24 TEMA: DEMOSTRÓ SER ESFORZADO Y VALIENTE versiculos Josué 6: 1-5 Josué 6:1-5 Reina-Valera 1960 La toma de Jericó 6 Ahora, Jericó estaba cerrada, bien cerrada, a causa de los hijos de Israel; nadie entraba ni salía. 2 Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra. 3 Rodearéis, pues, la ciudad todos los hombres de guerra, yendo alrededor de la ciudad una vez; y esto haréis durante seis días. 4 Y siete sacerdotes llevarán siete bocinas de cuernos de carnero delante del arca; y al séptimo día daréis siete vueltas a la ciudad, y los sacerdotes tocarán las bocinas. 5 Y cuando toquen prolongadamente el cuerno de carnero, así que oigáis el sonido de la bocina, todo el pueblo gritará a gran voz, y el muro de la ciudad caerá; entonces subirá el pueblo, cada uno derecho hacia adelante. Josué 6:1-5 NTV Ahora bien, las puertas de Jericó estaban bien cerradas, porque la gente tenía miedo de los israelitas. A nadie se le permitía entrar ni salir. Pero el SEÑOR le dijo a Josué: «Te he entregado Jericó, a su rey y a todos sus guerreros fuertes. Tú y tus hombres de guerra marcharán alrededor de la ciudad una vez al día durante seis días. Siete sacerdotes caminarán delante del arca; cada uno llevará un cuerno de carnero. El séptimo día, marcharán alrededor de la ciudad siete veces mientras los sacerdotes tocan los cuernos. Cuando oigas a los sacerdotes dar un toque prolongado con los cuernos de carnero, haz que todo el pueblo grite lo más fuerte que pueda. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y el pueblo irá directo a atacar la ciudad». Josué necesitaba la dirección de Dios al enfrentar uno de los momentos más cruciales de su vida. Él ya sabía cuál sería el resultado de la batalla contra Jericó, puesto que el Señor le había prometido darle la victoria. La estrategia específica que Dios le dio, sin embargo, fue tan atípica que debió haberlo dejado con la boca abierta. Pero a pesar de cualquier preocupación que pudiera haber sentido, Josué y todo el ejército le creyó al Señor y siguió el extraño plan al pie de la letra. Aunque no enfrentemos la misma situación, hay momentos en que la obediencia a la Palabra de Dios es un desafío pues va en contra de nuestro razonamiento. Por tanto, dudamos, razonamos o buscamos excusas de por qué no podemos hacer lo que nos pide. Por ejemplo, considere estas órdenes: Por nada estén afanosos, sino orar por todo (Fil 4.6). Perdónense unos a otros, como también Dios los perdonó en Cristo (Ef 4.32). Pongan su esperanza, no en la incertidumbre de las riquezas, sino en Dios (1 Ti 6.17). Tengan por sumo gozo cuando se hallen en diversas pruebas (Stg 1.2). Así como la orden dada a Josué no parecía tener sentido, las instrucciones anteriores tampoco tienen sentido para nosotros, pero Dios insiste en que son para nuestro bien. El viejo testamento hace un trabajo maravilloso retratando batallas espirituales con realidades físicas: Hay muros que nos detienen de conseguir las bendiciones de Dios. Bendiciones que están tan cercas y al mismo tiempo parecen estar tan lejos. Muros que el enemigo ha construido para mantenernos en el desierto. Muros que hoy necesitan derrumbarse! La batalla de Jericó no es ninguna guerra carnal; es una guerra entre Dios y Satanás. Recuerda que al igual que a Israel, fue la mano de Dios quien te saco de Egipto (de una vida pecaminosa en el mundo). Fue Dios quien dividió las aguas. El que te abrió la puerta, el que te dio la oportunidad para que vinieras a El. Es el Santo Espíritu de Dios quien te ha guiado en tu desierto. Aun en tu rebeldía, aun cuando no le obedeces en todo, El te cubre con una nube y te alumbra con columna de fuego, te protege de día y de noche. Ha sido Jehová Yireh (Dios tu Proveedor) quien te ha dado mana del cielo y ha mantenido tu espíritu vivo. Ha sido Jehová quien en que tus momentos de mayor desesperación ha sacado agua viva aun de una roca, aun de los momentos mas difíciles, para que esos ríos de agua viva continúen corriendo por tu ser. Las batallas espirituales se luchan en cielo. No en la tierra. Mas poder tiene una oración que toda tu inteligencia y astucia. Aun en medio de tus luchas, El se ha glorificado: Fue en el desierto que Moisés recibió la revelación para escribir los primeros cinco libros de la Biblia. Fue en el desierto donde Moisés recibe la Ley de mano de Dios. Fue en el desierto donde Moisés vio las Espaldas de Dios. Ha sido en tu desierto donde El ha quebrantado tu espíritu, donde tu has aprendido a depender de El. Esta batalla es importante, todos están mirando: Los demonios miran para ver si serás derrotado. Como León rugiente están esperando para ver si tú le des la oportunidad de destruirte. El mundo mira, del resultado de tus acciones otros se pueden salvar. Aunque pienses que a la gente del mundo no le importa los resultados de tu fe, ellos están mirando para ver si tu Dios es poderoso. Los ángeles del cielo miran, están a la expectativa de que va hacer Dios con la creación que mas ama, contigo. Tú eres una importante parte del plan celestial.