Subido por pablove90

kupdf.net 135875346-doctrinas-falsas-dr-armando-alducinpdf

Anuncio
¿PUEDE UNA RELIGIÓN SALVARTE?
Algunas religiones son étnicas como el hinduismo. Otras son
nacionalistas como el sintoísmo. Algunas son tradicionalistas como el
judaísmo. Hay religiones que enseñan la moral y la étnica como el
confusionismo. Otras son militaristas como el Islam. El budismo es
místico. El animismo es oculto. Existen centenares de religiones en el
mundo. Algunas son antiguas y otras son nuevas. Aun las enseñanzas
de Jesucristo se han integrado a formar parte de una y otra religión
¿Donde esta la respuesta?
TODAS LAS RELIGIONES TIENEN UNA COSA EN COMÚN. Todas ofrecen
un sistema de enseñanzas, ritos y normas de vida para hacerte feliz
en esta vida y por la eternidad. La religión dice que el individuo posee
en sí mismo el poder de ganarse su propia salvación sobre la base e
mérito, o santidad, personal. Hay muchos mandamientos, reglas y
normas-suficientes para hacer merecedora a cualquier persona que
las pueda guardar.
Las normas de vida de una religión pueden ser las mismas, o tan
buenas, como las de otros grupos, pero el problema básico de la
religión no tiene que ver con las normas que tenga, o no tenga. El
problema esta en el hombre mismo. Él dice y no hace. Él promete y
no cumple. Así que la persona falla a su religión y su religión le falla a
ella. El fallo no esta en el deseo de tener comunión con Dios, sino en
el método que se usa para lograrlo.
LA RELIGIÓN PONE EL ÉNFASIS EN LA PERSONA MISMA. Se supone
que el objetivo de practicar la piedad es para encontrar un mejor
camino de vida, el del conocimiento de Dios y obtener la vida eterna.
¿Por que hay tantas religiones si se busca la misma cosa? Porque
cada cual hace su voluntad: cada cual fabrica su propio dios. La
imaginación humana hace una figura y dice, “He aquí, mi dios”.
¿No parece lógico que si Dios existe y si Él quiere tener la comunión
con el hombre que ha hecho, que el mismo tomaría la iniciativa e
indicaría el camino hacia Él? Dios no ha dejado al ser humano perdido
en esta isla del universo con solamente su propia imaginación para
ayudarle a encontrar las respuestas a sus más grandes preguntas.
Dios ha hablado con toda claridad.
Aunque muchos los ignoran, Dios ha dejado tres testigos fieles en la
tierra. Son la naturaleza, la Santa Biblia y el Señor Jesucristo.
Por medio de la naturaleza, nos damos cuenta que el creador es de
infinita sabiduría y poder. Él ha hecho la expansión del espacio y el
minúsculo mundo microscópico. Aprendemos que el ama la belleza, el
orden y que es moral. El diseño y el sostenimiento de la vida misma
hablan de su infinita sabiduría. El apóstol Pablo hace mención de esta
verdad en su epístola a los Romanos cuando dice, “Porque las cosas
invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente
visibles desde la creación del mundo, siendo entendidos por medio de
las cosas hechas de modo que no tienen excusa” (Romanos 1:20).
Dios ha entregado las Sagradas Escrituras a la humanidad por medio
de los profetas. La respuesta de Dios a las preguntas del hombre se
encuentran en la Santa Biblia. Grandes verdades espirituales,
filosóficas, psicológicas, geológicas, antropológicas y de muchas otras
ciencias se encuentran en los dos testamentos de la Biblia.
Todos tienen opiniones acerca de la Biblia, pero muchos ignoran lo
que ella dice. No se dan cuenta que ella será su juez y acusador en el
juicio final. Jesús dijo, “al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no
le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al
mundo. El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene que le
juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgara en el día postrero.”
(Juan 12:47-48)
Jesucristo es la suprema revelación de Dios. El mismo dijo, “El que me
ha visto a mí, ha visto al Padre.” (Juan 14:9) Conocer a Cristo es
conocer a Dios. Ningún otro líder religioso de las religiones principales
del mundo ha podido decir que era Dios y comprobarlo con su vida
como hizo Cristo. La persona que rechaza esta revelación final y
verdadera de Dios perderá la esperanza de la vida eterna.
“Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis
que yo soy, en vuestros pecados moriréis” (Juan 8:24).
De todos los lideres religiosos del mundo, solo Jesucristo enseñó que
la salvación de la persona no depende de sus propios esfuerzos, ni de
su propia virtud, ni de sus propias obras de justicia; sino que
descansa totalmente sobre el mérito y la santidad del Hijo de Dios.
Solamente Cristo enseñó que la salvación es por medio de la gracia
(el favor inmerecido que Dios da al pecador) y que esta salvación se
recibe sencillamente por medio de la fe en Él -más nada y menos
nada.
ESTA VERDAD SEPARA A JESUCRISTO DE TODOS LOS FUNDADORES
DE LAS RELIGIONES DEL MUNDO Y LE PONE EN UNA CLASE APARTE.
Él enseñó que todos deben arrepentirse de sus pecados. El
arrepentimiento que Dios demanda es un cambio de parecer y de
corazón, el cual transforma la vida. Además, Jesús enseñó que la
salvación se recibe por medio de la fe puesta en el mismo y en su
Palabra. Por el otro lado, la religión solamente ofrece sufrimiento,
penitencias, disciplinas y castigos. La religión dice que hay que
guardar mas mandamientos y hacer mas obras para “pagar por tus
pecados”. Jesús dice, “Yo lo pague todo por ti, en tu lugar.”
Nadie es suficientemente bueno. Nadie puede acercarse a Dios por
medio de sus propios méritos. Delante de Dios, todos somos
pecadores de un grado u otro. Esta condición del corazón humano
hace imposible que el hombre mismo se salva. La practica de la
religión puede afectar el comportamiento de una persona ante el
mundo que le rodea, pero jamás podrá cambiar el corazón, el interior
de la persona, y hacerla justa.
Jesucristo ofrece una nueva vida. Esta vida comienza con el nuevo
nacimiento. Tu puedes trabajar toda tu vida, pero nunca podrás
hacerte un miembro de la familia de Dios por medio de tus propios
esfuerzos, porque los hijos de la familia de Dios nacen, no se hacen.
Jesucristo se hizo miembro de la familia humana para que nosotros
pudiéramos llegar a ser miembros de la familia de Dios. Él nació en la
tierra de Palestina para que nosotros pudiéramos renacer para el
cielo. El murió en nuestro lugar sobre una cruz para que nosotros
pudiéramos vivir en su hogar en la Gloria. Él resucitó de entre los
muertos para asegurarnos una mejor resurrección para la vida eterna.
La religión dice, “Consigue tu propia salvación”, mas Cristo dice,
“Recibe el regalo de Dios.”
La religión dice, “haz lo mejor que puedas”, mas Jesús dice, “Fíate de
Dios de todo tu corazón.”
La religión dice, “haz esto y lo otro”, mas Jesús dice, “consumado es.”
La religión dice, “Afligios a vosotros mismos,” mas Cristo dice, “Dejad
vuestras obras muertas.”
La religión dice, “Apacigua la ira de Dios,” mas Jesucristo dice,
“Acepta el amor de Dios.”
La religión dice, “Paga tus deudas,” mas Dios dice, “Acepta mi
perdón.”
La religión dice, “Laméntate,” mas Cristo dice, “Regocíjate.”
¿Que debo hacer para heredar la vida eterna? La Santa Biblia dice,
“Esta es la obra de Dios, que creáis en aquel quien Él ha enviado.”
¿CUÁL RELIGIÓN SALVA? NINGUNA RELIGIÓN SALVA, porque la
religión siempre empieza con el ser humano, y él es un fracaso total.
La salvación que Jesús te ofrece, ahora mismo, te traerá el perdón, la
paz con Dios y la felicidad eterna. Él borrara los pecados del pasado.
La religión jamás podrá hacer esto. Dios te dará un nuevo corazón un
corazón que lo ama y lo quiere agradar en todo. El amor de Dios
tomara el lugar del temor de Dios serás parte de su gran familia Y NO
DE UNA RELIGIÓN.
Que Dios les Bendiga
Por Leonardo Muñoz Muro, Publicado en ForoCristiano.com (Foro
General de Religión)
¿Qué es una secta?
Aunque la problemática de las sectas y el sectarismo, es tan antigua
como la condición humana, en los últimos tiempos, se ha convertido
en un espacio común que poco a poco se ha instalado como tópico
permanente en nuestros medios de comunicación y en la opinión de
los referentes de nuestra sociedad.
Esta proliferación de palabra escrita y oral, más que clarificar el tema
ha conseguido poco a poco ir oscureciéndolo, a punto tal que hoy se
hace difícil para el hombre de la calle saber si tal o cual grupo es una
secta o, lo que es peor, ¿qué es en realidad una secta?.
Debemos admitir también que la palabra encuentra diversas
acepciones según quien la emplee; para algunos se trata de una
cuestión de corte eminentemente político, son grupos ligados a la
Nueva Derecha americana y a su expansión económica; para otros,
entre los cuales parecen contarse algunos funcionarios, se trata de
una cuestión meramente administrativa: sectas son los grupos
religiosos que no se encuentran inscritos en el Registro Nacional de
Cultos.
Ahora bien, si quisiéramos situarnos en la verdadera perspectiva del
problema, que es la religiosa (porque se trata de religiones, no de
programas económicos ni de partidos políticos, sin negar por
supuesto la conexión existente entre estas diversas perspectivas),
ante todo debiéramos intentar el verdadero significado del término
"secta".
Como muchas otras en nuestro idioma, la palabra "secta" tiene su
raíz en el latín "sequor", que significa "marchar detrás", "tomar por
guía", "seguir la inspiración de..."; esto es, el término secta designa
estrictamente a un grupo de personas que siguen las enseñanzas de
un maestro particular.
En un principio, la primitiva Iglesia fue considerada una secta del
judaísmo caracterizada por seguir las enseñanzas de Cristo, un Rabí
judío; en la medida en que se reconoció a Jesús de Nazareth no como
un maestro judío más, sino como el mismo Dios hecho al hombre,
revelación del Padre a los hombres, se reconoció a los cristianos no
como los seguidores de un maestro más, sino como una Iglesia
fundada por el mismo Dios, Señor de los cielos y la tierra.
A partir de este afianzamiento del cristianismo, y aún un poco antes,
comenzaron a aparecer diferentes sectas (así las denomina el Nuevo
Testamento en Gálatas 5:20; Tito 3:10; 2Pedro 2:1). Pero cabe
destacar que estos grupos que se caracterizan por ser "seguidores de
...", se dan tanto en los márgenes del cristianismo como entre los
mismos cristianos, como nos permite ver el apóstol Pablo en 1°
Corintios 1:10
“Os conjuro, hermanos, por el nombre de Nuestro Señor Jesucristo, a
que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros
divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un
mismo juicio. Porque, hermanos míos, estoy informado de vosotros,
por los de Cloe, que existen discordias entre vosotros. Me refiero a
que cada uno de vosotros dice: "Yo soy de Apolo", "Yo de Cefas", "Yo
de Cristo". ¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por
vosotros? ¿O habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?
En resumen Pablo repudia a los que podríamos llamar cristianos con
título de dependencia, o seguidores de; los cristianos son seguidores
e imitadores de Cristo.
Debemos considerar secta a todo intento de romper la unidad en la fe
de los fieles, principal signo de credibilidad del Evangelio de Cristo,
según Él mismo lo expresara en Juan 17:20-21
“No ruego solo por éstos, sino también por aquellos que por medio de
su palabra, creerán en mí, para que todos sean uno como nosotros
somos uno...”
La comunidad de los fieles es una, y esa unidad es una de las
características queridas por el mismo Jesús; quien rompa su unidad
para ser seguidor de algún otro maestro particular que no sea el
mismo Cristo, será un cristiano con título de dependencia, no
"propiedad" de Cristo.
sectas de nuestros tiempos
A poco de llegar el 2000 nuestra sociedad se ve amenazada por un
fenómeno extremadamente dañino como es
el de las sectas, esta inundan nuestra sociedad de diferentes formas
y maneras tratan de captar adeptos.
Hoy mas que nunca es el momento que la iglesia de Cristo salga a la
batalla contra estas huestes de
maldad que el diablo a desplegado para desviar a la gente de la
verdad eterna que es Cristo nuestro Señor.
Sin duda alguna conocer su obrar es primordial para su prevención,
¿Cómo actúan?, ¿Cómo captan adeptos?,
¿Qué efecto producen en las personas?, ¿Puede sanarse una vez
salido de estas sociedades secretas?
¿Cómo tratar con gente que esta dentro de estas sociedades?, ¿Que
dice la Biblia con respecto a este tema de tanta actualidad?.
PERO EL ESPÍRITU DICE CLARAMENTE QUE EN LOS POSTREROS
TIEMPOS ALGUNOS APOSTATARAN DE LA FE, ESCUCHANDO A
ESPÍRITUS ENGAÑADORES Y A DOCTRINAS DE DEMONIOS. 1 de
Timoteo 4:1
Muy certeras resultan las palabras que por inspiración del Espíritu
Santo recibe el apóstol Pablo, el cual comunica a su discípulo
Timoteo.
Dios ya nos advertía de este flagelo el cual causa tanto daño y que en
la mayoría de los casos pasa muy desapercibido para la sociedad.
Si nos ponemos a realizar una descripción de todas las sectas que sé
encuentran en el mundo nos faltaría mucho espacio, sin ir mas lejos
en India nos encontramos con mas de 2000 sectas en todo el
continente donde encontramos adoración desde un ratón hasta una
hormiga, cosa realmente triste es ver la poca fluidez del evangelio en
estos lugares debido a esto nuestro reconocimiento se realizará con
las que más conocidas, refutándolas a estas mismas con la palabra de
Dios única verdad y autoridad de los creyentes en Cristo.
Regrese a Doctrinas Falsas para analizar algunas de ellas.
La Biblia falsa Adventista
Hola a todos. Los adventistas ya llevan su tercera edición de la Biblia
falsa Clear Word (La Palabra Clara) Aquí tienen un estudio que
demuestra la manipulación de la Palabra de Dios por parte de la
secta.
La traducción la realizó mi buen hermano Román Quirós.
LA BIBLIA "CLEAR WORD":
¿ES LA PALABRA DE DIOS?
Los Adventistas del Séptimo Día expresan una firme creencia en la
autoridad e infalibilidad de las Escrituras. Su declaración de fe afirma
que las Sagradas Escrituras, el Antiguo Testamento y el Nuevo
Testamento, son la Palabra de Dios escrita, dada por inspiración
divina por medio de los santos hombres de Dios, que hablaron y
escribieron movidos por el Espíritu Santo. En esta Palabra, Dios ha
entregado al hombre el conocimiento necesario para la salvación. Las
Sagradas Escrituras son la infalible revelación de su voluntad. Ellas
son el modelo para el carácter, la prueba de la experiencia, la
autorizada reveladora de doctrinas, y el confiable registro de los actos
de Dios en la historia. 1
A pesar de esta afirmación sobre el carácter de la Biblia, la Iglesia
ASD demuestra haber hecho un enfoque diferente de la Escritura en
su popular Biblia "Clear Word" [clíar word]. Los muchos cambios
efectuados al texto bíblico en la Biblia "Clear Word" destruyen, en
última instancia, la integridad de la Palabra de Dios.
La gravedad de cambiar deliberadamente el significado de la palabra
de Dios no puede ser exagerada. El Salmo 138 iguala el carácter
sagrado de la Palabra de Dios a su santo nombre: "Has engrandecido
tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas". Deuteronomio 4:2
dice: "No añadiréis a la palabra que yo os mando, ni disminuirás de
ella". Proverbios 30:5,6 reitera este punto: "Toda palabra de Dios es
limpia ... No añadas a sus palabras, para que no te reprenda, y seas
hallado mentiroso". Puesto que la palabra de Dios es limpia y
verdadera 2, cualquier cambio que se le haga cambiará en última
instancia la verdad de Dios en una mentira, con consecuencias
desastrosas. 3
Los cristianos deberían preguntarse por qué querría alguien hacer
numerosas adiciones, eliminaciones, y cambios a la palabra de Dios.
Es verdad que algunos cristianos aceptan paráfrasis que presentan
interpretativamente la palabra de Dios para aclarársela a la
generación actual. ¿Qué es lo que se indica, sin embargo, cuando una
paráfrasis corrige deliberadamente la palabra de Dios? La creencia de
que hay que hacer adiciones, eliminaciones, y cambios es una clara
señal debilidad doctrinal. Este artículo mostrará que la Biblia Clear
Word ha cambiado la palabra de Dios para que apoye las doctrinas
adventistas en general y los escritos de su profetisa, Ellen G. White,
en particular. Los escritos de ella todavía son tenidos por la iglesia
ASD como "una fuente continuada y autorizada de verdad". 4 A
continuación, veremos sólo algunos ejemplos en los que la Biblia
Clear Word altera las afirmaciones de la Escritura para acomodarlas a
la teología adventista. Para ilustrar este aserto, se compararán varios
pasajes en la Biblia Clear Word (CW) con la versión de habla inglesa
King James (KJV) o Versión Autorizada. [Para beneficio de los lectores
de habla hispana, usaremos la Versión Revisada de 1960 de Reina
-Valera en español en todos los casos, excepto en aquéllos en que la
versión King James inglesa sea mejor para efectos de la comparación,
pues, hasta donde sabemos, no existe una versión hispana de la
Biblia Clear Word -- N. del T. ].
EL REPOSO DEL SÁBADO
Los Adventistas enseñan que la observancia del sábado es el sello de
Dios, y que será para los cristianos la prueba final de lealtad a Cristo.
Génesis 2:2-3Reina -Valera -- Y acabó Dios en el día séptimo la obra
que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo. Y bendijo
Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra
que había hecho en la creación.
CW -- Luego, en el séptimo día de la semana de la creación, Dios se
detuvo, para disfrutar de lo que había hecho y para reposar en la
belleza de todo aquello. Así, pues, bendijo al séptimo día, y lo puso
aparte como día de refrigerio y gozo espirituales.
Nota -- La CW hace al séptimo día parte de la "semana de creación",
antes que la celebración de una creación consumada.
Éxodo 5:5 Reina -Valera -- Dijo también Faraón: He aquí el pueblo de
la tierra es ahora mucho, y vosotros les hacéis cesar de sus tareas.
CW -- Habéis creado suficientes problemas al hacerles reposar en
vuestro sábado cada semana.
Nota -- La CW describe este reposo como si ocurriera el sábado de
cada semana, mientras que, en realidad, Moisés había solicitado un
período aislado de tres días en el cual los israelitas pudieran adorar a
Dios (véase el versículo 3 en la Reina -Valera).
Éxodo 16:5 Reina -Valera -- Mas en el sexto día prepararán para
guardar el doble de lo que suelen recoger cada día.
CW -- En el sexto día, recogerán el doble de lo que recogen en los
otros días, para que tengan suficiente para el día séptimo, que es
sábado, el día que yo pongo aparte para tener culto y descansar.
Nota -- La adición de la frase "que es sábado, el día que yo pongo
aparte para tener culto y descansar" no aparece en ningún
manuscrito bíblico.
Éxodo 31:13-14,16 Reina -Valera -- Tú hablarás a los hijos de Israel,
diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque
es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que
sepáis que yo soy Jehová que os santifico. Así que guardaréis el día
de reposo, porque santo es a vosotros; el que lo profanare, de cierto
morirá; porque cualquiera que hiciere obra alguna en él, aquella
persona será cortada de en medio de su pueblo. Guardarán, pues, el
día de reposo los hijos de Israel, celebrándolo por sus generaciones
por pacto perpetuo.
CW -- Dile al pueblo: "Es muy importante que os acordéis de santificar
el sábado, porque me es un día muy especial, y día de reposo para
vosotros. Es señal entre vosotros y yo para siempre, para mostrar que
vosotros sois el pueblo que yo he escogido y apartado. El sábado es
santo, y cualquiera que lo profanare trabajando ese día será
ejecutado, pues eso sería un acto de traición contra el gobierno de
Dios. Mi pueblo debe guardar el sábado, celebrándolo por señal de
que me pertenece".
Nota -- La CW corrige el texto a propósito para hacer ver que el
sábado es para todo el mundo, no sólo para Israel, como enseña la
Biblia. En el versículo 13, la CW quita "los hijos de Israel" y pone en su
lugar "pueblo", y en el versículo 16 quita "los hijos de Israel" y pone
en su lugar "mi pueblo", y en lugar de "pacto perpetuo", pone "señal
de que me pertenece". Para justificar el hecho de convertir la
observancia del sábado en un requisito universal, también añade:
"Pues eso sería un acto de traición contra el gobierno de Dios", en el
versículo 14.
Levítico 23:3 Reina -Valera -- Seis días se trabajará, mas el séptimo
día será de reposo, santa convocación; ningún trabajo haréis; Día de
reposo es de Jehová en dondequiera que habitéis.
CW -- Siempre ha existido el sábado semanal.
Nota -- La CW reemplaza la institución bíblica del sábado con la
afirmación de que el sábado ha existido siempre.
Ezequiel 45:17 Reina -Valera -- Mas al príncipe corresponderá el dar el
holocausto y el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las
lunas nuevas, en los días de reposo y en todas las fiestas de la casa
de Israel; él dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las
ofrendas de paz, para hacer expiación por la casa de Israel.
CW -- Será su deber proveer estas ofrendas nacionales en todas las
fiestas solemnes con sus sábados especiales, incluyendo la fiesta
mensual de la Luna Nueva. Debe traer ofrendas de grano,
holocaustos enteros y ofrendas de paz por expiación de la nación en
general.
Nota -- Las "fiestas", las "lunas nuevas", y los "sábados",
respectivamente, significan las celebraciones anuales, mensuales, y
semanales. La frase es una fórmula virtual usada en numerosos
lugares del Antiguo Testamento en orden tanto ascendente como
descendente. Para evitar que el sábado semanal sea asociado con la
eliminación del sistema de sacrificios en su totalidad, la CW destruye
el orden de las palabras para hacer que los sábados se refieran a las
fiestas anuales, en vez de referirse a los sábados semanales.
Hechos 20:7 Reina -Valera -- El primer día de la semana, reunidos los
discípulos para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir al
día siguiente; y alargó el discurso hasta la medianoche.
CW -- Después de la puesta del sol el sábado por la noche, los
creyentes se reunieron para tener una comida en comunidad y
despedir a Pablo. Esa noche, él les habló hasta la medianoche,
después de lo cual esperaba dormir algunas horas antes de salir
temprano el domingo por la mañana.
Nota -- La CW llama a esto una reunión de sábado por la noche,
cambia "partir el pan", una frase usada por la iglesia primitiva para
referirse a la comunión, por "una comida en comunidad para despedir
a Pablo". Una revisión de la Escritura como esta cambia por completo
el tema principal de este versículo para que se adapte a la teología de
los Adventistas.
Colosenses 2:16 Reina -Valera -- Por tanto, nadie os juzgue en comida
o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de
reposo.
CW -- No dejéis que nadie controle vuestras vidas dándoos una serie
de leyes ceremoniales sobre lo que debéis comer, lo que debéis
beber, o cuáles fiestas mensuales o sábados especiales debéis
guardar. Todas estas leyes fueron dadas como sombras de la realidad
venidera, y esa realidad es Cristo Jesús.
Nota -- Colosenses 2:16 es un versículo muy importante, por cuanto
muestra claramente que el reposo del séptimo día es sólo una sombra
de Cristo. Este versículo debe ser estudiado en su contexto y también
comparado con su pasaje paralelo del Antiguo Testamento, Ezequiel
45:17 (arriba). Cuando los términos "fiestas" (o su equivalente),
"lunas nuevas", y "sábados" se usan juntos en el Antiguo Testamento,
la palabra sábado se refiere siempre al séptimo día sábado. Además,
estos términos se usan generalmente en secuencia ascendente o
descendente: fiestas (anuales), lunas nuevas (mensuales), sábados
(semanales), o sábados (semanales), lunas nuevas (mensuales), y
fiestas (anuales).
Estos dos patrones bien establecidos aseguran que el séptimo día
sábado es lo que se tiene en mente en Colosenses 2:16. Este hecho
socava todo el énfasis de los ASD sobre el séptimo día sábado. Nótese
cómo la CW altera tanto Colosenses 2:16 como el texto paralelo del
Antiguo Testamento.
Hebreos 4:4 Reina -Valera -- Porque en cierto lugar dijo así del
séptimo día: Y reposó Dios de todas sus obras en el séptimo día.
CW -- Es por eso que, en la creación, Dios dio al hombre el sábado, no
sólo como recordatorio de la semana de la creación, sino también
como símbolo de reposo espiritual. Según las Escrituras, Dios mismo
reposó el séptimo día y disfrutó de esta ocasión especial junto con el
hombre.
Nota -- La CW dice "según las Escrituras", pero luego añade a las
Escrituras frases como "símbolo de reposo espiritual" y "esta ocasión
especial".
Hebreos 4:9 Reina -Valera -- Por tanto, queda un reposo para el
pueblo de Dios.
CW -- Así que todavía queda el ofrecimiento del reposo espiritual que
Dios se propone que tenga cada generación, del cual el sábado es
símbolo.
Nota -- Las manuscritos bíblicos no hacen ninguna referencia en este
versículo al reposo espiritual o al sábado como símbolo. 5
Apocalipsis 1:10 Reina -Valera -- Yo estaba en el Espíritu en el día del
Señor.
CW -- El sábado por la mañana, cuando fui a la orilla del mar en la isla
rocosa para meditar y adorar a Dios.
Nota -- La CW añade la cláusula final para reforzar las prácticas
litúrgicas adventistas.
Por los ejemplos presentados, podemos ver que la Biblia Clear Word
borra numerosos pasajes y hace numerosas adiciones, corrigiendo la
Palabra de Dios para hacer que la Biblia enseñe lo que ella no enseña:
la doctrina adventista de la observancia universal obligatoria del
reposo del séptimo día para todos los pueblos.
LA MUERTE Y EL INFIERNO
Los Adventistas, como los Testigos de Jehová, creen en la mortalidad
del alma y no creen en el infierno. Nótese cómo han cambiado la
Palabra de Dios para que se ajuste a su teología.
Isaías 66:24 Reina -Valera -- Y saldrán, y verán los cadáveres de los
hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá,
ni su fuego se apagará, y serán abominables a todo hombre.
CW -- Fuera de la ciudad, verán los cadáveres de los que se han
rebelado contra mí. Será un espectáculo aborrecible. Pero, de la
misma manera que los gusanos no se detienen sino cuando han
devorado a los muertos, y el fuego no se apaga sino cuando haya
consumido, así también el fuego del Señor destruirá a los impíos y los
consumirá a todos.
Nota -- Cristo cita este versículo en varias ocasiones. Sin embargo,
nunca lo interpreta así. Antes bien, lo usa como una descripción del
infierno. 6 Puede verse un cambio similar en Mateo 5:22,29,30, en
que la CW cambia "el fuego del infierno" por "perder la vida eterna".
Mateo 10:28 Reina -Valera -- Y no temáis a los que matan el cuerpo,
mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede
destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
CW -- No tengáis miedo de morir. Pueden matar vuestro cuerpo, pero
no vuestro espíritu ni vuestra lealtad hacia mí. Ahora, si hay algo de
lo cual hay que preocuparse, es que no perdáis vuestra fe en Dios.
Nota -- La CW borra el segmento que se refiere a la condenación
eterna, y en su lugar altera el texto para convertirlo en sólo una
exhortación a conservar la fe en Dios.
Mateo 18:9 Reina -Valera -- Y si tu ojo te es ocasión de caer, sácalo y
échalo de ti; mejor te es entrar con un solo ojo en la vida, que
teniendo dos ojos ser echado en el infierno de fuego.
CW -- Por ejemplo, si vuestro ojo asigna un valor equivocado a las
cosas, estad dispuestos a perder el ojo para conservar la inocencia
moral. Si tenéis que escoger, es mejor no ser grande en esta vida,
pero vivir para siempre que perder vuestra inocencia infantil y que
todo termine con esta vida.
Nota -- Este versículo no sólo elimina el "infierno de fuego", sino que
inserta las frases "inocencia moral" e "inocencia infantil", ninguna de
las cuales se menciona en la Escritura.
Lucas 16:19-30 Esta es la conocida parábola de Cristo sobre el rico y
Lázaro. La CW introduce la enseñanza con estas palabras: "Vosotros
seguís contándole a la gente la fábula judía sobre un rico". La revisión
hace ver que Cristo está refutando un mito judío, cuando, en realidad,
está proclamando la verdad espiritual de la parábola.
Uno puede ver en seguida por qué esta "Biblia", que proclama en su
título, Clear Word [Palabra Clara], que es una traducción exacta de la
Escritura, es quizás una de las biblias más engañosas de tiempos
recientes. Durante 150 años, los Adventistas del Séptimo Día han
llamado a la Iglesia Católica Romana "la bestia" por haber omitido
supuestamente dos versículos de la ley contra las imágenes. Pero
ahora han "corregido" cientos de versículos en su Biblia. Cada adición
es, en sí misma, un reconocimiento de que alguna parte de sus
enseñanzas carece de apoyo bíblico. De la misma manera, cada
eliminación y cada cambio reconoce que alguna parte de sus
enseñanzas es refutada por la Biblia. Estos cambios se han hecho
para sustentar los puntos de vista no bíblicos de Ellen G. White. Sin
embargo, al hacer esto, se colocan a sí mismos por encima de Dios
mismo. En Apocalipsis 18:4, Dios llama a su pueblo a salir de
Babilonia. "Para que no recibáis de sus plagas". "Babilonia"
representa la falsa religión y las falsas prácticas religiosas. Cualquier
iglesia que altere la palabra de Dios, de la cual Él dice que está
"asentada para siempre en el cielo", o que promocione una Biblia que
lo haga, es por eso mismo parte de Babilonia la grande, que ha caído.
¡Si usted ama a Jesús, obedezca su llamado a "salir de ella"!
1. Fundamental Beliefs of Seventh-day Adventists [Online]. URL
http://www.adventist.org/pages/frameset/belief.html
2. Sal. 12:6;
Juan 17:17
3. Romanos 1:25ss; Ezequiel 5:6; Apocalipsis 22:18, 19: 21:8 4.
Fundamental Beliefs of Seventh-day Adventists. El énfasis es nuestro.
5. Véase, de Dale Ratzlaff, Sabbath in Crisis (Sedona, Az: Life
Assurance Ministries, 1990), pp. 233-248, para una exégesis completa
de este texto.
6. Marcos 9:38-48.
7. The Clear Word fue impresa por la Review and Herald Publishing
Association, y se vende en los Adventist Book Centers en todo el país.
FUENTE RECOMENDADA: "The Origin of the Bible" editado por Philip
Wesley Comfort.
Los ensayos estudian el origen y el desarrollo de los textos bíblicos, el
canon, y las traducciones bíblicas. Este libro prueba que los cristianos
pueden confiar en la fiabilidad y autoridad de la Biblia.
Dale Ratzlaff y Verle Streifling
Los Adventistas Y la Verdad (Primera parte)
Contenido 1a parte -Un Testimonio Personal
-Acusaciones de
Plagio
-La Conferencia Bíblica de 1919
Contenido 2a parte -El Veredicto de los Dirigentes en 1919 Declaración oficial del Centro White
-Declaraciones de Ellen White sobre su obra -Ellen White y Las
Profecías
Contenido 3a parte -Adventistas y Testigos
-El “Principio del día
por año”, Reexaminado
-El Sello de Dios
Contenido 4a parte -El Testimonio de Jesús y el Don o Espíritu de
Profecía
-Hebreos y el día de Expiación
-Roma, Antíoco IV, y Daniel 11
-”Día de Jehová”-”Tiempo del Fin”
-”Postreros Días”
-Con los pies de Barro
-Ley Dominical; ¿Será posible?
-Conclusión
-Bibliografía
Consultada
Nota del Autor: Esta obra no tiene “Derechos Reservados”. Se
permite su reproducción parcial o total, sin fines comerciales.
Lic. Billy Vicente
Un Testimonio Personal Desde mi niñez, siempre consideré a los
adventistas, como el “legítimo pueblo de Dios”. Fui educado, en lo
que podríamos llamar el adventismo tradicional, con Ellen White
jugando un papel estelar en nuestras creencias. Sus escritos, nos
daban esa sensación de seguridad de tener “la verdad presente”, y
de pertenecer a la “iglesia remanente”, con un “claro panorama” de
los “eventos finales” de la historia. Esto, nos hacía sentir en franca
ventaja frente a las otras denominaciones religiosas. Éramos los
escogidos, con la llamada “mensajera del Señor”, señalándonos el
camino a través de sus libros, los cuales abarcando una amplia gama
de temas, contribuyen a conformar lo que llaman el “mensaje
adventista”. Nunca albergué la más mínima duda, sobre el legado
profético de la Sra White, ni sobre la doctrina de la iglesia en sentido
general. Si en mis habituales estudios aparecía algo que no entendía,
trataba de racionalizarlo y buscar alguna explicación al respecto, pero
manteniendo una fe absoluta en lo que se me había enseñado, ya que
en mi fuero interno no había la menor posibilidad de que
estuviéramos equivocados. Para mí, esto era totalmente imposible.
