Tu entrenamiento va a determinar en gran medida el cuerpo que vas a tener, está claro que dentro de los factores antropométricos existen algunos que están predeterminados en nuestro genoma y no vamos a poder modificarlos, por ejemplo, por mucho que un niño juegue al baloncesto no va a ser más alto si sus padres son bajitos, sin embargo ese niño cuando sea adolescente seguramente tendrá mayor coordinación visión-mano, mayor capacidad de salto vertical o mayor velocidad de reacción que sus compañeros que no practiquen deporte o que realicen otro tipo de actividad. En resumen: olvídate de tu somatotipo, piensa que cuerpo quieres tener, márcate unos objetivos, escoge las rutinas más apropiadas para ti, empieza a entrenar y cuida tu alimentación. Los resultados que obtengas con las rutinas que vayas a llevar a cabo van a depender del volumen de trabajo que realices (repeticiones, peso levantado y la velocidad a la que lo haces). Serie: cantidad de veces que hay que realizar el número de repeticiones propuestas. Repetición: número de contracciones que se realiza cada ejercicio en cada serie. Peso o %RM: peso recomendado para cada ejercicio, normalmente en dependencia de las evaluaciones diagnósticas y cálculo de la frecuencia cardiaca máxima podrás orientarte mejor. Velocidad de ejecución: velocidad a la que debemos realizar cada repetición. Tiempo de descanso: tiempo de descanso entre series. Días de descanso: días de descanso entre sesiones de entrenamiento, también podemos aprovechar estos días para realizar entrenamiento cruzados (actividades físicas de otro tipo). El entrenamiento debería estar dirigido a obtener según tus objetivos, metas, o deporte en la obtención de hipertrofia (volumen), fuerza, resistencia, tono muscular, potencia etc. Genética y Obesidad ¿Cuánto hay de cierto? En la búsqueda del entrenamiento perfecto, entran las dudas sobre si la genética llegará un momento en que determine el tipo de entrenamiento que debemos realizar. Es cierto que cada deporte va a tener un tipo de fenotipo más apto para llevarlo a cabo, sin embargo al igual que ocurre con el somatotipo, son los efectos que el entrenamiento produce sobre nuestro cuerpo lo que nos va a llevar a marcar la diferencia. Respecto a la obesidad, todos hemos oído hablar de la persona que come en grandes cantidades y no engorda o el que con solo oler una hamburguesa ya gana un kilo… estas leyendas creadas en el ámbito popular parece ser que comienzan a tener cierta base científica o al menos así lo apuntan los últimos estudios publicados. Pese a la relevancia que puedan tener estos marcadores o el mayor-menor peso de la velocidad del metabolismo de cada uno, al día de hoy las recomendaciones son olvidarse de las dietas y llevar a cabo pautas nutricionales saludables (adoptar estilos de vida saludables) la disminución de peso y los beneficios para tu salud vendrán solos.