Subido por cesar abarzua

2010 Calambres

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¶ E – 1-0350
Calambres
O. Steichen, A. Ameri
Los calambres verdaderos son contracciones musculares involuntarias dolorosas, localizadas, súbitas y
transitorias. Son frecuentes, sobre todo en deportistas, mujeres embarazadas y ancianos. El paciente los
refiere como síntomas si su frecuencia, intensidad o circunstancias de aparición son molestas. Hay que
distinguirlos de otros fenómenos denominados erróneamente calambres. Aunque en ocasiones se deben
a un trastorno subyacente que no hay que pasar por alto, en la mayoría de los casos son idiopáticos y
plantean un problema terapéutico. Las sales de quinina se prescriben frecuentemente, pese a su eficacia
limitada y a algunos efectos secundarios graves.
© 2010 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.
Palabras Clave: Calambre muscular; Contractura; Fasciculación; Quinina
Plan
¶ Introducción
1
¶ Diagnóstico diferencial
Contractura
Miotonía
Distonías focales
Tetania
Rigideces de origen central
«Contracturas» antálgicas
Mialgias
Dolor de origen vascular
Trastornos del sueño relacionados con los miembros inferiores
1
1
2
2
2
2
2
2
3
3
¶ Diagnóstico etiológico de los calambres verdaderos
Calambres idiopáticos nocturnos
Calambres idiopáticos relacionados con el ejercicio
Calambres iatrogénicos
Calambres sintomáticos de origen metabólico
Calambres sintomáticos de origen neurológico
3
3
4
4
4
4
¶ Diagnóstico
¿Se trata de calambres verdaderos?
¿Son idiopáticos o sintomáticos?
5
5
5
¶ Tratamiento de los calambres idiopáticos
Medidas físicas
Medidas farmacológicas
5
6
7
¶ Conclusión
8
■ Introducción
El calambre verdadero es una contracción muscular
involuntaria visible y palpable, caracterizada por cuatro
propiedades [1, 2]:
• es dolorosa;
• se limita a un músculo o a un fascículo muscular;
• comienza de forma súbita;
• es breve (unos minutos como máximo).
Tratado de Medicina
Se produce en reposo, sobre todo durante el sueño, o en el
contexto de un ejercicio físico infrecuente. Puede desencadenarse por una contracción voluntaria del músculo, sobre todo
si se encuentra previamente en su posición de acortamiento
máximo. El calambre suele ceder con el estiramiento del
músculo, aunque puede quedar un dolor residual después.
El calambre verdadero es secundario a la hiperexcitabilidad de
un grupo de motoneuronas periféricas, que provoca la contracción involuntaria y paroxística de las fibras musculares que
dependen de ellas. Su traducción en el electromiograma (EMG)
es un trazado que consta de salvas de potenciales de acción de
gran amplitud y alta frecuencia. La fisiopatología de esta
hiperactividad y los mecanismos del dolor no se conocen con
detalle.
“
Punto importante
Definición
El calambre muscular es una contracción involuntaria,
súbita, dolorosa y que se resuelve en unos segundos o
minutos.
■ Diagnóstico diferencial (Cuadro I)
El diagnóstico diferencial consta esencialmente de los fenómenos musculares involuntarios a los que el paciente puede
denominar calambres, pero a los que les falta una de las cuatro
propiedades distintivas: dolor asociado, carácter localizado,
inicio súbito y duración breve [1, 2].
Contractura
La contractura muscular es una contracción involuntaria y
dolorosa de uno o de varios músculos, que aparece de forma
progresiva durante un esfuerzo sostenido y que persiste durante
varios minutos después de interrumpir el ejercicio o de reducir
su intensidad. Puede seguirse de mioglobinuria. Corresponde a
1
E – 1-0350 ¶ Calambres
Cuadro I.
Diagnóstico diferencial de los verdaderos calambres.
Calambre verdadero
Circunstancias
de aparición
Contracción
muscular
involuntaria
Dolor
muscular
Localización
Modo de
aparición
Duración
Factores
que los alivian
Reposo
+
++
Pantorrillas
Súbito
Menos
de 10 minutos
Estiramiento
Ejercicio inhabitual
Pies
Contractura
Ejercicio intenso
+
++
Músculos
solicitados
Rápidamente
progresivo
Variable
Interrupción
o disminución
del ejercicio
Distonía focal
de acción
Actividad rutinaria
específica
+
±
Grupos musculares solicitados
Progresivo
Variable
Interrupción
de la actividad
Tetania
Polipnea
+
±
Extremidades
y boca
Rápidamente
progresivo
Varios minutos
Respiración
en una bolsa
Miotonía
Después
Lentitud en
de una contracción la descontracción
-
Músculo previamente contraído
Inmediatamente
Varios segundos
Calor
Contractura refleja
Sufrimiento
osteoarticular
+
+
Alrededor de
la articulación
afectada
Con
la movilización
Rigidez central
Variable
+
+
Mialgias
Esfuerzo intenso
-
Dolor vascular
Ejercicio muscular
para la AOMI
-
Repetición
del ejercicio
Variable
Reposo articular
Axial y después los Progresivo
miembros
(+ paroxismos)
Continuo
Aislamiento
sensitivo
++
Grupos musculares solicitados
Varios días
Reposo, masajes
++
Músculos solicita- Progresivo (salvo
dos para la AOMI isquemia aguda)
Variable
Interrupción
del ejercicio para
la AOMI
Progresivo
AOMI: arteriopatía obliterante de los miembros inferiores.
una falta de relajación de las fibras musculares, relacionada con
un defecto de recaptación activa del calcio por el retículo
sarcoplásmico.
