REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RAFAEL MARIA BARALT” VICERRECTORADO ACADÉMICO PROGRAMA POSTGRADO DOCTORADO EN EDUCACIÓN SEMINARIO DE EPISTEMOLOGÍA ANÁLISIS REFLEXIVO Y CRÍTICO SOBRE ¿QUÉ QUIERE DECIR PENSAR? MARTIN HEIDEGGER TUTORA: PARTICIPANTE: DRA. XIOMARA GUANIPA MSc. SORZIRET NAVAS / C.I. 13723633 SANTA ANA DE CORO- FALCÓN- VENEZUELA ¿QUÉ QUIERE DECIR PENSAR? Martin Heidegger Pensar es una habilidad humana que no debemos descuidar sobre todo si se es docente. Es una cualidad única necesaria tanto para enseñar como para aprender. Pero ¿Cómo saber si lo estamos haciendo bien? Muchas veces nos cuesta entender la importancia y menospreciamos que esta capacidad de abrir los ojos ante el mundo que nos rodea, es una ventana al universo, movida por el interés por querer hacerlo. Esto es posible si actuamos con vocación y compromiso ante el rol de ser un docente transformador del proceso educativo tanto de enseñanza como de aprendizaje. Cuando pensamos nos refugiamos en nuestra memoria para recordar lo que queremos comprender. No cabe duda que en los tiempos modernos el ser humano no piensa igual, e incluso quizás ni piense o lo haga con mayor dificultad o se encuentre aún en ese proceso cognitivo para lograrlo positivamente. Pensar es mucho más trascender a los pensamientos mismos, es aplicar los conocimientos. Si bien es cierto que aunque tengamos la capacidad de pensar, no significa que lo hagamos, por lo que Heidegger, esta acción de pensar está subordinada a la interacción con el medio que nos rodea, es decir, a las experiencias vivenciadas en todos los ámbitos donde nos desenvolvemos en el quehacer diario, tanto profesional como cotidiano. Si tomamos el ejemplo de Heidegger, la ciencia, por ejemplo, no piensa porque ésta se refiere a lo que piensa la filosofía y que pertenece a la dimensión de la esencia de la tecnología moderna que concibe al mundo de manera utilitaria y no esencial, como una serie de objetos que están a nuestra disposición, se encarga de la parte empírica y cuantitativa para demostrar hechos, por lo tanto no se ocupa de pensar. El acto de pensar implica una mayor relevancia cuando se concibe a través de la empatía del alumno y el maestro, ya que se deja llevar por la motivación y de ahí el resultado efectivo. El maestro debe tener el tacto necesario para lograr que sus alumnos piensen y asimilen el conocimiento que les transmite, enseñarles a que precisen desentrañar e interpretar cualquier inquietud a través de preguntas generadoras, mediante un repertorio léxico, que comprendan sus alumnos que mientras más lea, más aprende y más se enriquece su glosario de términos. Pensar es traer a colación todo aquello que está en nuestra memoria, es ordenar las ideas y convertirlas en pensamientos llenos de conocimientos que los conducirán y guiarán hacia donde se planteen llegar para alcanzar metas y objetivos.