Balance de blancos La función del balance de blancos, es conseguir una representación de los colores lo más natural posible en cualquier condición de luz. Para ello disponemos de distintas estrategias o tipos de balance de blancos. Para entender mejor que es el balance de blancos, primero tenemos que entender que es la temperatura del color y la relación entre luz y color. Por eso es importante que primero hayáis leído el cuaderno de Luz y color. De todas formas como es un cuaderno bastante denso, igual no os apetece, así que voy a hacer un resumen muy elemental. Principios básicos Los colores básicos son tres, Rojo, verde y azul (RGB en ingles), el blanco es la suma de esos tres colores y el resto una combinación de ellos en distintas proporciones. El negro no es un color si no la ausencia de luz. El color que nosotros vemos en los objetos, es debido a la luz que estos reflejan. Así un objeto rojo, nos aparece de ese color porque refleja toda o casi toda la luz roja y nada o poca verde y/o azul. Un objeto será negro cuando no refleje ningún tipo de luz. La luz blanca, es decir la normal, está compuesta por los colores básicos, RGB. Los colores que percibimos, dependen tanto del color original como de la luz que los ilumine. Un ejemplo claro lo tenemos en la carretera. Por la noche en muchos tramos de carretera o en muchos túneles, se utiliza una luz amarilla para evitar deslumbramientos. Cuando pasamos con el coche por esas zonas vemos como los colores de los vehículos se altera y un coche rojo nos aparece de un color marrón. Un ejercicio que podemos realizar en casa es coger una lámpara y un folio blanco. Si cubrimos la lámpara con un trapo rojo, veremos como el folio blanco adquiere un tono rojizo. No toda la luz blanca tiene la misma proporción de colores RGB No todas las luces son blancas. Las luces de temperatura de color bajas realzan los tonos amarillos y naranjas Las luces de temperatura de color altas realzan los tonos azules. Vistos estos puntos, entendemos que la luz no siempre es igual y en consecuencia los colores se ven alterados por esos cambios de la luz. Cuando usábamos películas químicas para hacer fotografía, era necesario un tipo de película especifico para cada tipo de luz o bien el usar unos filtros especiales en los objetivos para modificarla. Con las cámaras digitales esto no es necesario, es la propia cámara la que corrige esos cambios a través del balance de blancos (BW). Como actúa el balance de blancos Una luz dependiendo de su temperatura de color nos va a crear una dominante de color que irán en este orden: Rojo, Naranja, Amarillo, Verde y Azul. Correspondiendo el rojo a la temperatura de color más baja y el azul a la más alta. La regulación del BW lo que va a intentar es corregir esas dominantes de color. ¿Cómo? pues aplicando unas dominantes inversas, así si tenemos una temperatura de color baja, que nos da una dominante rojiza, buscara el amortiguar esos colores y realzar los opuestos, es decir los azules. La siguiente toma esta realizada en un día soleado, por lo tanto el balance de blancos correcto es el primero, luz de día con una temperatura de color de 5.500ºK. Vemos las distintas variaciones de tonos que nos producen los distintos balances de blancos sobre la misma imagen. BW Día 5.500ºK BW Sombra 7.500ºK BW Nublado 6.500ºK BW Luz tungsteno 2.850ºK BW Luz fluorescente 3.800ºK BW Luz flash 5.500ºK En la primera fila tenemos los balances de luz natural. Podemos apreciar como con una temperatura de color más alta, destinada a una luz con una dominante más azul, la reacción de la cámara es en el sentido contrario, generar una dominante naranja para compensar. En la segunda toma que la temperatura de color es mucho más alta existe una dominante mas anaranjada que en la tercera que la diferencia es la mitad. En la segunda fila tenemos las luces artificiales. Aquí el ejemplo es todo lo contrario, las luces artificiales tienen una temperatura de color sensiblemente más bajas, por lo tanto generan unas dominantes rojo/naranja. Por lo tanto la cámara actúa en el sentido opuesto, reduce los rojos/naranjas y acentúa los azules y verdes. Cuando la diferencia de temperatura es mayor más acentuado son las diferencias de tonalidad azulada. En la última podemos apreciar que la temperatura de color del flash es exactamente la misma que la luz día, por