Entonces, sólo era cuestión de tiempo, para que llegado el momento,
comenzaran a desencadenarse los angustiosos acontecimientos
finales que todo adventista espera, como preámbulo del final feliz que
describe Ellen White en sus escritos. El mundo entero se uniría en
contra nuestra para perseguirnos encarnizadamente, especialmente
los católicos y el “protestantismo apóstata”; todos capitaneados por
el sumo pontífice de Roma y los Estados Unidos; dejando a un lado así
los intereses económicos, y las creencias religiosas tan opuestas que
sustentan. Todo eso, con la finalidad de obligarnos a “guardar el
Domingo” como observación religiosa, en lugar del Sábado, so pena
de muerte. Este escenario, considerado quizás improbable desde el
punto de vista humano, tendría un cumplimiento segurísimo en mi
opinión, ya que así lo establecía nuestra elaborada y detallada
interpretación profética; que al encajar perfectamente con todas esas
fechas que manejábamos, y además estar refrendada por nuestra
“mensajera del Señor” en sus “testimonios”, hacía que se descartara
de plano toda equivocación al respecto. Pero el futuro me reservaba
una gran sorpresa. A finales de Dic./2001, buscando en Internet
temas religiosos, encontré el site www.ellenwhite.org , en el cual se
atacaba la legitimidad del don profético de la Sra White, y a la
doctrina adventista en general. Mi primera reacción fue de
indignación, y luego de consultar con algunos hermanos, decidimos
que íbamos a enfrentar de manera conjunta a esos señores.
Finalmente, la desidia, el desinterés, y el temor, se hicieron
presentes, y tuve que emprender el camino en forma solitaria. Lo
primero que hice, fue verificar el tipo de personas que realizaban
estos ataques. Allí encontré gentes con muchas raíces en la iglesia.
Había adventistas de tercera y cuarta generación, así como laicos y
ministros con muy buena reputación. Eso me preocupó, porque yo
esperaba encontrar detrás de todo esto, a los “temibles jesuitas
católicos”. Algo muy grande tiene que haber ocurrido, razoné en mi
interior, para que estos hermanos y pastores dieran un viraje tan
drástico, en contra del “pueblo de Dios” y su “profetisa”. Comencé a
estudiar profundamente el material presentado en esa página, con el
fin de refutarlo, pero realmente me encontré en un callejón sin salida.
No encontraba explicación adecuada, a todo lo que se planteaba allí.
Mi confusión aumentaba cada día más. El fantasma de “la mentira
White”, comenzó a rondar en mi cabeza. Tuve acceso a los
testimonios de Ex –adventistas, que relataban sus experiencias, y
exponían sus frustraciones y desengaño, al comprobar la falsedad de
todo el asunto. Un hermano y amigo, me recomendó consultar la
página del Centro White en español, (centrowhite.uapar.edu); para
colmo de males, allí encontré la declaración oficial de esa institución
en defensa de las acusaciones de plagio a la Sra White, y la consideré
inaceptable. Poco a poco, fueron encajando todas las piezas del
rompecabezas, y compungido, alcancé a ver claramente el complejo
diseño de todo el sistema de engaño. Lo imposible se hizo realidad
ante mis propios ojos. Ellen White era un fraude, y la alta dirigencia
siempre lo había sabido, aún desde el mismo inicio de la “obra
adventista”. Pero todo esto se había ocultado magistralmente a la
hermandad, y los disidentes neutralizados; de tal manera que en mi
caso, me enteré fortuitamente de ello, luego de casi 40 años.
Deprimido y amargado, consulté al Señor en oración, y
repentinamente llegó a mi mente un pensamiento: ”volver a la Biblia,
sin opiniones preconcebidas”. Entonces medité en lo que pasaría si
comenzaba a re-estudiar las Escrituras, partiendo de cero; es decir,
dejando de lado completamente todo lo que se me había enseñado. A
partir de ahí, estoy viendo claramente el sentido llano y simple de la
Palabra de Dios. He podido comprobar que no es cierto, que un
puñado de teólogos adventistas, sean los únicos capaces de
interpretarla correctamente, con el agravante de que nunca se ponen
de acuerdo entre ellos mismos. La Biblia es un tesoro abierto para
todo el mundo, basta con que dejemos al Señor hablarnos a través de
ella, y no tratar de imponerle nuestra perspectiva. Los invito a
experimentar eso, luego de compartir conmigo, las reflexiones
expresadas en los temas que siguen a continuación.
“Nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que
no haya de ser conocido, y de salir a luz” (Lucas 8:17).
Acusaciones de Plagio Actualmente, uno de los problemas más
significativos en la Iglesia Adventista, es la cuestión del plagio.
Específicamente se afirma, que Ellen White copió aproximadamente
el 80% de lo que escribió, sin reconocer sus autores originales, pero
atribuyendo sus escritos a la inspiración divina. Durante muchas
décadas, la dirigencia ha estado enterada de estas acusaciones, y el
Centro White ocultando información vital de investigadores legítimos.
En 1982, Walter Rea, a la sazón pastor activo de la iglesia, publicó el
libro “la mentira White”, donde él documentaba y explicaba
ampliamente los resultados de sus investigaciones, sobre los plagios
en los escritos de la Sra White. No obstante, la organización ha
continuado publicando y vendiendo estos libros, sin dar a conocer a
los lectores su real procedencia, convirtiéndose de esta manera en
cómplices de la iniquidad cometida.
Hace unos años, la máxima dirigencia Adventista contrató abogados,
para que examinaran la cuestión de si las actividades plagiarias de la
Sra White, eran ilegales o no en ese tiempo. De esta manera, se
admite indirectamente que ella sí copió grandes porciones de obras
ajenas. Pero la iglesia estima, que no puede darse el lujo de
reconocer esto, porque sus doctrinas distintivas descansan en las
obras de Ellen White, y si ella cae, la iglesia también. Era necesario
encontrar una alternativa, porque causaría demasiados trastornos
admitir que la base misma de la iglesia era fraudulenta. Y por eso, los
dirigentes trataron de efectuar un lavado. Si no podían afirmar que
Ellen no había plagiado a gran escala, tenían que encontrar un modo
de blanquear sus acciones, y “explicarlas” adecuadamente. En este
proceso no tuvieron en cuenta, que lo que realmente estaba en juego
no eran las leyes de los hombres, sino algo muy superior; la ley
divina. En consecuencia, ha resultado un gran negocio que ha
reportado miles de millones de dólares, la comercialización durante
tantos años, de obras “maravillosas e inspiradas” que realmente no
son tales, sino simples apropiaciones del trabajo literario e intelectual
de otros. Veamos algunos casos:
1) H. L. Hastings, publicó un folleto titulado: “LA GRAN
CONTROVERSIA ENTRE DIOS Y EL HOMBRE”. Varios años después, El
14 de marzo de 1858, Ellen White tuvo su famosa visión en Lovett´s
Grove acerca de “El Gran Conflicto”. De manera interesante, apenas
cuatro días más tarde, el 18 de marzo de 1858, una reseña del libro
de Hastings apareció en la revista Review de Jaime White. En seguida,
fue obvio que los White estaban familiarizados con esta obra, antes
de la visión de Ellen. Apenas seis meses después de que apareciera la
reseña, Ellen publicó su propia versión del libro de Hastings, la cual
tituló Dones Espirituales, tomo 1. Más tarde, este libro evolucionó
hasta convertirse en El Gran Conflicto, o Conflicto de los Siglos. En
años recientes, el erudito Adventista del Séptimo Día, Dr. Don
McAdams observa: “Ellen White no sólo tomaba prestados párrafos
aquí y allá según los encontraba en el curso de sus lecturas, sino que
en realidad seguía a los historiadores página tras página, dejando
fuera mucho material, pero usando su secuencia, algunas de sus
ideas, y a menudo sus palabras. En los ejemplos que he examinado,
no he encontrado ningún hecho histórico en su texto que no esté en
el texto de ellos”. Aunque muchos encuentran ‘El Conflicto’, como un
libro interesante y reflexivo, difícilmente puede considerarse una obra
original. Todos los temas principales de este, fueron desarrollados
anteriormente y comentados por otros autores, muchos de ellos no
Adventistas. Una parte considerable de este libro fue realmente
proporcionada por W.W. Prescott, integrante de la cúpula dirigencial
adventista, e incorporada por los redactores, según lo registra su
propio testimonio al respecto. Es difícil, si no imposible, apuntar a
cualquier idea o hecho histórico que de verdad se originara en Ellen
White.
2) Ellen White “llegó tarde” a la reforma pro salud. Mientras que ella
no recibió su primera “visión” sobre esto, sino hasta 1863, ya para
comienzos de la década de 1850 el movimiento de la reforma pro
salud estaba en su apogeo en los Estados Unidos. Los conferencistas
viajaban por todo el país, promoviendo una dieta vegetariana, y
advirtiendo contra el alcohol, y el tabaco. Contrariamente al mito
popular, la Sra. White trajo al mundo pocas nuevas reformas sobre la
salud, si es que trajo alguna. La mayoría de sus enseñanzas sobre
este tema, si no todas, estaban siendo fomentadas por otros antes
que ella. Por ejemplo, en 1844, 19 años antes de la primera “visión”
de la Sra. White sobre la reforma pro salud, la Sra. M. L. Shew publicó
la tercera edición de un libro de 156 páginas sobre la reforma pro
salud titulado “Water Cure for Ladies”. En él, la Sra. Shew enseña
que: “El alcohol es un veneno mortal. Las medicinas a base de drogas
son ‘de lo más perniciosas’. La sal debe ser eliminada de la dieta. Las
especias, como la mostaza, la pimienta, y el vinagre, son
‘perniciosas’. El té es ‘uno de los venenos más destructores’. El
tabaco es un veneno muy poderoso. El baño diario, el ejercicio, y el
aire puro son importantes para la buena salud. Debe usarse crema en
vez de mantequilla. Una dieta vegetariana contribuye a la salud. Es
difícil para el cuerpo digerir el queso. Las comidas deben estar
separadas por un período de seis horas. Dos comidas al día son
‘mejores para personas sedentarias’. El pan es ‘el sostén de la vida’.
El pan recién horneado no debe comerse mientras todavía está
caliente”.
3) Ellen tenía disponible una biblioteca, de más de 1200 ejemplares.
Ella y sus secretarias asistentes, usaron 33 libros para componer El
Deseado de Todas las Gentes. El Pastor A.G. Daniels, a la sazón
presidente de la Conferencia General, declaró en un congreso bíblico
de 1919: “En Australia, vi componer ‘El Deseado de Todas las
Gentes’, y vi reescribir capítulos, algunos de ellos una y otra y otra
vez”. Algunas de las obras utilizadas fueron: Life of Christ, por William
Hanna, Night Scenes of the Bible y Walks and Homes of Jesus, ambos
por Daniel March, The Desire of Ages Project. De John Harris, The
Great Teacher; de Frederick Farrar, The Life of Christ; de George
Jones, Life-Science From the Four Gospels; de Alfred Edersheim, The
Life and Times of Jesus the Messiah; de J. H. Ingraham, The Prince in
the House of David; de Francis Wayland, Salvation by Christ; y de
John Cumming, Sabbath Evening Reading on the New Testament; St.
John”. El Dr. Fred Veltman, del Pacific Union Collage, realizó una
investigación tomando quince capítulos del Deseado, y encontró que
el 31% de esta muestra había sido derivado de otros autores. Pero en
general, se estima que el 90% del total de esta obra, fue copiado de
otros libros.
Evidencia de Deshonestidad Pero, durante toda su vida, y durante los
años subsiguientes, han salido a relucir una y otra vez informes en el
sentido de que Ellen White no fue honesta en cuanto a la fuente de su
información. Especialmente en las últimas dos décadas, los
investigadores han descubierto tal montaña de evidencia probando el
plagiarismo de Ellen White, que la iglesia Adventista del Séptimo Día
se ha visto obligada a emprender sus propias investigaciones.
Walter Rea Demostró el Plagiarismo de EGW. En enero de 1980,
Walter Rea (en ese entonces pastor ASD y profesor de Biblia en
escuelas superiores) presentó a los dirigentes de la iglesia la
evidencia que había descubierto. Rea demostró que Ellen White había
copiado tanto material de otros autores que apenas si hay un
pensamiento original en alguno de sus libros. Esto estremeció
terriblemente al Adventismo del Séptimo Día. En consecuencia, la
Conferencia General auspició una investigación de ocho años de
duración de la propia iglesia, sobre el libro El Deseado de Todas las
Gentes ( The Desire of Ages), que en aquel entonces se consideraba
el más auténtico de los muchos libros de Ellen White, para establecer
si ella realmente había copiado o no.
Fred Veltman Demostró Que EGW Había Mentido. El equipo de
investigación de la denominación estuvo dirigido por uno de los
suyos, el Dr. Fred Veltman (en ese tiempo director del Departamento
de Religión del Pacific Union College). Después de la presentación
inicial del Dr. Veltman, se publicó un resumen en los números de
octubre y diciembre de 1999, de Ministry, la revista oficial de la
iglesia Adventista del Séptimo Día para el clero. La mayoría de los
pastores y laicos ASD no tienen ni idea de la existencia del informe
Veltman, aunque el texto completo está disponible por medio del
Pacific Union College. El informe oficial Veltman llegó con franqueza a
la conclusión de que, no sólo había Ellen White copiado vorazmente
las obras de otros escritores, sino que tanto ella como sus
colaboradores habían mentido deliberadamente para ocultar la
verdad. He aquí dos conclusiones del informe Veltman: “Es de
primordial importancia observar que la misma Ellen White, no sus
asistentes literarias, compuso el contenido básico del texto de
“Deseado de todas las gentes” (Desire of Ages). Al hacerlo, ella fue la
única que tomó expresiones literarias (copió) de las obras de otros
autores sin darles crédito como sus fuentes (plagiarismo). Segundo,
hay que reconocer que Ellen White usó escritos ajenos consciente e
intencionalmente. ... Ellen White, y otros que hablaban en nombre de
ella, no admitieron, ni implícita ni explícitamente, y hasta negaron, la
dependencia literaria de parte de ella”. -- The Desire of Agges Project:
The Conclusions”, Ministry, Noviembre 1990, p. 11. Cuando el Dr.
Veltman fue cuestionado sobre las repetidas afirmaciones de Ellen
White de que ella sólo escribía lo que el Señor le había mostrado en
visión y que ella no había copiado las obras de otros autores,
contestó: “De partida, tengo que admitir que, a mi parecer, este es el
problema más serio al que hay que enfrentarse en relación con la
dependencia literaria (las copias) de Ellen White. Es un golpe directo
al corazón de su honestidad, su integridad, y por lo tanto, de su
confiabilidad”. Ibid., p. 14.
¡Asombroso!. ¡El informe oficial de la iglesia Adventista del Séptimo
Día llegó a la conclusión de que Ellen White copió material de otros
autores consciente y deliberadamente, y que ni ella ni sus asociados
admitieron, y aun negaron, que ella había copiado! El mito de que
Ellen White escribió bajo la inspiración directa de Dios simplemente
no cuadra con los hechos. ¿Cuánto material copió Ellen White? El Dr.
Veltman arribó a la conclusión de que ella había copiado tanto
material de otros escritores que: “El contenido del Deseado de Todas
las Gentes (The Desire of Ages), es en su mayor parte derivado
(copiado) más bien que original. ... En términos prácticos, esta
conclusión declara que, en los escritos de Ellen White sobre la vida de
Jesús, no se puede reconocer ninguna categoría general de contenido
o catálogo de ideas que sean propias de ella”. -- Ibid., p. 12.
Recuérdese, esto no fue lo que los opositores de Ellen White dijeron
de ella; ¡fue la conclusión a la que llegó el propio equipo de
investigación, cuidadosamente escogido, de la iglesia Adventista del
Séptimo Día!. Pero nada de esto era nuevo para los dirigentes de la
iglesia.
La Conferencia Bíblica de 1919 Hace siete décadas, y cuatro años
después de la muerte de Ellen White, la iglesia Adventista del
Séptimo Día reunió a sus máximos dirigentes, teólogos, editores, y
eruditos en un intento por tomar una decisión mutuamente aceptable
sobre la validez del ministerio de Ellen White. Se reunieron en las
oficinas centrales de la iglesia en Takoma Park, Washington D. C.,
durante una Conferencia Bíblica que habría de durar la mayor parte
de julio y parte de agosto. Más de cincuenta personas asistieron a
esas reuniones. Esas personas incluían a: Arthur G. Daniells,
Presidente de la Conferencia General; G. B. Thompson, Secretario de
Campo de la Conferencia General; W. W. Prescott, Secretario de
Campo de la Conferencia General; C. S. Longacre, Secretario de la
Associación de Libertad Religiosa; F. M. Wilcox, Redactor de Review
and Herald; M. C. Wilcox, Redactor de Libros de Pacific Press; H. C.
Lacey, Profesor de Religión en el Foreign Mission Seminary; C. L.
Taylor, Director del Departamento de Biblia del Canadian Junior
Collage; J. N. Anderson, Profesor de Biblia del Washington Foreign
Mission Seminary; y otros.El 30 de julio y el 1 de agosto, las reuniones
se enfocaron especialmente sobre Ellen White como “el Espíritu de
Profecía”. Según las minutas oficiales, once veces durante esos dos
días se les pidió a los más importantes oficiales de la iglesia
Adventista del Séptimo Día una decisión autorizada sobre la
inspiración de ella -- y once veces evitaron esa decisión. El carácter
de esa discusión se percibe a través de los siguientes extractos
breves: “F. M. Wilcox: ‘Creo que tenemos entre manos un asunto muy
delicado, y me molestaría muchísimo que se influyera en el campo y
en cualquiera de nuestras escuelas para que se descontaran los
Testimonios (de Ellen White). Hay gran peligro de una reacción, y
estoy realmente preocupado. He oído preguntas aquí que han dejado
la impresión en mi mente de que, si se hacen las mismas preguntas
en clase cuando regresemos a nuestras escuelas, vamos a tener
serias dificultades. Creo que hay muchas preguntas que deberían ser
retenidas y no discutidas. ... No creo necesario que contestemos cada
una de las preguntas que se nos hagan. ... Creo que, si destruimos la
fe en ellos (los Testimonios), vamos a destruir la fe en el fundamento
mismo de nuestra obra. ... Y, a menos que estas preguntas puedan
manejarse de la manera más diplomática, creo que vamos a tener
serios problemas’. “J. N. Anderson: ‘¿Podemos retener esas cosas y
ser fieles a nosotros mismos? Además, ¿no corremos peligro al
hacerlo? ¿Es correcto dejar que nuestro pueblo en general continúe
siendo fiel a la inspiración verbal de los Testimonios? Cuando
hacemos eso, ¿no estamos preparándonos para una crisis que será
muy seria algún día?’ “M. E. Kern: ‘La pregunta es, ... ¿cómo
podemos pensar, y creer, y saber que hay inconsistencia aquí, -- algo
que no está bien, -- y sin embargo creer que el Espíritu de Profecía
(Ellen White) es inspirado? ... La cuestión es cómo presentar estas
cuestiones a la gente´”. Esas eran las preguntas con las cuales
luchaban los dirigentes Adventistas del Séptimo Día en 1919, sólo
cuatro años después de la muerte de Ellen White. Reconocían
claramente su dilema: ¿cómo admitir que Ellen White no era inspirada
verbalmente -- cómo admitir que ella no era fiable en ninguna área -y todavía preservar la fe de la gente en la iglesia, su organización, y
sus doctrinas?. Por otro lado, como dirigentes que conocen estas
cosas sobre Ellen White, ¿cómo podemos mantener nuestra propia
integridad y continuar enseñando los antiguos mitos de los
Adventistas del Séptimo Día?. Y si enseñamos los antiguos mitos
sobre Ellen White, ¿no estamos preparando a la iglesia para una
futura crisis cuando salga a luz la verdad?.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER
Los Adventistas y la Verdad (Segunda parte)
Los Adventistas Y la Verdad (Segunda parte)
El Veredicto de los Dirigentes en 1919 Esos eran los puntos en
disputa. ¿Cuál fue su veredicto? Se hizo muy evidente para los
dirigentes Adventistas que la influencia de Ellen White sobre la
membresía de la iglesia era demasiado fuerte, y las alternativas
demasiado riesgosas para hacer cualquier declaración oficial
repudiando el ministerio de ella.
Sin embargo, es útil mirar aquello sobre lo que los máximos
dirigentes de la iglesia Adventista del Séptimo Día estuvieron de
acuerdo extraoficialmente en relación con Ellen White durante la
Conferencia Bíblica de 1919. Estuvieron de acuerdo sobre once
puntos críticos relacionados con el ministerio de Ellen White. Veamos
algunos de estos:
1. Ellen White no era inspirada verbalmente.
“A. G. Daniells: ‘Yo asumo la posición de que los Testimonios no son
inspirados verbalmente, y que fueron preparados por las secretarias y
redactados para darles la correcta forma gramatical. ... Es inútil
ponerse de pie y hablar de la inspiración verbal de los Testimonios,
porque todo el que alguna vez haya visto hacer el trabajo sabe que
no es así, y ¡que es mejor que lo descartemos!’.
“F. M. Wilcox: ‘Por muchos años he sabido cómo se componían las
obras de la Hermana White y cómo se compilaban sus libros. Nunca
he creído en la inspiración verbal de los Testimonios’.
“G. B. Thompson: ‘No son inspirados verbalmente, --- eso lo sabemos,
--- ¿y para qué enseñar que lo son?’
2. Ellen White no era infalible como persona.
“A. G. Daniells: ‘Ahora, acerca de la infalibilidad. ... Cuando se toma la
posición de que ella no era infalible, y que sus escritos no son
inspirados verbalmente, ¿no hay oportunidad para que se manifieste
lo humano? ... ¿Y debemos sorprendernos?. Cuando sabemos que el
instrumento era falible, y que las verdades generales, como ella dice,
fueron reveladas, ¿no estamos preparados para ver errores?
3. Ellen White no era infalible en sus interpretaciones de la Biblia.
“C. L. Taylor: ‘Quisiera pedirle que discuta para nosotros el valor
exegético de los Testimonios. ... ¿Podemos aceptar las explicaciones
que ella da sobre las Escrituras? ¿Son confiables esas explicaciones?’
A. G. Daniells: ‘Es posible que haya algunas dificultades con
cuestiones muy críticas’.
4. Ellen White copió material de otros autores sin darles crédito,
asegurando al mismo tiempo que era inspirada por Dios.
“A. G. Daniells: ‘Ahora, ustedes saben algo sobre ese librito,
(Sketches From) the Life of Paul [Bosquejos de la Vida de Pablo]
(originalmente publicado en 1883). Conocen el problema en que nos
metimos a causa de eso. Nunca pudimos reclamar inspiración para la
totalidad del pensamiento y la preparación del libro porque fue hecho
a un lado por lo mal que había sido compuesto. No se les dio crédito a
las autoridades correspondientes, y algo de eso se coló en El Conflicto
de los siglos (The Great Controversy). ... Supongo que todos ustedes
saben acerca de eso y conocían las afirmaciones que se hacían contra
ella, las acusaciones de plagio que se le hacían, hasta por los autores
del libro, Conybeare y Howson, y que probablemente causarían
dificultades a la denominación debido a lo mucho de su libro que
había sido puesto en (Sketches From) the Life of Paul sin darles
crédito y sin poner comillas. ... Yo lo encontré, y lo leí con el hermano
Palmer cuando lo encontró, y conseguimos el libro de Conybeare y
Howson, y History of the Reformation, de Wylie, y leímos palabra por
palabra, página tras página, y no había comillas, ni créditos, y la
verdad es que yo no supe la diferencia sino hasta que los comparé.
¡Supuse que era la obra de la hermana White! ... Allí vi la
manifestación de lo humano en estos escritos. Por supuesto, yo
podría haber dicho esto, y lo dije, que ojalá se hubiese tomado un
rumbo diferente en la compilación de los libros. Si se hubiese tenido
el debido cuidado, se habría evitado que mucha gente se descarriara.
... ‘
“W. W. Prescott: ‘Yo no quiero acusar a nadie. Pero sí creo que se
cometieron grandes errores de ese modo. ... Cuando hablé con W. C.
White sobre esto ... me dijo con franqueza que, cuando sacaron El
Conflicto de los siglos (The Great Controversy), si no encontraban
nada en sus escritos sobre ciertos capítulos para hacer las conexiones
históricas, tomaban otros libros, ... y usaban porciones de ellos. .
5. La inspiración divina de Ellen White es cuestionable.
“F. M. Wilcox: ‘Me gustaría preguntarle, hermano Daniells, si podría
aceptarse como una especie de regla que la hermana White podría
estar errada en los detalles, pero que tenía autoridad sobre la política
general y la enseñanza. ... Me parece que yo tendría que aceptar lo
que ella dice de algunas de esas políticas generales o descartar toda
la cuestión. O el Señor ha hablado por medio de ella, o Él no ha
hablado por medio de ella; y si la cuestión es decidir en mi propia
opinión si Él ha hablado o no, entonces yo considero los libros de ella
de la misma manera que cualquier otro libro publicado. Creo que una
cosa es que un hombre estultifique su conciencia, y otra muy distinta
que estultifique su juicio. Una cosa es que yo haga a un lado mi
conciencia, y otra que yo cambie mi juicio acerca de algunos puntos
de vista que yo sostengo’.
A. G. Daniells: ‘Nosotros no creamos ese problema. ¿O sí? Nosotros
los de la Conferencia General no lo creamos, pues no hicimos la
revisión. Nosotros no participamos en eso. No tuvimos nada en
absoluto que ver con eso. Todo se hizo bajo la supervisión de ella. Si
hay un problema aquí, lo creó ella, ¿no es así?’
6. Si los escritos de Ellen White tienen que ser corregidos, ¿cómo se
puede afirmar que el resto de su obra fue inspirado?
“W. W. Prescott: ‘He aquí mi problema. He examinado esto, El
Conflicto de los Siglos (Great Controversy), y sugerido cambios que
deberían hacerse para corregir afirmaciones. Estos cambios han sido
aceptados. Mi problema personal es conservar la fe en aquellas cosas
con las cuales no puedo tratar sobre esa base. ... Si corregimos aquí y
allá, ¿cómo vamos a quedar en los otros lugares?’
7. Si la iglesia hubiera dicho la verdad sobre Ellen White, no tendría
los problemas que tiene ahora.
“G. B. Thompson: ‘ Creo que estamos en este problema a causa de la
errónea educación que ha tenido nuestro pueblo. Si hubiésemos
enseñado la verdad siempre sobre este asunto, no tendríamos ningún
problema ni disgusto en la denominación actualmente. ¡Pero tenemos
el disgusto porque no hemos enseñado la verdad!’
Los borradores de la Conferencia Bíblica de 1919 bajo llave y
candado!
Después de discutir cada uno de estos temas y llegar a un acuerdo
extraoficial sobre ellos, el Presidente de la Conferencia General, A. G.
Daniells, solicitó que los borradores oficiales de sus discusiones
fueran puestos bajo llave por los siguientes cincuenta años. De esta
manera, la mejor oportunidad para que los dirigentes de la iglesia
comunicaran “la verdad” sobre Ellen White, había pasado.
Los registros oficiales de esa Conferencia Bíblica de 1919 fueron
archivados hasta diciembre de 1974, cuando el Dr. Donald Yost los
descubrió envueltos en papel en una bóveda en la Conferencia
General. Los paquetes contenían aproximadamente 2.400 hojas
mecanografiadas transcritas de las notas estenográficas oficiales
tomadas en las reuniones.
Declaración oficial del Centro White ¿Fue Elena de White una
plagiaria?. Elena de White hizo a menudo uso de fuentes literarias
para comunicar sus mensajes. En la introducción a uno de sus más
populares libros ella escribió: “En algunos casos cuando he
encontrado que un historiador había reunido los hechos y presentado
en pocas líneas un claro conjunto del asunto, o agrupado los detalles
en forma conveniente, he reproducido sus palabras, no tanto para
citar a esos escritores como autoridades, sino porque sus palabras
resumían adecuadamente el asunto. Y al referir los casos y puntos de
vista de quienes siguen adelante con la obra de reforma en nuestro
tiempo, me he valido en forma similar de las obras que han
publicado” (El conflicto de los siglos, p. 14). El uso por Elena de White
de otros autores no estaba limitado al material histórico o geográfico,
sino que incluyó también otros temas. La investigación ha encontrado
que ella enriqueció su escritos con expresiones selectas de sus
lecturas más extensamente de lo que se sabía, aunque la cantidad
que ha sido documentada hasta ahora, es un pequeño porcentaje
(menos de 2 %), cuando es medido en contra de su producción
literaria total.
En 1980 el Dr. Fred Veltman, en aquel tiempo Director del
Departamento de Religión del Colegio de la Unión Pacífico, emprendió
un detallado análisis del uso de las fuentes literarias del libro El
Deseado de todas las gentes, estudio que le llevó ocho años
completarlo. Copias del informe completo, de 2.561 páginas, fueron
distribuidas a las bibliotecas de los colegios y universidades
Adventistas del Séptimo día por todo el mundo. El informe completo,
incluyendo el sumario de 100 páginas, está también disponible online
en la página web de la Asociación General. Buscar “Life of Christ
Research Project” bajo “Categories” en
http://archives.gc.adventist.org/ast/archives/
En virtud de que ella incluye tales selecciones de otros autores en sus
escritos, los críticos han acusado a Elena de White de plagio. Sin
embargo, el mero uso de otros idiomas no constituye hurto literario,
como observa el abogado Vincent L. Ramik, un especialista en
patentes, marca registrada, y casos de copyright. Después de
investigar cerca de 1.000 casos de copyright en la historia legal de
Estados Unidos, Ramik emitió una opinión legal de 27 páginas en que
concluye: “Elena G. de White no era una plagiaria y sus obras no
constituyeron una violación del copyright/ o piratería”. Ramik destacó
varios factores que los críticos de Elena de White han errado en tomar
en cuenta cuando la acusan de hurto literario y engaño. 1) Sus
selecciones “permanecieron bien dentro de los límites legales del ‘uso
correcto.’” 2) “Elena de White usó los escritos de otros; pero en la
manera en que los usó, los convirtió singularmente en suyos”,
adaptando las selecciones dentro de su propio marco literario. 3)
Elena de White motivó a sus lectores a adquirir copias de algunos de
los muchos libros que ella usaba, demostrando que no intentó ocultar
el hecho de su uso de las fuentes literarias, y que no tuvo intención
de defraudar o reemplazar las obras de cualquier otro autor.
Elena de White “no copió en masa o sin discriminación. Lo que
seleccionó o no seleccionó, y la manera como alteró lo que
seleccionó” revela que ella usó fuentes literarias “para ampliar sus
temas trascendentes o para expresarlos más vigorosamente; ella era
la dueña, no la esclava, de sus fuentes” (Herbert Douglass, Mensajera
del Señor, p. 462).
Declaraciones de Ellen White sobre su obra Estos libros contienen la
verdad clara, honesta, e inalterable, y ciertamente deberían ser
apreciados. Las instrucciones que contienen no son de humana
producción. (Carta H-339, Dic. 26, 1904).
En estas cartas que yo escribo, ... les presento lo que el Señor me ha
presentado a mí. Yo no escribo ni un sólo artículo sobre el papel
expresando meramente mis propias ideas. Ellas son lo que Dios ha
abierto delante de mí en visión - preciosos rayos de luz que brillan
desde el trono.” (Testimonies, Tomo 5, pp. 63-67).
En la carta 22, de 1889, Ellen White declara lo siguiente: “Dios no ha
ordenado a nadie para que pronuncie juicio sobre su Palabra,
eligiendo algunas partes como inspiradas y desacreditando otras
como de no inspiradas. Los testimonios han sido tratados de la misma
manera, pero Dios no aprueba esto.”
los adventistas y la verdad (Tercera parte)
Adventistas y Testigos Los adventistas, atacan a los testigos de
Jehová, porque en base a Mateo 24:34, afirman: “Las Escrituras
muestran claramente que la ‘generación’ que vio el principio de la
presencia de Cristo (en 1914), también vería el ‘gran día de Jehová’
en el cual él ejecuta juicio contra todos los que practican la injusticia”.
(Página 176, párrafo 2 del libro “Unidos”). Entonces, como esta
declaración implica que esa generación de 1914 “no pasaría”, sin que
se produjeran esos acontecimientos, ellos le achacan a los testigos
sostener una doctrina falsa, porque aún no ha llegado “el fin” y no
hay nadie vivo de esa generación.
Pero lo más extraño es, que en forma similar, los adventistas creen
que la caída de las estrellas en 1833, el oscurecimiento del sol en
1780, y el terremoto de Lisboa en 1755, eran las señales precursoras
de la Segunda Venida de Cristo. Entonces, también en base a Mateo
24:34, consideran que la “generación” que vio esas señales “no
pasaría”, sin presenciar el inminente retorno del Señor; tal como lo
afirma Ellen White, en el Deseado de Todas las Gentes, págs. 585 y
586: “Cristo declaró que al final de la gran persecución papal, el sol
se obscurecería y la luna no daría su luz. Luego las estrellas caerían
del cielo….Dice de aquellos que vean estas señales: No pasará esta
generación, que todas estas cosas no acontezcan”. ‘Estas señales han
aparecido’…con seguridad que la venida del Señor está cercana”.
