualidad uno de los principales problemas que aquejan a los jóvenes que comienzan su actividad sexual es el embarazo no planificado o no deseado, esto a la larga les trae consecuencias negativas en su salud, sus sentimientos, en su economía en su entorno en general. Es cierto que este problema ido mejorando gracias a la introducción de temas de sexualidad en las escuelas, si bien es cierta un poco tardía y además no se ha generalizado a todas las instituciones educativas, por tal motivo, a pesar de todos estos esfuerzos considero que el número de embarazos no deseados entre adolescentes sigue siendo elevado. Las cifras de embarazos en adolescentes no solo afectan a los países pobres o subdesarrollados, este es ya un problema a nivel mundial. Principales factores que intervienen en los embarazos no deseados: • inicio precoz en la actividad sexual. • causas familiares: familias desintegradas, puede darse el caso de que sean hijas de madres. Adolescentes. • factores socioculturales: escasos recursos económicos, baja escolaridad. Falta de madurez, falta de compromiso con sus responsabilidades. • no utilizan métodos anticonceptivos: la primera relación sexual generalmente no es planeada, es espontánea y por consiguiente no se cuenta con los anticonceptivos. • falta de educación sexual: temor de acudir a consultas o pláticas relacionadas con el tema por si sus papas se enteran. Causas del embarazo en adolescentes • familiares: • hogares inestables. • madre aislada emocionalmente. • padre ausente, vínculo materno. Intenso pero ambivalente. • violencia intrafamiliar. • uso de alcohol, tabaco y drogas. • falta de modelos adecuados. • tendencia a la reproducción del modelo materno. • desarrollo cognitivo deficiente de la adolescente: • deficiente e incorrecta educación en salud sexual y reproductiva. • mensajes de los medios de comunicación masiva. • influencia en los comportamientos sexuales a través de contenidos eróticos. • comunidades con patrones socioculturales asociados a la maternidad precoz. • predominio del enfoque de género machista (embarazo impuesto). Impacto del embarazo precoz en las(os) adolescentes • aumento de la morbi-mortalidad materna, neonatal e infantil. • psicológico: • miedo, estrés, ansiedad, depresión, culpabilidad, baja auto estima, suicidios, “síndrome del fracaso”. • educativo: • problemas escolares, menor rendimiento académico, abandono de los estudios. • socio-económico: • desempeño laboral en subempleos. • precariedad económica. • socio-relacionales: • problemas de rechazo social (por su pareja, amigos, vecinos, familiares, padres). • dificultad para relación de pareja estable. • maternidad solitaria con riesgo de reincidencia. Consecuencias de un embarazo precoz La joven corre el riesgo de experimentar anemia, preclamsia y complicaciones en el parto, así como un alto riesgo de mortalidad propia durante el embarazo. Los bebés de madres adolescentes tienen una alta tasa de mortalidad al igual que pueden experimentar mal formaciones congénitas, problemas de desarrollo, retraso mental, ceguera, epilepsia o parálisis cerebral. Estos niños experimentan muchos más problemas de conductas y funcionamiento intelectual disminuido. Hay problemas maritales y mayor probabilidad de divorcio en parejas jóvenes que se unieron producto de un embarazo. Debido a esto, los hijos de adolescentes pasan gran parte de su vida en un hogar monoparental, y ellos se convierten en una población potencial para generar embarazos no deseados en su futura adolescencia. Las muchachas embarazadas tienen pocas probabilidades de continuar sus estudios debido a que algunas instituciones educativas optan por negarles la entrada por temor de que puedan influir desfavorablemente en otros alumnos. Estas chicas que han abandonado los estudios, raramente vuelven a tener oportunidad de retomarlos donde los dejaron. De igual manera los padres jóvenes corren un alto riesgo de experimentar periodos de desempleo o menor salario. Otra consecuencia del embarazo en edades tempranas es el riesgo de aborto. Por lo general, las adolescentes a él en edades de gestación tardías (más de 12 semanas). Las causas por las que se producen estos retrasos son muy variadas. En primer lugar, existe un desconocimiento de los signos de embarazo, una dificultad de comunicárselo a la familia, una falta de posibilidades económicas, deseos expresados de tener el hijo y una ambivalencia en relación con este hecho, a pesar de las dificultades, falta de consultas apropiadas donde consejo y la solución les puedan ser facilitados. La reacción depresiva de la adolescente en curso de su embarazo puede ser supremamente fuerte que puede llevarla al suicidio o intento de suicidio teniendo en cuenta que esta es la segunda causa de muerte en esta edad después de los accidentes. El embarazo y los problemas que este puede traer, el drama sentimental de una separación, el aislamiento, el pánico, pueden ser fácilmente considerados como "factores suicidógenos circunstanciales". La situación psicológica de la adolescente embarazada es compleja y difícil. En ella se acumulan las dificultades propias de la adolescencia; los problemas afectivos observados a lo largo de cualquier embarazo; las dificultades personales o familiares que traen consigo el embarazo, las que originan ciertas reacciones, reales o simplemente temidas, del entorno, la inquietud de un futuro incierto; la perturbación por las decisiones que se han de tomar; es vacío afectivo; etc. Medidas preventivas de embarazos precoces Prevención primaria: es el conjunto de medidas que tienden a evitar que llegue a producirse un fenómeno no deseable. En este nivel hay que evitar el embarazo. Puede intentarse poniendo en acción medidas de orden general, educativas o sociales, dirigidas a todos los jóvenes; puede intentarse también una acción mucho más amplia, a nivel comunitario, para modificar ciertos comportamientos sociales que fomentan la actividad sexual y los embarazos de las jóvenes. También se debe dirigir la acción hacia los