ANÁLISIS CONDUCTUAL APLICADO Brinde elogios apropiadamente Al elogiar, sea claro y sistemático. Ejemplos: 1. Asegúrese de que la felicitación se vincula de manera directa con una conducta apropiada. 2. Asegúrese de que el estudiante entiende la acción o el mérito específico por el que lo felicita. En lugar de decir “eres muy responsable”, especifique “entregaste la tarea a tiempo y bien hecha” Reconozca los logros genuinos. Ejemplos: 1. Recompense la obtención de metas específicas, no sólo de participaciones. 2. No refuerce a los alumnos por el hecho de estar callados y no perturbar la clase. 3. Vincule el elogio al hecho de que los estudiantes mejoran o al valor de sus logros. Diga: “He notado que revisaste todos los problemas. Tu calificación refleja ese trabajo cuidadoso.” Establezca normas para el elogio que se basen en las habilidades y límites individuales. Ejemplos: 1. Ensalce el progreso o los logros en relación con los esfuerzos anteriores del estudiante. 2. Dirija la atención del alumno a su propio progreso y no a la comparación con otros. Enseñe a que el estudiante atribuya el éxito a su esfuerzo y habilidad, de modo que obtenga confianza de que puede volver a lograrlo. Ejemplos: 1. No dé a entender que el éxito puede deberse a: la suerte, inteligencia natural, ayuda adicional o facilidad del material. 2. Pida a sus alumnos que expliquen sus problemas y la forma en que los han resuelto. Haga que el elogio no sea vano o interesado, sino que sea consecuencia de una acción que merezca ser reforzada. Ejemplos: 1. No intente influir en el resto del grupo utilizando a algún estudiante para elogiarlo. Esta estrategia suele resultar contraproducente porque los estudiantes saben lo que sucede. Además, corre el riesgo de avergonzar al estudiante que eligió para alabar. 2. No felicite a sus alumnos de manera inmerecida sencillamente para equilibrar los fracasos. Esto rara vez los consuela y dirige la atención a su incapacidad para obtener reconocimiento genuino. Use convenientemente el reforzamiento positivo Asegúrese de que los alumnos reconocen de manera evidente cuales son las conductas positivas y negativas en el salón de clase. Ejemplos: 1. Al presentar las reglas del aula, establezca consecuencias positivas por seguirlas y consecuencias negativas por romperlas. 2. Dé una segunda oportunidad cuando el alumno admite honestamente sus errores: “Como reconociste haber copiado el trabajo del libro, voy a darte la oportunidad de que vuelvas a redactarlo.” 3. Ofrezca recompensas deseadas por el esfuerzo académico: tiempo adicional de recreo o puntos adicionales. Cuando los estudiantes estén abordando nuevo material o ensayando nuevas destrezas, ofrézcales mucho reforzamiento. Ejemplos: 1. Encuentre y comente algo que sea correcto en el primer bosquejo de trabajo de cada estudiante. 2. Refuerce a sus alumnos por animarse entre ellos. “Al principio, la lectura nos parece difícil. Ayúdense entre ustedes practicando las nuevas palabras que son difíciles de pronunciar.” Cuando las nuevas conductas estén establecidas, refuerce de acuerdo con un programa impredecible para fomentar la persistencia. Ejemplos: 1. Ofrezca recompensas inesperadas por las buenas participaciones o acciones adecuadas en clase. 2. Empiece la clase con una pregunta escrita corta que proporcione puntos adicionales. Los estudiantes no tienen que responderla, pero una respuesta correcta agregará puntos a su calificación o un comentario favorable en su libreta. 3. Asegúrese de que los buenos estudiantes son felicitados de vez en cuando por su trabajo. No dé por sentado de que ellos ya saben que usted está satisfecho con su desempeño. Cuando busque establecer nuevas conductas, utilice señales para ayudar a recordarles. Ejemplos: 1. Ponga letreros humorísticos o llamativos en el aula para recordar las reglas a sus alumnos. 2. Al inicio del año, cuando los estudiantes entran al grupo, dirija su atención a la lista de los materiales que deben llevar de manera regular cuando asistan a clase. Asegúrese de que todos los estudiantes, incluso los que se retrasan o causan problemas, reciben algún elogio, privilegios u otras recompensas cuando hacen algo bien. Ejemplos: 1. Lleve un cuaderno de registro de incidencias y refuerzos y revíselo ocasionalmente para asegurarse de que todos los estudiantes reciben algún reforzamiento. 2. Establezca normas y escenarios para el reforzamiento de forma que todos los alumnos tengan alguna oportunidad de ser recompensados. Provea, facilite y administre una gran variedad de reforzadores. Ejemplos 1. Deje que los estudiantes sugieran sus propios reforzadores o los elijan de un “abanico de recompensas”, con refuerzos especiales, por esfuerzos especiales, en tiempos perentorios. 2. Hable con otros maestros o padres sobre la importancia de tener consistencia en el otorgamiento o no de refuerzos. Identifique los reforzadores efectivos, y a partir de ellos aplique el principio de Premack. Ejemplos: 1. Observe lo que sus alumnos hacen en su tiempo libre, y utilice dichas actividades como refuerzos. 2. Averigüe a qué estudiantes les agrada trabajar juntos. La oportunidad de trabajar con los amigos a menudo es un buen reforzador. Aplique castigos con cuidado Trate de estructurar escenarios y situaciones de forma que pueda emplear el reforzamiento negativo en lugar de castigos. Ejemplos 1. Permita que los estudiantes escapen de las situaciones desagradables (trabajo adicional) cuando alcancen cierto nivel de competencia. 2. Llegue a acuerdos con sus alumnos y ponga a las acciones como piedra de toque, insista en ellas, no en las promesas. No deje que sus alumnos lo convenzan de cambiar los términos del acuerdo. Sea congruente con la forma en que aplica el castigo. Ejemplos: 1. Evite reforzar la conducta que pretende castigar. 2. Haga que sus alumnos, sepan de antemano las consecuencias de romper las reglas. En el caso de los niños, utilice carteles con las reglas más importantes. Para los mayores, explique en el programa del curso las reglas y consecuencias. 3. Diga a sus alumnos que sólo recibirán una advertencia antes de aplicar el castigo. Haga la advertencia de manera tranquila y luego cúmplala. 4. Haga que el castigo sea tan inevitable e inmediato como sea razonablemente posible. Concéntrense en las acciones del estudiante y no en sus características personales. Ejemplos 1. Cuando regañe, indíqueles la conducta que lo ocasiona. Hágalo con voz tranquila pero firme. 2. Sea aséptico, refiérase a la conducta de manera directa. Evite las palabras o tonos de voz revanchistas o sarcásticos. Establezca castigo con pertinencia Ejemplos 1. Ignore las transgresiones menores o bien deténgalas con una mirada de desaprobación o avanzando hacia el estudiante. 2. No asigne tareas educativas como castigo de las malas conductas. 3. Cuando un alumno muestre un mal comportamiento para obtener la aceptación de los compañeros, puede ser útil sacarlo del grupo de amigos, porque eso constituye un verdadero tiempo fuera de la situación reforzante. 4. Si las conductas problemáticas continúan, analice la situación e intente otro método. Su castigo puede no ser tan desagradable o usted puede estar reforzando sin querer la conducta inadecuada.