ETICA DEL SUPERHOMBRE En medio de la concepción de que “Los valores morales tradicionales son puras mascaras que ocultan los intereses egoístas de unos y las bajezas y miserias de otros”, florece el enfoque de NIETZSCHE, quien ante el insuceso de su propia vida defiende que el mundo es un desconcierto de corrientes fortalecidos por “voluntades de poder” cuya expresión es la vida, dentro del cual enmarca a el hombre en dos posiciones: la lucha por el poder y la defensa de la debilidad. En este sentido NIETZSCHE enmarca a los hombres entre los poderosos y los débiles, los hombres poderosos componen una casta suprema, cuya disciplina moral es exclusivamente el desarrollo de su personalidad en pro de alcanzar el poder y la grandeza, y que se distingue por una disciplina moral totalmente disímil a la de los hombres débiles, quienes son mediocres, insignificantes, y tienen la incapacidad de ser autónomos para vivir por si mismos, necesitan vivir en sociedad en medio de unas normas comunes y que tienen por valores “la igualdad, la humanidad, la caridad, y el sacrificio”. Pero que son necesarios para desempeñar puestos inferiores a merced de los poderosos. El hombre que alcanza el paradigma del hombre poderoso se convierte en un “SUPERHOMBRE”, que se caracteriza por ser áspero, duro, riguroso, sin sentimientos y extremadamente inmoral o amoral, es decir totalmente indiferente a los valores de la sociedad. Utiliza cualquier tipo de maniobras, para obtener sus propósitos, sin necesidad de justificar nada, más que su deseo de alcanzar el poder. NIETZSCHE, tiene una ideología que se puede identificar con la frase “El fin justifica los medios”, enfoque que ha sido adoptado hoy especialmente por los hombres de negocios, que desean triunfar al precio que sea. UNIVERSIDAD DEL TOLIMA ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS DECIMO SEMESTRE LEANDRA TATIANA GONZALEZ GALINDO CODIGO:0401 - 001198