lo tanto los colores también. Estas diferencias también las podemos apreciar cuando realizamos una toma en el interior de casa sin flash, vemos como siempre aparece una dominante anaranjada, eso es debido a que en la iluminación del interior de las casas no solo usamos luces de tungsteno si no normalmente usamos también pantallas para conseguir una iluminación más cálida, colores más anaranjados. TIPOS DE BALANCE DE BLANCOS. No todas las cámaras disponen de los mismos tipos de balance de blancos, ni siquiera de las mismas clases de ajustes. Las más sencillas solo disponen del balance automático. A medida que la cámara va siendo más completa pasan a disponer de mayores ajustes. Los más usuales son: Modo automático.: El usado por defecto en todas las cámaras. Es válido en la mayoría de las situaciones, aunque suele dar pequeñas diferencias de color. Modos pre configurados: Más versátil que el automático., nos permite un ajuste más acertado del balance de blancos. En muchas cámaras además los distintos modos tienen posibilidad de un ajuste más fino. Luz de día: Adecuado para tomas a pleno sol y días muy luminosos. Temperatura de color 5.500ºK Sombra: Para días soleados, pero cuando el motivo a fotografiar no está directamente expuesto al sol. Temperatura de color 7.500ºK Nublado: Cuando la luz nos llegue filtrada a través de las nubes y días cubiertos. Temperatura de color 6.500ºK Luz de tungsteno: Interiores con lámparas de incandescencia, las típicas lámpara domésticas. Temperatura de color 2.850ºK Luz de fluorescente: Interiores iluminados con luces fluorescentes, ojo pues las lámparas ahorradoras son también de tipo fluorescente. Temperatura de color 3.800ºK Luz de flash: Siempre que utilicemos la luz del flash, salvo cuando lo usemos de relleno en retratos de exterior. Temperatura de color 5.500ºK Las temperaturas de color son a nivel orientativo, ya que el valor exacto puede cambiar de una cámara a otra. Balance de blanco personalizado: Nos permite hacer un ajuste personalizado del balance de blancos por medio de una cartulina blanca o de un gris neutro. La opción que nos permite un ajuste mas real, pero al mismo tiempo menos versátil, pues es un ajuste extremadamente fino y hay que cambiarlo en cuanto cambian mínimamente las condiciones de luz. Balance de blancos por temperatura de color: Hasta hace poco un ajuste reservado a las cámaras profesionales, pero cada vez más usual en cámaras de gama más baja. Permite un ajuste extremadamente fino, pero nos condiciona conocer los grados Kelvin de la luz, por lo que solo es válida para estudio cuando conocemos la temperatura de color exacta de las lámparas que usamos. ¿Qué modo usar? Eso es lo que vamos a intentar ver. Evidentemente lo más fácil es usar el automático, que sea la cámara la que solucione la situación, pero siempre obtendremos mejores resultados con los otros modos. Mi primer consejo es usar los modos pre configurados, es un sistema sencillo, rápido y da buenos resultados, mejores que el automático por descontado. En estas dos imágenes vemos las diferencias de balance de blancos y como nos afectan a la representación del color. Están sacadas un día nublado, muchas nubes y la luz totalmente tamizada por ellas La primera está tomada en automático ABW, mientras que la segunda en modo nublado. El modo automático no ha actuado mal, pero nos ha dejado los colores un poco apagados, demasiado grises. El modo pre configurado en cambio nos ha dado unos colores más vivos y más acorde a los naturales. Muchas veces me dicen que con el modo pre configurado no puedes disparar de una forma rápida. Esto es evidente, pasa igual que con los ajustes manuales, si buscas rapidez a la hora de disparar, contra menos ajustes tengas que hacer mejor. Pero no somos reporteros gráficos que tenemos una única e irrepetible ocasión de hacer una foto. La fotografía requiere su tiempo, como dije en el cuaderno de la composición no vale el "aquí te pillo aquí te mato". Hay que estudiar el motivo, buscar la composición, seleccionar la velocidad, el diafragma y enfocar, ¿por qué no perder unos instantes más en ajustar el balance de blancos? El modo automático, es apropiado siempre que desconocemos el tipo de iluminación, cuando esta sea variable o si simplemente no queremos complicarnos la vida. Los modos pre configurados, validos para la