Las contracturas se reproducen por el esfuerzo en condiciones
isquémicas (torniquete) y su traducción en el EMG es un
trazado plano. Siempre son patológicas y obligan a realizar un
proceso diagnóstico completo. Las enfermedades musculares
causantes afectan al metabolismo energético muscular (miopatías metabólicas, mitocondriales, tiroideas) o a los sistemas de
recaptación del calcio (síndrome de Brody, hipertermia maligna) [3]. También pueden producirse en las distrofias musculares
(enfermedades de Duchenne, de Becker, etc.).
Miotonía
La miotonía se caracteriza desde el punto de vista clínico por
una lentitud indolora de la relajación muscular después de una
contracción voluntaria. La verdadera miotonía se relaciona con
una anomalía de la membrana de las células musculares,
asociada a un registro específico en el EMG. Con frecuencia, se
reproduce por la percusión del músculo. También existen
miotonías clínicas sin miotonía eléctrica: seudomiotonía en
algunas anomalías del metabolismo muscular (como en el
hipotiroidismo) o neuromiotonía en algunas anomalías de la
motoneurona periférica. Las miotonías requieren un tratamiento
neurológico si la tirotropina (TSH) es normal.
Distonías focales
Las distonías focales son contracciones voluntarias y sostenidas de grupos musculares antagonistas. Obligan a adoptar
posturas extremas independientes de la voluntad a algunos
segmentos de miembros o a una parte del cuerpo.
Los «calambres profesionales» son distonías focales de acción,
que se producen durante la realización de un movimiento
específico rutinario. En ocasiones, son dolorosos, pero el dato
principal es la repercusión funcional. Las distonías focales sin
actividad desencadenante y poco dolorosas pueden observarse
en algunos síndromes parkinsonianos, en el síndrome de Gilles
de la Tourette y en los pacientes que toman neurolépticos.
flexión de las muñecas y de las articulaciones metacarpofalángicas en «manos de tocólogo», pies en extensión y en equino
varo). En el grado extremo, existe un espasmo laríngeo causante
de estridor y una actitud en opistótonos.
Las causas aceptadas son la hipocalcemia, la hipomagnesemia
y las alcalosis (por aumento de la fijación proteica del calcio y,
por tanto, por disminución de la calcemia ionizada). La alcalosis
respiratoria podría explicar las manifestaciones tetánicas durante
la hiperventilación (espasmofilia).
Rigideces de origen central
El tétanos, la intoxicación por estricnina, la mordedura de la
viuda negra y los síndromes de hiperactividad neuromuscular de
origen central (síndrome del hombre rígido, encefalomielitis
paraneoplásicas) se manifiestan por rigidez muscular global y
permanente. Esta rigidez tiene un predominio axial y se agrava
de forma progresiva, con paroxismos localizados o generalizados
(opistótonos), desencadenados a menudo por estímulos sensitivos. En algunas formas clínicas de tétanos, los paroxismos
pueden ser el dato más destacado, sin rigidez permanente
evidente, y existen formas localizadas en el miembro lesionado.
Algunos síndromes piramidales de origen medular, sobre todo
en la esclerosis múltiple, se asocian a una desorganización de
los circuitos reflejos que intervienen en la regulación del tono
muscular. En tal caso, pueden producirse contracciones musculares involuntarias de las extremidades, similares a las de los
episodios tetánicos, pero sin parestesias y con dolor. Pueden
verse favorecidas por un ejercicio infrecuente, por dolor o por
una irritación visceral (por ejemplo, cistitis).
En los síndromes parkinsonianos mal compensados pueden
producirse paroxismos musculares dolorosos en forma de
calambres verdaderos o de distonías.
«Contracturas» antálgicas
Las contracturas tal y como se definen en reumatología
corresponden a contracciones musculares reflejas secundarias a
una afección osteoarticular dolorosa adyacente.
Tetania
Mialgias
La crisis de tetania comienza por parestesias peribucales y de
las extremidades, seguidas por contracciones musculares de las
mismas regiones (protrusión de los labios en «hocico de tenca»,
Son cuadros de dolor sin contracción involuntaria que
afectan a los músculos que han participado en un ejercicio de
intensidad infrecuente. Comienzan unas horas después del
2
Tratado de Medicina
Calambres ¶ E – 1-0350
esfuerzo y alcanzan su máximo en 1-3 días, con una duración
de 5-7 días. Aumentan con la palpación y con el ejercicio. Las
mialgias se relacionan con microtraumatismos de las fibras
musculares y se asocian a una disminución de la fuerza motriz.