Luego, tomando como base esa afirmación de la Sra White, el
Comentario Bíblico Adventista, también nos dice: “Cristo afirmó que
las señales mencionadas en estos versículos, ocurrirían tan cerca del
día de su venida que la generación que viera las últimas señales no
moriría antes de ver que se cumplieran todas estas cosas, es decir,
que verían no sólo las señales, sino también la venida de Cristo y el
fin del mundo”. Entonces, es evidente que los adventistas enfrentan
actualmente un terrible dilema profético, porque esa generación que
presenció las llamadas “señales del fin”, ya no existe. En
consecuencia, estamos en presencia de una interpretación bíblica
muy importante, claramente falsa; esto, a pesar de que
supuestamente se trata de una declaración inspirada por el Espíritu
Santo. Pero lo más grave de este asunto, es que no se han tomado los
correctivos de lugar, y estas “señales del fin” continúan enseñándose
en las iglesias adventistas; aunque claro está, sin aludir a la
“generación que no pasaría” , mencionada por Ellen White en sus
escritos, con el evidente propósito de ocultar a la hermandad su claro
error, y mantener así su pretendida infalibilidad y confiabilidad
profética. En una fallida defensa de Ellen White, algunos han señalado
que ella no era teóloga, y que aquí está haciendo un simple
comentario, que puede no estar exento de error. Pero, si examinamos
detenidamente su categórica declaración, podemos ver que ella le
atribuye a Cristo lo que está afirmando: “Cristo declaró….Dice de
aquellos que vean estas señales: No pasará esta generación…”.
Entonces, esto no es un simple comentario, aquí hay una afirmación
contundente de ella, atribuyéndole esto a Jesucristo. ¿Puede alguien
citar un profeta o apóstol, que hiciera algo semejante, poniendo en
boca del Señor una falsedad? También, otros mencionan 1Tes. 4:1517: “….nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida
del Señor.…. y los muertos en Cristo…nosotros, los que estemos
vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos
en las nubes...”. Luego, como este evento no se cumplió en vida de
Pablo, entonces alegan: ¿es él un falso profeta?. Veamos:
-El hecho de que Pablo se incluyera en el grupo de los “vivos”, y a la
vez hiciera lo mismo con los Tesalonicenses que recibieron esta carta,
no puede indicar de ninguna manera, que el apóstol estaba
asegurando que él y todos los demás estarían vivos para el regreso
de Cristo. Lo primero que debemos tener en cuenta, es que Pablo no
hizo una alusión personal, sino general: “…que nosotros que vivimos,
que habremos quedado hasta la venida del Señor…”; por lo tanto, es
evidente que nadie en particular, al leer esto, podía tomarse el texto
para sí mismo y aplicárselo. También, tenemos que considerar, que el
objetivo específico de este pasaje, no era enfocar la proximidad o
lejanía de la venida del Señor, sino el asunto de la resurrección de los
muertos en Cristo. Leamos: “Tampoco queremos hermanos, que
ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis
como los otros que no tienen esperanza…traerá Dios…a los que
durmieron en él….no precederemos a los que durmieron…y los
muertos en Cristo resucitarán primero…seremos arrebatados
juntamente con ellos….Por tanto, alentaos los unos a los otros con
estas palabras”. Además, el mismo apóstol Pablo, por si acaso, se
encargó de despejar cualquier duda al respecto. Veamos la segunda
epístola a los propios Tesalonicenses, en el 2:1-5: “Pero con respecto
a la venida de nuestro señor…que no os dejéis mover fácilmente…ni
por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor
está cerca. Nadie os engañe…porque no vendrá sin que antes venga
la apostasía..” En resumen, resulta contraproducente e inútil,
pretender disculpar los evidentes errores de la Sra White, con
supuestas fallas de los profetas y escritores de la Biblia. Viendo todo
esto, quizás sería bueno y sabio, atender lo que la palabra del Señor
dice en Deuteronomio 18:22: “Si el profeta hablare en nombre de
Jehová, y no se cumpliere lo que dijo, es palabra que Jehová no ha
hablado…no tengas temor de él”.
El “principio del día por año”- Reexaminado La posición adventista
oficial, sobre el llamado “principio de día por año”, (que está vigente,
y continúa enseñándose en las iglesias), está reflejada en las palabras
de Ellen White, según se registra en los libros “El conflicto de los
Siglos”, y “Profetas y Reyes”: “En la profecía, un día representa un
año”; “El Señor establece este principio, en Núm. 14:34, y Ezeq. 4:6”.
Es decir, que aquí se establece un fundamento bíblico sencillo,
aplicable a todas las profecías, según estas declaraciones
consideradas inspiradas. Vamos pues a realizar un examen, de la
posición señalada:
- Al leer Números 14:34 y Ezequiel 4:6, podemos ver que la mecánica
es la misma, esto es, un castigo puntual para una desobediencia
específica; tampoco se observa de ninguna manera, la intención de
fijar una norma o principio general. En Números tenemos la
secuencia: Castigo(año) - Desobediencia(día); pero en Ezequiel
tenemos: Castigo (día)- Desobediencia(año). En otras palabras,
Números predice: “1 año de castigo para el futuro, por cada día de
desobediencia del pasado”; mientras que Ezequiel establece: “1 día
de castigo para el futuro, por cada año de desobediencia del pasado”.
En consecuencia, estos versículos resultan ser opuestos o
excluyentes; dicen lo contrario. Entonces, si tenemos que Núm.
profetiza años (futuro) en base a días (del pasado); y por otra parte
Ezeq. predice días (futuro) en base a años (del pasado); ¿Cómo se
puede tratar de establecer, un supuesto paralelismo entre ambos
textos?. ¿No es evidente que el sentido de ambos es opuesto?. ¿Cómo
una profecía en años (la de Núm.), puede ser equivalente a otra
expresada en días (la de Ezeq.)?
-Veámoslo ahora de esta manera: Observando cuidadosamente los
textos de Números 14:34 y Ezequiel 4:6, tenemos que realmente,
ambos son profecías literales. Porque allí, ¿cuál es la profecía, o el
futuro predicho?. En Núm. son profetizados 40 años de castigo, y en
Ezeq. son predichos 430 días de castigo; todo lo cual se cumplió
literalmente, según se había anticipado. O sea, que tampoco aquí se
estipulaba el “día por año”; esto así, debido a que en estos textos, lo
que hubo fue una explicación de la magnitud o cuantía del castigo; de
ahí que en ambos casos, el Señor hiciera referencia a la
desobediencia del pasado, en relación con el castigo predicho. Algo
muy diferente, se observa en las demás profecías; es decir, ¿Porqué
120 años para el diluvio, y no 100 u otra cantidad?; ¿Porqué 40 días
para la destrucción de Nínive, y no otra cifra?; es evidente, que el
Señor tuvo sus razones, pero no las explicó, como fue en los casos de
Números y Ezequiel.
-Haciendo abstracción de las contenidas en el libro de Daniel, todas
las profecías de tiempo del Antiguo Testamento, tanto anteriores
como posteriores, a Números y Ezequiel, son también literales;
veamos: 1.- Gén. 6:3; 120 años del diluvio. 2.- Gén.15:13; 400 años
del cautiverio en Egipto. 3.-Gén.40:12-19; Los 3 días del copero; y los
3 días del panadero; en Egipto. 4.- Gén.41:26-30; Los 7 años de
abundancia; y los 7 años de escasez; en Egipto. 5.- 2 Samuel 24:1315; Los 3 días de plaga sobre Israel; en el reinado de David. 6.- Isaías
7:8; Los 65 años sobre Efraín, o Israel- reino del norte. 7.- Isaías
16:14; 3 años sobre Moab. 8.- Isaías 21:16; 1 año, profetizado sobre
Arabia. 9.- Isaías 23:15; 70 años sobre Tiro.10.- Isaías 32:9-10; “algo
más de 1 año”; profetizado sobre “mujeres de Jerusalén”. 11.- Jer. 25;
70 años sobre Jerusalén. 12.- Ezeq. 29:11-13; 40 años, sobre Egipto.
13.- Ezeq. 39:9; 7 años, sobre Gog. 14.- Ezeq. 39:11-12; también 7
meses, sobre Gog, . 15.- Jonás 3:4; 40 días sobre Nínive.
Si a estas 15 profecías, le agregamos la de Daniel 4 sobre los siete
tiempos de Nabucodonosor, tendríamos entonces un total de 16
profecías completamente literales, registradas claramente en la
Biblia, lo cual constituye un mentís rotundo, a la suposición de la
existencia del “día por año”. Por otra parte, las debilidades que se
han venido señalando, a la posición de que: “En la profecía, un día
representa un año”; Y, “El Señor establece este principio, en Núm.
14:34, y Ezeq. 4:6”; ha inducido a algunos estudiosos adventistas, a
proponer la novedosa idea, de que: “las ‘70 semanas’ de Daniel 9,
son a la vez el “principio” y la “prueba” del “día por año”, para
profecías escatológicas”; pasando entonces a considerar como
“antecedentes”, los casos de Núm., Ezeq., y otros pasajes
catalogados como afines. Luego, resultan extraños estos modernos
esfuerzos por “extrapolar” otras “pruebas” del “día por año”, frente a
los cuestionamientos realizados a la posición original. Aunque para
ser honesto, podría ser válida (aunque discutible), la intención de
proponer que: “las “70 semanas”, son a la vez el “principio” y la
“prueba” del día por año”; pero esto debe ser, sobre la base de
reconocer que la postura oficial actual es equivocada, ya que se ha
demostrado de manera fehaciente, que su fundamento es
inexistente.
Entonces, analizando esta propuesta tenemos lo siguiente:
1) En Daniel 9:22, dice que el profeta entendió esta profecía, ¿Y cómo
la entendió, si había que aplicarle el “día por año”, y él desconocía
este principio, y no se registra tampoco ninguna explicación del Ángel
al respecto, en este capítulo, pero tampoco posteriormente?.
Entonces, luce improbable que el Señor pusiera “secretamente” este
“día por año” en las “70 semanas”, sin decirlo a Daniel, aunque este
señala que la entendió.
2)¿Porqué Cristo, llamó a los judíos de su tiempo a “leer y entender”
esta profecía, si estaba cerrada y sellada (ver Mateo 24:15), y se
había dado en “días” que había que convertir en años, pero sin
establecerlo previamente?.
3)¿Porqué en las profecías se explican los símbolos(“bestias,
“cuernos”,”aguas”), pero el supuesto “día por año”, nunca se
explica?; ¿No es este un principio cardinal, cuya importancia es
mayor?.
4) Aún cuando se comprobara, fuera de toda duda, que las “70
semanas” expresan tiempo simbólico, ¿Dónde dice que luego de su
cumplimiento, ellas establecen el “día por año”, para las demás
profecías escatológicas, de tiempo?.
5) ¿Sobre qué base se argumenta, que el “día por año” sólo era
aplicable a las “profecías escatológicas de tiempo?. ¿Es esto lo que
afirma la iglesia adventista oficialmente, y que Ellen White suscribió?.
¿Qué tienen de escatológicos, los pasajes de Núm.y Ezeq, para poder
servir como base o antecedentes de profecías escatológicas?.
Además, los 1000 años de Apoc.20, ¿No es una profecía
escatológica?, ¿Porqué se considera literal, y no se le aplica el “día
por año”?
6) Los textos de: Éxodo 13:10; 1 Samuel 20:6; 1 Samuel 27:7; 1
Samuel 2:19; 1 Reyes 1:1; y otros, considerados afines al “día por
año”; se ha pretendido invocarlos como “pruebas o antecedentes de
este principio”; pero vamos a encontrar que todos tienen un
denominador común, se trata de “expresiones literarias”, cuyo uso
era frecuente en el hebreo, para enriquecer y embellecer el lenguaje.
Esto es lo que llamamos hoy “licencia literaria”, pero pretender darle
alguna aplicación profética a estos pasajes, constituye un
despropósito. Entonces, frente a la clara existencia de 16 profecías
reales, todas literales, citadas como pruebas de la inexistencia del
“día por año”, ¿cómo aspirar a que simples “expresiones literarias”,
puedan aportar “evidencias” de este “principio”?.
7) En el capítulo 4 de Daniel, se emplea la palabra aramea “iddám”,
que se traduce como tiempo o año, para señalar los siete años de
locura, profetizados sobre Nabucodonosor. Sin embargo, la misma
expresión aramea (“iddám”), se utiliza también en Daniel 7 para los
31/2 tiempos, y aquí se dice que representan 1260 años, al
aplicársele arbitrariamente el “día por año”.
Además, es importante determinar, el significado de la palabra
hebrea utilizada para “semanas” (shabuím). Esta palabra es el plural
de “shabúa” o semana. Su raíz hebrea es “Shebá”, que significa siete.
La palabra “Shabuím” o semanas, es usada 20 veces en el Antiguo
Testamento. Tres veces significa una unidad de siete y va
acompañada de la palabra “días”( ver Ez. 45:21; Daniel 10:2,3). Ocho
veces significa “semana” o “semanas”, es decir un período normal de
7 días (ver Gen. 29:27,28; Dt. 16:9,10,16; Lev. 12:5; 2Cron. 13:8); y
seis veces se usa para indicar una unidad de siete, sin hacer
referencia a días (Dan. 9:24-27).
Existen razones suficientes, para considerar que en Daniel 9:24-27,
“shabuím” (semanas) se refiere a unidades de 7 años, o sea a 490
años literales:
1) Los antecedentes proféticos corresponden a profecías literales; es
decir, las 16 que mencionamos anteriormente, incluyendo la de
Jeremías 25 que Daniel estudiaba según el capítulo 9, lo cual
demuestra, que no había un “principio de día por año” establecido
anteriormente, ya que Daniel lo desconocía.
2) En el capítulo completo, no se hace ninguna mención de días. Pero
sí se puede observar, que el profeta estaba pensando en relación a
años, porque su preocupación giraba en torno a los “70 años” de
cautividad en Babilonia.
3) Esta cautividad, tenía relación con la violación del año sabático
(ver: 2Cron. 36:20,21; Lev. 26:33-35), el cual prescribía que Israel
debía cultivar la tierra por 6 años y dejarla descansar por un año. Al
sumar estos 6 años de trabajo, con el de descanso, tenemos una
semana de años.
4) Además de Daniel 9:24-27, en todo este libro profético, solo se usa
la palabra hebrea para “semanas” en el 10:2,3; y allí el profeta la
acompaña de la palabra “días”, al decir: “semana de días”(“Shabuím
yamín”), en oposición al empleo de Daniel 9, donde solo dice:
“semanas” (Shabuím); lo cual evidencia claramente, el propósito de
distinguir el significado de ambas palabras.
En consecuencia, por todo lo expuesto anteriormente, podríamos
concluir en que estas “70 semanas” fueron dadas en años, y
representaban 490 años literales; con lo cual quedaría descartado
definitivamente, para las profecías, el supuesto: “principio del día por
año”. Lo cual implicaría necesariamente, que todo el sistema
profético adventista debe ser reformulado.
El Sello de DiosLos adventistas, sostienen que el Sello de Dios es el
sábado, no obstante mi Biblia dice :
Efesios 1:13 En el cual esperasteis también vosotros en oyendo la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salud: en el cual también
desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa, Efesios 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el
cual estáis sellados para el día de la redención. Pero también dice a
quién aplicaba el pasaje de Ezequiel 20:8 Mas ellos se rebelaron
contra mí, y no quisieron obedecerme: no echó de sí cada uno las
abominaciones de sus ojos, ni dejaron los ídolos de Egipto; y dije que
derramaría mi ira sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en medio
de la tierra de Egipto. V.10 Los saqué pues de la tierra de Egipto, y los
traje al desierto; V.13 Mas rebelándose contra mí la casa de Israel en
el desierto; y mis sábados profanaron en gran manera; dije, por tanto,
que había de derramar sobre ellos mi ira en el desierto para
consumirlos. V.18 Antes dije en el desierto á sus hijos: No andéis en
las ordenanzas de vuestros padres. V.20 Y santificad mis sábados, y
sean por señal entre mí y vosotros, para que sepáis que yo soy
Jehová vuestro Dios. V.21 Y los hijos se rebelaron contra mí: no
anduvieron en mis ordenanzas… Dije entonces que derramaría mi ira
sobre ellos, para cumplir mi enojo en ellos en el desierto.
Algunos estudiosos señalan, que el Espíritu Santo no es la promesa,
por lo tanto los invito a leer esto :
Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, al cual el Padre
enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará
todas las cosas que os he dicho.
Hechos 1:4 Y estando juntos, les mandó que no se fuesen de
Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, que oísteis, dijo,
de mí. V.5 Porque Juan á la verdad bautizó con agua, mas vosotros
seréis bautizados con el Espíritu Santo no muchos días después de
estos.
También, otros dicen, que solo se sella a los que obedecen en espíritu
y verdad, o por ser obedientes a la palabra de Dios. Pero debo
recordarles estos pasajes :
Hechos 2:38 Y Pedro les dice: Arrepentíos, y bautícese cada uno de
vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y
recibiréis el don del Espíritu Santo.
Hechos 10:44 Estando aún hablando Pedro estas palabras, el Espíritu
Santo cayó sobre todos los que oían el sermón.
V.47 Entonces respondió Pedro: ¿Puede alguno impedir el agua, para
que no sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo
también como nosotros?
Hechos 16:30 Y sacándolos fuera, le dice: Señores, ¿qué es menester
que yo haga para ser salvo?
V.31 Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu
casa. V.32 Y le hablaron la palabra del Señor, y á todos los que están
en su casa. V.33 Y tomándolos en aquella misma hora de la noche, les
lavó los azotes; y se bautizó luego él, y todos los suyos.
Hechos 19:2 DIJO: ¿Habéis recibido el Espíritu Santo después que
creísteis?. Y ellos le dijeron: Antes ni aun hemos oído si hay Espíritu
Santo. V.5 Oído que hubieron esto, fueron bautizados en el nombre
del Señor Jesús.
V.6 Y habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos el
Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
De manera, que todos estos pasajes coinciden con Efesios 1:13,
“...desde que creísteis, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa”. Luego, resulta claro que la obediencia es posterior al
sellamiento de los creyentes.
Entonces, podemos concluir en que el sello de Dios es el Espíritu
Santo, pero la manifestación visible de ese sellamiento, viene por el
origen de la nueva persona o nueva creación, que es consecuencia de
la obra de este maravilloso poder, en el corazón de los creyentes, los
cuales son capacitados para obedecer.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER
Los Adventistas y la Verdad (Cuarta parte)
Los Adventistas Y la Verdad (Cuarta parte)
El Testimonio de Jesús y el Don o Espíritu de Profecía En Ap.12:17, se
nos dice:”…..los que guardan los mandamientos de Dios, y tienen el
Testimonio de Jesucristo”; También en Ap.19:10, dice: “…..porque el
testimonio de Jesús, es el espíritu de la profecía”.
Entonces, tomando estos pasajes como base, los adventistas han
interpretado que en la iglesia remanente o verdadera (que son ellos,
supuestamente), se manifestará el don o espíritu de profecía. ¿Es
esto así?; Veamos:
-No es lo mismo decir: “el espíritu de la profecía”, como está
realmente en la Biblia, que “el espíritu de profecía” o “don de
profecía”. En el original griego dice “el espíritu de la
profecía”(Ap.19:10), y esto tiene su importancia, como veremos más
adelante.
-En Juan 15:26,27 dice: “Pero cuando venga el Consolador…él dará
testimonio de mí. Y vosotros daréis testimonio también…..”. En
Ap.1:1,2,9 dice: “..a su siervo Juan, que ha dado testimonio de la
palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo…estaba en la isla
llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de
Jesucristo. En Ap. 20:4 dice: “…..Y vi las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios...”. En 1Cor.
2:1,2 dice: “Así que hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros
el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino
a Jesucristo, y a éste crucificado.
-En 1Corintios 12:1,4,10,28,31; leemos: “No quiero hermanos, que
ignoréis acerca de los dones espirituales…Ahora bien, hay diversidad
de dones, pero el espíritu es el mismo…A otro, el hacer milagros, a
otro profecía, a otro discernimiento de espíritus….Y a unos puso Dios
en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero
maestros, luego los que hacen milagros….Procurad, pues, los dones
mejores…”. Quiere decir, que aquí se identifica la profecía como uno
de los dones espirituales, para la iglesia. Pero observe, que es para
toda la iglesia, no para una persona específica y exclusivamente para
ella. Tampoco se menciona ningún período en particular para el
desarrollo de este don, ni que este será el que dará testimonio de
Jesús de manera especial.
Entonces, ¿Qué significa la frase “el espíritu de la profecía” en
Ap.19:10, en relación al testimonio de Jesús?. Sencillamente quiere
decir, que el “Espíritu Santo” (o sea el “Espíritu de la Profecía”), es
quien da testimonio de Jesús, y este grupo mencionado en el 12:17,
“guarda los mandamientos de Dios” y además tienen el “testimonio
de Jesús” (o sea el “Espíritu Santo”). En consecuencia, la frase
“espíritu de profecía” referida a Ap. 19:10, no es bíblica, y el uso que
se le ha dado no es correcto.
Hebreos y el día de Expiación ¿Dónde ubica el libro de Hebreos a
Cristo, luego de su ascensión al cielo?. Algunos dicen, que las
traducciones donde se le pone en el lugar Santísimo, no se
corresponden con el original griego, ya que en todo el libro, solo se
menciona claramente el lugar Santísimo (Hagia Hagion), una sola vez,
y es en relación con el Santuario Terrenal (Hebreos 9:3), por lo tanto
si el Autor quisiera ubicarlo allí, hubiera empleado “Hagia Hagion”, al
mencionar donde se encontraba luego de su ascensión. También se
sostiene, que el hecho de que se registre en varios pasajes, que el
Señor Jesucristo está a la Diestra de Dios, va en relación con su doble
posición de “Rey” y “Sacerdote sobre su trono”. Para clarificar todo
esto, vamos a sustituir la traducción por las palabras griegas
originales, en cuanto a lo que tiene que ver con el Santuario, tanto
terrenal como celestial; veamos la situación que se presenta y el
análisis correspondiente, agrupando los textos con palabras comunes:
Con la palabra “To Hagion”: Hebreos 9:1 TENIA empero también el
primer pacto reglamentos del culto, y el “To Hagion” terrenal.
Nota : Se refiere al Santuario terrenal completo. No se vuelve a usar
esta palabra.
Con la palabra “Hagia”:
Hebreos 9:2 Porque el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera
parte, llamada el “Hagia”, estaban el candelabro, la mesa, y los panes
de la proposición.
Hebreos 9:24 Porque no entró Cristo en el “Hagia” hecho de mano,
figura del verdadero, sino en el mismo cielo para presentarse ahora
por nosotros en la presencia de Dios.
Nota : En el versículo 2, se refiere claramente al lugar Santo-Terrenal;
pero en el verso 24 se vuelve a utilizar esta palabra, como un símil
del Santuario terrenal completo.
Con la palabra “Hagia Hagion”:
Hebreos 9:3 Tras el segundo velo estaba el tabernáculo, que llaman
“Hagia Hagion”.
Nota : Esta palabra, se refiere evidentemente al Santísimo-Terrenal, y
es la única vez que aparece en todo el libro.
Con la palabra “Ta Hagia” :
Hebreos 9:25 Y no para ofrecerse muchas veces á sí mismo, como
entra el pontífice en el “Ta Hagia” cada año con sangre ajena;
Hebreos 13:11 Porque los cuerpos de aquellos animales, la sangre de
los cuales es metida por el pecado en el “Ta Hagia” por el pontífice,
son quemados fuera del campamento.
Nota : Estos pasajes, parecen referirse al Santísimo-terrenal, aunque
no se está utilizando “Hagia Hagion”, palabra, que como ya vimos
antes, designa este lugar. Esto puede explicarse por el hecho, de que
se está aludiendo al día de expiación, en el cual el Sumo sacerdote
entraba y aplicaba sangre en ambos departamentos. Quiere decir,
que en el marco de esta ceremonia tan especial, el empleo de “Ta
Hagia” (plural simple), en oposición a “To Hagion” (Singular simple),
es apropiado para referirse a ese acto, en lo que concierne al
santuario terrenal completo.
Hebreos 9:12 Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas
por su propia sangre, entró una sola vez en el “Ta Hagia”, habiendo
obtenido eterna redención.
Nota : Aquí vuelve a emplearse “Ta Hagia”, en relación al acto de
expiación final que Cristo realizó, el cual se considera completo y
superior. Pero aquí se sugiere que el Señor, al igual que los
sacerdotes terrenales, en cierta forma penetró a ambos
departamentos del Santuario terrenal, lo cual se confirma con
Hebreos 13:11-12: “Porque los cuerpos de aquellos animales, la
sangre de los cuales es metida por el pecado en el “Ta Hagia” por el
pontífice, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también
Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció
fuera de la puerta”.
Con la palabra “Ton Hagion”:
Hebreos 8:2 Ministro del “Ton Hagion”, y de aquel verdadero
tabernáculo que el Señor asentó, y no hombre.
Hebreos 9:8 Dando en esto á entender el Espíritu Santo, que aun no
estaba descubierto el camino para el “Ton Hagion”, entre tanto que la
primera parte del tabernáculo estuviese en pie.
Hebreos 10:19 Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el
“Ton Hagion” por la sangre de Jesucristo,
Nota : En estos versículos, el “Ton Hagion” , que es la forma genitiva
de “Ta Hagia”,
parece referirse al Santísimo-Celestial. Vamos a comparar con otro
pasaje.
En Daniel 9:24 dice: “….Y poner fin al pecado, expiar la iniquidad,
traer la justicia perdurable….y ungir al Santo de los santos”.
Aquí, la expresión “Santo de los Santos”, viene del hebreo: “qodesh
qodeshim”, y literalmente significa “santidad de santidades”. Por
muchos años, se creyó que la frase “Santo de los Santos” se refería a
Cristo, pero por literatura judía se sabe que esa frase es usada para
referirse al lugar santísimo del santuario terrenal. Ahora bien, resulta
que la misma profecía de Daniel 9 predecía la destrucción del
santuario terrenal, por lo tanto la conclusión obligatoria y elemental,
es que la frase “ungir el Santo de los Santos”, en realidad se refiere al
“lugar Santísimo-Celestial”. ¿Para qué se ungiría el Santísimoterrenal, que sería desechado y destruido?.
Por otra parte, es bueno señalar que ese ungimiento del”qodesh
qodeshim”, está conectado con el término de las “70 semanas”; el
contexto no permite otra interpretación. Veamos: “Setenta semanas
están determinadas…para… poner fin al pecado, expiar la iniquidad,
traer la justicia perdurable….y ungir al Santo de los santos”. Es decir
que el límite de tiempo natural de todo lo mencionado aquí, son las
“70 semanas”, lo cual incluye: el fin del pecado y la expiación de la
iniquidad, así como el ungimiento del “lugar Santísimo”. ¿Y cuándo se
cumplieron las “70 semanas”?. ¿Cuándo se le dio fin al pecado y se
hizo la expiación?; leamos: “mas ahora una vez en la consumación de
los siglos, para deshacimiento del pecado se presentó por el sacrificio
de sí mismo. Habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí
mismo, se sentó á la diestra de la Majestad en las alturas. Porque con
una sola ofrenda hizo perfectos para siempre á los santificados. Pues
donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado….”.
En consecuencia, es evidente que tanto el mensaje de Daniel 9:24,
como el del libro de Hebreos, giran en torno a la misma época: la
ascensión del Señor al cielo.
En ambos pasajes, se alude al acto expiatorio de Cristo, así como a su
entrada directa al Santísimo celestial. Es decir que el “qodesh
qodeshim” (en idioma hebreo), es el equivalente del “Ton Hagion” (en
griego) mencionado en el libro de Hebreos.
Esto coincide con los pasajes donde se presenta al Señor a la Diestra
del Padre :
Hebreos 1:3 El cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma
imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra
de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por
sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, Hebreos
8:1 ASI que, la suma acerca de lo dicho es: Tenemos tal pontífice que
se asentó á la diestra del trono de la Majestad en los cielos; Hebreos
10:12 Pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio
para siempre, está sentado á la diestra de Dios, Hebreos 12:2 Puestos
los ojos en al autor y consumador de la fe, en Jesús; el cual,
habiéndole sido propuesto gozo, sufrió la cruz, menospreciando la
vergüenza, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 1:3 El cual siendo el resplandor de su gloria, y la misma
imagen de su sustancia, y sustentando todas las cosas con la palabra
de su potencia, habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por
sí mismo, se sentó á la diestra de la Majestad en las alturas,
Nota : Ver también Mateo 22:69; Hechos 7:55,56; Romanos 8:34;
Efesios 1:20; Colosenses 3:1; 1 Pedro 3:22.
Además, tenemos el siguiente pasaje:
Hebreos 6:19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y
que entra hasta dentro del velo; 20 Donde entró por nosotros como
precursor Jesús, hecho Pontífice eternalmente según el orden de
Melchîsedec.
Entonces pregunto: ¿Cuándo la frase “dentro del velo”, ha significado
algo distinto al “lugar santísimo”?. Para confirmarlo, basta leer estos
textos:
Levítico 16:2 Y Jehová dijo á Moisés: Di á Aarón tu hermano, que no
en todo tiempo entre en el santuario del velo adentro, delante de la
cubierta que está sobre el arca, para que no muera.
Éxodo 26:33 Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí,
del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará
separación entre el lugar santo y el santísimo.
Para saber si el acto de expiación fue completado en la cruz, vamos a
darle un vistazo a estos pasajes :
Hebreos 10:12 Pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo
sacrificio para siempre, está sentado á la diestra de Dios.
Hebreos 1:3 Habiendo hecho la purgación de nuestros pecados por sí
mismo, se sentó á la diestra de la Majestad en las alturas,
Hebreos 7:27 Que no tiene necesidad cada día, como los otros
sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus pecados, y luego
por los del pueblo: porque esto lo hizo una sola vez, ofreciéndose á sí
mismo.
Hebreos 9:12 Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, mas
por su propia sangre, entró una sola vez en el santuario, habiendo
obtenido eterna redención. V.26… mas ahora una vez en la
consumación de los siglos, para deshacer del pecado se presentó por
el sacrificio de sí mismo.
Hebreos 10:10 En la cual voluntad somos santificados por la ofrenda
del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez.
V.12 Pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio
para siempre, está sentado á la diestra de Dios,
V.14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre á los
santificados.
V.18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por
pecado
Hechos 3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean
borrados vuestros pecados.
1 Pedro 2:24 El cual mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo
sobre el madero, para que nosotros siendo muertos á los pecados,
vivamos á la justicia.
1 Juan 3:5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no
hay pecado en él.
En conclusión, tenemos lo siguiente:
En Hebreos 6:19-20, se nos dice claramente que el Señor Jesús entró
“dentro del Velo”, luego de su ascensión, lo cual confirma la entrada
de Cristo al Lugar Santísimo, después de su sacrificio expiatorio. En el
mismo sentido va Hebreos 10:19: “Así que hermanos, teniendo
libertad para entrar en el ‘Ton Hagión’, por la sangre de Jesucristo”; o
sea, se nos invita a seguir por la fe al Señor al Santísimo-Celestial, lo
cual no tendría sentido, si ya él no estuviera allí. Esto concuerda, con
los abundantes pasajes ya citados, donde se ubica a Cristo a la
Diestra del Padre, el lugar de mayor honor. Todas estas evidencias
permiten descartar completamente, la versión de que el Señor esperó
hasta el 1844 para entrar al lugar santísimo, a fin de realizar la
expiación final.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER
LOS ADVENTISTAS Y LA VERDAD (Quinta parte)
LOS ADVENTISTAS Y LA VERDAD (Quinta parte)
Roma, Antíoco IV, y Daniel 11
Interpretaciones que pretenden introducir a Roma, en Daniel 11:
1) En el 11:14 leemos: “En aquellos tiempos se levantarán muchos
contra el rey del sur. Hombres turbulentos de tu pueblo se
levantarán….”.
Entonces, algunos analistas dicen que la frase “hombres turbulentos
de tu pueblo”, se traduce mejor por “hombres turbadores de tu
pueblo”, y luego alegan que en ese caso aquí debe tratarse de los
romanos y su entrada en la profecía.
Pero, veamos a qué se refiere el pasaje: En Egipto, el primer ministro
(Agátocles) y los habitantes de Alejandría, se rebelaron contra el rey
Ptolomeo, que era un niño. Otro de los que se rebeló fue Filipo V de
Macedonia. El cual, en coalición con Antíoco III el Grande, planeaba
tomar a Egipto y dividirse el imperio. Muchos judíos se inscribieron
bajo el ejército egipcio con Scopas. Luego se rebelaron contra Egipto
y se unieron a Antíoco III el Grande. El general Scopas derrotó a estos
judíos, y tomó de Jerusalén un gran botín.