mayoría de situaciones. Permite un balance más ajustado a la situación concreta de la toma. Muchas cámaras nos permiten incluso afinar un poco más los valores de ajuste. Lo mejor es poner el modo pre configurado que corresponda a la situación que tenemos y hacer un disparo de prueba, luego verificar en la pantalla que los colores sean lo más parecido posible a los colores naturales que estamos viendo. El Modo personalizado, es un método bastante simple para ajustar el balance, lo único que necesitamos es una cartulina blanca o a ser posible de un gris neutro (al 18%) y hacer un disparo de ajuste enfocando en ella. En tiendas especializadas podemos encontrar cartulinas de colores calibradas, las de la marca Kodak son bastante habituales, pero son caras. Si disponemos de un programa de diseño tipo Photoshop, Corel Draw o similar, siempre podemos Gris al 18% construirnos una. Creamos un documento y en modo color CYMK lo coloreamos dándole los siguientes aproximado valores C 0%; Y 0%; M 0%; K 18% luego lo imprimimos en una cartulina, no es necesario que esta tenga un gran tamaño con algo mayor que una tarjeta de visita nos vale. Es el sistema que nos va a garantizar el mejor control del balance de blancos, pues siempre va a ser exacto. Muy adecuado para interiores y en situaciones de iluminación constante. Hay que evitar su uso en exteriores durante días nublados, en estos días la temperatura de la luz va cambiando a medida que las nubes van pasando por delante del sol, ya que estas no tienen siempre a misma densidad y esto afecta a la temperatura del color. En interiores muchas veces nos encontramos con luces de distintos tipos o temperaturas de color distintas, en esas situaciones es prácticamente imposible que la cámara pueda interpretar de forma correcta el balance de blancos. Es la situación ideal para usar el modo personalizado. También puede ser nos muy útil en fotografía nocturna de paisajes urbanos, no es extraño el encontrar situaciones en las que los monumentos están iluminados con luces con fuertes dominantes de color. Si usamos el modo personalizado podemos corregir esas dominantes y sacar fotos muy espectaculares. Ajuste por temperatura de color, es un ajuste también muy fino. El mayor problema para usarlo radica en que primero necesitamos conocer la temperatura de la luz concreta que hay en la escena. Esto solo es posible por dos sistemas, un medidor de temperatura de luz o bien conocerla de antemano. El medidor es algo que directamente descartamos, pues son muy caros. Conocer la temperatura de la luz en la iluminación solo es posible si usamos lámparas calibradas y todas tienen la misma temperatura. Esto solo ocurre en estudios de fotografía, y aun así podemos tener ligeras diferencias pues las lámparas de incandescencia van variando su temperatura en función de la tensión y el uso. Balance de blancos y el RAW Aunque ya hablaremos más adelante de formatos de fotografía, creo que es necesario hacer aquí una puntualización relativa a este tema. Cuando disparamos en formato RAW podemos despreocuparnos del ajuste de balance de blancos y dejarlo en ABW, pues una de las peculiaridades de este formato fotográfico es el permitir ajustar el balance de blancos durante la edición de la foto en el ordenador. Esto nos permite una mayor libertad a la hora de la captura de la fotografía. Balances correctos e incorrectos. Una vez escuche a alguien decir "Lo podemos hacer de la forma correcta o hacerlo bien", es de esas frases que nadie sabe a ciencia cierta de donde han salido, pero que muchas veces son acertadas. En fotografía es una máxima que puedes llevar al limite. La fotografía como arte nos da la libertad de experimentar, "las reglas están para romperlas" lo único que necesitamos es conocer bien las herramientas de las que disponemos. Por ejemplo podemos darle a una toma un aspecto mas cálido o mas frío jugando con el balance de blancos En estas dos imágenes vemos las diferencias que podemos obtener partiendo de una misma foto, simplemente jugando con el balance de blancos. En la primera hemos aplicado un balance de luz fría 2700ºK, consiguiendo unos tonos azulados. En la segunda obtenemos una luz cálida gracias a un balance de luz cálida 5300ºK. Como podéis apreciar la diferencia entre las dos fotos es más que sustancial, todo es cuestión de imaginación y experimentar.