que tienen la responsabilidad educativa (familia, maestros). Entre las medidas generales es necesario trabajar sobre la educación de la responsabilidad sexual y el poner a disposición de los jóvenes medios de control de fertilidad. La puesta en práctica de medidas particulares, destinadas a ciertos grupos de adolescentes más concretamente expuestos al riesgo de la concepción y de embarazo, supone que se detecten los sujetos o grupos de alto riesgo. Este esfuerzo puede ser concebido de forma distinta según el grupo. A parte de estas estrategias es necesario un cambio de mentalidad con respecto a los jóvenes dándoles a estos las responsabilidades sociales que les permite su desarrollo biológico. En el nivel de prevención primaria son sumamente importante medidas educativas a nivel sexual, como ya se mencionó, para lo cual es necesario tener en cuenta que los profesionales encargados de ésta formación cumplan con las siguientes características; • un profesional bien informado, orientador, que le brinde confianza. • un profesional que tenga resueltos y sepa manejar sus propios conflictos sexuales, éticos, religiosos o morales, para que no interfieran en la orientación del adolescente. • que tenga un enfoque integrativo (cuerpo-espíritu-mente-sociedad) en lo que se refiere a sexualidad. • que respete los principios básicos de educación dirigida a los adolescentes: con acción participativa del propio joven, con enfoque individual, familiar e institucional; que hago énfasis en cambio de actitudes y comportamiento. • que respete los principios de confidencialidad, consentimiento, pudor y dignidad del paciente (con las excepciones indicadas en la ley de ejercicio médico y código de ética médica). • un profesional que estimule la reflexión y promueva comportamientos más elevados en el orden moral. Prevención secundaria Acciones encaminadas a limitar la gravedad del problema que ya se ha iniciado. Este supone cuando el embarazo ya se ha iniciado la continuación del embarazo hasta su término. Se debe asegurar una evolución satisfactoria del embarazo para el equilibrio psíquico de la madre; preparar el nacimiento; aportar una ayuda a las familias de los jóvenes padres, al mismo joven padre si se conoce y está decidido asumir su paternidad. Prevención terciaria: consiste en el conjunto de medidas que cuando el fenómeno ya se ha producido, tiene por finalidad limitar sus consecuencias a largo plazo, así como las secuelas y reincidencias. En este aspecto implica medidas adoptadas para asegurar el futuro del niño y de sus padres y evitar el advenimiento de nuevos embarazos no deseados. Abuso infantil y embarazo precoz El abuso sexual en la infancia es un factor de riesgo para la existencia de embarazos en la adolescencia. El rechazo parental puede provocar baja autoestima y se asocia con problemas de conducta tales como bajo rendimiento escolar, agresión física y abuso de drogas. A su vez, se lo ha vinculado con actividad sexual precoz y embarazo en la adolescencia, en lo que se denomina sustitución de amor por sexo. Investigadores de la universidad de colorado y de la universidad de rochester, evaluaron la relación entre abuso sexual, físico y emocional en niños, y la edad del primer embarazo. Las cifras obtenidas luego de ajustes a parámetros como forma de vida, edad de la menarca, separación paterna, residencia urbana y tabaquismo, evidenciaron que el abuso sexual se asociaba con edades más bajas para el primer coito y el primer embarazo. El abuso físico, por su parte, demostró pocos efectos sobre los parámetros enunciados. La existencia de abuso emocional durante la niñez tampoco modificó la edad de la primera relación sexual y el primer embarazo. La población sobre la que los investigadores llevaron a cabo este estudio consistió en 126 mujeres que cursaban las primeras etapas de su primer embarazo. Todas ellas pertenecían a un nivel de bajos ingresos económicos, no registraban más de 2 abortos (espontáneos o inducidos) y eran solteras, desempleadas o de escaso nivel de estudios (menos de 12 años). El cuestionario al que fueron sometidas incluyó datos sobre distintos tipos de abuso entre los 6 y los 12 años, edad de la primera relación sexual y edad del primer embarazo. Se analizaron las variables que podrían introducir confusiones (separación paterna, residencia urbana, edad de la menarca). De los resultados de su investigación, los autores sugieren que aquellas adolescentes con antecedentes de abuso sexual deberían recibir asesoramiento sobre planificación familiar. Asimismo, descartan la hipótesis de sustitución de la aceptación familiar por actividad sexual precoz. Por último, remarcan la importante asociación entre factores socioeconómicos y abuso sexual en la edad del primer embarazo, y la necesidad de llevar a cabo estudios con mujeres pertenecientes a otros grupos étnicos y socioeconómicos. Riesgos del embarazo precoz El embarazo a cualquier edad es un evento biopsicosocial sumamente importante. A menudo en las adolescentes embarazadas este hecho va acompañado de una serie de situaciones adversas que pueden atentar contra la salud, tanto de ella como de su hijo. Este hecho puede agravarse, si además de la corta edad, la madre no está dentro de la protección del matrimonio, por lo que la coloca dentro de una situación social de rechazo. Las consecuencias del embarazo y la crianza durante este periodo se relacionan con aspectos no solo de salud sino también psicológicos, socioeconómicos y demográficos, y sus efectos pueden verse en la joven madre y su hijo, el padre adolescente, las familias de ambos y, desde luego, en la sociedad. • riesgos biológicos • complicaciones obstétricas. • deficiente atención médica durante el embarazo, toxemias del embarazo y del parto prematuro. • anemia. • desproporción cefalopelvica. • distocias mecánicas y dinámicas. • parto prolongado y difícil. • muerte. • abortos provocados y sus complicaciones. • perforaciones uterinas. • hemorragias. • infecciones. • aumento de la morbimortalidad