Como supuestamente el versículo 14 trataba, sobre la entrada del
imperio romano en la profecía, entonces se procede a aplicar la
siguiente interpretación: Los versos 16-19 se refieren a la conquista
de palestina por Pompeyo (en el 63 AC), y también a la aventura de
Julio Cesar con Cleopatra y su posterior asesinato. Luego el verso 20
es atribuido a Augusto César, fundador del imperio romano, y del
cargo de “Emperador”, quien debe representar aquí a todos los
emperadores.
Entonces se alega que: “como no hay puntuación ni división de
párrafos de ninguna clase en el texto hebreo de este capítulo,
podemos suponer que podría faltar un párrafo importante entre los
versículos 20 y 21”.
De esta manera, se intenta justificar el salto histórico, y a partir del
verso 21 se identifica al “Despreciable” con el “Santo padre” o “Papa
de Roma”, como sucesor legítimo del imperio romano. A partir de ahí,
se detallan supuestos cumplimientos de profecías, pasadas y futuras,
que van desde el papado medieval y las cruzadas, hasta
acontecimientos escatológicos esperados para nuestros días.
2) En Daniel 11:16, hay una frase que ha sido malinterpretada: “Y el
que vendrá contra él hará su voluntad.”. Luego, se entiende como
“otro” distinto (Roma), que viene contra el rey del norte, y asume ese
título (rey del norte), en lo adelante. Pero esto no puede ser así, ya
que en todo momento se observa una constante: la lucha entre el rey
del norte (Siria) y el rey del sur (Egipto), desde el principio hasta el
final. Este es el escenario para el surgimiento del cuerno pequeño de
Daniel 8.
Veamos pues, de qué se trata realmente el asunto: Si leemos desde
el vers.15, utilizando los paralelismos, tenemos:
“Vendrá pues el rey del norte, y levantará baluartes, y tomará la
ciudad fuerte;
y las fuerzas del sur no podrán sostenerse, ni sus tropas escogidas,
porque no habrá fuerzas para resistir”.
Y el que vendrá (o sea el rey del norte) contra él (es decir contra el
rey del sur) hará su voluntad, y no habrá quien se le pueda enfrentar;
y estará(el rey del norte) en la tierra gloriosa, la cual será consumida
en su poder”.
Entonces, resulta claro que el vers.16 en su primera parte, trata el
mismo asunto del 15, la derrota de los egipcios a manos de Antíoco
III, quien no se conformó con eso, e invadió a Palestina (la tierra
gloriosa), tal como lo indica la última parte del vers.16, y que la
historia confirma. Entonces podemos concluir con seguridad, que
Roma no está en Daniel 11, ya que este capítulo trata exclusivamente
sobre las escaramuzas entre el Rey del Sur (Egipto) y el Rey del norte
(Siria), como marco final para el surgimiento del “cuerno pequeño”, el
cual como ya hemos visto no puede ser Roma, que además estaba
situada al Oeste, y no podría de ninguna manera convertirse en el
reino del norte. Por lo tanto, la conclusión es evidente e inevitable,
Roma Pagana y Papal, no se ajusta a la profecía de Daniel 11.
Sobre Antíoco IV en Daniel 11, tenemos lo siguiente:
-Si todos los analistas están de acuerdo, en la literalidad de este
capítulo, por lo menos hasta el versículo 13, (tal como corresponde a
la parte explicativa de alguna visión, según se establece en el libro de
Daniel); ¿Sobre qué base se abandona esta literalidad, para alegorizar
convenientemente algunos pasajes?; ¿No es esto una inconsistencia?.
-Si por el contrario, seguimos considerando literalmente el texto del
capítulo 11, a partir del verso 13, entonces tenemos esto:
El rey del norte (Siria), del cual saldría el “cuerno pequeño”, allí es
Antíoco III El Grande; en lo cual están de acuerdo todos los
estudiosos. Pero más adelante, sólo se registran dos cambios de
personaje en este reino del norte; lo cual está en los versos 20 (que
dice: “Y se levantará en su lugar…”) y 21 (que dice: “Y le sucederá en
su lugar…”). A partir de ahí, el texto bíblico no indica más cambio, en
la persona que ocupa el trono del reino del norte. Todo esto sugiere
que: en primer lugar, luego de Antíoco III vendrían dos reyes, y que el
último de estos dos, continuaría reinando en lo adelante, hasta el final
del capítulo, donde se predice su suerte: “más llegará a su fin, y no
tendrá quién le ayude”. Quiere decir, que continuando el método
literal establecido con toda exactitud, por lo menos hasta el verso 13,
podemos seguirle la pista al rey del norte, que luego se convertiría en
el “cuerno pequeño”-”Hombre despreciable”; para esto bastaría
buscar en la historia los dos reyes que le sucedieron a Antíoco III.
Según se registra históricamente, luego de Antíoco III, vino Seleuco IV
Filópator; y después de éste reinó: Antíoco IV Epífanes.
Entonces, ¿Es esto una simple coincidencia, o qué?; ¿Porqué la
introducción de Roma en Daniel 11, luce tan dificultosa y aérea,
invocándose a veces argumentos débiles e increíbles; mientras que la
de Antíoco IV, es completamente natural, siguiendo simplemente el
pasaje en forma literal?
“Día de Jehová”-”Tiempo del fin”-”Postreros Días”
Obviando el libro de Daniel, se puede observar en los escritos
proféticos del antiguo testamento, una estructura bien definida. Sus
características más comunes son:
-Uso de un lenguaje escatológico aparente: Obscurecimiento del sol y
la luna, sucesos sobrenaturales en general….
-Utilización de símbolos o alegorías: Diversas figuras para representar
a Cristo (David, el pimpollo, mi siervo…); a Juan el Bautista se le llama
Elías.…
Para la comprensión correcta de estas profecías, es importante
también tener en cuenta, la época de la actividad del profeta, así
como el contexto de cada pasaje. Además, hay una constante en el
discurrir histórico de Israel, a lo largo del antiguo testamento: las
recurrentes apostasías del pueblo, y los castigos divinos que le venían
como consecuencia. Para esos juicios o castigos, el Señor utilizaba
sus mismos enemigos como instrumentos; y luego, a su tiempo, ellos
también eran castigados; esto se verificó una y otra vez, en el relato
bíblico.
Es así como vemos denominarse “Día de Jehová”, u otra expresión
similar, a acontecimientos diversos. También, esta expresión
escatológica es utilizada algunas veces, como en Isaías 2:12-21, en
forma general, sin conexión aparente con algún suceso predicho
específico. ¿A qué se refería en este último caso?. De acuerdo con el
contexto, esta era la forma de Dios advertirle al Israel antiguo, que de
persistir en sus malos caminos, finalmente tendría un castigo o juicio
divino, esta vez de manera definitiva. A ese acontecimiento futuro, se
le llamaba también “Día de Jehová”. Otro detalle a tener en cuenta,
es la expresión de Cristo registrada en Lucas 16:16: “La ley y los
profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es
anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él”. Entonces, de
alguna manera, estas palabras establecen un marco interpretativo,
para las profecías registradas en el antiguo testamento.
Cuando en Malaquías 4 dice: “He aquí viene el día ardiente como un
horno...”; automáticamente, nosotros tendemos a ubicarnos en los
días finales de la humanidad. Ahora bien, ¿Qué señala el contexto?:
“He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de
Jehová, grande y terrible”; ¿Y qué nos dice Jesús de Juan el Bautista,
en obvia referencia a esta profecía, según Mateo 11:14?: “Y si queréis
recibirlo, él es aquel Elías que había de venir”. Resulta evidente, que
las palabras del Señor descartan completamente, otro cumplimiento
de esta profecía. Entonces, ¿Tiene sentido conectar a Juan el Bautista,
con la segunda venida de Cristo, la cual todavía 2000 años después,
no ha ocurrido?; Luego, ¿cuál es este día del Señor, antes del cual,
vendría Juan el Bautista?.
En Isaías 24 leemos: “La tierra será totalmente devastada y
completamente saqueada…”; esto aparentemente se refiere, al
mundo entero; pero en el verso 5 dice: “Y la tierra fue profanada por
sus moradores, porque traspasaron las leyes, falsearon el derecho,
quebraron el pacto eterno”. Entonces, la clave está en la frase:
“quebraron el pacto eterno”; la cual sólo podría aplicarse, al pueblo
de Israel. Esto también puede observarse, en Ezequiel 7, donde dice:
“El fin viene…sobre los cuatro extremos de la tierra”; y allí vemos que
se trata de Israel, y la anticipación del cautiverio babilónico. Quiere
decir, que ambos casos son ejemplos del uso de “la tierra”, como una
frase técnica que designa al Israel antiguo. Además, en Daniel 9:6 se
habla del “pueblo de la tierra”; en una obvia alusión al pueblo judío.
En el caso específico de Ezequiel, leamos el 11:25: “Y hablé a los
cautivos todas las cosas que Jehová me había mostrado”; entonces,
¿Qué utilidad tendría que Ezequiel le hablara a sus hermanos Judíos,
de cosas que iban a pasar miles de años después? También, para
confirmar esto, leamos el 12:10: “…Esta profecía se refiere al príncipe
en Jerusalén, y a toda la casa de Israel que está en medio de ella”.
En el capítulo 13 de Isaías, se describe la “profecía sobre Babilonia”,
utilizando este lenguaje: Se habla del “día de Jehová”; de que “las
estrellas de los cielos no darán su luz, y el sol y la luna se
oscurecerían”; Dios “haría estremecer los cielos, y la tierra se
movería…”; en el versículo 5 dice: “Vienen de lejana tierra, de lo
postrero de los cielos, Jehová y los instrumentos de su ira, para
destruir toda la tierra”. Pero, en el verso 17 dice: “He aquí que yo
despierto contra ellos (o sea, contra Babilonia;B.V.) a los medos…”.
Esto aclara la cuestión; se trata de la conquista de Babilonia, por
Medo-Persia. Pero, se utiliza un lenguaje escatológico aparente.
También, en Isaías 61:1-2; leemos: “El espíritu del Señor está sobre
mí…me ha enviado a predicar buenas nuevas…a proclamar el año de
la buena voluntad de Jehová, y el ‘día de venganza del Dios
nuestro’…”.
Pero este pasaje conecta con Lucas 4:17-21, donde Jesús en una
sinagoga le dice a los judíos (verso 21): “Hoy se ha cumplido esta
escritura, delante de vosotros”. Quiere decir, que una vez más Jesús
confirma, que el “Día de Jehová”, mencionado en este caso por Isaías,
era lo que estaba en el futuro inmediato de ellos: la destrucción de
Jerusalén, en el 70 DC.
Ahora bien, en el libro de Joel, hay una clave más certera, que
despeja las dudas sobre el “Día de Jehová”; Veamos:
Joel 1:2 Oid esto, viejos, y escuchad, todos los moradores de la tierra.
¿Ha acontecido esto en vuestros días, ó en los días de vuestros
padres?. 3 De esto contaréis á vuestros hijos, y vuestros hijos á sus
hijos, y su hijos á la otra generación. 6 Porque gente subió á mi tierra,
fuerte y sin número… 13Ceñíos y lamentad, sacerdotes; aullad,
ministros del altar; venid, dormid en sacos, ministros de mi Dios:
porque quitado es de la casa de vuestro Dios el presente y la libación.
15¡Ay del día! porque cercano está el día de Jehová, y vendrá como
destrucción por el Todopoderoso.
Joel 2:1TOCAD trompeta en Sión, y pregonad en mi santo monte:
tiemblen todos los moradores de la tierra; porque viene el día de
Jehová, porque está cercano. 2Día de tinieblas y de oscuridad, día de
nube y de sombra, que sobre los montes se derrama como el alba: un
pueblo grande y fuerte: nunca desde el siglo fue semejante, ni
después de él será jamás en años de generación en generación.
3Delante de él consumirá fuego, tras de él abrasará llama; como el
huerto de Edén será la tierra delante de él, y detrás de él como
desierto asolado; ni tampoco habrá quien de él escape….6Delante de
él temerán los pueblos, se pondrán mustios todos los semblantes.
7Como valientes correrán, como hombres de guerra subirán la
muralla; y cada cual irá en sus caminos, y no torcerán sus sendas.
9Irán por la ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas,
entrarán por las ventanas á manera de ladrones. 10Delante de él
temblará la tierra, se estremecerán los cielos: el sol y la luna se
oscurecerán, y las estrellas retraerán su resplandor. 11 Jehová dará
su voz delante de su ejército: porque muchos son sus reales y fuertes,
que ponen en efecto su palabra: porque grande es el día de Jehová, y
muy terrible; ¿y quién lo podrá sufrir?.
¿A qué se está refiriendo el profeta Joel?; ¿A cuál día de Jehová?;
Veamos:
-Primeramente, se trata de acontecimientos relativamente lejanos,
con respecto a su época.
-Allí se describe una invasión de Israel: “. Porque gente subió á mi
tierra…Día de tinieblas y de oscuridad, día de nube y de sombra, que
sobre los montes se derrama como el alba: un pueblo grande y
fuerte: nunca desde el siglo fue semejante, ni después de él será
jamás en años de generación en generación…Como valientes
correrán, como hombres de guerra subirán la muralla…. Irán por la
ciudad, correrán por el muro, subirán por las casas, entrarán por las
ventanas á manera de ladrones…”.
-Hay una frase importante: “un pueblo grande y fuerte: nunca desde
el siglo fue semejante, ni después de él será jamás en años de
generación en generación”.
-Pero todavía, en el 1:13, leemos: “Ceñíos y lamentad, sacerdotes;
aullad, ministros del altar; venid, dormid en sacos, ministros de mi
Dios: porque quitado es de la casa de vuestro Dios el presente y la
libación”.
-Quiere decir, que este “Día de Jehová”, se trataba de una lejana
invasión de Israel, (con respecto a la época de Joel), que realizaría el
pueblo mas fuerte de la historia, y que además eliminaría los
servicios del templo.
Entonces, creo que la respuesta es demasiado obvia: Este pueblo, es
claramente Roma, y el “Día de Jehová”, mencionado por Joel, no
podría ser otro que la invasión romana del 70 DC.
Ahora podemos ver claramente, la manera perfecta en que
concuerdan, las palabras del Apóstol Pedro, según Hechos 2:16-21, en
ocasión del derramamiento del Espíritu Santo, cuando dijo, que esto
había sido en cumplimiento de Joel 2; antes que viniera el “Día de
Jehová”. Es decir, que ambos siervos del Señor, estaban hablando del
mismo acontecimiento; y naturalmente, Pedro lo sabía y lo confirma.
Lo mismo puede decirse de las palabras de Jesús, según Mateo 11:14,
cuando en obvia referencia a Malaquías 4 (“He aquí yo os envío el
profeta Elías, antes que venga el Día de Jehová”), entonces dice con
respecto a Juan el Bautista: “…él es aquel Elías que había de venir”.
Quiere decir, que tanto Malaquías y Jesús; así como Joel y Pedro;
estaban claramente hablando del mismo acontecimiento futuro:
Roma y el 70 DC. ¿No es maravillosa la armonía que muestran las
Escrituras, cuando dejamos fluir su propia perspectiva, sin tratar de
imponerle la nuestra?.
Ahora bien, ¿Cuál es el tiempo del fin, indicado para Israel, según las
profecías de Daniel?. En el capítulo 9 tenemos la respuesta: “Setenta
semanas están determinadas (decretadas), sobre tu pueblo y sobre tu
santa ciudad”. Quiere decir que este período, que debía comenzar
con la orden de “restaurar y edificar a Jerusalén”, constituía el tiempo
de gracia final para Israel; y luego tenemos en el 9:27, última parte:
“Después, con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el
desolador…”, lo cual se cumplió en el 70 DC con la destrucción de
Jerusalén. Debido a esto, el Señor mencionó este período en Mateo
24:21, utilizando casi las mismas palabras de Daniel 12:1, en su
última parte.
Es decir, que el tiempo de angustia de Daniel 12 y la gran tribulación
de Mateo 24, son la misma cosa, y apuntaban al mismo
acontecimiento. Quiere decir, que hasta ahora tenemos lo siguiente:
Las expresiones “tiempo del fin”, “postreros días”, “día de Jehová”, o
similares, en el antiguo testamento, poseen varios significados no
escatológicos, indicados por el contexto y la época en que se
emplean. Lo mismo puede decirse del nuevo testamento, debido a
que los apóstoles consideraban su propia época, como los “postreros
días”, o “el último tiempo”; según: Hechos 2:16-21; Hebreos 1:1,2;
1Pedro 1:19,20; 1Juan 2:18. ¿A qué se referían estos pasajes?.
Veamos: Según Gálatas 2:9, Pedro y Juan eran apóstoles de la
circuncisión; es decir, que su ministerio y mensajes, estaban dirigidos
específica y directamente a los judíos. En el caso de los textos de
Hechos 2:16-21 y Hebreos 1:1-2, es obvio que también se refieren a
los israelitas. Por lo tanto, como se había profetizado un tiempo de
gracia final y un tiempo de juicio para el pueblo Hebreo: “Las 70
semanas”; que darían al traste con la destrucción de Jerusalén y su
templo, como señal del rechazo definitivo de este pueblo; resulta
evidente, que a esto es que se refieren esos pasajes bíblicos cuando
hablan del “último tiempo” o “postreros días”, por la inminencia de
estos acontecimientos.
Los Adventistas y la Verdad (Sexta parte)
Con los pies de Barro La interpretación profética adventista,
indudablemente está llena de fallas estructurales de todo tipo. Es
decir, se ha construido una estatua, “con los pies de barro”. Vamos a
identificar algunas de estas debilidades:
1) La historia registra, que el imperio romano quedó dividido
definitivamente, en sólo dos partes bien diferenciadas, en el año 395
DC. La fecha del 476 DC, corresponde más bien a la disolución del
imperio romano de occidente, mientras que el imperio romano de
oriente, perduró hasta el 1453. Veamos:
“La muerte de Constantino (337) marcó el inicio de la guerra civil
entre los césares rivales, que continuó hasta que su único hijo vivo,
Constancio II reunificó el Imperio bajo su mando. A continuación el
Imperio volvió a escindirse, aunque bajo el reinado de Teodosio I
estuvo unido por última vez, tras morir el emperador de Occidente,
Valentiniano II. Cuando murió Teodosio (395), sus dos hijos se
repartieron el Imperio: Arcadio se convirtió en emperador de Oriente
(395-408) y Honorio en emperador de Occidente (395-423). Rómulo
Augústulo, último emperador de Occidente, fue depuesto por el rey
de los hérulos Odoacro a quien sus tropas proclamaron rey de Italia
en el año 476. El Imperio romano de Oriente, también llamado
Imperio bizantino, perduraría hasta 1453”.
2) No hay una base histórica real, para afirmar que los sucesos del
1798 fueron el mayor desastre para el papado. Porque antes de eso,
se registraron varios episodios de apresamientos y asesinatos de
papas; incluyendo los llamados “cismas papales”, que sin lugar a
dudas constituyeron la más grande amenaza para esa institución, casi
ocasionando su desaparición. Veamos:
-Esteban VI (VII): Roma; Mayo 896 - Agosto 897. Nació en Roma.
Elegido el 22.V.896, murió en el VIII del 897. Dominado por las luchas
interiores hizo exhumar el cadáver del Papa Formoso y lo tiró al río
después de un proceso injusto.
-Romano: Gallese; Agosto 897-Noviembre 897. Nació en Galese
(Roma). Elegido en el VIII.897. Murió envenenado.
-León V: Ardea; Julio 903-Septiembre 903. Nació en Ardea. Elegido en
el VII.903, murió en septiembre del mismo año. En un clima de
desórdenes después de pocos días de su pontificado fue encarcelado
y asesinado.
-Anastasio III: Roma; Abril 911 - Junio 913. Nació en Roma. Elegido en
el IV.911, murió en el VI.913. En sus dos años de pontificado pudo
hacer poco a causa de las luchas internas. Sufrió las presiones de
Berengario. Y Murió él también envenenado-quemado y las cenizas
echadas en el Tíber
-Juan X: Tossignano (Imola); Marzo 914 - Mayo 918. Nació en
Tossignano. Elegido en el III.914, murió en el V.928. Nombrado
después de una serie de embrollos que él mismo desaprobó. Fue
asesinado en la cárcel por no querer participar en deshonestas
tramas.
-Benedicto V: Roma; Mayo 22, 964-Julio 4, 966. Nació en Roma.
Elegido el 22.V.964, murió el 4.VII.966. Fue exiliado en Hamburgo por
Oton I hasta la muerte de León VIII. A la muerte del antipapa, Oton I,
bajo presiones de los francos y romanos le reconoce la investidura.
Murió en Hamburgo.
-Juan XIII: Roma; Octubre 1, 965-Septiembre 6, 972. Nació en Roma.
Elegido el 1.X.965, murió el 6.IX.972. Encarcelado por partidarios de
una corriente diversa por casi 10 meses, fue puesto en libertad con la
ayuda de Oton I, que difundió el cristianismo en Polonia y en
Bohemia.
-Benedicto VI: Roma; Enero 19, 973-Junio 974. Nació en Roma.
Elegido el 19.I.973, murió en el VI.974. Después de la muerte de Oton
I se desencadenó la secta anti alemana que conquistó después de un
duro asedio el castillo de San Ángel, lo encarceló y lo mandó asesinar
-Juan XIV (Juan Campenora): Pavia; Diciembre 983 -Agosto 20, 984.
Nació en Pavia. Elegido en el XII.983, murió el 20.VIII.984. Hombre de
gran energía y buenas cualidades, fue elegido después de penosas
intrigas. Volviendo a Roma, Francone lo mandó detener y murió de
hambre en la cárcel del Castillo de S. Ángel.
-Gregorio VI (Juan Gracian): Roma; Mayo 5, 1045-Diciembre 20, 1046.
Nació en Roma. Elegido el 5.V.1045, murió el 20.XII.1046 destituyó al
discutido Benedicto IX. Se puso personalmente al mando de un
ejército para defenderse de los invasores. Se vio obligado a abdicar.
-Urbano VI (Bartolomeo Prignano): Napoles; Abril 8 (18), 1378 Octubre 15, 1389. Nació en Nápoles. Elegido el 18.IV.1378, murió el
15.X.1389. Se celebró en el Vaticano el primer Cónclave. De carácter
insoportable no pudo evitar los antipapas de Aviñón que crearon el
cisma de Occidente, durante 40 años.
-Inocencio VII (Cosma Migliorati): Sulmona; Octubre 17 (Noviembre
11), 1404 - Noviembre 6, 1406.
Nació en Sulmona. Elegido el 11.XI.1404, murió el 6.XI.1406. Hombre
de cultura pero de carácter débil trató de solucionar el cisma y las
trágicas condiciones en que se encontraba el Estado y la Iglesia pero
sin lograr ninguna solución.
-Gregorio XII (Angelo Correr): Venecia ; Noviembre 30 (Diciembre 19),
1406 - Julio 4, 1415; renuncio para permitir la eleccion de su sucesor.
Muere Octubre 18, 1417. Nació en Venecia. Elegido el 19.XII.1406,
murió el 18.X.1417. Fue el período más triste del cisma de Occidente.
Se llegó a 3 obediencias: la romana, aviñonense y la pisana.
-Eugenio IV (Gabriele Condulmer): Venecia; Marzo 3 (11), 1431 Febrero 23, 1447. Nació en Venecia. Elegido el 11.III.1431, murió el
23.II.1447. Proclamó el 17º Concilio Ecuménico en Basilea, pero por
miedo lo trasladó a Ferrara y más tarde a Florencia. habiendo
decidido la supremacía del Papa sobre el Concilio los adversarios
eligieron el antipapa Felipe V. Fue el último de la historia.
3) Los adventistas dicen: “La expiación de Jesús en la cruz
corresponde a la expiación de los individuos que han creído, la
expiación de 1844 es la del santuario celestial, equivalente al Yom
Kippur”.
Luego, se podría deducir que se afirma, que el acto de Cristo en la
cruz era el equivalente, a la expiación diaria que hacían los
sacerdotes del viejo pacto, y que a partir del 1844 se realiza la
expiación final del Santuario celestial, equivalente al “Yom Kippurterrenal”. En realidad estas son las opciones: o la expiación realizada
por el Señor correspondía a la diaria del sistema judío, o a la que se
realizaba anualmente llamada “Yom Kippur”. Si es así, entonces
debería quedar pendiente la expiación final equivalente al “Yom
Kippur”-terrenal, la cual se afirma comenzó en el 1844. Luego, se
presentan algunas cuestiones:
a) Si la expiación de Cristo en el calvario, equivalía a la expiación
diaria judaica, y la que se realiza a nivel celestial a partir del 1844,
equivale a la expiación anual-terrenal; entonces, la que el Señor
realizó hasta 1844 en el “lugar Santo”-Celestial, lógicamente tendría
que ser correlativa, con la expiación diaria-terrenal. Por lo tanto,
tendríamos que colocar dos actos, como contraparte o paralelos de
las expiaciones diarias del antiguo pacto: La cruz del calvario, y el
ministerio de Cristo en el “lugar Santo”-Celestial. Quiere decir, que lo
de “tipo” y “anti-tipo”, que prefiguraba el viejo pacto, no tuvo su
cumplimiento en la cruz, sino que lo está teniendo en el cielo. ¿Es
esto posible?.
b) Por otra parte, ¿Hay apoyo bíblico para afirmar, que la expiación de
la cruz equivalía a las expiaciones diarias judaicas?. Veamos:
“25 Y no para ofrecerse muchas veces á sí mismo, como entra el
pontífice en el “Ta Hagia” cada año con sangre ajena. 11 Porque los
cuerpos de aquellos animales, la sangre de los cuales es metida por
el pecado en el “Ta Hagia” por el pontífice, son quemados fuera del
campamento. 12 Y no por sangre de machos cabríos ni de becerros,
mas por su propia sangre, entró una sola vez en el “Ta Hagia”,
habiendo obtenido eterna redención”.
Hebreos 6:19 La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y
que entra hasta dentro del velo; 20 Donde entró por nosotros como
precursor Jesús, hecho Pontífice eternalmente según el orden de
Melchîsedec.
Entonces, frente a toda esta evidencia bíblica tan clara, ¿cómo se
podría afirmar que la cruz del calvario equivalía a las expiaciones
diarias-terrenales?.
Si por el contrario, el “Yom Kippur”-Terrenal y el acto de expiación del
Señor en la cruz, eran equivalentes, ¿Cómo se explicaría lo que se ha
llamado, el ministerio de Cristo en el lugar Santo hasta 1844, y luego
a partir de ahí en el Santísimo Celestial?.
4) En Daniel 8:8-9; la frase: ‘Y de uno de ellos’, relativa al ‘cuerno
pequeño’, se ha querido aplicar a ‘los cuatro vientos del cielo’, con la
finalidad de hacer notar que éste cuerno es Roma, y saldría de uno de
los cuatro vientos o puntos cardinales, y no de uno de los cuatro
cuernos o reinos helenísticos, que sustituyen al gran cuerno
alejandrino que representaba a Grecia. Esto se ha hecho, invocando
argumentos lingüísticos muy debatidos, y obviando el sentido natural
del pasaje, que indica como incidental la mención de ‘los 4 vientos’,
mientras se ve claramente que el sujeto principal son ‘los cuatro
cuernos notables’.
Entonces, observando bien la frase: ‘Salieron otros cuatro cuernos
notables hacia los cuatro vientos del cielo’; podemos ver que los
‘cuatro cuernos’ salieron u ocuparon, cada uno de los cuatro puntos
cardinales, por lo tanto a partir de ahí, cada cuerno estaba asociado a
uno de los cuatro vientos o puntos cardinales. No hay manera de
separarlos, cualquier referencia a uno involucra al otro. Por lo tanto,
la frase: ‘Y de uno de ellos’, daría igual que se refiera a “los 4 vientos”
o a “los 4 cuernos” directamente, porque de todas maneras
involucraría a uno de los 4 reinos en que se dividió Grecia. En Daniel
11, se puede observar también ésta asociación, cuando se habla del
reino-sur (Egipto), y el reino-norte (Siria); es decir: reino-punto
cardinal, están unidos.
Observemos estos dos pasajes paralelos:
Daniel 8:8 “Y en su lugar salieron otros cuatro cuernos notables, hacia
los cuatro vientos del cielo”;
Daniel 11:4: “..su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro
vientos del cielo..”.
Quiere decir, que en ambos pasajes se nos dice lo mismo; o sea, que
los 4 cuernos que representan la división del reino griego, serían
repartidos hacia los 4 vientos o puntos cardinales. Porque se quiere
destacar su asociación y su vinculación con el surgimiento del cuerno
pequeño. Este es el telón de fondo. Aquí se confirma una vez más, la
íntima relación de los cuatro vientos o puntos cardinales, con los
cuatro cuernos o reinos griegos. Para ver esto más claro, vamos a
leer los versos 8 y 9, sustituyendo los símbolos de los cuatro cuernos
notables y del cuerno pequeño, por su significado, ya que tenemos:
Un cuerno pequeño = un rey altivo de rostro y entendido en enigmas;
y también otros cuatro cuernos notables = cuatro Reinos. Entonces,
puedo perfectamente sustituir estas frases por sus equivalentes, en
los versos originales; veamos: V.8aquel gran cuerno fue quebrado, y
en su lugar salieron ‘cuatro reinos’ hacia los cuatro vientos del cielo .
V. 9 Y de uno de ellos salió un ‘rey altivo de rostro y entendido en
enigmas’.
Se ve claro aquí, que el ‘cuerno pequeño’ encarnado en este ‘rey
altivo de rostro’, saldría de uno de los cuatro reinos helenísticos.
Además, es bueno señalar, que la expresión ‘rey altivo de rostro y
entendido en enigmas’, es totalmente literal, y se refiere a una
persona, por lo tanto no puede ser aplicada a un imperio, ni
institución, y por ende tampoco a Roma pagana y papal; la cual no
podría tener ‘un rostro’, hablando literalmente. Ahora bien, en el 8:23
se nos dice: “Y al fin del reinado de éstos, cuando los transgresores
lleguen al colmo, se levantará un rey altivo de rostro.” Quiere decir,
que antes de que las cuatro divisiones griegas fueran absorbidas por
Roma, (el próximo poder mundial), en una de estas divisiones surgiría
un gobernante encarnando al “cuerno pequeño”, precisamente
cuando los transgresores lleguen al colmo; o sea, éste sería un
período de retribución divina, por las maldades del pueblo judío. Pero
resulta, que aunque en el verso 9 se indicó parcialmente de dónde
saldría el ‘cuerno pequeño’ simbólico, y también en el verso 23 se
explicó de manera parcial cuándo surgiría; en realidad faltan detalles,
que el Señor en su benevolencia quiso dar. Estos son mostrados en el
capítulo 11, que es una ampliación del 8. Allí se indica definidamente,
de cuál de los 4 reinos helenísticos saldría el ‘rey altivo de rostro’; y
también el momento histórico en que esto ocurriría.
5) ¿Existe relación entre Daniel 8 y el 9?. La traducción correcta en
Daniel 9:24, ¿es “determinadas”, o “cortadas”?.Veamos:
-En primer lugar, la palabra en cuestión aparece en Daniel 9:24 en su
forma nifál (nejtákh). El Annalytical Hebrew and Chaldee Lexicon
(Pág. 280) nos dice que esa es una palabra caldea, no hebrea, y que
cuando está en forma kal (jatákh), significa ”cortar, dividir,” pero que
nunca se usa en las Escrituras en forma kal. Dice también que cuando
está en forma nifál (nejtákh), (como en Daniel 9:24), significa “estar
determinado.” Por eso es que prácticamente todas las versiones
bíblicas consultadas, traducen esa palabra en Daniel 9:24, como
“están determinadas,” o “están decretadas.” Esa es la traducción
correcta. Las setenta semanas no están “cortadas” o “restadas” de
un periodo más largo; simplemente están “determinadas”, o
“decretadas”. El hecho de que en algunos escritos extrabíblicos,
como en la Mishnáh judía, se use la palabra en forma kal como
“cortar”, no significa para nada que en Daniel tenga que significar lo
mismo, pues en Daniel está en la forma nifál, y significa “estar
determinado”.
-Otra razón, es que los capítulos 8 y 9 tratan temas distintos. Veamos:
La Biblia es clara sobre el hecho, de que en Daniel 8, hay algo que el
profeta no entendió. ¿Cuándo y dónde se le explicó?. ¿Será en el
capítulo 9?. Si es así, un requisito elemental sería que entre ambos
capítulos haya unidad temática, es decir, que traten del mismo
asunto. ¿Y de qué trata el capítulo 8?; es fácil ver que allí se habla del
surgimiento de los reinos de Medo-Persia y Grecia, de Alejandro
Magno, de la división del imperio griego, del surgimiento del “cuerno
pequeño” o “rey altivo de rostro”, así como de sus acciones impías. A
su vez, el capítulo 9 nos habla de los “70 años” de desolación para
Jerusalén, la oración intercesora de Daniel, la explicación angelical, y
las “70 semanas” para el pueblo judío.
