LA ENTREVISTA DE TRABAJO Has llegado a la entrevista, tienes abiertas todas las posibilidades. En caso de superar las pruebas psicológicas y profesionales, o bien la primera fase de selección en base al currículo, te citarán para una entrevista profesional. El modo de realizarla depende del entrevistador/a (incluso puedes ser citada en un lugar ajeno a la empresa). La entrevista permite darte a conocer a través de un diálogo (trata de lograr una buena y auténtica comunicación), por ello hay quien considera a este método de selección más útil que el test, más directo y más humano. ¿En qué consiste? Esta fase consiste en que una persona con experiencia en selección te entrevistará para obtener de ti la mayor información posible sobre: - Saber estar. - Personalidad. - Iniciativa y autonomía. - Capacidad para tomar decisiones. - Responsabilidad. - Liderazgo y capacidad para el trabajo en equipo. - Habilidades sociales. - Conocimientos profesionales. - Experiencia. - Motivación. - Potencial profesional y capacidad para adaptarte rápidamente a los cambios. - Condiciones de vida, incompatibilidades. En general, la entrevista goza de las ventajas indiscutibles de proporcionar una imagen tuya más espontánea, permitiendo apreciar tanto tu aspecto externo como evaluar los factores intelectuales y morales de tu personalidad. El momento de la entrevista puede ser incluso la ocasión para que la entrevistadora o entrevistador te aporte más datos sobre aspectos interesantes relacionados con el trabajo. ¡No dudes en aprovecharlos! Todo lo que se diga en la entrevista nos servirá de marco en el que situar el puesto que, con nuestra incorporación, se trata de cubrir (se conocerá más concretamente qué es lo que se tiene que hacer y por qué, es decir, por qué la empresa está dispuesta a contar con tus servicios y cuáles se esperan que sean estos). ¿Qué puedo hacer para superar esta fase? Ten en cuenta que en la entrevista te evalúan y las conclusiones tendrán un impacto considerable sobre tu futuro. No prejuzgues las intenciones del entrevistador/a; tu interlocutor/a está, a priori, a tu favor. Estás allí para triunfar, pero si fracasas, nunca lo interpretes como un rechazo a tu propia persona. Para salir con éxito de esta fase decisiva dentro del proceso de búsqueda de empleo, es necesario que practiques y que tengas en cuenta una serie de cuestiones: 1. Ten presente que estás ofreciendo tus servicios profesionales, no estas pidiendo ningún favor, por ello, mantén tu dignidad. 2. Si es posible, acude a la entrevista preparada e infórmate sobre las siguientes cuestiones referidas a la empresa: ¿es pública o privada? ¿cuál es el número de instalaciones/oficinas/fábricas de las que consta? ¿cuál es su antigüedad en el mercado? ¿cuál es su cultura y estilo empresariales? ¿quiénes están al frente de ella? ¿qué calidad y reconocimiento tienen sus productos? ¿quiénes son sus competidores más directos? así como ¿cuál es su situación frente a la competencia?; ¿cuáles son sus resultados económicos? Sin embargo, sé prudente; demasiada preparación "saber demasiado sobre quienes te entrevistarán" puede resultar perjudicial si te lleva a no formular pregunta alguna sobre la empresa. Esto puede interpretarlo el entrevistador/a como falta de interés. Además, la impresión de que lo sabes todo desanima al entrevistador/a para abordar uno de sus temas favoritos: la organización de la que forma parte. También deberás informarte sobre el puesto: aunque te será difícil, ¿por qué motivo está vacante ese puesto?; ¿cuál es el número de personas empleadas en el área donde vas a trabajar? Todas estas dudas podrás resolverlas si acudes a algunas de las siguientes fuentes de información: el informe anual de la empresa, disponible en la propia empresa o instituciones pertinentes (principalmente el Registro Mercantil, Protectorado de Fundaciones de la Comunidad Autónoma si se trata de este tipo de organizaciones, en la propia Web de la Empresa); la Cámara de Comercio del lugar donde está situada la empresa; revistas especializadas en economía, secciones de economía y suplementos de negocios en la prensa. 3. Viste correctamente, lo menos informal posible. 4. Procura estar relajada, tranquila y segura de ti misma; si en un primer momento, las cosas no van como tú las habías planeado, no te preocupes, siempre es posible recuperarse de un comienzo desastroso o poco afortunado. 5. Procura dejar claro tu interés profesional por conseguir el empleo. 6. Habla lo justo, contestando a lo que te pregunten. Procura orientar tus respuestas a lo que puedes aportar a la compañía, basándote en lo que ha sido tu experiencia hasta el momento presente. No existe pregunta en la entrevista a la que no se pueda responder con otra pregunta. De esta forma puedes ir delimitando el perfil que busca la persona interlocutora y el grado de concordancia entre las cualidades requeridas y las que tú puedes ofrecer. Aprovecha la conversación también para matizar puntos que pudieron quedar poco claros en tu C.V. o para añadir precisiones a algún dato. 7. Demuestra sociabilidad, dinamismo, iniciativa, ganas de colaborar y aprender. 