infantil. • prematuras. • bajo peso al nacer. • enfermedades congénitas. Las probabilidades de que una madre adolescente tenga estos problemas son mayores en los países en desarrollo que en los desarrollados y dichas probabilidades son más altas entre los pobres que entre los de mejor condición social en un mismo país. A nivel mundial, el embarazo es la principal causa de muerte entre las mujeres de 15 a 18 años. En la mayoría de los países latinoamericanos y del caribe, la maternidad y el aborto están clasificados entre las cinco primeras causas de muerte entre las mujeres de 15 a 18 años. El embarazo y la maternidad representan un reto para el desarrollo de la personalidad de las mujeres, al cual se suma el de la adolescencia, lo cual puede generar situaciones adversas para la salud de la adolescente y la de su hijo. Entre los criterios médicos para considerar el embarazo y el parto en adolescentes como de alto riesgo, sobre todo en las menores de 14 años, se encuentran los siguientes: La maduración del sistema reproductivo y la obtención de la talla adulta no indican que se ha completado el crecimiento del canal del parto. La pelvis ósea crece a una velocidad menor que la estatura y requiere mayor tiempo para alcanzar la madurez, o sea que sigue creciendo lenta y continuamente aún después de la menarquía, cuando hay una desaceleración del crecimiento de la talla. El tamaño del canal del parto es menor en los 3 primeros años después de la menarquía que en la etapa adulta. Se ha señalado que hay una incidencia mayor de toxemia, anemia, desproporción feto-pélvica, parto prematuro, mortalidad materna y mortalidad perinatal, presentación podálica, ruptura prematura de membranas, hipertensión arterial. Factores de riesgo para el niño Los problemas de salud también pueden afectar a los bebés de madres adolescentes. Tales complicaciones incluyen una mayor incidencia de peso bajo al nacer (que a su vez puede conducir a problemas neurológicos, retraso, otros problemas de salud, e incluso la muerte), nacimiento prematuro, muerte fetal y mortalidad perinatal. Pero al mismo tiempo se ha determinado que algunas de estas complicaciones no están directamente relacionadas con la edad sino con un cuidado y una nutrición prenatal inadecuados. También las tasas de morbilidad son más altas, así como la permanencia en terapia intensiva es más prolongada y costosa, hay mayor incidencia de re hospitalizaciones, problemas de desarrollo y de conducta. Hay mayor riesgo de maltrato, abandono físico y emocional y repercusiones en el desarrollo psicólogo-emocional. Múltiples factores de riesgo afectan negativamente al futuro del niño, entre ellos el bajo status socio-económico y el bajo nivel educacional de la madre, los cuales ejercen efectos adversos en las oportunidades para el óptimo crecimiento y desarrollo. Los padres adolescentes no se encuentran en condiciones de proveer fuentes emocionales, económicas y educacionales, así como un ambiente social adecuado para su hijo. También se puede decir que como la situación socioeconómica es poco favorable, la buena salud del niño puede estar en peligro ya que sus padres adolescentes no se encuentran lo suficientemente maduros como para proveer fuentes emocionales, económicas y educacionales, así como un ambiente social adecuado para su desarrollo óptimo. En consecuencia, puede ser que los riesgos sociales y psicológicos negativos del embarazo en adolescentes aún pueden ser mayores que los biológicos. Factores de riesgo para la adolescente Los efectos sociales por el hecho de tener un hijo durante la adolescencia son negativos para la madre, puesto que el embarazo y la crianza del niño, independientemente del estado marital, interrumpen oportunidades educacionales que se reflejan en el momento de obtener mejores trabajos, salarios más altos, etc. Tener que asumir la crianza de un niño durante la adolescencia afecta el desarrollo personal de las jóvenes. Cambian totalmente las expectativas y la vida de las adolescentes; ya no podrán seguir compartiendo con su grupo de compañeros y amigos, dejan de crecer con su grupo, con lo cual pierden una importante fuente de satisfacción social y psicológica y un elemento de apoyo afectivo para el logro de confianza en sí misma, de autoestima y de identidad personal. Generalmente tienen que interrumpir sus estudios, lo cual limita sus posibilidades de alcanzar buenos niveles profesionales y laborales. Las madres adolescentes tienen alto riesgo de sufrir desventajas económicas y sociales, de permanecer en la pobreza, sin completar su escolaridad, de tener matrimonios inestables y problemas en la crianza de los hijos. Hay una pérdida de autonomía que obliga a las jóvenes a buscar la ayuda de los padres cuando ya creían que iniciaban su camino a la independencia. Esa situación puede prolongarse por muchos años y en algunos casos indefinidamente. Un grupo importante de ellas continúa sufriendo el rechazo que comenzó durante el embarazo. La joven madre recibe desprecio, violencia y discriminación de parte de su grupo familiar y de la comunidad. Los matrimonios precoces no representan la alternativa ideal. Las relaciones de pareja generalmente son poco estables y muy conflictivas. Un alto porcentaje de ellos termina en divorcio poco tiempo después. Hay una demora o cese de su desarrollo personal y en el logro de su madurez psicosocial. Todos esos conflictos y sentimientos de insatisfacción generan gran dificultad en la adolescente para asumir su rol de madre. Son emocionalmente inmaduras y no tienen la paciencia necesaria ni la tolerancia para proveer de todo lo que necesita un niño pequeño. Puede haber rechazo del bebé o aceptación aparente sin asumir la responsabilidad completa. En conclusión, se trata del llamado síndrome del fracaso de la adolescente embarazada como lo denominan los especialistas. Factores de riesgo para la familia Los padres adolescentes que reciben el apoyo de sus padres y continúan viviendo con ellos, pueden hacerse cargo de su hijo con la ayuda de sus