Una vez que aparecen, es beneficioso utilizar baños calientes,
masaje y actividad física de baja intensidad.
Dolor de origen vascular
El dolor de origen vascular se distingue por la ausencia de
contracción muscular asociada. La isquemia arterial, tanto
crónica (arteriopatía obliterante de los miembros inferiores) o
aguda (isquemia aguda del miembro) y la trombosis venosa
profunda causan cuadros de dolor que en ocasiones se denominan calambres.
Trastornos del sueño relacionados
con los miembros inferiores
El síndrome de las piernas inquietas se caracteriza por una
necesidad irrefrenable de mover los miembros inferiores.
Aparece en reposo y, sobre todo, por la tarde-noche. Se alivia de
inmediato con el movimiento. Estas manifestaciones alteran la
conciliación del sueño y suelen asociarse a movimientos
periódicos bruscos de los miembros inferiores durante el sueño,
que pueden despertar al paciente. A pesar de las características
comunes con los calambres nocturnos, se suelen distinguir con
facilidad, debido a la ausencia de contracción muscular involuntaria paroxística y dolorosa.
■ Diagnóstico etiológico
de los calambres verdaderos (Cuadro II)
La mayor parte de los calambres son idiopáticos y afectan a
personas de riesgo: ancianos, embarazadas, deportistas. En
ocasiones, son la manifestación de un trastorno metabólico o
neurológico [1, 2].
Calambres idiopáticos nocturnos
Se trata de calambres de las pantorrillas o de los pies, que
despiertan al paciente y obligan a estirar el músculo o a caminar
varios minutos. El decúbito, tanto supino como prono, se suele
acompañar de una posición del pie en flexión plantar pasiva. En
ese momento, la pantorrilla se encuentra en su posición de
acortamiento máximo, lo que explicaría su vulnerabilidad a los
calambres durante la noche.
En un estudio realizado en Estados Unidos se ha estimado
que el 37% de los adultos mayores de 50 años ha tenido al
menos un calambre en los 2 meses previos a la realización del
cuestionario, con una molestias significativa en alrededor de la
mitad de los casos [4]. La prevalencia y las molestias aumentan
con la edad (Fig. 1).
La frecuencia de los calambres aumenta de forma indiscutible
con el embarazo, sobre todo en el tercer trimestre. Los pacientes
que sufren afecciones reumatológicas o vasculares de los
miembros inferiores parecen tener una prevalencia un poco
Cuadro II.
Causas de los calambres verdaderos.
Calambres
idiopáticos
Relacionados con el ejercicio
Nocturnos
Ancianos
Embarazadas
Causas
secundarias
Iatrogénicas
Fármacos
Hemodiálisis
Metabólicas
Bioquímicas
Deshidratación extracelular ± hiponatremia
Hipopotasemia
Hipocalcemia
Hipomagnesemia
Insuficiencia renal
Endocrinas
Distiroidismo
Insuficiencia suprarrenal
hiperparatiroidismo
Cirrosis hepática
Tóxicos
Neurológicas
Afectación característica de la segunda
motoneurona
Lesión de la segunda
motoneurona
Afectación del asta anterior de la Esclerosis lateral amiotrófica
médula espinal
Amiotrofias espinales
progresivas (Kennedy)
Degeneraciones
espinocerebelosas
(Machado-Joseph)
Poliomielitis
Neuropatía periférica
Radiculopatías
y polirradiculopatías
Plexopatías
Polineuropatías (axónicas)
Hiperactividad generalizada
de la segunda motoneurona
Síndrome de calambres y fasciculaciones benignas (Denny-Brown
y Folley)
Síndrome de calambres-mioquimias
Síndrome de Isaacs
Afectación mal definida de la segunda
motoneurona
Tratado de Medicina
Síndrome familiar de calambres benignos
Síndrome esporádico de calambres benignos
3
E – 1-0350 ¶ Calambres
“
60
50
40
% 30
20
10
0
50-59
60-69
70-79
Grupo de edad (años)
leves
80+
Molestias demostradas
moderadas
graves
Figura 1. Porcentaje de pacientes que refieren calambres de reposo
durante los 2 meses previos (según un estudio realizado entre los pacientes de una consulta de médicos generales ingleses [4]).
mayor de calambres nocturnos [4, 5]. Sin embargo, estas asociaciones no son muy intensas y carecen de una explicación
fisiopatológica convincente en la actualidad.
Calambres idiopáticos relacionados con
el ejercicio
Se producen durante un ejercicio infrecuente o en las horas
posteriores al mismo. Es probable que se relacionen con la
fatiga, que desorganiza el control neuromuscular de la contracción [6]. Son más frecuentes cuando la actividad es más intensa,
prolongada, mal preparada o realizada en un entorno cálido y
húmedo. Los calambres que se producen durante o después de
un ejercicio de intensidad moderada deben hacer sospechar otra
afección.