Entonces, dejando de lado los argumentos humanos, con los cuales
se pretende establecer un nexo entre Daniel 8 y 9, y viéndolos así a
“simple vista”; ¿Se observa entre ellos algún vínculo temático?;
¿Están tratando los mismos temas?. Creo que no hay que hacer
mucho esfuerzo para ver, que la propia inspiración niega esta
posibilidad.
-Examinemos ahora otra opción. En Daniel 10:1-12, puede verse
claramente que Daniel buscó entendimiento sobre alguna visión que
no había entendido, para lo cual duró tres semanas en ayuno y
oración. Como respuesta, un ser celestial se la explica. Esta visión,
que se le explica en el capítulo 11, ¿Será la del 8?; bueno, es la única
posibilidad, ya que todo lo que se trató en el 9, fue entendido por
Daniel, según el verso 9:22. De todas maneras, hagamos la
comparación temática, entre los 3 capítulos:
Resumen Temático de Daniel 8, 9, y 10-11:
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER
Los Adventistas y la Verdad (Séptima y última parte)
Los Adventistas y la Verdad (Séptima y última parte)
Resumen Temático de Daniel 8, 9, y 10-11:
Daniel 8: Reinos de Medo-Persia y Grecia, Alejandro Magno, división
del imperio griego, origen y desarrollo del “cuerno pequeño” o “rey
altivo de rostro”.
Daniel 9: “70 años” de desolación para Jerusalén, la oración
intercesora de Daniel, la explicación angelical, y las “70 semanas”
para el pueblo judío.
Daniel 10-11: Reinos de Medo-Persia y Grecia, Alejandro Magno,
división del imperio griego, origen y desarrollo del “cuerno pequeño”
o “rey altivo de rostro”.
Veámoslo ahora de esta manera:
Daniel 8 : “ 20 En cuanto al carnero que viste, que tenía dos cuernos,
éstos son los reyes de Media y de Persia. 21 El macho cabrío es el rey
de Grecia, y el cuerno grande que tenía entre sus ojos es el rey
primero. 22 Y en cuanto al cuerno que fue quebrado, y sucedieron
cuatro en su lugar, significa que cuatro reinos se levantarán de esa
nación, aunque no con la fuerza de él”.
Daniel 11: “Aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de
grandes riquezas, más que todos ellos. Este, al hacerse fuerte con sus
riquezas, levantará a todos contra el reino de Grecia. 3 Se levantará
luego un rey valiente, que dominará con gran poder y hará su
voluntad. 4 Pero cuando se haya levantado, su reino será
quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; pero no
será para sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó,
porque su reino quedará deshecho y será para otros aparte de ellos”.
Quiere decir, que hasta aquí hay una coincidencia temática clara y
plena, entre ambas partes. Pero lo mismo se verifica, al comparar el
resto de Daniel 8 y 11. En el 8:23, en adelante; se nos habla del
surgimiento del “rey altivo de rostro”; y en el 11:5, en adelante, del
proceso que da origen al “hombre despreciable”; ambas figuras,
corresponden al “cuerno pequeño”.
Entonces, dejando de lado todos los argumentos humanos, y
atendiendo sólo a la unidad de los temas tratados, ¿Cuáles son los
capítulos que están realmente relacionados?. Pienso que la respuesta
es muy evidente.
6) La interpretación tradicional adventista, considera a Roma papal
como el cuerno pequeño de Daniel 7, y a Roma pagana y papal como
el cuerno pequeño de Daniel 8. En base a esto, se podría establecer la
siguiente relación: Los 1260 días son a Roma papal, como los 2300
días son a Roma pagana y papal; es decir, cada período está unido a
su correspondiente etapa de Roma, como si fuera un hijo a su madre.
Luego tenemos, que según ésta interpretación, Roma papal comenzó
en el 538 DC; por lo tanto es lógico que se comiencen a contar los
1260 días, a partir de esta fecha. O sea, primero debe existir la madre
(Roma papal), y luego podría venir el hijo (los 1260 días).
Entonces, también esta interpretación considera, que Roma pagana y
papal (la madre) surge a partir del 168 AC, por lo tanto los “2300
días” (el hijo) deberían comenzar luego de esta fecha; pero
inexplicablemente se pretende fijar su comienzo en el 457 AC, en
pleno imperio Persa, cuando lo correcto sería que estos “2300 días”
comiencen después de surgir Roma, en el 168 AC, aplicando la misma
lógica que se siguió para dar el punto de partida de los “1260 días”.
En resumen, si los “1260 días” no podían comenzar antes de existir
Roma papal (que fue en el 538 DC); tampoco los “2300 días” podían
comenzar, antes de existir Roma pagana y papal (que fue en el 168
AC). Esto es similar a pretender, que un hijo pueda nacer antes de su
madre. Sería un absurdo o imposible.
Veamos esto de otra manera: En Daniel 8:9-12, también se nos habla
de otro cuerno pequeño que va a pisotear el santuario y la verdad.
Por esto viene luego la pregunta, “¿Hasta cuando durará la visión del
continuo….entregando el santuario y el ejército para ser
pisoteados?”. Entonces, como respuesta a esa interrogante, se nos
dice: “Hasta dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario
será purificado”.
Quiere decir, que el daño viene primero, y dura 2300 días; y después
que este tiempo se cumpla, se purificaría el santuario.
Ahora bien, según el pasaje bíblico citado de Daniel 8, ¿Quién
produce todo este daño al santuario y al pueblo de Dios?: El cuerno
pequeño que se menciona allí. ¿Durante qué tiempo?: Durante 2300
días. ¿De qué se purifica el santuario?: Del daño que hace el cuerno
pequeño. Entonces, quiere decir que el cuerno pequeño de Daniel 8, y
los 2300 días, van unidos, no se pueden separar. ¿Y quién es este
cuerno pequeño de Daniel 8, según los adventistas?: es Roma pagana
y papal. ¿Cuándo surge Roma según los adventistas?: en el año 168
AC.
Entonces, aquí viene la gran cuestión; si Roma surge en el 168 AC,
¿Cómo pueden comenzar los 2300 días en el 457 AC, en el imperio
Persa, cuando Roma no existía todavía?. ¿Pueden los 2300 días
comenzar, antes de existir Roma?; es evidente que no, porque ella es
el cuerno pequeño que asolaría el santuario, y haría daño al pueblo
de Dios, durante 2300 días, luego de lo cual el santuario sería
purificado.
En consecuencia, el 1844 no tiene absolutamente ninguna base
bíblica, y por ende, tampoco la pretensión adventista de ser la “única
iglesia profética de los últimos días”. Por lo tanto, su mensaje
distintivo tiene “los pies de Barro”.
Ley Dominical
¿Será posible?
Los adventistas, creen que la Iglesia Católica nuevamente recuperará
la supremacía mundial y reestablecerá las persecuciones religiosas
del pasado; con el fin de implantar la observancia obligatoria del
domingo como día de descanso religioso, en señal de sumisión a la
autoridad del Papa y de la iglesia. Para esto, obtendrán la total
colaboración del protestantismo, y el apoyo irrestricto de los Estados
Unidos.
¿Será eso posible?. Vamos a realizar un pequeño examen de esto,
dejando de lado su dudoso sostén bíblico, pero situando ese
escenario en el contexto del mundo actual:
Por siglos, el poder de la Iglesia Católica ha estado declinando
constantemente. Las demás congregaciones, han hecho tremendos
progresos ganando conversos en los anteriores bastiones católicos de
América. En Europa, la mayor parte de la gente vive en un mundo
secular. La religión en sentido general, ya no es importante para
muchos europeos. La Iglesia Católica ha estado luchando con sus
finanzas y teniendo dificultades internas de todo tipo. Antes que una
superpotencia lista para controlar el mundo e imponer la observancia
del domingo, el catolicismo es una iglesia que lucha por sobrevivir en
este mundo de hoy. Naturalmente, como todas, trata de extender su
influencia.
Además, durante largo tiempo, los católicos y protestantes han
librado conjuntamente algunas batallas menores, tales como contra el
aborto, y sin embargo no han tenido éxito; ¿cómo puede alguien
esperar que puedan lograr la aprobación de una ley en relación con la
observancia del domingo, un punto en el cual la mayoría de los
católicos y los protestantes no tienen interés?.
En lo que respecta a Estados Unidos, y la supuesta imposición de la
llamada “ley dominical”, quizás sea bueno tener en cuenta lo
siguiente:
1) Realidad interna: La existencia del principio constitucional de la
separación entre la iglesia y el estado, constituye el valladar más
importante, para un supuesto intento de imponer la observación
religiosa obligatoria del domingo. Otros esfuerzos de menor
importancia, tales como la oración en las escuelas, y el levantamiento
de un monumento a los 10 mandamientos, han fracasado
irremisiblemente, al encontrarse con este escollo legal. La diversidad
poblacional que presenta este país en la actualidad, hace poco menos
que imposible, que el congreso se embarque en la tarea de legislar en
materia religiosa, para aprobar una ley dominical Ningún congresista,
querrá minar su propia base de electores; entre los cuales, podrían
estar judíos, musulmanes, budistas, secularistas, guardadores del
sábado incluyendo los propios adventistas, seguidores de grupos no
cristianos como la nueva era, y otras denominaciones que suman
millones y siempre han propugnado por la separación entre la iglesia
y el estado; todos los cuales se ofenderían, si se tratara de llevar
adelante un proyecto de ley semejante.Otro punto a tomar en
consideración, es el hecho de que el motor que mueve las acciones
de la gran potencia del norte, son sus intereses económicos. ¿Podrán
consentir las estructuras de poder norteamericanas, que un
presidente de su país se ponga de acuerdo con un estado extranjero,
en este caso el vaticano, para entregarle todo su poder a este?. ¿Qué
beneficio económico, le reportaría al empresariado de Estados
Unidos, que todo el mundo observe el domingo como un precepto
religioso?. Esto significaría, la parada obligatoria de las industrias con
procesos continuos, tales como las centrales eléctricas y otras; ¿Cuál
sería el impacto social y económico de esto?. También pararían la
policía, bomberos, fuerzas armadas, todos los organismos de
seguridad, aeropuertos, puertos marítimos, agencias y oficinas
gubernamentales, trenes, taxis, restaurantes; ¿Puede alguien
imaginarse, el alcance de eso?.
2) Situación externa: La realidad es, que pese a todo su poder, los
Estados Unidos están teniendo problemas por doquier para imponer
su política y hacer prevalecer sus intereses económicos. Otras
grandes potencias, continuamente manifiestan su desacuerdo con
algunas de sus acciones, y coinciden con naciones más pequeñas que
deciden desafiar abiertamente a los norteamericanos.
China comunista, la India, Pakistán, Japón, los países árabes, Israel,
Corea del Norte, Vietnam, la Europa secular, y otros; ¿Apoyarían a
Estados Unidos, en un eventual intento de imponer la adoración en
domingo?; ¿Podrían ser obligados por la potencia del norte?; ¿Qué
significado real tendría para estos países esa pretensión?. Es
evidente, que ese intento generaría precisamente en esas naciones,
un efecto totalmente contrario. ¿Y qué decir de los creyentes del
Islam en todo el mundo, que consideran al cristianismo como su
enemigo, y tienen el viernes como observación religiosa?.
Observemos el siguiente cuadro estadístico:
Catolicismo Romano: 974 millones
Ortodoxos del Este: 164 millones
Budismo y otras sectas: 1,100 millones
Hinduismo: 690 millones
Religiones japonesas: 230 millones
Religiones Tribales: 100 millones (aproximadamente)
Mahometismo: 924 millones
Protestantes: 351 millones
Adventistas 11 millones
(Información obtenida del Almanaque de 1991)
Luego, aquí tenemos todos estos millones de seguidores del
Mahometismo, Hinduismo, Budismo, Religiones tribales y japonesas,
para los cuales no significa nada ni el domingo ni el sábado, ni mucho
menos el cristianismo completo con todas sus denominaciones. ¿Será
posible que se envuelvan en un problema totalmente extraño para
ellos?. Con el secularismo que arropa a toda Europa; ¿Los gobiernos
de estos países y su población cada día mas escéptica, participaran
en esta “persecución” por el domingo?. Con los intereses económicos,
que son los que pautan el accionar del mundo de hoy, ¿Es probable,
ese ambiente persecutorio que describe Ellen White en sus escritos?.
Entonces, la realidad es que este escenario de una ley dominical
mundial, luce totalmente irracional y absurdo. No obstante, aunque
los cristianos observadores del domingo no tienen ni el poder político
ni la voluntad de aprobar una ley dominical, los adventistas continúan
insistiendo en que ocurrirá y que será la “prueba final”.
Algunos quizás digan que, aunque es cierto que una ley dominical
parece en extremo improbable, no hay ningún peligro en creer en
ella. Pero, es siempre dañino creer en una falsedad acerca de las
profecías bíblicas. Algunos adventistas gastan su tiempo y su
esfuerzo, tratando de convencer a otros cristianos de que se va a
aprobar una ley dominical. Este tipo de actividad es, no sólo un
desperdicio de tiempo y esfuerzo, sino que desobedece directamente
a Cristo, que mandó a los cristianos a llevar al mundo las “buenas
nuevas” de la salvación, no las “malas nuevas” del temor. Esta es una
enseñanza divisionista. Antes que promover el amor y la comprensión
entre los miembros de diferentes creencias, esto crea temor y
sospecha. ¿Cómo puede un adventista sentir camaradería con un
observador del domingo, que estaría tramando aprobar leyes
secretamente para torturarle y matarle?.
La Ley Dominical Nacional sólo sirve a un propósito, causar temor. Ha
llegado el momento en que los adventistas se enfrenten a los hechos
y admitan que esta Ley ya no es factible, ni siquiera significativa. Es
tiempo de que se aparten de esta enseñanza anti-bíblica y dejen de
usar tácticas de temor para persuadir a la gente a ingresar a su
iglesia. Deben estar dispuestos a echar un segundo vistazo a las
profecías bíblicas y admitir que quizás el futuro no se desenvolverá de
la manera exacta en que sus pioneros lo habían predicho. Es tiempo
de que los adventistas dejen de predicar el temor y al igual que sus
hermanos de otras denominaciones, cumplan con la gran comisión de
Jesús, de llevar a todo el mundo el evangelio de salvación por fe en
Cristo Jesús.
Conclusión Al llegar a este punto, y frente a todas las evidencias que
hemos podido ver aquí, pienso que una decisión inteligente sería
hacer un alto en el camino y estar dispuesto a reexaminar toda la
doctrina, sin ataduras de ninguna especie; sólo contando con la
dirección del Señor. Nuestro compromiso debe ser con la verdad de
Dios, pero nunca con lo que algunos quieren seguir llamando
“verdad”, sólo en función de sus intereses; pretendiendo ignorar
olímpicamente todo lo que ha pasado y está pasando con los escritos
de Ellen White y las diversas creencias que sustentan el llamado
“mensaje adventista”. Hay que tener claro, que a los dirigentes no les
interesa para nada ventilar estas cuestiones. Ellos, sólo tienen en
mente “los panes y los peces”; y nada más les preocupa que el barco
se mantenga a flote, aún cuando no llegue a ningún puerto.
Gran parte de la membresía está inconforme con el sistema. Intuye
que algo está mal, pero no sabe lo que es; por lo tanto, a veces lucha
porque se corrijan algunas cosas, pero sin llegar directamente a la
raíz del problema. De cada uno, depende asumir su cuota de
responsabilidad. Algunos decidirán seguir auto-engañados,
participando del “sueño profético” de Ellen White. Las opciones son
variadas, pero colóquelo en las manos del Señor y deje que él actúe a
través de usted. La verdad se ha estado abriendo paso cada vez más
rápidamente, y ya nada la detendrá. Coloquémonos de su parte. Esta
es una invitación para ello.
“Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará” (Juan 8:32).
Lic. Billy Vicente ( bvicente18@hotmail.com ) (Teléfono: 1-809-5685851)
Santo Domingo-República Dominicana
Biografía Consultada:
- La Mentira White; Walter Rea.
-
Estudios Bíblicos Bereanos; Pedro de Felipe del Rey.
Daniel y el reino mesiánico; Evis L. Carballosa.
Ley Dominical Nacional; Dirk Anderson.
La Nube Blanca; Dirk Anderson.
Elena de White: La falsa profetisa
Según la enseñanza oficial de los Adventistas del Séptimo Día que se
publica en la revista
oficial The Adventist Review, Elena de White ES LA CLAVE para el
entendimiento correcto
de la Biblia: Hoy la gente dice: solamente la Biblia, pero esto engaña.
La Biblia tiene que
ser interpretada por el profeta de Dios Elena de White (The Adventist
Review, 24 junio
1982, pág. 15 bajo el título All Things Through Christ -Todas las Cosas
por Medio de Cristo-).
Elena de White es la intérprete infalible de la Biblia y la corte final de
apelación para la
gente de Dios (The Adventist Review, 3 junio 1971, pp. 4-6, en el
artículo titulado:
Source of Final Appeal (La Fuente de Apelación Final). Vea también el
libro:
The Mark of the Beast, La Marca de la Bestia por G. A. Irwin, 1926, p.
1).
Elena de White hizo unas profecías que se han cumplido y otras que
están esperando su cumplimiento (Seventh-Day Adventist, a Biblical
Exposition of 27 Fundamental Doctrines por la Conferencia General de
los Adventistas, Asociación Ministerial Washington, D.C.). “El Señor le
dio consejos sobre la salud, la educación, la vida familiar, la dieta, la
medicina, y la evangelización...” (p. 226). Su papel principal era guiar
el entendimiento de la Biblia y confirmar las conclusiones que se
derivan del estudio bíblico (p. 227).
La Asociación (Conferencia) General, sede mundial de los adventistas
en Washington, D.C., dice que: debemos examinar y comprobar todas
sus palabras para verificar si era o no profetisa de Dios (p. 228).
El libro de Elena de White, Consejos sobre mayordomía cristiana: Es
un amplio conjunto de instrucciones... procedentes del espíritu de
profecía...(Consejos, p. 5).
Los editores, bajo la dirección oficial, hablan de los cinco tomos
mencionados: Dicen del tomo IV que es un libro inspirado (White, IV,
6). Sobre el primer tomo dicen que la obra arroja luz. En el tomo V
ellos llaman a Elena de White una profeta. Por lo menos que sepa
este autor, el adventismo no ha ido en contra de alguna enseñanza
de Elena.
Por definición, un profeta habla las palabras de Dios, a menos que sea
un profeta falso.
Se vio a sí misma como profetisa:
El señor me ha hablado con respecto al pago de los diezmos... Él ha
dicho: Traed todos los diezmos... Muy recientemente se me ha dado
luz directa de parte del Señor... (Consejos, p. 88).
Me ha sido dado un mensaje claro y bien definido para nuestro pueblo
(Consejos, p. 107).
Se me mostró que el ángel registrador anota fielmente... (Consejos, p.
206).
En una visión nocturna Dios me instruyó para que dijera a su pueblo...
(Consejos, p. 256). En una visión nocturna hace poco... (p. 295).
Sabemos que un profeta es falso si tiene la presunción de hablar en el
nombre de Dios y LAS COSAS NO SUCEDEN, como dice (Dt. 18, 2022).
Pruebas en su contra:
Si el adventista te dice que lo siguiente no se tiene que tomar como
revelación, podemos preguntarle cómo podemos entonces distinguir
entre las obras de White que son reveladas y las que no lo son.
-Elena de White, citando Apocalipsis 12, 17 dijo: Algunos de los que
viven hoy en la tierra verán cumplirse estas palabras (White, II, 444).
¿Existen adventistas que tengan más de 133 años para que se pueda
cumplir esta profecía?
-Otra falsa profecía: A fin de obtener popularidad y apoyo, los
legisladores cederán a la demanda por las leyes dominicales (White,
II, 444). Y otra: En los movimientos que se realizan actualmente en los
Estados Unidos de Norteamérica para asegurar el apoyo del estado a
las instituciones y prácticas de la iglesia, los protestantes están
siguiendo las huellas de los papistas. Más aún están abriendo la
puerta para que el papado recobre en la América protestante la
supremacía que perdió en el Viejo Mundo. Y lo que da más significado
a ésta ...es imponer la observancia de domingo (White, V, 630. Vea
también III, 778). Pero el hecho actual es todo lo contrario. La idea de
que el domingo es un día sagrado ha estado disminuyendo. Casi
nadie en los EE.UU. lo aparta como día especial excepto como día de
descanso en algunos sectores, y no por motivos religiosos. Y aun esto
está desapareciendo por razones económicas. Tampoco el Papa está
recobrando su poder en los EE.UU. con la observancia del domingo,
como profetizó Elena.
-Se está acercando rápidamente el momento en que acabará la
tolerancia de Dios... Está muy cerca el momento... Se está retirando
el Espíritu Santo... pronto ha de estallar... pronto han de suceder... La
hora del juicio ha llegado... En estas horas finales... estamos a punto
de ver el cumplimiento... pronto aparecerá nuestro Salvador... Pronto
habrá terminado la batalla y se habrá ganado la victoria (White, II,
págs. 206, 207, 461, 528, 540). ¡Hermana Elena, todavía estamos
esperando!
-En un llamamiento hecho por la Sra. White desde Europa, en 1886
ella escribió: Dentro de poco los vivos y los muertos serán juzgados...
(Consejos, 43).
-En 1889, Elena escribió: Sólo un poquito más de tiempo antes de que
Jesús venga... (Consejos, p. 365). Y muchos le creyeron: ““Hay
hombres y mujeres pobres que me escriben pidiendo consejo en
cuanto a si deben vender sus casas y dar el dinero a la causa... Ahora
es cuando nuestros hermanos debieran estar reduciendo sus
propiedades en vez de aumentarlas. Estamos por trasladarnos a una
patria mejor, a saber la celestial... Pronto se proclamará el decreto
que prohibirá comprar o vender a quien tenga la marca de la bestia....
En el tiempo de angustia, de nada valdrán a los santos las casas ni las
tierras...”” (Consejos, p. 63).
¡Pobres adventistas!
-Ella dijo en 1856 que la gente vería las últimas siete plagas y que los
vivos verían la segunda venida de Jesús. (Testimonies, Vol. 1, Pacific
Press Publishing Asoc., 1948, p. 131-132.).
-En 1844 dijo a los adventistas que no tuvieran niños y que el esposo
no viviera con su esposa porque Cristo venía pronto. Eso causó
muchos divorcios. (White Estate Manuscrito No. 34, 1885).
Recordamos lo que dice Dt. 18, 20-22 sobre los falsos profetas. Elena
cabe perfectamente dentro de esta categoría. Habló en el nombre de
Dios y profetizó algo que no sucedió.
En octubre de este mismo año (1844) ella enseñó según una visión
que había tenido, que el cielo estaba cerrado y que nadie más podía
aceptar a Cristo ni entrar en el cielo hasta que Cristo viniera de
nuevo. De hecho, también ella tuvo una visión en la que se le reveló
que era inútil orar por otra persona para ayudarle después de que
Cristo hubiera cerrado el cielo.
Hay adventistas que niegan que ella haya dicho lo anterior. Otros
adventistas admiten que lo dijo pero agregan que ha sido
malinterpretada. Pero no hay duda de que ella lo dijo. La Biblia
condena a un profeta porque interpreta sus propias visiones, ninguna
profecía de la Escritura es de interpretación privada (2 Pe 1, 20). Pero
Elena sí interpretó sus “revelaciones”. Y si el adventista razona que
sus profecías no eran profecías bíblicas, entonces son falsas por
completo. En contradicción con la Biblia.
Un profeta no contradice a la Biblia. Esta regla bíblica la confirmó
incluso la Conferencia General de los adventistas (págs. 224-225).
-Elena de White dijo que la sangre de Cristo NO BORRA nuestros
pecados: (White, I, 371-372).Pero la Biblia dice que la sangre de
Cristo nos limpia y borra todo en 1 Jn 1,7, Ap 5,9; Mt 26,28, E 1,
7;2,13; Rm 5,9; Col 1,20, etcétera.
-Ella dijo que el rescate de Dios no fue cumplido en la cruz. En el
nuevo pacto, los pecados de los que se arrepienten son puestos por
fe sobre Cristo, y transferidos, de hecho, al santuario celestial...la
purificación real de lo celestial debe efectuarse quitando o borrando
los pecados registrados en el cielo. Pero antes de que esto pueda
cumplirse deben examinarse los registros para determinar quiénes...
tienen derecho a los beneficios de la expiación cumplida por él... En
1844, Cristo entró entonces en el lugar santísimo del santuario
celestial para cumplir la obra final de la expiación... Cuando Cristo, en
virtud de su propia sangre, quite del santuario celestial los pecados
de su pueblo al fin de su ministerio... (White, V, 474-475) ¡Cristo tardó
18 siglos para empezar la obra expiatoria de la cruz! La obra del juicio
que empezó en 1844 debe proseguirse hasta que sean juzgadas las
causas de todos de los hombres, tanto de los vivos como de los
muertos (White, V, 488-89. Énfasis mío)(2). (“Enfoque”, octubre de
1988, p. 17).
Contradice la Biblia en Rm 5, 10-11; Ef 1,7; Col. 1, 14; Heb 9, 12-15.
La creencia que Cristo se trasladó de un lugar en el cielo a otro
contradice Hch 2, 32-36; 1 Cor 15, 25-27; Ef 1, 26-27; Heb 8, 1.
La Biblia enseña que Jesús penetró en el santuario celestial al
ascender al cielo y no en el año 1844 (Heb 6, 19-20; 8, 1-2 y 9, 2326). La expiación no es continua sino una vez (Heb 10, 10-14; 9, 1112).
“Muchos han llegado a negar doctrinas que son las mismas columnas
de la fe cristiana... La caída; la expiación...” (White, II, 461).
¡Exactamente Elena!
Elena escribió que el Señor no nos ama si pecamos. Dios ama
solamente a los niños buenos. Él no ama a los niños malos (Carta de
Elena White a su hijo Willie, 14 marzo, 1860).
-El Espíritu de Dios se está retirando de la tierra (White, III, 590).
¿Cómo puede ser esto si el Espíritu Santo es el espíritu de Jesucristo y
su representante en la tierra? Cristo dijo que estaría con nosotros
todos los días hasta el fin del mundo (Mat 28,20).
“Los que se apartan de la clara enseñanza de las Escrituras... están
invitando el dominio de los demonios” (White, III, 223). ¡Qué más
decir!
Las personas que desean sinceramente hacer lo recto son inducidos a
escudriñar diligentemente las Escrituras... comparar con la Palabra de
Dios los mensajes que se les dan... Los que buscan sinceramente la
verdad harán una investigación cuidadosa, a la luz de la Palabra de
Dios, de las doctrinas que se les presentan (White, IV,188-189). ¡Muy
bien! ¡Adelante hermano(a) adventista! Las mentiras de la profetisa
Los profetas tienen normas éticas y morales. Aunque fracasan (como
el rey David) Dios los corrige. No fue así con Elena de White.
-Muchísimos de sus escritos son COPIAS de otros libros. La
Conferencia General admite que 50% del Tomo V, El Conflicto de los
Siglos, fue plagiado de otros escritos. Su libro más importante
también es un plagio(3). ¡Incluyendo muchas de sus visiones! Muchas
de sus obras ni siquiera fueran escritas por ella sino por miembros de
su familia. El señor Robert Olson, la cabeza de The White Estate (el
lugar donde la Iglesia Adventista guarda las obras de la Sra. White en
Washington), admitió este hecho. ¡Elena de White aún copió de José
Smith, fundador de los mormones! Un libro de ella fue escrito
después de su muerte. (One Hundred and One Questions on the
Sanctuary and on Ellen White, Washington, D.C. Ellen G. White
Estate,1981).
-Elena mintió. Ella negó que copió de otras personas. Ella dijo que
todo lo que escribió vino directamente de Dios. Las palabras son mías
pero las ideas son de Dios (Testimony, No. 31, p. 63. Testimony No.
33, p. 189. Selected Messages, Book 1, p. 37).
-Elena de White le dijo a su hijo que no dijera a nadie que ella copiaba
(The Adventist Review, 23 febrero, 1984, p. 5 en el artículo Sources of
the Great Controversy. Fuentes para El Conflicto de los Siglos).
-Ella admitió que comió carne de cerdo hasta el año 1890 mientras
regañaba a miembros de la iglesia por comerla. (De una Conferencia
en Worker’s Meeting en California 13 enero 1981 por el secretario del
White Estate Mr. Graybill).
-Ella vino de un pueblo de pescadores, que se encuentra en Maine, al
noreste de los EE.UU.. En 1882 Elena escribió a su hijo que la enviara
latas de ostras y mariscos, mientras seguía castigando a todo el
mundo por comer mariscos (Carta de Ellen White a su nuera María,
(esposa de Willie) en 1882. ¡Cuánto se gasta en comida, y a menudo
en cosas que tan sólo constituyen una complacencia perjudicial!
¡Cuánto se gasta en regalos que no benefician a nadie! (Consejos, p.
309, bajo el título: Siguiendo las sugerencias de Satanás).
¿Estabas haciendo esto hermana White?
“Dios quiere que aprendamos también cuán profundo es su
aborrecimiento y desprecio de toda hipocresía y engaño.... El mismo
Dios que los castigó condena hoy toda mentira .... Aferrémonos a la
veracidad con mano firme” (White, IV, 62).
-La hermana White dijo que uno tiene que dar el diezmo al Señor
antes de dar comida y mantener otros deberes hacia sus hijos
(Consejos, p. 99).
-Elena de White escribe que LA ÚNICA MANERA posible como
podemos manifestar nuestra gratitud y nuestro amor a Dios es ¡pagar
el diezmo! (Consejos, p. 21).
Sin embargo no todo lo que Elena de White escribió era malo. A veces
dijo cosas buenas sobre la fe cristiana. Pero después de todo queda la
pregunta, ¿Si Elena de White era una profetisa falsa, por qué tener
que seguir sus enseñanzas? (ver Jeremías 23, 30-32).
Hermano mío:
¿Porque sigues las enseñanzas de alguien que evidentemente mintió
en tantas ocasiones?
Es evidente que los sentimientos no tienen relación directa con el
amor. El amor es una decisión, no es sentir bonito.
Solo Dios sabe cuales fueron sus razones; yo te pido que revises las
tuyas.
Si tu desprecias a tus hermanos por sus creencias ¡Estas Mal!
Si realmente quieres ser imagen de Dios, debes ser como Él; odiar el
pecado pero amar al pecador. Pedir por él y por su salvación.
Publicado en el foro de la Web Cristiana.
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Primera parte)
Su origen y su peculiar mensaje
Dedicado a los que buscan la Verdad (Jn. 14:6; Ef. 4:21)
Cierto teólogo, en el momento de obtener su doctorado en Teología,
con una tesis sobre Carlos Taze Russell, dijo: “Lo que yo no sé es por
qué aparecieron los Testigos de Jehová.” Exactamente eso es lo que
vamos a descubrir en este libro; vamos a probar que, por causa de
una palabra sola, mal traducida en cierta Biblia, aparecieron el
Adventismo y el Jehovismo.
Decimos Adventismo con el fin de abarcar, con este término, las
diferentes denominaciones adventistas: Iglesia Adventista del
Séptimo Día, e Iglesia Adventista del Séptimo Día (Movimiento de
Reforma). La mencionada en segundo lugar tuvo su origen
escindiéndose de la anterior en Alemania en el transcurso de la I
Guerra mundial.
En la palabra Jehovismo incluimos los diferentes nombres que los
Testigos de Jehová han usado desde su aparición.
Tras descubrir por qué aparecieron el Adventismo y el Jehovismo,
estudiaremos el mensaje peculiar de cada uno:
1) El mismo Adventismo dice que su mensaje exclusivo es éste: “La
doctrina del Santuario, incluyendo la enseñanza del juicio
investigador y la creencia en que Elena G. de White fue inspirada
divinamente, pertenecen única y exclusivamente a los adventistas del
séptimo día. Si Cristo no comenzó un ministerio de juicio investigador
en el cielo en 1844, y si Elena G. de White no fue la mensajera
elegida de Dios, la Iglesia Adventista perdería dos enseñanzas que la
identifican como un movimiento profético levantado por Dios, a fin de
preparar el camino para el segundo advenimiento de Cristo.”
2) Un ex miembro del “cuerpo gobernante” del Jehovismo dice cuál es
el mensaje exclusivo de éste: “Lo que especialmente distingue sus
enseñanzas de las de cualquier otra denominación es la doctrina
fundamental que se centraliza en el 1914 como la fecha en que el
gobierno activo de Cristo comenzó; [...] y, más que nada, la selección
de la organización de la Watch Tower como su canal oficial,
asignándole control completo sobre sus intereses terrenales a una
‘clase del esclavo fiel y discreto’ y, de hecho, dando autoridad
completa al cuerpo gobernante de esta clase.” “Así que algo terminó
en 1914 y algo empezó. [...] Lo que empezó fue el reino de Dios en el
cielo con Cristo como Rey.”
