Subido por Daniel Pinto

LOS 7 SANTO Y SEÑA DEL CRISTIANO

Anuncio
LOS 7 SANTO Y SEÑA DEL CRISTIANO
santo y seña
1. m. contraseña (‖ seña secreta).
2. santo y seña
phrase clave que los militares usan para reconocer a los
miembros de su bando, (militar) El coronel ha dado el santo y seña del día.
“Tú, Dios, me ves”, será el santo y seña, la guardia de la vida. Tú puedes aceptar estas
lecciones. Tienes necesidad de aprender. Dios te ayude. { CJE 69.4; LYL.69.3 }
El voto bautismal
Cada uno de los que se vinculan con la iglesia hace por ese hecho un voto solemne de
trabajar para el bien de la iglesia, y de juzgar este interés superior a toda consideración
mundanal. Le toca conservar una relación viva con Dios, dedicarse con corazón y alma al
gran plan de la redención y manifestar, en su vida y carácter, la excelencia de los
mandamientos de Dios en contraste con las costumbres y los preceptos del mundo. Toda
persona que ha profesado aceptar a Cristo se ha comprometido a ser todo lo que puede ser
como obrero espiritual, a ser activa, celosa y eficiente en el servicio de su Maestro. Cristo
espera que cada hombre haga su deber. Sea éste el santo y seña de todas las filas de sus
discípulos... { CMC 47.1; CS.43.1 }
Todos han de demostrar su fidelidad a Dios por el uso prudente del capital que les ha sido
confiado, no sólo en recursos, sino en cualquier don que tienda a la edificación de su reino.
Satanás empleará todo designio posible para impedir que la verdad llegue a aquellos que
están sumidos en el error; pero la voz de la amonestación y la súplica debe llegarles. Y
aunque son tan sólo pocos los que están empeñados en esta obra, millares debieran estar tan
interesados como ellos.—Joyas de los Testimonios 2:160, 163. { CMC 47.2; CS.43.2 }
La palabra de Dios nuestra salvaguadia
Nuestro santo y seña ha de ser: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es
porque no les ha amanecido.”5 Tenemos una Biblia llena de la verdad más preciosa.
Contiene el Alfa y la Omega del saber. Las Escrituras, dadas por inspiración de Dios, son
útiles “para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el
hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruido para toda buena obra.”6 Tomad la
Biblia como libro de estudio. Todos pueden comprender su instrucción. { OE 324.1;
GW.309.1 }
1
“Algo mejor”, la ley de la verdadera vida
“Algo mejor”, es el santo y seña de la educación, la ley de toda verdadera vida. Cuando
Cristo nos pide que abandonemos alguna cosa, nos ofrece en su lugar algo mejor. { 1MCP
340.5; 1MCP.342.5 }
A menudo los jóvenes albergan propósitos y anhelan ocupaciones y placeres que no
parecen malos, pero que distan mucho de ser buenos. Desvían la vida de su más noble
propósito. Las medidas arbitrarias o la acusación directa pueden no servir para guiar a esos
jóvenes a renunciar a lo que desean. Diríjaseles a algo mejor que la ostentación, la
ambición o la complacencia. Póngaselos en contacto con una belleza más verdadera, con
principios más elevados y con vidas más nobles. Permítaseles ver a Aquel que es “del todo
amable”. { 1MCP 340.6; 1MCP.342.6 }
Nuestro santo y seña debe ser: ¡Adelante, siempre adelante! Los ángeles de Dios irán
delante de nosotros para prepararnos el camino. No podemos deponer nuestra preocupación
por las regiones lejanas antes de que toda la tierra esté iluminada por la gloria del Señor.—
El Evangelismo, 512, 513. { MPu 446.4; PM.402.6 }
Los que creen que les es imposible ceder a la voluntad de Dios y tener fe en sus promesas
hasta que todo esté despejado y llano delante de ellos, no cederán nunca. La fe no es la
certidumbre del conocimiento; “es la sustancia de las cosas que se esperan, la demostración
de las cosas que no se ven”. Hebreos 11:1. El obedecer a los mandamientos de Dios es la
única manera de obtener su favor. “Marchad”, debe ser el santo y seña del cristiano.—Joyas
de los Testimonios 1:451-453. { MGD 38.4; AG.38.4 }
Nuestro santo y seña debe ser. ¡Adelante, siempre adelante! Los ángeles de Dios irán
delante de nosotros para prepararnos el camino. Nunca podremos deponer nuestra
preocupación por las regiones lejanas antes de que toda la tierra esté iluminada con la gloria
del Señor.—Obreros Evangélicos, 485, 486. { MGD 339.7; AG.339.7 }
2
Descargar