Calambres iatrogénicos
Fármacos
Los fármacos causantes de calambres con más frecuencia son
los diuréticos y los laxantes, debido a la hipopotasemia y la
hipovolemia. También hay que citar los b2-miméticos sistémicos, los b-bloqueantes con actividad simpaticomimética intrínseca, el nifedipino, la cimetidina, el litio, los corticoides y la
morfina. Aproximadamente un 25% de los pacientes que
reciben nutrición parenteral domiciliaria presenta calambres
durante las perfusiones. Las estatinas pueden causar una
miopatía que se traduce no por calambres, sino por mialgias y/o
una elevación de las enzimas musculares plasmáticas.
Hemodiálisis
Alrededor del 50% de los pacientes hemodializados refieren
calambres durante al menos una sesión en los 2 meses previos.
Son más frecuentes cuanto mayor es la depleción hidrosódica.
La perfusión de solutos hipertónicos hace que cesen de inmediato, lo que corrobora el papel de la hipovolemia.
Calambres sintomáticos de origen
metabólico
Trastornos bioquímicos
La deshidratación extracelular, sobre todo si se acompaña de
hiponatremia, provoca calambres. Las hiponatremias sin
deshidratación extracelular no provocan calambres. La hipopotasemia se acompaña de una hiperexcitabilidad muscular
causante de calambres, antes de que se instaure una parálisis
fláccida. Los calambres son una manifestación clásica de la
hipocalcemia y de la hipomagnesemia. La insuficiencia renal
crónica y aguda predispone a los calambres, sin que el trastorno
bioquímico responsable se haya aclarado por completo.
Puntos esenciales
Causas farmacológicas de los calambres
verdaderos
• Diuréticos
• Laxantes
• b2-miméticos (broncodilatadores o relajantes uterinos)
• b-bloqueantes con actividad simpaticomimética
intrínseca: pindolol, oxiprenolol
• Nifedipino
• Clonidina
• Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
• Corticoides de síntesis
• Fibratos
• Cimetidina
• Prostaglandinas oxitócicas
• Raloxifeno
• Danazol
• Sales de litio
• Dihidroergotamina
• Anticolinesterásicos
• Tolcapona
• 3-4 diaminopiridina
• Ácido nicotínico
• Estavudina
• Quimioterapia, en especial con vincristina y cisplatino
• Ciclosporina
• Micofenolato mofetilo
• D-penicilamina
• Morfínicos (abstinencia)
Puede haber calambres en el hipertiroidismo, pero son mucho
menos frecuentes. La insuficiencia suprarrenal también puede
complicarse con calambres, probablemente relacionados con la
depleción hidrosódica. Los calambres son frecuentes en el
hiperparatiroidismo primario. Por último, pueden producirse en
pacientes diabéticos durante los episodios de hipoglucemia y, en
tal caso, se acompañan de signos simpáticos clásicos (diaforesis,
palpitaciones, temblores, palidez).
Cirrosis
Entre el 25-50% de los pacientes cirróticos sufren más de un
episodio semanal de calambres. Es probable que la hipovolemia
efectiva intervenga en su aparición (las perfusiones de albúmina
tienen un efecto preventivo adecuado).
Tóxicos
Se producen calambres en algunas intoxicaciones: metales
pesados (cadmio y plomo o litio), plantas (madreselva), organofosforados. Los venenos o toxinas de origen animal (peces,
escorpiones, serpientes) pueden provocar calambres, entre otras
alteraciones.
Calambres sintomáticos de origen
neurológico
Se acompañan a menudo de fasciculaciones. De forma
general, cualquier calambre puede precederse y/o seguirse de
fasciculaciones, pero en las causas neurológicas, estas últimas se
producen también pasado un tiempo de los calambres. Cuando
hay otras anomalías neurológicas clínicas (déficit motor,
amiotrofia, etc.), la presencia de fasciculaciones, de calambres y,
sobre todo su asociación, indica un sufrimiento de la segunda
motoneurona.
Trastornos endocrinos
Afectaciones del asta anterior de la médula
espinal
Los calambres nocturnos o por esfuerzos moderados se
observan en el 40-50% de los pacientes con hipotiroidismo.
La esclerosis lateral amiotrófica suele comenzar alrededor de
los 50 años y asocia signos de la primera motoneurona (déficit
4
Tratado de Medicina
Calambres ¶ E – 1-0350
motor, síndrome piramidal) y de la segunda motoneurona
(déficit motor, amiotrofia, fasciculaciones, calambres). Los
trastornos comienzan en la mayoría de las ocasiones a nivel
distal y terminan por afectar a los cuatro miembros, la encrucijada faringolaríngea y los músculos respiratorios. Las formas
iniciales puede que sólo afecten a un miembro. Los calambres
son muy frecuentes al principio de la enfermedad y suelen
disminuir cuando se instaura la amiotrofia.