3) Es evidente que tanto el Adventismo como el Jehovismo se
consideran dos movimientos aparecidos en cumplimiento de ciertas
profecías bíblicas en las respectivas fechas de 1844 y 1914, y que
ellos son el pueblo de Dios en la Tierra (pero excluyéndose el uno al
otro), por medio de los cuales Dios da a conocer su último mensaje
para la humanidad, el cual ellos tienen que predicar al mundo entero;
sin que lo que predica el uno tenga ningún valor para el otro. Por
tanto, esas dos fechas (1844 y 1914) y las dos doctrinas que se
sustentan en ellas (la “purificación del santuario” y el “reino de Dios
en el cielo”, comenzados en dichas fechas) son objeto de nuestro
riguroso estudio, para dejar al descubierto qué es lo que en realidad
pasó en 1844 y 1914, fechas míticas para el Adventismo y para el
Jehovismo, de las cuales dependen todas sus pretensiones, para,
cada uno excluyendo al otro, proclamarse el único y verdadero pueblo
de Dios en la Tierra con el único mensaje en exclusiva. El lector verá
lo que queda de todas esas pretensiones, y, además, sabrá más de
esas dos organizaciones que muchas de las personas que pasan toda
su vida siendo miembros de cualquiera de ellas.
4) Al leer la presente obra, téngase en cuenta lo que dicen el
Adventismo y el Jehovismo:
a) El Adventismo: "Estudia para aprender qué dice el Señor. Y cuando
la convicción te posea mientras investigas, si ves que tus opiniones
acariciadas no están en armonía con la verdad, no tuerzas la verdad
para que cuadre con tu creencia, sino acepta la luz dada."
b) El Jehovismo:"La exposición de errores religiosos y la revelación de
las verdades bíblicas no perturban a la persona honrada que desea
servir a Dios."
EL ADVENTISMO (1Samuel 17:45)
A ti, profetisa ignorante, inventora de visiones, que son bodrios a
montones de tu mente petulante.
Capítulo I
EL ORIGEN DEL ADVENTISMO
1) Un hombre estadunidense, Guillermo Miller (1782-1849), fue quien
dio origen al “Movimiento millerita”, del que salió el Adventismo
(como veremos en lo sucesivo). Era el hijo mayor de una familia de
dieciséis hermanos. Aunque en su juventud no pudo cursar estudios,
fue un hombre amante de la lectura. Vivió en Low Hampton (Nueva
York). Siendo agricultor de profesión, llegó a desempeñar los cargos
de condestable, aguacil mayor y juez de paz en su comunidad. En la
guerra comenzada en 1812 entre Estados Unidos y Gran Bretaña,
sirvió como capitán.
2) Por lo que se refiere al aspecto religioso, Miller no tuvo interés por
la religión hasta la edad de 34 años:“Miller hizo entonces pública
profesión de la fe en la religión que había despreciado antes. [...].
Resolvió estudiar las Sagradas Escrituras por su cuenta, y averiguar si
toda contradicción aparente no podía armonizarse.”
3) Así, pues, Miller empezó a estudiar la Biblia por su cuenta en 1816
y, en dos años, fundándose en Daniel 8:14, llegó a la conclusión de
que la segunda venida de Cristo tendría lugar hacia 1843
aproximadamente: “La profecía de Daniel 8:14 : ‘Hasta dos mil y
trescientos días de tarde y mañana y el santuario será purificado’,
inquietaba a Miller. Estudió y repasó las cifras y las fechas. Alrededor
de 1818, después de dos años de concentrado escudriñamiento,
Miller expresó su creencia de que la venida de Cristo ocurriría dentro
de unos veinticinco años.” “Había dedicado dos años al estudio de la
Biblia, cuando, en 1818, llegó a tener la solemne convicción de que
unos veinticinco años después aparecería Cristo para redimir a su
pueblo.”
4) Miller no dio a conocer de inmediato su creencia de que Cristo
vendría a la Tierra hacia 1843; pues llegó a temer que estuviera
equivocado y equivocara a otros; por esto, dedicó otros cinco años “a
revisar las pruebas que apoyaban las conclusiones a que había
llegado”, tras lo cual quedó convencido en su creencia: “No pudo por
menos que sentir que era deber suyo impartir a otros la luz que había
recibido. [...]. Lo único que temía era que en su gran júbilo por la
perspectiva de la gloriosa liberación que debía cumplirse tan pronto,
muchos recibiesen la doctrina sin examinar detenidamente las Santas
Escrituras para ver si era la verdad. De aquí que vacilara en
presentarla, por temor a estar errado y de hacer descarriar a otros.
Esto le indujo a revisar las pruebas que apoyaban las conclusiones a
que había llegado, y a considerar cuidadosamente cualquier dificultad
que se presentase a su espíritu. Encontró que las objeciones se
desvanecían ante la luz de la Palabra de Dios como la neblina ante los
rayos del sol. Los cinco años que dedicó a esos estudios le dejaron
enteramente convencido de que su manera de ver era correcta.”
5) Por fin, Miller llegó a tener una especie de autosugestión que le
llevó a creer que Dios le ordenaba que diera a conocer al mundo lo
que había descubierto, de lo contrario sería castigado: “El deber de
hacer conocer a otros lo que él creía estar tan claramente enseñado
en las Sagradas Escrituras, se le impuso entonces con nueva fuerza.
‘Cuando estaba ocupado en mi trabajo – explicó, - sonaba
continuamente en mis oídos el mandato: anda y haz saber al mundo
el peligro que corre. [...]
“De continuo se presentaban a su espíritu las siguientes palabras:
‘Anda y anúncialo al mundo; su sangre demandaré de tu mano.’ [...]”
6) La autosugestión le presionaba el cerebro; la aguantó durante
nueve años, hasta que, por fin, en 1831, dio a conocer su
descubrimiento sobre la fecha de la segunda venida de Cristo:
“Esperó nueve años; y la carga continuaba pesando sobre su alma,
hasta que en 1831 expuso por primera vez en público las razones de
la fe que tenía.”
7) Así, pues, en 1831, Miller empezó a predicar que la segunda venida
de Cristo y el fin del mundo tendrían lugar hacia 1843. Algunos
dirigentes religiosos se unieron a Miller; compusieron un diagrama
con sus cálculos y fechas que apoyaban, según ellos, su creencia en
la fecha indicada para el regreso de Jesús; las iglesias que no
aceptaron su mensaje, fueron acusadas de ser Babilonia:
“En 1842, Fitch y Halle dibujaron el famoso diagrama ‘1843’. Este
diagrama profético, pintado en tela, fue presentado en el congreso de
Boston, celebrado en mayo de 1842, que fue presidido por José Bates.
Después de la presentación del diagrama, con los símbolos gráficos y
períodos de tiempo, los predicadores adventistas autorizaron hacer
300 ejemplares en litografía. En el segundo trimestre de 1843, Fitch
predicó su notable sermón sobre la ‘Caída de Babilonia’. En este
sermón declaró que Babilonia ya no se limitaba a la Iglesia Católica
Romana, sino que debía incluir al gran grupo de la cristiandad
protestante. Dijo que los protestantes habían rechazado la luz del
advenimiento y amonestó a los sinceros cristianos a salir de
Babilonia. “Jorge Storrs y Silvestre Biss fueron otros destacados
dirigentes milleritas.”
8) Vemos que los adventistas de ahora lo mismo llaman “adventistas”
como “milleritas” a los seguidores de Miller, quienes pusieron tres
fechas para el final de los 2.300 “años” (sacados de Daniel 8:14,
donde se dice “días”), en cuyo momento tendrían lugar la segunda
venida de Jesús y el fin del mundo; pero esas tres fechas fallaron:
“Recordaremos que Miller y otros que intentaron hallar una fecha
definida para el fin de los dos mil trescientos años, al principio decían
‘alrededor de 1.843’. Más tarde, señalaron como límite el 21 de marzo
y luego el 18 de abril de 1844, [...].”
Capítulo II
EL CHASCO DEL ADVENTISMO EN 1844
1) Tras haber fallado las tres fechas anteriores, dicen que recibieron
nueva luz, para fijar otra nueva fecha que los llevaría a un dramático
final, llamado por ellos “el chasco”: “En el verano de 1844, un nuevo
torrente de luz apareció e iluminó al movimiento adventista hasta su
dramática culminación, en octubre.”
2) La nueva fecha era el 22 de octubre de 1844. Tan convencidos
estaban de que Cristo regresaría en esta fecha, gracias a ese “nuevo
torrente de luz”, que muchos se deshicieron de sus posesiones:
“Muchos entregaron todas sus posesiones para ayudar a esparcir el
mensaje del advenimiento.”
3) No faltaron quienes les recordaban las palabras de Jesús, de que
nadie sabe el día ni la hora de la segunda venida (Mateo 24:36); pero
ellos no tomaron en cuenta esas palabras: “La predicación de una
fecha definida para el advenimiento levantó violenta oposición en
todas partes, desde el ministro en el púlpito hasta el más descuidado
y empedernido pecador. El ministro hipócrita y el descarado burlón
decían: ‘Pero el día y la hora nadie sabe’.”
4) Es evidente que los milleritas se habían jugado todo a una fecha, el
22 de octubre de 1844; por tanto, esperaban con gran tensión que
llegara ese día; pero ¿se iba a presentar Cristo en esa fecha? He aquí
lo que pasó aquel día: llegaron a donde los condujo aquel “nuevo
torrente de luz”; a lo que ellos llaman “el chasco”: “A medida que se
acercaba el 22 de octubre de 1844, aumentaba la tensión entre los
adventistas. [...] “Y llegó el día. Los adventistas estaban reunidos en
capillas o en los hogares particulares, [...]. Pasó el día, y se puso el
sol. [...]. Finalmente pasó la media noche. Se ofrecieron oraciones y
los ojos de muchos creyentes derramaron lágrimas. Por fin llegó la
mañana, y ya no podían seguir pretendiendo que estaban en el día
22. Aquel día pasó y Jesús no había venido. [...].
“[...] cuando pasó el 22 de octubre de 1844 y Jesús no apareció, el
chascó fue muy amargo. [...] “[...]. Hiran Edson expresa cuáles eran
sus sentimientos: ‘Nuestras más caras esperanzas y expectativas
estaban marchitas y nos sobrevino una necesidad de llorar como
nunca antes sentimos. Parecía que la pérdida de todos los amigos
terrenales no tenía comparación con este dolor. Lloramos y lloramos
hasta que aclaró el día’.”
Capítulo III
LAS CONSECUENCIAS DEL CHASCO
1) Como consecuencias del chasco del 22 de octubre de 1844, el
grupo de milleritas (o adventistas) seguidores de Gillermo Miller saltó
por los aires; se hizo pedazos:
a) Hubo muchos milleritas que, sencillamente, se apartaron del
movimiento de Miller en cuanto se produjo el chasco; pero continuó
un grupo de ellos:
“Muchos milleritas se echaron atrás en seguida después del chasco,
aunque un grupo considerable continuó durante varios años.”
b) Este grupo que continuó con Miller, después de la muerte de éste,
se extingió:“Miller murió en diciembre de 1849. Sus colaboradores
continuaron fijando fechas durante años. Estos llegaron a ser los
adventistas evangélicos [...]. Gradualmente se fueron extinguiendo.”
c) Antes que este grupo se extinguiera, muchos de sus miembros se
separaron y dieron lugar a otros grupos de adventistas: de uno de
ellos, se originó “la Iglesia Cristiana Adventista”, que observaba el
domingo como día de reposo, y que fijó una nueva fecha para la
segunda venida de Cristo. En contraposición con este grupo, otros de
esos milleritas formaron la “Iglesia Adventista del Séptimo Día”; la
continuación del relato así lo dice: “Un grupo considerable se separó
de estos milleritas fijando una nueva fecha para la venida de Cristo.
[...]. Fueron conocidos como la Iglesia Cristiana Adventista,
observadores del domingo; el único grupo adventista importante
fuera de los Adventistas del Séptimo Día. “En contraste con éstos que
persistieron en la idea de que el Señor vendría pronto y continuaron
fijando fechas, hubo grupos de creyentes que se mantuvieron firmes
en la convicción de que la profecía de los dos mil y trescientos días
había sido calculada correctamente al señalar 1844 como terminación
de dicho período, y que la purificación del santuario empezó en esta
fecha. Pero hallaron otra explicación que señalaba otro
acontecimiento en vez de la segunda venida de Cristo. Este incluía a
Hiram Edson, José Bates, Jaime White; Elena Harmon y José Turner.
“[...[. Nos interesa especialmente el grupo de Hiram Edson, José
Bates, Jaime White y Elena Harmon, porque formaron el núcleo de
nuestra iglesia.”
2) Vemos que, de los seguidores de Miller, tras el chasco de 1844, se
formaron varios grupos; pero los dos más importantes que
permanecieron, fueron:
a) La Iglesia Cristiana Adventista que observaba el domingo como día
de reposo. Tengamos bien en cuenta a esta Organización, porque,
como veremos en su lugar correspondiente, por medio de ella
aparecerá el Jehovismo.
b) La Iglesia Adventista del Séptimo Día, que no se llamará así hasta
1860, ya que, en el principio de su formación, también observaba el
domingo como día de reposo hasta 1846, cuando aceptaron de forma
oficial el reposo del sábado, tras debatir este tema en un congreso
celebrado a finales del año anterior. Antes de esta fecha, hubo
algunos adventistas que empezaron a observar el sábado por su
cuenta, a raíz de que Raquel Oakes (miembro de la Iglesia Bautista
del Séptimo Día) transmitiera esta enseñanza al pastor adventista
Federico Wheeler, en cuya iglesia estuvo escuchando su predicación
un domingo tras "el chasco” en 1844. Los White (Jaime y Elena) no
aceptaron el sábado hasta después de agosto de 1846; téngase esto
en cuenta por las implicaciones que tiene para ella y sus visiones
anteriores a esta fecha, desde el punto de vista del Adventismo, lo
veremos más adelante.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER:
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Segunda parte)
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Segunda parte)
Capítulo IV
EL AMAÑO DEL CHASCO
1) Como hemos visto, el mensaje de Miller y sus seguidores consistía
únicamente en anunciar la segunda venida de Cristo a la Tierra para
el día 22 de octubre de 1844; en este día, por tanto, tendría lugar el
fin del mundo.
2) Cuando llegó esa fecha y no sucedió nada de lo que habían
anunciado, no sólo obtuvieron un “chasco”, como dice ahora el
Adventismo, sino que resultó que todo su mensaje había fallado. Por
consiguiente, no les quedaba absolutamente nada de todo lo que
habían predicado hasta esa fecha. Así, pues, lo único que podían
hacer era reconocer que el mensaje anunciado por todos los milleritas
no había sido nada más que un error de bulto.
3) Ahora bien, en lugar de reconocer eso, el grupo que dio lugar a la
Iglesia Adventista del Séptimo Día, buscó hasta que halló “otra
explicación”: “Pero hallaron otra explicación que señalaba otro
acontecimiento en vez de la segunda venida de Cristo. Este grupo
incluía a Hiram Edson, José Bates, Jaime White, Elena Harmon y José
Turner”
4) La nueva explicación consistió en lo siguiente:
a) Habían explicado que los 2.300 días de Daniel 8:14 terminaban el
día 22 de octubre de 1844; por tanto, en esta fecha, tendría lugar la
purificación del santuario a que se refiere ese texto de Daniel,
interpretando, por purificación del santuario, la purificación de la
Tierra y, por consiguiente, esto suponía la segunda venida de Cristo.
b) Después, la “otra explicación” consistió en decir que la fecha del
22 de octubre de 1844 era buena; pero se habían equivocado en lo
que era el acontecimiento que debía producirse en esa fecha; pues,
en lugar de venir Cristo a purificar la Tierra, lo que sucedió en esa
fecha es que Cristo entró en el lugar santísimo y empezó a purificar el
santuario del cielo; uno del grupo, Hiram Edson, dijo que él lo vio en
visión: “Aquel día pasó y Jesús no había venido. En la quinta de Hiram
Edson hubo mucho llanto, como en centenares de otros lugares de
reunión. Los creyentes se preguntaban uno a otro: ¿Nos han
engañado las Escrituras? Diligentes estudios posteriores revelaron
que el tiempo profético era correcto pero que el acontecimiento a
ocurrir en esa fecha había sido interpretado equivocadamente.” “[…]
La equivocación de ellos consistió en no comprender lo que era el
santuario ni la naturaleza de su purificación.” “Edson escribe: ‘Vi
distinta y claramente que nuestro sumo sacerdote, en vez de salir del
lugar santo del santuario celestial, para venir a esta tierra [...], al fin
de los dos mil trescientos días, aquel día entraba por primera vez en
el segundo departamento del santuario y tenía una obra que realizar
en el lugar santísimo antes de regresar a esta tierra’.”
5) La visión que dijo haber tenido Edson, fue ratificada por las
visiones que dicen que tuvo después la Sra. White, que explica que
Cristo, desde que ascendió al cielo hasta el día 22 de octubre de
1844, estuvo en el lugar santo del santuario celestial y, en esa fecha,
pasó al lugar santísimo y empezó a purificar los pecados de los
creyentes; cuando termine de hacer esa obra de purificación, tendrá
lugar la segunda venida. A esta obra que dicen que hace Cristo desde
aquel día, la llaman “purificación del santuario” y “juicio
investigador”; y hacen un paralelo de la obra de Cristo desde que
ascendió al cielo con lo que hacían los sacerdotes en el lugar santo, y
el sumo sacerdote una vez al año en el lugar santísimo del santuario
terrenal: “Se me mostró – dice la Sra. White – el amargo chasco que
sufrió el pueblo de Dios por no ver a Jesús en la fecha que lo
esperaban. No sabían por qué el Salvador no había venido, pues no
veían prueba alguna de que no hubiese terminado el tiempo
profético. Dijo el ángel: ‘¿Ha fallado la palabra de Dios? ¿Ha faltado
Dios en cumplir sus promesas? No; ha cumplido cuanto prometió.
Jesús se ha levantado a cerrar la puerta del lugar santo del santuario
celestial, y ha abierto una puerta en el lugar santísimo y ha entrado a
purificar el santuario. [...]. “También se me mostró en la tierra un
santuario con dos departamentos. Se parecía al del cielo, y se me dijo
que era una figura del celestial. [...]. El sacerdote oficiaba en ambos
departamentos del terrenal. Entraba diariamente en el primer
departamento, y sólo una vez al año en el lugar santísimo para
purificarlo de los pecados allí transferidos. [...]. “[...]. Así como el
sacerdote entraba una vez al año en el lugar santísimo para purificar
el santuario terrenal, también Jesús entró en el lugar santísimo del
celestial al fin de los 2.300 días de Daniel 8, en 1844, para hacer la
expiación final por todos los que pudiesen recibir el beneficio de su
mediación, y purificar de este modo el santuario.” (3/250-253).
“El servicio del sacerdote durante el año en el primer departamento
del santuario, ‘dentro del velo’ que formaba la entrada y separaba el
lugar santo del atrio exterior, representa la obra y el servicio a que
dio principio Cristo al ascender al cielo. [...].
“Este ministerio siguió efectuándose durante dieciocho siglos en el
primer departamento del santuario. La sangre de Cristo, ofrecida en
beneficio de los creyentes arrepentidos, les aseguraba perdón y
aceptación cerca del Padre, pero no obstante sus pecados
permanecían inscritos en los libros de registro. Como en el servicio
típico había una obra de expiación al fin del año, así también, antes
de que la obra de Cristo para la redención de los hombres se
complete, queda por hacer una obra de expiación para quitar el
pecado del santuario. Este es el servicio que empezó cuando
terminaron los 2.300 días. Entonces, así como lo había anunciado
Daniel el profeta, nuestro Sumo Sacerdote entró en el lugar
santísimo, para cumplir la última parte de su solemne obra: la
purificación del santuario.” “En ambos servicios, el típico y el real, la
purificación debe efectuarse con sangre; en aquél con sangre de
animales; en éste, con la sangre de Cristo. [...] La remisión, o sea el
acto de quitar los pecados, es la obra que debe realizarse.” (2/470).
“La obra del juicio investigador y el acto de borrar los pecados deben
realizarse antes del segundo advenimiento del Señor. En vista de que
los muertos han de ser juzgados según las cosas escritas en los libros,
es imposible que los pecados de los hombres sean borrados antes del
fin del juicio en que sus vidas han de ser examinadas. [...] Cuando el
juicio investigador haya concluido, Cristo vendrá con su recompensa
para dar a cada uno según sus obras. “En el tiempo señalado para el
juicio – al fin de los 2.300 días, en 1844 – empezó la obra de
investigación y el acto de borrar los pecados. Todos los que hayan
profesado el nombre de Cristo deben pasar por ese riguroso
examen.”
6) Por tanto, el amaño del chasco que tuvo lugar el día 22 de octubre
de 1844, consistió en decir que el acontecimiento de la segunda
venida de Cristo, que se tenía que haber producido en ese día (como
habían anunciado) estaba equivocado; porque lo que tenían que
haber anunciado era que, en dicho día, Cristo iba a comenzar, en el
Cielo, el "juicio investigador" o "purificación del santuario". Así
retuvieron la fecha de 1844, y cambiaron el acontecimiento que tenía
que haberse producido en ella según su anuncio.
Capítulo V
EL PECULIAR MENSAJE DEL ADVENTISMO
1) Como acabamos de ver, el mensaje que anunciaba la segunda
venida de Cristo para el 22 de octubre de 1844, resultó totalmente
erróneo y quedó anulado al llegar esa fecha; pero el Adventismo
sustituyó ese mensaje erróneo por otro mensaje: el mensaje de que ,
en esa misma fecha (que mantuvieron como auténtica), había
comenzado Cristo en el cielo el “juicio investigador” o “purificación
del santuario”, todo fundado en Daniel 8:14, según la interpretación
que hace el Adventismo de este texto, de acuerdo con ciertas
visiones, especialmente las de la Sra. White.
2) Por consiguiente, un año después del “chasco”, en 1845, el
Adventismo no tenía otra doctrina nada más que la de la "purificación
del santuario" (o "juicio investigador"); en este año 1845, discutieron
esta doctrina junto con el tema del sábado en un congreso:
“En el congreso bíblico convocado por Hiram Edson, en Port Gibson, a
finales de 1845, se discutieron las doctrinas principales sobre las
cuales se funda nuestra iglesia. El capitán Bates aprendió más acerca
del santuario y Edson aprendió acerca del sábado.”
3) Según hemos observado, en el capítulo III, la doctrina del sábado
les fue transmitida por Raquel Oakes (de la Iglesia Bautista del
Séptimo Día). Por consiguiente, el Adventismo no sacó la doctrina del
sábado de la Biblia, por un estudio que hiciera en ella; ni siquiera
obtuvo la enseñanza del sábado por medio de las visiones de su
profetisa, Sra. White; más aún, esta señora no se interesó en el
asunto del sábado hasta después de contraer matrimonio el 30 de
agosto de 1846: “Hemos oído poco acerca de Jaime y Elena White,
que se habían casado en agosto de 1846. Jaime había sido invitado al
congreso de Port Gibson, convocado por Edson, pero no pudo asistir.
Elena se había encontrado con José Bates dos veces antes de su
casamiento y en ambas ocasiones lo había oído explicar el tema del
sábado. Pero los White no se impresionaron con la importancia de
esta doctrina. Después de su casamiento, los White estudiaron un
folleto que Bates había publicado y aceptaron en seguida el mensaje
del sábado.”
4) Por consiguiente, la única doctrina que constituye el peculiar
mensaje del Adventismo desde 1844 es la doctrina de la “purificación
del santuario” o “juicio investigador”. Esta única doctrina, y sólo ella,
fue la causa de que la Iglesia Adventista del Séptimo Día se fundara
en 1844, tras "el chasco”, y exista desde entonces. Después fueron
adoptando las demás doctrinas que tienen; pero esas otras doctrinas
ya se hallaban en otras iglesias, como es el caso del sábado. Por
consiguiente, el mensaje del santuario es la “razón de ser” de la
Iglesia Adventista del Séptimo Día “desde 1844”. Así lo reconoce el
Dr. Jean Zürcher, un alto dirigente de esta Iglesia en Europa, y que
también fue, en los años sesenta, director y profesor del Seminario
Adventista en Francia, donde impartía clases sobre “Daniel y
Apocalipsis”; él lo dice así: “La profecía de las 2.300 tardes y
mañanas constituye, en efecto, un período profético único en la
Biblia. Este período profético no se encuentra mencionado más que
en el libro de Daniel y no tiene equivalente en ninguna otra parte de
las Escrituras. De su interpretación depende no solamente nuestra
enseñanza acerca del santuario celestial y la doctrina del juicio, sino
incluso nuestra razón de ser como movimiento adventista desde
1844. Por eso ninguna otra profecía tiene más importancia para la
Iglesia Adventista que la de Daniel 8:14, tanto desde el punto de vista
doctrinal como desde el punto vista histórico.” (4/12).
“El pueblo de Dios debería comprender claramente el asunto del
santuario y del juicio investigador.” (2/542).
5) Es evidente que el peculiar mensaje del Adventismo y la causa de
su existencia desde 1844 es la doctrina de la “purificación del
santuario”, basada únicamente en la frase “el santuario será
purificado” (de Daniel 8:14); y, a partir de esa doctrina y en relación
con ella, establecieron después otras doctrinas referentes a cualquier
época de la historia de la salvación: "[…] la doctrina del santuario se
convirtió en el microcosmos del plan de salvación. Esta enseñanza no
sólo fue la 'llave' que abrió el misterio del Chasco de 1844, sino que
'reveló todo un sistema de verdades, que formaban un conjunto
armonioso […]. La luz del santuario iluminaba lo pasado, lo presente y
lo porvenir'."
6) En la Tercera parte, demostraremos que la palabra “purificado” de
Daniel 8:14 es una errónea traducción, y, por tanto, toda la fallida
enseñanza de Guillermo Miller para el 22 de octubre de 1844, y el
peculiar mensaje del Adventismo, fundado en la misma palabra,
“purificado”, no tiene ni un átomo de apoyo en la Biblia; y, si esa
palabra, “purificado”, hubiera estado bien traducida en la Biblia usada
por Miller, nunca hubiera aparecido el Adventismo ni el Jehovismo.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER:
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Tercera parte)
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Tercera Parte)
EL DESMONTAJE DE LOS CÁLCULOS PARA LLEGAR A 1844
Sobre arena, un edificio sostenerse no podrá, y un cálculo tan ficticio
la Historia lo arruinará.
Capítulo I
EL FUNDAMENTO DEL MENSAJE DE GUILLERMO MILLER
1) Miller predicó el mensaje de que el día 22 de octubre de 1844
tendría lugar la segunda venida de Cristo, como ya hemos visto en la
primera parte.
2) Ese mensaje estaba fundado en Daniel 8:14, que, según la versión
usada por Miller, como se ve por las citas aportadas ahora por el
Adventismo, decía igual que la Reina-Valera, que dice así:“[...]: Hasta
dos mil trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será
purificado.”
3) En efecto, de este texto sacó Miller los dos componentes de su
mensaje:
a) De la frase: “dos mil trescientas tardes y mañanas”, interpretadas
como 2.300 días, sacó la fecha de 1844.
b) De la expresión: “el santuario será purificado”, sacó la doctrina de
que el santuario que debía ser purificado en 1844 era la Tierra, lo que
suponía la segunda venida de Cristo en esa fecha, como ya hemos
visto en la primera parte.
4) por consiguiente, tenemos que estudiar estos dos puntos, para
demostrar el error en el que incurrió Miller, que construyó todo su
mensaje “sobre la arena”, como probaremos en lo sucesivo; por
tanto, vamos a ver cómo hizo los cálculos para llegar a 1844; después
revisaremos cada fecha de esos cálculos; y, en la tercera parte,
estudiaremos el tema de la "purificación del santuario".
a) Los 2.300 días (de Daniel 8:14) fueron convertidos en 2.300 años,
sirviéndose de dos textos: Números 14:34 y Ezequiel 4:6, de los
cuales sacan la medida de que “un día = a un año”.
b) Después relacionó estos 2.300 años con la profecía de las 70
semanas de Daniel 9:24-27, y llegó a la conclusión de que estos dos
períodos de tiempo empezaban en la misma fecha, siendo las 70
semanas el primer tramo de los 2.300 días; es decir, cuando se
acabara el tramo de las 70 semanas, se añadiría el resto de los 2.300
días.
c) Ahora le faltaba encontrar la fecha para empezar a contar las 70
semanas de Daniel. El texto de este profeta dice que esas semanas
se empezarían a contar: “[...] desde la salida de la orden para
restaurar y edificar a Jerusalén [...].” (Daniel 9:25).
d) Miller consideró que esa “orden” fue el decreto dado por el rey
persa Artajerjes a Esdras, en el séptimo año de su reinado, según se
indica en Esdras 7:6-28.
e) Después de haber hecho los cálculos que fallaron por tres veces
(como ya hemos visto en la primera parte), Miller y los suyos llegaron
a la conclusión que ese decreto dado por Artajerjes a Esdras (Esdras
7:12-13) “entró en vigor” o “fue promulgado” en el otoño del año 457
a. C., y, por tanto, había que empezar a contar los 2.300 años desde
el otoño de ese año; así, el final coincidiría con el otoño de 1844, en
cuyo año el día 10 del mes séptimo del calendario bíblico, en el cual
era la purificación del santuario judío, coincidía con el 22 de octubre
de dicho año; así se llegó a esta fecha para la segunda venida de
Cristo: “El simbolismo del día de la expiación, que en 1844 cayó el 22
de octubre se combinó con la profecía de los dos mil trescientos días,
y los creyentes adventistas señalaron aquel día como el de la
purificación del santuario. “Se creía que el santuario era la tierra y su
purificación la venida de Cristo.”
“Los dos mil trescientos días habrían terminado en la primavera
[otoño meridional] (el día de año nuevo según el calendario judío) de
1844, si el decreto de Artajerjes se hubiera promulgado el primer día
del año 457 AC. Pero siendo que el decreto no se había promulgado
hasta el otoño [primavera meridional] de aquel año, los dos mil
trescientos años no podían terminar hasta el otoño [primavera
meridional] de 1844. Un estudio más detenido del santuario y su
servicio, les reveló que la purificación del santuario ocurría el día
décimo del mes séptimo. Esto confirmaba la idea de que los dos mil
trescientos años terminarían en el otoño [primavera meridional]
porque el día décimo del mes séptimo correspondía al 22 de octubre
de 1844.”
f) La Sra. White (1827-1915), “profetisa” del Adventismo, cuenta todo
esto de la siguiente manera: “La profecía que parecía revelar con
mayor claridad el tiempo del segundo advenimiento, era la de Daniel
8:14: ’Hasta dos mil y trescientas tardes y mañanas; entonces será
purificado el Santuario.’ (V. M.) Siguiendo la regla que se había
impuesto, de dejar que las Sagradas Escrituras se interpretasen a sí
mismas, Miller llegó a saber que un día en la profecía simbólica
representa un año (Números 14:34; Ezequiel 4:6); vio que el período
de los 2.300 días proféticos, o años literales, se extendía mucho más
allá del fin de la era judaica, y que por consiguiente no podía referirse
al santuario de aquella economía. Miller aceptaba la creencia general
de que durante la era cristiana la tierra es el santuario, y dedujo por
consiguiente que la purificación del santuario predicha en Daniel 8:14
representaba la purificación de la tierra con fuego en el segundo
advenimiento de Cristo. Llegó pues a la conclusión de que si podía
encontrar el punto de partida de los 2.300 días, sería fácil fijar el
tiempo del segundo advenimiento. Así quedaría revelado el tiempo de
aquella gran consumación, [...].” (2/371).
g) Ella misma explica el resto de la interpretación de Miller,
relacionando los 2.300 días con las 70 semanas de Daniel hasta llegar
a 1844: “Había un punto importante en la visión del capítulo octavo,
que no había sido explicado, a saber, el que se refería al tiempo: el
período de los 2.300 días; por consiguiente, el ángel, reanudando su
explicación, se espacia en la cuestión del tiempo:
“ ‘Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu
santa ciudad. ... Sepas pues y entiendas, que desde la salida de la
palabra para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe,
habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; tornaráse a edificar la
plaza y el muro en tiempos angustiosos. Y después de las sesenta y
dos semanas se quitará la vida al Mesías, y no por sí. ... Y en otra
semana confirmará el pacto a muchos, y a la mitad de la semana
hará cesar el sacrificio y la ofrenda.’ (Daniel 9:24-27).
“El ángel había sido enviado a Daniel con el objeto expreso de que le
explicara el punto que no había logrado comprender en la visión del
capítulo octavo, el dato relativo al tiempo: ‘Hasta dos mil y
trescientas tardes y mañanas; entonces será purificado el Santuario.’
Después de mandar a Daniel que ‘entienda’ ‘la palabra’ y que alcance
inteligencia de ‘la visión’, las primeras palabras del ángel son:
‘Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu
santa ciudad.’ La palabra traducida aquí por ‘determinadas’, significa
literalmente ‘descontadas.’ El ángel declara que setenta semanas,
que representan 490 años, debían ser descontadas por pertenecer
especialmente a los judíos. ¿Pero de dónde fueron descontadas?