8. Recuerda que tratar de venderse no consiste en presentarse de forma diferente a como es una. Tu mejor baza en la entrevista será la sinceridad, por lo tanto, no mientas. El/la entrevistador/a te pondrá a prueba si sospecha que no es verdad todo lo que dice tu currículum. Una pregunta que se suele plantear para medir la sinceridad del candidato/a es: ¿cuál ha sido su mayor éxito y su mayor fracaso? Otra forma muy extendida de poner a prueba tu sinceridad consiste en preguntarte cómo describirías un día de trabajo en el puesto que desempeñas actualmente o desempeñaste. Cuanto más rutinarias sean las tareas mencionadas, más sincera suena la respuesta. 9. La decisión de contratar o no a una persona se suele tomar en los primeros minutos de la entrevista. Los primeros segundos de un contacto cara a cara son fundamentales. La manera en que entras en un despacho puede ser de lo más reveladora ¿titubeas? o, por el contrario, ¿no vacilas? Otro aspecto significativo es cómo respondes a la pregunta inicial. 10. Ten cuidado con las trampas. Quienes entrevistan suelen tender pequeñas trampas para ver si se da un paso en falso. Por ejemplo en las grandes ciudades, suelen preguntar si te ha costado mucho encontrar el lugar donde has sido citada; si tu respuesta es positiva, revelará que estas nerviosa por el encuentro o que eres un tanto despistada, que no tienes buen sentido de la orientación… Dado que el 55% de la decisión se basa en el lenguaje no verbal procura mirar a los ojos pues causa excelente impresión, ya que se interpreta como signo de honradez. Otros elementos clave son inclinarse hacia delante y sentarse en el borde de la silla para demostrar interés, sonreír y mantener las manos quietas como muestra de seguridad. 11. Las preguntas que tú hagas serán tan importantes como tus respuestas. Si el puesto al que te presentas no es de alto nivel, una pregunta que suele agradar es: "¿cómo será mi jornada de trabajo?" Eso no sólo hace que te imagine en el puesto, sino que demuestra, además, tu interés por el trabajo concreto y no por sus supuestos atractivos. Si aspiras a un puesto de más alto nivel, plantéale cuestiones relacionadas con las posibilidades de promoción, o sobre los criterios con que se juzgará tu rendimiento. Otra pregunta necesaria es "¿Cuándo tendré noticias suyas?'' A la empresa le gusta saber que realmente quieres conseguir el puesto. Escucha atentamente las preguntas, no las contestes rápidamente, tómate algunos segundos para pensarlas, así te será más fácil relacionarlas con el trabajo para el que estás siendo entrevistada. Contesta brevemente y sé lo más específica posible. Nunca consideres las preguntas del entrevistador/a como un ataque personal ni como una puesta en duda de tus cualidades. Las preguntas que más hacen son las siguientes: ¿Cuáles son sus mayores méritos y cómo los consiguió? ¿Cuáles son sus puntos fuertes y necesidades de desarrollo? ¿Qué es lo que espera de su próximo trabajo y de su carrera en general? ¿Tiene algunas metas bien establecidas a nivel profesional? ¿Por qué razones ha decidido cambiar de trabajo? ¿Puede hablarme de los puestos que ha ocupado anteriormente, sus responsabilidades, cargos, aspectos gratificantes y desagradables? ¿Por qué piensa ser un buen candidato/a para este puesto? ¿Qué le gustaría hacer en los próximos años? ¿Cuáles son sus centros de interés y aficiones extra-profesionales? ¿Por qué tiene interés en trabajar para nuestra empresa? ¿Cómo nos ayudará a incrementar nuestros beneficios, mejorar nuestros servicios, etc.? ¿Qué estudios realizó y por qué? ¿Qué piensan los demás de su forma de dirigir? ¿Qué influyó para que Ud. entrara a trabajar en este campo? ¿Cómo resolvió los problemas que encontró? 12. No olvides que la clave puede estar en los contactos posteriores. Si en el plazo establecido no has recibido ninguna respuesta, no temas en llamar e informarte. La mayoría de los/as entrevistadores/as lo considerarán como un signo de interés. Algunas personas incluso, utilizan este sistema para descartar a las personas que no vuelven a dar señales de vida después de la entrevista. Prepara La Entrevista 10 PREGUNTAS QUE DEBES HACERTE ANTES DE ACUDIR 1 - ¿Cuáles son mis cualidades para aspirar a este puesto, tomando en consideración las DESTREZAS Y CONOCIMIENTOS? 2 - ¿Cuáles son mis cualidades para aspirar a este puesto, tomando en consideración el SABER CUBRIRLO? 3 - ¿Cuál es mi potencial? 4 - ¿Qué puedo mejorar? 5 - ¿Qué me distingue de los/as otros/as candidatos/as? 6 - ¿Cuáles son mis objetivos en corto y medio plazo? 7 - ¿En qué puedo ser la mejor interlocutora para la persona que me entrevista? 8 - ¿Por qué me interesa esta empresa más que otras? 9 - ¿Qué le puedo aportar a la empresa en términos de destreza e ingenio? 10 - ¿A partir de qué elementos concretos fundamento mis aspiraciones económicas (el salario)?