Belleza a un balcón del ocaso Iluminando al occidente estaba quien para oriente de beldad nacía, por detener lo que a expirar corría la esfera de este ocaso el sol buscaba. Yo, que en el occidente luz rondaba, en un morir enamorado ardía; el último período de mi día luna era que mi vida madrugaba. Desde el occidente estás al sol ganando, él da heridas fatales, fugitivo, tú das inmóvil de salud heridas, orientes para piras está dando y tú desde el ocaso, sol más vivo, estás enamorando para vidas. Luis de Sandoval Zapata Nueva España, siglo XVII