Las amiotrofias espinales progresivas son afecciones hereditarias que se caracterizan por una afectación selectiva de la
segunda motoneurona. Comienzan en la infancia o en la
adolescencia con un déficit motor, amiotrofia e hiporreflexia
osteotendinosa. Puede haber fasciculaciones y calambres. Son
especialmente frecuentes en la forma bulboespinal regresiva
ligada al X o en la enfermedad de Kennedy. Como aspectos
específicos, no comienza hasta después de la segunda década,
afecta a los músculos faciales y se asocia a hipogonadismo.
Algunas degeneraciones espinocerebelosas, como la enfermedad de Machado-Joseph (autosómica dominante), presentan una
afectación del asta anterior responsable de calambres, asociados
a signos cerebelosos y piramidales.
La poliomielitis es una afectación viral aguda del asta anterior
de la médula. Existe un contexto seudogripal en el que aparecen
con rapidez parálisis de tipo periférico. Experimentan una
regresión a partir del 15.° día, en un período de alrededor de
2 años, con secuelas variables. Puede haber un síndrome
pospolio, que se caracteriza por un reagravamiento motor, a los
20-30 años de la fase aguda. Los calambres pueden existir en
cualquier fase de la enfermedad.
Neuropatías periféricas
En las afectaciones periféricas, los calambres afectan a los
músculos deficitarios. Puede tratarse de una afectación mono o
plurirradicular, por lo general de tipo compresivo, o de una
polirradiculoneuritis. También se han descrito calambres en las
afectaciones de los plexos, en especial en las de tipo traumático
o por radiación. También se observan en las polineuropatías
axónicas (diabética, alcohólica, urémica, hereditaria) y en la
neuropatía motora multifocal con bloqueo de conducción. En
todos los casos, se asocian otros signos de afectación periférica
en grados diversos: signos motores (fasciculaciones, déficit,
amiotrofia), signos sensitivos (parestesias, déficit), dolor
neurógeno, abolición de reflejos osteotendinosos.
Hiperactividad generalizada continua
de la segunda motoneurona
Los tres elementos que constituyen el núcleo de estos síndromes son la neuromiotonía (lentitud de la descontracción
muscular, que no se reproduce por la percusión del músculo y
que se agrava por la repetición del movimiento), las mioquimias
(contracciones fasciculares lentas que se propagan en ondas por
la superficie del músculo) y la rigidez muscular. Suelen asociarse
calambres y fasciculaciones.
El extremo más grave del espectro de estas enfermedades
corresponde al síndrome de Isaacs, donde la rigidez es predominante con anomalías posturales de las extremidades y puede
complicarse con fracturas óseas durante los paroxismos. En el
extremo contrario, se sitúa el síndrome de calambresmioquimias, donde la neurotomía y la rigidez sólo se manifiestan durante el ejercicio.
En este grupo se engloba el síndrome de calambresfasciculaciones benignas (síndrome de Denny-Brown y Folley),
que consta de calambres y fasciculaciones que predominan en
los miembros inferiores y se asocian a mialgias de esfuerzo. No
hay déficit muscular, amiotrofia ni anomalías de los reflejos
osteotendinosos. Aparte de la intolerancia al esfuerzo que
provoca, la evolución de este síndrome suele ser benigna. Sin
embargo, es obligatorio vigilar al paciente, porque la esclerosis
lateral amiotrófica puede manifestarse por calambres y fasciculaciones aisladas sin otros datos clínicos durante varios meses.
Síndromes de calambres benignos
El síndrome familiar de calambres benignos es infrecuente. Se
transmite de forma autosómica dominante y se caracteriza por
calambres difusos en la adolescencia, que se favorecen por el
Tratado de Medicina
ejercicio. No hay otras manifestaciones neurógenas periféricas
clínicas, pero el EMG muestra la disfunción de la segunda
motoneurona. Se puede producir un cuadro análogo sin que
exista ningún contexto familiar (síndrome esporádico de
calambres benignos).
“
Puntos esenciales
Diagnóstico etiológico
• Los calambres idiopáticos son los más frecuentes. Se
producen en deportistas, ancianos y mujeres
embarazadas. Son benignos, pero alteran el sueño y
afectan a la calidad de vida.
• Los calambres sintomáticos son menos frecuentes, pero
deben identificarse. Pueden indicar una enfermedad
metabólica o neurológica.
■ Diagnóstico (Fig. 2)(Cuadro III)
¿Se trata de calambres verdaderos?
En la anamnesis hay que caracterizar el síntoma, definiendo
las circunstancias de aparición, la presencia o no de contracción
muscular involuntaria, su localización, su modo de instauración
y su duración, la presencia o no de dolor muscular y los
posibles factores que la alivian. En la exploración física se
buscan sobre todo anomalías que podrían orientar hacia otro
fenómeno motor distinto a los calambres verdaderos o hacia
cuadros de dolor de origen osteoarticular o vascular.
¿Son idiopáticos o sintomáticos?
