APRECIACION CRITICA DEL TERCER MILITARISMO El tercer militarismo fue una época parecida al Oncenio de Leguía; una dictadura que quería mantener a la oligarquía. Lo logran por fuerza militar, pero la gran diferencia fue que en los gobiernos de los presidentes del tercer militarismo se introducen una serie de innovaciones a favor a la clase baja, lo cual da un nuevo sentido de confianza y estabilidad. Se presenta Sánchez Cerro, un hombre autoritario, pero a la vez alguien con que la gente de la clase baja se podía identificar, debido a que era el primer presidente mestizo. Después de unos años Benavides entra al poder, quien propone obras eficientes y continúa ofreciendo oportunidades a las personas de la clase baja. Los peruanos que vivieron durante la década de los treinta vivieron bajo regímenes autoritarios y despóticos que estuvieron avalados y apoyados por un grupo oligárquico que se resistía a dejar el dominio y la hegemonía económica del país. La elite agro exportadora, que ya parecía evolucionar hacia una especie de burguesía empresarial, se mostraba un tanto abierta a la negociación y apertura política, pero la agitación social era muy grande y los movimientos de obreros, gremios, clases medias y sectores populares causaban temor e inseguridad en la clase dominante ante la posibilidad de que sus intereses se vean afectados. Es por ello, que esta elite no vaciló en reprimir cualquier intento que ponga en peligro su dominio sobre el Perú y por ende, vio en los militares un medio para seguir manejando al país. Esto periodo se caracteriza por una intensa violencia política; nacían nuevos partidos y otros adquirían fuerza. Entre los partidos que mayor importancia tuvieron en la vida política peruana tenemos al APRA y la Unión Revolucionaria, cuyas diferencias llevaron al país casi al borde de una guerra civil y fue durante el gobierno de Sánchez Cerro en el que estos enfrentamientos se desarrollaban con mayor encarnizamiento. Se estableció un régimen autoritario en el que las libertades políticas y públicas fueron recortadas y se persiguió a las personas y organizaciones que pudieran mostrar una opinión contraria al oficialismo. Por su parte, la clase media, los sectores populares logran consolidarse en el ámbito de la vida política, aunque la oligarquía hará todo lo posible por evitar que dichos grupos adquieran un papel demasiado influyente en desenvolvimiento de la vida nacional.