familias, pero se observa un desequilibrio psicológico y económico de la familia protectora. Factores de riesgo para la comunidad El grupo de madres adolescentes y sus hijos constituyen una población demandante de servicios y de ayuda, poco o nada productiva, que representa una carga para la sociedad desde el punto de vista económico y social. Estas familias pueden necesitar asistencia pública por largo tiempo. Constituyen una creciente población de alto riesgo proclive a presentar desajustes emocionales y psicosociales. Conclusión El embarazo en adolescentes hoy en día es un problema de salud pública, no solo asociado a los trastornos orgánicos propios de la juventud materna, sino porque están implicados factores socio-culturales y económicos que comprometen el binomio madre e hijo. Como la adolescencia es una etapa en la cual ocurren un conjunto de cambios fisiológicos, sociales y emocionales; si la adolescente tiene menos de 15 años se ha observado mayor riesgo de aborto, parto pre término o parto por cesárea por inmadurez fisiológica. Si es mayor de 15 años, la embarazada tiene el mismo riesgo que una paciente adulta, excepto si está mal alimentada, o si se encuentra en situación de abandono por parte de su pareja o familia, por otro lado es posible que la adolescente no esté preparada para asumir emocionalmente el compromiso de un bebé o necesite mayor apoyo. En vista de esto es necesario crear programas para fomentar la información y los servicios requeridos a los jóvenes para concientizarlos y lograr una sexualidad responsable. Así mismo, es necesario crear centros de apoyo para las adolescentes embarazadas, tanto desde el punto de vista médico como emocional. Este tema es de gran importancia ya que nos muestra la dura realidad de lo que está pasando con los jóvenes, hoy en día se pueden ver a muchachas menores de edad embarazadas. Debemos concientizar a la humanidad haciendo este tipo de charla o cualquier otro medio ya que el embarazo precoz es una de las causas de aborto. Es por esa razón que es necesario concientizar sobre el tema dando charlas en las escuelas sobre el tema, apoyando a las madres adolescentes que pasan por este duro periodo, y sobre todo tomando en cuenta las principales causas de este trágico problema como la falta de comunicación, el abuso infantil, hogares inestables, huso de alcohol, droga y tabaco y por falta de un modelo familiar adecuado. En vista de que la niña no tiene bien desarrollado su aparato reproductor y la capacidad de tener un bebé estos niños pueden nacer con problemas de conducta y funcionamiento intelectual disminuido además de todas las complicaciones que puede sufrir una madre en el embarazo tales como anemia, preclamsia y complicaciones en el parto. EMBARAZO PRECOZ: RIESGOS, CONSECUENCIAS Y CAUSAS El embarazo precoz involucra una serie de riesgos y consecuencias que ponen en riesgo la salud de la madre y la del bebé. Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una serie de cambios y requiere de mayores cuidados, así como de una mejor alimentación. Por ello, es recomendable planificar un embarazo responsable entre los 20 y 30 años, que es en donde el cuerpo ha logrado desarrollarse por completo. Lamentablemente, los embarazos precoces se están dando con mayor frecuencia. Según las estadísticas, 1 de cada 5 mujeres queda embarazada antes de cumplir los 18 años. En zonas de extrema pobreza, la cifra es mucho más alarmante, ya que 1 de cada 3 mujeres adolescentes se convierte en madre. Por ello, es importante tomar los cuidados necesarios para evitar un embarazo no deseado. El embarazo es un tema bastante serio y debe ser manejado con responsabilidad. Es recomendable planificarlo y contar con la opinión de un experto, así como asistir a todas las citas ginecológicas y necesarias para un cuidado oportuno durante el embarazo. Causas de un embarazo precoz Para iniciar, es importante mencionar las causas comunes de un embarazo precoz: • Drogas y alcohol • Ausencia de los padres, familias inestables o conflictos familiares • Estado socioeconómico bajo • Abuso sexual y violaciones • Falta de educación sexual ¿Cuáles son los síntomas del embarazo? Probablemente la joven se de cuenta de que está embarazada cuando no presente su periodo menstrual. Para descartar el embarazo, se debe hacer una prueba de embarazo o de sangre. Si las pruebas salen positivas,debe visitar a su ginecólogo inmediatamente. Los signos de embarazo incluyen: • Sensibilidad en los senos • Náuseas, a menudo en la mañana • Vómitos • Mareos • Desmayos • Aumentos de peso • Sensación de cansancio • Abdomen hinchado Riesgos médicos: Si bien las mujeres pueden dar a luz tan pronto como comienzan a menstruar, existen algunos riesgos posibles cuando tienen un hijo a temprana edad. Si estás pasando por un embarazo precoz, habla con tu médico o ginecóloga sobre tu salud reproductiva para conocer cualquier signo o síntoma relacionado con tu cuerpo. Aquí hay algunos riesgos que pueden agravarse si sales embarazada antes de los 17 años o no buscas atención prenatal: • Durante la adolescencia, las jóvenes aún no cuentan con todos los nutrientes necesarios para contribuir con el buen desarrollo del bebé. Además, sus cuerpos no están totalmente preparados para llevar un embarazo saludable. • Bajo peso al nacer y nacimiento prematuro del bebé. • Anemia (niveles bajos de hierro). • Una mayor tasa de mortalidad infantil (muerte). • Posible mayor riesgo de desproporción cefalopélvica (la cabeza del bebé es más ancha que la abertura pélvica). • Si la mujer gestante es una niña menor de 15 años, el bebé puede nacer con malformaciones. • La madre adolescente tiene un alto riesgo de sufrir de preeclampsia y eclampsia. • Las probabilidades de mortalidad materna son mucho mayores. • Se presenta un mayor riesgo de abortos naturales. • Los nacimientos prematuros son bastante comunes. • Las complicaciones durante el parto son bastante frecuentes. • Detención en el crecimiento de la adolescente, ya que todos los nutrientes y proteínas