En la anamnesis se buscan antecedentes familiares, la toma
de fármacos o la exposición a tóxicos. La exploración física,
sobre todo neurológica, se centra en descartar los signos de
alerta que orienten hacia los calambres sintomáticos (Fig. 2). No
es necesario realizar ninguna prueba complementaria si el
cuadro corresponde al de los calambres benignos, sin otros
datos etiológicos en la anamnesis o la exploración física.
Si hay signos de alerta o si los calambres son lo bastante
molestos para plantear un tratamiento, está justificado realizar
algunas pruebas biológicas: ionograma sanguíneo, calcemia,
magnesemia, creatininemia, TSH. Otras pruebas complementarias pueden estar justificadas por la presencia de signos clínicos
(glucemia en ayunas, pruebas hepáticas, tiempo de protrombina, prueba con tetracosactida, plumbemia/plumburia, etc.). La
determinación de la creatina fosfocinasa no está justificada
porque las enfermedades musculares no causan calambres
verdaderos. Además, esta enzima puede estar moderadamente
elevada de forma inespecífica hasta 3 o 4 días después de un
calambre. Si la exploración neurológica muestra anomalías
(déficit motor, amiotrofia, fasciculaciones frecuentes, parestesias,
déficit sensitivo) o si los calambres son invalidantes o evolutivos, es necesario consultar con el especialista y realizar un EMG.
■ Tratamiento de los calambres
idiopáticos (Cuadro IV)
Los calambres se alivian con el estiramiento del músculo, que
suele eliminar la contracción involuntaria. Cuando su frecuencia, su intensidad o sus circunstancias de aparición (sueño)
hacen que los calambres sean molestos, los pacientes pueden
solicitar un tratamiento preventivo. Previamente, hay que
asegurarse de que en los medicamentos que toma el paciente no
haya ninguno potencialmente responsable que pueda interrumpirse o sustituirse (Cuadro IV). A continuación, se plantean
5
E – 1-0350 ¶ Calambres
Diagnóstico positivo = anamnesis
Dolor súbito localizado en un músculo
Relacionado con una contracción
involuntaria, visible y palpable
Durante unos minutos como máximo,
interrumpido por el estiramiento del músculo
Diagnóstico etiológico = signos de aviso
Paciente joven (salvo mujeres embarazadas)
Calambres de aparición reciente y frecuentes
Calambres diurnos en reposo o durante esfuerzos poco intensos
Calambres difusos en los miembros superiores o en la musculatura abdominal
Elementos de orientación neurológica
Antecedentes familiares de calambres
Antecedentes personales neurológicos
Anomalías clínicas neurológicas:
- déficit motor, fasciculaciones, amiotrofia
- parestesias, déficits sensitivos
- abolición de los ROT
Tratamientos potencialmente
responsables
Consulta neurológica
Electromiograma
Elementos de orientación metabólica
Antecedentes personales o factores de riesgo
metabólico
Anomalías clínicas que orienten hacia
una causa metabólica:
- trastorno hidroelectrolítico
- endocrinopatía
- cirrosis, etc.
Na, K, bicarbonato, Cl, Ca, Mg
Creatinina
TSH
ALAT, GGT, TP
± pruebas orientadas
Figura 2. Árbol de decisiones. Diagnóstico positivo y etiológico de los verdaderos calambres: ROT: reflejos osteotendinosos; Na: sodio; K: potasio; Cl: cloro;
Ca: calcio; Mg: magnesio; TSH: tirotropina; ALAT: alanina aminotransferasa; GGT: gamma glutamil-transferasa; TP: tiempo de protrombina.
Cuadro III.
Calambres y exploración física.
Problema
Respuesta clínica
¿Se trata de verdaderos
calambres?
Caracterizar el síntoma: circunstancias de aparición, frecuencia, localización, modo de aparición, contracción muscular
involuntaria, dolor, duración, factor que lo alivia
¿Son idiopáticos
o sintomáticos
Definir los antecedentes neuromusculares familiares y los antecedentes generales personales
Anamnesis farmacológica y de tóxicos
Exploración neurológica: fasciculaciones, déficit motor, amiotrofia, trastornos del tono, parestesias, déficit sensitivo, reflejos
osteotendinosos
Exploración vascular: abolición de los pulsos, soplos vasculares, varices, trastornos tróficos
Exploración general
Exploración reumatológica
Exploración endocrinológica (tiroides, signos de distiroidismo)
Exploración abdominal (diarrea, vómitos, aspecto del hígado, signos
de insuficiencia hepatocelular y de hipertensión portal, ictericia)
Signos de deshidratación extracelular
medidas físicas. Si esto fracasa y después de haber sopesado la
relación beneficio/riesgo con el paciente, puede plantearse un
tratamiento farmacológico.
Medidas físicas
Calambres idiopáticos nocturnos
Se ha propuesto procurar que el pie no esté en flexión plantar
máxima durante el sueño. De este modo, el tríceps sural no está
en posición de acortamiento máximo, vulnerable a los calambres. Para las personas que duermen en decúbito prono, se trata
de poner los pies fuera de la cama o de colocar un cojín bajo
las tibias; para las que duermen en decúbito supino, hay que
6
poner la planta del pie en ángulo recto con la pierna, contra un
cojín situado al fondo de la cama. Estas medidas nunca se han
evaluado adecuadamente.
