LOS 7 SANTO Y SEÑA DEL CRISTIANO santo y seña 1. m. contraseña (‖ seña secreta). 2. santo y seña phrase clave que los militares usan para reconocer a los miembros de su bando, (militar) El coronel ha dado el santo y seña del día. “Tú, Dios, me ves”, será el santo y seña, la guardia de la vida. Tú puedes aceptar estas lecciones. Tienes necesidad de aprender. Dios te ayude. { CJE 69.4; LYL.69.3 } El voto bautismal Cada uno de los que se vinculan con la iglesia hace por ese hecho un voto solemne de trabajar para el bien de la iglesia, y de juzgar este interés superior a toda consideración mundanal. Le toca conservar una relación viva con Dios, dedicarse con corazón y alma al gran plan de la redención y manifestar, en su vida y carácter, la excelencia de los mandamientos de Dios en contraste con las costumbres y los preceptos del mundo. Toda persona que ha profesado aceptar a Cristo se ha comprometido a ser todo lo que puede ser como obrero espiritual, a ser activa, celosa y eficiente en el servicio de su Maestro. Cristo espera que cada hombre haga su deber. Sea éste el santo y seña de todas las filas de sus discípulos... { CMC 47.1; CS.43.1 } Todos han de demostrar su fidelidad a Dios por el uso prudente del capital que les ha sido confiado, no sólo en recursos, sino en cualquier don que tienda a la edificación de su reino. Satanás empleará todo designio posible para impedir que la verdad llegue a aquellos que están sumidos en el error; pero la voz de la amonestación y la súplica debe llegarles. Y aunque son tan sólo pocos los que están empeñados en esta obra, millares debieran estar tan interesados como ellos.—Joyas de los Testimonios 2:160, 163. { CMC 47.2; CS.43.2 } La palabra de Dios nuestra salvaguadia Nuestro santo y seña ha de ser: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.”5 Tenemos una Biblia llena de la verdad más preciosa. Contiene el Alfa y la Omega del saber. Las Escrituras, dadas por inspiración de Dios, son útiles “para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.”6 Tomad la Biblia como libro de estudio. Todos pueden comprender su instrucción. { OE 324.1; GW.309.1 } 1 “Algo mejor”, la ley de la verdadera vida “Algo mejor”, es el santo y seña de la educación, la ley de toda verdadera vida. Cuando Cristo nos pide que abandonemos alguna cosa, nos ofrece en su lugar algo mejor. { 1MCP 340.5; 1MCP.342.5 } A menudo los jóvenes albergan propósitos y anhelan ocupaciones y placeres que no parecen malos, pero que distan mucho de ser buenos. Desvían la vida de su más noble propósito. Las medidas arbitrarias o la acusación directa pueden no servir para guiar a esos jóvenes a renunciar a lo que desean. Diríjaseles a algo mejor que la ostentación, la ambición o la complacencia. Póngaselos en contacto con una belleza más verdadera, con principios más elevados y con vidas más nobles. Permítaseles ver a Aquel que es “del todo amable”. { 1MCP 340.6; 1MCP.342.6 } Nuestro santo y seña debe ser: ¡Adelante, siempre adelante! Los ángeles de Dios irán delante de nosotros para prepararnos el camino. No podemos deponer nuestra preocupación por las regiones lejanas antes de que toda la tierra esté iluminada por la gloria del Señor.— El Evangelismo, 512, 513. { MPu 446.4; PM.402.6 } Los que creen que les es imposible ceder a la voluntad de Dios y tener fe en sus promesas hasta que todo esté despejado y llano delante de ellos, no cederán nunca. La fe no es la certidumbre del conocimiento; “es la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración de las cosas que no se ven”. Hebreos 11:1. El obedecer a los mandamientos de Dios es la única manera de obtener su favor. “Marchad”, debe ser el santo y seña del cristiano.—Joyas de los Testimonios 1:451-453. { MGD 38.4; AG.38.4 } Nuestro santo y seña debe ser. ¡Adelante, siempre adelante! Los ángeles de Dios irán delante de nosotros para prepararnos el camino. Nunca podremos deponer nuestra preocupación por las regiones lejanas antes de que toda la tierra esté iluminada con la gloria del Señor.—Obreros Evangélicos, 485, 486. { MGD 339.7; AG.339.7 } 2