Todos los espacios de atención y educación deben ser concebidos como una continuación del hogar, alejándose del concepto de mundo fantástico pen sado con abundancia de materiales estereotipados de los que produce el mundo adulto para los bebés. Por el contrario, en los espacios implementados para ellos deben estar presentes aquellos objetos que favorecen su apego seguro, que los remiten al vinculo con su familia y los que promueven la ex ploración libre del ambiente que se les presenta motivador y confiable. "Si se considera los aportes de la investigación [...) se de tecta que actitudes básicas de confianza en las mayores posibilidades de los niños y las niñas, de amor propositivo, de apertura y creatividad en las opciones educativas, no re quieren necesariamente de grandes recursos materiales, sino de un cambio cultural en los adultos sobre sus posi bilidades." [Peralta, 2002: 271) En términos generales, en los diversos espacios de aten ción y educación por los que transitan los bebés durante el primer año de vida es importante considerar especialmen te la relevancia que, por su postura, tienen las superficies de deslizamiento y de fondo como pisos, techos y paredes. Las posiciones que niños y niñas adoptan en el piso posi bilitan el movimiento libre, la construcción natural de las posturas, alcanzar un objeto, moverse hacia donde desean, todo lo cual contribuye al desarrollo de la confianza en sí mismo favoreciendo sus aprendizajes. En los espacios interiores destinados a la atención de be bés durante el primer año de vida es necesario crear zonas diferenciadas, íntimas u hogareñas, áreas o rincones donde haya elementos de exploración interesantes y diversos en relación a las texturas, luces, sombras, colores y aromas. Resulta imprescindible habilitar el uso del piso protegido del frío con un material seguro, consistente y lavable, con ey barandas colocadas en la pared para facilitar que niños y niñas se paren, ejerciten y desplacen. Para aquellos que reptan y gatean o que están dando sus primeros pasos es necesario habilitar un espacio despejado de obstáculos que permita el movimiento. El mobiliario que se requiere para estas edades es aquel que se relaciona con la atención de las necesidades diarias. Habrá de zonificarse un espacio de relajamiento y tranqui lidad con alfombras o colchonetas y materiales suaves y blandos tales como muñecos de trapo, marionetas de tela, peluches, animales de tela. Por otro lado, se establecerá un espacio de exploración más activa con diversos materiales de consistencia más dura, de distintas texturas, sonoros, de construcción, de movimiento global de cuerpo como to boganes pequeños, prismas, pelotas y otros adecuados al nivel de desarrollo de niños y niñas. "Proponemos pensar un espacio con diferentes tipos de objetos que inviten a diferentes acciones que permitan que el deambulador deambule, que participe de juegos de construcción apilando bloques: de juegos con arena: hacer lluvia, meter, colar, dejar pasar-si hubiese una mesa de arena en la sala-; de juegos de iniciación dramática con escenarios de la vida cotidiana, como lavar, planchar, dormir, viajar, pasear y comer Se trata, entonces, de recuperar los formatos hogareños más cercanos a situaciones socia les cotidianas y más alejados de formatos escolarizados guiados por lógicas de grupos homogéneos y por pautas y regimenes más estructurados en relación con el tiempo, espacio, actividades" (Soto y Violante, 2008: 62) Se sugiere potenciar una implementación del es pacio físico con elementos seguros, contextuali zados y significativos equilibrando la presencia de materiales elaborados industrialmente y de forma artesanal por integrantes de la comunidad educa tiva, incluidas las familias. Entre ellos: elementos de exploración con superficies de diferentes textu ras, con sonidos, con rellenos de distinta consis tencia y peso, con transparencias; pelotas de tra po; grabaciones de música escuchada en familia; objetos colgantes con diferentes efectos, etcétera. Los niños y niñas en sus primeros años de vida disfrutan mucho de las actividades realizadas en espacios exteriores, descubriendo el maravilloso mundo de la naturaleza. Es importante extender las paredes del espacio interior hacia otros ambientes interesantes que ofrece la comunidad cercana u otras más distan tes, solicitando en este caso el acompañamiento de otras personas adultas, incluidas las familias. El amamantamiento de los bebés es un factor fun damental para su desarrollo. Todos los espacios destinados a su atención y educación deben favo recerlo y promoverlo. Por ello resulta necesario que se implementen espacios físicos adecuados y tranquilos destinando ambientes y tiempos para ello.