También se ha propuesto estirar los músculos afectados por
los calambres antes de acostarse. En el caso del tríceps sural, un
método simple consiste en colocarse frente a una pared, a un
metro de distancia e inclinarse hacia delante apoyándose sobre
la pared, con los talones en contacto con el suelo. La postura
se mantiene 10 segundos para estirar las pantorrillas. La
maniobra se repite después de 5 segundos de reposo.
Este método de estiramiento, que ha sido aparentemente
eficaz en un estudio observacional, no ha sido mejor que los
ejercicios «placebo» propuestos en un estudio controlado [7]. Sin
Tratado de Medicina
Calambres ¶ E – 1-0350
Cuadro IV.
Prevención de los calambres idiopáticos.
Calambres idiopáticos nocturnos
Interrupción o sustitución de los tratamientos potencialmente responsables de calambres
Magnesio, vitaminas B1 y B6 en mujeres embarazadas
Exploraciones complementarias mínimas y corrección de una posible causa
Medidas físicas
Estiramientos
Mantenimiento del pie en ángulo recto con la pierna durante el sueño
Vitaminas B1-B2-B6-B12, naftidrofurilo, verapamilo o diltiazem si no hay contraindicaciones
Difenhidramina si no hay contraindicaciones; interrupción si se tolera mal o si es ineficaz después de 1 mes
Sales de quinina si no hay contraindicaciones, después de informar al paciente; interrupción si se tolera mal
o si es ineficaz después de 1 mes
Calambres idiopáticos relacionados Los días previos al esfuerzo
con el esfuerzo
Entrenamiento físico
Reposo
Acumulación de reservas energéticas
El día del esfuerzo
Calentamiento justo antes del esfuerzo
Aportes energéticos e hidrosódicos
Estiramientos durante y después del esfuerzo
Después del esfuerzo
Aportes hidrosódicos
Estiramientos y masajes
embargo, este estudio es poco concluyente, porque la mitad de
los pacientes recibían también sales de quinina, lo que puede
haber diluido el efecto de los estiramientos. Por otra parte, no
se ha descartado que los ejercicios propuestos en el grupo
control tengan un efecto preventivo sobre la aparición de
calambres, que enmascare al de los estiramientos. En cualquier
caso, estos estiramientos son inocuos y su aplicación permite
adquirir experiencia para evaluar mejor la repercusión y la
evolución de los calambres antes de decidir un posible tratamiento farmacológico.
Calambres idiopáticos relacionados
con el esfuerzo
El tratamiento preventivo de los calambres idiopáticos
relacionados con el esfuerzo consiste en prepararse y adecuarse
para el ejercicio. La fase de preparación consta de un entrenamiento adecuado, reposo previo y la acumulación de reservas
energéticas suficientes. La adecuación consiste en realizar un
calentamiento previo, reponer las pérdidas hidrosódicas en la
medida de lo posible durante y después de la actividad y, por
último, en realizar los estiramientos al final de la sesión.
Medidas farmacológicas
Sales de quinina
Varios estudios controlados han demostrado que las sales de
quinina tienen un efecto favorable sobre la frecuencia de los
calambres nocturnos (reducción de alrededor del 20%), sin que
modifiquen su intensidad ni su duración [8-10]. Este beneficio
no se ha demostrado en todos los estudios; parece que algunas
personas responden y otras no [11]. Las sales de quinina están
contraindicadas en caso de trastornos de la conducción
intraventricular, miastenia, neuropatía óptica, déficit de
glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa o en el embarazo. La quinina
tiene efectos tóxicos (dependientes de la dosis) bien conocidos
(cinconismo: acufenos, hipoacusia, vértigo, vómitos; trastornos
visuales; hipoglucemia; dolor abdominal, diarrea). También
provoca complicaciones inmunoalérgicas (independientes de la
dosis) en ocasiones graves (trombocitopenia, síndrome
hemolítico-urémico, hepatitis citolítica, reacción cutánea, shock
anafiláctico).
Debido a los numerosos efectos secundarios graves producidos en Estados Unidos, con más de 90 fallecimientos desde
1969, la Food and Drug Administration (FDA) ha prohibido la
venta de preparados contra los calambres que contengan
quinina. El sulfato de quinina sólo está aprobado para el
tratamiento del paludismo y el prospecto estadounidense
especifica que no debe utilizarse contra los calambres. En
Francia, por ejemplo, la Commission de la Transparence
Tratado de Medicina
reconocía aún en 2009 una utilidad médica débil para el
benzoato de quinina, de modo que está subvencionado en un
35%. En cambio, el bisulfato de quinina no está subvencionado,
debido a que se considera que su utilidad médica es
insuficiente.