destinadas a la madre, ahora deben ser compartidas con el bebé. Las visitas prenatales regulares, llevar un estilo de vida saludable y tomar clases de parto y crianza pueden ayudar a reducir estos riesgos y preparar a una joven madre (y/o padre) para un gran embarazo, parto y posparto. Riesgos psicológicos: • La probabilidad de que la madre sienta rechazo hacia el bebé es mucho mayor • Muchas madres jóvenes optan por dar en adopción a sus bebés, lo que puede generar depresión. • Los problemas familiares son bastante comunes ya que los parientes pueden mostrar rechazo hacia la madre adolescente. • Debido a la corta edad de las madres, muchas no quieren hacerse responsable de sus bebés. • El fracaso escolar es otro factor importante. Los problemas de aprendizaje aparecen y en el peor de los casos, muchas adolescentes deciden dejar sus estudios. ¿Es posible que una adolescente tenga un bebé sano? Sí. Para ello, asegúrate de ver a tu ginecólogo tan pronto como sepas que estás embarazada y de asistir a todas sus citas programadas. La atención obstétrica adecuada durante el embarazo es tan importante para la salud y el bienestar tanto de la madre como del bebé. Aliméntate bien, realiza ejercicios y confía en amigos y familiares para recibir apoyo. Evita fumar cigarrillos y consumir drogas y alcohol ya que pueden tener efectos muy dañinos tanto para ti como para tu bebé. Solo toma los medicamentos que tu médico te recete y asegúrate de informar a tu ginecólogo sobre cualquier medicamento de venta libre que estés tomando. Es importante que todas las mujeres embarazadas obtengan atención médica adecuada, independientemente de la edad que tengan. Como los cuerpos de los adolescentes aún se están desarrollando, ver a un médico regularmente es imperativo para ellas. ¿Qué debes esperar durante las visitas prenatales? Durante los primeros seis meses, es probable que tengas una cita al menos una vez al mes con tu ginecólogo. En los últimos meses de tu embarazo, puedes ver a tu médico cada dos semanas, finalizando con visitas semanales en tu último mes. Estas visitas son para asegurarse de que la madre adolescente y su bebé estén sanos. En el consultorio, te pesarán, te tomarán la presión arterial y te medirán el estómago. A medida que tu bebé se desarrolle, el médico sentirá su posición y escuchará los latidos de su corazón. Tu ginecólogo te preguntará cómo te sientes y si tienes alguna pregunta. Por lo general, luego te explicará lo que puedes esperar durante las próximas semanas de tu embarazo. Es una buena idea anotar cualquier pregunta o inquietud que tengas para que pueda recordarla durante tu cita. Asegúrate de hablar con tu médico sobre tu salud, la salud del bebé y cualquier inquietud emocional o familiar que tengas. Visita a tu ginecólogo de inmediato si presentas: • Sangrado vaginal • Dolor de cabeza intenso o continuo • Visión borrosa • Dolor abdominal • Vómito persistente • Escalofríos o fiebre • Dolor o ardor al orinar • Fuga de líquidos provenientes de tu vagina • Hinchazón o dolor en las piernas Educación sexual La única forma de asegurarse de no quedar embarazada es no tener relaciones sexuales. Sin embargo, hay muchos métodos para reducir las posibilidades de quedar embarazada si eres sexualmente activa, como las píldoras anticonceptivas. Asimismo, el uso del condón no solo te protegerá de un embarazo indeseado, sino también de las enfermedades de transmisión sexual. Puedes asistir a distintas postas; allí encontrarás programas de asesoramiento y apoyo que ayudan a prevenir el embarazo en la adolescencia. Estos grupos pueden proporcionar información sobre el control de la natalidad y ayudar a los adolescentes a entender sus propios límites sexuales. Si sufres de abuso sexual o conoces alguien que pase por ello, no tengas miedo y dirígete a cualquier estación policial para realizar la denuncia debida. Puedes hacerlo sola o con cualquier familiar, profesor o persona que conozca de los hechos. Además, puedes informárselo a cualquier centro de salud o educación, así como al Ministerio Público para que también te brinden ayuda. En Clínica Internacional contamos con la especialidad de Ginecología, en donde podrás atender tu embarazo desde el primer momento. Si deseas reservar una cita, puedes hacerlo a través de nuestra sección Citas en Línea. EDUCACION SEXUAL INTEGRAL Desde la sanción de la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral en el año 2006, el Ministerio de Educación de la Nación viene realizando acciones para su efectivo cumplimiento. Al comienzo, éstas tuvieron que ver con cuestiones instituyentes, como la convocatoria a una Comisión Asesora Interdisciplinaria e Intersectorial, la redacción y aprobación de los Lineamientos Curriculares de Educación Sexual Integral, y la creación del Programa Nacional. A partir del año 2009 se fortalecieron de manera consensuada y federal las líneas de acción que dan cuenta de las responsabilidades que la ley señala al Ministerio Nacional. ELABORACION DE PLANES EDUCATIVOS Entre el año 2009 y 2010 se elaboraron y distribuyeron materiales educativos a todas las jurisdicciones: afiches de sensibilización, trípticos para familias, docentes y jóvenes, cuadernos con fundamentación teórica y sugerencias didácticas y láminas interactivas. A partir de la existencia de estos materiales se impulsaron las discusiones y la búsqueda de consenso en torno a su distribución, contribuyendo a mejorar las condiciones de posibilidad de la ESI y a dar mayor visibilidad a la temática, instalando el tema en la sociedad. Esta distribución continúa realizándose permanentemente, a través de: las acciones provinciales, de capacitaciones masivas presenciales que desarrolla el ministerio nacional en articulación con los provinciales, de acciones virtuales, de las ONGs las OSCs y los otros ministerios. A esta secuencia de materiales impresos se sumaron gran variedad de materiales audiovisuales: secuencias didácticas para el programa Conectar Igualdad, programas de Canal Encuentro y Paka Paka, y