Como los 2.300 días son el único período de tiempo mencionado en el
capítulo octavo, deben constituir el período del que fueron
descontadas las setenta semanas; las setenta semanas deben por
consiguiente formar parte de los 2.300 días, y ambos períodos deben
comenzar juntos. El ángel declaró que las setenta semanas datan del
momento en que salió el edicto para reedificar a Jerusalén. Si se
puede encontrar la fecha de aquel edicto, queda fijado el punto de
partida del gran período de los 2.300 días. “El decreto se encuentra
en el capítulo séptimo de Esdras. (Vers. 12-26) Fue expedido en su
forma más completa por Artajerjes, rey de Persia, en el año 457 ant.
de J. C. [...] “ ‘Desde la salida de la palabra para restaurar y edificar a
Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y
dos semanas’ – es decir sesenta y nueve semanas, o sea 483 años. El
decreto de Artajerjes fue puesto en vigencia en el otoño del año 457
ant. de J. C. Partiendo de esta fecha, los 483 años alcanzan al otoño
del año 27 de J. C. [...] Entonces fue cuando esta profecía se cumplió.
La palabra ‘Mesías’ significa ‘ el Ungido’. En el otoño del año 27 de J.
C., Cristo fue bautizado por Juan y recibió la unción del Espíritu Santo.
[...].
“ ‘Y en otra semana confirmará el pacto a muchos.’ La semana de la
cual se habla aquí es la última de las setenta. Son los siete últimos
años del período concedido especialmente a los judíos. Durante ese
plazo que se extendió del año 27 al año 34 de J. C., Cristo, primero en
persona y luego por intermedio de sus discípulos, presentó la
invitación del Evangelio especialmente a los judíos.
“ ‘A la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda.’ El año
31 de J. C., tres años y medio después de su bautismo, nuestro Señor
fue crucificado. [...] “Hasta aquí cada uno de los detalles de las
profecías se ha cumplido de una manera sorprendente, y el principio
de las setenta semanas queda establecido irrefutablemente en el año
457 ant. de J. C. y su fin en el año 34 de J. C. Partiendo de esta fecha
no es difícil encontrar el término de los 2.300 días. Las setenta
semanas – 490 días – descontadas de los 2.300 días, quedan 1.810
días. Contando desde 34 de J. C., los 1.810 años alcanzan al año
1844. Por consiguiente los 2.300 días de Daniel 8:14 terminaron en
1844. Al fin de este gran período profético, según el testimonio del
ángel de Dios, ‘el santuario’ debía ser ‘purificado.’ De este modo la
fecha de la purificación del santuario – la cual se creía universalmente
que se verificaría en el segundo advenimiento de Cristo – quedó
definitivamente establecida.”
h) Una vez vista la interpretación de Daniel 8:14 y 9:24-27, para
llegar a 1844, presentada por la persona que más autoridad tiene en
el Adventismo.
i) Vemos que los 2.300 años contados desde el otoño del año 457 a.
C. llegan hasta el otoño del año 1844 d. C. El Adventismo cuenta los
490 años de las 70 semanas desde la misma fecha que los 2.300
años. Cuando terminaron los 490 años (que considera que están
cortados o descontados de los 2.300), los cuales llegan hasta el otoño
del año 34 d. C., suman, a esta fecha, los 1.810 años restantes de los
2.300, y así llegan al otoño del año 1844.
j) Contando las 69 primeras semanas, de las 70 (Daniel 9:25), o 483
años, desde el otoño del año 457 a. C., se llega al otoño del año 27 d.
C., cuando (según el Adventismo) Cristo fue bautizado. Así, a la mitad
de la última semana ( = 7 años), en la primavera del año 31 d. C.,
Jesús fue crucificado; a esta fecha, se suman los 3 ½ años restantes
de la segunda mitad de la última de las 70 semanas, y se llega al
otoño del año 34 d. C., donde termina el período de las 70 semanas (o
490 años). Al otoño del año 34, se suman los 1.810 años restantes de
los 2.300, y se llega al otoño del año 1844 (como se ve en el gráfico
primero), que es la fecha buscada a lo largo de todos estos cálculos.
Por tanto, las fechas de los años 457 a. C., 27 d. C. 31 y 34 sólo son
hitos para llegar al año 1844, que es la fecha fundamental del
Adventismo, hasta tal punto que esta fecha figura entre las
“creencias fundamentales” de la Iglesia Adventista al mismo nivel
que la creencia en Dios, en Jesucristo, etc. (6/254-255). De aquí que,
si se demuestra que alguna de esas cuatro fechas (años 457, 27, 31,
34) es falsa, resultará una catástrofe para las creencias
fundamentales del Adventismo, y para su razón de ser (como hemos
visto en la primera parte). Por tanto, pasamos a examinar esas cuatro
fechas por orden cronológico.
Capítulo II
LA FECHA DEL AÑO 457 A. C.
1) El Adventismo cuenta desde el otoño de este año 457 a. C. las 70
semanas de Daniel 9:24-27 y los 2.300 días (convertidos en años) de
Daniel 8:14. En realidad, estos textos de Daniel contienen dos
profecías distintas entre sí, y nada tiene que ver la una con la otra. En
efecto, la de Daniel 8:14 fue dada “En el año tercero del reinado del
rey Belsasar” (o Baltasar), según Daniel 8:1, que corresponde al “año
553/552 a. C.”, según el mismo Adventismo (7/tomo 4, p. 828). Por lo
que se refiere a la profecía de Daniel 9:24-27, ésta fue dada “En el
año primero de Darío hijo de Asuero, de la nación de los medos, que
vino a ser rey sobre el reino de los caldeos”, según Daniel 9:1. El
Adventismo no tiene ningún interés en precisar, en este lugar de su
Comentario Bíblico, a qué fecha corresponde el primer año de este
Darío (que es el mismo mencionado en Daniel 5:31 y 11:1); pero el
Jehovismo dice lo siguiente sobre Darío el Medo (al que también llama
Darío I): “[...], por lo menos con un año y posiblemente parte de un
segundo año para Darío el Medo, el primer año del rey Ciro el Persa
quizás no haya comenzado sino hasta el año 538 a. de la E. C.,
extendiéndose hasta el siguiente año, 537 a. de la E. C.” “El reinado
de Darío I fue breve; la mención del ‘primer año’ de su reinado infiere
que fue rey por lo menos por un año completo. (Dn. 9:1; 11:1) Ciro lo
siguió en el trono a fines de 538 y el profeta de Jehová, Daniel,
continuó en un puesto alto. ‘En cuanto a este Daniel, prosperó en el
reinado de Darío y el reinado de Ciro el persa.’ (Dan. 6:2, 28) [...].”
(9/13).
2) Por consiguiente, el primer año de Darío el Medo estaría en torno al
año 538 a. C.
3) Por tanto, sabemos que la profecía de Daniel 8:14 (sobre los 2.300
días) fue dada hacia el año 552 a. C., y la de Daniel 9:24-27 (sobre las
70 semanas) fue revelada hacia el año 538 a. C. Esto supone que
entre Daniel 8:14 y Daniel 9:24-27 hay 14 años de diferencia; pero
parece que al Adventismo le gustaría borrar esos 14 años de historia
entre los capítulos 8 y 9 de Daniel, para que así fuera más fácil su
teoría de que las 70 semanas están cortadas del período de los 2.300
días, y por tanto ambas profecías comienzan en la misma fecha. He
aquí un intento de borrar esos 14 años, realizado por el Dr. Jean
Zürcher (a quien ya nos hemos referido más arriba), y publicado en la
Revista oficial del Adventismo; dice así: “[...]. Esto es lo que pide
Daniel en su oración: ‘Dios nuestro ... haz que tu rostro resplandezca
sobre tu santuario asolado’ (Dan. 9:17). Es verdad que el profeta
pensaba en el santuario terrenal, mientras que el ángel le habla del
santuario celestial. Daniel estaba pensando en los setenta años de la
profecía de Jeremías, cuando Gabriel le declaró: ‘Hasta dos mil
trescientas tardes y mañanas; luego el santuario será purificado’
(Dan. 8:14).
4) Vemos cómo el Dr. Zürcher suprime los 14 años que separan los
capítulos 8 y 9 de Daniel, pues, según él, cuando Daniel estaba
orando en el año 538 a. C., vino el ángel y le dijo lo que ya le había
dicho en el año 552 a. C. (es decir, 14 años antes); parece increíble
que un doctor en Filosofía razone de esta manera; pero esto sólo es
un amago de los intentos que harán para conseguir establecer su
fundamental fecha de 1844, lo veremos.
5) Por otra parte, en Números 14:34 y Ezequiel 4:6, no hay ninguna
regla, que diga que en las profecías dadas en días, éstos deban
transformarse en años; pues en esos dos textos sólo se trata de dos
hechos concretos, en cada uno de los cuales se dice lo contrario del
otro: en Números 14:34, se afirma “un año por cada día”, mientras
que, en Ezequiel 4:6, se informa: “día por año”. Veamos esos dos
textos dentro de sus contextos:
a) Dios ordenó a Moisés que enviara doce hombres a reconocer la
tierra de Canaán, donde debían entrar los israelitas; los doce espías
tardaron 40 días en reconocer aquella tierra (Números 13:1-25). Diez
de los doce dieron un informe negativo, que arrastró a los israelitas a
rechazar la orden de Dios para entrar en Canaán; entonces, Dios dijo
que todos los que tuvieran de 20 años para arriba, morirían en el
desierto, excepto Caleb y Josué (Números 14:1-30); por tanto, para
que los desobedientes murieran en el desierto, Dios los castigó a
deambular por allí 40 años, un año por cada día que habían tardado
en reconocer la tierra:“Conforme al número de los días, de los
cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras
iniquidades cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi
castigo.” (Nm. 14:34).
b) En Ezequiel capítulos 4 y 5, Dios anuncia, mediante una serie de
acciones que ordena realizar al profeta, el sitio y destrucción de
Jerusalén, lo cual se explica en 2 Reyes 25:1-10. Entre esos gestos
simbólicos, Ezequiel tuvo que realizar dos, que consistían en cargar
Dios, simbólicamente, la maldad de la casa de Israel, que había
durado 190 años, sobre el profeta, reduciéndola a 190 días ( un día
por cada año), que el profeta tenía que dormir sobre el lado izquierdo;
después, como la maldad de la casa de Israel había durado 40 años,
Dios ordena, al profeta, que duerma otros cuarenta días sobre el lado
derecho, y dice: “[...], y llevarás la maldad de la casa de Judá
cuarenta días; día por año, día por año te lo he dado.” (Ezequiel 4:6).
6) Como es evidente, estos dos pasajes van en sentido contrario. En
el primero, los 40 días se transforman en 40 años; en el segundo, los
40 años se convierten en 40 días. Por tanto, en estos dos pasajes no
hay ninguna regla profética, sino un castigo real en el primer caso, y
un castigo simbólico en el segundo. Si alguien quiere coger estos dos
textos (Números 14:34 y Ezequiel 4:6), para establecer una regla que
mida el tiempo profético, tiene que, según el primer texto,
transformar los días en años (40 días = 40 años), y, según el segundo
texto, tiene que convertir los años en días (40 años = 40 días).
Muchos, por no fijarse bien en lo que dicen estos dos textos bíblicos,
han aplicado (cada uno como bien le ha parecido en cuanto al punto
de partida) el invento de esa regla o norma, que no existe en ninguna
parte, y todos sus cálculos han terminado en un rotundo fracaso; en
ninguna ocasión se ha cumplido lo que han anunciado con unos
cálculos hechos con esa regla (véase el Apéndice 1). Por tanto,
cuando la Biblia da profecías en días, los días sólo son días (véase el
Apéndice 2). Sólo, en las 70 semanas de Daniel, se cuenta un año por
cada día; pero la medida no viene de esos dos textos que
comentamos, sino de un hecho que simboliza lo anunciado en las 70
semanas (lo cual sí se cumplió al pie de la letra); además, en estos
dos casos, la medida del tiempo no se da en días, sino en semanas, y,
en uno de ellos, se dice claramente que son semanas de años.
7) Por tanto, los 2.300 días de Daniel 8:14 son días literales ; se trata
de los días que se iba a tardar en reconstruir el templo de Jerusalén
que, cuando se dio la profecía de Daniel 8: 14 en el año 552 a. C.,
estaba destruido desde el año 19 del reinado de Nabucodonosor (2
Reyes 25:8-10), que es el año 586 a. C. En efecto:
a) En Jeremías 17:27, se anuncia la destrucción de Jerusalén. Esta
destrucción fue realizada, como queda indicado, en el año 586 a. C.,
cuando el templo también fue destruido, según se explica en 2 Reyes
25:8-10.
b) Según Daniel 8:1, en el año 552 a. C., se anuncia la restauración
de ese templo en Daniel 8:14, la cual fue terminada y el templo
dedicado en el sexto año del reinado del rey Darío, según se dice en
Esdras 6:15-18. Este rey es Darío I, y su sexto año (según el
Adventismo) corresponde al año 515 a. C.
c) En Daniel 9:26, se vuelve a anunciar la destrucción de Jerusalén y
del templo, lo cual sucedió en el año 70 d. C. por medio de las
legiones romanas al mando del príncipe Tito, hijo del emperador
romano Vespasiano.
8) Es evidente que el hecho de convertir los 2.300 días en 2.300 años
no tiene base bíblica; de ahí, los intentos del Adventismo para
“cortar” las 70 semanas de los 2.300 días de Daniel 8:14, empezando
los dos períodos al mismo tiempo en el año 457 a. C., como se ve en
el gráfico primero de más arriba; pero ese subterfugio no le sirve para
sus fines; porque no le salen las cuentas en su cálculo de las 70
semanas de Daniel 9:24-27, como vamos a demostrar a continuación.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER:
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Cuarta parte)
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Cuarta Parte)
9) En Daniel 9.25, se dice que las 70 semanas se empezarían a contar
“desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén [...]”.
10) En Esdras 7:12-13, el rey persa Artajerjes dice, al sacerdote judío
Esdras, en su decreto: “Artajerjes rey de reyes, a Esdras, sacerdote y
escriba erudito en la ley del Dios del cielo: Paz. “Por mí es dada orden
que todo aquel en mi reino, del pueblo de Israel y de sus sacerdotes y
levitas, que quiera ir contigo a Jerusalén, vaya.”
11) No se dice en qué día dio el rey Artajerjes esta orden; pero sí se
afirma en la Biblia: “[...], este Esdras subió de Babilonia. [...] Y con él
subieron a Jerusalén algunos de los hijos de Israel, y de los
sacerdotes, levitas, cantores, porteros y sirvientes del templo, en el
séptimo año del rey Artajerjes. Y llegó a Jerusalén en el mes quinto
del año séptimo del rey. Porque el día primero del primer mes fue el
principio de la partida de Babilonia, y al primero del mes quinto llegó
a Jerusalén, [...].” (Esdras 7:6-9).
12) Vemos con claridad que, aunque no se dice en qué día se emitió
esa orden del rey Artajerjes, está claramente expresado que ese viaje
a Jerusalén se realizó en el año séptimo del rey Artajerjes, y que
salieron de Babilonia en el día primero del primer mes, que es Nisán,
equivalente al mes de abril (aproximadamente); y llegaron a
Jerusalén el día primero del mes quinto, que es Av, el cual
corresponde al mes de agosto (aproximadamente), (12/73, 107). Así
que el viaje empezó a primeros de abril, y llegaron a Jerusalén a
primeros de agosto del año séptimo del reinado del rey Artajerjes.
Ahora hay que calcular dos cosas:
a) A qué año del calendario juliano corresponde el año séptimo del
reinado de Artajerjes.
b) En qué momento, dentro de ese año séptimo, el rey Artajerjes
emitió esa “orden”, para realizar ese viaje a Jerusalén.
13) Sobre el año séptimo de Artajerjes, el Adventismo dice: “Uno de
los papiros de doble fecha descubiertos en la colonia judía de
Elefantina, Egipto [...], fue escrito en el año de ascensión al trono de
Artajerjes, en enero del 464 a. C. [...]. Comparándolo con otros
registros, antiguos, se puede deducir que, mediante el cómputo judío,
el ‘comienzo de su reinado’ o ‘año ascensional’ comenzó después del
Año Nuevo judío de 465 a. C. y terminó en el siguiente Año Nuevo
judío, en septiembre-octubre del 464 a. C. Entonces, su ‘primer año’
(su primer año calendario completo) habría sido desde septiembreoctubre del 464 a. C. hasta septiembre-octubre del 463 a. C. El 7º año
de Artajerjes se extendería entonces, desde el otoño (septiembreoctubre) del 458 a. C. hasta el otoño del 457 a. C. [...].”
“Artajerjes ascendió al trono a finales del año 465 A. C. Pero el año
465-464 A. C. no fue el primero de Artajerjes. [...] Tanto judíos como
persas contaban los años del reinado de los monarcas a partir de
fechas fijas. Los judíos contaban los años civiles de otoño a otoño,
comenzando con el 1º de Tisri (Septiembre). El período que iba desde
la ascensión al trono hasta el siguiente día 1º de Tisri era denominado
‘comienzo del reinado’ [...]. Ahora se acostumbra llamarlo ‘año
ascensional’. Podía durar días o meses. Recién al terminar comenzaba
el primer año de reinado.”
14) Por otra parte, tenemos la siguiente información sobre el
comienzo del reinado de Artajerjes, cuando sucedió a su padre Jerjes:
“JERJES. Rey de Persia, llamado Asuero en latín, hijo de Darío I, n.
hacia el año 519 a. de J. C. y m. en 465. [...], siendo asesinado, junto
con su hijo mayor Darío, por el jefe de la guardia, Artabán, en
Diciembre de 465 ó Enero del 464, que fue muerto el mismo día. Le
sucedió su hijo Artajerjes I.”
c) Cuando los judíos que vivían en el reino persa de Artajerjes,
conocieron esa “orden”, los que quisieron ir a Jerusalén, se
concentraron en Babilonia para hacer el viaje con Esdras; en Esdras
8:1-36, se habla de los que hicieron ese viaje.
d) Ahora bien, ¿cuánto tiempo pudo pasar desde que el rey dio la
“orden” hasta que estos judíos se reunieron en Babilonia? Si nos
fijamos en el mapa del reino persa (en la última página), y en , vemos
que los que vivían en la parte oriental de ese reino, por ejemplo, en la
importante ciudad de Bactra, o en el extremo occidental, tuvieron que
recorrer unas distancias mayores que el camino recorrido después
para ir desde Babilonia a Jerusalén rodeando el desierto de Arabia.
Además, puesto que era un viaje sin retorno, pues se trataba de ir a
vivir en Jerusalén, es decir, volver a la tierra de donde habían sido
deportados sus padres, estos judíos tuvieron que liquidar sus
negocios y propiedades antes de ir a Babilonia para reunirse con
Esdras. Por consiguiente, aunque ese viaje hasta Babilonia se hiciera
más rápido que el de Babilonia a Jerusalén, porque un viaje individual
es más rápido que el de una caravana, si en el viaje a Jerusalén se
tardó unos cuatro meses, en el viaje hasta Babilonia, al ser la
distancia, para los más alejados, casi el doble que de Babilonia a
Jerusalén, no podemos calcular que tardaran menos de otros cuatro
meses; a estos cuatro meses hay que sumar el tiempo que tardaron
los heraldos del rey (éstos más rápidos) de llevar la noticia de la
“orden” del rey hasta Bactra, por ejemplo; también hay que sumar el
tiempo que estos judíos tardaran en liquidar sus posesiones. No es
ninguna exageración calcular que, desde que el rey emitió la “orden”
en cuestión hasta que los judíos de los lugares más alejados del reino
persa se pusieran en camino hacia Babilonia, pasaron otros dos
meses más. Por tanto, desde que el rey emitió la “orden” hasta que
Esdras empezó el viaje desde Babilonia, se habrían pasado seis
meses como mínimo; Así, pues, como Esdras salió de Babilonia el día
primero del primer mes, que hemos visto que corresponde a primeros
de abril del calendario juliano, resulta que seis meses antes
corresponde a primeros del mes de octubre del año 458 a. C., es
decir, nos situamos en el comienzo del año 7º del reinado del rey
Artajerjes, que es el comienzo del otoño del año 458 a. C.
19) Por tanto, como la Biblia dice que las 70 semanas se empiezan a
contar “... desde la salida de la orden..." (Daniel 9:25), resulta que, si
comenzamos a contar los 2.300 días al mismo tiempo, como hace el
Adventismo, y la fecha de este comienzo es el principio del otoño del
año 458 a. C., el final de estos 2.300 días (años para el Adventismo)
se sitúa en el comienzo del otoño (primeros de octubre) del año 1843
d. C., pues al retrasar un año el comienzo (desde el 457 al 458),
también se retrasa un año el final (desde el 1844 al 1843).
20) Como se ve, vamos a parar al año 1843 que es la primera fecha
que dio Guillermo Miller para el fin del mundo, fecha que fue
presentada en “el famoso diagrama ‘1843’.”, donde estaban los
cálculos que daban lugar a esa fecha por cuatro caminos distintos
(véase ese diagrama en el Apéndice 1). Después, cuando esa fecha
falló, dieron otras dos: “el 21 de marzo y luego el 18 de abril de
1844”. Por fin, dieron la fecha del 22 de octubre de 1844, que
también falló; así retrasaron la fecha del fin del mundo un año, desde
1843 a 1844, que es el año que ahora encontramos de error en esos
cálculos. Dentro del año 1844, fijaron el día 22 de octubre porque
dicen que, en ese año, ese día correspondía al día 10 de Tisri del
calendario judío, en el cual se celebraba la fiesta de las
“Expiaciones”, consistente en la purificación del santuario israelita
(Levítico 16:29-30):“Un estudio más detenido del santuario y su
servicio, les reveló que la purificación del santuario ocurría el día
décimo del mes séptimo. Esto confirmaba la idea de que los dos mil
trescientos años terminarían en el otoño [primavera meridional]
porque el día décimo del mes séptimo correspondería al 22 de
octubre de 1844.”
21) Ahora bien, si cuentan los 2.300 años por el calendario juliano,
dichos años tienen que haber empezado en el día 22 de octubre del
año 457 a. C.; y, si los cuentan por el calendario judío, esos años
tienen que comenzar el día décimo del mes de Tisri del mismo año
457 a. C. En los dos casos esto da lugar a un error, que consiste en
comenzar a contar las 70 semanas (pues no olvidemos que las
cuentan juntas con los 2.300 años) en el año 8º del rey Artajerjes,
pues este año 8º empezó el día uno de Tisri del año 457 a. C., y el día
de las “expiaciones” era el día décimo de ese mes; lo mismo sucede
si se cuenta por el calendario juliano, pues el 22 de octubre del año
457 a. C. cae dentro del año 8º del rey Artajerjes (véase el gráfico
tercero).
22) Ahora tenemos que preguntar: ¿cómo justifica el Adventismo este
desplazamiento del comienzo de las 70 semanas en un año (del 458
al 457) en contra de lo que dice la Biblia en Daniel 9:25? La profetisa
del Adventismo contesta así:“El decreto de Artajerjes fue puesto en
vigencia en el otoño del año 457 ant. de J. C.”
23) Vemos que, con esta declaración tan rotunda como gratuita, se
cambia el principio de las 70 semanas desde 458 a. C. a un año más
tarde, al 457 a. C., para que, así, el final de los 2.300 días-años no sea
en 1843, como había predicado Miller, sino que ese final sea en el
otoño del año 1844. Repitamos el gráfico tercero agregando las
fechas del verdadero comienzo de las 70 semanas y de esa
pretendida puesta “en vigencia” de la “orden” o “decreto” de
Artajerjes en el 7º año de su reinado:
24) Veamos ahora lo que implicaba la “orden” de Artajerjes para los
judíos que fueron con Esdras desde Babilonia a Jerusalén en el 7º año
del reinado de este rey, según lo explica la Biblia en Esdras 7:1-27 y
8:24-34:
a) Les autorizaba a concentrarse en Babilonia.
b) Marcharse a Jerusalén para residir allí.
c) Llevar consigo más de 22.000 kilos de plata y más de 3.000 kilos
de oro, amén de una cantidad de valiosos objetos; parte de todo esto
fue donado por el mismo rey Artajerjes y su Gobierno (como se
explica en Esdras 7:15-16).
25) El Adventismo debería explicar cómo hicieron todo eso los judíos
sin tener ninguna autorización para ello, puesto que se fueron al
principio del mes de abril del año 457 a. C., y la “orden” para hacerlo
no entró en vigencia hasta el otoño del mismo año, casi dos meses
después de haber llegado a Jerusalén, según su profetisa, Sra. White.
Parece increíble que personas con estudios de Derecho (en el
Adventismo) puedan aceptar y apoyar esas inconsecuencias de su
profetisa; pero jamás nadie podrá encontrar en la Biblia ni en la
Historia ninguna prueba, para demostrar que la “orden” o “decreto”
del rey “Artajerjes fue puesto en vigencia en el otoño del año 457 a.
C.”. Eso es lo que necesitaban para llegar con sus cálculos hasta el
otoño del año 1844, y, sencillamente, se lo inventaron; después lo
confirmó su profetisa, que para eso la crearon.
26) Por fin, podemos preguntar, al Adventismo, que si la fecha
verdadera, para empezar a contar las 70 semanas (y los 2.300 días,
según ellos) era el otoño del año 457 a. C., para llegar al otoño del
año 1844 d. C., ¿por qué hicieron unos cálculos proféticos que
llegaban sólo al año 1843, y los exhibieron en “el famoso diagrama
‘1843’ ” desde 1842? Su profetisa contesta así, apoyándose en una
de sus visiones: “He visto que el diagrama de 1843 fue dirigido por la
mano del Señor, y que no debe ser alterado; que las cifras eran como
él las quería; que su mano cubrió y ocultó una equivocación en
algunas de las cifras, para que nadie pudiese verla, hasta que la
mano de Dios se apartase.”
“[...]. La mano del Señor se apartó de las cifras, y echaron de ver el
error. Advirtieron que los períodos proféticos alcanzaban hasta 1844,
y que la misma prueba que habían aducido para demostrar que los
períodos proféticos terminaban en 1843 demostraba que terminarían
en 1844.”
27) He ahí la profetisa del Adventismo: tan falsa es esa explicación de
lo que hacía ese dios trafullero con su mano, como la explicación de
que: “El decreto de Artajerjes fue puesto en vigencia en el otoño del
año 457 ant. de J. C.”. Pero una cosa es cierta: que el Adventismo
tiene un error, en su fecha del año 457 a. C., que resulta ser falsa, por
lo que no le permite llegar a establecer su creencia fundamental
basada en la fecha de 1844; porque, para llegar a ella, le falta un año,
y esto no tiene arreglo; mas sigamos con las fechas de sus cálculos y
veremos más trafullas.
Capítulo III
LA FECHA DEL AÑO 27 d. C.
1) La fecha del año 27 d. C. es el segundo hito, en los cálculos del
Adventismo, para llegar a 1844. Deducen esta fecha contando las 69
primeras semanas (ó 483 años) de las 70 semanas de Daniel desde el
otoño del año 457 a. C., cuando dice su profetisa que entró en
vigencia el decreto del rey Artajerjes; el mismo Adventismo lo explica
así, apoyándose en la autoridad de ella:
“Comenzando en el otoño [...] del 457 a. C., cuando entró en vigencia
el decreto, las 69 semanas proféticas, o 483 años, llegan hasta el
bautismo de Jesús en el año 27 d. C.”
2) Los comentaristas del Adventismo no tienen más remedio que
escribir esto para dar la razón a su profetisa, la cual también dejó
establecida la fecha del bautismo de Cristo con la siguiente
afirmación rotunda (para que lo demuestren sus seguidores):
“En el otoño del año 27 de J. C., Cristo fue bautizado por Juan [...].”
3) La Biblia que usa el Adventismo, en su Comentario Bíblico, dice que
Jesús fue bautizado: “En el año decimoquinto del imperio de Tiberio
César, [...].” (Lucas 3:1)
4) Ahora, estos comentaristas no pueden demostrar que Cristo fuera
bautizado en el año 27; pero, como no pueden dejar de dar la razón a
su profetisa, recurren a una trafulla para demostrar que el bautismo
de Jesús tuvo lugar en ese año indicado; he aquí sus palabras:
“Augusto murió [...] el 19 de agosto, [...] el año 14 d. C. [...] “[...] los
judíos computaban el reinado de los reyes extranjeros según el año
que comenzaba el 1 de Tisri. Si así fue, es de esperar que Lucas
contara los años de Tiberio, gobernante romano, a partir de 1º de
Tisri, y que su 2º año comenzara el primer día de año nuevo de su
reinado, es decir, el 1º de Tisri del año 14 d. C.”
5) Por una parte, vemos que esperan que Lucas contara los años de
Tiberio por el calendario judío, “según el año que comenzaba el 1 de
Tisri”; pero, por otra parte, contara de forma que el 2º año de Tiberio
empezara en el 1º de Tisri de su reinado; es decir, que el año 2º
comenzara donde, en el calendario judío, empezaba el año 1º
completo; de esta forma, esperan que Lucas convirtiera lo que era el
“año ascensional” en el año 1º.
6) Desde la muerte de Augusto en el día 19 de agosto del año 14,
hasta el día 1º de Tisri siguiente hay un mes y medio
(aproximadamente). Puesto que esperan que Lucas contara los años
de Tiberio por el calendario judío, según el año que comienza en el 1º
de Tisri, resulta que esa fracción de un mes y medio debe ser el “año
ascensional” de Tiberio y, a continuación, comenzar el año 1º de su
reinado, como en el caso del rey Artajerjes (véase el Gráfico cuarto);
pero, como esto no les interesa, han transformado el “año
ascensional” en el primer año; de esta forma, donde debía empezar el
año 1º, comienza el año 2º; por consiguiente, con este subterfugio,
han escamoteado un año al reinado de Tiberio, para que el año 15º
de éste coincida con el año 27. Mediante esta trafulla consiguen
adaptar lo que dice Lucas 3:1, 21 a la fecha del año 27 para el
bautismo de Jesús, como afirma su profetisa.
7) Ahora bien, nadie podrá demostrar jamás que alguien haya
contado alguna vez de esa manera por el calendario judío. Como es
evidente, por el calendario judío se contaban los años completos a
partir del 1º de Tisri, y la fracción de año, que había hasta llegar al 1º
de Tisri, era el “año ascensional”, tal como está contado en el caso
del rey Artajerjes (véase el gráfico cuarto). Por tanto, si se aplica el
sistema judío a los años del imperio de Tiberio, hay que contar los
años de la siguiente forma:
8) Observamos que, contando los años del imperio de Tiberio, según
se contaban por el calendario judío, el año 15º de Tiberio ya no
coincide con el año 27, sino que coincide con el 28 y con el 29. De
esta forma, la fecha que da la profetisa, para el bautismo de Jesús en
el año 27, es totalmente falsa. No obstante, veamos lo que sucede si
contamos los años de Tiberio según el sistema romano; los romanos
no tenían “año ascensional”, ni contaban los años de reinado a partir
de año nuevo, sino que contaban el primer año de reinado desde la
fecha que un emperador empezaba a reinar hasta la misma fecha del
año siguiente; por consiguiente, los años del imperio de Tiberio se
cuentan así, según los romanos:
“Augusto, inmediato predecesor de Tiberio, murió el 19 de agosto del
767 a U. C. = 14 d. C. El año 15 de Tiberio empezaba el 19 de agosto
del 781.)
“Las monedas prueban que Tiberio sólo tomó el título de emperador a
la muerte de Augusto; y desde este año comenzaba su cómputo
imperial. El año 15 de Tiberio va del 19 de agosto de 781 a 19 de
agosto de 782 de Roma.” (16/tomo V, p. 785).
9) Lo que dicen estas dos últimas citas:
10) Es evidente que, contando los años del imperio de Tiberio según
los romanos, su año 15º comprende parte del año 28 y parte del año
29. Por tanto, para poner la fecha del bautismo de Jesús en el otoño
del año 15º del imperio de Tiberio, no hay más remedio que colocar el
bautismo de Jesús en el otoño del año 28. Por tanto, la fecha del
otoño del año 27 (para el bautismo de Cristo), dada por la profetisa
del Adventismo, es una fecha absolutamente falsa. Esto hace que el
segundo hito, que es este año 27, dentro de los cálculos del
Adventismo para llegar al año 1844, tenga que ser removido un año
hacia delante; es decir, desde el año 27 al año 28. Por esto, los
comentaristas del Adventismo hacen la trafulla de escamotear un año
en el reinado de Tiberio (como queda demostrado en el gráfico
quinto); pero prosigamos con el hito siguiente dentro de los cálculos
del Adventismo, que corresponde a la fecha de la muerte de Jesús.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER:
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Quinta parte)
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Quinta Parte)
Capítulo IV
LAS FECHAS DE LOS AÑOS 31 Y 34
1) Para saltar desde el hito del año 27 a los hitos de los años 31 y 34,
la profetisa afirma rotundamente:
“En el año 31 de J. C., tres años y medio después de su bautismo,
nuestro Señor fue crucificado. [...]
“Las setenta semanas, o 490 años concedidos a los judíos, terminaron
[...] en el año 34 de J. C.” (2/375).