La prescripción de quinina debe plantearse con el paciente, al
que hay que informar de la benignidad de los calambres y de
los posibles efectos secundarios del tratamiento. Si se mantiene
la indicación, se debe precisar que se trata de un tratamiento
preventivo que debe tomarse de forma sistemática y no de
forma ocasional. El paciente debe cumplimentar un calendario
de sus calambres para objetivar el efecto del tratamiento. No
hay razón para continuar las sales de quinina si el tratamiento
no tiene efecto pasado 1 mes de su toma continua. Si su efecto
es favorable, se aconseja intentar interrumpir el tratamiento
después de unos meses: no hay efecto rebote y un tercio de los
pacientes pueden suspenderlo [7].
“
Puntos esenciales
Sales de quinina
• Las sales de quinina reducen de forma moderada
la frecuencia de los calambres en algunos pacientes, pero
no su duración ni su intensidad.
• Sus efectos indeseables inmunoalérgicos son imprevisibles y a veces mortales.
• Por tanto, la relación beneficio-riesgo debe sopesarse
con el paciente antes de cualquier prescripción.
Otros tratamientos
Los anticomiciales, administrados al acostarse (carbamazepina, 100-200 mg; fenitoína, 100-200 mg; gabapentina, 300 mg)
se utilizan con buenos resultados en los calambres secundarios
a enfermedades neurológicas. Sin embargo, sus efectos indeseables y la ausencia de estudios específicos contraindican su
utilización en los calambres idiopáticos, salvo casos especiales.
Un pequeño estudio aleatorizado con grupo placebo sugiere
que el naftidrofurilo en dosis de 300 mg/12 h tiene un efecto
favorable en los calambres idiopáticos [12]. La difenhidramina
(o su derivado, la orfenadrina) en dosis de 25-50 mg, el
verapamilo (120 mg) y el diltiazem (30 mg, medio comprimido de 60 mg), también pueden administrarse al acostarse
según estudios realizados con un número pequeño de
pacientes [13-15]. Sin embargo, los efectos anticolinérgicos,
7
E – 1-0350 ¶ Calambres
.
hipotensores y bradicardizantes de estas sustancias invitan a
ser prudente en las personas ancianas. Una asociación de
vitaminas B (B1 50 mg + B2 5 mg + B6 30 mg + B12 0,25 mg,
tres veces al día) ha reducido de forma significativa la frecuencia de los calambres en ancianos hipertensos [16]. El magnesio
y la vitamina E se han estudiado frente a placebo, sin que se
haya demostrado su eficacia. Se han evaluado otros tratamientos en estudios no controlados, cuyos resultados no son
interpretables debido a un efecto placebo considerable sobre
los calambres idiopáticos. Se ha observado una reducción de
alrededor del 50% de la frecuencia de calambres en alrededor
de la mitad de los pacientes que recibían placebo en los
estudios controlados.
En los calambres de la gestación, el magnesio (200-300 mg/
día) y la combinación de vitaminas B1 (100 mg) y B6 (40 mg)
han demostrado una eficacia superior a la del placebo [17, 18].
Los otros tratamientos (quinina, naftidrofurilo, difenhidramina,
verapamilo, diltiazem, anticomiciales) están contraindicados o
desaconsejados en embarazadas.
La vitamina E parece tener un efecto preventivo sobre los
calambres en pacientes cirróticos, pero la dosis utilizada
(200 UI/8 h) se asocia a una sobremortalidad en los estudios de
prevención cardiovascular. El zinc, la taurina y los aminoácidos
ramificados se han evaluado en pacientes cirróticos en estudios
no controlados, difíciles de interpretar [19].
■ Conclusión
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[6]
[7]
[8]
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[10]
[11]
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[14]
[15]
Los calambres verdaderos son un fenómeno corriente, a
menudo benigno y responden favorablemente a las medidas
físicas simples. En pocas ocasiones, se deben a una enfermedad
subyacente grave, salvo si hay otras anomalías clínicas asociadas
o si sus características son muy infrecuentes (difusos, continuos). El problema que plantean es sobre todo de tipo terapéutico, en la medida en la que la eficacia de la mayor parte de los
tratamientos propuestos es inconstante e incompleta. Las sales
de quinina son los fármacos mejor estudiados y los más
utilizados, pero también los más tóxicos, pues exponen al
paciente a complicaciones, que en ocasiones son mortales. Por
tanto, el tratamiento farmacológico sólo se inicia una vez
agotadas las medidas preventivas y si la repercusión funcional
hace que sea verdaderamente necesario.
[16]
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[18]
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O. Steichen, Chef de clinique assistant (olivier.steichen@tnn.aphp.fr).
Service de médecine interne, Hôpital Tenon, 4, rue de la Chine, 75020 Paris, France.
A. Ameri, Praticien hospitalier, chef de service.
Service de neurologie, Centre hospitalier de Meaux, 6-8, rue Saint-Fiacre, 77104 Meaux, France.
Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Steichen O., Ameri A. Crampes. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Traité de
Médecine Akos, 1-0350, 2010.
Disponible en www.em-consulte.com/es
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