videos que recogen experiencias concretas de escuelas que vienen trabajando en distintas provincias ES PARTE DE LA VIDA , ES PARTE DE LA ESCUELA En relación a la línea de formación docente permanente, además de las propuestas virtuales que el Programa Nacional viene desarrollando, pusimos en marcha una propuesta presencial denominada Es parte de la vida, es parte de la escuela. Esta iniciativa se lleva a cabo desde el año 2012 y aspira a llegar a todas las escuelas de nuestro país. En cada jurisdicción trabajamos combinando capacitadores y capacitadoras nacionales y provinciales, con el objetivo de garantizar la contextualización y adecuación de la propuesta, y el fortalecimiento de perfiles de especialistas en ESI en el ámbito local. Las Jornadas de formación se desarrollan a lo largo de tres días intensivos y concluyen en una Jornada Institucional específica para multiplicar la acción de capacitación docente en las escuelas participantes a fin de que la ESI sea una realidad en las aulas. Entre 2012 y 2015 se llevaron a cabo en las provincias de Formosa, Chaco, Misiones, Entre Ríos, Salta, Jujuy, La Rioja, Mendoza, San Luis, Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, Chubut, Río Negro, Neuquén, Santa Cruz, Tierra del Fuego. Durante los años 2016 y 2017 se completaron las capacitaciones masivas en las provincias de Mendoza, Entre Ríos, Corrientes. En las jurisdicciones capacitadas estamos llevando adelante también Mesas de seguimiento para la implementación de la ESI. EDUCAR CON IGUALDAD A partir de la sanción de la Ley 27.234, se implementó en noviembre del 2016 la jornada Educar en igualdad en todas las escuelas de la mayor parte de las jurisdicciones del país. Esta Jornada se enmarca en el cumplimiento de la Ley Nacional Nro 27.234 sancionada en noviembre de 2015, que establece la obligatoriedad de realizar al menos una jornada anual en las escuelas primarias, secundarias y terciarias de todos los niveles y modalidades, ya sean de gestión estatal o privada. El objetivo que la norma enuncia es el de contribuir a que alumnos, alumnas y docentes desarrollen y afiancen actitudes, saberes, valores y prácticas que promuevan la prevención y la erradicación de la violencia de género. PLAN NACIONAL DEL EMBARAZO NO INTENCIONAL EN LA ADOLESCENCIA. En 2017 el Programa Nacional de ESI se incluye en el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia, acción intersectorial coordinada por la SENNAF en la que participan los Ministerios de Educación, Salud, Desarrollo Social y la Fundación Cippec. La Resolución 322/17 del Consejo Federal de Educación aprueba la campaña nacional sobre embarazo no intencional en la adolescencia a cargo del Programa Nacional de Educación Sexual Integral. La campaña incluye: • Aplicación de un dispositivo de formación en la temática de dos días con equipos técnicos, supervisores, directivos y docentes de escuelas secundarias de las provincias de Corrientes, Jujuy, Misiones y Salta. • Producción de la cartilla Embarazo no intencional en la adolescenciaPropuestas para el aula, para distribuir en las escuelas que se encuentran dentro del Plan. PLAN ENIA • A partir de una mirada integral e intersectorial buscamos prevenir los embarazos no intencionales en la adolescencia. Los Ministerios Nacionales de Salud, de Desarrollo Social y de Educación, trabajamos en conjunto para garantizar los derechos de los y las adolescentes al acceso gratuito de métodos anticonceptivos, la educación sexual integral y asesorías en las escuelas, la consejería en salud sexual y reproductiva y actividades de promoción comunitarias. • ¿Qué nos proponemos? • Sensibilizar sobre la importancia de prevenir el embarazo no intencional en la adolescencia. Potenciar el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos en la adolescencia. Brindar información sobre salud sexual y reproductiva y métodos anticonceptivos en forma gratuita en los servicios de salud. Fortalecer políticas para la prevención del abuso, la violencia sexual y el acceso a la interrupción legal del embarazo según el marco normativo vigente. • • • PROYECTO DE LEY INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO TÍTULO I Capítulo I Interrupción voluntaria del embarazo Artículo 1: Interrupción voluntaria del embarazo. En ejercicio de sus derechos humanos, toda mujer u otras identidades con capacidad de gestar tienen derecho a decidir voluntariamente y acceder a la interrupción de su embarazo hasta las catorce semanas, inclusive, del proceso gestacional. Artículo 2: Derechos protegidos. Esta ley garantiza a toda mujer o persona gestante, sin distinción de nacionalidad, origen, condición de tránsito y/o status de residencia/ciudadanía, todos los derechos reconocidos en la Constitución Nacional y los Tratados de Derechos Humanos ratificados por la República Argentina, en especial, los derechos sexuales y reproductivos, a la dignidad, la vida, la autonomía, la salud, la educación, la integridad, la diversidad corporal, la identidad de género, la diversidad étnico cultural, la intimidad, la igualdad real de oportunidades, la no discriminación y a una vida libre de violencias. Artículo 3: Definiciones. A los efectos de la presente ley, interrupción voluntaria del embarazo y aborto son considerados términos equivalentes. El término salud integral debe interpretarse sin excepción conforme a la definición que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS): La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones y enfermedades. Las expresiones “mujer u otras identidades con capacidad de gestar” y “mujer o persona gestante” son equivalentes. Artículo 4: Causales. