La respuesta sexual humana dependerá de los códigos que

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LA RESPUESTA SEXUAL HUMANA
Está referida a los códigos que cada persona tiene para descifrar lo que la estimula
sexualmente y la respuesta que da. Estas respuestas, en apariencia automáticas, son el
resultado de una serie de aprendizajes culturales y de múltiples experiencias personales
iniciadas en la niñez.
La respuesta sexual humana dependerá de los códigos que varones y mujeres posean del
ambiente y de su aprendizaje cultural.
Por ejemplo, una mujer desnuda, en la playa del Perú, posiblemente signifique un estímulo
sexual para el común de los varones que han aprendido que el cuerpo desnudo es erótico, y
tendrá como respuesta la excitación y, posiblemente, la erección.
Esta misma mujer desnuda no representará un estímulo sexual frente a varones que han
practicado nudismo desde jóvenes porque tendrán la misma reacción que cuando observan el
mar, las palmeras o las piedras.
Si un varón acaricia los senos de una mujer en un espacio afectivo, esto constituirá un estímulo
sexual. Pero si el que toca, es un médico que está realizando una revisión para detectar un
cáncer de mamas, la mujer no tendrá una respuesta sexual y, sí, demostrará temor y
desconfianza.
La variedad de hechos y circunstancias que podrían constituir un estímulo sexual y la
capacidad de respuesta sexual, tienen una cantidad casi infinita de variaciones.
Fases del ciclo de la respuesta sexual humana: (Masters &
Johnson 1996)
El ciclo de la respuesta sexual humana es un continuo, y fluye sin una diferencia marcada entre
las fases que lo comprenden. No es necesario que el ciclo entero sea completado ya que, en
cualquier momento, puede detenerse o retroceder.
Fase de la excitación: Se refiere al período inicial de la actividad sexual, cuando se da un
estímulo (abrazo, beso, ver una película, leer una historia o un poema, etc.). En la mujer, se
puede visualizar por la erección de los pezones, agrandamiento de la aureola y del clítoris,
lubricación vaginal; en el varón, por la erección del pene, la piel del escroto se congestiona,
elevación parcial de los testículos.
Fase de la meseta: La respuesta aumenta según se mantengan o aumenten los estímulos.
Hay movimientos pélvicos, se comienza a sentir calor y sensaciones placenteras,
especialmente en el abdomen y genitales. En la mujer, se visualiza por incremento del tamaño
de los senos, la aureola, y de los labios mayores y por el aumento de la lubricación vaginal. En
el varón, por el incremento del tamaño del glande y el diámetro del pene, y la secreción
mucosa de 2 ó 3 gotas que pueden contener espermatozoides fecundantes.
Fase del orgasmo: Disminuye la tensión muscular que se había acumulado y aparecen
espasmos involuntarios y contracciones de los músculos, especialmente, en el área genital y
anal. La eyaculación ocurre en esta fase. En la mujer, se visualiza por los senos, igual que en la
fase anterior, contracciones en el tercio interior de la vagina y labios menores, contracciones
del útero y recto. En los varones, por: contracciones de la vesícula seminal, uretra, próstata y
vasos deferentes y pene.
Fase de la resolución: El cuerpo comienza a retornar a su estado original, previo a la
excitación. En la mujer, vuelven a su tamaño normal los senos, los labios mayores y menores,
regresando a su posición normal. En el varón, se aprecia la involución de la erección (flacidez
y descenso de testículos y escroto).
Fase Refractario: Es el tiempo que transcurre después del orgasmo del varón durante el cual
no responde a estímulos ni siente excitación sexual alguna. En las mujeres, no se da esta fase.
En los varones, puede durar de varios segundos a varios días.
Es importante resaltar que esta respuesta sexual humana puede variar, dependiendo de los
estímulos que se haya recibido, de las experiencias pasadas, creencias, emociones, fantasías,
etc. La ansiedad, el temor y la ira son factores que, comúnmente, afectan en forma negativa la
posibilidad de responder al estímulo y la activación del deseo sexual. Por otro lado, el amor y
los sentimientos de afecto y ternura resultan ser poderosos activadores de la respuesta sexual.
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