Con el fin de explicar los principales problemas, tendencias y polít icas mundiales en el á mbito del desarrollo, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) presenta periódicamente un informe de la situación mundial en esta materia. En esta oportunidad, Colombia fue el país elegido para dar a conocer la versión más r eciente, titulada ‘Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: desigualdades del desarrollo humano en el Siglo XXI’; este abarca el análisis de 189 países entre 2003 y 2018. Más allá de mirar qué puesto ocupa Colombia o de quién es el crédito de los avances obtenidos, el informe incluye un capítulo dedicado específicamente al desarrollo tecnológico llamado ‘Potencial de la tecnología para la divergencia y la convergencia: có mo afrontar un siglo de transformació n estructural’. Si bien es cierto que existe un precedente histórico en el que las revoluciones industriales han creado profundas desigualdades, y que además son el origen de la crisis climática que hoy se vive, el texto encuentra que la digitalización de la información y la capacidad de compartir información, de comunicarse de manera instantánea pueden funcionar para el desarrollo humano, enfocándose en su potencial para beneficiar a los países en desarrollo y a las personas más pobres. Las mejoras en la productividad y el nivel de vida dependen de la implementación constante de nuevas ideas y su uso productivo, pero aún no todas las personas tienen acceso a estas oportunidades de productividad y bienestar. Aquellas que carecen de acceso pueden enfrentar privaciones nueva s y más profundas cuando finalmente lo tienen. Es decir, a las personas que han sido históricamente marginadas, no basta con ponerles un teléfono en las manos. Aquí algunas conclusiones del informe: La tecnología no es algo aislado de las economías y sociedades.Coevoluciona con los sistemas sociales, políticos y económicos. Hacer que la tecnología funcione para las personas y la naturaleza ya es parte de la conversación en algunos países. Las políticas públicas y la inversión pública impulsarán el cambio tecnológico. La tecnología puede reemplazar o reincorporar la mano de obra; pero en última instancia, es una cuestión de elección, una no determinada solo por la tecnología. La tecnología ofrece la disponibilidad de datos, para los creadores de políticas y empresas, e informar sobre el debate público. La capacidad de invertir en ciencia y tecnología seguirá siendo un poderoso motor para aumentar la productividad. La difusión de tecnología no solo es importante para los ingresos, sino también para abordar otros desafíos, como los relacionados con el cambio climático. Hay que aprovechar la tecnología para el desarrollo humano A lo largo del capítulo sobre tecnología el análisis se centra en la Inteligencia Artificial, pero aclara que no se trata de la única tecnología sobre la mesa. La tecnología trae enormes oportunidades —si, retos también y es necesario hacer el seguimiento ético— y por ejemplo, está permitiendo liberar a las personas del trabajo pesado y arduo. Hay incluso potencial para robots colaborativos, o cobots, para reducir el estrés laboral y los accidentes laborales. El reto está en las elecciones fundamentales como el diseño de los nuevos trabajos. Agrega también que aunque la revolución digital se ha movido rápido y ha tenido un enorme impacto, está lejos de ser universal. Solo en Colombia, al menos el 50% de la población aún no está conectada. Y en el mundo, en 2017, casi 2 mil millones de personas todavía no usaban un teléfono móvil. De los 5 mil millones de suscriptores móviles en el mundo la mayoría de ellos (casi 2 mil millones) en países de bajos y medianos ingresos, no tenía acceso a Internet. Si bien hay una tendencia que indica que existe un mayor poder de mercado, que se comparte ampliamente en varios sectores e industrias, son las empresas en sectores que utilizan intensivamente las tecnologías de la información y las comunicaciones las que han experimentado aumentos más rápidos y mayores márgenes de ganancia. El informe destaca, por ejemplo, las grandes compañías digitales conocidas como Big Tech (Big Technologies). Estas compañías usan datos de forma intensiva y dependen de desplegarse (van adquiriendo una y otra empresa) por todas las plataformas usando estos datos; con ello adquieren más poder. Aunque reduzcan sus precios a ojos del consumidores, ejercen un poder en el mercado limitando la competencia y la elección. Estas Big Tech no son ajenas al conocido ‘lobby’, influyen en las políticas que los mantienen en su lugar y tienen vastas reservas de dinero para comprar más empresas. Existen disparidades de género, con mujeres y niñas subrepresentadas en educación y en carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (Stem). LinkedIn y el Foro Económico Mundial encontraron una brecha significativa entre mujeres y hombres en áreas de inteligencia artificial: solo el 22 por ciento en todo el mundo son mujeres. Por otro lado las diferencias raciales y étnicas entre las mujeres, en el acceso a la capacitación y las oportunidades de empleo, pueden aumentar estas disparidades. No olvidar la C de Ciencia La generación, difusión y adopción exitosa de la tecnología para el desarrollo tiene lugar gracias a una red de múltiples actores,que incluye el sector privado, el gobierno y la academia, a menudo referidos como un sistema nacional de innovación. Aquí, las políticas públicas son necesarias para influir en la dirección de la tecnología. El estudio señala que existen enormes asimetrías en el tamaño y la organización de los esfuerzos de innovación. La investigación y el desarrollo son más fuertes en los países desarrollados, y en promedio la brecha con otros países se está ampliando, pero al mismo tiempo están surgiendo nuevas regiones como potencias científicas y tecnológicas, como en el este de Asia. MONSERRAT CORREA CASTRO 1C