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo primero y más allá del plazo allí establecido, toda mujer o persona gestante tiene derecho a interrumpir su embarazo en los siguientes casos: a) Si el embarazo fuera producto de una violación, con el solo requerimiento y la declaración jurada de la persona ante el/la profesional o personal de salud interviniente. b) Si estuviera en riesgo la vida o la salud integral de la mujer o persona gestante. Artículo 5: Plazos y condiciones. a) Toda mujer o persona gestante tiene derecho a acceder a la realización de la práctica del aborto en los servicios del sistema de salud, en un plazo máximo de 5 (cinco) días corridos desde su requerimiento y en las condiciones que determinan la presente ley, la ley N° 26.529 y concordantes. b) Toda mujer o persona gestante tiene derecho a que la interrupción voluntaria del embarazo sea realizada o supervisada por un/a profesional o personal de salud. c) Si la interrupción voluntaria del embarazo se llevara a cabo en un establecimiento de salud, sus autoridades deben garantizar la realización de la práctica sin requerir autorización judicial previa. d) Debe garantizarse a la mujer o a la persona gestante el cumplimiento de las recomendaciones de la OMS para acceder a una práctica segura y una atención que respete su privacidad durante todo el proceso y garantice la reserva de la información aportada. Artículo 6: Acceso a la información. En la primera consulta el/la profesional o personal de salud interviniente debe suministrar información sobre los distintos métodos de interrupción del embarazo, los alcances y consecuencias de la práctica y los riesgos de su postergación, sin perjuicio de lo dispuesto en el Art. 5 de la presente ley. La información provista debe ser objetiva, pertinente, precisa, confiable, accesible, científica, actualizada y laica de manera tal que garantice la plena comprensión de la persona. El sistema de salud debe garantizar un/a intérprete de la lengua o idioma en la que se comunica la persona que requiere la práctica. En el caso de las personas con discapacidad, se debe proporcionar en formatos y medios accesibles y adecuados a sus necesidades. En ningún caso puede contener consideraciones personales, religiosas o axiológicas de los/as profesionales de salud ni de terceros/as. Artículo 7: Asesorías: Realizada la solicitud de interrupción voluntaria del embarazo, el establecimiento de salud debe garantizar a aquellas mujeres o personas gestantes que así lo requieran: a) Información sobre el procedimiento que se llevará a cabo y los cuidados posteriores necesarios, siguiendo los criterios del artículo anterior; b) Atención de salud integral previa y posterior a la interrupción voluntaria del embarazo, que provea un espacio de escucha y contención integral; c) Acompañamiento en el cuidado de la salud e información objetiva, pertinente, precisa, confiable, accesible, científica, actualizada y laica sobre los distintos métodos anticonceptivos disponibles, así como la provisión de los métodos anticonceptivos previstos en el Programa Médico Obligatorio (PMO) y en la Ley 25.673 o la normativa que en el futuro la reemplace. La atención y acompañamiento previstos en este artículo deben basarse en los principios de autonomía, libertad, intimidad y confidencialidad, desde una perspectiva de derechos. Estos servicios en ningún caso podrán ser obligatorios ni condición para la realización de la práctica. Artículo 8: Consentimiento Informado. Previo a la realización de la interrupción voluntaria del embarazo, se requiere el consentimiento informado de la mujer o persona gestante expresado por escrito, de conformidad con lo previsto en la ley 26.529 y concordantes y el artículo 59 del Código Civil y Comercial de la Nación. Artículo 9: Niñez y adolescencia: a) Si la interrupción voluntaria del embarazo debe practicarse en una persona menor de trece (13) años de edad, se requerirá su consentimiento informado con la asistencia de al menos uno/a de sus progenitores/as o representante legal. En ausencia o falta de ellos/as, se solicitará la asistencia de las personas indicadas en el artículo 4 del decreto reglamentario 1282/2003 de la Ley 25.673, en el artículo 7 del decreto reglamentario 415/2006 de la ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes y el artículo 59 del Código Civil y Comercial de la Nación. En este supuesto, no se deberá requerir autorización judicial alguna. b) Si la interrupción voluntaria del embarazo es requerida por una persona adolescente de entre trece (13) y dieciséis (16) años de edad, se presume que cuenta con aptitud y madurez suficientes para decidir la práctica y prestar el debido consentimiento. En aquellos casos en que esté en riesgo grave la salud o la vida, por condición preexistente, circunstancia ésta que deberá constar en la historia clínica fundadamente, la persona adolescente debe prestar su consentimiento con la asistencia de al menos uno/a de sus progenitores/as. En ausencia o falta de ellos/as, se tendrá en cuenta lo dispuesto en el inciso a) del presente artículo. En el caso de existir intereses contrapuestos entre la persona adolescente y el/la adulto/a responsable, será el/la profesional o personal de salud interviniente que deberá decidir de acuerdo a lo preceptuado en el art. 26 del Código Civil y Comercial de la Nación. c) La persona mayor de 16 años tiene plena capacidad para ejercer los derechos que otorga la presente ley. En todos los supuestos contemplados en los artículos que anteceden serán de aplicación la Convención de los Derechos del Niño, la ley 26.061 y los artículos pertinentes del Código Civil y Comercial de la Nación, en especial en lo que hace al interés superior y el derecho a ser oído/a de todo/a niño, niña y adolescente y que su opinión sea tenida en cuenta. Artículo 10: Personas con discapacidad y personas con capacidad restringida. Toda mujer o persona gestante debe brindar en forma personal su consentimiento libre e informado para interrumpir su embarazo. Ninguna mujer o persona gestante puede ser sustituida en el ejercicio de este derecho por terceras personas, independientemente de su discapacidad, diagnóstico en su salud o determinación judicial sobre su capacidad jurídica. Si se tratare de una persona con capacidad restringida judicialmente y la restricción no tuviere relación con el ejercicio de los derechos que otorga la presente