2) Ahora, los comentaristas del Adventismo tienen que intentar
probar que Jesús murió en la fecha que afirma su profetisa, así como
la fecha del año 34; éstos, tras recurrir a una serie de embrollos para
establecer la fecha del bautismo de Jesús en el año 27, concluyen
escamoteando un año del reinado de Tiberio (como ya hemos visto);
pero, siguiendo con su Comentario, pretenden probar que la fecha de
la crucifixión de Jesús fue en el año 31, y que 3 ½ años después
concluyeron las 70 semanas de Daniel; ellos lo afirman así:
“Esta semana, la septuagésima, comenzó en 27 d. C. al iniciarse el
ministerio público de Cristo en ocasión de su bautismo. Se extendió
más allá de la crucifixión en ‘la mitad de la semana’, ocurrida en la
primavera (marzo-abril) del 31 d. C. hasta el rechazo de los judíos
como pueblo del pacto, en el otoño del 34 d. C. [...].” (7/tomo 4, p.
880).
“En resumen: no hay una prueba decisiva, ni histórica ni cronológica –
como tampoco hay pruebas contrarias -, de que Jesús comenzara su
ministerio a fines del año 27 d. C., o sea, al final de las 69 semanas
de años, contadas a partir del año 457 a. C., o que puso fin al
simbolismo de los sacrificios y las ofrendas en la cruz exactamente 3
½ años más tarde, en la primavera del año 31 d. C., quedando aún 3
½ años de la 70ª semana para completar el período de 490 años
desde su punto de partida. Sin embargo, aunque uno no pueda
afirmar que estas fechas están comprobadas con fuentes
documentales históricas directas, se las puede aceptar como
deducciones muy razonables, teniendo en cuenta las profecías.”
3) Vemos que los comentaristas adventistas dicen que “no hay una
prueba decisiva, ni histórica ni cronológica [...], de que Jesús
comenzara su ministerio a fines del año 27 d. C.” Esto es
precisamente lo que venimos demostrando al revisar las fechas de
sus cálculos cronológicos en la interpretación de las 70 semanas de
Daniel hecha por su profetisa. Exactamente por esto, porque no hay
una prueba decisiva para establecer la fecha del año 27 d. C.,
intentan fabricarla ellos, escamoteando un año en el reinado del
emperador romano Tiberio; pero, por otra parte, afirman que
“tampoco hay pruebas contrarias”, para establecer esa fecha del año
27; esto es una afirmación gratuita, porque sí hay pruebas que tiran
por tierra esa fecha; pero ellos silencian unas y desprestigian otras
con un cúmulo de embrollos hasta extremos inauditos, como puede
comprobarse en su Comentario (7/tomo 5, pp. 225-259). No obstante,
además de todas las pruebas que les venimos mostrando aquí, que
desenmascaran lo erróneas que son las fechas-hitos de su cronología,
hay muchas más pruebas bíblicas, históricas y astronómicas, que
sitúan, en otras fechas correctas y distintas de las de ellos, las fechas
del bautismo y crucifixión de Cristo.
4) En las dos últimas citas, también nos dicen que, sumando 3 ½ años
a la fecha del año 27, se llega a la fecha de la muerte de Jesús en la
primavera del año 31; y, sumando otros 3 ½ años a esta última fecha,
se consigue la fecha del otoño del año 34, que, según ellos, este año
34 es el final de las 70 semanas de Daniel. Veamos esto:
a) Una vez restaurado (en el reinado de Tiberio) el año que ellos
habían escamoteado, el otoño del año 15º del imperio de Tiberio ya
no coincide con el otoño de año 27, como quieren ellos, sino con el
otoño del año 28. Por tanto, es en el otoño de este año 28 donde se
sitúa el bautismo de Cristo, siempre que, en Lucas 3:1, se lea la
palabra IMPERIO.
b) Por consiguiente, sumando los 3 ½ años del ministerio de Jesús al
otoño del año 28, la crucifixión de Cristo se sitúa en la primavera del
año 32; con esto, queda claro que la fecha del año 31 es totalmente
falsa, a pesar de todo lo que digan la profetisa y los dirigentes del
Adventismo.
c) Si, a la fecha de la crucifixión, sumamos otros 3 ½ años, como
quiere el Adventismo, vamos a parar al otoño del año 35, y no al del
año 34, aunque la susodicha profetisa diga lo contrario.
5) En consecuencia, si, como quiere el Adventismo, la fecha del
bautismo de Jesús tiene que ser en el otoño del año 15º del imperio
de Tiberio y, 3 ½ años después, tuvo lugar la crucifixión, ésta
forzosamente se sitúa en la primavera del año 32, y no del 31 donde
la sitúa su profetisa; y, si a la fecha de la crucifixión se suman otros 3
½ años, para llegar al final de las 70 semanas de Daniel, el resultado
es que las 70 semanas terminan en el otoño del año 35, como vemos
en el gráfico octavo. Esto supone que la fecha del año 34 también es
falsa, a pesar de tantas trafullas y de tanta profetisa.
Capítulo V
LA FECHA DEL AÑO 1844
1) La profetisa del Adventismo dice rotundamente cómo se llega a
establecer la fecha del año 1844, en el cual, según ella, empezó “la
purificación del santuario”; éstas son sus palabras: “[...] el principio
de las setenta semanas queda establecido irrefutablemente en el año
457 ant. de J. C. y su fin en el año 34 de J. C. Partiendo de esta fecha
no es difícil encontrar el término de los 2.300 días. Las setenta
semanas – 490 días – descontadas de los 2.300 días, quedan 1.810
días. Concluidos los 490 días, quedan aún por cumplirse los 1.810
días. Contando desde 34 de J. C., los 1.810 años alcanzan al año
1844. Por consiguiente los 2.300 días de Daniel 8:14 terminaron en
1844. Al fin de este gran período profético, según el testimonio del
ángel de Dios, ‘el santuario’ debía ser ‘purificado’. De este modo la
fecha de la purificación del santuario [...] quedó definitivamente
establecida.”
2) Los comentaristas del Adventismo, fieles defensores y apoyadores
de la doctrina de su profetisa hasta el día de hoy, confirmando
dócilmente lo dicho por ella, afirman lo siguiente: “Puesto que las 70
semanas, o 490 años, son parte del período más largo de 2.300 años
y puesto que los primeros 490 años de ese período se extienden
hasta el otoño del 34 d. C., es posible calcular la fecha de la
terminación de los 2.300 años. Sumando a 34 d. C. los 1.810 años
restantes de los 2.300 años se llega hasta el otoño de 1844 cuando el
santuario debía ser ‘purificado’ [...].”
3) Antes de continuar con lo relativo a la fecha de 1844, debemos
hacer aquí la siguiente observación: esta última cita está tomada del
comentario al capítulo 9 de Daniel; para el comentario a este capítulo
9 de Daniel se emplean sólo siete páginas; pero, al final de las cuales,
se dice: “COMENTARIOS DE ELENA G. DE WHITE”, y, debajo de este
título, se coloca una lista de sus obras indicando la página (o páginas)
que hay que leer de cada una de esas obras, donde ella comenta el
capítulo 9 de Daniel; en total hay que leer 36 páginas de esas obras
(7/tomo 4, p. 881). Si nos fijamos, por ejemplo, en un lugar de la
Biblia ajeno a este tema, como es el capítulo 10 del evangelio de
Marcos, hallamos que estos comentaristas adventistas escriben poco
más de dos páginas para comentar ese capítulo 10; pero indican para
leer 89 páginas de los libros de su profetisa, donde ella comenta el
capítulo 10 de Marcos. Por tanto, podemos afirmar que, como lo
muestra la evidencia, el Comentario Bíblico Adventista está hecho en
favor de y por su profetisa, y sirve al Adventismo:
a) Para paliar los errores de ella hasta donde les es posible.
b) Como una guía para leer los libros de su profetisa.
c) Para mostrar que los comentaristas del Adventismo están
amordazados y maniatados por un servilismo ciego a su profetisa,
cuya inspiración fue fabricada por la misma Iglesia Adventista en sus
primeros tiempos.
4) Volviendo a la fecha de 1844, vemos que, tanto la profetisa como
sus comentaristas, dicen que, descontando de los 2.300 años los 490
años de las 70 semanas, restan otros 1.810 años, los cuales se
agregan al año en el cual terminan las 70 semanas. Como el fin de
esas semanas es, para ellos, el año 34, suman, a este año, los otros
1.810, y así llegan a establecer la fecha del año 1844; pero, como,
según ya hemos visto, la fecha del año 34 es falsa, y la fecha
verdadera (de acuerdo con el año 15º del imperio de Tiberio) es el
año 35 (véase el gráfico octavo), resulta que esos 1.810 años hay que
sumarlos al año 35; siendo esto así, tenemos como resultado de esta
suma que la fecha del año 1844 también es falsa; porque, sumando
1.810 años al otoño del año 35, vamos a parar al otoño del año 1845.
Esto nos muestra que hay una laguna de dos años en los cálculos del
Adventismo, para poder llegar al año 1844, en el cual afirma que
empezó “la purificación del santuario” o “juicio investigador”. Esta
laguna de dos años se produce de la manera siguiente:
a) El Adventismo empieza a contar el período de los 2.300 años junto
con las 70 semanas en el otoño del año 457 a. C. (véase el gráfico
primero); pero, como ya queda demostrado, esa fecha del año 457 es
falsa, siendo la fecha verdadera el año 458 a. C., con lo cual el
comienzo de los cálculos, para llegar a 1844, retrocede un año.
b) El Adventismo, confirmando lo dicho por su profetisa, pone el final
de las 70 semanas (o 490 años) en el año 34 d. C.; pero, como queda
demostrado, esta fecha del año 34 también es falsa, siendo la
verdadera, de acuerdo – como el Adventismo quiere – con el año 15º
del imperio de Tiberio (Lucas 3:1) el año 35 (como se ve en el gráfico
octavo); con lo cual el final de los 490 años avanza un año, pasando
del 34 al 35.
c) Por consiguiente, vemos que el Adventismo tiene una laguna de un
año al comienzo de las setenta semanas; por lo que, contando desde
la verdadera fecha, que es el año 458 a. C., los 2.300 días de Daniel
8:14, sólo puede llegar al otoño del año 1843, con lo cual su fecha de
1844 resulta ser falsa.
d) Ahora bien, como el Adventismo, según ya hemos visto, “corta” los
490 años (de las 70 semanas) de los 2.300 años, y los 1.810 años
restantes los suma al año 34 (que considera el final de los 490), para
llegar a 1844, y la fecha del año 34 es falsa, siendo la verdadera el
año 35, hay que sumar a este año los 1.810 años, con lo cual
llegamos al año 1845; esto nos demuestra que la fecha de 1844 no
sólo es falsa, sino que, además, es imposible llegar a ella; porque,
según lo dicho en Daniel 9:25 : “desde la salida de la orden”, se
produce una laguna de un año hacia atrás en el comienzo de las 70
semanas; y según lo dicho en Lucas 3:1 : “En el año decimoquinto del
imperio ...” (como ellos interpretan) se produce una laguna de otro
año hacia delante en el final de las 70 semanas.
5) Podemos apreciar el dilema en que se halla el Adventismo a la hora
de demostrar que los 2.300 “años” terminan en el otoño de 1844.
Veamos:
a) Si se cuentan esos 2.300 años desde la verdadera fecha del
comienzo de las 70 semanas, que, de acuerdo con la Biblia (Daniel
9:25), es el otoño del año 458 a. C., sin considerar las fechas del
bautismo y muerte de Jesús, dichos años terminan en el otoño del año
1843 d. C. (pues 457,25 años de antes de Cristo más 1842,75 de
después de Cristo nos llevan a este año); pero esto no interesa al
Adventismo; porque esta fecha es a la que llegó Guillermo Miller por
cuatro caminos distintos; pero el Adventismo la cambió a 1844, como
ya hemos visto.
b) Si se cuentan desde la misma fecha del otoño del año 458 a. C. las
70 semanas, teniendo en cuenta la fecha del bautismo de Jesús
(según Lucas 3:1), estas semanas (ó 490 años) terminan en el otoño
del año 33 d. C., pues 457,25 años de antes de C. más 32,75 de
después de C. suman los 490 años. Ahora bien, como los 1.810 años
restantes (de los 2.300) hay que sumarlos a la fecha en la cual
termina la última de las 70 semanas, que, como se ve en el gráfico
octavo, es el otoño del año 35, sumados aquí estos 1.810 años nos
llevan al otoño del año 1845. Así, el año 1844 no aparece por ninguna
parte; porque se produce una laguna de dos años, que son los que
hay entre el otoño del año 33 (donde concluyen los 490 años) y el
otoño del año 35 (donde deben empezar a contarse los 1.810 años).
6) El Adventismo, con su profetisa a la cabeza, solucionan este dilema
tapando esa laguna de dos años, mediante las dos artimañas
siguientes:
a) Primera artimaña: contradiciendo lo que dice la Biblia, afirman
gratuitamente que las 70 semanas no se cuentan desde que salió la
“orden” de Artajerjes (como dice Daniel 9:25), sino desde que esa
“orden” entró en “vigencia”, y el momento de esa entrada en
vigencia fue en el otoño del año 457 a. C. De esta forma hacen
avanzar un año el principio de los 490 años (como se ve en la tercera
línea gruesa de ese gráfico noveno), con lo cual el final, en vez de
terminar en el otoño del año 33, termina en el otoño del año 34; de
esta forma cubren la laguna de un año, que es el que hay desde el
otoño del año 458 al otoño del 457 a. C.
b) Segunda artimaña: ésta consiste en que, mediante la argucia de un
galimatías, escamotean un año en los años de reinado del emperador
Tiberio, como ya hemos visto en el gráfico quinto. Con este
escamoteo de un año consiguen que la última semana de las 70
termine en el otoño del año 34, en lugar del año 35; de esta forma
cubren la laguna de otro año, que es el que va desde el otoño del año
34 al otoño del año 35. De esta manera, haciendo retroceder un año
el final de los 490 años, se sitúan en el otoño del año 34 y, contando
desde aquí los 1.810 años, llegan al otoño de 1844 (pues 456,25 años
de antes de Cristo más 1843,75 años de después de Cristo son 2.300
años), una fecha falsa conseguida mediante dos artimañas
trafullescas (véase Efesios 4:14); pero que, para el Adventismo, es
una creencia fundamental; pero veamos lo que depende de esa fecha
de 1844.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER:
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Sexta parte)
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Sexta parte)
EL DESMONTAJE DE LA PURIFICACIÓN DEL SANTUARIO CELESTIAL
COMENZADA EN 1844
Una doctrina tan falsa prevalecer no podrá, la doctrina de la Biblia
con ella acabará.
Capítulo I
LA PURIFICACIÓN DEL SANTUARIO CELESTIAL
COMENZADA EN 1844 FRENTE A LA BIBLIA
1) Guillermo Miller y sus seguidores, entre los cuales estaba la que
después sería la profetisa del Adventismo, creían que la purificación
del santuario, a la cual alude Daniel 8:14 (según ciertas traducciones,
142/380), era la purificación de la Tierra en el momento de la
segunda venida de Cristo, la cual ellos anunciaron, por cuarta vez,
para el día 22 de octubre de 1844. Cuando llegó esta fecha y no vino
Cristo, no sabían a qué se refería esa “purificación del santuario”: “Se
creía que el santuario era la tierra y su purificación la venida de
Cristo.” “En ese cálculo, todo era claro y armonioso, menos la
circunstancia de que en 1844 no se veía acontecimiento alguno que
correspondiese a la purificación del santuario.”
2) La profetisa cuenta que entonces investigaron en la Biblia y vieron
que la Tierra no era el santuario; pero también encontraron, en ella,
la explicación de todo lo relativo al tema del santuario: “En sus
investigaciones vieron que en las Sagradas Escrituras no hay prueba
alguna en apoyo de la creencia general de que la tierra es el
santuario; pero encontraron en la Biblia una explicación completa de
la cuestión del santuario, su naturaleza, su situación y sus servicios;
[...].”
3) Según la misma "escritora", la purificación del santuario indicada
en Daniel 8:14 se refiere a la purificación del santuario celestial, del
cual era una sombra el tabernáculo construido por Moisés; por tanto,
en 1844, empezó la purificación del santuario del cielo; ella lo dice
así: “Las Escrituras contestan con claridad a la pregunta: ¿Qué es el
santuario? La palabra ‘santuario’, tal cual la usa la Biblia, se refiere en
primer lugar, al tabernáculo que construyó Moisés, como figura o
imagen de las cosas celestiales; y, en segundo lugar, al ‘verdadero
tabernáculo’ en el cielo, hacia el cual señalaba el santuario terrenal.
Muerto Cristo, terminó el ritual típico. El ‘verdadero tabernáculo’ en el
cielo es el santuario del nuevo pacto. Y como la profecía de Daniel
8:14 se cumple en esta dispensación, el santuario al cual se refiere
debe ser el santuario del nuevo pacto. Cuando terminaron los 2.300
días, en 1844, hacía muchos siglos que no había santuario en la
tierra. De manera que la profecía: ‘Hasta dos mil y trescientas tardes
y mañanas; entonces será purificado el Santuario,’ se refiere
indudablemente al santuario que está en el cielo.”
4) La misma autora, haciendo un paralelo con el servicio que se
realizaba en el santuario terrenal, explica en qué consiste la
purificación del santuario celestial, que, según el Adventismo, empezó
en 1844: “Pero queda la pregunta más importante por contestar:
¿Qué es la purificación del santuario? [...] “El servicio del santuario
terrenal consistía en dos partes; los sacerdotes ministraban
diariamente en el lugar santo, mientras que una vez al año el sumo
sacerdote efectuaba un servicio especial de expiación en el lugar
santísimo, para purificar el santuario. [...] “El servicio del sacerdote
durante el año en el primer departamento del santuario, ‘adentro del
velo’ que formaba la entrada y separaba el lugar santo del atrio
exterior, representa la obra y el servicio a que dio principio Cristo al
ascender al cielo. [...] “Este ministerio siguió efectuándose durante
dieciocho siglos en el primer departamento del santuario. La sangre
de Cristo, ofrecida en beneficio de los creyentes arrepentidos, les
aseguraba el perdón y aceptación cerca del Padre, pero no obstante
sus pecados permanecían inscritos en los libros de registro. Como en
el servicio típico al fin del año, así también, antes de que la obra de
Cristo para la redención de los hombres se complete, queda por hacer
una obra de expiación para quitar el pecado del santuario. Este es el
servicio que empezó cuando terminaron los 2.300 días. Entonces, así
como lo había anunciado Daniel el profeta, nuestro Sumo Sacerdote
entró en el lugar santísimo, para cumplir la última parte de su
solemne obra: la purificación del santuario.
“[...]. Y así como la purificación típica de lo terrenal se efectuaba
quitando los pecados con los cuales había sido contaminado (el
santuario), así también la purificación real de lo celestial debe
efectuarse quitando o borrando los pecados registrados en el cielo.
Pero antes de que esto pueda cumplirse deben examinarse los
registros para determinar quiénes son los que, por su arrepentimiento
del pecado y su fe en Cristo, tienen derecho a los beneficios de la
expiación cumplida por él. La purificación del santuario implica por lo
tanto una obra de investigación – una obra de juicio. Esta obra debe
realizarse antes de que venga Cristo para redimir a su pueblo, [...].
“Así que los que andaban en la luz de la palabra profética vieron que
en lugar de venir a la tierra al fin de los 2.300 días, en 1844, Cristo
entró entonces en el lugar santísimo del santuario celestial para
cumplir la obra final de la expiación preparatoria para su venida.”
5) Por consiguiente, siempre según la profetisa del Adventismo, Cristo
desarrolló su ministerio en el lugar santo del santuario celestial desde
su ascensión hasta 1844; entonces pasó desde el lugar santo al lugar
santísimo del santuario celestial, donde estaba su Padre; en aquel
momento empezó “el juicio investigador”, para averiguar quiénes, de
entre los creyentes, permanecieron fieles hasta el fin de su vida; si
éste fue el caso, se les borran los pecados y quedan destinados para
la vida eterna, de lo contrario quedan destinados a la condenación.
Veamos, según la profetisa, cómo escudriña, Dios, la vida de cada
creyente para enterarse de lo que cada uno ha hecho o dejado de
hacer; y a toda esa inquisición es a lo que ella llama “el juicio
investigador”, para expiar y borrar los pecados de los que
permanecieron fieles; en eso consiste “la purificación del santuario”,
porque éste es purificado de los pecados de los creyentes que
permanecieron fieles hasta el final de sus vidas; cuando ese juicio
investigador termine y en él se borren los pecados de los creyentes,
Cristo vendrá: “Acompañado por ángeles celestiales, nuestro gran
Sumo Sacerdote entra en el lugar santísimo, y allí, en la presencia de
Dios, da principio a los últimos actos de su ministerio en beneficio del
hombre, a saber, cumplir la obra del juicio y hacer expiación por
todos aquellos que resulten tener derecho a ella. “La obra de cada
uno pasa bajo la mirada de Dios, y es registrada e imputada ya como
señal de fidelidad ya de infidelidad. Frente a cada nombre, en los
libros del cielo, aparecen, con terrible exactitud, cada acto egoísta,
cada deber descuidado, y cada pecado secreto, con todas las tretas
arteras. Las admoniciones o reconvenciones divinas despreciadas, los
momentos perdidos, las oportunidades despreciadas, la influencia
ejercida para bien o para mal, con sus abarcantes resultados, todo
fue registrado por el ángel anotador. “A medida que los libros de
memoria se van abriendo en el juicio, las vidas de todos los que
hayan creído en Jesús pasan ante Dios para ser examinadas por él.
Empezando con los que vivieron los primeros en la tierra, nuestro
Abogado presenta los casos de cada generación sucesiva, y termina
con los vivos. Cada nombre es mencionado, cadacaso
cuidadosamente investigado. Habrá nombres que serán aceptados, y
otros rechazados. [...] “La obra del juicio investigador y el acto de
borrar los pecados deben realizarse antes del segundo advenimiento
del Señor. Pero el apóstol Pedro dice terminantemente que los
pecados de los creyentes serán borrados ‘cuando vendrán los
tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, y enviará a
Jesucristo.’ (Hechos 3:19,20.) Cuando el juicio investigador haya
concluido, Cristo vendrá con su recompensa para dar a cada cual
según sus obras.”
6) Toda esta doctrina (o creencia) fundamental (para el Adventismo)
de la purificación del santuario celestial, consistente en un “juicio
investigador”, comenzado en 1844, para purificar dicho santuario
borrando los pecados de los creyentes (y que ese juicio tiene que
terminar antes de la segunda venida de Cristo), desde el punto de
vista de la enseñanza del Nuevo Testamento no es nada más que un
galimatías embrollesco y antibíblico. Veamos esto por partes:
a) El texto empleado por la profetisa, al final de la última cita, dice
según ella:
“[...] los pecados de los creyentes serán borrados ‘cuando vendrán los
tiempos del refrigerio de la presencia del Señor, y enviará a
Jesucristo.’ (Hechos 3:19,20).” (2/539).
b) Pero la Biblia dice esto:
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros
pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de
refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue antes anunciado; [...].”
(Hechos 3:19,20).
c) Los acontecimientos, en este texto, siguen este orden:
1º) “arepentíos y convertíos”: esta expresión es la oración principal
de la frase.
2º) “para que sean borrados vuestros pecados;” esto es una oración
final, que indica que el hecho de borrar los pecados tiene lugar
cuando se realiza lo dicho en la oración principal, que es cuando uno
se arrepiente y se convierte; por tanto, ya se borraban los pecados
cuando los creyentes se arrepentían y se convertían en los tiempos
de los apóstoles, sin que tuvieran que esperar a que llegara el año
1844.
3º) Todo eso daría como consecuencia lo que dice la segunda oración
final: la llegada de tiempos de refrigerio de la presencia del Señor, lo
cual sucede después de lo indicado en la oración principal y en la
primera final.
4º) Por último, Dios enviaría a Jesucristo; es decir, llegaría la segunda
venida.
d) La profetisa invierte los hechos reseñados en este texto bíblico; lo
hace así:
a) En primer lugar vienen los tiempos del refrigerio.
b) Entonces se borran los pecados a los creyentes.
c) La segunda venida.
e) Se ve que la profetisa ha escamoteado, en ese texto bíblico, la
causa del borramiento de los pecados de los creyentes, que está
expresada en el punto 1º; que es el arrepentimiento y la conversión;
por medio de este galimatías traslada el borramiento de los pecados
a otro momento distinto al que dice el texto bíblico, que es el
momento cuando el creyente se arrepiente y se convierte; porque,
para la profetisa, los pecados de los creyentes no pueden ser
borrados nada más que durante ese inventado “juicio investigador”
comenzado en 1844; así, ella contradice la enseñanza de la Biblia.
7) Hay otro texto bíblico que la profetisa ni siquiera usa en la obra
donde expone su doctrina sobre su invento del “juicio investigador”.
Este texto dice así: “Te encarezco delante de Dios y del Señor
Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación
y en su reino, [...].” (2 Timoteo 4:1).
8) Evidentemente la “manifestación” de Cristo es su aparición en el
momento de su segunda venida, y, antes de ese momento, no habrá
sido juzgado ningún muerto ni ningún vivo, justo lo contrario de lo
que dice la profetisa del Adventismo; a saber, que Cristo no vendrá
hasta que termine de juzgar a los muertos y a los vivos creyentes. Por
consiguiente, este texto bíblico tira por tierra el cuento de ese “juicio
investigador” inexistente.
9) Por otra parte, el montaje del Adventismo sobre la “purificación del
santuario celestial” mediante la expiación y el borramiento de los
pecados de los creyentes, hallados fieles en ese “juicio investigador”,
comenzado en 1844, tropieza con una dificultad bíblica insuperable.
Veamos: a) La profetisa dice que Cristo, desde su ascensión, estuvo
en el lugar santo del santuario celestial hasta 1844; entonces entró
en el lugar santísimo, donde estaba su Padre, para realizar ante él
dicho “juicio investigador” “El servicio del sacerdote durante el año
en el primer departamento del santuario [...] representa la obra y el
servicio a que dio principio Cristo al ascender al cielo. [...]
“Este ministerio siguió efectuándose durante dieciocho siglos en el
primer departamento. La sangre de Cristo, ofrecida en beneficio de
los creyentes arrepentidos, les aseguraba perdón y aceptación cerca
del Padre, pero no obstante sus pecados permanecían inscritos en los
libros de registro. Como en el servicio típico había una obra de
expiación al fin del año, así también, antes de que la obra de Cristo
para la redención de los hombres se complete, queda por hacer una
obra de expiación para quitar el pecado del santuario. Este es el
servicio que empezó cuando terminaron los 2.300 días. Entonces, así
como lo había anunciado el profeta Daniel, nuestro Sumo Sacerdote
entró en el lugar santísimo, para cumplir la última parte de su
solemne obra: la purificación del santuario.
“[...]. Acompañado por los ángeles, nuestro gran Sumo Sacerdote
entra en el lugar santísimo, y allí, en presencia de Dios, da principio a
los últimos actos de su ministerio en beneficio del hombre, a saber,
cumplir la obra del juicio y hacer expiación por todos aquellos que
resulten tener derecho a ella.”
b) Por consiguiente, hasta 1844, Cristo estuvo en el lugar santo,
mientras que su Padre estaba en el lugar santísimo. Por fin, según la
profetisa, en 1844, Cristo entró en el lugar santísimo donde estaba su
Padre. Esta teoría que dice que Cristo no se juntó con su Padre hasta
1844, es contraria a la Biblia, que en más de una ocasión dice que
Cristo está junto con su Padre desde que ascendió al cielo; he aquí
dos citas bíblicas (de entre otras que dicen igual):“Esteban, lleno del
Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a
Jesús que estaba a la diestra de Dios, [...]. (Hechos 7:55). “[...],
buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de
Dios.” (Colosenses 3:1).
10) Por tanto, estos textos bíblicos demuestran que es imposible que
Cristo no estuviera con su Padre hasta 1844; como consecuencia, la
enseñanza de la profetisa resulta falsa, y la teoría de su “purificación
del santuario” y su “juicio investigador”, comenzados en 1844, no son
nada más que una fantástica quimera.
11) Ahora bien, el Adventismo no se rinde, y, como lo que dice su
profetisa, para él, está inspirado por Dios (véase el Apéndice 4), ésta
se encarga de solucionar esa dificultad, para convertir esa quimera en
una verdad, asegurando que Dios tiene dos tronos: un trono en el
lugar santo, donde estuvo sentado con Cristo desde que éste
ascendió al cielo hasta el momento en que pasó a sentarse, en 1844,
en su otro trono situado en el lugar santísimo; así que, en esa fecha
de 1844, el Padre cambió de lugar, y, a continuación, Jesús hizo lo
mismo; así se volvieron a juntar los dos en el lugar santísimo; no es
que ella se haya imaginado todo esto, sino que, con toda seriedad,
afirma que lo vio en una de sus visiones; he aquí sus palabras: “Vi un
trono, y sobre él se sentaban el Padre y el Hijo. Me fijé en el rostro de
Jesús y admiré su hermosa persona. No pude contemplar la persona
del Padre, pues le cubría una nube de gloria. [...]
“Vi al Padre levantarse del trono, y en un carro de llamas entró en el
lugar santísimo, al interior del velo, y se sentó (“en el gran trono
blanco” Entonces Jesús se levantó del trono, y la mayoría de los que
estaban posternados se levantó con él. [...] “Después de eso, un carro
de nubes, cuyas ruedas eran como llamas de fuego, llegó rodeado de
ángeles, adonde estaba Jesús. Él entró en el carro y fue llevado al
lugar santísimo, donde el Padre estaba sentado. Allí contemplé a
Jesús, el gran Sumo sacerdote, de pie delante del Padre.”
12) Evidentemente, en ningún lugar de la Biblia se enseña que Dios
tenga dos tronos; por lo que esta enseñanza sólo es fruto de esta
pretendida visión, la cual no es nada más que una gran patraña;
porque, mediante ella, la profetisa contradice totalmente lo que dice
la Biblia; en efecto, la profetisa afirma que, cuando Jesús pasó al lugar
santísimo en 1844 fue para realizar allí la obra que estaba
simbolizada por lo que hacía el Sumo Sacerdote judío una vez al año
entrando en el lugar santísimo del santuario terrenal, para purificarlo
de los pecados:“Una vez al año, en el gran día de las expiaciones, el
sacerdote (sic, era el Sumo Sacerdote) entraba en el lugar santísimo
para purificar el santuario. [...] “[...]. Como en el servicio típico había
una obra de expiación al final del año, así también, antes de que la
obra de Cristo para la redención de los hombres se complete, queda
por hacer una obra de expiación para quitar el pecado del santuario.
Este es el servicio que empezó cuando terminaron los 2.300 días.
Entonces, así como lo había anunciado Daniel el profeta, nuestro
Sumo Sacerdote entró en el lugar santísimo, para cumplir la última
parte de su solemne obra: la purificación del santuario.”
13) En efecto, esta teoría de la profetisa contradice lo que enseña la
Biblia, afirmando que lo que hacía “el sumo sacerdote [...] cada año
con sangre ajena.” Cristo lo hizo “una vez para siempre por el
sacrificio de sí mismo [...]" (Hebreos 9:25-26).
14) Por tanto, la obra simbólica que realizaba el Sumo sacerdote una
vez cada año entrando en el lugar santísimo, ya la había realizado
Cristo en la realidad, cuando se escribió la epístola a los Hebreos en
el siglo I; por consiguiente, es antibíblica la doctrina que enseña que
Cristo empezó esa obra en 1844, como quiere el Adventismo con su
profetisa a la cabeza; por esto, esta profetisa no emplea este pasaje
de Hebreos 9:25-26 al hacer el paralelo entre lo que hacía el Sumo
Sacerdote una vez cada año simbolizando lo que hizo Cristo una sola
vez en el siglo I; ella no emplea este pasaje bíblico en sus obras, a
pesar de que es el texto específico de la Biblia donde se habla de ese
paralelo, porque la profetisa quiere que lo que la Biblia dice que Cristo
dejó terminado en el siglo I, comenzara a hacerlo en 1844. Los
comentaristas del Adventismo, en su Comentario Bíblico, rehuyen
explicar el significado del paralelo entre las expresiones “cada año” y
“una vez para siempre” de Hebreos 9:25-26 . Por algo será.
15) Por otra parte, eso de que Dios tenga dos tronos en el cielo: uno
en el lugar santo y otro en el lugar santísimo y que, en 1844, se
cambiara de uno a otro, es totalmente antibíblico, pues en toda la
Biblia sólo se habla del trono de Dios (en singular), no de los tronos
de Dios (véase Salmo 11:4; 45:6; 47:8; 89:14; Mateo 23:22; etc.). Por
tanto, esa pretendida purificación del santuario, comenzada en 1844,
cuando Dios pasó de un trono a otro, sólo se apoya en visiones
fantásticas y antibíblicas de la profetisa del Adventismo; en la Biblia,
como queda demostrado, no existe esa enseñanza de la profetisa, y
ella lo sabía; por eso no empleó el pasaje de Hebreos 9:25-26,
porque, en él, no cabe esa doctrina del Adventismo.
HAZ CLICK AQUÍ PARA LEER:
ADVENTISMO Y JEHOVISMO (Séptima parte)
Descargar