ley, podrá prestar su consentimiento informado requiriendo, si lo deseare, la asistencia del sistema de apoyos previsto en el artículo 43 del Código Civil y Comercial de la Nación. Si se tratare de una persona declarada incapaz judicialmente, deberá prestar su consentimiento con la asistencia de su representante legal o, a falta o ausencia de éste, la de un allegado en los términos del artículo 59 del Código Civil y Comercial de la Nación. Artículo 13: Sustitúyase el artículo 85 del Código Penal, el que quedará redactado de la siguiente forma: Artículo 85: Quien causare un aborto será reprimido con prisión de tres (3) a diez (10) años si obrare sin consentimiento de la mujer o persona gestante. Esta pena podrá elevarse hasta quince (15) años si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer o persona gestante. Los/las profesionales o personal de salud que causaren el aborto o cooperaren a causarlo sin consentimiento de la mujer o persona gestante sufrirán, además, inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena. Artículo 14: Incorpórese como artículo 85 bis del Código Penal de la Nación el que quedará redactado de la siguiente forma: Artículo 85 bis: Será reprimida con prisión de tres (3) meses a un (1) año e inhabilitación especial por el doble del tiempo de la condena la autoridad de un establecimiento de salud, profesional o personal de salud que dilatare injustificadamente, obstaculizare o se negare a practicar un aborto en los casos legalmente autorizados. La pena se elevará de uno (1) a tres (3) años de prisión si, como resultado de la conducta descripta en el párrafo anterior, se hubiera generado perjuicio en la salud de la mujer o persona gestante. Si como consecuencia de esa conducta resultara la muerte de la mujer o persona gestante, la pena se elevará a cinco (5) años de prisión. Artículo 16: Sustitúyese el artículo 87 del Código Penal, el que quedará redactado de la siguiente forma: Artículo 87: Será reprimido con prisión de seis (6) meses a dos (2) años, el que con violencia causare un aborto sin haber tenido el propósito de causarlo, si el estado del embarazo de la mujer o persona gestante fuere notorio o le constare. Muere la bebé de la niña argentina de 12 años que fue obligada a dar a luz La menor, embarazada por la violación de un vecino de 60 años, pidió abortar. Los médicos, sin embargo, le practicaron una cesárea por estar de 24 semanas MAR CENTENERA BUENOS AIRES - 23 ENE 2019 - 17:40 CET Fachada del hospital Materno Infantil Héctor Quintana de Salvador de Jujuy. MÁS INFORMACIÓN • • Una niña argentina de 12 años que fue violada y cuya madre pidió un aborto da a luz por cesárea El Senado de Argentina dice ‘no’ al aborto y deja al país con una ley de 1921 El embarazo de una niña de 12 años que había sido violada por un vecino de 60 se ha convertido en el centro de una disputa nacional en Argentina. El pasado 12 de enero, la menor y su madre pidieron un aborto, amparadas en que la violación es uno de los supuestos legales para interrumpir el embarazo en Argentina, pero los médicos y las autoridades provinciales se lo negaron debido a su avanzado estado de gestación, 24 semanas. Grupos antiabortistas se concentraron a las puertas del hospital contra lo que consideraban "el asesinato de un inocente". Colectivos feministas exigieron que se respetase la ley y la voluntad de la menor. Finalmente, el 18 de enero a la niña le practicaron una cesárea para salvar a la bebé, que iba a ser dada en adopción. El gobernador de la provincia de Jujuy, Gerardo Morales, anunció que "una familia importante" estaba dispuesta a criarla como su hija. Anoche, el hospital anunció que la recién nacida había muerto. La noticia de la muerte ha vuelto a reabrir hoy la pelea. "La política de "salvemos las dos vidas" termina con una niña de 12 años torturada al ser obligada a parir y una bebé muerta. Necesitamos que se cumpla la Interrupción Legal del Embarazo, necesitamos aborto legal y que se respeten nuestras vidas", ha escrito en Twitter la Coordinadora del Observatorio de Géneros y Políticas Públicas Victoria Freire junto al hashtag #AbortoLegalEsVida. La Campaña nacional por el aborto legal, seguro y gratuito, la agrupación que impulsó este debate en el Congreso en 2018, exige la dimisión del ministro de Salud de Jujuy, Gustavo Bouhid, "por violar la intimidad de la niña, no respetar su decisión a una interrupción legal del embarazo, y por prolongar el sufrimiento de ella y la recién nacida". Los antiabortistas critican al gobernador Morales por no haber obligado a la menor a permanecer un mes más embarazada y así garantizar la viabilidad del feto. "Las feministas presionaron para que asesinaran intrauterinamente a #Esperanza o bien que la cesárea se hiciera prematuramente, y acá están las consecuencias: la clase política cedió, y la beba terminó muriendo. #MoralesAsesino", ha tuiteado el politólogo y escritor Agustín Laje, una de las voces de la joven derecha argentina. "Hoy a las 11AM [sic] toda la parte sana de la Argentina abarrotará las redes con #MoralesAsesino. Murió #Esperanza y estamos de luto ante el homicidio de estos canallas aborteros en Jujuy", ha pedido el escritor y abogado Nicolás Márquez. El protocolo para la atención del embarazo en adolescentes del Gobierno de Jujuy, redactado junto a la ONG Unicef, señala que "cualquier embarazo en una niña menor de 13 es producto de abuso sexual y puede acceder a una interrupción legal del embarazo". Esta provincia, situada en el noroeste de Argentina, es una de las más conservadoras de Argentina, junto a otras vecinas, como Salta y Catamarca. La Iglesia católica conserva un peso importante allí y también se pronunció en contra del aborto que había pedido la menor y su familia. Las diferentes posturas alrededor de este caso reflejan la polarización de la sociedad argentina, que ya se hizo evidente el año pasado, durante el debate parlamentario sobre el aborto libre. La ley fue rechazada por el Senado el pasado agosto después de cinco meses de discusiones.